Capítulo 19

(Narra Law...)

Cuando (TN) se fue me puse a ordenar los exámenes. Me encantaba provocarle y que esa expresión que tanto me gustaba apareciera en su cara. Hacía días que no le había visto. Tenía que hablar con ella cuanto antes. Ya no podía aguantar más sin tocarle ni besarle. Alguien llamó a la puerta.

—Adelante —dije, mientras cerraba el archivador con los exámenes. Era aquel maldito. Doflamingo.

—Law, creo que hace tiempo que no tenemos una charla... —empezó a decir, con esa sonrisa diabólica que ponía siempre. Algo tramaba.

—¿No tienes bastante con hacer que nadie me contrate como médico? ¿Quieres joderme en algo más? —pregunté, intentando mantener la calma, pero su mera presencia me producían ganas de vomitar.

—Eso te pasa por joderme tú a mí el negocio. Todo podría haber ido bien... Pero eres demasiado terco —comentó, mientras se sentaba en la silla. En frente de mí—. ¿Tienes una nueva amiguita, (TN)?

—¿Qué más te da lo que haga en mi vida privada? —pregunté, frunciendo el ceño. ¿Qué pretendía?—. Además, tú eres uno de los que se acuesta con alumnas.

—Sí, soy irresistible para ellas. Solo aprovecho las oportunidades —contestó, sin quitar esa maldita sonrisa—. Bueno, ya sabes. Quiero que estés solo para siempre. Que vivas y que te mueras solo. Nada más y nada menos que lo que te mereces.

—¿Y qué harás? Ya te llevaste las tumbas de mis padres y de Corazón. ¿Qué más tienes para amenazarme? —pregunté, serio.

—Puedo joderle la vida a tu querida (TN). Ya se me han ido ocurriendo varias cosas —me respondió. Chasqueé la lengua. Maldito cabrón.

—Siento desilusionarte. Pero solo es una alumna para mí. Simplemente pasamos más tiempo juntos porque adoptamos un perro. Nada más. Así que busca otra cosa para fastidiarme —dije. No podía permitir que le hiciera nada a (TN). Si tenía que fingir lo haría.

—¡Qué lástima! Me apetecía divertirme... —dijo, mientras se levantaba- Bueno, espero no enterarme de lo contrario.

(Al mismo tiempo, en la cafetería...)

—Quiero que tengamos una cita. Si te apetece claro —te dijo Ace, tan sonriente como siempre. Nami aplaudió emocionada y Robin sonrió. Los chicos no estaban prestando atención. ¿Una cita?

—Em... —murmuraste. No sabías qué decir. A ti te gustaba Law.

—Me llevo a (TN) un momento —comentó Nami, mientras se levantaba y te estiraba del brazo para llevarte con ella.

—¿Has hablado ya con Law?- preguntó la pelinaranja, frunciendo el ceño—. No vas a estar esperando toda la vida. Aclara las cosas con él y si no empieza a fijarte en otros chicos.

¡Nami tenía razón! Ya hacía tiempo que habías empezado a sentir cosas por él. Había que dejarlo todo claro. Asentiste y empezaste a caminar hacia el despacho de tu profesor. Tenías que ser clara. Nada de dar vueltas. Directa. Justo cuando llegaste a la puerta de su despacho alguien salió. Era Doflamingo, uno de los coordinadores. El hombre que había sido tutor de Law cuando era menor de edad.

—Hola, preciosa —te saludó, mientras te cogía de la barbilla—. Me gustan las alumnas aplicadas que vienen a preguntar dudas a los profesores. Pasadlo, bien.

Te quedaste mirándole mientras se alejaba. Era un tipo repugnante. ¿Cómo podía haber alumnas que se sintieran atraídas por él? Cerraste la puerta y te acercaste a Law. Estaba de pie, en frente de su mesa y te miraba fijamente. Parecía más serio de lo normal. Estabas nerviosa pero necesitabas hablar con él.

—Law... Tengo que decirte algo —explicaste, intentando mantener la calma.

—Claro, dime —dijo él, apartando la mirada. Le notabas algo raro.

—Yo... Bueno... Es que desde hace un tiempo estoy sintiendo cosas por ti... Creo que me gustas. Nunca me ha gustado nadie antes —seguiste explicándole, mientras mirabas hacia el suelo. No podías creer que se lo estuvieras diciendo—. Quería saber si tu sentías algo por mí.

—(TN)-ya... —dijo, después de unos segundos en silencio. Alzaste la mirada hacia él. Por su cara supiste que no te iba a gustar la respuesta—. Lo siento, pero yo no siento nada por ti. Solo me caes bien y estoy a gusto contigo, pero nada más.

—Vale... —murmuraste. Notabas que tus ojos empezaban a llenarse de lágrimas—. ¿Seguirás visitando a Onigiri? Ahora ya puede pasear... Seguirá teniendo ganas de verte.

—Sí, claro que sí. No te preocupes por eso. No... —empezó a decir. Pero no querías escuchar nada más. Solo querías irte de allí.

