XVII
—Gulf, no pude dormir. Mild no llega tampoco.— Mew murmura con voz ronca frotándose un ojito mientras se sienta en la cama cuando Gulf entra a la habitación.
—Boo, debemos irnos.— Gulf se sienta frente a él limpiándole un poco de saliva de su boca. Mew se sonroja sonriendo con sus labios cabizbajo ante el gesto de su novio.
—¿A dónde vamos?— Mew pregunto suavemente. —¿Dónde está Mild?
Gulf se frustra un poco. —Mild está bien. Ella estará con Zee toda la noche.
Gulf solloza explicándole. Mew lo mira al rostro.
—Estabas llorando.— Mew dice tratando de limpiarle la humedad de sus cachetes. —¿Por qué estabas llorando?
—Mew.
Gulf dice dolido poniendo su mano sobre la de Mew.
—No me gusta cuando lloras.— Mew dice con una pequeña sonrisa inocente aún tratando de limpiar sus cachetes.
Gulf sonríe con sus labios tristemente.
—Iremos a casa de abuela. ¿Te gustaría ir conmigo?
Mew asiente repetidas veces con emoción.
—Empacaré tus cosas. ¿Tienes una mochila por aquí?
—En el armario.
Gulf le da un pico en los labios con una sonrisa antes de caminar al armario de Mew. Lo abre encontrándose con un bulto de Scooby Doo entre los zapatos.
—N--No lo usó mucho. Mild me dice que no es adecuado para el trabajo.
Mew juega con sus dedos mientras se balancea de atrás a adelante con una sonrisa viendo la espalda de Gulf. Gulf sonríe tomando el bulto en sus manos. —Es muy lindo.— Él dice.
—Al menos te gusta.
Mew dice con una sonrisa. Gulf se da la vuelta con el bulto entre sus manos.
—A mí me gusta todo de ti.
Mew deja de balancearse para reír cabizbajo todo sonrojadito de nuevo. Gulf toma muchas de las ropas de Mew para meterlas al bulto. Una vez metidas en el bulto con unos zapatos que estaban bien alineados al lado del uno al otro en el armario (cosa que Mew reprocho cuando fueron metidas sin orden en el bulto ya que le gustaba acomodar todo bien) cerró el bulto para ponerlo sobre la cama.
—Oh. Aún no te has vestido. Ven.— Gulf le habla suavemente a su novio sacándolo de la cama con delicadeza para que él mismo se ponga lo que le sobra de las gavetas.
—Quiero lucir bien ante tu abuelita.
—Te verás bien seas como estés.— Gulf le sonríe acomodándole un par de cabellos mientras que su novio sólo busca camisas en las gavetas.
—Sea como este.— Mew repite en una linda risa.
Gulf ríe para volver a caminar en dirección al bulto de Mew cuando su teléfono suena. Gulf lo toma del bolsillo. Revisa quién es el nombre de la pantalla antes de colocarlo en su oreja.
—Mild.
—Antes de que digas algo, niño precipitado. Quiero dejarte saber que quemé las últimas drogas que quedaban.
—Me pregunto quién te habrá motivado a destruirlas.
—También, lamentó todo lo que te dije. Ambos estábamos enojados.
—Sí.
—¿"Sí"? Esta es la parte en que tu también te disculpas por lo que dijiste.
—Todo lo que dije fue cierto.
—Pfft. Por cierto lo que hice fue porque Art me amenazó con que sus hombres matarían a Mew.
Gulf entonces se da la media vuelta para mirar al Mew que está todo pensativo eligiendo sus camisas.
—Él es mi debilidad ¿Sabes? Tú también hubieras hecho lo mismo si estuvieses en mi lugar. Además, no propague nada. Sólo la guardé para mí. Las personas que murieron por la propagación fueron por Art.
—Él es nuestra debilidad, ¿Eh?
Gulf pregunta con una sonrisa algo triste.
—Fuiste genial.— Gulf dijo. —Y sí me disculpo pero no me retracto de la tardía confesión.
—Así que ahora me ves como una hermana, ¿huh? ¿Debería llamarte "Hermanito"?
Gulf se sonroja.
—Mejor nos llamamos por nuestros nombres y ya.
—De acuerdo. De todos modos no te iba a llamar "hermanito".
Gulf se aleja el teléfono para mimicarle a la pantalla un: «¡Estúpida!» pero al momento de llevarse el teléfono al oído, Mew dice:
—Gulf parecía que ibas a pegarle un puño al teléfono.
Gulf agranda los ojos tratando de decirle que no dijese nada pero se lleva el teléfono al oído en rendición con una sonrisa toda nerviosa.
—¿Te divertiste imaginando que el teléfono era mi rostro listo para ser golpeado?
