Por Salvarlos... ¿Me salvarán?

♡Mención de Violación.


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—¡¡Caw Caw, Tomioka Giyuu ha sido convertido en un demonio por la Luna Superior Tres!! ¡¡Caw Caw Kocho Shinobu y Rengoku Kyojuro piden una junta con el Patrón!! —Total silencio, hay cosas que pueden dejar calladas a miles de personas. Esa entró en esta categoría. Muchos no se lo creían pero es que cómo hacerlo, no se suponía que eso pasaría.

Vayamos parte por parte para ver la reacción de cada uno de los Pilares, porque no es de extrañar el querer saber más de como se sienten en esta situación.

En primera, el Pilar de la Roca, Himejima Gyomei no pudo hacer más que sacar lágrimas de tristeza gruesas y orar el doble por el alma joven ahora corrompida; Uzui se quedo helado buscando procesar lo acabado dicho ¿Cómo es que le había sucedido eso? Se puso en marcha a la Sede pues todos debían estar presentes para lo que posiblemente seria un juicio hacía su compañero, Muichiro lo pensó un momento antes de ir en sentido contrario para regresar.

—¿Qué el imbécil de Tomioka qué? —Imposible, él no se dejaría vencer, ¿Acaso el mismo se ofreció? No, no puede ser. No iba a creer que el egocéntrico Pilar del Agua se dejaría convencer por un demonio... ¿O creía que era mucho para ellos y quería más poder? Sea como sea lo verán en la reunión.

—Iguro... —Kanroji no daba fe en el mensaje, ¡Pudo ser un error! Todos sabían que el cuervo del pelinegro era viejo y se equivocaba de mensaje, debía ser eso, sí, no que en verdad el compañero que conocía se haya desvanecido por completo. Sus ojos se llenaron de lagrimas al pensar en ese final para alguien a quien consideraba un preciado aliado, no era justo que los demonios se lo llevaran así nada más y ni un hola le dijo esa mañana que se fue. No pensó que podría ser la última vez que lo verían. Unos brazos la tomaron entre ellos, ella se dejó consolar por el hombre con la serpiente, no quería pensar en eso... ¡Quizás era un caso especial como el de la pequeña Nezuko! Él no comería humanos y no lo matarían. "Sí, piensa en eso Kanroji, no en que puede que sea un demonio que los ataque y tengamos que..." Soltó un chillido de solo imaginarse teniendo que cortar el cuello del pobre Tomioka.

Por su parte Obanai no estaba seguro de que pensar, la mayor parte de su ser le gritaba por matarlo apenas lo tuviera en frente pero ver a la chica tan mal le dio un vuelco a su corazón, no quería verla tan triste por algo así.

—Kanroji, hay que reunirnos con el Patrón —La ayudó a pararse del asiento que compartían pero la mujer no sacó la cara de su hombro, sabía que lloraba en silencio, culpándose por algo en lo que ninguno podría haber interferido.



[•]



—¿Crees que funcione? —El juicio se programo para cuando apenas arribaran a la Sede aun siendo de día, eso ponía de nervios al rubio quien cargaba una cesta que compraron de camino. Sabían del gran sentido del deber de muchos, incluyendo el del pelinegro, ¿Saltaría directamente al Sol para morir?... ¿Seguiría siendo consiente de ellos? ¿De sus compañeros? ¿De algo más que el hambre voraz por comer humanos?

¿Seguiría siendo Tomioka Giyuu? ¿O eso ya se había perdido?

—Él es fuerte Rengoku, hay que confiar en él —Esas palabras iban igual para ella, aun tras su sonrisa se ocultaba un sentimiento de miedo por lo incierto de la situación. Ver la gran Mansión solo le causaba más nervios y angustia, a lo lejos se observaban otras figuras que pertenecían obviamente al resto de Pilares. Caminaron despacio hacía ellos notando las caras de preocupación de la mayoría.

—¿Se encuentra ahí? —preguntó Uzui acercándose al dúo examinando la cesta.

—Es lo que pudimos conseguir... —habló Rengoku serio, en múltiples ocasiones se vieron en la necesidad de llevar tapada con sus propios haoris el objeto por los rayos que traspasaban y terminaban por quemar más al demonio, quien apenas y se regeneraba. Decenas de heridas aun ni cerraban.

—¿Ha causado algún problema? —Negaron, ni siquiera se movía mucho, algo que les preocupaba. Algunos sentían la necesidad de abrir el cesto y comprobar el estado del ahora demonio pero sabían lo perjudicial que eso llegaría a ser. Esperaron a que el Patrón hiciera acto de presencia para así iniciar.

