Cap: 15 "Un gesto lleno de cariño y el inicio de aquel cálido sentimiento"

Tras haber armado por completo la nueva cama y caer rendidos en ella, un nuevo día podía ser visto justo ahora mismo. Con el sol alzándose sobre el cielo para iluminar todo lo que se encontraba a su paso, siendo uno de dos lugares la habitación de cierto chico de cabello azabache. Quien se encontraba disfrutando de sus relajantes horas de sueño, lo cual para su mala suerte sería interrumpido por el momento que más odiaba de cualquiera de sus días.

Y ese mismo momento se encontraba a segundos de pasar, con la pantalla del teléfono del oji-esmeralda encendiéndose de un solo instante. Solo para que el infernal sonido de la alarma no tardará en hacer acto de aparición, con su tono haciéndose cada vez más fuerte hasta llegar al punto en dónde naofumi finalmente decidió levantarse de una vez por todas con un rostro y actitud amargada

"*Tsk... Enserio que un día está mierda me va a volver loco... Cómo sea, veamos veamos que hora es ahor-... ¡¡¿Me estás jodiendo?!!*" (Naofumi)

Tras haber encendido su respectivo teléfono para apagar aquella molesta alarma, el oji-esmeralda no tardó en centrar su mirada justo en la hora que su aparato electrónico le indicaba. Soltando un fuerte grito interno al descubrir que se había levantado temprano para nada, pues el día que se encontraba escrito en su celular se encontraba la palabra "Sábado".

Provocando así que naofumi simplemente soltara un fuerte suspiro de molestia, dejándose caer de forma cuidadosa a la cama nuevamente. Con el único fin de no despertar a la semi-humana que se encontraba durmiendo al lado suya, observándola por unos segundos antes de extender su mano hacia su dirección. Apartando el pelo que se encontraba encima de su rostro, dejando totalmente libre el bello rostro que la tanuki poseía.

Eso combinado con la tranquila expresión que está mostraba mientras dormía, hizo que el chico mostrará una leve sonrisa en sus labios. Decidiendo levantarse al ver que sin importar lo que hiciera al cerrar sus ojos, este no volvería a conciliar el sueño nuevamente. Por lo que el azabache optó por levantarse de la cama, acercándose hacia el armario para poder sacar de ahí una camiseta blanca sin mangas y un shorts deportivo. Prendas que no tardó en cambiarse ahí mismo al lado de la cama, dejando la ropa que había usado el anterior día en el cesto de ropa sucia.

Por lo que finalizando todo eso este únicamente optó por darse media vuelta, saliendo de la habitación que de ahora en adelante compartirá con la tanuki. Bajando las escaleras y dirigiéndose de forma inmediata a la cocina para prepararse el desayuno, abriendo el refrigerador aunque llevándose una peor noticia en aquel comenzó de día.

"Me lleva la-... Ah... No queda de otra, tendré que ir a comprar más cosas" (Naofumi)

Aceptando aquella nueva mala noticia, el mayor del hogar dejo la cocina para ir directo hacia la sala del hogar. Observando cómo colgadas en un adorno se encontraban dos pares de llaves que le pertenecían a él y a raphtalia, por lo que únicamente tomo las suyas junto a su segunda mochila antes de abrir la puerta y cerrarla con seguro.

Tomando una pequeña cantidad de aire al finalmente estar fuera de su hogar, caminando de forma recta hasta el lugar del aparcamiento en dónde se encontraba su ya clásica motocicleta. Subiéndose en esta para posteriormente colocarse tanto su casco como sus protecciones, por lo que estando listo el mayor encendió su motocicleta y aceleró para salir de una buena vez de aquel aparcamiento.

Entrando a la calle y comenzando a alejarse cada vez más y más de su hogar hasta finalmente desaparecer de la vista de cierta pequeña ventana, en dónde una hermosa chica de cabello castaño y facciones de tanuki dormía plácidamente en su cama. Rodeando en un gran abrazo a la almohada del azabache, mostrando así una dulce y leve sonrisa de felicidad al poder notar el olor de naofumi. Aún cuando esté mismo se había retirado hace unos segundos...

(10 minutos después)

"*Bien, ya llegué*" (Naofumi)

Habiendo notado como tras unos cuantos minutos de conducir finalmente había llegado a su objetivo, el chico humano se dedico a bajar la velocidad con la que conducía su motocicleta. Estacionándose a un lado de la tienda antes de quitarse todo su equipamiento y bajarse de una vez para entrar a la tienda, no sin antes activar aquel método de defensa que le había enseñado a kiel.

Por lo que estando finalmente dentro de la tienda, naofumi tomo uno de los carritos y se dedico a comenzar a buscar todo lo necesario para llenar el refrigerador. Empezando en ir a la sección de los refrigeradores, abriendo la puerta de uno para sacar de esté dos botes de leche los cuales posteriormente metió en el carrito. Repitiendo dicha acción con las demás cosas que necesitarían tanto el como raphtalia, finalizando al momento en qué naofumi vio el contenido que su carrito tenía en dicho momento.

Dónde podía verse desde lo más simple como huevos, queso, tomates, papas, cereal, galletas, tocino, jugo, gaseosas, arroz, pescado, etc. Por lo que sabiendo que ya tenía las suficientes cosas decidió ir de una vez a pagar por todo, aunque deteniéndose en cierto pasillo en dónde una gran variedad de dulces podían ser vistos. En especial el chocolate, un alimento que el mayor sabía de sobra que a la menor le encantaba a más no poder.  Por lo que decidió tomar algunas barras de chocolate e introducirlas en su carrito, aunque soltando una pequeña risa al imaginar la expresión de alegría que su "hermana" tendría al ver eso.

"*Jejeje... Mira que tiene 19 años y aún sigue comportándose algunas veces como cuando tenía 10*" (Naofumi)

Borrando aquel pensamiento de su mente, naofumi ya finalmente decidió volver a dirigirse a la caja registradora para pagar por sus cosas. Colocando los múltiples objetos en dicho lugar para que los escanearan y los metieran en bolsas, por lo que tras finalizar aquello tras unos 3 minutos. El azabache finalmente pago por todo y metió algunas de las compras que hizo dentro de su mochila, llevando las demás bolsas en sus manos en lo que salía del local y se dirigía a su motocicleta.

Llegando a esta, el oji-esmeralda dejo todas las compras restantes en el suelo. Desactivando el sistema de seguridad para posteriormente tomar el asiento del vehículo y levantarlo, metiendo en el compartimiento lo que quedaba de cosas. Cerrándolo finalmente antes de montarse con total facilidad en su motocicleta, sintiéndose tranquilo al saber que lo más frágil se encontraba dentro de su mochila.

Así que viendo que todo estaba bien, el chico nuevamente volvió a colocarse todas sus cosas. Encendiendo su transporte para finalmente avanzar y retirarse de una buena vez por todas, llegando a su hogar bastante más rápido que antes. Dejando la motocicleta en aquel aparcamiento antes de quitarse todas sus protecciones, bajandose de la motocicleta apenas lo hizo y sacando todas las bolsas del compartimiento de su asiento.

Llegando finalmente delante de la puerta de su casa, cual no tardó en abrir antes de entrar y cerrar con dificultad por todas las cosas que tenía encima. Dirigiéndose hacia la cocina para abrir el refrigerador y meter todo en este, sintiéndose más tranquilo al ver cómo el interior de dicho lugar se encontraba completamente lleno. Por lo que teniendo dicha vista decidió cerrar la puerta de una vez por todas, dando media vuelta para sacar su celular y mirar la hora que era.

"¿Cuánto tiempo tarde en ir y venir del supermercado? No creo que haya sido mucho, a fin de cuentas aún sigue siendo temprano" (Naofumi)

Y tal como lo había dicho, naofumi pudo notar gracias a su teléfono que la hora actual eran justo las 8:00 de la mañana. Por lo que viendo que aún tenía bastante tiempo antes de que raphtalia se despertara, decidió aprovechar dicho momento para salir a hacer algo de su ejercicio diario. Tomando como mínimo un plátano para calmar el leve hambre que estaba sintiendo en dicho momento, llenando un termo con agua antes de finalmente salir de su hogar una vez más.

Cerrando la puerta, y mirando otra vez la imagen del exterior con simpleza. Dando algunos pasos hasta pararse encima de la banqueta, dándose media vuelta a la par en que comenzaba a hacer unos pequeños estiramientos para no tener ningún tipo de problema a la hora de empezar.

"Bien, tal vez haga una o dos horas de ejercicio. No quiero llegar tarde y que raphtalia no tenga nada de desayunar, en fin. Empecemos de una vez" (Naofumi)

Y ya sin nada más que hacer en aquel momento, el mayor rápidamente comenzó a iniciar con su rutina de entrenamiento. Caminando de forma tranquila para posteriormente comenzar a dar tranquilos y leves trotes, pasando así de forma lenta las casas y apartamentos que conformaban el lugar donde vivía. Aumentando el ritmo apenas completo la primera vuelta a los pocos minutos, pasando de ser un trote lento aparte de leve a uno mucho más rápido y constante.

Dejando escuchar como lo que más podía distinguirse en dicho momento, eran las pisadas que naofumi se encontraba conectando con el suelo. Ruido que se fue intensificando cada vez más y más hasta que el chico finalmente logro completar su récord de 15 vueltas a la manzana, por lo que tras haber completado su acción el oji-esmeralda dejo de hacer el trote que hacía. Deteniéndose por un momento antes de soltar un fuerte suspiro, visualizando todo al frente suya antes de iniciar a correr de forma recta con gran velocidad.

Pasando fácilmente el lugar en el cual se encontraba al paso de un minuto, continuando corriendo hasta detenerse por fin en un parque que se encontraba a unos 8 minutos de su hogar. Por lo que no tardó en entrar a este y buscar un área completamente sola, algo que no sería tan difícil debido a lo temprano que era el día. Así que estando finalmente en el lugar que había visto, el chico no tardó en dejar su termo de agua en el suelo.

"Okay, es hora de empezar con los verdaderos ejercicios" (Naofumi)

Colocándose a un lado del objeto antes de arrodillarse en el suelo, estirando sus manos hacia el frente antes de recostarse mirando boca abajo en el césped. Usando sus manos como apoyo antes de descender por completo, con su pecho sintiendo los leves toques de las hojas que habitaban dicho lugar. Para posteriormente levantarse sin mucha dificultad y quedar en la misma pose del principio, volviendo a repetir dicha acción una y otra vez por un leve periodo de tiempo.

Cumpliendo así las 2 rondas de 100 flexiones que hacía siempre, deteniéndose por un momento antes de cambiar nuevamente de posición. Está vez con naofumi completamente acostado sobre el suelo, llevando ambas manos justo detrás de su nuca. Con sus pies firmemente en el suelo, solo para posteriormente comenzar a levantarse de cintura para arriba. Haciendo así una abdominal para volver a recostarse en el suelo, repitiendo dicha acción una y otra vez como en el caso anterior. Aunque siendo está un poco más diferente que el anterior ejercicio, pues en el chico se podía notar como el sudor comenzaba a aparecer de forma leve.

Pues debido a todo el esfuerzo que había hecho hasta el momento, su cuerpo comenzaba a mostrar algunos signos de leve cansancio. Tales cómo el sudor antes dicho como una respiración un poco más pesada, algo que el azabache no le tomo mucha importancia por lo que continuo con su rutina. Cumpliendo así al cabo de unos minutos las 200 repeticiones de abdominales que tenía pendientes, volviendo a tomar un poco más de agua hasta dejar el termo casi a la mitad.

Decidiendo tomar un pequeño descanso tras la primera parte de su entrenamiento, sentándose sobre la banca cercana que se encontraba a un lado suya. Apoyándose por completo en aquel asiento mientras alzaba su mirada hacia el aire, observando por completo el ligero cielo azul que se encontraba a simple vista. Dejando que su cerebro no hiciera más que traer uno de sus recuerdos de hace exactamente un año.

"Carajo... Y pensar que mi yo del pasado me creería incapaz de hacer estás cosas, pero solo mira como está actualmente. Ahora he cambiado bastante a como era antes,  por lo menos me alegra que mi trato y cariño a raphtalia no haya cambiado nada..." (Naofumi)

Finalizando con dicha oración, la cabeza del oji-esmeralda no tardó en repasar numerosos recuerdos que había tenido con dicha chica. Recuerdos que iban desde los primeros días que la había conocido a recuerdos muchos más actuales, mostrando como pese a ser de diferentes tiempos. El cariño y cuidado que tenía con la semi-humana no había cambiado en lo más mínimo, mostrándose sumamente protector y cariñoso con ella sin importar nada.

Una cosa que el mismo mayor podía admitir que le solía gustar, ya que en aquel lapso de 11 años tanto el como ella se habían comenzando a apoyar mutuamente. Cosas que se mostraban más al momento en que uno de ellos tenía un mal día o se encontraban pasando por un mal momento, pues sin importar nada el otro conseguía alegrar y calmar su día como no tenían idea. Finalizando todo eso al momento en que naofumi mostró una suave sonrisa en sus labios, levantándose de una vez de la banca.

Sintiendo una increíble motivación por aquellos recuerdos, por lo que al instante el chico se paró de forma recta en su lugar. Extendiendo ambas manos hacia el frente antes de bajar por completo, haciendo así una sentadilla que no tardó en repetir con mucha más velocidad. Logrando así acabar con su misma rutina de 200 sentadillas en el lapso de unos minutos, soltando un fuerte suspiro antes de alzar su vista hacia el último ejercicio que le tocaba.

Ejercicio el cual consistía en dominadas de barra, algo que sería algo sencillo debido a las numerosas rutinas que naofumi había hecho en ellas. Si no fuera por qué está vez el azabache estaba con el objetivo de hacer 200 veces aquello pero con un solo brazo, siendo este momento la primera vez que intentaba algo así. Por lo que rápidamente el cerebro del oji-esmeralda comenzó a inundar su cabeza de dudas, las cuales iban creciendo más y más hasta que...

PAM!*

Con el fuerte sonido de un golpe, el chico había detenido aquel gran número de dudas al momento en que se dió dos fuertes golpes en las mejillas. Mostrando como estas se encontraban algo rojas debido a la fuerza que había usado, aunque sin mostrarle nada de importancia a dicha escena debido al simple motivo que tenía para hacer siempre dichos ejercicios.

"*Recuerda por qué haces esto nao, no es por tener un buen físico de mierda ni llamar la atención de varios imbéciles. Lo haces por ella, no importa cuantas veces tengas que hacer esto. Si es por poder protegerla, lo haré hasta incluso caer desmayado del cansancio...*" (Naofumi)

Habiendo revelado su motivo de entrenamiento, naofumi finalmente tomo la iniciativa y procedió a acercarse hacia dicha barilla de metal. Alzando su mano y tomando aquel ejercicio con sus manos, sintiendo al instante el frio que el metal desprendía en todo momento. Cosa que no le importa nada por lo que de forma instantánea comenzó con aquel ejercicio, subiendo y bajando de forma activa mientras dejaba toda su concentración en ello.

Mostrando como al principio el oji-esmeralda no se encontraba teniendo ningún tipo de problema, cosa que se fue desmintiendo al momento en que llegó a la subida número 100. Teniendo un poco de dificultades a la hora de seguir, por lo que naofumi quedó colgando en dicha barilla con una sola mano. Con su respiración comenzando a ser mucho más pesada que las otras veces debido al esfuerzo constante que estaba usando, provocando así que su agarre se fuera haciendo cada vez más y más débil.

Llegando al punto en dónde la fuerza era tan nula que terminaría soltando aquel objeto, cosa que no termino sucediendo al momento en que el azabache afirmó aún más su agarre. Ignorando por completo el cansancio que sentía para seguir continuando con ello, logrando completar la primera parte para después repetir lo mismo pero está vez con el brazo izquierdo. Manteniendo aquel ritmo de subida y bajada del principio, debido a la concentración que mostraba en dicha acción.

Formando así una escena que no tardó en ser vista por las primeras personas que comenzaban a llegar a dicho parque, los cuales se trataban de varios grupos de persona. En dónde podían ser vistos tanto señores mayores de edad, padres o hombres y mujeres que iban de camino al trabajo. Mostrando un leve interés ante el ejercicio que se encontraba haciendo aquel chico, debido a lo difícil que le solía resultar a la mayoría de personas que muy apenas hacían dichas actividades.

Finalizando aquella escena al momento en que naofumi completo con exito el hacer 200 repeticiones con cada brazo, mostrando como el mayor se encontraba totalmente exhausto por dicha acción. Observando cómo su cuerpo se encontraba notable sudado por todo el entrenamiento que había hecho, al igual que su cabello totalmente alborotado por el mismo sudor.

"M-mierda... Necesito tomar agua ya..." (Naofumi)

Dicho y hecho, el azabache rápidamente se acercó al termo de agua que llevaba consigo. Tomando todo el contenido de este en unos cuantos segundos, separando aquel objeto de sus labios antes de soltar otro suspiro de cansancio.

Recostando su cabeza contra el césped del parque para controlar su agitada respiración, logrando dicha acción al paso de los minutos. Por lo que tras ver que había acabado con su rutina, el oji-esmeralda finalmente se levantó del lugar donde estaba acostado. Tomando el termo vacío entre sus manos para dirigirse hacia la salida del parque, decidiendo que lo mejor sería volver a su hogar de una vez por todas.

(Mientras tanto en otro lugar)

Tras haber descansado lo suficiente, cierta tanuki no tardó en comenzar a despertarse cada vez más. Extendiendo su brazo hacia el otro lado de la cama con el objetivo de abrazar al chico, cosa que no pudo suceder debido a la ausencia de este último.

Cosa que no tardó en ser notada por raphtalia, quien rápidamente se sentó en la cama. Tallando sus ojos para no tener problemas a la hora de prestar atención a su alrededor, mirando fijamente como el lugar de la cama en dónde del azabache debería encontrarse dormido. Estaba completamente vacío, provocando así que el nombre de oji-esmeralda se escapara de forma inconsciente de sus labios.

"¿Naofumi?" (Raphtalia)

Tras mencionado dicho nombre, la semi-humana no tardó en levantarse de la cama para posteriormente dirigirse a la puerta de la habitación. Saliendo del cuarto antes de comenzar a bajar las escaleras lentamente, dándose cuenta de como este no se encontraba en la cocina haciendo el desayuno a como estaban ambos acostumbrados.

Por lo que la oji-rosa se dedico a seguir buscándolo por toda la casa, dándose cuenta tras unos minutos de búsqueda que el azabache había salido. Aunque sin irse demasiado lejos debido a que podía ver su motocicleta desde la ventana del hogar, por lo que tras confirmar aquello. Raphtalia decidió dirigirse nuevamente al cuarto para arreglar la cama, terminando a los pocos segundos.

