Travesuras de trillizos

Andre 

— Yo creo que papá no nos llevará a Disneyland porque tiene mucho trabajo y nos dejo solitos con todos los monstruos ¡Lo extrañó! — Helena se talló los ojos llenos de lágrimas, sus mejillas están tan rojas como los caramelos que roban de su abuela — Mi papi no nos lleva ni a un triste parque y solo abraza a las gemelas, extrañó a mis papás ¡Tengo miedo! —

Andre se bajó del sillón y abrazó a su hermana tratando de calmar su llanto, pero Helena llora dramáticamente llenando su ropa de lagrimas y asusta a las gemelas más de lo que ya estaban, jamás se habían quedado solos, no sin su mamá y no encontrarla por todo el palacio fue horrible para todos, las gemelas no quieren el biberón y lloran haciendo enojar a las nanas, Bella se remueve en su portabebé y ellos están muy tristes porque de seguro sus papás ya los abandonaron por unos bebés más bonitos.

Ya no volverá a espiar a sus papás, pero solo quiere que regresen.

Andre apenas puede hablar por el llanto, él palacio se siente sólo y muy frío si no están sus papas, quiere abrazar a su papá cuando está trabando, le gusta recostarse en su pecho y escucharlo hablar, le gusta pasar tiempo con el y que lo haga reír con sus historias de miedo, pero le gusta más estar abrazado a su papá, pero sobretodo extraña muchísimo a su mamá, la necesita y apenas puede respirar si ella no está.

— Quizá mami llegué en un momento, ella nunca nos deja solos — dijo Christian lleno de pesar, se muerde el labio tembloroso — Quizá ya nos abandonó y papi ya no nos quiere y nos enviará a un terrorífico internado para poder casarse con otra mujer —

Helena abrió los ojos llenos de horror

— ¡Mi papi no puede caerse con nadie!

Y todo fue para peor, sus mejillas se pusieron casi moradas y no pudo parar de llorar, todas las niñas lloran al unísono y ni siquiera las nanas pueden calmarlas, pero Andre se siente muy triste, están ahí, solitos en el palacio, como seis conejitos abandonados  porqué sus papas los abandonaron, quisiera salir corriendo y buscar a sus papás por todo el palacio hasta en los pasillos donde se esconde la bruja sin piernas para abrazar a sus papás y decirles que jamás los vuelvan a asustar de esta manera, pero los guardias no los dejan salir y por eso están llorando histericamente. 

Andre bajó sus hombros y se puso de pie para buscar los abrigos y gorros de sus hermanos, corrió hasta el armario y apenas pudo caminar mientras carga más cosas, necesita calmar el llanto de sus hermanas, corrió por los biberones y las gemelas y Bella se callaron, así que se sentó junto a sus trillizos.

— Tengo una idea — dijo llenó de emoción mientras se limpia las lágrimas. Christian dejó de ver por la ventana y habló con voz temblorosa.

— ¿Vas a llamarle a mami para qué venga por nosotros? —

Andre negó con la cabeza y sus ojos dejaron las lágrimas para tomar un brillo especial.

— ¡Debemos ir a buscar a mami! — Andre ayudó a ponerle el saco a su hermana — ¿Recuerdan la película que vimos con papi? Esa de un niño con lentes redondos que es mago y que tiene que ir a una estación de tren para llegar a ese mundo mágico. Le diremos a mami que nos llevé a ese parque —

— ¿Será como una travesura? — pregunto Christian tratando de ponerle los chistosos gorritos a las gemelas, pero esas bebes son imposibles, pero esas bebes son como dinosaurios ahora que saben caminar — Pero papá se va a enojar y no quiero que mami me vuelva a pegar con su zapatilla —

Helena magicamente dejó de llorar, las lágrimas se secaron en sus mejilas y una sonrisa apareció en su rostro, se puso de pie y los abrazó a los dos llena de emoción.

