Este es mi regalo para ti

Alexander

— ¿Dónde estás Vanessa? — tarareo Alexander mientras camina por los oscuros pasillos de aquel laberinto en el jardín de Buckingham, esa doctora siempre suelta carcajadas para que la encuentre, pero ahora solo se escuchan los sonidos de la fiesta en él laberinto sexual, así es como lo llaman ellos, está mortalmente callado y ése exquisito perfume no se respira por ningún lugar — ¿Vane estas bien? Creo que te estas escondiendo muy bien de mi y eso no me está gustando — Alexander se desabrocho los botones de su camisa y se quitó el saco, esta casi seguro que detrás de eso arbustos que se están moviendo está su adorable doctora, sonrió de lado y sus ojos se llenaron de perversion, de esa lujuria que sólo Vanessa conoce, está ansioso, emocionado mientras camina por ese oscuro pasadizo en él jardín y está seguro que su chica de lindo trasero está ahí detrás de esas estatuas — Amor mañana no vas a poner caminar, pero no te preocupes que si te portas bien yo te llevó él desayuno a la cama y tienes razón — Alexander siente su entrepierna llena de deseo — Los  síntomas de tu menopausia también los puedo sentir yo, perdón  por mi palabra vulgar pero estoy  jodidamenete caliente

Pero Alexander casi deja libre a esa fuerte, grande y hacha para de él que la hace sentir muy bien, por poco y su pequeño Alex siente él aire fresco de Londres, pero todo su deseo se desapareció al momento porque detrás de esos arbustos no está Vanessa y sólo tuvo el tiempo suficiente para acomodarse la presilla del pantalón antes de que una mujer se arrojará sobre su pecho.

Aquella mujer se aferra a sus brazos al igual que sus hijos cuando tiene miedo, Helena hace esto cuando su mamá la persigue para regañarla, las gemelas se esconden así en su camisa cuando no quiere que las separen de él y su pequeña Bella aferra sus manitas a su camisa cuando escucha un fuerte trueno, Alexander jamás pensó que diría esto pero le encanta abrazar a sus hijos y aún cuando está trabajando siempre deja que Helena juegue con él y sus asesores a la hora del té, deja que sus gemelas lo llenen de besos y le encanta dormir a Bella mientras que la arrulla por los pasillosdel palacio, así como sus atractivos hijos se abrazan a él después enseñarlos a andar en caballo, Christian siempre es más valiente, incluso en un poco tiempo él solo podrá cabalgar, pero Andre, después de caerse de un caballo, los odia, le aterran esos animales que todos los varones de la Corona saben domar, a Alexander le encanta tomar a Andre en brazos y dar largos paseos a caballo por todos los jardines del palacio, no lo hace solo para que  su bebé pierda el miedo, sino para que a Andre le guste ser príncipe, porque Alexander lo adora pero no puede dejar que se a doctor.

Sin embargo, esa chica que se aferra a sus brazos, a su camisa y a todo donde pueda sujetarse, tiene él mismo miedo qué Andre cuando sube a un caballo.

— ¡Tú no eres mi esposa! — Alexander  alejó de inmediato a esa mujer que conoce muy bien, se pasó las manos por el cabello y la rabia nubló su mente — ¡¿Qué demonios quieres Camile?! Creó que hablé claramente contigo, te dije que no quería volverte a ver a aquí, tienes que irte ahora —

Pero Camile se aferró con furia a su camisa, sus manos están hechas puño y  Alexander pudo notar que su rostro está lleno de lágrimas, llora desconsolada y parece sumamente agitada, como si estuviera huyendo de alguien.

— ¿Porqué le diste lo que era mío?¡¿Porqué?! — Gritó Camile llena de lágrimas — Le diste mi palacio, mi Corona y mi vida, todo lo que esa mujer tiene era para mí —

Alexander negó con la cabeza y trato de alejar a Camile, lo último que quiere es que sus hijos lo vean en está posición. Esta enojado, harto de la actitud de Camile y lo único que quiere es que esa loca lo deje en paz.