Por lo que nuevamente decidió volver a bajar por las escaleras, pensando que lo mejor sería hacer el desayuno de una vez por todas. Dirigiéndose a la cocina para empezar con todo ello, aunque deteniéndose a medio camino al momento en que pudo escuchar como la puerta del hogar se abría. Dejando observar como el oji-esmeralda entraba antes de cerrar la puerta detrás suya, mostrándose sumamente cansado a lo que la menor no tardó en acercarse para saber de su estado.

"Ah... Finalmente volví a casa..." (Naofumi)

"Naofumi" (Raphtalia)

"¿Ah...? Oh, hey raph ¿Acabas de despertar...?" (Naofumi)

"No, fue hace un rato. Aunque no llevo mucho tiempo despierta, dejando eso de lado ¿Que paso? ¿Por qué te ves tan cansado?" (Raphtalia)

"No es nada, solo salí a hacer ejercicio. Ya sabes..." (Naofumi)

"Te ves muy agotado, ve a darte un baño para que te relajes en lo que yo hago el desayuno " (Raphtalia)

"Dame unos minutos, solo deja que me bañe y yo mismo  hago el desayuno " (Naofumi)

"Naofumi ¿Puedes hacer lo que te dije? Por favor..." (Raphtalia)

Viendo que el chico no quería darle la molestia de hacer el desayuno, la semi-humana no tardó en usar su clásico recurso para convencer al mayor. Bajando sus orejas mientras lo miraba fijamente con aquellos hermosos ojos rosados que está poseía, mirada que como era de esperarse hizo que el azabache enfrente suya cayera de forma inmediata.

Soltando un suave suspiro de derrota al igual que una leve sonrisa aparecía en su rostro, aceptando sin más opción la propuesta que la menor enfrente suya le había dado. Por lo que sin más que hacer, decidió darle a entender a la chica que seguiría la sugerencia que le había dicho.

"Okay tu ganas, iré a darme un baño ¿De acuerdo?" (Naofumi)

"¡Claro! No te preocupes por mi, prometo que tendrás un delicioso desayuno en cuanto regreses" (Raphtalia)

"Je, no dudo eso" (Naofumi)

Y tras soltar aquel último comentario, el oji-esmeralda rápidamente comenzó a dirigirse hacia las escaleras del hogar. Subiendo al segundo piso para posteriormente entrar a su habitación, abriendo el armario y tomando las nuevas prendas que este usaría.

Saliendo de dicho lugar antes de entrar al baño de una buena vez, cerrando la puerta y abriendo la llave del agua. Provocando así que la castaña pudiera escuchar de forma perfecta el sonido del chico duchandose, por lo que rápidamente comenzó con su parte de hacer el desayuno para ambos.

Decidiendo hacer esta vez un desayuno bastante simple, con la menor acercándose hacia la dirección del refrigerador. Abriendo la puerta de este para posteriormente comenzar a observar las cosas que el oji-esmeralda había comprado, haciendo que su mirada se fijará en ciertas frutas como fresas, plátanos, un frasco de mermelada y un poco de jugo de naranja.

Cosas que la semi-humana se dedico a tomar y colocar a un lado de donde se encontraba, alzando sus manos está vez para abrir una de las puertas de los cajones que estaban enfrente suya. Sacando de dicho lugar una bolsa con pan, tomando algunas rebanadas antes de colocar dicha bolsa de nuevo en su respectivo lugar.

"Bien, ya que tengo todo. Mejor comienzo de una vez" (Raphtalia)

Y tal como había dicho, raphtalia rápidamente comenzó a preparar el desayuno de ambos. Tomando un cuchillo con el cual no tardó en cortar 2 plátanos en numerosos pedazos, dejándolos a un lado para repetir aquel mismo proceso con las fresas.

Teniendo ya en menos de un minuto, una pequeña cantidad de fruta picada. La cual la chica optó por dejar en los dos platos que está había preparado, dejando eso de lado para concentrarse en las 6 rebanadas de pan que tenía a su izquierda. Tomando tres partes de dicho alimento para posteriormente sacar un cuchillo del cajón debajo suya, acercándolo con cuidado hacia la primera rebanada en dónde lentamente comenzó a cortar de forma suave. Dándole así la rápida forma de un corazón, haciendo el mismo proceso en las dos partes restantes que le quedaban. Por lo que viendo que aquello ya se encontraba listo, la tanuki dió algunos pasos hasta quedar justo al frente de la estufa del hogar. Encendiendo aquello para colocar una sartén a los pocos segundos, dejando sobre este aquellos corazones de pan que la chica había hecho hace unos momentos.

Dejando así que el olor a pan siendo tostado no tardará a esparcirse por todo el lugar, dejando un aroma más que agradable por toda la cocina. Haciendo así que raphtalia hiciera lo mismo con las otras tres rebanadas de panes que tenía consigo, dejando cómo pasó final que esta misma abriera el frasco y tomara una cuchara. Colocando aquella mermelada de fresa sobre el pan tostado que recién había preparado, por lo que al finalizar con ello. La oji-rosa decidiera dejar todo lo que había preparado sobre los dos platos que estaban a su izquierda.

Mostrando así un desayuno de pan, mermelada de fresa, plátano y fresa. Un platillo que si bien se veía bastante simple como era obvio, eso no quitaba el hecho de que lo hizo con bastante cariño para el chico del cual estaba enamorada. Optando por dejar ambos platillos sobre la mesa al igual que dos vasos de cristal, sirviendo como último el jugo de naranja para posteriormente darse media vuelta y mirar el lugar en dónde antes había cocinado. Limpiando el pequeño desastre que había hecho antes de caminar hacia su silla y sentarse, esperando así a qué el mayor llegara para desayunar junto a el. Cosa que no tardaría en suceder a los cuantos segundos de comenzar....

"Ah... Me siento mucho mejor ahora..." (Naofumi)

"Me alegra escuchar eso, adelante, siéntate. Ya está listo el desayuno" (Raphtalia)

"Si, es verdad. Bueno, veamos que tenemos aqu- oh" (Naofumi)

Tras escuchar la petición que la semi-humana le había hecho, el chico no tardó en cumplir con aquello. Acercándose hacia la mesa para posteriormente tomar su silla y sentarse, compartiendo algunas palabras con la tanuki antes de detenerse por completo.

Mirando de forma fija el desayuno que la castaña le había hecho, mostrándose con un rostro lleno de duda por su parte. Gesto que fue notado por la semi-humana quien al ver aquello, no tardó en preguntarle el causante de su expresión.

"Naofumi ¿Sucede algo?" (Raphtalia)

"No, no es nada. Es solo que... Yo no suelo comer tantas cosas dulces..."(Naofumi)

"Oh, es cierto... Perdona, lo había olvidado. Si quieres deja el platillo en la mesa, ya veré qué hacer con el..." (Raphtalia)

Con un tono de voz algo apagado, la castaña no pudo evitar mostrarse algo decaída al recordar aquel leve dato sobre el azabache. Sentimiento que era mucho más visible por el lado de sus orejas, cuales se encontraban decaídas con un leve sentimiento de tristeza. Eso sin contar el hecho de que la menor no hacia más que mirar su platillo cabizbaja, tomando pequeñas porciones de su desayuno antes de levantarse para querer tomar el platillo del chico.

Una escena que únicamente provocó que el oji-esmeralda optará por soltar un leve suspiro acompañado de una ligera sonrisa, decidiendo tomar el tenedor que se encontraba a un lado de su plato. Tomando una gran parte del desayuno que la tanuki le había hecho, decidiendo probarlo no sin antes llamar la atención de esta misma.

"Es cierto que no soy un gran fan de lo dulce, pero... Puedo hacer todas las excepciones a eso sí se trata de ti" (Naofumi)

"¿Ah?" (Raphtalia)

Y con eso aclarado, el mayor no tardo en llevarse aquella parte de su desayuno directo a su boca. Probando así aquel platillo que la tanuki le había preparado, comiendo de dicha porción de forma lenta y tranquila. Solo para finalmente tragar todo aquello de una vez, quedándose en silencio por algunos segundos antes de centrar su mirada nuevamente en la chica de pie enfrente suya.

Dejando que raphtalia fuera testigo de como aquellos ojos verde esmeralda se encontraban mirándola con su típica mirada amargada. Notando cómo la mirada del mayor cambiaba de una casi inexpresiva a una más suave, todo ello mientras una sencilla y notable sonrisa podía verse formándose en los labios de naofumi.

"Es simple, pero tu comida siempre estará deliciosa para mi raph. Gracias" (Naofumi)

"Naofumi" (Raphtalia)

Sintiéndose sumamente alegre por las palabras que había escuchado, la menor no tardó en aprovechar el hecho de estar ya de pie para acercarse con gran velocidad a la silla del mayor. Rodeando a este en un gran abrazo mientras aprovechaba la diferencia de altura para su beneficio, frotando el cabello azabache del chico con su mejilla derecha repetidas veces.

Hundiendo así en una gran muestra de cariño a naofumi, quien únicamente se dedicaba a escuchar las pequeñas risas de alegría que la chica al lado suya soltaba. Por no decir de su mirada fija en aquella cola esponjosa que poseía la semi-humana, cual se movía de un lado a otro con bastante rapidez y felicidad.

Dejando muy en claro lo mucho que a raphtalia le gustaba aquellos cumplidos y gestos por parte de su amado secreto. Dejando así una escena que duró por varios minutos hasta que el oji-esmeralda termino con su desayuno. Tomando los dos platos en los que el y la oji-rosa habían desayunado, limpiando cada uno de los platos antes de dirigirse a la sala.

Queriendo tirarse en el sofá del lugar con el único fin de descansar, ya que pese a haber terminado su entrenamiento hace ya un rato. Eso no quitaba para nada el cansancio que el azabache se encontraba presentando aún, por lo que sin tener mucho que hacer el presente únicamente se dejó caer de lleno al mueble.

"Ahhh... Hora de descansar un poco..." (Naofumi)

Y con aquellas sencillas palabras, el presente únicamente se dedico a estar recostado en el sofá de la sala por al menos un buen tiempo. Cerrando sus ojos para disfrutar aún ma de ese estado de paz y tranquilidad que se encontraba teniendo, uno que sería interrumpido al momento en que el mayor pudo notar como unos pasos se acercaban a el.

Decidiendo abrir sus ojos para observar que era el causante de aquel ruido, descubriendo que se trataba de la semi-humana. Quien tras levantarse de la mesa simplemente decidió acercarse al mismo sofá en dónde el chico se encontraba descansando, parándose enfrente suya mientras no hacia más que observar al joven adulto delante suya.

Una actitud que extraño un poco a naofumi, quien al ver que raphtalia no había hablado. Optó por romper el silencio al decir la primera palabra entre ese ambiente tan silencioso, formando así unas preguntas ante la situación que estaba teniendo ahora mismo.

"Hm ¿Que sucede raph? ¿Querías sentarte para ver la televisión?" (Naofumi)

"La verdad es que si, pero veo que estás descansando" (Raphtalia)

"¿Eh? No, no te preocupes. Deja que me levanté, puedo ir al cuarto de igual forma" (Naofumi)

"No, no hace falta que hagas eso. Quédate recostado en el sofá, solo levanta un poco la cabeza por favor" (Raphtalia)

"¿Okay?" (Naofumi)

"Tranquilo, te aseguro que podrás descansar mejor" (Raphtalia)

Sintiéndose algo confundido debido a la petición que la castaña le había hecho, el azabache rápidamente se dedico a seguir la indicación que la tanuki le había dado. Levantando su cabeza de la almohada para posteriormente estar en el aire, cosa que la menor decidió aprovechar para dar algunos pasos más hacia el sofá.

Sentándose rápidamente en el hueco que el oji-esmeralda había dejado al momento de levantar su cabeza, por lo que estando ya sentada en el mueble de la sala. La semi-humana extendió sus manos hacia el lado para tomar con suavidad las mejillas del chico, recostando su cabeza nuevamente para que procediera a descansar.

Aunque con la única diferencia en que ahora en vez de estar apoyado en una almohada, está vez el mayor se encontraba recostando su cabeza en los suaves muslos de la menor. Sintiéndose notablemente más cómodo que antes, por lo que sin darle mucha importancia a ello cerró sus ojos para descansar otra vez.

Aunque abriéndolos por segunda vez al poder sentir de forma clara, como leves caricias eran dadas por el área de su cabello. Caricias que eran dadas con todo cariño presente por las manos de raphtalia, quien pasaba sus dedos por el suave cabello de tono azabache y puntiagudo del oji-esmeralda. Ocasionando con ello que aquella agradable sensación fuera reemplazada por un leve sentimiento de vergüenza, cuál era muy bien representado en el suave sonrojo que naofumi tenía presente en sus mejillas.

"E-eh... ¿R-raphtalia?" (Naofumi)

"¿Si naofumi?" (Raphtalia)

"N-no era necesario que me dieras caricias en el cabello, c-con haberme recostado la cabeza era suficiente" (Naofumi)

"Lo sé, pero te vi muy agotado. Así que decidí hacerte sentir el doble de mejor al jugar con tu pelo" (Raphtalia)

"E-entiendo" (Naofumi)

"¿Te molesta?" (Raphtalia)

"N-no para nada, es solo que me parece algo vergonzoso" (Naofumi)

"¿Y eso por qué? Deberías estar acostumbrado a esto, sabes que me gusta consentirte mucho" (Raphtalia)

"S-si, lo sé... Pero..." (Naofumi)

"Nada de pero, dime ahora ¿Quieres que te mime o que no lo haga?" (Raphtalia)

"..." (Naofumi)

"No te escucho" (Raphtalia)

"B-bueno, entonces sigue con eso... P-puede que no me desagrada sentirme mimado..." (Naofumi)

"Jejejeje" (Raphtalia)

Habiendo escuchado perfectamente las palabras que naofumi le había dicho, raphtalia no pudo evitar soltar una pequeña risa ante la simple respuesta del mayor. Pues no era sorpresa para nadie que a la semi-humana le encantaba por completo mimar lo más que podía de cariños al oji-esmeralda.

Acciones que si bien no le molestaban para nada a este último, si que lo hacían sentirse bastante avergonzado por dichos tratos. Debido a que cada vez que la castaña le daba ese tipo de cariños, no podía evitar sentirse como si de un niño pequeño se tratara. Provocando siempre que un notable sonrojo no tardará en aparecer en su rostro, teniendo casi como única opciones en todas esas veces ocultar su rostro lo más que podía. Una acción que no sería la excepción en dicho caso, al momento en que el azabache tomo una de las almohadas del sofá.

Dirigiendo dicho objeto hacia el, en dónde con rapidez se dedico a cubrir su rostro por completo. Ocasionando así que la menor no pudiera ver su rostro, aunque no pudo evitar que esta última decidiera acercarse más a la dirección del mayor. Acercándose lo suficiente como para depositar un cariñoso beso en la cabeza de naofumi, provocando así que el chico diera un leve salto de la impresión. Solo para que segundo después de ello, una pequeña cantidad de humo saliera de la cabeza del oji-esmeralda y la cual hizo reír sin duda alguna a la oji-rosa.

Quien tras haber disfrutado de aquella escena, decidió cambiar lo que estaba haciendo para centrar su vista en la pequeña mesa al frente suya. Tomado el control de la televisión para encenderla a la vez, comenzando a buscar algo con lo cual poder matar el tiempo. Terminando así en un canal donde pasaban una película de acción, dejando dicho canal mientras centraba toda su atención en ello. Aunque sin detenerse de las constantes y suaves caricias que le daba al chico que estaba recostado encima de sus piernas. Sin contar que debido a la constante relajación que sentía el azabache, este no tardaría en caer dormido a los pocos segundos de ello...

(Una hora después)

Habiendo pasado un buen rato desde que el héroe procedió a dormir, ahora mismo podíamos observar como este abría sus ojos al instante. Soltando un leve bostezo mientras que a su vez se llevaba ambas manos hacia la dirección de su rostro, frotando sus ojos para poder aclarar su vista.

Acción que fue notada con facilidad por parte de raphtalia, quien cambio su atención de la televisión al mayor dormido en sus piernas. Viendo como este tras hacer dichas acciones se levanto de la almohada, sentándose en el sofá mientras recobrará todos sus sentidos lentamente.

"Hmmm... ¿Cuánto tiempo estuve dormido?" (Naofumi)

"No mucho, solo estuviste una hora dormido" (Raphtalia)

"Entiendo, ugh... Lo siento raph, no quería que te quedaras sentada todo este tiempo por mi culpa" (Naofumi)

"No te preocupes por eso Naofumi, no me molestó para nada. Al contrario, me da mucha alegría verte descansar tan tranquilo " (Raphtalia)

Tras mencionar aquello, la semi-humana no tardó en decir aquellas palabras al mismo tiempo en que le mostraba una dulce sonrisa al chico a un lado suya. Quien solo pudo notar como lo dicho por la menor era totalmente cierto debido al suave movimiento por parte de su cola, cual no hacia más que moverse de izquierda a derecha con un tono feliz.

"Comprendo, en ese caso. Gracias por eso" (Naofumi)

Sin tener ningún problema en agradecer por el gesto que la tanuki había hecho, el joven adulto optó por alzar su mano y dirigirla hacia la dirección de la castaña. Acariciando su cabeza suavemente como siempre solía hacer, ocasionando que la oji-rosa se dedicara únicamente a disfrutar de las caricias que eran en su cabeza dadas por naofumi.

Escena que duró unos cuantos segundos más hasta que este último decidió detenerse, levantándose del sillón para posteriormente dirigirse hacia la cocina del hogar por un vaso de agua. Bebiendo dicho líquido hasta finalmente acabar con este, soltando un leve suspiro de satisfacción al sentirse ya completamente despierto.

"*Bien, ya estoy al 100% nuevamente. Ahhh... No sé por qué termine dormido, en verdad no quería seguir durmiendo. Supongo que la opción más obvia de ello es por las caricias que me dió raphtalia en el cabello. No es que las odie, al contrario me gusta ya que me hace sentir muy relajado y todo eso. Pero no importa lo que pase siempre me siento como un niño pequeño... Seguramente eso sea por qué mi madre también solía hacer eso cuando no podía dormir. En fin, mejor dejemos ese tema a un lado...*" (Naofumi)

Finalizando con aquel pensamiento que había tenido, el oji-esmeralda no tardó en llevarse su mano derecha al bolsillo de su pantalón. Sacando de dicho lugar su teléfono el cual no tardó en encender, dándose cuenta que apenas iba a ser la una de la tarde.

Comenzando a pensar en que cosas podría hacer para seguir matando el tiempo al tener día libre, siendo su primera opción el ir a su cuarto y jugar algunos videojuegos en su computadora. Idea que no tardó en descartar al no tener mucho ánimo de ello en dicho momento, continuando con sus pensamientos hasta que la opción de salir paso por su cabeza.