— No se preocupen hermanos, le dirémos a papá que fue mi idea y no nos regañara, así nos salvaremos de la zapatilla de mamá —

Helena casi los fulminó con la mirada para que corrieron en cuanto los guardias se alejaron de las puertas, no lo pensaron más, entre todos pusieron a las gemelas y a Bella en un cochecito de bebés y salieron así como les enseño su mamá en caso de emergencia: corriendo, pero no fue nada fácil espaciar teniendo que llevar un cochecito de bebes, Christian y Andre se alejaron, pero Helena como experta en muñecas, soltó el cochecito en las escaleras, por suerte estad no son tan altas y las niñas no cayeron al suelo.

— Casi matas a las gemelas y a Bella, ten más cuidado Helena  —

La reprendió Christian, pero esta vez pudieron ayudar a su hermana a llevar el pesado cochecito de las bebes, quizá las nanas pueden que dejaron de llorar y salieron a jugar a los amplios jardines, pero lo que quieren es llegar al otro lado del jardín para buscar a su mamá en el hospital, penas y pueden arrastrar el cochecito de bebes por los amplios jardines del palacio porque las llantas se agotan en el camino y porque una de las gemelas amenaza con aventarse, pero cuando pudieron controlar todo, llevaron el el cochecito lejos de la vista de las nanas.

— ¿Y si las dejamos aquí en los jardines? — Helena soltó el cochecito y las pobres bebés se estrellaron en el árbol más próximo — Ya no puedo, el cochecito está muy pesado, es que las gemelas están muy gorditas y Bella toma mucha leche —

— No podemos dejarlas — Andre soltó un suspiró — Bella se enfermara y papá se va a enojar porque es muy pequeña y aunque llores eso no te salvará de un castigo —

Helena refunfuño molesta y volvió a tomar el cochecito de las bebés para llevarlas de nuevo al camino.

— Es que ellas siempre me quitan a mi papi, las gemelas sólo se ríen y Bella sólo necesita llorar y papa ya no me quiere porque las abraza a ellas  — Helena soltó un quejido de tristeza — Bueno, mejor si hay que llevarnoslas porque no quiero que la bruja del bosque se las coma, aunque me hagan enojar, si quiero mucho a mis hermanas, lo siento bebés, ya no voy a abandonarlas —

No tardaron mucho en encontrar el auto de su mamá, lo conocen muy bien, porque tiene el maletero llenó de muñecos por si salen de vieje, se han subido tantas veces qué dejaron a las niñas y a Helena en el asiento trasero para que no tengan frío y las cubrieron con las chaquetas de mamá que tiene el olor de su perfume, Christian y él corrieron hasta la gran estrada del hospital con toda la esperanza de encontrar a su mamá. Desde pequeños han estado acostumbrados a los hospitales, pero ahora quiere encontrar a su mamá con desesperación porqué su hermano y él la extrañan muchísimo y no quieren que los abandone, se escabulleron entre las piernas de los doctoras y bajó las camillas para correr más rápido por los pasillos.

— ¿Dónde está mi mamá? — dijo Christian al punto del llanto totalmente perdidos en el hospital — ¡Quiero a mi mami! ¡Mami! —

Andre también está a punto de llorar, siente las mejillas calientes y sólo ve médicos a su alrededor, quiere a su mami y no la encuentra con la mirada, tomó de la mano a su hermano y caminaron por el pasillo a punto del llanto, se sienten perdidos y desesperados y sólo quieren los brazos de su mamá.

— ¿Andre, Christian? ¿Qué hacen aquí?— Escucharon la dulce voz de su mamá — Pensé que estaban en el palacio y que sus nanas los estaban cuidando —

Corrieron hasta los brazos de su mamá en cuando la vieron salir del quirófano, su mamá se quitó el gorro y el cubrebocas y se refugiaron en su cuello llenos de sentimiento porque los dejó solos toda la mañana, se sintieron terriblemente tristes cuando al despertar ninguno de sus papás estaba en el palacio.