— ¡Maldita sea Camile, ya basta! ¿Qué quieres que te diga? ¿Que te folle sólo porque tenía ganas? ¿Que siempre te usé solo para tener sexo? Porque eso hice Camile, solo fue sexo sin control, éramos dos adolescentes sin cuidado. ¿Lo entiendes? Se que eras mi prometida desde mi nacimiento, se que a ti te correspondía la Corona de Inglaterra, pero yo soy el rey y yo decido quien es la reina y decidí a esa doctora que tu odias porque me enamoré de ella, la sigo cómo un loco durante todo el día y sí, por ella dejaría la maldita realeza — Alexander se alejó de esa mujer con la que hace años compartía la cama, sus palabras están atoradas en su garganta, él jamás pide una disculpa, un rey jamás lo hace, pero tiene hijas, muchas hijas y lo último que quiere es que él karma se las cobré con sus hijas, así que tomó una respiración y miró a esa mujer a la que le rompió el corazón, Vanessa tenía razón, tiene que pedirle una disculpa — Lo siento Camile, la verdad no siento  quitarte la Corona, pero creo que no merecía la vida que te di, ni él amor falso, ni las citas donde te quedabas abandonada, siento mucho hacer que perdiera a nuestro bebé, lo siento, lo siento muchísimo Camile, perdóname por favor —

Camile soltó un lloriqueo y se arrojó sobre su pecho para llenarlo de lágrimas y Alexander dejó que se consolarla en él.

— Jamás me cansaré de pedirte disculpas, pero tienes que acabar con esto, no quiero que vuelvas a molestar a nadie de mi familia, no quiero verte en Buckingham porqué Vanessa está embarazada y no quiero que nada malo le pase, te irás del país y jamás vas a volver a pisar Londres en toda tú jodida vida —

— ¿Ella...ella está embarazada de nuevo? — dijo Camile con la voz llena de miedo y dejó caer algo al suelo — Alex...yo no sabía que ella esperaba a tú nuevo hijo. ¡Oh dios, hice algo horrible!

Alexander frunció él ceño sin entender, pero bajó la mirada hasta ese objeto que Camile dejó caer al suelo y cuando vio él arma en el piso se llenó de terror, esa mujer está loca y él había estado tan ciego cuando Vanessa le dijo que era peligrosa, Alexander nunca ha golpeado a una mujer, eso es algo impensable, pero se moría de ganas de darle una bofetada a Camile cuando la vio llorar hipócritamente, tuvo ganas de matarla en ese momento pero primero tiene que ver como esta su esposa y ese bebé que ella aún no acepta que va a tener.

Intentó correr desesperadamente pero sabe que lo último que necesitan es qué toda los invitados se enteren que alguien hirió a la reina, Buckingham se convertirá en una locura y no quiere que sus hijos sufran, porque Alexander ya se está formulando miles de ideas en su mente, esta casi seguro que Vanessa está llena de sangre, moribunda y que sus nuevos bebés también están muertos y necesita ir con ella en ese mismo momento, necesita salvar a su doctora ¿Cómo es qué no se dio cuenta? Quizá la carga de trabajo como rey le nubló la mente.

Sus pies se sienten pesados y cuando por fin estaba a punto de caminar o correr al palacio y buscar a su doctora, Camile cayó desmayada a sus pies de un golpe seco.

— ¡Estúpida! — Escuchó un gritó llenó de rabia que él tanto conoce, Vanessa se puso las manos en la cintura y lo fulminó con la mirada, jamás te metas con una latina enojada— ¡¿Qué, porqué me miras como si yo fuera la mala?! ¡Intentó matarme Alexander! Está estúpida loca me amenazó con un arma

Alexander se quedó un minuto en silenció, aún no puede entender todo lo que pasó, Camile estaba llorando hace un segundo, Vanessa tan enojada como jamás la había visto y él está terriblemente confundido, se inclinó y tomó el cuerpo de Camile para recargarla sobre las estatuas y hacer que reaccione, porque sería muy malo que algún invitado de la fiesta vea a los reyes de Inglaterra junto a una chica desmayada y con la nariz quebrada, él no lo hace para hacer enojar más a Vanessa mientra intenta qué Camile despierte, lo hace porque necesitan cuidar de una imagen.