Idea que rápidamente descarto al no tener muchas ganas de salir ese día, queriendo pasar su tiempo en casa con el único propósito de relajarse. Aunque dicha decidió eran por su parte, ya que este mismo no sabía bien si la semi-humana tendría la idea de salir el día de hoy. Comenzando a pensar mejor su idea anterior, aunque teniendo como resultado que una nueva idea apareciera en su cabeza al combinar esas cosas.

"Eso es! Creo que ya puede ser el momento en que pueda hacer ese plan que tenía pensado para la pelota de raphtalia, solo necesito que ella no esté en casa para que sea una sorpresa. Y creo que ya se quien podría ayudarme a ello...*" (Naofumi)

Sintiéndose completamente convencido de hacer aquella idea que había tenido, el mayor no tardo en desbloquear su teléfono al instante. Entrando a la lista de contactos en dónde se dedico a buscar un nombre en específico, algo que no tardaría en hacer debido a los leves contactos que tenía en su teléfono.

Pulsando dicho contacto en dónde se encontraba el nombre de la comadreja, a quien optó por llamar sin mucho problema. Dejando que naofumi escuchará el tono de espera por al menos unas 3 veces, finalizando al momento en que su llamada fue correspondida por dicha semi-humana.

"¿Hola?" (Rifana)

"Hola rifana, soy yo. Naofumi" (Naofumi)

"Oh, naofumi-sempai ¿Otra vez sucedió algo malo con raphtalia-chan?" (Rifana)

"No, ella está bien. Se encuentra ahora mismo en la sala viendo televisión" (Naofumi)

"Estoy feliz por ello Y dígame ¿A qué se debe su llamada?" (Rifana)

"Bueno, verás... Recientemente estuve teniendo una idea para un pequeño regalo para raphtalia. Solo que quiero que sea sorpresa y no puedo hacer eso con ella aquí" (Naofumi)

"Ya veo ¿Entonces me llamo por que quiere que mantenga a raphtalia ocupada casi todo el día de hoy en lo que usted hace eso en este día libre que tenemos?" (Rifana)

"..." (Naofumi)

"¿Hola?" (Rifana)

Habiendo entendido el por qué de la llamada por parte del chico, la peli-rosa no tardó en decir todo el plan que el oji-esmeralda había tenido de forma rápida y directa. Haciendo que este último no pudiera evitar sentirse algo horrible consigo mismo, ya que si bien no era algo malo del todo.

La forma en la que la semi-humana había dicho todo ello, provocó que sonara como si el azabache solo la hubiera llamado para usar la amistad que tenía con la tanuki como un beneficio. Quedándose unos cuantos segundos pensando sobre su plan, hasta que finalmente decidió hablar nuevamente.

"Si, tienes razón en eso... Creo que mejor pienso en otro plan, perdona si te moleste estando ocupada" (Naofumi)

"¡¿A-ah!? ¡N-no! ¡Está bien! ¡E-es solo que pensaba que eso era lo que quería que hiciera en lo que usted hace la sorpresa!" (Rifana)

"Si, eso era básicamente a lo que me refería..." (Naofumi)

"L-lo siento mucho naofumi-sempai, no quería sonar grosera" (Rifana)

"No te preocupes..." (Naofumi)

"I-ire en unos momentos, le llamaré a kiel también para ver si quiere salir con nosotras" (Rifana)

"Gracias..." (Naofumi)

"L-lo siento mucho nuevamente" (Rifana)

"No hay problema..." (Naofumi)

Y con todo ese tema aclarado de una vez, naofumi finalmente dió por terminada aquella llamada que tuvo con rifana. Guardando nuevamente su teléfono en el bolsillo de su pantalón antes de salir de la cocina, no sin antes pensar seriamente en contarle todos sus planes desde el principio a la comadreja.

Queriendo evitar en su mayoría que aquel incómodo inconveniente se repitiera nuevamente, desapareciendo dicha idea al momento en que estuvo su camino para dar media vuelta hacia el refrigerador. Abriendo la puerta por unos segundos antes de sacar dos refrescos fríos, volviendo nuevamente a la sala en dónde sin más decidió sentarse junto a la castaña.

Extendiendo el refresco que tenía en la otra mano hacia su dirección, gesto que fue notado por raphtalia cuál tomo dicha bebida antes de agradecerle al chico por ello. Abriendo ambos dicho refresco antes de comenzar a disfrutarlo mientras veían la televisión, dejando así que los minutos pasarán para que el plan del azabache comenzará de una vez.

(Algunos minutos después)

Ya había pasado un pequeño rato desde que naofumi se sentó junto a raphtalia para ver la televisión, quedándose ambos jóvenes adultos en un ambiente sumamente tranquilo en dónde el único ruido que se podía escuchar era el de la televisión en todo momento.

Mostrando como esta misma proyectaba lo que parecía ser una serie de acción, cual consistía sobre la tranquila vida de un chico el cual trabajaba en un museo sin nada interesante que ocurriera en su vida. Siguiendo aquella rutina hasta que su vida dió un giro de 180° grados al momento en que una extraña figura humanoide con la cabeza esquelética de un ave lo escogió para darle sus poderes. Aunque siendo bastante curiosa la forma, debido a que cada vez que obtenía sus poderes su personalidad cambiaba completamente.

Una serie que era vista de forma interesante por el azabache y la castaña, aunque dicho ambiente no tardaría en cambiar al momento en que las orejas de esta última se alzarán repentinamente. Cosa que llamo la atención del oji-esmeralda quien tras centrar su mirada en ella, no tardó en preguntar el por qué de dicha acción.

"¿Sucede algo?" (Naofumi)

"Acabo de escuchar un leve golpe ¿Tu no?" (Raphtalia)

"Para nada" (Naofumi)

*Pam, pam, pam*

"Parece que llaman a la puerta" (Raphtalia)

"Oh, en ese caso iré yo" (Naofumi)

Dándose cuenta de lo dicho por la menor, el mayor no tardo en levantarse del sillón con una leve sonrisa en sus labios al saber el por qué de dicho llamado. Parándose con la intención de ir y abrir la puerta, cosa que sería interrumpida por la tanuki quien no tardó en observar al chico antes de hablar con este.

"No te preocupes, ya voy yo" (Raphtalia)

Dándole aquel aviso al joven adulto, la semi-humana se levantó del sillón para segundos después ir a la puerta del hogar. Tomando la perilla de la puerta antes de abrirla por completo, llevándose una gran sorpresa al darse cuenta de que las personas que llamaban a la puerta eran nada más y nada menos que rifana y kiel.

Con la primera de estas vistiendo una simple camisa de color celeste, cuál era del mismo tono que el pantalón de mezclilla que se encontraba usando en dicho momento. Llevando colgado en su hombro izquierdo una pequeña bolsa de color negro con unos toques rojizos, finalizando así con unos zapatos de color oscuro. Eso sin mencionar del leve toque de maquillaje que se encontraba usando en dicho momento, mostrando un look bastante simple pero agradable para salir.

Dejando así que la vista de raphtalia se dirigiera a un lado de rifana para esta vez observar a kiel, notando cómo a diferencia de la comadreja. La wanui se encontraba vistiendo una camiseta sin mangas de color blanco, cual iba debajo de una corta chaqueta de cuero que llegaba hasta el área de su estómago. Llevando unos simples shorts cortos de mezclilla junto a unos tenis que combinaban el mismo color que sus anteriores prendas, sin mencionar de la pequeña gorra que se encontraba llevando y la cual tenía dos espacios exclusivos para que sus orejas salieran de esta.

"Buen día raphtalia-chan/Hola ¿Que tal raphtalia-chan" (Rifana/Kiel)

Notando cómo la castaña era quien había abierto la puerta, ambas chicas no tardaron en saludarla al momento de poder verla completamente. Mostrándose bastante tranquilas y alegres de poder ver a su mejor amiga, sentimientos que eran lo opuesto a lo que la oji-rosa se encontraba teniendo en dicho momento.

Soltando un leve grito al mismo tiempo en que llamaba a ambas debido a la sorpresa de su visita, algo que sería normal si no fuera por la apariencia en la que la tanuki se encontraba ahora. Con su cabello todo despeinado al igual que su ropa, cual seguía siendo aquella simple pijama que usaba todas las noches.

"¡¿Rifana-chan!? ¡¿Kiel-chan!?" (Raphtalia)

"Eh si, somos nosotras" (Rifana)

"Je, parece que alguien aún sigue igual a como despertó" (Kiel)

"¿Quien estaba llamando?" (Naofumi)

Habiendo escuchado con claridad los nombres que la menor había gritado, el mayor presente no tardo en caminar hacia la entrada de la casa. Colocándose a un lado de la aún avergonzada raphtalia, quien al notar su presencia no tardó en darse media vuelta antes de soltar unas leves palabras.

"¡N-naofumi! Que bien que estás aquí, quédate con ellas un momento por favor ¡Ya vuelvo!" (Raphtalia)

Y tal como lo había dicho, raphtalia rápidamente se alejo de la puerta en un solo segundo. Desapareciendo de la vista de todos en un simple parpadeo, dejando así solos a naofumi, rifana y kiel. Con ambas semi-humanas empezando a conversar sobre el plan que tenían para el día de hoy, cosa con la cual el joven adulto no tardo en seguir.

"Y bien... ¿Cuál es el plan que tiene naofumi-sempai?" (Rifana)

"Pues como te dije por teléfono, solo necesito que ambas distraigan a raphtalia. No será por mucho tiempo, con algunas 3 horas bastará" (Naofumi)

"¿Y de que la vamos a distraer exactamente?" (Kiel)

"Solo es una simple sorpresa, no es nada que me cueste más de unos minutos de hacer" (Naofumi)

"¿Solo unos minutos? ¿Entonces por qué nos pide que distraigamos a raphtalia-chan todo ese tiempo?" (Rifana)

"Más que nada para que no sospeche nada, originalmente tenía planeado que la mantuvieran ocupada mínimo una hora. Pero conociendo como es ella, estoy seguro de que no tardaría en sospechar algo" (Naofumi)

"Entiendo" (Rifana)

"¿Y que es exactamente esa sorpresa que tienes pensada para ella?" (Kiel)

"Sabes el significado de °sorpresa° ¿No...?" (Naofumi)

"Obviamente que lo sé, igualmente ¿No puedes darme una sola pista? De por sí te estoy ayudando con esto al acompañar a rifana" (Kiel)

"Kiel" (Rifana)

Dándose cuenta de la actitud que la peli-negro se encontraba teniendo, la peli-rosa no tardó en llamarla algo molesta para que dejara ese tema de lado. Algo que llegaría a conseguir si no fuera por qué el azabache únicamente se dedico a soltar un fuerte suspiro de derrota, dándose cuenta de que lo que decía la chica era verdad.

Pues si bien podía simplemente ignorarla y dejar que rifana la reprendiera, era cierto que el hecho de que estuviera junto a la peli-rosa hacia que la castaña muy seguramente no llegara a sospechar demasiado acerca de la repentina salida. Algo que si o si habría pasado en el caso en el cual rifana y raphtalia hubieran salido solas.

"Ah... Bien, pero solo te voy a dar una pista ¿Entendido?" (Naofumi)

"Claro" (Kiel)

"La sorpresa que tengo pensado para ella... Tiene que ver con un objeto que aprecia mucho" (Naofumi)

"Entiendo, si ese objeto es tan importante para ella como estás diciendo. Con gusto te ayudo a mantenerla ocupada" (Kiel)

"*Je... Si tan solo supieran que tan importante es esa pelota para ella...*" (Naofumi)

Soltando una pequeña risa ante el pensamiento que había tenido en dicho momento, el mayor no hizo más que apartar levemente su mirada de ambas semi-humanas. Observando dentro del hogar para ver si la semi-humana ya había salido de su habitación, notando cómo está aún seguía dentro por lo que se dedico a soltar un leve y corto suspiro.

Dejando así que la camiseta sin mangas que tenía no tardará en hacerse unos cuantos centímetros hacia el lado, dejando observar por completo el hombro del chico. Parte que fue vista por kiel quien al poner su mirada en dicho lugar, no pudo evitar mostrar sorpresa ante dicha acción. Sentimiento que fue más visible al momento en que está se giró hacia un lado para ver a la comadreja.

Tomándola del hombro antes de sacudirla levemente en un intento de llamar su atención, cosa que terminó provocando aunque con su mejor amiga levemente molesta ante los constantes movimientos. Sentimiento que no tardaría en ser reemplazado por confusión al ver cómo la wanui apuntaba con su dedo discretamente hacia la dirección del chico delante suya, siguiendo la dirección en la cual su dedo apuntaba.

Solo para tener la misma reacción de sorpresa al ver el hombro del azabache, pues en dicha zona se encontraba nada más y nada menos que una enorme cicatriz de lo que parecía ser una mordida que cubría por completo dicha zona. Dejando a la peli-rosa y a la peli-negro en completo silencio mientras se miraban ambas entre si, un silencio que sería rápidamente interrumpido por la tanuki.

"¡Y-ya regrese!" (Raphtalia)

Con aquel leve grito indicando su regreso, la castaña se encontraba ahora mismo deteniendo sus pasos en la sala. Mostrando como a diferencia de la última vez, está ya se encontraba en una vestimenta mucho más presentable. Una la cual el oji-esmeralda decidió observar de forma fija, notando cómo raphtalia se encontraba vistiendo ahora mismo un suéter de tono grisáceo. Cuál iba únicamente acompañado de una simple falda de tono oscuro, junto a unas medidas del mismo color que cubrían por completo sus piernas.

Una vestimenta bastante simple a decir verdad, lo cual era normal al ver cómo la semi-humana se había dirigido de forma instantánea a su habitación para cambiarse de ropa lo más rápido posible. Provocando así que sus dos amigas volvieran nuevamente a la realidad, dejando lo que estaban haciendo segundos antes para hablar con la oji-rosa.

"O-oh, perfecto. Te ves muy linda con esa vestimenta" (Rifana)

"A-ah, si. Estás realmente lista para salir" (Kiel)

"¿Eh? ¿Salir? Pensé que ambas habían venido para que estemos en mi casa" (Raphtalia)

"Bueno, al principio veníamos a eso. Pero creo que sería mejor si salimos ¿No crees?" (Rifana)

"Si, será como las otras veces que salimos ¿Que dices?" (Kiel)

"No lo sé... Es algo temprano y creo que debería arreglarme un poco más para salir..." (Raphtalia)

Mostrándose algo dudosa ante la decisión de salir, la tanuki no tardó en observar su vestimenta a la par en que sujetaba su suéter de forma suave. Teniendo dudas sobre si lo que estaba vistiendo ahora mismo era bueno para salir, pensamiento que no tardarían en ser borrados al momento en que la semi-humana pudo sentir una leve caricia en su cabeza.

Provocando así que está optará por alzar su mirada, encontrándose con la imagen del mayor quien se dedicaba a observarla con una leve sonrisa. Decidiendo hablar a los pocos segundos, al mismo tiempo en que la tomaba por la cintura.

"¿Estás bromeando? ¿Por qué estás dudando? Te ves realmente hermosa vistiendo eso, es simple pero tu lo haces ver increíble" (Naofumi)

"¿N-no te parece simple?" (Raphtalia)

"No, créeme que podría estar viendo tu dulce sonrisa por horas y jamás me cansaría de ello" (Naofumi)

Habiendo escuchado las palabras que el mayor le había dicho, la semi-humana no pudo evitar mostrar un leve sonrojo por sus mejillas ante los comentarios dados por parte de su amado. Mostrando una actitud alegre que era simplemente vista por el leve meneo que su cola se encontraba teniendo en dicho momento, eso sin contar con la vergüenza presente a la forma de hablar que tenía ahora mismo.

"E-entonces... Si a ti te gusta, n-no veo problema en usarlo para salir" (Raphtalia)

"Genial, me alegra mucho escuchar eso" (Naofumi)

"B-bueno, solo déjame tomar mi bolso para salir" (Raphtalia)

"Okay ¿Llevas dinero?" (Naofumi)

"Si, aunque no tanto como otras veces" (Raphtalia)

"Bueno, en ese caso..." (Naofumi)

Sin poder terminar con la oración que estaba a punto de decir, el azabache se alejo del marco de la puerta para posteriormente caminar hacia la dirección de la sala. Observando cómo en dicho lugar se encontraba una pequeña mesa en dónde su billetera estaba a simple vista, tomando dicho objeto antes de volver nuevamente con las tres semi-humanas.

En especial con cierta tanuki, quien únicamente se dedico a observar como el chico abría la cartera antes de tomar una leve cantidad de dinero. Dinero que simplemente fue dirigido hacia su dirección, mientras el oji-esmeralda esperaba pacientemente a que está lo tomara.

"Sería malo que no tuvieras la oportunidad de comprarte algunas cosas que quieras" (Naofumi)

"N-no, está bien. Puedes quedarte con el dinero" (Raphtalia)

"Probablemente, pero no gracias. Prefiero que tú lo uses a diferencia de mi que no voy a hacer nada en el día" (Naofumi)

"E-esta bien" (Raphtalia)

Compartiendo algunas palabras respecto a la acción de antes, la castaña no tuvo más que aceptar del dinero que el mayor enfrente suya se encontraba dándole. Tomando su bolso que se encontraba colgando en un pequeño adorno en la pared de al lado antes de abrirlo de una vez, metiendo el efectivo antes de cerrar su bolso nuevamente.

Por lo que estando ya lista para salir de una vez, raphtalia comenzó a dar algunas pasos hacia la puerta del hogar para salir junto a sus dos mejores amigas. Aunque deteniéndose en seco antes de regresar y abrazar de forma rápida a naofumi, con el cual no tardó en hablar con una leve voz.

"Otro día te devolveré el dinero, lo prometo" (Raphtalia)

"No hace falta, solo quiero que vayas y disfrutes estar con tus amigas" (Naofumi)

"Está bien, lo haré" (Raphtalia)

"Anda, ve y diviértete" (Naofumi)

Mostrando un tono de voz y comportamiento cariñoso, el azabache no tardó en aprovechar el abrazo que la castaña le había dado para responder el gesto sin mucho problema. Apegando a la menor contra su pecho por unos segundos antes de separarse lentamente de ella, dejando así que la semi-humana nuevamente continuará con su rumbo original.

Saliendo de una vez de su hogar para posteriormente abrazar de forma alegre a la comadreja y a la wanui, quienes al igual que ella se mostraban bastante alegres de estar junto a su respectiva amiga cómo casi siempre solían hacer. Decidiendo que lo mejor sería irse de una buena vez, volteando una última vez para despedirse de su amado con una dulce sonrisa.

Cosa que llamo por completo la atención de naofumi, quien al igual que ella no tardó en regalarle una leve sonrisa a aquella chica quien era lo más importante para el. Notando cómo tras eso la tanuki nuevamente miraba hacia el frente mientras comenzaba a caminar hacia la calle, dejando así que el oji-esmeralda mirara ambas chicas que iban con ella.

