Unidos
♡Dedicado a unapersonadivina
♡AU Infiltrado.
♡Violación Mencionada
♡Sangre y Tortura.
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La Finca del Agua era demasiado grande para una sola persona, suspiro cansado, fue una difícil decisión pero ya no había marcha atrás. ¡No era su culpa! El niño selló su final cuando prefirió al Pilar de la Flama antes que a él, nadie lo protegería como lo hubiese hecho, una pena que una joven vida acabará de esa manera.
Se levantó del jardín para ir directo al hogar donde descansaba el jovencito, nadie sospechó del cazador para entrar y llevárselo a una misión.
—Es un honor pelear con usted, Tomioka-san —Hizo oídos sordos al halago, nadie lo iba a salvar.
—Lo mejor sería que dejes a Nezuko aquí Tanjiro, se te acaba de romper una de las correas —El chico no había notado cuando sucedió, se disculpó y obedeció al mayor agradecido de que lo notará antes de que sucediera un accidente.
El lugar impregnado de demonios lo sorprendió, ¿Cómo es que nadie fue antes? Una sensación de peligro hizo que retrocediera, el filo de una espada rozó si cuello sorprendiéndolo. Al voltear un sabor amargo llenó su boca, Tomioka le apuntaba listo para lanzar otro ataque.
—Tomioka-san, ¿Qué está haci... —Antes darse cuenta el pelinegro utilizó si onceava técnica de respiración cortando su cabeza. Miró sin expresión el cuerpo inerte en el suelo solo se agachó a recoger los pendientes y guardarlos en su haori.
Regresó al lugar donde descansaba Nezuko, tenía entendido que tras la última batalla desarrolló algo de resistencia al Sol pero seguía recuperándose de las heridas así que no despertaría en un buen rato. Con una pequeña bengala de tonos morados alumbró al cielo y casi al instante un demonio se presentó con él.
—¿Esa es la niña demonio? —Asintió —¿Qué hay del niño de pendientes? —Ensangrentados presentó ambos accesorios.
—Su cabeza esta en el templo —dijo bajo, no quería mirar al demonio.
—Lo hiciste bien, le diré a Akaza que ya cobré tu deuda —La lengua se paseó por el cachete del hombre haciéndolo temblar.
—Me tengo que ir Gyutaro —La Luna Seis lo miró unos momentos para luego perderse en el bosque llevando la caja.
Apenas sintió al demonio irse se dejó caer al suelo, contenía los sollozos con si mano derecha pero las lágrimas no se detuvieron. No pudo creer que hizo eso, se sintió asqueado de su propio ser, Tanjiro era su amigo y lo asesinó de forma cobarde, trató de convencerse que era lo necesario ¡Lo correcto! Pero no funcionó. Su respiración se cortaba, quería gritar ¡Seguir al demonio y arrebatarle a Nezuko! Sin embargo, no lo hizo, su cuerpo no se movió en absoluto.
Tenía miedo... Nunca demostraba sus emociones pero cada que asesinaba a los demonios su cuerpo temblaba al pensar si eso haría enojar al Primogénito. Aún recuerda como Muzan se presentó en su Finca la noche después del juicio de los Kamado reclamándole por el asesinato de Rui; lo último que sus ojos hinchados vieron fue su estómago sangrante y al Rey Demonio bajando su pantalón listo para castigarlo, al día siguiente tuvo que limpiar sus propios fluidos aún si no podía caminar.
Su cuerpo completo se llenó de espasmos, el aire comenzaba a faltar en sus pulmones, su vista se nublaba, se arrastró hasta un árbol cercano, estaba teniendo otro ataque, sin notarlo se mordía el labio causando una herida abierta. Los recuerdos de Tanjiro azotaron su cabeza empeorando la situación, esta vez soltó un gritó de desesperación, sacó el dolor en forma de alaridos desgarrando su garganta y no se detuvo, lo único que lo cayó fue su propia voz desaparecida. No era capaz de volver, no podría con la mirada del Patrón.