—¿Qué? No, ¿Qué cosas dices? Pfft. Yo jamás.
Gulf dice. Mew anda confundido pero sigue con las camisas.
—¿Y en dónde estás?
—Zee me llevó a un parque de diversiones. ¿Quieres venir con Mew?
—Ustedes disfruten. De hecho me llevaré a Mew por unos días a casa de mi abuela.
—De acuerdo. ¿Qué hacemos con Art? Zee lo llevó devuelta al baño pero...
—De él me encargaré pronto. Los llamo.
Se despiden dándole la oportunidad a Gulf de colgar.
🕸
Gulf se llevó a Mew a casa de su abuela en su auto mientras que la noche llovía. Subió la montaña con la casa de su abuela viéndose tenebrosa en las iluminaciones de unos cuantos rayos.
Se estacionaron justo frente a la entrada. Gulf sacando unos periódicos para cubrirse la cabeza mientras rodeaba el auto hasta la puerta de su novio ayudándolo a salir cubriéndolo con los periódicos de la lluvia. Mew traía el bulto de Scooby Doo sobre su espalda.
Ambos subieron los pequeños escalones hasta la puerta de la casa. Gulf tocó tres veces en la puerta causándole a Mew un desconcierto ya que su condición le provocaba molestia a ciertos sonidos.
Ante el chillido de Mew, Gulf dejó de tocar a la puerta. —Lo siento, Mew. La llamaré.
Gulf iba a sacar el pañuelo costoso que su abuela manchó con bolígrafo de uno de sus bolsillos traseros pero se detuvo al notar que todo este tiempo: la puerta estaba algo abierta.
Extrañado puso su mano en la manija y la puerta se echo para atrás sigilosamente.
Mew miró dentro con miedo. Gulf lo tomó de la mano y cuidadosamente entraron. Se adentraron a una sala elegante. Más gigante no podía ser.
Había un candelabro radiante colgando del tejado. Un tapete enorme que llovía desde las escaleras del frente hasta las puertas de la casa.
Todas las paredes en un tono blanco con unas pequeñas luces de color plata pegadas en estas.
—Gulf, ¿y tu abuela?— Mew habló y Gulf le dijo que no dijera nada por el momento. Que podía ser peligroso.
Caminaron a las escaleras de arriba y la abuela de Gulf no estaba en ninguna de las habitaciones.
—Mi abuela no está...— Gulf susurra.
Entonces escuchan algo romperse bajo las escaleras.
—Gulf.— Mew se asusta.
Gulf le aprieta el agarre de manos como un: «Todo estará bien» y le dice: —No dejaré que nada te suceda.
Bajan los escalones a un sótano y a mitad de los escalones deben detenerse y ponerse de cuclillas cuando ven a la abuela de Gulf atada a una silla con muchas sogas y un chico de flequillos ondulados de hermoso aspecto vistiendo ropa de motociclista salvaje amenazando a la abuela de Gulf con una cuchilla.
El chico tiene una nariz algo pequeña pero ancha con una sonrisa de hoyuelos e ojos de rasgo asiático con cejas gruesas algo curvas.
Los secuaces del chico son 6 y están en cada esquina del lugar.
—Danos todo tu dinero.
Él dice. Ella suspira toda relajada. Como si ya nada le importase.
—No te lo puedo dar todo, cariño. De eso van los negocios. Tienes que elegir una... ¡Suma! Sino me quedo yo sin dinero mientras te lo gastas en autos lujosos y, ¡Drogas!— Ella le grita sin paciencia. —Si no eliges una suma no te puedo dar nada. Además podrás venir a mí cuando quieras dinero. No me tienes que atar.
—P--Pero soy un intruso que acaba de entrar a tu casa.
—¿Y eso qué? ¿Debo tratarte como animal por eso?
El chico mira extrañado a sus secuaces pero entonces sólo se pone de rodillas ridículamente.
—Estamos a tu merced, señora...
El chico sonríe. Ella asiente. El chico se pone de pie a cortar sus sogas.
—Dame tu teléfono. Te enviaré el dinero por ATH móvil.
La abuela dice levantándose de su asiento para enviarle el dinero al chico tomando su teléfono propio y el del chico.
Gulf sólo se queda boquiabierto ante la escena.
—¿Tu nombre?— La abuela le pregunta al intruso.
—Win.— El intruso ríe nervioso rascándose la nuca.
Vaya, qué asalto más amistoso resulto ser.
*N/A: ¿Se imaginan un asalto terminando así de amistoso? Es casi imposible jajaja 💖 Espero les haya gustado y ya me veo que no puedo evitar poner el Brightwin 😁💖 Bright saldrá prontito~.
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