Quienes al notar de forma clara la mirada que el chico se encontraba dándoles, rápidamente decidieron asentir sus cabezas en una clara señal de que el plan de naofumi había comenzado. Gesto que este último también hizo, cerrando la puerta de su hogar mientras esperaba a que las tres menores se fueran lo suficientemente lejos para ir por lo planeado.

(15 minutos después, con las chicas)

Ya pasando un rato desde que las tres semi-humanas habían salido de casa de la castaña, podíamos ver justo ahora como estas se encontraban llegando justo al centro comercial. Lugar en el cual no tardaron en entrar, encontrándose con la clásica imagen de los lugares y pequeños puestos con clara diferencia de gente. Con algunos lugares teniendo muchas más personas reunidas que otros, al igual que el gran número que iban de un lado a otro por todo el centro comercial.

Con cada uno de ellos dirigiéndose para conseguir las cosas que tanto querían, una escena que también no tardaría en ser replicado por las tres semi-humanas presentes. Quienes tras haber entrado a dicho lugar, rápidamente se observaron entre si mientras comenzaban a pensar en lo primero que podrían hacer tras haber llegado a dicho lugar. Situación por la cual, cada una de ellas comenzó a dar algunas ideas sobre lo que podrían hacer

"Bien, ya que estamos aquí ¿Que les gustaría hacer?" (Raphtalia)

"Tal vez podríamos caminar y ver qué podemos comprar por ahí" (Rifana)

"Suena bien, yo estaba pensando en tal vez ir a ver alguna tienda de ropa. Así vemos que podríamos comprarnos con la paga que nos den de nuestro trabajo" (Raphtalia)

"Me gusta la idea, honestamente yo estaba planeando que comprar con la paga que nos vayan a dar del trabajo" (Rifana)

"Si, además. También puedo aprovechar y ver qué tipo de ropa podría comprarle a naofumi. Casi siempre usa ropa bastante simple, jejeje..." (Raphtalia)

"Entiendo, y bien ¿Que hay de ti kiel? ¿Que crees que te gustaría hacer junto a nosotras?" (Rifana)

"La verdad... Es que a mí no se me ocurre nada, además ya tengo algo de hambre ¿Que dicen si vamos ahora por algo de comer? " (Kiel)

"¿Ah?/..." (Raphtalia/Rifana)

Soltando aquel comentario tan despreocupado de su parte, la peli-negro no tardó en decir lo primero que había llegado a su mente. Apoyando suavemente su mano derecha en su estómago al mismo tiempo en que acariciaba dicha zona lentamente, indicando cómo la idea que tenía en dicho momento no se trataba de ninguna broma.

Provocando con ello que la castaña no pudiera soltar un leve tono de confusión, caso totalmente distinto al que tenía la peli-rosa a un lado suya. Pues tras haber escuchado de forma perfecta el comentario que la oji-azul había mencionado, no hizo más que quedarse en un completo silencio mientras veía de forma fija a kiel enfrente suya.

"¡¿Hablas en serio!? ¡¿Acabamos de llegar y ya quieres comer!?" (Rifana)

"¡Oye! ¡No es mi culpa! ¡Tu me llamaste justo al momento en que estaba por hacerme de desayunar y muy apenas pude comer algo rápido!" (Kiel)

"¡Eso-... Eso es verdad, te llamé a último momento y viniste lo más rápido que pudiste. Lo siento" (Rifana)

"Está bien, solo vayamos a comprar algo" (Kiel)

Dándose cuenta de que la wanui tenía razón con aquello que le había dicho, la comadreja no tardó en disculparse con su mejor amiga debido a la invitación que le hizo a último momento. Cosa que kiel se tomó de buena forma, por lo que decidió omitir aquella pequeña discusión para posteriormente dar media vuelta y comenzar a caminar hacia los puestos de comida.

Siendo seguida por las dos semi-humanas presentes, siendo raphtalia la que mas solía resaltar de ambas. Pues la tanuki no hacia más que observar de forma curiosa la relación de amistad que tenían ambas chicas, siendo bastante diferentes la una con la otra. Algo que podía ser notado con bastante facilidad al pasar unos minutos con ella, escena que la hizo soltar una leve sonrisa debido a que era el mismo caso que tenía la castaña con el azabache.

Tras unos leves minutos de caminata, las tres menores finalmente llegaron a la sección de comida del centro comercial. Lugar en dónde la peli-negro no tardó en dirigirse con clara alegría presente, mirando hacia todos los puestos con sumo interés. Observando platillos típicos cómo los onigiris a comida más comunes como pizza y/o hamburguesas. Aunque todo ello se vio opacado al momento en que toda su atención se fijó en un puesto específico, un lugar en dónde vendían postres dulces conocidos como crepas.

"Oh, parece que kiel-chan ya encontró que comer" (Raphtalia)

"Ah, cierto. No te lo dije pero aparte de todo tipo de comida, kiel es la fan número #1 de las crepas. Las adora por completo" (Rifana)

"No la culpo, son bastante deliciosas a decir verdad" (Raphtalia)

"Si, yo tampoco. Aunque lo suyo está a otro nivel..." (Rifana)

Casi como si fuera obra del destino, al momento de terminar de decir aquello. Kiel no tardó en volver del local con una crepa entre sus manos, una bastante normal sin duda alguna. Claro, eso sí no contamos en que el pobre platillo muy apenas podía contener la exagerada cantidad de chocolate y fresas de la que se encontraba hechas.

Algo que no pudo evitar sacarles una pequeña gota de sudor por su frente, pero decidiendo ignorar eso al momento en que la wanui nuevamente estuvo con ellas. Optando por dirigirse hacia una mesa con el fin de que pudieran descansar en lo que la peli-negra terminaba con su postre, teniendo suerte al encontrar una mesa disponible no muy lejos de ellas.

Por lo que sin más, cada una tomo una silla y se sentó alrededor de la mesa. Con la castaña observando cómo las palabras que le dijo la peli-rosa eran totalmente ciertas, pues al momento en que se encontraba comiendo la crepa. El rostro de kiel mostraba un claro sentimiento de alegría, pues aparte del leve sonrojo que se encontraba presentando en ambas mejillas. La cola de esta misma se movía como nunca antes visto, meneandose de lado a lado casi igual a como la tanuki reaccionaba cada que el chico del cual estaba enamorada le daba una muestra de cariño.

Recordando nuevamente con ello, a todas las veces que paso tiempo junto a el cuando eran niños. Una idea que no tardó en separar en partes, solo para observar a sus dos amigas presentes por un momento. Antes de preguntarles con algo de curiosidad el tiempo que estás llevaban conociéndose.

"Rifana-chan" (Raphtalia)

"¿Si raphtalia-chan?" (Rifana)

"¿Cuánto tiempo se llevan conociendo tu y kiel-chan? Me da curiosidad saberlo, ya que ambas son mejores amigas" (Raphtalia)

"Oh, pues kiel y yo nos conocemos desde hace mucho tiempo. Desde que teníamos 9 años" (Rifana)

"Wow ¿Enserio?" (Raphtalia)

"Si, la verdad es que todo empezó cuando..." (Rifana)

(10 años atrás)

Tras el gran inicio de un lindo amanecer, dónde los leves rayos de luz muy apenas se encontraban saliendo. Se podía observar una pequeña viviendo muy a lo lejos, notando cómo aquel hogar se encontraba compuesto por una feliz familia de semi-humanos. En dónde un padre de familia de cabello rosado junto a unos ojos de color azul podía ser visto, mostrando a través de los lentes que tenía.

Una mirada totalmente serena, debido al gran placer que se encontraba teniendo al haber tomado un pequeño sorbo de la taza de café que tenía. Disfrutando del ambiente silencioso que tenía su hogar, uno que no tardaría en ser interrumpido por la esposa de dicho presente. Tratándose de una joven mujer de cabello largo de un tono grisáceo, cual poseía unos hermosos y radiantes ojos de tono rojizo. Mostrando un brillo en estos casi como si se tratarán de dos hermosos rubís, dejando escuchar una voz suave al poder ver a su esposo no muy lejos de ella.

Unas características bastante peculiares a decir verdad, mostrando como ambos eran bastante diferentes entre si. Aunque manteniendo entre todo eso una cualidad que ambos compartían, siendo así su raza la cual se trataba de semi-humanos con rasgos de comadreja.

"Buenos días cariño" (M. De rifana)

"Oh, buenos días cielo" (P. De rifana)

"¿Cómo dormiste anoche?" (M. De rifana)

"Dormí bastante bien, gracias cariño ¿Quieres que te prepare un café también?" (P. De rifana)

"No gracias cielo, ahora mismo no creo que quiera tomar algo de café. Si puede ser jugo sería mejor" (M. De rifana)

"Está bien, déjame te sirvo un poco entonces" (P. De rifana)

"Gracias, yo por mientras iré a despertar a nuestra hija. Ahora vuelvo" (M. De rifana)

"Está bien, aquí las espero" (P. De rifana)

Y tal como había dicho anteriormente, la mujer presente no hizo más que dar media vuelta. Comenzando a dar una pequeña caminata de nuevo hacia arriba, entrando así a la última habitación de la izquierda que se podía ver en el pasillo. Tomando la perilla de la puerta antes de abrirla y entrar por completo en el cuarto, en dónde una pequeña niña de cabello rosado se encontraba dormida tranquilamente.

Solo para segundos después ser sacudida suavemente de un lado a otro por obra de su madre, teniendo así la intención de poder despertar a su hija única. Cosa que terminó funcionando al momento en que la pequeña comadreja empezó a despertar poco a poco, mostrando unos ojos rojizos iguales a los de su madre. Con una vista algo borrosa por lo que tras soltar un bostezo de cansancio, la pequeña presente no tardo en tallar sus ojos para mejorar la visión que tenía.

Acción que terminó resultando al cabo de los segundos, dejando así que la pequeña semi-humana pudiera ver finalmente a su respectiva madre. A la cual no tardó en mirar con alegría, antes de lanzarse a ella con sumo cariño y aprecio en un abrazo.

"Buenos días mami" (Rifana)

"Buenos días mi pequeña rifana" (M. De rifana)

"¿Cómo dormiste mami?" (Rifana)

"Je, dormí muy bien mi niña ¿Que tal tu? ¿Tuviste algún problema para dormir?" (M. De rifana)

"No, para nada" (Rifana)

"Muy bien, aunque ya es hora de que te alistes de una vez. Creo que no hace falta decir que día es hoy ¿Verdad?" (M. De rifana)

"¡Hoy es el primer día de escuela después de tanto tiempo!" (Rifana)

"Exacto linda" (M. De rifana)

"¡Ya mismo me visto con mi uniforme!" (Rifana)

Y tal como lo había dicho justo en ese momento, la pequeña semi-humana se levantó de su respectiva cama de un gran salto. Solo para posteriormente comenzar a correr hacia el closet que tenía en su habitación, sacando de este aquel uniforme escolar cual no tardó en cambiar por la pijama que tenía en dicho momento.

Escena que hizo soltar una leve risa a la mayor presente, quien tras ver el entusiasmo de su hija decidió simplemente retirarse de la habitación de la antes mencionado. Dejando que está haga todo lo que necesite en paz mientras que la madre de la familia optaba por bajar nuevamente al primer piso.

Notando al instante como encima de la mesa justo al lado de su esposo se encontraba un vaso, vaso que contenía aquel jugo que está misma le había pedido a su pareja minutos antes. Acercándose a dicho lugar para segundos después tomar y dar un sorbo a dicha bebida, soltando un leve suspiro de relajación. Mirando a su esposo presente antes de acercarse a él y darle un pequeño beso en la mejilla, agradeciendo por haberle servido aquel jugo.

"Ha... Gracias por el jugo cariño" (M. De rifana)

"No hay de que querida ¿Cómo se encuentra nuestra niña?" (P. De rifana)

"Oh, ya sabes. Emocionada por el primer día de clases que tendrá en su nuevo año" (M. De rifana)

"Je, un clásico de nuestra niña" (P. De rifana)

"Si, en fin. Iré a hacer el desayuno, regreso en un momento" (M. De rifana)

*Chu*

Sin ya nada más que hacer en dicho lugar, la madre presente no hizo más que dejar la mesa en dónde se encontraba su esposo. No sin antes darle otro beso en la mejilla antes de darse media vuelta e ir a preparar el desayuno que tendrían, dejando solo al padre de familia quien continuo su lectura con el libro que tenía en sus manos.

Leyendo de forma tranquila y pacífica hasta que el sonido de pequeñas y rápidas pisadas fueron escuchadas en dicho momento, ocasionando que toda la atención del mayor se centrará de lleno en las escaleras. En dónde una pequeña rifana ya vestida con su uniforme se encontraba bajando el último escalón que le quedaba, dirigiéndose rápidamente a la mesa y sentándose en el lugar que tenía correspondido.

"Buenos días papi" (Rifana)

"Buenos días dulzura ¿Cómo te encuentras?" (P. De rifana)

"Muy bien, estoy más que lista para ir lo más pronto a la escuela" (Rifana)

"Permíteme dudar eso mi niña" (P. De rifana)

"¿Ah?" (Rifana)

Escuchando de forma perfecta lo que su padre le había dicho, la comadreja menor rápidamente trato de entender a lo que el peli-rosa se refería. Dudas que serían resultas al momento en que un mechón de cabello cayó frente a los ojos de rifana, provocando así que la semi-humana alzará su vista hacia dicho lugar.

Notando al instante como el intento de trenza que se había hecho en su cuarto estaba totalmente desordenado, provocando un leve sentimiento de vergüenza que no tardó en presentarse en las mejillas de la niña. Mostrando un leve tono rojo mientras miraba al suelo, expresión que el mayor presente decidió borrar.

Parándose del lugar en el cual se encontraba para dirigirse con su hija, colocándose detrás de la silla de esta antes de retirar la liga de su cabello. Tomando aquella pequeña parte desordenada entre sus manos, antes de empezar lentamente a darle forma. Finalizando al momento en que pudo darle la forma que su hija quería, por lo que tras haber terminado de arreglar dicho problema. El padre de la pequeña decidió separarse de esta para posteriormente volver a sentarse en su respectiva silla, cosa que rifana también hizo.

Pasando algunos minutos hasta que finalmente la madre de familia volvió a la mesa, está vez teniendo consigo dos platillos que no tardó en dejar enfrente de su esposo y pequeña hija. Volviendo nuevamente a la cocina para tomar el tercer plato que había dejado en dicho lugar, sentándose para finalmente comenzar a disfrutar del desayuno que había preparado para su familia

(10 minutos después)

Algo de tiempo paso después de la escena anterior, ahora mismo nos encontrábamos con la familia de comadrejas caminando entre las calles de la ciudad. Con los dos mayores presentes caminando bastante separados de si, hecho debido a que ambos se encontraban tomando de la mano a la joven peli-rosa.

Quien no hacia más que caminar de forma alegre mientras sostenía las manos de sus padres, centrándose únicamente en el camino que tenía delante suya y el como podría divertirse de camino a la escuela. Evitando a su vez que rifana pudiera evitar notar las miradas que algunos humanos le daban a ella y a su familia.

Miradas que tanto padre como madre podían ver claramente, y en las cuales el asco y odio podía ser visto sin ningún tipo de problema. Cosas que la pareja de casados simplemente ignoraban debido a lo común que era para ellos ese tipo de acciones, teniendo en su mente la única idea de llevar a su pequeña hija a su escuela como habían hecho estos últimos años.

Tarea que terminaron completando tras caminar unas cuantas cuadras más, acompañando a su hija hasta la entrada de la escuela en dónde la pequeña rifana se dió media vuelta para despedirse de ambos.

"Bien, ya llegamos mi niña" (M. De rifana)

"Vendremos por ti en cuanto salgas, recuerda. No vayas a ningún lugar o le hagas caso a alguien hasta que lleguemos ¿De acuerdo?" (P. De rifana)

"Si papi" (Rifana)

"Muy bien, ya es hora de que entres a la escuela" (P. De rifana)

"Te queremos mucho cariño" (M. De rifana)

"¡Yo también los amo!" (Rifana)

Soltando un pequeño grito de felicidad, la comadreja no tardó ni un segundo en acompañar aquellas palabras con un pequeño gesto. Saltando hacia la dirección de sus padres antes de abrazarlos de forma dulce y cariñosa, gesto que no tardó en ser correspondido por los mayores antes de separarse segundos después.

Con los últimos mencionados de pie en el mismo lugar en el que estaban, observando cómo la peli-rosa se adentraba al edificio hasta finalmente desaparecer de su vista. Retirándose hacia su hogar mientras esperaban a que llegara la hora de volver a por su hija, cosa que era totalmente opuesta a la pequeña semi-humana.

Quien tras estar caminando entre los pasillos del edificio, finalmente pudo encontrar el aula en el cual estaría de ahora en adelante. Entrando de lleno al lugar en dónde justo como los otros niños de su edad, se presentó delante de la clase para segundos después sentarse en el lugar que más llamo su atención.

Iniciando así sus clases con normalidad, en dónde levemente se le fue enseñando las cosas más básicas que usarían en todo el año. Tomando notas mientras prestaba suma atención a cada palabra que decía su maestra, siguiendo así por varias horas hasta que tras vario tiempo de trabajo. Finalmente se pudo escuchar por todo el edificio el sonido de un timbre, empezando así el horario de receso.

Saliendo al pequeño patio que poseía el lugar, en dónde una gran variedad de niños podían ser vistos. Con algunos de ellos jugando algunas cosas tras haber terminado su comida, otros hablando entre si sobre los dibujos animados que les gustaban, como los juguetes o otras cosas interesantes para los demás niños de sus edad. Todo eso mientras que en una banca no muy lejana, se podía ver a la comadreja disfrutando de la comida que su madre le había preparado.

Mostrándose feliz en todo momento, teniendo un aura sumamente tranquila. Hasta que...

"Vaya, vaya ¿Que tenemos aquí?" (Niño 1)

"Oh, hola ¿Ustedes quieren ser mis amigos?" (Rifana)

"¡Ugh! ¡Claro que no! ¡Nadie quisiera ser amiga de una fea semi-humana!" (Niño 2)

"P-pero" (Rifana)

"Ay, mira su comida ¿Tu mamá te la hizo con cariño?" (Niño 3)

Paf!*

Sin esperar ni un solo segundo, y de una forma casi instantánea. El tercer niño que había aparecido junto a los otros dos se acercó a rifana, soltando un fuerte manotazo hacia el pequeño recipiente que tenía rifana entre sus manos. Provocando así que dicho objeto no tardará en caer al suelo para que después toda la comida que tenía dentro se esparciera por todo el lugar, dejando así que la semi-humana no tardará en levantarse de su lugar.

Aunque sin tener mucho éxito debido a que apenas hizo eso, los dos niños que estaban a su lado la empujaron de inmediato hacia la banca. Obligándola a sentarse otra vez antes de acercarse a ella y rodearla, extendiendo sus manos hacia la dirección de la comadreja antes de empujarla de un lado a otro mientras se burlaban de ella.