— ¿Entonces si saldremos a tomar una bebida? Conozco un bar cerca de aquí, es bastante bueno y apartado del ojo público — Él médico árabe que tanto odia su papá se acercó con ese olor de perfume que los hizo estornudar — ¿Si, quieres podemos dejar esto para otro dia? —

Se dieron cuanta de que su mamá rodo los ojos, fastidiada de otro médico que le coquetea con descaro, pero se aferraron hasta del cabello de su mamá y fulminaron con la mirada a ese doctor que mira a su mami como si la quisiera para él sólo.

— No gracias, estoy embarazada y no tomo alcohol, pero todos los viernes  los médicos, al salir de las cirugías, vamos al bar más cercano  — Ese doctor se derritió ante la mirada de su mami — Ese día tomamos un par de bebidas y hablamos sobre el hospital —

Andre alejó la mano de ese médico cuando intento tocar el hombro de su mamá. Su mami los cubrió con una chaqueta e hizo que se recostaran en sus hombros

— ¿Puedo tener tú número? —

— Claro, puedes preguntarselo a los asesores del rey, nos vemos —

Andre miró seriamente a su mamá, pero Christian está lleno de coraje.

— ¡¿Mamá que estás haciendo con ese doctor?! —Christian se puso las manos en la cintura — Le diré a mi papi que le estabas coqueteando a un médico —

— No sean celosos niños, yo no estaba coqueteando con nadie, ya saben que estoy eternamente enamorada de su papá — Su mamá los tomó de las mejillas y los llenó de besos — Ya saben que ustedes son mis pequeños hombres más guapos del mundo —

Andre se mordió el labio pero no pudo contener el llanto por más tiempo, escondió su cabecita en el cabello de su mamá y las lagrimas bajaron por sus mejillas

— ¡Nos abandonaste, tú y papá se fueron y no nos dejaron dinero para comer! — Andre se limpió las lagrimas — Nos íbamos a morir —

— Vamos cariños, no lloren, ya se que tenía mucho tiempo que no los dejaba solos, pero su papá y yo teníamos trabajo — Su mamá los beso en la frente — Además, no pensaba tardarme, los dejé con sus nanas y su papá llegaría pronto —

Andre miró a su hermano, es esa mirada de dos niños que están a punto de cometer una pequeña e inocente travesura.

— Papi dijo que hoy haríamos cosas divertidas, como una familia —

Su mamá tomó su maletín y caminaron hacía la salida.

— No lo creo, no me comento nada y hoy tiene muchísimo trabajo, nos vamos a casa —

— No mami — Las mejillas de Andre están rojas de la emoción — Papi dijo que fuéramos a un lugar mágico porqué nos iba a enseñar todos los monstruos, en ese parque del niño qué es mago —

— ¿Harry Potter? —

— Si, dijo que nos viéramos ahí — Christian se bajó de los brazos de su mamá y la tomó de la mano para llevarla hasta el auto — Vamos mamá, mis hermanas nos están esperando —

La llevaron hasta el auto y su mamá soltó una exclamación de horror al ver a las gemelas y a Helena abrazando a Bella muertas de frío y emocionadas de ver a su mamá.

— ¡Esperen! — dijo su mamá después de asegurarse de que sus bebes están bien — Su papá odia ese personaje y todo lo que tenga que ver con parques, es imposible que quiera llevarlos ahí, primero tendría que hablar con él —

— ¿Mami no vas a creernos? — dijo Helena en cuanto todos estuvieron en el auto, puso su cara más adorable y beso a su mamá en la mejilla — Papi dijo que estuviéramos ahí —

Su mamá encendió el auto y soltó un suspiro antes de comenzar a manejar. 

— Espero que esto no sea una mentira ya qué tengo mucho trabajo, porque sino, me harán enojar muchísimo  —

Vanessa

Vanessa miró la larga fila de espera para entrar al parque de atracciones de Harry Potter donde supuestamente Alexander los esta esperando, pero no hay guardias, no hay asesores, no hay nada que indique que el rey de Inglaterra está aquí, es técnicamente imposible que Alexander quiera venir y después de ver la completa ausencia del padre de sus hijos, se dio cuenta que posiblemente todo sea una mentira, quizá debía llevárselos y pegarles con su zapatilla por quitarle el tiempo, pero aún al ver el rostro emocionado de sus hijos con el espectaculo de Harry Potter no pudo llevárselos, aún tiene el beneficio de la duda, así que se aseguró de que las gemelas y Bella esten en el cochecito y marco el número telefónico de su esposo esperando encontrarse con esa gruesa voz que la vuelve loca, pero al escuchar esa horrible voz femenina se volvió loca pero de celos.

