¡¿Tienes otra hija?!

Alexander

Alexander entró acalorado a la habitación de la reina, respira con dificultad y siente las mejillas rojas por el arduo ejercicio, se pasó las manos por el cabello desacomodando sus mechones rubios y se quitó la camisa blanca dejándola regada por él suelo, de todos modos el sirviente la levantó de inmediato.

Claro qué a sus asesores no les gusta lo que está haciendo, a toda la monarquía no le agrada que duerma en la misma habitación que la reina, ya saben, viejas reglas de la realeza, pero cómo Alexander siempre ha sido un rey rebelde, abrió las grandes puertas y puso sus manos sobre su cintura sin importarle lo que digan, está llenó de sudor después de una larga mañana de ejercicio, esas gotas de brisa mañanera bajan por su pecho, guiandose por su abdomen hasta desaparecer por sus ingles y más alla, sin duda alguna quería despertar los deseos de alguien hasta el punto de volverla loca, no es que se vea cómo un sucio sudoroso, se se tan jodidamenete atractivo que sólo quería que la única chica que le importa lo viera y está dormida.

De lo qué se pierde

Si tan los niños no estuvieran dormidos en la habitacion de su mamá, posiblemente habría hecho algo mucho más pervertido, pero es imposible alejar a esos niños que están celosos por los nuevos bebés, así que no le quedo de otra más que cerrar la puerta para que los asesores no lo sigan y sonreír ampliamente mientras aleja suavemente a los niños y se recuesta en medio de la cama haciendo enfurecer a todos.

Alexander se recargó en su codo y alejó los mechones rubios de cabello que cubren la cara de Vanessa, incluso se tomó el atrevimiento de pasar sus dedos por sus mejillas haciendola enojar, aunque puede entender porqué alejó su mano de un golpe, odia que molesten su sueño, con los niños es muy tolerable, hasta podría pasar toda la noche sin dormir por ellos, pero con los demás es un demonio, por eso sus internos jamás la molestan cuándo está dormida, pero está vez la entiende, hace unas horas acaba de dar a luz, la comprende si quisiera dormir toda una semana y jamás volver a levantarse de la cama.

— ¡Ya déjame en paz! — Vanessa gruñó con los ojos cerrados, moviéndose para que no pueda seguir molestandola, también se cubrió el rostro con una almohada, pero la agarró de la cintura y la pegó a su pecho, claro, con cuidado porqué hace unas horas dio a luz — ¡Alex ya basta, déjame dormir y no me abraces después de hacer ejercicio! Estás llenando mi pijama de sudor —

Pero oirla renegar lo hizo sonreír aún más y la pegó mucho más fuerte a su pecho mientras deja besos en su cuello. La quiere para él, por lo menos antes de que los invitados quieran ver a la nueva mamá y que los niños se la quiten.

Apenas está amaneciendo, Alexander salió a correr por los jardines del palacio cuándo el cielo aún estaba en plena oscuridad, con mucha energía despertó a su guardias y los obligó a seguirlo en su madrugada de ejercicio, por una parte para bajar el nivel de alcohol, por los nervios de tener más hijos y porqué a esa hora hay más médicos en el hospital, claro que corrió para endurecer más sus músculos, pero también se dio el tiempo de revisar a cada médico, de analizarlos fríamente y claro que vio a unos cuántos pelirrojos, pero son unos tontos que ni con flores atraerían la mirada de Vanessa.

Al momento Alexander sintió las manos de Andre abrazandolo, quizá piensa que es su mamá y por eso se aferra a su espalda con fuerza.

— ¿Si hablamos me dejarás seguir durmiendo? — Le preguntó Vanessa con voz adormilada  — ¿Porqué saliste tan temprano? —

— Para ver la brisa de la mañana — Mintió — Por cierto, se me ha ocurrido que mereces un regaló por dar a luz a los nuevos bebés, no se, ¿Qué te parece mejorar algo de tú hospital o hacerlo más grande? Lo que tú quieras —

Vanessa se dio la media vuelta con mucho cuidado, por una parte porqué los niños no los dejan moverse ya que casi los tiene encima y porqué se nota que le está doliendo su entrepierna, se muerde el labio con fuerza y sus mejillas están tan rojas cómo unas manzanas o cómo el cabello de las bebés.

