Capítulo 55

La semana termina. Nathaniel y yo no volvemos a intercambiar conversaciones salvo un simple saludo de buenos días por la mañana. Me dirijo a firmar la hora de salida y me despido de mis compañeros, de vuelta a la recepción, intercambio un simple saludo con uno de los clientes frecuentes y les deseo una buena velada.

Heinrich no se ha aparecido por el hotel, según Cassidy, ha estado ocupado haciendo negocios y viajando a España para verificar que todo esté bien con el nuevo hotel. Cuando por fin termino de despedirme de los huéspedes, estoy decidida a dirigirme a la puerta justo en el momento en que veo a Stefan en el mostrador, no sé a percatado de mi presencia, pues está hablando con el empleado a cargo en mi cambio de turno, quien le hace una seña segundos después en mi dirección, Stefan voltea hacia donde me ha señalado, le murmura un "gracias" al joven y se dirige hacia mí.

—Stefan, que sorpresa verte en el hotel —espeto con asombro e incertidumbre. Una diminuta sonrisa, que resulta ser más una mueca se forma en su boca.

—Hola, Leigh, ¿cómo estás?

Lleva las manos dentro de los bolsillos de su pantalón y trae ese traje negro que acostumbra a usar cuando está trabajando.

—Estoy bien, ¿y tú? ¿Puedo preguntarte que haces aquí? —Intento ser educada con mi pregunta. Detiene sus pasos al llegar a una distancia razonable entre los dos, ni muy cerca ni muy lejos, lo suficiente para escucharnos.

—Estoy bien —responde con serenidad—. Lamento importunarte, pero estaba buscándote. Me preguntaba si los dos podríamos hablar.

—¿Ahora?

He hablado con Stefan antes y me agrada demasiado, es simpático, honesto y tiene una vibra sumamente cálida, pero me sorprende que se haya presentado en el hotel solo para hablar, lo que provoca que la preocupación se apodere de mí al pensar en que algo pudo haberle pasado a Theo. Stefan parece notarlo porque se apresura a aclarar su visita.

—Él está bien —confirma mi ansiedad—. Y aclaro que no me ha mandado a verte ni nada similar, he venido por cuenta propia, recién salgo del trabajo y me dio por querer ir a caminar ¿Quieres acompañarme?

Curiosa ante su visita, asiento aun con el ceño fruncido. Tengo el presentimiento de que su visita tiene que ver con Theodore.

—Sí claro, recién acabo de firmar la salida. Estaba por marcharme.

Stefan me dirige hacia su auto para que ambos pudiésemos llegar al parque en el que habitualmente suele hacer ejercicio, aquel parque en el que ambos nos encontramos montando bicicleta. No nos toma más de cinco minutos llegar. La idea de sentarse en una banca y mantener una conversación es tentadora, sin embargo, preferimos caminar.

—Perdón, pero estoy sorprendida de tu visita —me veo admitiendo al tiempo en que avanzamos. Hay niños corriendo por los alrededores jugando a la pelota y personas haciendo caminatas con sus mascotas, lo que logra quitarle la seriedad a nuestra conversación y me hace sentir cómoda en segundos. Stefan se toma su tiempo antes de responderme.

—Es sobre Theo —se anima a decir, cosa que no me sorprende. Una mueca se forma en mi boca.

—¿Qué hay sobre él?

De nuevo tarda en responder.

—Supe que ustedes dos discutieron.

—¿Te fue con la noticia? —hablo de inmediato, ganándome una mirada de sorpresa por culpa de la brusquedad de mi pregunta. Niega.

—No hizo falta que hablara. Es mi mejor amigo, le conozco bien.

Caminamos por unos minutos, los dos sin decir nada, dejamos el silencio nos invada hasta que me animo a contarle.

—Es que no lo entiendo, no entiendo como no puede darse cuenta de que no puede complacer a todo el mundo.

La seriedad en mí desaparece y es reemplazada por una pizca de enojo. Antes de que pueda expresar todo mi disgusto, tomo un par de respiraciones.

—Comparto el mismo pensamiento que tú, sin embargo, él no lo entiende —contesta—. Se ha preocupado bastante por encajar en el mundo que se ha olvidado de quien es realmente.

Ahora soy yo quien está sorprendida por las palabras de Stefan. Dejo que me explique todo.

—La vida no es fácil Leigh, mucho menos para alguien como él —dice con una mueca en los labios—. Su vida no es como la de cualquiera de nosotros, aunque intente escapar y pretender que es un chico común y corriente, en el fondo sabe que por más que lo intente no puede tener una vida normal. Su mundo es todo lo contrario a lo que desea.

—Entiendo que no pueda llevar una vida normal, sé que no es sencilla su vida, pero no entiendo por qué quiere complacer a todos. —No quiero tener esta discusión con Stefan por lo que cambio de tema—. ¿Cómo está?

—¿Después de su pelea? Mandón —dice lo que me hace reír un poco—. Dentro de lo que cabe, ha estado... Extraño —concluye.