—... Kyojuro, ¿Cómo se convirtió en demonio? —dijo con tristeza y preocupación la de cabellos rosas. Sus cuerpos se tensaron, él quería vomitar del recuerdo. Todos notaron la reacción, eso no era nada bueno, el silencio se intensificó.

—Habla Rengoku —exigió Sanemi, cada vez se desesperaba más por la situación, al ver lo callado del hombre prosiguió —¿Por que no comprobamos si este demonio es malvado, eh? —Antes de que su mano pudiese acercarse a a la cesta fue retenido por el rubio, encontrándose con una expresión seria.

—Te respeto mucho Sanemi pero no voy a permitir que le pongas ni un dedo encima —dijo con algo de ira en su voz mientras apretaba con más fuerza la muñeca del peliblanco.

—El Patrón de la Mansión ha regresado —Las voces de las niñas los sacaron de su ensoñación haciendo que de inmediato se inclinaran ante la presencia del hombre. Himejima le profeso sus rezos y buenos deseos por su salud, algo que agradeció.

—Todos hemos sido notificados de la actual situación del Pilar del Agua pero a decir verdad me gustaría saber todo el contexto, y así poder tomar un mejor dictamen de lo que se deberá hacer —Con su mirada ciega buscó a Rengoku —Por favor, Kyojuro. —

Tragó grueso a su mención, estuvo practicando las palabras en su mente para ese momento, sin embargo en ese instante su garganta se hizo un nudo de solo pensar decir los acontecimientos, ni él mismo se lo quería creer. Respiro hondo buscando tranquilizarse, necesitaba hacerlo para ayudar a su compañero.

—En la última misión que se me fue encargará hubo un enfrentamiento inesperado con la Luna Superior Tres, Akaza. Estoy seguro que pude haber fallecido esa vez de no haber sido por la intervención de Tomioka, él se encargó de alejarlo mientras rescatábamos a los heridos del Tren pero... —Kocho bajó la mirada aguantando las ganas de llorar de solo recordarlo, ninguno de los dos tenía la fuerza suficiente para decirlo.

》Akaza estaba muy interesado en él... Por lo que dijo el joven Agatsuma ese demonio le hizo escoger entre... —"Respira Kyojuro, tu puedes, hazlo. ¡No puedes dudar ahora!" -¡Le violó a cambio de dejarnos escapar a todos vivos! —Kanroji se tapó la boca asqueada y con lagrimas al borde de salir por la sola idea, unas nauseas intensas invadieron a los presentes.

—No sabemos en que momento sucedió pero parecer ser que aprovechó la vulnerable situación de Tomioka para forzarlo a tomar parte de su sangre... Cuando llegamos no nos reconoció a ninguno... —Se voz se quebró dejando lo último apenas entendible. No era justo, ¡No era para nada justo! Giyuu no se merecía eso. Él aceptó para salvarlos pero ¿Por qué a un costo tan alto? ¡Él no se merecía nada de esto! ¡Debería estar ahí reportando lo ocurrido, no encerrado en una canasta y sin recuerdos! Alguna vez le contó que tuvo una hermana, ¿Qué le diría? ¿Si quiera la recordaría a ella?

El Patrón lo meditó varios minutos, pensó en muchos escenarios pero jamás en uno parecido, una de sus niños viviendo una situación tan traumática y luego siendo forzado a convertirse en algo que no quería, ¿Acaso los demonios no tenían compasión?

—¿Podrían traerlo aquí arriba? Desearía verlo —Asintieron, confiaban en la fuerza de Tomioka, debían hacerlo.

—Si me permite Patrón, creo que lo mejor sería eliminarlo ahora —dijo Himejima con una voz suave y tranquila desconcertado a Kocho y Rengoku.

—Lo siento pero no estoy de acuerdo contigo, Gyomei —habló enojada Kocho, dejando a un lado su rostro apacible.

—Estoy con Himejima —Rengoku volteó furioso con Uzui ¿Cómo se atrevía a decir algo así? —No lo malentiendan pero ¿No creen que sería mejor acabar con su sufrimiento? Estoy seguro que él no querría seguir con esto —Lo pensaron un segundo. Acaso... ¿Era egoísta querer mantenerlo con ellos?

—Eso lo decidiremos luego de la prueba —El Patrón le indicó a Sanemi subir con ellos, a ninguno le daba buena espina de que él lo hiciera tras la experiencia con los Kamado.