"Fue tu culpa"
"Tenías que hacerlo"
"El confió en ti"
"Te utilizó, te cambió "
"Eres una basura"
Cállense, quería que todos se callaran y lo dejaran en paz. Una mano lo sacó de su burbuja, temeroso levantó la mirada para ver directamente los ojos uno de sus compañeros, más exactamente el Pilar del Viento. Su respiración volvió a fallar al instante y las lágrimas otra vez salen, Shinazugawa le decía algo pero no oía más que las voces de su cabeza peleando por sus acciones.
—¡¡Cállense, Cállense por favor!! —En su voz se oía el ruego, el Pilar estuvo a punto de gritarle pero el estado del pelinegro le preocupó —¡H- Haz que paren por favor! ¡Haz que paren, Sanemi! —Forzaba a su garganta a hablar aun que sea entrecortado, hipaba sin poder detenerse mientras sujetaba parte del uniforme del hombre —No aguanto más... —
—Mierda... Tomioka necesito que te calmes —Probablemente estaba bajo el efecto de un arte demoníaco, se agachó a su altura y reconfortó al hombre, su estado era deplorable. Cuando no los vio regresar él mismo se dispuso a buscarlos para hallar a... a Giyuu en un ataque de pánico. En algún punto, por el estrés quizás, este se desplomó en sus brazos. Lo cargó hasta la Finca Mariposa, Kocho necesitaba revisarlo de inmediato.
[•]
—Presenta diversos indicios de violación, tiene hematomas y heridas sin tratar, al menos la herida del ojo esta sana... —Cuándo había pasado? Nunca pensó que Tomioka sufriera eso, ¿Por qué nunca le dijo nada? —Le he dicho que venga para tratar sus heridas... Debió ser una batalla dura —Mandaron a más cazadores para buscar a los hermanos Kamado pero solo hallaron el cadáver decapitado del mayor. Al investigar el corte supieron que fue hecho por una espada nichiirin, sospecharon que el demonio con su arte de demoniaco indujo al Pilar en un control mental y lo obligó a asesinar a Tanjiro. Ojalá así hubiese sido.
Los días pasaron, tuvo algunos ataques que no pudieron controlar pero ¿Cómo podrían? Solo una persona era capaz de tranquilizarlo pero no siempre podía estar a su lado, eso se lo dejo bien en claro. Sanemi hizo un esfuerzo, el último día que estuvo ahí logró hacerlo dormir sin pesadillas.
Esa noche que pudo descansar tranquilo el Patrón lo mandó a llamar, toda la semana espero por ese momento, rezó por nunca tener que presentarse frente al humilde Ubuyashiki ¿No hubiese sido mejor que le enviará sus deseos en papel y un cuervo? Una parte sabía que tenía que hacerlo pero otra gritaba porque se rebelará de sus cadenas... Ya sabía cual iba a ganar.
La Mansión era cálida tal como su dueño, caminó por los pasillos sumido en sus pensamientos.
"No lo hagas, nos puede salvar"
"Tú no tienes salvación, solo el infierno esperando"
"Es una figura paterna para nosotros... No lo hagas Giyuu"
"¿Te perdonará por lo que le hiciste a Tanjiro? NO"
"Él lo entenderá"
"¿Entenderlo? JA, ¡TE ABORRECERÁ! Tal y como dijo Shinobu, todos te odian. Nadie te salvará "
SILENCIO, ordenó a las voces, sentía que cualquiera podía escucharlas y eran molestas; suspiró nervioso por lo que iba a hacer, abrió la puerta hincándose en respeto al hombre frente a él, ojala pudiera sentir más seguida la calma que le provocaba.
—Siento lo que sucedió en tu última misión, es una terrible pena lo sucedido con Tanjiro... Pero no recuerdo haberlo mandado contigo... —Abrió los ojos con incredulidad, lo sabía.