Esas malditas mujeres la enferman, la hacen sentir peor que nada en el mundo, porque el rey tiene que estar todo el tiempo con ellas, no hacen más que ayudarlo con su trabajo, pero están ahí con sus amplios escotes y sólo de imaginarlas cerca de ese rubio quiere vomitar.

— Él rey está ocupado y no puede atender su llamada, le siguieron que no lo moleste con cosas de los niños como la última vez —

Casi pudo escuchar sus dientes  rechinar de coraje, aferró con fuerza el celular y por imposible que suene, trató de que la gente a su alrededor no noté lo furiosa que está porque esta segura que el odio con esa asistente es mutuo.

— Necesitó hablar con él, es urgente. ¡Quiero hablar con mi esposo! —

Las gemelas baten sus manitas moviento unas varitas de colores porque al entrar al parque temático todo se vuelve más oscuro, a Bella tuvo que tomarla en brazos antes de que se muriera de miedo y los niños salieron corriendo hacía las atracciones llenas de magos en el mundo mágico. 

— Ya le dije que el rey está ocupado, dejé de molestarlo —

Y sin más palabras esa estúpida le colgó la llamada, la furia la inundo y de seguro sus ojos están llenos de coraje, esta colérica y hará que despidan a esa detestable mujer, pero mientras tanto  tiene que disfrutar está salida con sus hijos, ya en unas horas podra desatar su ira en el palacio.

Los llevó por todos los lugares como si fueran tres magos de Howard y las gemelas dos monstruos come galletas, ya tenía tiempo que no se divertía tanto en un lugar con gente extraña bebiendo cerveza de mantequilla y gorros puntiagudos, pero también en modo de furia le mando muchísimas fotos a Alexander para que sepa de lo que se esta perdiendo el muy idiota.

Al llegar a casa soltó un fuerte suspiró y no se entretuvo en la cocina, comieron demasiadas cosas en ese parque como para cenar algo, pero fue inevitable no darse cuenta de que no hay ningún sirviente en el palacio, pero eso no fue importante, llegaron bastante tarde a casa y de seguro todos están domidos porque el palacio está en plena oscuridad y no se escucha más que las risas de los trillizos al subir corriendo las escaleras  para llegar a la habitación, pero algo no esta bien, Vanessa sujetó a sus tres bebes con fuerza porque el miedo y el coraje la hacen temblar, no quiere pensar mal porque esta embarazada, pero este  silencio es el mismo que reinaba el día que ese rubio la engañó al tener sexo con otra mujer en la misma cama donde ella le entregaba su amor, pero al escuchar ruidos en la habitación de Alexander, se llenó de horror y corrió desesperada para abrir la puerta.

En su mente ya se había formulado los cuerpos desnudos en la cama moviéndose frente ambiente para entrar en calor, pero el grito de felicidad de Helena la trajo de vuelta a la realidad y se sonrojo al darse cuenta que este embarazó la tiene más hormonal y sensible que nunca.

— ¡Papi! —

Los niños pasaron corriendo junto a ella y casi la tumban para abrazar a su papá, a ese rey que luce guapísimo y que no esta haciendo nada, está ahí con los niños a su alrededor escuchándolos hablar de los maravillosos que fue el parque, su cabello cae por su frente y sus ojos están llenos de ese brillos, como si el ya estuviera horas  esperándolos en la habitación para verlos.

Quizá los extrañaba, pero descartó esa día, Alexander es muy frío para esas cosas.