Los Kakushis soltaron las correas que aseguraban la tapa alejándose con cuidado, al principio no sucedió nada por lo que Shinazugawa procedió a hacerse un corte en el brazo dejando caer unas cuantas gotas. Casi al instante salió el hombre con un aspecto cambiado; su cabello tenía hebras azules, su piel era pálida como la nieve, sus uñas ahora eran garras como sus dientes colmillos, sus pupilas ya no eran circulares sino rasgadas, y su cuerpo, debido al blanco tono las marcas de manos y rastros de líquidos eran más notorias, al igual que las mordidas más profundas. Tomioka no se había dejado tratar por nadie, si alguien se acercaba mucho el miedo lo invadía trataba de huir o rogar. Mitsuri tapó los ojos del joven Muichiro, Kaburamaru se encargó de obstaculizar la vista de la pobre mujer asustada. Ubuyashiki cargaba una expresión deprimida de solo sentir el ambiente. Era un demonio ¿No debería haberse curado ya?

Observaron expectantes como el demonio se iba acercando al hombre llenó de cicatrices con una mirada hambrienta casi salivando, Sanemi sonrió para si mismo, sabía que no pasaría la prueba, mejor liberarlo del sufrimiento como dijo Uzui. Es en ese instante que se detiene... Lo recuerda y a su cuerpo se le van las fuerzas.

Esa sonrisa, a su mente llega el recuerdo de Akaza sonriendo mientras lo penetraba sin piedad, disfrutando de su sufrimiento, mofándose de sus reacciones y heridas que no cerraban como las suyas. Asustado busca con la mirada a alguien que lo pueda salvar esta vez; sus ojos llegan a donde el Patrón y el desespero lo llena, se veía como alguien amable que no se merecía vivir lo que él vivió, de su interior nace un sentimiento de protección hacía ese hombre sabiendo lo que tiene que hacer.

Corrió hacía el asesino pateándolo con todas sus fuerzas al otro lado de la habitación, los Pilares se sorprenden ¿Debían intervenir en ese momento? Antes de siquiera parpadear Tomioka ya tiene en brazos al de cabellos negros y salta lo más lejos posible al patio. Siente su piel arder por la luz pero eso no importaba, no iba a dejar que alguien más viviera lo que el tuvo.

—¡Detente Tomioka-san, la luz del Sol lo matará! —Ubuyashiki se da cuenta de esto y le pone su haori encima para evitar incidentes. Iguro desenvaina su espada listo para lanzarse al ataque pero es detenido por Rengoku.

—Hazte a un lado Kyojuro, debemos asesinarlo ¡Es un peligro! —exclamó enojado el de vendas, Sanemi estuvo a punto de ir por él pero fue Mitsuri quien lo retuvo con sus fuerzas, no iba a permitirlo.

—¡No lo haré, él salvo la vida de cientos de personas! ¡Merece vivir! —Los Pilares se dividieron: por un lado Kocho, Kanroji y Rengoku estaban del lado de Tomioka, Sanemi, Iguro y Uzui pensaban que lo mejor era terminar con su vida —aunque fueran por razones distintas—, el Pilar del Sonido había escuchado como el terror latía con fuerza en su corazón, antes le parecía lúgubre Tomioka pero ahora no veía nada más que un cachorro asustado de todo y todos, no se sentía cómodo dejándolo experimentar más dolor del que tuvo que soportar. 

Al trabajar en el Distrito Rojo fue testigo de lo que cosas como esas le hacían a las personas, sumándole su transformación forzada pensaba que no merecía vivir con tal pesar.
Mientras que Himejima y Muichiro se hallaban neutrales en la situación sin poder decidir.

》¡Tomioka por favor, suelta al Patrón y vuelve para que terminemos con esto! —Rengoku estaba asustado, si lo asesinaban no podría vivir con la culpa de todo lo que le causó a su compañero.

—Kyojuro... Akaza... ¡Amenaza!... Miedo —formuló apenas, señalando a Shinazugawa con temor y los ojos lagrimeando —¡Proteger! —Su postura era de defensa total, sin embargo se notaba como su cuerpo temblaba a montones.

De verdad estaba asustado, ¿Y si lo volvía a obligar a hacer eso? ¿Forzaría a ese hombre también o solo sería a él? Eso sería mucho mejor.

Ahí fue cuando Kyojuro cayó en cuenta que pensaba que el Pilar del Viento era Akaza, tenía sentido sus acciones al percibirlo como una gran amenaza, trató de acercarse pero a cada paso que daba él retrocedía otro.