— No puedes mentirme Alex ¿Fuiste a buscar a un médico pelirrojo, verdad? — La miró directo a los ojos a pesar de la penumbra de la habitación, las cortinas están cerradas y no entra ningún rayo de luz, pero tentó su rostro hasta besarla en la comisura de los labios a pesar de que ella no quiere, quién diría que terminaría loco por una sola mujer — Pues en el hospital no encontrarás nada, porqué si algún día muy lejano te engañara, sólo sería con él presidente, con él sí se me bajan las pantaletas ¿No creés que los bebés se parecen a él? —

Alexander la fulminó con la mirada, si claro, su broma fue demasiado graciosa, puede que haya tenido dudas sobre los nuevos bebés, pero esos dos rubios y esas pelirrojas son tan ingleses como él.

— No caeré en tus bromas de mal gusto ¿Quién es el presidente? Ya ni lo recuerdo y yo soy él único que te baja las pantaletas, nadie más  —Intentó besarla, pero Vanessa lo alejó por los hombros porqué podría lastimarla — Creó que los niños descubrieron nuestro video —

Esa linda reina quién ya tenía los ojos cerrados para dormir de nuevo, los abrió de inmediato y lo miró sin entender nada, pobre, al parecer ella no sabe de su vídeo XXX.

— ¿Qué video? —

— Por supuesto qué él de nosotros — Bajó la voz para que ningún niño los escuché, porqué oyen todo — Dónde estamos teniendo sexo —

De verdad qué no quería que nadie se despertará, no es fácil tranquilizar a tantos niños, menos a unos recién nacidos, pero Vanessa abrió los ojos llena de asombro con el rostro horrorizado y ahí supo qué ella no sabía nada sobre su video sexual.

— ¡¿Qué maldito video?!— Preguntó subiendo el tono de su voz logrando que los bebés se despertarán al momento — Yo nunca me he tomado ningún video teniendo sexo —

Alexander soltó una carcajada al ver su cara de confusión, de repente todos los niños lloran al unísono, las gemelas se arrojaron sobre él cómo bolas de carne y él llanto de Bella hace llorar más fuerte a los nuevos bebés, baten sus manitas y sus caras están tan rojas cómo la de su mamá.

— Claro que sí nos grabamos, es ese video que tengo en mi celular personal —Siguió sin entender la confusión de Vanessa — Recuerdalo, estábamos teniendo eso en el cuarto del amor del hospital —

Vanessa negó con la cabeza mientras acerca a los pequeños bebés y los acomoda a su lado para que dejen de llorar y los cubrió con la sábana, si aceptará a las nanas no tendría que sufrir de está histeria colectiva de bebés recién nacidos.

— Imposible, yo no recuerdo tener un video sexual — Vanessa se dejó caer sobre la almohada — ¡¿Cómo es eso de que los niños lo vieron?! ¿Me vieron desnuda o algo así? ¡Dime! No puede ser, por tú calentura ya le arruinamos la infancia a los niños —

— Eso yo pensaba, pero los niños no vieron nada — Se movió con cuidado por la cama para no aplastar a los nuevos hombrecitos de rostro furioso — Los niños estuvieron husmeando en mi celular, pero jamás verán ese video, no te asustes, nadie verá como te pones al pequeño Alex en la boca —

— ¡Cállate Alexander! Los niños pueden oírte — Lo golpeó levemente en el hombro, pero esa chica avergonzada no deja de sonreír, quizá ya se acordó del video — Por cierto, deja de decirle cosas a mi madre, ella ya cree que sólo me levantas la falda y tenemos sexo —

— Me gustaría ver la cara de tú madre cuándo se enteré que es al revés y qué su inocente hija es quién me baja la presillas del pantalón —

Intento acercarse a ella de nuevo, pero Vanessa puso sobre su pecho a Bella, quién suelta pequeños estornudos y mueve su cabecita de forma graciosa, pero cuándo intento acercarse a su mamá para besarla, su propia hija, la más consentida de todas, lo vomitó al momento, dejando un rastro de leche materna en su atractivo pecho.

— ¡Bella! Cariño, no puedes vomitarme así, no bebé no llores, bonita— Tomó de las mejillas a Bella y la besó en sus delicadas mejillas tratando de calmar sus dramáticas lágrimas de bebé consentida, pero eso poco importó, le dio tantos besos hasta que los otros bebés comenzaron a llorar y sonrió cómo disculpa, por dejar a Vanessa sola con todos los niños llorando — Me iré a dar una ducha para quitarme el vomiro, no te duermas que hoy me tomaré el día libre para estar con ustedes —

Vanessa volvió a mirarlo, confundida en medio de llantos de bebés.