Acción que el tercer niño decidió aprovechar para tomar el jugo que rifana tenía consigo, levantando lo enfrente de su cabeza con la única intención de tirar todo el líquido encima de la comadreja. Quien a ese punto no hacia más que llorar mientras trataba de librarse de los empujes, pensando entre lágrimas que no tardarían en tirar el jugo que tenía sobre ella.

Cosa que terminaría sucediendo si no fue por qué justo en ese momento....

"¡Hey! ¡Déjenla en paz!" (???)

Con un grito sonando por todo el lugar, el grupo de niños no tardó en detenerse antes de mirar hacia la dirección en donde había provenido aquel ruido. Encontrándose de inmediato con un semi-humano de raza wanui, quien tenía el cabello corto de color blanco y negro. Acompañado de unos ojos azules que en dicho momento mostraban una mirada molesta por lo que estaba observando, cosa que al grupo de nos no pareció importarles en los más mínimo.

"¡Que te importa!" (Niño 1)

"¡Si, vete ahora sí no quieres que te molestemos a ti también!" (Niño 2)

"¡¿Estás loco!? ¡No voy a irme a ningún lado y dejar que sigan molestando a esa niña!" (???)

"¡Pues que mal por ti! ¡Solo deja que terminemos de molestarla a ella! ¡Y ya verás por qué eres un estúpido perr-" (Niño 3)

PAM!*

Sin darle tiempo de terminar con lo que estaba a punto de decir, aquel niño fue silenciado al instante en que el peli-negro se acercó a el. Dándole sin ningún tipo de problema, un fuerte golpe en el rostro que ocasionó que el tercer niño cayera de lleno al suelo. Solo para levantarse a los pocos segundos, sosteniendo su mejilla mientras que de sus ojos comenzaban a caer lágrimas por el dolor que sentía.

Una escena que fue vista por los otros dos niños, quienes tras ver eso no tardaron en salir corriendo al igual que el mocoso que había sido golpeado. Escuchándose como mientras se alejaban el tercer niño no hacia más que llorar de forma fuerte, dejando completamente solos a la comadreja y a la wanui.

Siendo este último el que rescataba en dicho momento, pues tras ver cómo la peli-rosa se encontraba aún llorando por lo que le había ocurrido. No tardó en acercarse a ella, sentándose a su lado antes de alzar su mano a su cabeza y darle unas cuantas caricias para calmarla.

"Oye, tranquila. No pasa nada, ya se fueron esos idiotas. Ya puedes dejar de llorar" (???)

"L-lo se, pero y-ya no tengo nada más que comer" (Rifana)

"Que mal... ¡Oh! ¡Espérame un minuto! ¡Ya vuelvo!" (???)

Y con eso dicho, aquel semi-humano no tardó en retirarse del lugar con una velocidad increíble. Tardando unos cuantos segundos antes de volver corriendo nuevamente hacia la misma banca en dónde se encontraba la peli-rosa, quien tras haber sido calmada por el peli-negro.

Pudo notar como este último se encontraba con un recipiente que no tardó en abrir, mostrando en el la comida que el niño tenía para ese momento. Sosteniendo lo en sus manos antes de dejarlo sobre la mesa de la banca en dónde estaban sentados.

"Te comparto de mi comida, así para que no pases hambre" (???)

"¿E-estas seguro?" (Rifana)

"Claro, es mejor a qué te quedes con hambre" (???)

"G-gracias... E-eh..." (Rifana)

"¡Oh cierto! Mi nombre es kiel" (Kiel)

"Y-yo me llamo rifana" (Rifana)

"Bien rifana, comamos de una vez antes de que se acabe el tiempo" (Kiel)

"E-esta bien, pero antes... ¿P-puedo hacerte una pregunta?" (Rifana)

"Si, dime" (Kiel)

"¿P-podemos ser amigos?" (Rifana)

"¡Claro! ¡No te preocupes por nada, seré tu amigo y te voy a defender de quien te quiera hacer daño!" (Kiel)

"G-gracias kiel" (Rifana)

Y con aquella pregunta siendo respondida sin ningún tipo de problema, tanto rifana cómo kiel se dedicaron a disfrutar de la comida que había sido traída por este último. Con la comadreja tranquilizandose poco a poco mientras hablaba con el wanui, dejando así que el tiempo del receso siguiera hasta finalmente terminar.

Volviendo nuevamente a las clases, solo para que ambos pequeños se llevarán una sorpresa al ver cómo estos estaban en el mismo aula. Aunque dicha escena no tardaría en ser interrumpida al momento en que la maestra entro al aula, mirando de forma fija al peli-negro antes de informarle que debía ir hacia la dirección del lugar debido al fuerte golpe que le había hecho a aquel niño en el tiempo libre.

Cosa que el semi-humano se dedico a hacer de forma obligatoria, saliendo del lugar para posteriormente sentarse en la sillas fuera de la oficina del director de la escuela. Dejando así sola a la peli-rosa, quien no hacia más que mirar su lugar con algo de culpa al saber que su nuevo amigo se había metido en aquel problema por su culpa. Dejando así que el tiempo pasara hasta que kiel nuevamente entro al aula, caminando de mala manera por los lugares hasta sentarse de nuevo en dónde iba.

Solo para posteriormente seguir con las clases de forma normal, dejando así que rifana aprovechara la oportunidad para ver al semi-humano antes de llamar su atención. Pidiéndole disculpas por haber hecho que lo metieran en dicho problema, cosa que el wanui no tardó en hacer a un lado. Mostrándole una sonrisa a la comadreja, mientras le decía que nada de eso importaba ya que eran amigos.

Dejando así que el tiempo no hiciera más que avanzar, justo al momento en que las clases terminaron de una vez. Observando cómo todos los niños presentes en el edificio comenzaban a salir en grandes grupos, estando en uno de ellos la comadreja y el wanui. Quienes caminando de forma tranquila, se encontraban aún conversando. Llegando a la salida de la escuela, en dónde los padres de rifana no tardaron en acercarse a ella.

"Mi niña ¿Que tal te fue en la escuela?" (M. De rifana)

"Mama" (Rifana)

Habiendo escuchado las palabras que su madre le había dicho, la pequeña peli-rosa no tardó en dirigirse a abrazar a la mayor. Gesto que la mujer presente no tardo en responder de igual forma, mostrando una escena que era vista en todo momento por el padre de rifana. Quien únicamente se dedicaba a mostrar una leve sonrisa ante la escena presente enfrente suya.

Aunque dicha expresión cambiaría al momento de notar como a unos pocos metros de ellos, se encontraba aquel chico de cabello negro y blanco. Mirando a las dos semi-humanas abrazándose con una leve sonrisa, a lo que el mayor presente decidió hablar con el menor.

"Disculpa pequeño ¿Eres amigo de mi hija?" (P. De rifana)

"¿Ah? Oh, si señor. Soy amigo de su hija, nos conocimos hoy" (Kiel)

"Oh ¿Eres el amigo de rifana? Que lindo saber eso y dime mi niña ¿Cómo conociste a tu amigo?" (M. De rifana)

"Se llama kiel mamá, y en verdad. Nos conocimos cuando..." (Rifana)

Sin terminar de finalizar con lo que estaba a punto de decir, rifana no tardó en tomar una pequeña pausa al mismo momento en que la expresión en su rostro cambiaba. Pasando de una alegre a una un poco más desanimada, comenzando a hablar tras unos segundos de duda.

Informándole a sus padres todo lo sucedido al momento en que habían salido para comer, desde el como estaba tranquila hasta el punto en dónde kiel había aparecido para ayudarla. Acabando de contar todo aquello en el lapso de unos minutos, en dónde la reacción de ambos padres era una clara imagen de lo fuertemente molestos que se sentían por lo dicho de parte de su hija.

"¡¿Cómo se atreven a molestarte el primer día de clases!? ¡Encima no solo te molestaron, si no que no te dejaron alimentarte bien!" (M. De rifana)

"¡Eso es algo que no se puede pasar por alto! ¡Ahora mismo voy a entrar y dar una queja sobre esto!" (P. De rifana)

"¡No! ¡Papá, mamá déjenlo así!" (Rifana)

Viendo el estado en el que sus padres se encontraban, la pequeña comadreja no tardó en llamar la atención de ambos. Evitando que estos se dirigiera hacia la escuela para reportar aquel suceso que había pasado el día de hoy, acción que los dos mayores vieron de forma confusa.

Aunque, decidiendo calmarse al ver cómo la expresión en el rostro de su hija les decía que no hicieran aquello. Con el padre de familia soltando un fuerte suspiro de molestia, antes de volver a su expresión de antes. Decidiendo dirigirse hacia la dirección del wanui, con el cual no tardó en dar las gracias por lo que había hecho.

"Pequeño, te agradezco mucho lo que hiciste por mi hija. Lamento mucho el problema en el que te metiste por culpa de eso, por favor déjame hablar con tus padres para explicar el malentendido" (P. De rifana)

"Oh, no se preocupe señor. Todo está bien, estoy seguro que mis padres no se enojaran conmigo si les explico por qué pasó todo esto" (Kiel)

"Entiendo, si algún día quieres ir a jugar con rifana. Eres bienvenido a nuestra casa en todo momento" (P. De rifana)

"Muchas gracias señor, me siento feliz por eso" (Kiel)

"¡Cariño! ¡Ahí estás!" (M. De kiel)

Escuchando un leve grito de alivio por todo el lugar, todos los presentes no pudieran evitar silenciarse al momento de notar la voz de una mujer. Haciendo que el peli-negro decidiera darse medida vuelta, notando cómo su madre se encontraba caminando de forma apresurada hacia su dirección antes de arrodillarse y abrazarlo.

Cosa que kiel no tardó en hacer de igual forma ante el estado de su madre, solo para darse cuenta como detrás de ella se encontraba también su padre caminando en su dirección. Soltando al igual que la mujer un suspiro de alivio al haber encontrado a su hijo. Mirando como tras unos segundos de estar abrazados, la semi-humana se separó de su hijo antes de sostener sus mejillas y regañarlo por el susto que le había dado.

"Kiel, te dije muchas veces que no te alejes de dónde estás siempre. Casi me muero del susto cuando no te vi en ningún lado" (M. De kiel)

"Lo siento mamá, no quería asustarte" (Kiel)

Dándose cuenta del estado en el que había estado su madre hace unos minutos antes, kiel no dudo en disculparse con ella ante la acción que había hecho. Dejando así que el padre del chico no hiciera más que acercarse a la familia de semi-humanos comadrejas.

Quienes únicamente observaban la escena en silencio, no queriendo interrumpir el momento que estos tenían. Pues sería algo incómodo para todos aparte de irrespetuoso por su parte.

"Muchas gracias por cuidar a nuestros hijo, lamentamos mucho si les causo algún problema" (P. De kiel)

"No, para nada. No causo ninguna molestia, es más. Es amigo de nuestra hija, así que no hay problema" (P. De rifana)

"Entiendo, es un gusto saber eso" (P. De kiel)

"Igualmente, debemos agradecerle mucho a su hijo por cuidar a nuestra hija. Por favor, no sean duros con el por lo que sucedió hoy" (M. De rifana)

"¿Ah? Kiel, cariño ¿A qué se refiere la señora?" (M. De kiel)

"Papá, mamá. Verán, lo que pasó es que..." (Kiel)

Y tras aquella pregunta por parte de la madre del wanui, el hijo de esta no tardó en contar todo lo sucedido el día de hoy. Desde como había visto a esos tres niños acercarse de forma sospechosa hacia rifana, hasta el como estos la habían molestado hasta el punto en el que el finalmente se metió para intervenir con ello.

Mencionando de igual forma el claro problema que había tenido por dicha acción, dejando así que los padres del peli-negro escucharán la historia que su hijo había tenido el día de hoy.

(Fin del flashback)

"Y tras todo eso, los padres de kiel y los míos continuaron hablando por un rato más de lo que había pasado aquel día. Ya estando de acuerdo y tras agradecerles una vez más a kiel por lo que había hecho por mi, cada uno de nosotros se fue a su hogar. Y en todo ese tiempo tanto mi familia como la de ella se hicieron amigas hasta llegar a dónde estamos ahora" (Rifana)

"Oh, tu y kiel si que llevan mucho tiempo conociéndose" (Raphtalia)

"Si, nos llevamos tan bien que nos queremos como si fuéramos hermanas" (Rifana)

"Jejejeje, me alegra mucho escuchar eso. Aunque tengo una pregunta acerca de lo que dijiste" (Raphtalia)

"¿Una pregunta? Claro, adelante" (Rifana)

"¿Por qué todos ustedes se referían a kiel como un chico? ¿Que no es una chica?" (Raphtalia)

"Oh, bueno. Verás, lo que sucede es que desde que era niña. Kiel siempre pensó que el era un chico ya que no le gustaban mucho las cosas que a ellas les gustaban, por lo que viendo que tenía gustos similares a los chicos. No tardó en creer que era uno, aparte que de pequeños no podías distinguirlo muy bien de ambos" (Rifana)

"Eso es muy curioso ¿Y como es que te diste cuenta de que eras una chica kiel-chan?" (Raphtalia)

Tras haber escuchado la respuesta que la comadreja le había dado, la tanuki no tardó en hacer una nueva pregunta. Pero está vez dirigiendo su mirada hacia la wanui, quien tras haberse acabado su crepa hace ya unos minutos atrás. Había prestado suma atención ante la historia que su mejor amiga había dicho, recordando cada detalle a la perfección.

Volviendo a la realidad al ver cómo raphtalia tenía duda ante su descubrimiento, por lo que sin tener ningún problema. Kiel decidió hacer su silla un poco hacia atrás, mostrando una mirada simple antes de sacar sus manos de sus bolsillos y llevarlas por encima de su estómago. Tomando sus dos pechos por la parte inferior, antes de levantarlos con rapidez ocasionando un pequeño rebote en estos debido a su gran tamaño.

"Fácil, me di cuenta que era una chica gracias a estas cosas que no paran de crecer" (Kiel)

"E-entiendo, por cierto kiel-chan. Creo que deberías soltar tus senos de una vez... "(Raphtalia)

"¿Ah? Lo siento ¿Te incomode por eso?" (Kiel)

"No, para nada. Es solo que no deberías de hacer eso, ya sabes... Por las miradas que te van a dar algunos chicos" (Raphtalia)

Dándole aquel pequeño aviso a kiel por su parte, raphtalia no hizo nada más que permanecer en silencio mientras se dedicaba a cambiar su mirada de la peli-negra. Centrando una simple y leve mirada hacia la peli-rosa que se encontraba a un lado de ambas, con la comadreja estando en completo silencio mientras su mirada no hacia más que mantenerse fija en el busto de su mejor amiga.

Desprendiendo una gran y aterradora aura de celos que no paraba de crecer cada vez más, todo debido a la gran diferencia que ambas mejores amigas tenían físicamente. Una situación cliché que perfectamente podría pasar en cualquier anime o manga existente.

Por lo que entendiendo a que podía llegar todo lo que se encontraba ocurriendo en dicho momento, la tanuki optó por cambiar de tema en un instante. Mirando a la wanui antes de decirle de forma directa la primera pregunta que cruzó por su mente.

"Y dime kiel ¿Cuál es tu tipo de chicos?" (Raphtalia)

"¿Eh? ¿Mi tipo? Raphtalia-chan, sabes que no me interesa mucho el tema romántico ¿Verdad?" (Kiel)

"Lo sé, lo sé. Es solo que sería bueno escucharlo, quiero saber más cosas de tí" (Raphtalia)

"Bueno... Si tanto te interesa ese tema, lo diré" (Kiel)

"Gracias" (Raphtalia)

"Hm... Honestamente ningún chico hasta ahora me llama la atención, pero si en ese caso pasará... Lo primero es que sea alguien en quien pueda confiar y que sea cariñoso. Aunque sin excederse, me empalaga demasiado ese tipo de cosas..." (Kiel)

"Entiendo, tu continúa" (Raphtalia)

"También puede ser alguien que sepa cocinar, ya que soy bastante mala para eso honestamente y también me gustaría probar las cosas deliciosas que el prepare. Aún cuando ya hice prácticas antes, también sería bueno tener a alguien con quién poder hacer ejercicio. Y bueno... Puede que no lo admita pero... T-tambien puede que m gusten los chicos que son un poco serios y tienen un aspecto algo rebelde... " (Kiel)

"Lo siento, naofumi ya es mío" (Raphtalia)

Habiendo escuchado en silencio lo que kiel había dicho, raphtalia no pudo evitar pasar de un estado tranquilo y atento a uno sumamente serio e incluso amenazante al momento en que dichas descripciones encajaron a la perfección con el chico del cual estaba enamorada. Unas emociones que se vieron aún más gracias a la tétrica aura que emanaba del cuerpo de la castaña.

Dejando una tensión en el ambiente que ambas semi-humanas que estaban con ella lograron notar, mirándose entre si por un instante antes de que la wanui decidiera hablar nuevamente para calmar la situación.

"H-hey, tranquila. No me interesa para nada naofumi-kun, y menos aún sabiendo lo mucho que significa para ti" (Kiel)

"S-si, kiel jamás haría algo que dañará a algún amigo o amiga. Ella jamás podría hacer algo así" (Rifana)

"Maldita sea... Lo siento mucho, de verdad lo siento" (Raphtalia)

Notando las palabras que tanto kiel cómo rifana le habían dicho, raphtalia no tardó en eliminar aquel estado en el cual se encontraba hace unos segundos. Cubriendo su rostro con ayuda de sus manos antes de apoyarse de lleno en la mesa, mostrando como su cola se encontraba decaída mientras que en las pocas partes visibles de su cara se podía ver un fuerte sonrojo de pena por todo lo sucedido.

Cosa que llamó por completo la atención de las dos semi-humanas presentes, quienes al ver el rápido cambio en la actitud de la tanuki decidieron interrumpir el leve silencio que se había hecho presente. Siendo la comadreja la que tomo la primera palabra.

"Esto...¿Raphtalia -chan?" (Rifana)

"¿S-si...?" (Raphtalia)

"No se si estaría bien preguntar esto debido a lo que acaba de ocurrir, pero... ¿Podemos saber por qué reaccionaste de esa forma?" (Rifana)

Notando la pregunta que la peli-rosa le había hecho, la castaña siguió ocultando su rostro en sus manos por unos cuantos segundos. Solo para que al momento decidiera tomar una gran cantidad de aire antes de levantar la vista de una vez, notando cómo aquel sonrojo de pena se podía notar a simple vista.

Siendo tan notorio dicho estado que tanto kiel cómo rifana podían adivinar el pensamiento que raphtalia tenía en dicho momento, el cual era el deseo de que la tierra se la tragara de una vez. Cosa que para su mala suerte no sucedería y por lo cual decido contestar a la pregunta hecha por una de sus mejores amigas.