—¿En qué sentido?

Stefan detiene su paso para verme frente a frente.

—Leigh, mañana es su coronación, es por eso por lo que he venido a verte.

No oculto mi asombro, busco en la mirada de Stefan una pizca de duda en donde me indique que está bromeando. No lo está.

—¿Tan rápido?

—Hubo un par de altercados en la corte y Theodore necesita ser presentado ante todas las naciones oficialmente como el rey. Nos ha tomado a todos por sorpresa, pero ha sido necesario, necesita gobernar ahora.

—¿Está en problemas?

—No. Es solo que necesita asumir el poder antes de que alguien más quiero quitarle el trono, sabemos que después de la muerte del rey debió de convertirse en rey por ley, pero no se anunció oficialmente, hay un título que lo estipula y asegura que es el heredero y que ha sumido el trono, pero es importante que sea coronado por la iglesia.

—¿Por eso será coronado mañana?

—Sí, la corte le ha dado poco tiempo y le han obligado a que sea mañana.

—¿Qué piensa sobre ello?

—Está nervioso y recita sus votos a Alemania a cada segundo que creo que me los he memorizado también. —Reímos—. Leigh, Theo es orgulloso y sé que no han hablado desde su discusión, pero sería muy importante que estuvieses en la coronación. Significaría mucho para él.

Diviso una banca a unos metros de distancia, me dispongo a caminar hacia ella y tomar aire para luego soltarlo en un suspiro. Stefan me sigue y se sienta a mi lado.

—No creo que sea lo correcto. —Es una respuesta inesperada y le toma por sorpresa a él tanto como a mí. Un pensamiento que creí no confesar en voz alta—. Nuestra pelea ha sido intensa, creo que deje bien en claro las cosas entre los dos, no creo que sea lo correcto presentarme a la coronación.

Una parte de mí seguía resentida. No dejaba de pensar en las palabras de Nathaniel, creí que Theo me buscaría o por lo menos intentaría hablar como solíamos hacerlo. No tener noticias sobre él me hacía pensar que nuestra relación había terminado.

—Oh, Leigh, no pienses eso, mereces estar allí. Quizás les sirva para hablar, después de la coronación festejaremos en el palacio.

Una mueca se forma en mi boca, me encojo de hombros. Stefan aprovecha mi silencio para hablar.

—Mira, si no quieres hacerlo por Theodore, por lo menos hazlo por su padre y por un amigo —dice señalándose a sí mismo—. ¿Qué me dices de ser mi acompañante?

Me rio y una sonrisa se forma en su boca.

—¿Estás bromeando?

Niega.

—No tengo a quién llevar como mi invitado y siendo muy honesto, soy amigo de Theodore no del resto de los invitados que tratan a los empleados como si fuésemos una basura —confiesa con cierto desprecio—, preferiría pasar la coronación con tu compañía.

—¿Qué hay con Dorothea?

Theo había dejado en claro que no se comprometería con ella, pero no estaba de más preguntar. Stefan suelta un suspiro pesado, lo que me hace mirarlo.

—No voy a mentirte, ha estado detrás de Theodore como si fuera su perrito —dice con desagrado—, no lo deja ni respirar y tiene la esperanza de que Theo cambiara de opinión y se comprometerán, incluso la corte tiene fe en ello.

De tan solo imaginarlo me provoca una mala sensación.

—Yo te veo como una amiga, me has agradado desde el primer instante y quiero que sepas que apuesto por ti antes que por ella y cualquier chica que se entrometa en el camino del príncipe —dice con seguridad, su mirada se centra en la mía—, Theo es mi amigo de hace años, el hermano que nunca tuve, pero también considero que se está equivocando y que es un idiota si te deja ir solo por caprichos de la corte real. Eres una chica increíble y es muy estúpido de su parte si te deja ir.

—Dudo de que deje de escuchar a la corte.

Se encoge de hombros.

—Tarde o temprano tendrá que hacerlo y si no lo hace perderá todo lo que ama.

No digo nada, sus palabras me quedan grabadas en mi cabeza y no puedo estar más que de acuerdo.

—Espero que no sea demasiado tarde para cuando abra los ojos.

—También lo espero, le quiero y detesto verle en este tipo de posiciones, no se puede vivir de la culpa por tus errores pasados.

—Y, sin embargo, él demuestra hacerlo —interrumpo y una diminuta sonrisa aparece en sus labios.

—A sí es, y lamentablemente no parece entenderlo. Prácticamente se considera la especie de peor persona cuando es un ser maravilloso —dice mirando hacia el frente, su mirada se pierde en algún punto de nuestra vista al parque—, siento que en parte lidia con la culpa de la muerte de su madre.

—¿Culpa?

Stefan se acomoda mejor en su asiento.

