XV
Habían terminado de hacer el amor y estaban acostados al lado del uno al otro. Gulf usando el brazo de Mew como almohada mientras da par de toques en el pecho desnudo de Mew con sus dedos.
—Mew. Creo que sí soy un poco monstruoso.— Gulf confiesa con timidez.
Mew lo mira extrañado. —Qué raro. Tú nunca te llamas monstruo. ¿Qué pasó esta vez?
—Verás...— Gulf sonríe en cuadrado nerviosamente mirando a su novio aunque su novio está mirando abajo o algún otro lugar debido a su condición. Muchas veces ha logrado mirar fijamente a Gulf en la cara por varios segundos pero era un desafío hacer tal cosa. —Había intentado contactar con mi abuela desde antes.
—Pero pensé que ni siquiera sabías que tenías una abuela.
—¿Mentí? Es que siempre supe de ella pero ella no quería saber nada de mí así que le encargue a Zee a que todas sus redes sociales tuvieran algo de mí. Información de mí. Así ella estaría al tanto de mí. Inclusive, le encargue a Zee visitar su casa.
Flashback:
Zee fue en un auto Porsche a la casa lujosa de la abuela de Gulf. La casa quedaba en lo alto de una montaña y era gigantesca con una piscina, paredes de cristal, un patio más que gigante con algunas flores bien cuidadas. Zee detuvo su auto algo lejos de la casa viendo con sus binoculares antiguos de los siglos en que se usaban para ver la opera en los teatros. Él respinga al ver el lujoso lugar desde lejos en mitad de una carretera vacía y llama a Gulf con su mano libre.
—¿Descubriste su casa?
—Gulf, ella es malditamente rica.
Zee expresa en un respingo sin creerse lo que está viendo.
—¿Es millonaria?— Gulf pregunta totalmente interesado.
—Definitivamente.
—Y nunca se dignó a criarme. De acuerdo. Vuelve acá.
—Como digas.
Zee engancha bajando sus binoculares al unísono con el teléfono y arranca el auto para seguir la carretera.
Fin del flashback.
—Pero jamás pensé que a ella le interesaría.— Gulf brinca sus hombros con su boca en una mueca mientras mira a Mew.
—¿Y todo eso lo hiciste mientras no me conocías aún?
—Exacto. Ósea había estado interesado hace mucho tiempo. Hasta se me había olvidado que traté de llamar su atención. Indirectamente pero aún así...
—Al menos apareció.— Mew le recalca tomándolo del mentón suavemente. Gulf sonríe con sus labios. —Pero, ¿Lo hiciste con malas intenciones o realmente le estás dando la oportunidad como familia?
Mew pregunta delineando el labio inferior de Gulf con su pulgar. Gulf mira el pulgar lentamente hasta volver a alzar la mirada a su novio.
—Le estoy dando la oportunidad.— Gulf admite. —Pero siento que estoy haciendo ambas.
Gulf confiesa. Mew deja de sostener su mentón para darle un beso en el cachete. Ya que se prometieron que un beso en el cachete sería señal de que Gulf había hecho algo que a Mew no le gustó. Gulf se exalta mirándolo a él con una sonrisa.
—¿Por qué fue eso?
Gulf pregunta gustándole el gesto de Mew.
—Deberías tener algo de disciplina de vez en cuando.
Mew le regaña dándole una nalga por encima de las sábanas. Gulf sonríe algo sorprendido por la actitud de su novio.
—¿Leíste mis libros de casualidad?— Gulf pregunta.
—Me hice un maratón de ellos mientras no estabas.
Mew le responde.
—¿Te dañe la mente?
—Mi mente está bien.
Mew responde con inocencia sin entender en literal lo que Gulf pregunto. Eso era tan tierno que Gulf sólo agrandó su sonrisa.
—Si debo recibir disciplina por ti, no me quejaré.
Gulf dice acariciando el rostro de su novio con sus dedos.
—Entonces si ya sabías de ella ¿Sabías cómo ella lucía?
—Eso no, Boo.— Gulf niega la cabeza afirmando que no la conocía. Mew asiente entonces.
Ambos deciden abrazarse para dormir cuando unos toques en la puerta alarman a Gulf.
Mew gruñe frustrado haciendo un berrinche con sus piernas al ser interrumpido de dormir. Como un niño pequeño.