Sin esperar a nada desenvainó su espada listo para apuntar al cuello del Patrón cuando una marea de llamas lo obligó a retroceder hacía el exterior, debió suponerlo, rodeado de los pilares con expresiones difíciles de leer, ¿Odio, tristeza, qué eran? Obviamente Oyakata-sama no se iba a arriesgar a un ataque así.
—Maldito, sabía que no eras de fiar —apuntó Obanai molesto.
—Debe haber una explicación... ¿No, Tomioka-san? —La adorable Kanroji, ojalá pudiera mantenerla con vida.
—Responde Tomioka, ¿Estuviste bajo los efectos de un Técnica de Sangre... O lo mataste por tu cuenta? —La típica sonrisa de Shinobu había sido reemplazado por una expresión seria.
Se quedó callado, ¿Se consideraría Técnica de Sangre lo que hicieron? Aun si lo fuera no lo perdonarán estaba seguro de eso, a juzgar por el ceño fruncido del siempre sonriente Rengoku la muerte era su única opción.
—¡¡Maldita sea, solo di que no Tomioka!! —Si hubiera mirado a Sanemi notaría la desesperación en sus ojos.
—¡Solo necesitamos que nos digas que pasó! —Si pusiera atención a Uzui se daría cuenta de las espadas dudosas entre sus manos.
—¡¡Responde Tomioka, por favor!! —Ojalá viera las lágrimas en los ojos de Kocho.
—¡Habla rata! —Ojalá supiera como la serpiente se removía incomoda, reflejando el sentimiento de su dueño.
—¡¡Podemos ayudarte!! ¡¡Baja la espada y te juró que te escucharemos!! —¿Ayudarle? ¡¿AYUDARLE?! Nadie podía. Las voces se acumulaban en su mente haciendo sus respiraciones más notorias.
"¡Hazles caso!"
"¡Solo te harán sufrir imbécil, no mereces su perdón!"
—¡¡Vamos Tomika, por favor!! —¿Era Tokito?
"¡Monstruo!"
"Eres mi mejor amigo"
—Baja el arma, no hay nada que temer —
"Te matarán "
—Confía en nosotros Tomioka —
"ÉL TE CASTIGARÁ"
—¡¡¡Ya cállense!!! —En su desesperación lanzó su espada directo al cuerpo del Patrón, quien se acercaba a calmarlo. Al darse cuenta de lo que hizo sostuvo el cuerpo del hombre, lloró sobre la herida —L-Lo siento... Yo... yo no quería... Lo s-siento —El nudo se formó en su garganta, la mano algo fría de Oyakata posada sobre su mejilla lo hacía sentir peor.
》¡¡Perdón, no quise!! ¡¡No me dejé, se lo ruego!! —Trataba de presionar sobre la herida pero sus manos solo temblaban —Voy a arreglarlo, lo prometo —
—Eres un buen niño, Giyuu... Te perdonó —No no no no.
—¡¡NO SE ATREVA A CERRAR LOS OJOS!! —reclamó con furia —¡¡NO ME DEJÉ!! —Imploró —¡¡NO ES MI CULPA!! ¡¡Por favor no muera!! —Se aferró en un abrazó al cuerpo ya muerto del hombre. Nadie se atrevió a decir o hacer algo. Tomioka soltó un gritó desgarrador a los aires, apenas y tomaba aire entre tantos sollozos.
》¿Qué hice? ¡¿Qué hiciste?! —Se reclamó entre gritos. No quería alejarse de ese hombre que lo hizo sentir por primera vez en un hogar. Hiperventilaba otra vez, enojado Sanemi se acercó y por los hombros lo tomó agitándolo bruscamente.
—¡¿POR QUÉ?! ¡¿POR QUÉ LO HICISTE?! !!RESPONDÉ!! —Debajo de todo ese enojo había una profunda preocupación por su compañero. Su cuerpo temblaba demasiado además de su postura defensiva, como si esperará un golpe.