— ¿Qué tienes en mente? — Le preguntó al ponerse de pie y dar vueltas con cada bebé para calmar su llanto — ¿Si sabes que no puedo caminar, verdad? Sólo te recuerdo qué hoy el palacio estará llenó de personas de la realeza que vendrán a conocer a los nuevos hijos del rey —

— Lo se — Le dijo al alejarse hasta el cuarto de baño — Pero los reyes rebeldes hacemos lo que queremos —

Desde que se despertó Alexander tiene la idea clara de que pasará el día con la loca familia que ha creado con esa doctora, así que su ducha fue tan rápida que no quiere desperdiciar ni un minuto más, él tiempo es oro para los reyes y sino aprovecha esté día, mañana no podrá estar con sus hijos porqué tendrá que atender los asuntos del parlamento y todo porque su primer ministro está desaparecido.

— No me siento bien Alex, creó que los niños y yo necesitamos dormir la mayor parte del día — Vanessa sonrió levemente al verlo salir de la ducha — ¿Y si mejor nos quedamos en el palacio? —

Alexander se puso la ropa más esencial y salió del vestidor mientras se abotona la camisa.

— No, no nos quedaremos — Movió lentamente a los trillizos tratando de despertarlos — Vamos niños, les encantará el lugar terrorífico que tengo en mente, se morirán del miedo  —

Vanessa lo ayudó a preparar a los niños, ni siquiera les quitaron las pijamas, sólo les pusieron sus abrigos del mismo color, aunque los trillizos y las gemelas siguen rendidos en la cama, pero Alexander no quiere que esa doctora que está sentada en la esquina de la cama haga algo, así qué él mismo recostó a los nuevos bebés mientras trata de cambiarlos, sin embargo, su batalla comenzó al tratar de ponerles el pañal, por lo menos espera no terminar orinado y qué sus sirvientes no se burlen de él y sus intentos de calmar a bebés recién nacidos.

— ¿Por cierto, qué eran esos gritos que despertaron a los bebés? Oh dios, tarde horas en volver a dormirlos por culpa de ese escándalo —

— Solo era un idiota qué cree que puede quitarme la Corona de Inglaterra, no te preocupes, jamás volverá a pasar —

Vanessa abrió los ojos llena de asombró, pero más sirvientes interrumpieron en la habitación para llevarse las pañaleras hasta la camioneta, al igual que las nanas cargaron a cada niño con mucho cuidado, como piedras preciosas.

— ¡¿Que?! Pero tú eres el rey de Inglaterra, nadie puede quitarte el trono —

Alexander terminó de vestir a los bebés y los cubrió con sus mantas, después les puso sus gorritos a cada uno para prepararlos contra el frío de Londres.

— Lo se, la corona es mía y lo será hasta que me muera, pero el demente   que te despertó con sus gritos es mi primo, un lord que creé qué puede venir y ser él rey — Alexander abrazó a Bella y dejó que las nanas se llevarán a los pequeños bebés, pero no pudo evitar una fuerte carcajada — No sabes cuánto me alegró de que esa chica le haya quebrado la nariz, literalmente esa rubia le pateó el trasero —

Vanessa sonrió y se aferró a su brazo para caminar lentamente por los pasillos del palacio, se nota que quiere salir, pero también reconoce que sus ideas de citas la asustan por eso es qué va un poco temerosa.

— ¿Vamos a durar mucho en ese lugar raro al que quieres llevarnos? — Le preguntó en medio de un pequeño quejido del dolor — No es que te tenga miedo, pero es mejor irse previniendo y decirle a los niños que está vez no nos llevarás a un lugar donde asusten  —

— No pasa nada, está cita romántica  no puede ser peor que las pasadas, además, no te preocupes por los invitados, ya me encargué de que ellos vengan mañana, así que hoy tenemos el día libre — Al salir del palacio se quitó la chaqueta y cubrió con ella a Vanessa mientras la ayudó a subir lentamente a la camioneta, Alexander miró todo, la maletas en la parte trasera, los trillizos seguros en sus sillas, Bella y los bebes en su portabebé y las gemelas molestando a su mamá al estar sentadas en su regazo, así que subió a la camioneta y miró a Vanessa — Había pensando en ir a un lugar alejado, donde los niños puedan jugar, quizá desconectarnos del mundo y disfrutar a los niños —

— ¡No! No te ofendas, pero tus escapadas románticas son algo raras —

— Lo se, por eso está vez pedí ayuda — Encendió la camioneta y alejó las manitas de las gemelas que luchan por soltarse del agarré de su mamá para ir con él — Se que estas débil y que los bebés nacieron hace unas horas, pero también creó qué necesitamos un respiró del palacio, sólo momento para nosotros sin que guardias o sirvientes nos estén viendo, mira a los niños, todos están bien y no te asustes por los nuevos bebés, les conviene acostumbrarse al terror —

Alexander aferró sus manos al volante y soltó una carcajada, sin duda su especialidad es asustar niños.