— ¡Deja de tocarla Alexander! ¡Deja que sienta él maldito dolor de nariz! ¡Dios, estoy furiosa! — Vanessa lo fulminó una última vez con la mirada y ahora con sus zapatillas puestas, se quitó uno de sus tacones y se lo arrojó golpeándolo en él pecho llena de rabia — Si, quédate con tú maldita perfecta Camile, no dejes que su adorable nariz sangre. ¡Eres un idiota Alexander! Los niños y yo nos iremos esta noche a casa de mi madre —

En cuanto Alexander vio a uno de sus guardias le pidió que llevará a Camile lejos del palacio porqué ya después se encargará de ella, escondió él arma y salió corriendo detrás de su chica que camina furiosa por él laberinto del jardín. Vanessa se ve adorable dando vueltas furiosa mientras trata de salir de esos callejones oscuros, sin duda esa menopausia de nueve meses trae consigo muchísimos beneficios como el sexo ardiente, pero también convierte a Vanessa en una bomba atómica qué explota cada tres segundos.

— Vane, no vas poder salir de aquí sin mi ayuda — Alexander corrió detrás de su damisela en peligro como una escena de película romántica — Vamos, bonita embarazada, sólo estás dando vueltas sin sentido, yo podría salir de este laberinto hasta con los ojos cerrados —

Vanessa lo fulminó con la mirada y siguió caminando con una sola de sus zapatillas cómo si nada malo le pasará, incluso lo ignoró al pasar. Alexander soltó una carcajada, sin duda Vanessa tiene un humor bastante peculiar cuando está embarazada.

— ¡No necesitó tú ayuda, regresa con tu maldita Camile! —

Alexander tomó por la cintura a Vanessa y la obligó a detenerse mientras la recarga en su pecho y le habla dulcemente en su oído, necesita tranquilizarla y hacerla olvidar ese horrible momento. 

— Basta Vanessa, deja de imaginar y planear teorías donde no las hay, yo solo vine aquí a buscarte y tu llegaste aquí dándole un puñetazo a Camile sin decirme que paso. Aún estoy sorprendido, espero que algún día no me des un puñetazo así  — Alexander tomó de la barbilla a Vanessa para obligarla a mirarlo, unas finas lágrimas bajan por sus mejillas y el miedo invade sus ojos  — Dime que paso, ya se qué dejaste inconsciente a Camile, pero ella debió hacerte algo para que te molestara de esta manera, ya sabes Vane que jamás te regañaria por algo así —

— Intentó matarme Alexander, pensé que tu me habías citado en una parte abandonada del palacio y ella apareció ahí, me amenazó con un arma y la muy tonta falló él estupido disparo, es una idiota — Las mejillas de Vanessa están rojas por el llanto — ¡Mira lo que me hizo! —

Alexander bajó la vista hasta la manga del vestido de Vanessa, su hombro tiene una herida muy fea, no es grave, pero si brota un poco de sangre que hace que Vanessa lloré, aunque no sabe si es por él dolor o por él coraje, pero sin duda ese rozon de bala casi mata a su esposa.

— Ven, necesitamos curarte esa herida

Alexander tomó de la mano a Vanessa mientra la hace caminar rápido por los pasillos del laberinto para llegar a la salida, las flores se tiran en el vestido de Vanessa, pero no le importa, le comprara todos los vestidos del mundo pero tiene que atenderla y poner a salvo a sus nuevos bebés, también le pedirá a los sirvientes que traigan a sus niños, esta noche no saldrán por hamburguesas, está noche quiere tenerlos a todos juntos porque tiene que cuidarlos, si algo les pasará Alexander se moriría de remordimiento. No levantaron sospechas al entrar a la fiesta, esta noche no quiere a ninguna maldita persona en su casa, Alexander aferra la mano de Vanessa con fuerza porque necesita sentirla cerca mientras caminan por el palacio, a la mierda la fiesta, a la mierda la formalidad de ser reyes, sólo quiere llevarla a esa área especial del palacio que ha estado preparando para ella desde hace días.

— ¿Alexander qué es esto? — Vanessa se detuvo por completo, tiene la cara confundida y miró todos lados con sus preciosos ojos llenos de asombro — ¿Porque hay un hospital en Buckingham? — Vanessa casi se desmaya del asombro — Tú...tú, joder Alex, los asesores se molestarán por esto, un hospital no puede estar en el palacio —

Alexander sonrió ampliamente, claro que los asesores se volvieron locos, en un principio esos viejos políticos creyeron que estaba loco por hacer algo así en el palacio, por eso siempre llegaba tarde a su habitación y siempre se encontraba a Vanessa y a los niños dormidos, paso días trabajando en esto y se siente tremendamente feliz de ver esa parte abandonada del palacio en algo que a Vanessa y a su pequeño Andre, los hará tremendamente felices.

