Era un día, o noche, no lo se en Snowdin, el bonito poblado invernal localizado dentro de el gran Monte Ebbot. Hace mucho que no menciono ese nombre, wow... en el cual, nuestro protagonista, que curiosamente era un esqueleto con estileto (hice un verso sin esfuerzo) se encontraba durmiendo dentro de una habitación demasiado desordenada y con una caminadora encendida, ya saben, para confundir a las masas y que crean que eres una persona muy ocupada como lo hacía mi primo Julián cuando su mamá le preguntaba que si podía ir a la tienda por las tortillas y el le decía que se encontraba muy cansado por pasarse el día "Caminando".

Pero bueno, al parecer, no todo serían descansos.

Repentinamente y sin tocar la puerta, un esqueleto más grande que nuestro protagonista, con unas ropas muy... "Únicas" abrió la susodicha puerta de una patada, solo para recriminarle algo al esqueleto perezoso.

"SANS, PEDAZO DE VAGO, SAL DE UNA VEZ A REALIZAR TU MALDITA GUARDIA, QUE LLEGAS 5 MINUTOS TARDE"

"Papyrus... son 8:55... faltan 5 minutos..." le decía el Esqueleto de nombre Sans.

P: YA LO SÉ, PERO ES MUCHO MEJÓR LLEGAR ANTES DE TIEMPO QUE LLEGAR TARDE...

S: Entonces, porqué tengo que irme ahora?

P: PORQUE SI NO LLEGARÁS TARDE!

S: Vamos hermano, dame algo de...

P: NO DIGAS NI UNA SOLA PALABRA Y MUEVETE!

S: Okay, lamento la "Mala espina" que te causé

Curiosamente, un ruido cómico sonó por parte de algo... o alguien, quizás una fuerza del mas allá o algo asi, no lo se...

P: DIABLOS! SANS, DEJA DE HACER ESO!!

S: Pero si yo no fui

P: AGH, VALE, PERO YA VETE!

S: Okay....

Repentinamente, a pesar de haber abierto la puerta, Sans desapareció, parecía como si el mundo se lo hubiese devorado, como a mi papá cuando le pregunté a mi mamá el porqué aun no volvía de comprar leche hace 14 años... curiosamente, cuando se lo pregunté me dio una bofetada, pero bueno, ahora aprendí a nunca preguntar nada.

Ahora que Sans no se encontraba por los alrededores, alguien se preguntaba a donde había ido? Pues la verdad es que no, nadie se lo preguntaba, y la verdad es que había aparecido justamente en su puesto de guardia hecho con amor (si a amor se le llama madera, clavos y sudor... que hablando de, ¿los monstruos sudan? es una buena pregunta...)

S: Otro día otra ronda...

No pasó tanto tiempo para que Sans cayese dormido en su puesto, casi que muchos envidiarían su poder de dormirse muy cómodamente en cualquier forma posible.

No pasó mucho tiempo hasta que, de forma repentina, un arbusto empezase a moverse de forma brusca, como si lo que estuviese dentro fuese a hacer un ataque o algo así, no lo se, no soy arbusto.

S: Eh? *Desperandose bruscamente* ¿Quien es?

De forma detenida, Sans esperó detenidamente a aquel ser que se encontrase dentro de ese arbusto, ¿Iba a atacarlo? O ¿Qué cosa quería de el?

Repentinamente, del arbusto salió un ser extraño, un ser el cual denotaba rasgos nunca antes vistos por aquellas tierras... Parecía un monstruo para aquellos seres, pero para una persona normal, no vería nada raro.

Y es que era obvio, pues esa cosa era un humano.