— Nos dejaste plantados — Vanessa se pasó las manos por el cabello y tomó asiento en la esquina de la cama — Te llame cientos de veces —

— ¿Qué? — pregunto Alexander como si no entendiera nada

— ¡Jamás apareciste en el parque! —

Alexander negó con la cabeza y se acercó hasta ella para sentarse a su lado y abrazar a las tres deseosas bebés.

— Pero yo no dije que iríamos a ningún parque, si, estoy seguro que jamás mencioné algo así, sabes que odio los parques — Alexander sonrió de lado — Preferiría que me mandaran al infierno

Vanessa giró su rostro hacía sus hijos y todos sonrieron antes de esconderse en el vestidor para ponerse sus pijamadas son unos pequeños demonios que acaban de ser descubiertos.

— Si bueno, de seguro de divertiste demasiado con tu guapa asistente no molesté al rey esta ocupado Patrañas Alexander, quizá hasta la estabas besando — Esta tan enojada y furiosa que casi se cae con una serie de ramos iguales a los de la vez anterior, de seguro son otra vez de su admirador — ¿Qué hombre tan romántico dejó esto aquí? De seguro son del presidente, él si es romántico conmigo —

Vanessa estuvo a punto de inclinarse para olor provocativamente una rosa, pero Alexander la tomó del brazo y la obligó a ponerse de pie.

— Son mías, yo te compre esas rosas, son bonitas, pero no tan importantes,  las flores se marchitan, pero lo que yo siento por ti jamás — La beso en la comisura de los labios despertando los celos de las bebés — No te contesté porque estaba comprando esto —

Alexander se alejó sonriente para abrió aquellas puertas de madera que dividen la habitación, toda la sala de películas está llena de su comida favorita, cosas que sólo a ella y a los niños les gustan, el odia la comida rápida, pero se tomó el tiempo de complacerla, se sintió tan feliz de repente que hasta los cuatro bebés en su interior saltaron se hambre.

— ¡¿Tú hiciste esto para nosotros?! — Vanessa no pudo más y se abalanzó sobre los brazos de Alexander — ¿Porqué? —

— Bueno, puede que no sea un hombre de flores y cosas ridículas, pero te conozco, y se que a ti lo único que te gusta es lo que no se marchita, cómo la comida gordita

Poco le importo que le dijera gordita esa palabra que tanto odia cuando está embarazada, solo se lanzó a sus brazos y los beso ferozmente sin poder dejar de mover sus labios, quizá si las gemelas y Bella no hubiera rechistado sobre el pecho de su papá y solo quizá si los trillizos no hubieran llegado, le hubiera dado hasta sexo oral porque esta hormonas la tienen loca por experimentar cosas diferentes.

— ¿Papi ya no nos vas a intoxicar? —

Alexander apenas y la alejo, solo lo suficiente para poder hablar con Helena.

— No, bueno, eso espero — Los niños corrieron hasta la comida y Vanessa se puso de puntillas para probar esos dulces labios que es lo único que quiere comer — ¿Entonces si te gustó mi regalo? Lo siento si no soy tan romántico como los demás hombres —

— Te quiero muchísimo Alexander y aunque no lo creas, eres el hombre más romantico del mundo —

Nota de la autora

😂😂😊😊😁😁😊😊😁

¡Tenemos capítulo nuevo para disfrutar  de este aburrido y desolado martes!

Wow, yo no se ustedes pero yo disfrutaré de leer y comentar, porque ya saben que amo comentar, mientras como hamburguesas y cosas con mucho picante.

¿Ustedes comen algo cuando leen?

Jajajajaja bueno, creo que ya vimos que la presencia del presidente pone más romántico al frío de Alexander, pero es comprensible que el sea así, creció solo en un internado y no le enseñaron a ser detallista. JAJAJAJA supongo que sus celos lo han estado motivando a ser muy romántico.

🥰😍🥰😍🥰🤩🥰😘🥰😘

Disfruten mucho de estos capítulos para salvarnos del aburrimiento durante la cuarentena porque ya casi se acaban.....mientras tanto disfruten las travesuras de los trillizos, que para sus locuras tenemos mucho que leer.

🥰😍🥰🤩🥰😘🥰

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