— Todo esto era tú sorpresa, se supone que pensaba dártelo después de una cita romántica, pero creo que esta noche serás la primera paciente del Hospital General de Buckingham — Alexander sonrió ampliamente, besó la frente de Vanessa mientras la roma de la mano para llevarla a un consultorio   — Pero por alguna extraña razón siempre descubres mis sorpresas —

Para Alexander fue imposible no darle miles de besos a Vanessa antes de comenzar su consulta, se mira demasiado gracia con su cara de confusión, cómo sino entendiera que esta sucediendo a su alrededor, quizá también luce asustada porque Alexander rompió la manga de su vestido para comenzar a curar su herida, pasa delicadamente la gaza para limpiar la sangre, tratando de no hacerle daño.

— Necesito un vaso de coca cola para el susto — dijo Vanessa con el rostro pálido y sus grandes ojos abiertos de par en par tratando de asimilar que hay un hospital en el palacio, Vanessa lo tomó de la mano cuando Alexander terminó ponerle la venda y sus ojos latinos se llenaron de lágrimas — ¿Me vas a dar un hospital? ¿Esto es para mí?  —

Alexander acarició las mejillas de Vanessa, lo hizo con tanto amor que no le importa verse ridículo, hace años fue un idiota que no demostraba lo que sentía, jamás cometerá ese error con Vanessa y si, el le está dando este regalo por Vanessa es lo más importante para el y si ella quiere ser doctora será mucha más fácil si lo hace en el palacio.

— Admite que es una idea genial, un hospital dentro del palacio de Buckingham, claro que hice enojar a los más conservadores, pero al final de todo yo soy él rey y hago lo que quiero. Así podrás atender a los niños, regresar a casa cuando te sientas mal, será doctora y estar conmigo. Yo sé Vane que tu vas a convertie este hospital en el mejor de Europa. — Alexander beso a Vanessa hasta que le hizo falta el aire, su dulce doctora luce llena de emoción mientra se alejó de él y comenzó por ese hospital que es idéntico al que está destruido — Llama a Barbara, a Shepard no, llama a todos los mejores médicos de Londres y abre tu hospital. Por eso siempre llegaba tarde a la cama, porque tenía que planear este hospital para que fuera idéntico al que te quitaron con él atentado, esto es mi regalo para ti Vanessa —

— Alex..  yo lo tengo nada para darte del día del padre —

Alexander soltó una carcajada que resonó por todo el hospital que a partir de mañana estará lleno de médicos y enfermeras, este edificio alejado del palacio principal será él mejor hospital de Londres. Alexander se pasó las manos por el cabello, no puede dejar de sentirse malditamente afortunado porque por su actitud era para que el karma lo hubiera castigado de la peor manera y no fue así, Alexander tiene lo que siempre quiso y sobretodo tiene a esa doctora de la que se enamoro desde que fue su doctora.

— Vane, soy él rey, ya tengo todo lo que quiero — Alexander puso su mano sobre el vientre de Vanessa de manera sobreprotectora, esta noche no quiere ser pervertido, solo quiere ser un rey lleno de romance — Pero tú ya me diste seis razones para ser un buen papá y ese es él mejor regaló  —

Nota de la autora

🥰😍🥰😍🥰😍🥰😍🥰😍

¡Ay, como me emociona ver el cambio de Alexander! aún intenta ser romantico, pero su romanticismo siempre termina siendo gracioso y lindo.

Y más porque le regaló a Vanessa lo que ella más queria: un hospital y cerca del palacio para que puedan trabajar juntos. Ya me imagino sus escapadas románticas, mientras Alexander deja a sus asesores y Vanessa a sus internos.

🥰😍🥰😍🥰😍🥰

Por cierto quiero decirles que aquí están las fotos de los trillizos, no encontré una foto que me gustara, así que busqué a los niños individualmente y aquí sus adorables niños.

Aquí es adorable de Christian

Hey Andre, no te preocupes por el dinero.


Miren  a la adorable Helena, esa niña que siempre pone en aprietos a sus papás.


Las gemelas se miran adorables pero no lo serán, jajajajaja digamos que Alexander tendrá que correr a los chicos de las habitaciones de sus adorables y favoritas gemelas.

Y Bella, dios, ella es preciosa y las mayor consentida de Vanessa

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top