— Iremos al castillo de Windsor,un lugar terrorífico donde se aparecen fantasmas medievales y qué está a una hora de Londres, pasaremos ahí la noche y mañana regresaremos al palacio de Buckingham — Alexander miró de reojo a sus hijos, los trillizos tienen los ojos cerrados totalmente dormidos, y sus nuevos bebés junto a Bella, están de la misma manera pero cubiertos de mantas para cubrirlos del frío, igual qué pequeños osos polares, pero es imposible no ver a esas gemelas que pegan sus gorditos rostros a la ventana del auto haciendo caras raras y soltando risas de bebé, esos niños son suyos y no los puede disfrutar como él quisiera — Estos meses tuve tantas fiestas y tanto trabajo que no les puse mucha atención y necesitó remediar eso —

Vanessa de inmediato lo besó en la mejilla

— Alex de verdad no tienes que hacer esto, no tienes que asustarnos más  —

— No, la gente puede esperar, ustedes no, y tú casi tienes a cuatro bebés en un auto por mi culpa, sólo porqué yo estaba en una fiesta, además, no es como que pueda pasar algo malo. ¿Quieres que te cocine ésta noche? Prometo no envenenarte —

— No, de verdad no queremos molestarte aún más, además son vacaciones — Comentó rápidamente Vanessa con una risa llena de miedo  — Mejor compremos comida —

Alexander asintió y al detener la camioneta a las afueras de Londres, se bajó a comprar comida, no quería llamar la atención con sus guardias siguiéndolo por esas pequeñas tiendas coloridas y menos con la gente con la cara sin color al ver al rey, pero no es un experto, en realidad no sabe nada sobre compras, de pequeño incluso le daban comida en la boca, así que él y sus guardias llenaron los carros de comida, hamburguesas, pasteles y comida normal para él, lleno la camioneta de tantas cosas que son demasiadas para una sola noche, pero con tantos hijos hay que alimentarlos muy bien, en especial a las gemelas.

Llegaron al castillo de Windsor lo hicieron en medio de la lluvia, sólo hay pocos sirvientes que los ayudaron a bajar a cada niño para llevarlos hasta la seguridad de esas paredes antiguas, él lugar es tan grande que los niños podrán correr por todos los pasillos y al salir de la camioneta ayudó a bajar a Vanessa porqué es muy difícil que ella se mueva con rapidez, menos con dos gemelas gorditas.

— Nos vemos majestad — Dijo una nueva sirviente en cuánto entraron a la sala del rey — Si necesita calor por la noche, puede encontrarme en las habitaciones de servicio, alteza —

Condenada mujer

Si Vanessa no se sintiera tan mal habría ido detrás de esa mujer para decirle sus verdades, su doctora sólo rodó los ojos pero esa sirviente salió rápidamente dejandolos completamente solos en el castillo.

— No es nada Vane, solo es otra mujer loca — La tomó de la barbilla y volvió a besarla — Te dije que hoy sería un caballero, déjame llevarte hasta la habitación —

El castillo es tan grande que el ruido de la lluvia resuena en todo su interior, las ramas de los árboles azotan contra las grandes ventanas y la oscuridad se hace cada vez más notoria, los grandes cuadros de los pasados reyes medievales adornan las paredes y la larga alfombra deslumbra ante la luz, ese grande y monstruoso castillo, es perfecto para asustar niños, lástima que al llegar a la habitación los vio dormidos, eso les pasa por quedarse toda la noche asustados por ver a sus nuevas hermanas con el cabello rojo.

Los sirvientes improvisaron una cama en el suelo para los principes, pudieron haber tomado cualquier otra habitación, incluso más lujosa que la del rey, pero hasta él tendría miedo de dormir sólo en este viejo lugar donde se cortaron cabezas a reinas y qué en el pasado estaría llenó de cortesanos, sirvientes y guardias, ahora no están más que ellos y los niños que se cubren los ojos asustados con sus mantas, sin duda tendrán unas terribles pesadillas.

Pero Vanessa no quiso acostarse en esa cómoda cama del rey, aunque es pequeña y cubierta de pesadas cortinas, es tan elegante para todo un digno rey medieval, pero no, ella prefirió acostarse junto a los niños y hacerse un lugar entre la cama improvisada y cómo siempre la sigue, no le quedo de otra más que tomar asiento a su lado cómo si fuera un condenado sírvete y no él rey de Inglaterra.