"S-se que puede sonar muy estúpido, y seguro que lo es. Pero... No puedo evitarlo, es algo que me sale cada vez que escucho a una chica refiriéndose a naofumi" (Raphtalia)

"¿Eh?" (Rifana)

"¿Por qué?" (Kiel)

"N-no lo sé, es solo que después del cambio que tuvo desde el año anterior. Me preocupa el tipo de chica que se acerque a el, desconozco que es lo que esa chica de pelo rojo le hizo en el pasado para que reaccione así cuando la ve. Pero no quiero imaginar que tan grave fue eso como para que aquel tierno y lindo naofumi que conocía desapareciera. Y si algo así llegará a pasar de nuevo, no sabria que hacer. ¿Q-que tal si el llegará a hacerse más daño que la última vez? Puede que se hizo daño en la mano por qué fue lo primero que vio, pero si estuviera en otro lugar que tal si el..." (Raphtalia)

Con un tono de voz lleno de preocupación, la tanuki no tardó en hablar con un tono de preocupación al imaginarse que dicha escena volviera a pasar. Dejando así que su tono pasará de preocupación a miedo con la simple idea de imaginar que el azabache pudiera hacerse mucho más daño que la anterior vez.

Gesto que demostró al momento en que la castaña simplemente se abrazo a si misma de forma leve, escena que fue vista por las dos semi-humanas presentes. Rompiendo aquel leve silencio presente mientras posaban una de sus manos en el hombro de raphtalia, llamando la atención de esta última.

"Hey, tranquila. Te aseguramos que ese momento no volverá a pasar jamás" (Rifana)

"Si, entendemos que estés preocupada por eso. Pero no tendrías que estarlo, a diferencia de esa última vez. El te tiene a ti, y tú jamás dejarías que algo así volviera a pasar" (Kiel)

Viendo que sus amigas tenían razón respecto a aquello último, la castaña no tardó en soltarse de aquel abrazo propio que se estaba dando a si misma.  Comenzando mejor a olvidar aquellas ideas que tanto la preocupaban, soltando un largo y gran suspiro mientras su rostro iba retomando su expresión tranquila.

Quedándose en unos pocos segundos de silencio, cuáles decidió finalizar al momento en que tomo las manos de la peli-negra y la peli-rosa. Solo para observarlas posteriormente y dar una leve sonrisa.

"Tienen razón, gracias rifana-chan, kiel-chan. Es bueno saber que aparte de naofumi y su familia, también puedo contar con ustedes" (Raphtalia)

"No te preocupes, somos tus amigas después de todo" (Rifana)

"Es verdad, tu tranquila. No dudes en que te ayudaremos si pasa algo" (Kiel)

"Eso jamás podría negarlo, ustedes siempre me ayudan... ~Tanto como lo hizo el aquel día~" (Raphtalia)

Mostrando la confianza que tenía ens sus amigas, la voz de raphtalia no hizo más que mostrar un tono lleno de gratitud. Tono que finalmente bajo lo suficiente como para que las últimas palabras que la castaña habían dicho se escucharán como un leve susurro, susurro que tanto kiel cómo rifana pudieron escuchar.

"¿Desde ese día?" (Kiel/Rifana)

"Oh... Parece que si me llegaron a escuchar sobre eso, je. Bueno, ya que ustedes me contaron el tipo de chicos que les gustan. Supongo que yo podría hacer lo mismo" (Raphtalia)

"¿Ah?" (Kiel)

"¿Pero que no tu tipo de chico es naofumi-sempai?" (Rifana)

"Lo es, naofumi es el tipo de chico que me gusta. Pero el amor que siento por el, no solo nació así de la nada. El lo hizo curiosamente sin darse cuenta..." (Raphtalia)

(Flashback) (4 años atrás)

Un nuevo día había comenzado, el cantar de los pájaros no tardó en ser escuchado al momento en que estos fueron bañados por los suaves rayos de luz que el sol les proporcionaba. Estando dichos animales sobre las ramas de varios árboles presentes, los cuales se encontraban en un vecindario. Mostrando el sin fin de casas que había a simple vista, resaltando una en concreto al ser el hogar de cierta tanuki y azabache.

Con el último antes mencionado siendo despertado por la voz de su madre, quien estando en el piso inferior de la casa se propuso a decir el nombre de su hijo mayor. Quien tras escuchar los llamados de su madre no tardó en despertar de aquel sueño en el cual estaba, sentándose sobre la cama mientras un largo bostezo se hacia presente a su vez en que se estiraba de forma leve para despertarse aún más rápido.

Rascando su nuca mientras su vista comenzaba a aclararse cada vez más y más. Hasta estar lo suficientemente despierto para levantarse de su cama, dando algunos pasos hacia la puerta de su habitación. Saliendo de está para atender los llamados que su madre le hacía.

"Mamá, está bien. Ya desperté" (Naofumi)

"Está bien cariño, recuerda que tienes que despertar a raphtalia" (M. De naofumi)

"Lo sé, lo sé. Justo estaba por hacerlo" (Naofumi)

"Bien, los estaré esperando con el desayuno" (M. De naofumi)

Aclarando todo aquello de una vez, la madre del oji-esmeralda procedió a retirarse hacia la cocina para poder seguir haciendo el desayuno de ambos adolecentes. Por lo que aprovechando que ya se encontraban fuera de su habitación, el azabache dió algunos cuantos pasos hacia el frente antes de encontrarse con una puerta de madera enfrente suya. 

Llevando su mano al instante hacia la perilla de la puerta antes de abrirla lentamente, entrando a lo que era la habitación de la semi-humana de cabellos castaños. Quien ahora mismo podía ser vista durmiendo tranquilamente sobre su cama, mostrando una expresión de tranquilidad. Una tranquilidad que el mayor presente decidió acabar al acercarse a ella y comenzar a sacudirla de lado a lado suavemente.

"Raph, despierta raph" (Naofumi)

Llamando su atención con una voz calmada, naofumi tuvo éxito en su encargo de despertar a raphtalia. Quien tras aquellas pequeñas sacudidas comenzó a despertar de una vez, abriendo aquellos hermosos ojos rosados que está poseía . Dejando que dicho tono no tardará en cruzar miradas con aquel par de esmeraldas que la veía en silencio.

Sentándose en su cama para posteriormente comenzar a frotar sus ojos delicadamente una y otra vez, recobrando su vista de forma rápida. Antes de mirar nuevamente al chico humano que se encontraba a su costado, mostrando una expresión alegre apenas lo vio. Alegría que se vio representada al instante en que sus orejas se alzaron al instante, mientras su cola se movía de un lado a otro.

"¡Buenos días nii-san!" (Raphtalia)

"Buenos días raph" (Naofumi)

"¿La sra. Iwatani ya está haciendo el desayuno?" (Raphtalia)

"Si, mi madre justo está en ello. Me dijo que nos cambiemos y arreglemos en lo que ella termina con todo" (Naofumi)

"Oh, está bien. Ahora salgo" (Raphtalia)

"Okay, yo también iré a cambiarme al uniforme. Te veo en unos minutos" (Naofumi)

"Si" (Raphtalia)

Y sin nada más que hacer ya en dicho lugar, el joven naofumi procedió a retirarse del lugar no sin antes extender su mano hacia el frente. Dándole unas leves caricias en la cabeza a raphtalia, quien no hizo más que sonreír por dicho gesto antes de ver cómo el mayor se retiraba de una vez. Cerrando la puerta y dejándola nuevamente sola en su habitación.

Dejando que la semi-humana se levantará de su cama de una buena vez, procediendo a dar algunos pasos hasta llegar al armario que tenía al lado de su cama. Abriendo la puerta de dicho mueble antes de sacar su uniforme de secundaria, el cual no tardó en ponerse apenas se quitó su pijama.

Por lo que estando ya lista en el tema de vestimenta, la tanuki sin más decidió recoger el desastre que era  actualmente su cama. Tomando su manta antes de comenzar a doblarla unas cuantas veces hasta tener todo acomodado, dejando dicho objeto sobre la cama totalmente impecable.

"Bien, ya está todo. Ya puedo ir a arreglarme con tranquilidad" (Raphtalia)

Y tal como había dicho, la castaña finalmente salió de su habitación. Girando hacia la derecha para dirigirse directamente hacia el baño del segundo piso, deteniéndose enfrente del espejo en el que podía ver con claridad su reflejo. Bajando la mirada para abrir uno de los cajones debajo del lavamanos, sacando de dicho lugar un perfume que no tardó en colocarse en partes superiores del cuerpo.

Desprendiendo un agradable y dulce olor a canela que podía ser notado fácilmente, justo como el caso del azabache detrás suya. Quien tras haber terminado de cambiarse se dirigió al baño para mojarse un poco el rostro, encontrándose con la imagen de la oji-rosa arreglándose para el día de su escuela secundaria.

"¿Empezarás a usar tu perfume con olor a canela?" (Naofumi)

"Si, huele tan bien que supuse que sería una buena idea usarlo" (Raphtalia)

"Bueno, no te equivocas. Es un olor agradable" (Naofumi)

"Y que lo digas, aunque aún me falta maquillarme y peinarme para estar lista" (Raphtalia)

"Ya veo, tu maquíllate de una vez. Yo te ayudaré con el tema de tu pelo" (Naofumi)

"No tienes que hacerlo, puedes ocuparte de las cosas que tú necesites" (Raphtalia)

"Nah, prefiero ayudarte" (Naofumi)

"Gracias nii-san "(Raphtalia)

"No hay de que raph" (Naofumi)

Dándole a entender que no tenía ningún problema en ayudarla, naofumi se acercó hacia la dirección en la que se encontraba raphtalia. Sacando un pequeño cepillo del cajón ya abierto, solo para pararse detrás de la semi-humana y tomar la mayoría de su cabello con su mano izquierda. Mirando con una sonrisa el hermoso cabello castaño que la menor tenía, al cual no tardó en dar varias suaves pasadas con el peine.

Dando unas 3 cepilladas antes de cambiar de mechon y repetir el mismo proceso una y otra vez. Pasando de un ligero cabello desordenado a uno mucho más presentable y hermoso, cual iba tomando la forma del característico cabello en el cual siempre se le podía ver a la oji-rosa.

"Listo, ya terminé" (Naofumi)

"Te quedó muy bien" (Raphtalia)

"Lo sé, no por nada cuando éramos niños mi madre me pedía que te ayudará siempre con tu cabello" (Naofumi)

"Lo sé nii-san, lo sé. Siempre me has cuidado cuando era niña" (Raphtalia)

"Bueno, ya que acabaste con tus cosas. Sería una buena idea ir con mi madre antes de que se nos haga más tarde" (Naofumi)

"Cierto, vamos de una vez" (Raphtalia)

Y ya sin nada más que hacer en el piso de arriba, tanto el mayor como la menor finalmente decidieron bajar del segundo piso del hogar. Entrando directamente en la cocina en dónde no tardaron en ver a la madre del azabache, quien fue recibida en menos de un segundo por un abrazo por parte de raphtalia.

"Buenos días señora Iwatani (Raphtalia)

"Oh, buenos días cariño ¿Que tal dormiste?" (M. De naofumi)

"Dormí muy bien ¿Que hay de usted?" (Raphtalia)

"También descanse apropiadamente" (M. De naofumi)

"¿Sabe dónde está el señor Iwatani y Glenn? No los ví cuando bajamos" (Raphtalia)

"Verás mi niña, mi esposo ya se fue a trabajar. Hoy tenía su turno temprano y aprovecho el camino en ir a dejar a glenn. Así que solo estamos nosotros tres está mañana" (M. De naofumi)

"Entiendo" (Raphtalia)

"Bueno, ya vayan a sentarse. Necesitan desayunar que si no se les va a hacer tarde para ir a la secundaria" (M. De naofumi)

"Si mamá/ si sra. Iwatani" (Naofumi/Raphtalia)

Y tal como la mayor les había dicho, ambos jóvenes procedieron a sentarse en sus respectivos lugares de la mesa. Solo para que la mayor presente se acercará a ambos con sus desayunos ya listos para consumir, cosa que naofumi y raphtalia hicieron. Terminando todo antes de levantarse y dirigirse hacia la puerta del hogar, tomando sus mochilas para retirarse de una vez por todas.

Aunque deteniéndose al instante de escuchar la voz de la madre del oji-esmeralda, quien no tardó en llamar al azabache y a la castaña por sus nombres. En especial a esta última, debido a que con las prisas que tenían en el momento, la tanuki estuvo a punto de olvidar cierto objeto que debía llevar consigo.

"Cariño, espera un momento. Estás olvidando tu espada bokken" (M. De naofumi)

"¡Ah! ¡Es verdad! ¡Muchas gracias sra. Iwatani" (Raphtalia)

Dándose cuenta de que era verdad lo que decía la mayor, la oji-rosa no tardó en darse media vuelta. Estando dispuesta a subir hacia su habitación de nuevo para ir por dicho objeto, aunque llevándose una sorpresa al ver cómo la madre del chico se acercaba a ella mientras llevaba dicho objeto en manos. Llevándolo hacia la dirección de la semi-humana, quien contempló su espada de madera.

"¡Muchas gracias sra. Iwatani!" (Raphtalia)

"No hay de que, ahora vayan de una vez" (m. De naofumi)

"Si, adiós mamá/¡Adiós!" (Naofumi/Raphtalia)

Y habiéndose despedido ya finalmente, ambos adolecentes salieron por la puerta del hogar de forma instantánea.  Por lo que estando ya ambos en la calle, simplemente optaron por mirarse a la vez. Todo para terminar corriendo de igual forma que antes, alejándose cada vez más y más del hogar del azabache hasta desaparecer de la vista de cualquiera.

Dejando así que ambos chicos siguieran el camino que siempre hacían todos los días, en dónde algunas personas no podían evitar fijar sus miradas en ellos debido al hecho de apresurados que se veían a simple vista. Aunque entendido todo al ver las ropas escolares que llevaban.

Cómo era de esperarse, los minutos fueron pasando como era costumbre. Observando cómo tras el sufrimiento de antes, tanto naofumi cómo raphtalia habían logrado llegar a tiempo. Deteniéndose apenas cruzaron la entrada principal, dejando ver cómo la castaña se encontraba con una respiración medianamente cansada y ligeras gotas de sudor que bajaban de su frente.

"Ufff... Menos mal ya llegamos ¿No lo crees nii-san?" (Raphtalia)

"..." (Naofumi)

"¿Nii-san?" (Raphtalia)

Sintiéndose extraña debido a no haber tenido una respuesta por parte del chico, la tanuki no hizo más que cambiar su mirada hacia su lado derecho. Entendiendo al instante el por qué de la nula respuesta por parte del chico que iba junto a ella, pues tal como se podía esperar por la situación.

El pobre chico de ojos esmeralda se encontraba totalmente exhausto. Con una de sus manos apoyada directamente en su pecho, tomando grandes cantidades de aire mientras el sudor recorría la mayor parte de su rostro y algunas otras partes de su cuerpo. Pues a diferencia de raphtalia que tenía entrenamientos y asistía a clases de esgrima. Naofumi no tenía ningún otro pasatiempo más que jugar videojuegos y leer alguno mangas.

Teniendo como resultado, el poseer una condición física bastante mala a comparación de la que poseía raphtalia. Siendo estal última la primera en actuar, tomando la botella de agua que tenía el chico en su mochila. Pasándole la botella con líquido al chico, quien no tardó en abrirla y beber rápidamente por unos segundos antes de soltar un fuer suspiro.

"~Ha....~ G-gracias raphtalia" (Naofumi)

"Te dije que tienes que hacer algo de ejercicio, tu cuerpo te lo agradecería en ocasiones como estás" (Raphtalia)

"N-no hace falta, lo de hoy solo fue un pequeño descuido. Solo eso" (Naofumi)

"Parece que nunca vas a cambiar... Anda, ven. Déjame limpiarte" (Raphtalia)

Y tal como lo había pedido, el oji-esmeralda no tardó en acercarse hacia la dirección de la oji-rosa. Quien viendo como el mayor se encontraba enfrente suya, llevo una de sus manos hacia uno de los bolsillos delanteros de su mochila. Sacando de el, un pañuelo que simplemente uso sobre el rostro de naofumi.

Tomando y limpiando con tranquilidad  el rostro del chico, limpiando aquel rastro de sudor hasta dejarlo mucho mejor. Por lo que terminada la acción, la tanuki tiro aquel pañuelo en el bote de basura más cercano. Volviendo nuevamente con naofumi para llevar sus manos estás vez a su cabello, cual comenzó a peinar tranquilamente hasta dejar listo aquel cabello de puntas que tanto lo caracterizaba. Mostrando a naofumi en una apariencia mucho más presentable a como se veía hace unos cuantos minutos.

"Listo, ya estás como nuevo otra vez" (Raphtalia)

"Gracias raphtalia" (Naofumi)

"No te preocupes nii-san, ahora ya estás igual de lindo que siempre" (Raphtalia)

"N-no digas esas cosas por favor" (Naofumi)

Habiendo escuchado de forma perfecta el elogio que la semi-humana le había dicho, el chico no dudo en cambiar la expresión que se encontraba teniendo en dicho momento. Pasando de un rostro cansado a uno que expresaba vergüenza extrema, con casi todo su rostro cubierto de un notable sonrojo

Sonrojo que el mayor intentaba ocultar torpemente desviando la mirada, pero siendo una acción tan obvia que no hacia más que resaltar su pena ya presente. Ocasionando que la menor a su lado no tardará en reír, debido a lo fácil que el oji-esmeralda solía ponerse de dicho modo con algunas palabras.

"Jeje, ya no importa eso. Entremos mejor de una vez, no quiero que se le haga tarde a alguno de nosotros" (Raphtalia)

"E-esta bien" (Naofumi)

Y ya sabiendo que las clases no tardarían en comenzar, ambos jóvenes adolecentes procedieron a entrar directamente al edificio. Despidiéndose apenas cruzaron las puertas, separándose cada uno hacia su respectiva aula en dónde sin más el resto del día fue pasando tranquilamente.

(Horas después)

Con el sonido del timbre finalizando de una vez el horario escolar, todos los alumnos presentes comenzaron a salir de sus respectivas aulas. Caminando por los pasillos de dicho lugar hasta la salida, con algunos estudiantes saliendo solos, en grupos o incluso en parejas en dirección a sus hogares para descansar de todo lo visto el día de hoy.

Siendo el mismo caso de la pareja actualmente vista, la cual tras terminar las clases. No dudaron en ir directamente al hogar del azabache, con este último caminando de forma tranquila mientras hablaba a su vez con la castaña a su lado. Quien se mostraba sumamente alegre debido a las prácticas que había tenido en esgrima.