—¡¡Porque él me obligó!! —Sin medir si fuerza lanzó al pelinegro al suelo, al momento del impacto uno de los botones se abrió dejando ver un collar y marcas.
—¿Qué es eso? —dijo incrédulo.
—Tomioka... ¿Éstas con los demonios? —habló Shinobu, varios apretaron los dientes de la rabia que sentían. A palabras de Tamayo los demonios señalaban cosas de su propiedad con marcas u objetos con los grabados de su rango, en algunas ocasiones sus nombres.
—¡MALDITA SEA ¿LO ESTÁS?! —
—¡¡SÍ!! —afirmó temeroso.
—Hijo de Puta... —Se abalanzó a golpearlo, dos, cuatro, cinco, diez puñetazos pero en ninguno se defendió —¿Por qué?! —
—¡¡Porque es mi esposo!! —En ese instante se detuvo, los ojos de Tomioka estaban llenos de miedo.
—¡¡Pudiste decirnos!! —Se unió Shinobu.
—¡¡Todos me odiaban!! —Ahora era la chica la que se maldecía, no pensó que tanto le afectaban esas bromas pero verlo ahí, llorando tan indefenso, temeroso, la hizo reaccionar.
—Te pudimos haber ayudado —¿Ayudarlo? ¡¿De verdad pensaba que el tenía salvación?!
—No es cierto... —susurró derrotado.
—¡¡Estás en la Sede de Cazadores de Demonios, Oyakata-sama te pudo haber ayudado!! —reclamó Obanai —¡Pudiste hablar pero te quedaste callado! ¡¡En todos estos años te mantuviste callado!! --
—¡¡CREES QUE TENÍA OPCIÓN, HE ESTADO CON ÉL POR DOCE AÑOS!! —dijo llenó de desesperanza y desesperación —¡¿Creen que no quería rebelarme y matarlo?! ¡¿Piensan que me gustó cada maldito golpe y toque que dejó que me hicieran?! —Su sentidos se nublaban, ya no sabía lo que decía solo quería soltar todo por una vez en su vida, sin pensar en lo que dirían —¡¡TENIA 8!! ¡¿Cómo iba a confiar en la gente cuando fueron ellos los que me vendieron para salvarse el culo?! —
》¡¡¿Saben lo que tuve que hacer para que Akaza dejará vivir a Rengoku?!! —Ese día uno de sus ojos fue reemplazado por uno de vidrio especial, obligado a ver como su ojo era lentamente devorado —¡¡SABÍA QUE ERAS IMPORTANTE PARA TANJIRO Y LOS DEMÁS!! ¡¡Quería salvarlo pero cuando se hizo tu tsuguko quedo fuera de mi protección y no había nada que pudiera hacer!! —Su garganta cedería en cualquier instante, sus ojos no dejaban de lagrimear, ya sin fuerzas su cuerpo cayó entre temblores al suelo.
No quería estar solo, todo era niebla en su mente, buscó entre su bolsillo aquella bengala morada que lo traería. Nadie sospechó que ese pequeño artefacto llamaría a su esposo, su carcelero.
En cambio quien apareció fue el Rey de los Demonios, al sentirlo el terror invadió por completo su cuerpo. Se dio lentamente la vuelta para encararlo, esos ojos robos solo lo hacían querer morir.
—Lo hiciste bien, Tomioka —Volvió la vista al cuerpo inerte, sintió unos ascos tremendos de solo ver que era su espada la que yacía en el pecho de la persona más bondadosa que jamás conoció —Pero te faltó alguien —Un horrible dolor invadió su cuerpo con la marca ahora brillando.
—...No puedo... Es solo un niño... —
—Entonces no necesitas esto —Unos fuertes brazos lo inmovilizaron en el suelo dejando libre solo su brazo derecho, con un hacha oxidada inició un corte profundo.