—Antes de que la reina Melania muriera, Theodore tuvo una discusión con su padre, ellos dos discutían todo el tiempo por su comportamiento, Theo se negaba a escuchar las cosas que Johan le decía, Johan lo culpo por ello después de la muerte de su madre, le dijo que, si él hubiese seguido sus consejos, si lo hubiera escuchado tan solo una vez, su madre podría haber sobrevivido. Johan lo culpaba por creer que no le daba el apoyo suficiente a su madre, que Theo solo veía por sus intereses. Cuando Melania murió, Theo y su padre estaban peleados, llevaban casi un mes sin hablarse y no se dieron hicieron los pases hasta meses después de su muerte, ambos sabían que su madre no quería que ellos dos estuviesen así, quería que ambos se amaran y se apoyaran incondicionalmente, unos meses después de su muerte, ambos hicieron las pases, pero Theo aún seguía culpándose por el hecho de que su madre muriera enterada de que su hijo y su esposo se odiaban.

Estoy sorprendida por lo que Stefan me ha contado, estaba al tanto de que Theo y su padre discutían, pero no sabía que ambos no se hablaron durante un tiempo.

—Debió ser horrible para él y su madre.

—Lo fue —asegura—, una noche antes de morir, la reina le pidió a Theo que le concediera un último deseo y ese fue que perdonara a su padre.

Un pequeño silencio nos inundó a los dos.

—Es muy triste, conociéndole, debe de sentirse culpable.

—Por supuesto, se arrepiente la mayoría de las veces, aun cuando perdonó a su padre y su relación favoreció, siguió culpándose. Detesta saber que su madre murió sabiendo que las dos personas a las que más amó no podían verse ni en pintura.

De nuevo hay otro silencio.

Nos quedamos una hora más platicando en la banca, optarnos por irnos cuando el sol se ocultó por completo. De regreso a mi departamento, hablamos poco, yo continuaba pensando en Theo y los reyes.

Abrí la puerta de su auto y bajé de este, no sin antes darle un beso de despedida, en la mejilla.

—Por favor —habló antes de que pudiera cerrar la puerta de copiloto del auto—. Si no quieres hacerlo por él, hazlo por nosotros, Edgar, Agatha, Johan, Melania y por mí. Sería muy importante para todos que estuvieses allí mañana.

No le doy una respuesta porque no tengo una, me limito a darle una pequeña sonrisa que resulta más una mueca torcida y cierro la puerta del auto para luego dirigirme a mi departamento. Una vez dentro de este, no me molesto en prender las luces, voy directo a mi habitación al mismo tiempo que me deshago de mis zapatos en el pasillo. Aviento las llaves que traigo conmigo al tocador que hay en mi recámara y está golpea con un vaso que hace que caigan un par de accesorios al suelo, maldigo por lo bajo y me apresuro a rejuntarlos, intento acomodar todo en su lugar, pero no estoy con ánimos suficientes para que las cosas queden en su perfecto orden por lo que me desespero y termino aventando todo dentro de un cajón, mi cambio de humor ha cambiado de inmediato y me siento molesta porque quiero ir a esa coronación tanto como no quiero. Cierro el cajón con tanta fuerza que termina abriéndose de nuevo, suelto un bufido, las cosas dentro de este están también desordenadas que me cuesta cerrarlo.

Vamos Leigh, tú no eres así, tranquilízate.

¿Por qué tiene que estar pasándome esto a mí?

Exhalo y suspiro.

Me tomo mi tiempo para calmarme y guardar esta vez bien las cosas, saco los accesorios que metí dentro de mala gana, los coloco de nuevo sobre el tocador acomodo las cosas que ya estaban dentro del cajón para hacerles un espacio a mis collares, es ahí cuando noto el sobre blanco que lleva el nombre de 'Theodore' escrito con una delicada caligrafía.

Saco el sobre, lo había olvidado. Había olvidado la carta que Johan había escrito para Theo y como si tocar la carta tuviera algún superpoder, recuerdo muy bien las palabras del rey. El rey era sabio, y no se había equivocado, el día de la coronación era el momento adecuado para entregarle la carta a Theo, o mejor dicho en mi caso, la excusa perfecta para presentarme y verlo.




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¡Hola a todos! Ayer ya no les pude actualizar porque no tenía el capitulo listo y sali de fiesta :D perooo hoy no tuve clases y por eso decidi actualizarles en lunes! Ya casi llegamos al final de la novela y uy que emoción!!! Me cuesta creer que voy a darle un final a esto...

Para todos los que me preguntan, sí, vamos a saber que dice la carta lo que viene escrito dentro de la carta no lo van a leer hasta el final :D

Gracias a todas por sus buenos deseos en mis prácticas! La verdad me encantó trabajar con niñitos de kinder, son adorables pero inquietos jajaja y me fue bien, logre sobrevivir, mi miedo era que al llegar al aula me diera cuenta que no sirvo para maestra y creo resulto lo contrario(?) En fin, gracias a todos por su apoyo<3

No se si actualice el miercoles porque los siguientes capitulos ya son los finales, y quiero que todo se plasme y no quede ningun cabo suelto por eso no se si termine el capitulo siguiente para el miercoles, pero tranquilos que yo actualizo y les doy su final.

instagram: andreabonnelll






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