"Oh ¿Así que ganaste varios duelos está vez?" (Naofumi)

"¡Si! El día de hoy nos enseñaron nuevos movimientos con el bokken, al principio se nos complicó un poco. Pero luego empezamos a entenderlo ¡Gracias a eso pude ganar bastante!" (Raphtalia)

"Vaya... Tu si que eres una persona genial raphtalia, no solo eres buena en la escuela. Si no que también en la esgrima, yo por otro lado solo soy bueno en los videojuegos" (Naofumi)

"Nii-san, no digas eso. Tu también eres bastante genial, eres muy listo. Además de que sabes muchas cosas de videojuegos y eres muy bueno en ellos, tanto que yo ni siquiera a día de hoy te puedo ganar. Tienes muchas cosas buenas" (Raphtalia)

"Je, tienes razón. No falta mucho para llegar a nuestra casa ¿Que opinas si te compro algún chocolate después? Se que te gustan much- ¿Raphtalia?" (Naofumi)

Sin haber podido terminar con lo que estabas punto de decir, naofumi no tardó en detenerse al momento en que pudo sentir como una mano tomaba su brazo con fuerza. Haciendo que este cambiará su vista hacia la persona que había hecho dicha acción, encontrándose rápidamente con raphtalia.

Esperando encontrar su clásica sonrisa y dulce actitud de siempre, pero llevándose una sorpresa al ver cómo está se encontraba totalmente quieta. Con sus orejas y cola erizadas por completo, aunque lo más resaltante de ella era la expresión de sumo terror que invadía su rostro. Mostrando un rostro pálido al mismo tiempo en que dejaba escuchar su agitada respiración.

Aunque, lo que más llamaba su atención eran aquellos rosados ojos que ella poseía. Pues no hacían más que mostrar terror puro, sentimiento que se veía expresado fácilmente con el constante temblor que tenía su cuerpo. Por lo que estando preocupado, el mayor no hizo más que cambiar su vista hacia el punto en dónde la semi-humana veía. Y ahí en ese momento, fue cuando el entendido todo...

"N-no... E-es igual a esos... E-ellos los tenían... M-mis padres" (Raphtalia)

Justo enfrente de ambos jóvenes adolescentes, se encontraba nada más y nada menos que un perro de pelaje de un tono oscuro. Mucho más grande en tamaño a comparación de otros perros, mostrando como en sus ojos no había nadamás que agresividad. Cosa la cual se podía ver aún más gracias a que el animal se encontraba con la boca abierta, dejando a simple vista la gran hilera de dientes filosos que tenía.

Escena que no tardó en hacer reaccionar al azabache, quien sabiendo lo que podría pasar. No tardó en actuar, moviéndose de forma lenta a su vez en que bajaba el tono de su voz lo más que podía. Evitando hacer enojar más al animal que tenía delante suyo, cosa que no tardaría en informarle a la castaña detrás suya con una voz nerviosa.

"R-raphtalia, escúchame bien. E-evita hacer algún movimiento brusco y sobre todo, n-no sueltes ningún grit-" (Naofumi)

"No... No...¡¡¡Noooo!!!" (Raphtalia)

*¡¡¡Graaghhh!!*

Y así con un fuerte rígido de su parte, aquel enorme perro no tardó en correr de forma instantánea hacia la dirección de ambos. Provocando así que naofumi diera media vuelta apenas pudo, comenzando a prepararse para correr de una vez e intentar subir a un lugar lo suficientemente alto para mantenerse a salvó junto a raphtalia.

Pero deteniéndose al ver cómo está última se encontraba simplemente petrificada, con su respiración aún más agitada y sus ojos llenos de puro miedo.

"¡Raphtalia tenemos que correr de una vez! ¡Reacciona!" (Naofumi)

"..." (Raphtalia)

"¡Raphtalia!" (Naofumi)

Dándose cuenta de que el perro ya se encontraba a pocos centímetros de ambos, el oji-esmeralda no hizo más que empujar lo más fuerte que pudo a la oji-rosa. Haciendo que está cayera de espalda a unos pocos metros de dónde se encontraban, acción que el mayor decidió aprovechar para esquivar el ataque del animal.

Quien únicamente dió un mordisco al aire, fallando con su ataque y centrando toda su atención en la niña enfrente suya. Estando dispuesto a atacarla, sin contar de que sería recibido por el fuerte golpe de un objeto proveniente de detrás suya. Haciendo al animal cambiar su atención, centrándose nuevamente en el azabache el cual le había arrojado la botella casi vacía de agua que tenía consigo.

Provocando con dicha acción que toda la atención del perro se centrará únicamente en naofumi, quien puedo notar como el animal nuevamente corría hacia el con la intención de atacarlo. Lanzándose hacia el frente mientras preparaba su mandíbula para lanzar un fuerte mordisco, intentando conectar dicho ataque con alguna parte del cuerpo de naofumi.

Cosa que no logro debido a que el chico dió un rápido paso hacia atrás, evitando por centímetros que los dientes del perro llegarán hacia el. Aunque provocando también que con dicho movimiento este perdiera el equilibrio y cayera de espaldas al suelo.

"¡U-ugh! (*¡M-maldita sea! ¡Eso estuvo cerca! ¡¿Que hago!? ¡¿Que hago!? ¡Este perro no es como los que se suelen acercar a mi! ¡Ni siquiera los perros más peligrosos que ví me llegaron a atacar!*)" (Naofumi)

*¡¡¡Graaghhh!!*

Estando perdido en sus pensamientos para ver cómo podría salir de dicha situación, aunque saliendo al instante en que pudo escuchar nuevamente el rugido del perro enfrente suya. Notando cómo el animal se encontraba enfrente suya, caminando de forma lenta hacia el.

Mostrando en todo momento un aura intimidante, lo suficiente como para hacer que el oji-esmeralda sintiera miedo cosa que se vio reforzada gracias al escalofrío que recorrió todo su cuerpo. Por lo que sabiendo todo lo malo que podría pasar, naofumi simplemente comenzó a arrastrarse de espaldas de forma lenta.

Intentando mantener su distancia con el perro, aunque sin tener éxito debido al verlo acercarse cada vez más y más a él. Llegando a un punto en dónde el azabache había retrocedido tanto hasta el punto en que su brazo termino encima de la mochila de la castaña. Notando cómo a su lado, se encontraba aquella espada bokken de madera.

*¡¡¡Graaghhh!!*

Y con un nuevo rugido de su parte, aquel enorme perro de pelaje negro se lanzó por completo hacía el chico caído enfrente suya. Abriendo su mandíbula mientras se preparaba para dar aquella mordida, sin esperarse que gracias a esos pocos segundos de antes. El oji-esmeralda tomara aquella espada de madera que se encontraba al lado suya, tomándola entre sus manos antes de colocarla de forma horizontal enfrente suya.

Provocando con ello que la mordida del animal quedará a una corta distancia de el y el chico, quien este último aplicaba toda la fuerza que tenía en el agarre de la espada para evitar ser alcanzado por dicho ataque. Notando de forma fácil cómo pese a la rápida acción, naofumi se encontraba teniendo grandes problemas en el momento.

Pues gracias a su estado físico sumado al peso del perro, hacían que el azabache tuviera que aplicar demasiada fuerza para protegerse.  Aunque perdiendo lentamente la distancia gracias a la gran fuerza del animal encima suya, dejando que el chico entrara por completo en pánico al notar como aquella mandíbula se acerca más y más a él.

"¡R-raphtalia! ¡Raphtalia! ¡Por favor empieza a hacer algo!" (Naofumi)

Soltando aquel grito de su parte, naofumi simplemente cambio su vista hacia la semi-humana detrás suya. Teniendo la esperanza de ver cómo está se encontraba acercándose hacia el para ayudarlo, esperanza que se esfumó por completo al notar como la castaña aún seguía de rodillas enfrente suya.

Completamente asustada y sin indicios de querer actuar por el miedo que tenía, haciendo entender al azabache el como toda la situación podría acabar si el perro llegaba a alcanzarla a ella. Por lo que aún con todo el terror y pánico que se veía reflejado en sus ojos, decidió hacer escuchar nuevamente su voz.

"¡Raphtalia! ¡Escúchame! ¡Ya no quiero que me ayudes! ¡Ahora mismo solo quiero que te vayas de una vez! ¡No quiero que este perro te lastime! Así que por favor... ¡Lárgate ya de una vez por todas!" (Naofumi)

"M-mamá... Papá... Tengo miedo... Vengan por favor... Los necesito" (Raphtalia)

Mostrando como todo su miedo se había apoderado de ella por completo, la tanuki finalmente no pudo más con el miedo y optó por cerrar sus ojos. Llamando posteriormente a sus padres una y otra vez, queriendo desesperadamente que estos vinieran a su rescate para más nunca volverse a encontrar con aquel animal.

Pues sin poder evitarlo, aquella imagen del perro no podía salir de su cabeza por tantas veces que lo intentará.  Siendo seguida de la imagen de sus padres diciéndole que no hiciera nada más que correr y no mirar atrás, recordando aquel horrible día de su vida en el que sus padres habían muerto. Haciendo que gracias a ello sus ojos comenzarán a mostrar signos de querer llorar, aunque todo eso se detuvo al instante en que sus orejas pudieron escuchar un simple pero grave sonido.

*¡Crack...!*

"¿N-naofum-..." (Raphtalia)

Y al instante de querer hablar, la menor sería interrumpida al instante en que una pequeña pieza de madera cayera justo enfrente suya. Por lo que teniendo duda de ello no tardó en tomar dicho objeto entre sus manos, notando cómo dicho pedazo de madera se trataba de parte de su espada bokken.

Confundiendo a raphtalia aún más de lo que ya estaba en dicho momento, por lo que únicamente alzó su mirada para ver al frente suya. Encontrándose sin más, con una imagen que sin saberlo... La horrorizaria por completo incluso en su futuro...

"¡¡¡Ahhhhhhhh!!!" (Naofumi)

"¡¡Naofumi!!" (Raphtalia)

Con un fuerte grito lleno de terror, la tanuki había vuelto a la realidad solo para encontrarse con la horrible imagen de aquel enorme perro estando encima de naofumi. Habiendo logrado llegar a el después de varios intentos fallidos, logrando así que el chico gritara de dolor al sentir como los dientes del animal habían atravesado su hombro.

Dando una mordida con tanta fuerza que la sangre salió disparada apenas se produjo la herida, manchando el sueño debajo suya más y más con paso del tiempo. Mostrando una escena bastante tetrica, pues lo único que se podía escuchar a aparte de los gritos del dolor del azabache. Era la pesada y lenta respiración de la castaña, quien debido al miedo le costaba respirar.

Pero quedaría más horrorizada cuando después de la mordida antes hecha, el perro comenzaría a mover su boca hacia los lados. Provocando con eso que gracias a la fuerza en la mordida, el cuerpo de naofumi fuera movido de lado a lado como si de un simple trapo se tratara. Abriendo aún más la herida pues los chorros de sangre y los gritos se harían más fuertes.

Pero aún con todo el miedo que sentía en el momento y con su cuerpo temblando de miedo, la semi-humana quiso atreverse a dar un paso adelante para intentar hacer algo. Deteniéndose al instante en el cual el mayor extendió su otro brazo en dirección de la menor.

"¡¡No!! ¡¡No vengas!!" (Naofumi)

"¡Pero naof-" (Raphtalia)

"¡¡Pero nada!! ¡¡La casa no está muy lejos de aquí, olvídate de las cosas y ve con mi madre!!" (Naofumi)

"N-no... Y-yo no voy a dejarte aqu-" (Raphtalia)

"¡¿Y que harás!? ¡¿Vas a pelear!? ¡¡Te conozco, ví lo asustada que estabas hace unos segundos!! ¡¡No podrás hacer nada, así que por favor mejor vete!!" (Naofumi)

"N-naof-" (Raphtalia)

Dándose cuenta que pese a los gritos de advertencia que este le daba, la oji-rosa no hacia más que mantenerse en el mismo lugar de siempre. El oji- esmeralda simplemente se rindió de todo aquello, mirando de forma fija a la semi-humana que se encontraba a unos cuantos metros de el.

Cambiando el rostro de preocupación que el tenía segundos antes, a uno más tranquilo. Pues aún pese a todo el dolor que sentía por la mordida que estaba presente en su hombro, naofumi se dedicó a mostrar una simple sonrisa llena de calidez.

"Raphtalia, por favor... Solo corre y no mires atras" (Naofumi)

"No... ¡No! ¡¡Noooo!!" (Raphtalia)

Aún con su cuerpo siendo consumido enteramente por el miedo, la castaña finalmente reaccionó tras haber escuchado aquellas últimas palabras por parte del azabache. Tomando con sus manos la pieza de madera que hace instantes atrás había caído enfrente suya. Y estando finalmente de pie, la tanuki no tardó en correr hacia la dirección de aquel peligroso perro y el chico que años atrás la había salvado.

Aprovechando la oportunidad para ladear el trozo de madera hacia su izquierda, para posteriormente dar un fuerte golpe hacia el rostro de aquel animal. Mostrando tal fuerza que logro hacer que el animal retrocediera a la par en que abría su mandíbula, dejando escapar por su parte un fuerte chillido de dolor mientras daba unos pasos hacia atrás.

Mostrando como finalmente el mayor había sido soltado por fin de la mordida, sintiendo un dolor aún mayor que antes pero sintiéndose aliviado al ver que era libre de nuevo. Aunque dicho alivio no duraría más que unos segundos, pues apenas pudo liberarse de aquel sufrimiento. Pudo ver cómo el perro nuevamente corría hacia la dirección en la que estaba, pero con su mirada totalmente fija en la chica detrás suya quien estaba aún de pie.

*¡¡¡Graaghhh!!*

Con un nuevo ladrido de ultratumba por su parte, el perro de ojos rojizos no dudo más y se lanzó hacia la dirección de la chica una vez más con la intención de atacarla. Sin esperarse que aún con su grave herida, el oji-esmeralda optará por levantarse una vez más. Empujando a la oji-rosa hacia un lado mientras el ocupaba su lugar, recibiendo nuevamente aquella mordedura en el mismo hombro.

Salpicando así la sangre una vez más por los alrededores, con el sonido de la carne siendo desgarrada pero con la diferencia de que está vez no hubo ningún grito de dolor. Pues aún cuando su propia sangre había cubierto parte de su cara y una expresión de dolor era presente, aquellos ojos esmeralda que el tenía mostraban un brillo casi único está vez.

Pues este brillo no se debía a la felicidad que le había causado el ser salvado, ni mucho menos por demostrar ser alguien genial. Si no que era un brillo que sin importar nada mostraba únicamente determinación. Una determinación que solo aumento por las palabras que el dirá a continuación.

"Hace 8 años... Encontré a una niña detrás de un árbol cuando solamente iba a jugar como todos los días. Sabía que estaba sola en ese momento, por lo que no tarde en pedirles a mis padres si podía quedarse con nosotros. Desde ese día en adelante, no hice más que preocuparme por ella hasta el día de hoy. Y es por eso que yo... ¡¡Yo pienso cumplir mi promesa de cuidarla en todo momento!!" (Naofumi)

Y con eso dicho, el azabache simplemente se dedicó a aplicar fuerza en sus pies. Quedándose completamente quieto en aquel lugar mientras usaba su hombro como un escudo, evitando que el animal pasará para lastimar a la castaña detrás suya. Quien aprovechando la oportunidad que el mayor le había dado, no tardó en lanzarse una vez más hacia la dirección del perro.

Tomando el pedazo de madera con fuerza antes de mandar una fuerte estocada hacia el perro, logrando impactar e incluso incrustar varias estacas de madera en el muslo del animal. Quien sin poder soportar el dolor soltó el hombro del chico para caer sobre sus patas al suelo, soltando numerosos chillidos de dolor mientras se alejaba rápidamente del lugar.

Dejando nada más que a la castaña, quien veía todo eso en un gran silencio. Silencio que rápidamente acabaría al momento en que pudo escuchar la  débil voz de naofumi detrás suya.

"R-raphtalia... ¿Estás bie-" (Naofumi)

*¡Pam!*

Y con un seco sonido de golpe, el azabache cayó al suelo totalmente inconsciente por el cansancio y la gran perdida de sangre que había tenido. Pues aún después de haberse desmayado, el hombro del chico continuaba sangrando sin parar debido a toda la piel que había perdido en dicha zona. Dejando nada más que pudiera verse parte del rojizo interior de su brazo.

"¡¡Naofumi!!" (Raphtalia)

Presenciando  la escena delante suya, la tanuki no tardó en soltar un grito lleno de terror y preocupación. Corriendo hasta la dirección del chico antes de detenerse y arrodillarse a un lado suya, tomándolo cuidadosamente antes de apoyarlo directamente sobre sus piernas.

Mirando parte de su uniforme antes de tomarlo con sus manos y arrancar un gran pedazo de la tela de dicha prenda. Usando aquella venda improvisada para colocarla encima del hombro del azabache y así tratar de detener su sangrado. Mirando fijamente el rostro inconsciente de naofumi, notando cómo su cara se encontraba manchada en gran parte por la propia sangre que había salpicado de su herida.

Mostrando aquel líquido al cual no tardo en sumarse pequeñas gotas que comenzaban a caer repetidamente. Tratándose de las propias lágrimas que caían de los ojos de raphtalia, quien sabiendo que todo lo que había pasado era su culpa. No tardó en comenzar a soltar en llanto apenas las cosas se calmaron.

"¡¡Naofumi!! ¡Lo siento! ¡¡lo siento mucho!! ¡¡Fue mi culpa, fue mi culpa el que ese perro te hubiera mordido!! ¡Perdón! ¡¡Si tan solo no hubiera tenido miedo, nada de esto hubiera pasado!! ¡¡Por favor despierta!!" (Raphtalia)

Con fuertes gritos provenientes desde lo más profundo de su alma, la castaña no tardó en darse cuenta en cómo la tela que se encontraba usando para detener el sangrado iba siendo bañada por la sangre del azabache. Cambiando aquel reluciente blanco por un rojo bastante notorio, un color que no tardó en cubrir las manos de la semi-humana.

Por lo que habiendo perdido finalmente la esperanza, la oji-rosa no tardó en alzar su vista hacia el lugar en el que se encontraban. Escuchando como a lo lejos, las voces de varias personas, como de los autos podían notarse fácilmente. Por lo que sin importarle nada más que el bienestar del mayor, grito lo más fuerte que pudo aun si eso significaba que dañará su garganta.

"¡¡¡Por favor!!! ¡¡Que alguien venga, necesito ayuda!! ¡¡No me importa si es un semi-humano o un humano!! ¡¡Se los suplico, ayuda me por favor!! ¡¡Llamen a un hospital!! ¡¡Háganlo por favor!!" (Raphtalia)

Con sus gritos siendo escuchados por todo el alrededor, varias personas no tardaron en acercarse rápidamente hacia la dirección en dónde la tanuki se encontraba. Encontrándose rápidamente con la escena de ella abrazando al chico con nada más que lágrimas en sus ojos, con su uniforme siendo manchado por la sangre al igual que la calle.