—Vale. Tengo que irme —dijiste, antes de darte la vuelta, mientras las lágrimas empezaban a caer por tus mejillas.

Fuiste corriendo al baño. No querías que nadie te viera así. Eras idiota. Una auténtica idiota. ¿Cómo habías podido llegar a pensar que podrías gustarle a Law? Estúpida.

Después de unos minutos llorando te frotaste los ojos con las manos. Ya estaba bien. Ahora debías olvidarte de lo que sentías por él y centrarte en otro chico que de verdad estuviera interesado en ti. Te limpiaste la cara con agua y volviste a la cafetería. Aún seguían todos allí. Volviste a sentarte al lado de Nami.

—Ace... —le llamaste. Dejó de hablar con Sabo y se giró hacia a ti, esperando a que dijeras algo. No te acababa de parecer buena idea, pero bueno—. Si quiero que tengamos una cita.

—¡Genial! Pues podemos ir al cine esta tarde, antes de que vayas a trabajar —propuso, con una gran sonrisa. Asentiste con la cabeza. Nami te cogió la mano por debajo de la mesa. Sabía que eso significaba que Law te había rechazado.

(Narra Law...)

¡Mierda, mierda y mierda! Di tantos puñetazos a la pared que me hice sangre en los nudillos. Maldito bastardo. ¿Acaso iba a estar solo para siempre? ¿No había tenido suficiente con perder a mi familia y a Corazón? Nunca pensé que encontraría alguien con quién estuviera tan a gusto... Y ahora que había encontrado a (TN) no podía estar con ella. Y no solo eso. Además le había hecho llorar...

Tenía hasta ganas de llorar. Tenía demasiada rabia acumulada. ¿Mi vida iba a ser una mierda siempre? Cuando todo parecía que iba tan bien.

Cuando me calmé, decidí ir a la cafetería para hacerme un café. No tenía nada de hambre. Esa tarde me quedaría corrigiendo exámenes. Cuando llegué, vi que (TN) estaba saliendo por la puerta con un chico. Él sonreía y le rodeaba con el brazo. Ella no parecía estar del todo a gusto, pero sonreía levemente.

—(TN)-ya... —le llamé, cuando nos cruzamos. Los dos se quedaron quietos.

—Bueno, voy al coche e iré reservando las entradas. Te espero allí —dijo el chico, antes de empezar a andar. Ella asintió.

—¿Vais todos al cine? —pregunté.

—Vamos Ace y yo —contestó ella, sin mirarme. ¿Tenía una cita? No había perdido el tiempo. Fruncí el ceño—. ¿Algún problema?

—No, claro que no... Pasadlo bien —contesté, lo más amablemente que pude. Yo tendría que estar yendo al cine con ella y no ese tal Ace.

—Gracias... —murmuró. Odiaba verle tan seria—. Mándame un mensaje cuando quieras pasear o ver al perro.

—Vale... —murmuré mientras se iba.

Maldición. Sentía un nudo en el estómago. Me pediría el café para llevar. Mientras esperaba que me sirvieran el café alguien se acercó a mí. Eran Robin y la chica con el pelo naranja, Nami. Me miraban serias. ¿Qué querían ahora? No tenía ganas de hablar con nadie.

—¿Así que has estado jugando con (TN)? —preguntó Nami, con los brazos en jarra y el ceño fruncido. Chasqueé la lengua.

—No es verdad. Y dejadme tranquilo. No tengo ganas de hablar —contesté, mientras por fin dejaban el café en la barra. Lo cogí y empecé mi camino hacia el despacho.

—Te estás perdiendo a una chica genial. Además, parecías feliz cuando estabas con ella —escuché decir a Robin. ¿De verdad? No lo sabía. ¡Como si quisiera perderla!

Cerré de un portazo y dejé el café encima de la mesa. Empecé a corregir los exámenes de primero. Busqué del de (TN). Tenía curiosidad por saber cómo le había salido. Empecé a corregirlo. Primer ejercicio perfecto. El segundo también... Era un examen de diez. En la última actividad había algo escrito en lápiz. "Que sepas que tus dos exámenes son para los que más he estudiado. Si saco un diez en los dos espero una recompensaJ"

Me llevé una mano a la cabeza. Leer ese mensaje me había hecho sentir mal. Imaginarme que estaba a solas con otro chico y no conmigo me revolvía por dentro. ¿Qué iba a hacer ahora? Nuestra relación ya no iba a ser la misma... Volvería a estar completamente solo otra vez. No podía soportar verle con otro chico. No iba a poder aguantarlo.

Aunque pensándolo bien...Todo era mejor así. Yo estaba acostumbrado a la soledad y, así, conseguiría que Doflamingo no hiciera nada malo a (TN). Jamás me perdonaría que le pasar algo solo por estar con ella. Si podía evitarlo lo haría, aunque lo que más deseaba ahora mismo era estar a su lado...

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