Los pilares querían moverse, hacer algo pero el mismo Tomioka les rogaba que no. Con los músculos y huesos medio expuestos Muzan sujetó la extremidad y apoyando su pie en la espalda del pelinegro procedió a arrancarlo.
Giyuu gritó e imploró que no lo hicieron pero fue en vano, ahora solo gritaba del extenso dolor que lo invadía. Akaza se reía de lo patético que era el humano en ese estado. Alguien más apareció en la escena, llevaba quizás meses sin verlo, siempre apacible y con una mirada pasiva.
—Ah, no te esperaba Kokushibo. Siento que hubiera tenido que romper tu muñeca —le dijo Muzan limpiándose la sangre con un pañuelo.
—Él sabía lo que tenía que hacer —De forma tranquila se acercó al pobre Tomioka quien apenas y era consciente, la pérdida de sangre lo estaba afectando bastante.
—Puedo castigarlo por ti si quieres —Se ofreció divertido el de cabellos rosados.
—...¿Tuviste otro ataque, Cariño? —El pelinegro asintió débil. Alejó algunos cabellos para morder la piel expuesta, eso lo despertó un poco. Tristemente ese tipo de afecto por parte de la Primera Luna lo tranquilizaba cada que tenía una de los llamados ataques... ¿Por qué entonces Sanemi aun sin usarlo lo calmó la última vez? ¿Existía otros métodos?
》Te debe doler mucho, sabes que lo tenías merecido, ¿no? —Un escalofrío recorrió su espalda de tan solo escuchar el tono que usó, trago grueso y asintió —Todo esta bien ahora, dejaré que escuches algunas melodías de flauta —Oh, eso es lindo. Después de cada castigo como perdón le tocaba algunas canciones con su flauta. Se aferró a la ropa, si molestaba a su esposo en el camino él se enojaría y lo enviaría con las demás Lunas.
Sanemi se sentía impotente por no poder ayudar a su compañero, algunos pilares fueron directamente a proteger a la familia del Patrón pero los que se quedaron tuvieron que presenciar la atrocidad de castigo que le aplicaron y el terrible trató, ¿Cómo resistió 12 años en silencio? Se culpaban por no acercarse más a él, debieron ver las señales que daba: La rigidez que tomaba su cuerpo al tener cerca a ciertos hombres, los continuos moratones sim razón aparente, el miedo a salir de noche, todo.
—¡¡Eres su esposo!! ¡¡Se supone que lo protejas no que lo mates!! Tomioka no se merece un bastardo como tú —exclamó llenó de ira.
—Te equivocas... Al igual que la Luna necesita al mar yo necesitaba a un humano que se encargará de las pestes desde dentro —Tomó en brazos al ya inconsciente Tomioka, sin esperar nada Shinazugawa se lanzó a por él pero el demonio desapareció.
Sobre una de los tejados la Primera Luna observaba a los Hashiras, cuando el biwa sonó supo que era la hora de irse, una puerta apareció a lado suyo y se dispuso a entrar.
Las últimas palabras que oyeron del Pilar del Agua fue un "Lo siento".
Tomioka sabía que esto pasaría, hace mucho había perdido la esperanza y tal como había dicho su esposo:
Al igual que la Luna y el Mar ellos siempre estarían unidos. Quisieran o no.
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Espero que les haya gustado y seguiré trabajando para traerles nuevos capítulos.
Ahora un Secreto de la Era Taisho:
♦Giyuu tuvo dos esposos, el primero fue un demonio muy vanidoso que terminó por ofender a Kokushibo, cuando iba a ser asesinado él le ofreció a Tomioka como recompensa. La Luna Superior lo aceptó pero igual lo asesinó.
♦Cuando Giyuu conoció a Sabito se hizo muy amigo suyo pero Kokushibo lo mandó a matar porque "Le estaba metiendo ideas erróneas" Es por eso que se siente culpable y para asegurarse de que no tuviera ese tipo de amiguitos mandó a poner una maldición en Tomioka que activaría como castigo.
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