Mostrando un ambiente tan tenso que ni siquiera alguien podría respirar de forma tranquila, con un sin fin de voces a los alrededores. Hasta que entre todas las personas que se encontraban acercándose a ella, un señor de aproximadamente unos 30 años se detuvo al momento de estar a un lado de los dos adolecentes. Sacando su celular de su bolsillo antes de iniciar una llamada al instante, dejando que las personas tratarán únicamente de consolar a raphtalia.

Quien aún con sus ojos llorosos, abrazaba con fuerza el cuerpo inconsciente de naofumi. Temblando una vez más de miedo, al solo imaginarse el paso de sus días sin el chico que la había salvado hace varios años atrás.

"Naofumi... Por favor... No me dejes sola..." (Raphtalia)

[Fin del flashback]

"Después de eso... Una ambulancia por fin llegó al cabo de unos minutos, ellos nos subieron a mi y a naofumi, y nos llevaron al hospital de forma instantánea. Unos 10 minutos después sus padres y hermano llegaron, y yo me lance a abrazarlos mientras ellos me consolaban aún cuando soltaban lágrimas por la noticia de naofumi. Las horas fueron pasando y al cabo de un día el doctor salió a decirnos que podíamos ir a verlo. Cuando escuché la noticia, no pude evitar correr hacia su habitación. Y cuando lo ví... Yo... Simplemente lo abrace y llore nuevamente en su pecho. Después de ese día, empeze a quererlo aún más como un hermano mayor. Después iniciamos la preparatoria y ese cariño se volvió admiración. Y solo unos años después esa admiración se convirtió en amor y yo... Yo me enamore de el" (Raphtalia)

Admitiendo finalmente la razón de su gran amor por el chico, la tanuki no hizo nada más que llevarse ambas manos hacia la dirección de su pecho. Sintiendo perfectamente como su corazón había cambiado de un simple ritmo tranquilo a uno más acelerado, acompañado así de un suave y dulce sonrojo que no tardó en cubrir las mejillas de raphtalia.

Mostrando una vez más el gran amor que la oji-rosa sentía por el oji-esmeralda, pues el solo hecho de pensar en el. Provocaba que su cuerpo no hiciera más que reaccionar de forma dulce y amorosa por el.

Dejando así una revelación que hizo que ambas semi-humanas que iban con ella, no tardarán en abrir sus ojos con sorpresa para luego sonreír alegremente. Al darse cuenta de la verdadera razón por la cual, su mejor amiga tenía dichos sentimientos por el chico de actitud malhumorada.

"Esa fue una historia bastante linda raphtalia-chan, ahora entiendo por qué amas a naofumi-sempai con tanta locura" (Rifana)

"Si, incluso yo admito que si bien fue algo sorprendente al principio. Fue una historia muy dulce e importante para que la compartieras con nosotras" (Kiel)

"Tenía que hacerlo, a fin de cuentas. Ustedes son mis mejores amigas" (Raphtalia)

"Y tú eres la nuestra, no lo dudes" (Rifana)

"¡Si! ¡Ahora no dudes en que te voy a ayudar el doble! ¡No! ¡El triple! En que termines junto a ese malhumorado" (Kiel)

"Gracias a ambas" (Raphtalia)

"No hay de que, ahora... ¿Que tal si dices y seguimos aprovechando el día libre? Tal vez encontremos algo que te guste" (Rifana)

"¡Exacto! ¡Aún nos quedan varias horas antes de que se haga de noche! ¡Vamos a seguir divirtiéndonos!" (Kiel)

Y tal como la comadreja como la wanui habían propuesto, ambas amigas no dudaron en levantarse junto a la tanuki de la mesa en la que se encontraban. Dirigiéndose nuevamente hacia el lugar de las compras, dónde lo único que podía escucharse aparte de las numerosas voces de las personas presentes. Era el sonido de las risas que dichas semi-humanas soltaban al simplemente querer pasar un día de diversión...

(Con naofumi)

Habiendo pasado ya un buen rato desde que la tanuki había salido junto a la comadreja y la wanui. El chico no tardó en retirarse en su motocicleta segundos después estás se retiraron por completo del lugar, en este preciso momento se podía ver al azabache en una tienda de muebles.

Caminando de forma algo apresurada dentro del local debido a que no quería perder mucho tiempo por si la semi-humana llegaba a volver. Una idea que no tendría mucho sentido, pues aún viendo la inmensa cantidad de muebles como los precios de estos.

Hacían que la sorpresa que este quería hacer se viera más reducida ya que si bien no tenía problema en gastar dinero, tampoco quería hacer un gasto tan grande por lo que le podría decir raphtalia. Por lo que sabiendo eso, el oji-esmeralda no tardó en soltar un leve suspiro de cansancio. Dejando así un gesto que sería notado por una trabajadora del edificio, quien no tardó en acercarse al chico para ayudarlo.

"Hola, muy buenos días ¿Puedo ayudarlo en algo?" (Trabajadora)

"¿Ah? Oh, buenos días" (Naofumi)

"Disculpe que me acercara de repente, pero es que pude notar que se encuentra con algo de prisa ¿Está buscando algo en específico?" (Trabajadora)

"Bueno, ahora que lo menciona... Estoy buscando un mueble sencillo para usar como decoración para algo simple pero especial. De preferencia algo pequeño y que sea fácil de ver, y si es algo no tan caro me vendría bien" (Naofumi)

"Hmm... Pues tenemos varios muebles que encajan con esa descripción... Pero si quiere algo simple y pequeño que llame la atención. Le recomendaría una repisa flotante para alguna pared de su hogar" (Trabajadora)

"¿Una repisa? La verdad suena bien. Compraré una en ese caso" (Naofumi)

"Oh, genial. Venga conmigo, le enseñaré las repisas que tenemos disponibles" (Trabajadora)

"Si, gracias" (Naofumi)

"No hay de que" (Trabajadora)

Y con su idea ya más clara en su mente, el azabache simplemente se dedicó en agradecer por la recomendación que le habían hecho. Siguiendo a la trabajadora que le había ayudado para ver los muebles que podría comprar, aunque teniendo una idea de cómo mejorar aún más la sorpresa a lo cual no tardo en preguntar.

"Disculpe ¿También venden cuadros para fotos?" (Naofumi)

Finalizando con aquellas palabras por su parte, el oji-esmeralda finalmente fue llevado a la sección en dónde se encontraban todas las repisas disponibles. Mirando todas las opciones por unos segundos antes de elegir la que más le gustó, pagando por esta no sin antes también comprar un par de marcos para fotos con ello.

Saliendo finalmente de la tienda con una bolsa que no tardó en colocar en su motocicleta, colocándose sus protecciones para momentos después subirse a esta y salir del estacionamiento. Alejándose lentamente de la zona, por lo que estando ya a una distancia bastante considerable aprovecho para usar su teléfono.

Llamando a su madre y contándole todo sobre la idea que había tenido, idea en la cual está no tardó en ayudarle. Por lo que aprovechando que se encontraba cerca de la casa de sus padres, el oji-esmeralda decidió pararse delante de su antiguo hogar

Bajando de su motocicleta por un segundo para acercarse hacia la puerta, llamando a esta y siendo recibido por su madre. Quien viendo que su hijo ya se encontraba delante suya, no tardó en darle un pequeño sobre con lo que su hijo le había pedido. Con este último agradeciéndole a su madre por la ayuda antes de abrazarla y despedirse de ella. Subiendo a su motocicleta otra vez y dirigiéndose finalmente hacia su hogar.

(5 minutos después)

Llegando a su hogar en un pequeño lapso de tiempo, naofumi no tardó en estacionar su motocicleta como siempre Solía hacer. Sacándose todas las protecciones antes de tomar la bolsa y entrar por fin a la casa que compartía con la tanuki.

Subiendo las escaleras para dejar la bolsa sobre la cama, volviendo a la sala para posteriormente dirigirse hacia la zona donde se encontraba la secadora y la lavadora. Abriendo una pequeña puerta de madera de dónde saco una caja de herramientas, retirándose del lugar para subir nuevamente hacia el piso de arriba.

Entrando una vez más a la habitación donde dormían, por lo que estando ya totalmente listo. El chico saco algunas herramientas a la par en que sacaba la caja del mueble, abriendo la y sacando las pocas piezas de la repisa. Colocándola en el lugar exacto dónde más llamaría la atención dentro de la habitación, llevándole unos cuantos minutos debido a que si bien no había tardado prácticamente nada con ello. Aún así, decidió hacer unas pequeñas pruebas para saber si se encontraba totalmente bien. Terminando al cabo de unos minutos.

"Bien, ya la repisa no se caerá. Ahora, veamos debajo de la cama..." (Naofumi)

Ya teniendo la repisa totalmente bien, naofumi simplemente decidió guardar de una vez las herramientas que había usado. Dando medida vuelta para ver a la dirección de la cama, acercándose a dicho lugar para posteriormente arrodillarse y extender su mano debajo de esta. Sacando sin más una caja de color negro que este conocía bastante bien, pues al abrirla el oji-esmeralda pudo notar al instante como dentro se encontraba aquella pelota que le había comprado a la semi-humana hace varios años atrás.

Dándole un recuerdo que sin duda alguna logro sacarle una pequeña sonrisa, por lo que sin más. El chico decidió tomar dicha pelota y dejarla encima de la cama, tomando el sobre que su madre le había dado cuando regresaba de la tienda de muebles. Abriendo el objeto sin mayor problema  y sacando su contenido, el cual se trataba de varias fotos que se habían tomado hace tiempo

Imágenes que variaban tanto en situaciones como en tiempo, pues había varias de naofumi y raphtalia cuando eran niños, así como fotos actuales de ellos dos solos e incluso en dónde se e encontraban junto a la familia del azabache. Mirando todas hasta que tras un minuto de dudas, el mayor las eligió y decidió colocarlas en los marcos de foto que había comprado  junto al mueble. Dejándolas sobre la repisa, volviendo a la cama para tomar la pelota y colocarla en un pequeño lugar de la repisa hecha especialmente para el objeto.

"*Ah... Ya está, aunque ahora que lo pienso... Es bastante simple... ¡Mierda! se veía mucho mejor en mi mente! Okay, no pasa nada naofumi. Puedes mejorarlo, solo necesito algunas cosas más y ya estaría. Pero primero, dejemos las cosas en su lugar*" (Naofumi)

Y con ese pensamiento por su parte, el azabache se dedicó a recoger todo lo que se encontraba encima de la cama. Tomando la gran mayoría entre sus brazos para posteriormente dejar casi todo dentro de la bolsa, decidiendo que lo mejor sería tomar la caja y ponerla nuevamente bajo la cama por si la tanuki llegaba a ocuparla en algún futuro, decidiendo cerrarla para hacer dicha acción.

Pero justo antes de que pudiera hacerlo, los ojos esmeralda del chico pudieron ver cómo aparte de la pelota. Dentro de la caja se podían ver varios trozos pequeños del objeto en una de las esquinas, siendo obviamente piezas reemplazadas debido al gran mantenimiento que tenía raphtalia con aquel juguete.

Trozos que naofumi no pudo evitar mirar con curiosidad, dándose cuenta del gran tiempo y las numerosas veces que la semi-humana debido haber hecho eso hasta el día de hoy. Una idea que lo hacía tenerle mucho más cariño, por lo que sin ya nada más que hacer de momento. Naofumi volvió a la realidad y decidió dejar la caja negra sobre la cama, retirándose para guardar y/o tirar la basura que ya no necesitaría más.

Dando leves pasos hacia la puerta de la habitación, pero deteniéndose al instante en que pudo notar como en una de las paredes de al lado. Se encontraba colgando un pequeño collar que el chico uso por un tiempo, por lo que teniendo una idea en mente. Naofumi nuevamente volvió a retroceder hacia la cama, tomando en menos de un segundo la caja negra para posteriormente llevarse también el collar. Saliendo rápidamente del cuarto, para dirigirse hacia el piso de abajo...

(Una hora después)

*Click*

Con un leve sonido recorriendo todo el lugar, se podía observar como una puerta de madera se encontraba abriéndose. Tratándose de nadie más que raphtalia, quien tras haberse despedido de sus mejores amigas optó por regresar a su hogar para descansar.  Entrando en este para posteriormente cerrar la puerta, quitándose sus zapatos y dejándolos a un lado de la entrada.

Estando dispuesta a ir a la sala y sentarse en un sillón para ver la televisión, pero siendo sorprendida al momento en que el sonido de varias pisadas de encontraba acercándose hacia su dirección. Provocando así que la oji-rosa cambiará su mirada hacia el lugar en donde provenía el ruido, encontrándose con la sorpresa de que se trataba de nada más y nada menos que de naofumi.

Quien apenas escucho como esta había vuelto, rápidamente se dirigió hacia la entrada del hogar. Encontrándose frente a la semi-humana, a la cual no tardo en acercarse y recibirla con un simple pero alegre abrazo. Gesto que como era de esperarse, llamo la atención de la tanuki quien con una leve risa no tardó en preguntar en el por qué de dicha acción.

"Bienvenida raph" (Naofumi)

"Jejeje ¿Soy yo o te noto más feliz de lo habitual?" (Raphtalia)

"Je ¿Tanto se nota?" (Naofumi)

"Ay, por favor. Sería muy tonto de mi parte no darme cuenta, te conozco tan bien. Que es obvio que para estar así, puede que me tengas preparado algo" (Raphtalia)

"Pues, para que mentirte. Si tengo algo preparado, así que como ya me descubriste mejor veámoslo" (Naofumi)

"Jejeje, tonto" (Raphtalia)

Y con aquella pequeña plática, naofumi no hizo nada más que tomar suavemente la mano de raphtalia. Solo para posteriormente comenzar a caminar ambos hacia las escaleras del hogar, subiendo hacia el segundo piso de este dónde siguieron hasta terminar enfrente de la habitación que compartían. Deteniéndose por un momento antes de que naofumi simplemente tomara un poco de aire. Soltando un leve suspiro antes de finalmente abrirá la puerta del cuarto, entrando el mayor junto a la menor al mismo tiempo. Haciendo que está última notará al instante la repisa que se encontraba en la pared delante de la cama, hecho por el cual no tardo en acercarse hasta estar delante para verlo mejor.


Notando cómo en el centro de dicha repisa, se encontraba aquella pelota que tanto aprecio le tenía al ser el primer regalo que el mayor le había dado. Pero eso en sí no era lo que más restaba de la sorpresa, si no que al rededor de la pelota. Se encontraban varias fotos en dónde aparecía ella junto a los miembros de la familia iwatani, todas y cada una mostrando diferentes etapas de su vida que había pasado junto a ellos.

Tales como simples momentos de su día a día, como otros más especiales que se trataban de vacaciones o pequeños viajes que hacían. Aunque  de todas las fotos que se encontraban, había dos que resaltaban sobre todas las demás. Siendo la primera una en dónde se encontraban ella y el azabache, con este último pasando uno de sus brazos por los hombros de la semi-humana. Apegandola a él mientras que con su otra mano apuntaba hacia ella, remarcando con una sonrisa orgullosa el premio que la menor tenía entre sus manos junto a su espada bokken. Mostrando ambos objetos a la cámara con una sonrisa de oreja a oreja. Un recuerdo bastante bonito a decir verdad, pero que no se compara a en nada a la segunda foto. Pues está era la más sencilla  de todas, pero no por eso era menos especial. Ya que se trataba de una simple imagen de toda la familia del oji-esmeralda junto a la oji-rosa ya de adolecentes. Con la última mencionada estando en medio de todos, siendo rodeada de un gran abrazo grupal acompañado de una enorme sonrisa por cada uno.

Una foto que significaba mucho para ella, pues era gracias a ellos era que podía disfrutar de la grandiosa vida que tenía a día de hoy. Eso sin contar que al rededor de ese marco en específico, se encontraba dibujado un corazón con una sola frase.

"No importa si no eres nuestra hija o hermana, estes dónde estés y pase lo que pase. Siempre te amaremos y serás parte de nuestra familia"

Aún con sus ojos mostrando claras señales de querer soltar unas cuantas lágrimas, la sonrisa en el rostro de raphtalia no hizo más que aumentar más y más debido a todo lo antes visto. Pues aún sabiendo lo mucho que la familia de naofumi la querían tanto como este mismo, no podía evitar emocionarse por cosas como estás.

Emoción que sin saberlo solo aumentaría más al momento en que el mayor tocó su hombro, llamando la atención de la menor quien apenas pudo voltear. Noto como el oji-esmeralda había extendido su mano delante suya, dándole un pequeño collar en forma de corazón de tono naranja que no tardó en abrir.

Demostrando como dentro de dicho accesorio se encontraba la misma foto de todos abrazándola, pero mucho más pequeña debido al tamaño del objeto. Dejando ver que el chico presente no pudiera evitar mostrar un leve sonrojo de vergüenza, pues para nadie era una sorpresa que dichos gestos eran bastante contrario a la personalidad que solía mostrar al exterior.

"S-se lo mucho que nos aprecias a todos nosotros, así que aprovechando las fotos que le pedí a mi madre y con un viejo collar que tenía por ahí te hice esto. S-si te preguntas el por qué el corazón es de ese color, es debido a que cuando iba a guardar la caja. Note los pequeños trozos de la pelota que tenías ahí, así que tras investigar logré restaurarlos un poco y los use para el colla- ¡W-woah!" (Naofumi)

Sin darle tiempo de poder terminar con lo que estaba a punto de decir, naofumi rápidamente fue silenciado al momento en que raphtalia tomo el collar de sus manos y se lanzó a abrazarlo al segundo. Sorprendiendo al azabache, para segundos después escuchar levemente la voz de la menor y notar como está finalmente había soltado en llanto. Un llanto de felicidad, al ver cómo la cola de la semi-humana se movía suavemente de un lado a otro.


"G-gracias, yo también los amo a todos ustedes..." (Raphtalia)

"Jeje" (Naofumi)

Y con aquella pequeña risa de su parte, el oji-esmeralda únicamente se dedicó a corresponder el gesto. Sintiéndose feliz de ver qué a la tanuki le había gustado el regalo que le había hecho, decidiendo simplemente esperar a que se calmara y muy seguramente llevarla todo el día de hoy para que pasara tiempo junto a su familia.

Fin del capítulo 15......

[Y bien, hasta aquí el capítulo 16 de "Un poco de luz" muchas gracias por leer esta historia. En serio que no tengo palabras para agradecerles la paciencia que me tienen para estas cosas aún con todo el tiempo que tardó últimamente para escribir un solo capítulo. Espero de todo corazón que hayan disfrutado del capítulo y LordDarkness85  tu solo espera... Ya va siendo momento para regresarte ésa alegría que me diste al sacar la idea que tuvimos. Sin más que decir me despido, y nos vemos en el siguiente capítulo]

Att: Scout... :3

 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top