—Él no es Akaza, él es Shinazugawa ¿Recuerdas? Te gusta invitarle ohagis —No, estaba seguro que era su violador, era él. Sus heridas ardieron como si volvieran a ser hechas, su cuello siendo estrangulado, los golpes en cada milímetro de su piel, sus manos sobre su cuerpo, cada sentimiento de ese momento lo estaba reviviendo. Con solo ver un mínimo con su ansiedad se disparó al máximo, tenía miedo ¡¡NO QUERÍA VOLVER A SENTIR ESO!!

Saco el Haori de su cuerpo y concentró todas sus fuerzas, la sangre seca de repente brilló, tenía que defenderse esta vez cueste lo que cueste.

"Técnica de Sangre, ¡Cúpula!"

El líquido se multiplicó en gran cantidad creando una esfera de un ligero tono azul con partes rojas, dentro se hallaban los dos pelinegros reposando. Los cazadores se quedaron anonadados por lo que estaban presenciando, no debería tener la fuerza de lograr algo así. Sin embargo no era suficiente para impedir los rayos del Sol.

"Prefiero que mi piel se queme, así el no querrá tocarme"

Se aferró completamente al cuerpo del mayor con un abrazo, a su lado se sentía seguro y no quería que esa sensación lo abandonará por una de miedo a todas las cosas, sino ¿De que servía vivir si de todas formas jamás sería libre? Una mano suave le acarició la cabeza con tanto cariño que sus lágrimas volvieron a salir. Se sentía como un niño asustado del mundo, sin nadie que lo ayudase. Otro brazo se extendió hacía él tomando el final de su prenda.

—Todo esta bien Giyuu, ya no hay peligro —Un hombre con máscara tengu extendió sus brazos, de inmediato la esfera se deshizo dejándolo lanzarse a sus brazos, ambos se alejaron del Sol. Lloró desconsoladamente con anciano, quien también se aferraba al chico con fuerza —Mi niño... —

—¡Abuelo, Abuelo! —Era lo único que le venía a la mente, se ocultó entre su cuerpo buscando más ese amor, ninguno quería soltarse. Cuando leyó el mensaje sintió que su mundo se derrumbaba ¡Era su estudiante! Ese pequeño niño al que salvo y vio crecer, el único que había vuelto de esa monstruosidad, pensó que lo había perdido todo.

Que aun siendo un ex Pilar no lo logró proteger. Se culpaba por lo sucedido, si no lo hubiese dejado ir a la prueba final a él y a Sabito sus vidas podrían ser diferentes, serían una familia pero no valía la pena lamentarse, lo importante es que tenía de nuevo a su pequeño con él. Colmillos o no seguía siendo su Giyuu.

—Te prometo que nada te sucederá, Giyuu —El demonio emanaba tristeza por donde lo vieras, en su subconsciente ese anciano era su abuelo pero... Todos sus recuerdos con él habían desaparecido... Se odiaba por eso.

Odiaba ser un demonio.

Odiaba haber sido débil.

Odiaba haberse dejado violar por esa Luna.

...Y odiaba saber que lo volvería hacer si era necesario...

Por una vez apartaría todo ese rencor para disfrutar de esos momentos con personas que suponía solía querer.

—Con esto me queda confirmado... —Sus hijas lo levantaban con sumo cuidado entregándole una toalla para secarse —Tomika tiene permitido quedarse en el Cuerpo de Cazadores de Demonios. Y si él matará, o lastimada de gravedad, se le deberá eliminar por la Quinta forma de la Respiración del Agua —

... Ellos lo estaban salvando aun siendo el monstruo que era... de verdad valió la pena.



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Holiii a todos, aquí su escritora, espero que este capítulo haya estado a la altura del otro. No podía a dejarlos sin continuación después del dolor que sintieron unu. Espero que de verdad les haya gustado!! Vi algunos comentarios que querían saber más a fondo la reacción de ciertos personajes, es por eso que hay más énfasis en algunos como Mitsuri.

Ahora un secreto de la Era Taisho;

♧Rengoku, Kocho y Tanjiro consideraron enviarle una carta de ante mano a Oyakata dónde indicaban todo lo sucedido y pedían que le permitiera seguir con ellos. Con la promesa de ellos realizar Sepuku en caso de que llegará a matar a alguien, sin embargo Tomioka al descubrirlo se negó rotundamente (aunque no supiera que era algo le decía que no era del todo bueno) amenazando con escapar y matarse si daban su palabra para algo así, haciéndolos desistieran de la idea. Lo que él no sabe es que Urokodaki ya pidió a Ubuyashiki si lo dejaba quedarse con él, jurando dar su vida a cambio de los pecados que su discípulo pudiese hacer en un futuro, eso sin saber completamente las circunstancias.

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