— Pensaba adoptar a una bebé — Dijo de repente mirando cómo Vanessa se refuesta de lado y acaricia las mejillas de Helena para calmar su miedo — Se llama Darcy y su mamá falleció durante el parto —

— No se que tenemos que ver en esto Alexander, de todos modos esa niña tiene a su padre, tenemos muchos niños, no se para qué quieres adoptar a una bebé más —

Alexander negó con la cabeza y se pasó las manos por el cabello, sonriendo amargamente mientras recuerda las locuras que cometió en el pasado.

— Darcy es hija de mi primo, ese lord, pero no la conoces porque ellos no viven aquí — Se quedó callado unos minutos sin dejar de ver a su hijas porqué puede que su karma también las afecte a ellas — Él lord me odia no solo porqué yo soy él rey, sino porqué el estaba enamorado y yo le quite la virginidad a la mujer que sería su esposa y madre de su hija, Vane, él nos vio teniendo sexo, así qué su odio trasciende más que cualquier coraje —

— ¿Por qué hiciste eso? Fue horrible Alex, yo también te odiaría si me hubieras hecho algo así, arruinaste a una pareja que se quería — Vanessa aferró con fuerza a uno de los nuevos bebés como si tuviera miedo de esa pregunta — ¿Esa bebé tuya? —

Alexander soltó una carcajada y negó rápidamente

— No, dios, no — Dijo en medio de risas — Esa bebé tiene la misma edad que Bella, claro que no es mía, pero es evidente que a partir de mi desliz con su madre, su padre no la quiere — Se acercó hasta ella y la tomó fuertemente de las mejillas — Escúchame muy bien, él y yo siempre hemos estado en competencia, nacimos para competir entre nosotros, pero él esta aquí para pagarme de la misma manera, él vio en ti algo que le gustó y busca hacerme sufrir de la misma manera —

— Alex, no tienes que decir nada — dijo Vanessa en voz baja — Ese lord no nos hará nada, sólo es un tonto que creé que puede vengar cosas del pasado —

— Lo se Vane, pero también creó que esa bebe y tú no deben pagar por mis errores del pasado — Alexander se puso en pie y se acercó a la puerta de la habitación dispuesto a comenzar con su velada romántica, es necesario romper con el miedo al castillo, se recargó en la marco y sonrió ampliamente — Le hice daño a la madre de esa niña, creó que esa bebé se merece una mejor vida, pero mientras pensamos que hacer con ella, iré a traer la comida, no te preocupes no la haré yo así que podrás comerla y sí, está vez no quemare los biberones, pero tu puedes pensar en nombres para los bebés, no nombres de ciudades, ni raros, sólo dignos nombres para los príncipes de Inglaterra — 

Nota de la autora

JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA

Hola de nuevo, no andaba desaparecida, sólo estaba leyendo libros nuevos de Wattpad, lo siento no quería tardarme en subir capítulos pero leer historias en Wattpad me dejó los ojos como platos.

Que tal, ya vamos sabiendo un poco más sobre la historia de ese Lord y de la pequeña Darcy, jajajajajaja pero nuestro Alex siempre causando problemas, por eso el karma se las está cobrando con muchas hijas.

¿Creen que ese lord quiera seducir a Vanessa para pagarle de la misma manera?

🤔🤔🤔

O peor aún ¿Creen que le quité la corona a Alexander?

JAJAJAJAJAJA como sea, ya veremos el drama en los siguientes capítulos, mientras tanto imaginemos como será esa escapada romántica de una noche en un castillo medieval, pobre nuevos bebés, ya se darán cuenta que su papá ama asustarlos, a ver con que ocurrencias nos sorprende Alexander.

¿Por cierto ustedes se quedarían a dormir en un castillo medieval?

Ah, jajajaja ¿Tienen opciones de nombres para los bebés? También se aceptan de ciudad para hacer enojar a Alex.

(Recuerden que son 2 niños y 2 niña)

Jajajajajaja

🥰😍🥰😍🥰😍🥰😍🥰😍🥰🥰😍

Pero dejando de lado el drama tóxico, hoy es un día muy importante, en especial para solramirez334 ya qué es su cumpleaños, y aparte de dedicarle en especial esté capítulo, quiero desearte muchas felicidades y que los deseos que pediste o pediras al soplar las velas del pastel, se cumplan.  ¡Felicidades!

🥰😍🥰😍🥰😍

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