—Shhh. Mew, tranquilo. Tranquilo.— Gulf lo toma de los cachetes pidiéndole calma. Los berrinches de Mew eran peligrosos. Podían hacerlo lastimarse él mismo. Mew escuchó la voz calmada de su novio y lo miro alzando las cejas en una mirada triste.
—Podrás dormir ahora. Yo abriré. Tranquilo.
Gulf le besa la frente antes de levantarse de la cama quedando al expuesto pero este rodeo la cama para ponerse su pantalón y con ello camino a la puerta para abrir lentamente.
Al ver que era Jamie, abrió por completo.
—Jamie.— Gulf llama.
—Te compré un nuevo teléfono.— Ella dice con una sonrisa ofreciéndole una caja.
—Wow, gracias. No tenías que.
—No me dejaste opción. Te tardaste mucho en comprarte un teléfono y yo te necesitaba.
—Y yo pensando que me lo comprabas siendo una buena amiga, qué ingenuo.— Gulf le recalca con un puchero viendo la caja.
—Soy tu amiga.— Jamie dice sinceramente. Él alza la mirada encontrándose con la de ella. —O eso trato de ser.
Ella se encoge de hombros tímidamente desviando la mirada a otro lado.
—Eres mi jefa y mi nueva amiga.
Gulf le dice acariciando su cabello. Ella sonríe con sus labios pero vuelve a su semblante serio dándole una bofetada a la mano de Gulf para quitársela de encima.
—El pez gordo debe morir.— Ella le ofrece la pistola pequeña que había sacado de su oficina. Gulf ojea la pistola y la toma.
—¿Algo más?— Gulf pregunta.
—Más muertes por el veneno. El camello que está distribuyendo la droga, no te lo había dicho antes pero ese tal mano derecha me dio su nombre.
Jamie dice.
—¿Cómo se llamaba?
Gulf pregunta.
🕸
Gulf fue a la casa "escondida" del pez gordo frente al gym en la noche vestido en negro cargando con su pistola. El vestía una chaqueta elegante que le llegaba a las piernas con unas botas tacón y una camisa de cuello alto negra.
Subía las escaleras con un semblante más que serio recordando las palabras de Jamie con cada paso.
«Su camello... Su nombre era...» Las palabras de Jamie hacían eco en su mente.
Gulf miró el pequeño control de botones de seguridad al lado de la puerta de la casa y sacó una pequeña linterna neón violeta que iluminaba las marcas de los dedos.
Pero no habían rastros de las marcas. Al parecer el hombre limpiaba sus huellas regularmente. Gulf sonríe apagando la pequeña linterna.
—No es tan tonto.— Él dice. Entonces guarda la linterna en uno de sus bolsillos para sacar una aguja y maniobrar esta en la puerta. A pesar de tener una caja de seguridad también tenía llave.
Gulf sólo consiguió doblar la aguja al sacarla y suspiró viendo la aguja toda doblada.
—Te iba a usar al menos para coser mi calzón favorito.— Gulf finge un sollozo antes de guardarla sin sentimientos alguno devuelta en su bolsillo y se pone de pie.
Rodea la casa hasta encontrar una roca de por los arbustos y esa misma la tira a una de las ventanas traseras. Se asegura de romperlas todas para no lastimarse.
Entra fluidamente a la casa con unos pocos cortes en la palma pero nada demasiado grave. Emitió unos gruñidos en voz baja cuando aún habiendo entrado siente los pequeños cristales en sus nuevas heridas.
Entonces ve frente a él al pez gordo quién ya lo miraba con miedo, viendo la tele frente a él.
—P--Por favor.— Él hombre suplica.
Gulf camina hacia él con un rostro aborrecido cargando la pistola.
«El camello es...»
Las palabras de Jamie hicieron eco.
Gulf alzo la pistola apuntándolo a la frente.
«Mild.»
Jamie termina la oración en su mente y Gulf le dispara al anciano en kimono. Gulf tiene los ojos cristalizados al recordar las palabras de Jamie.
«Mild, de parte de un tal Art que también es un camello.»
Las palabras lo hacen caer de rodillas con sus ojos cristalizados hasta que grita en angustia sin saber qué creer.
*N/A: ¿Impactados? Yo shi. ¿Creen que Mild realmente sea la camello? Espero les haya gustado y perdonen que no habían actualizado jiji love you😘💖
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