♡Contenido Explicito

♡Personaje Sorpresa

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Uzui se apresuró a quitarse la camisa dejando ver su bien entrenado torso para el deleite del azabache que son pena se lanzó sobre su regazo para besarlo con lujuria, sus lenguas se entrelazaban en una lucha por la dominación, una que perdió Tomioka, quien de reojo y con una mirada lasciva observo a los dos hombres. El rubio se sonrojo por tan expresión, se levanto de su lugar dejando caer su haori en el camino, confundiendo a Sanemi ¿De verdad iban a hacer esa locura los tres?

Su respuesta fue sí al verlo desabrochar los botones de su uniforme, haciendo sonreír al azabache, se agacho hasta el cuello para iniciar dulces besos por toda el área aprovechando para dejar algunos chupetones. Paseaban sus manos por cada centímetro del cuerpo contrario. Uzui se separo para mirar al de cabellos blanquecinos.

-¿Qué pasa? ¿No te unes, Sanemi? -preguntó Uzui con una sonrisa, estaba dudoso.

-No creo que el estúpido de Tomioka aguante a los tres -dijo cruzándose de brazos.

-Ah, eso quisieras, S-h-i-n-a-z-u-w-a-g-a -dijo el azabache con un tono lujurioso, casi retándolo. Con una sonrisa socarrona el peliblanco mando al diablo todo, se quitó la parte superior y abrió su pantalón listo para sacar su miembro en cualquier momento.

Uzui volvió a devorar sus labios mientras que Rengoku y Sanemi probaban su cuello y pecho. Pronto el azabache necesitaba más, quería sentirlos dentro suyo; trató de abrir el uniforme del mayor pero fue detenido por el mismo con una expresión extraña.

-Ah ah, primero déjame ayudarte -Tomó su cuerpo para bajarlo del suyo y ponerlo boca arriba en el suelo -Así podemos darte mejor atención.

Al principio no entendió pero al verlo sacar su prominente miembro se olvido por completo de las dudas, solo pensaba en engullir por completo su polla. Abrió la boca dejando entrar su pene y empezar la mamada. Tomando toda la longitud del falo hasta con su lengua probar la punta, veía hasta donde podía y la hundía más.
En medio del acto una corriente recorrió su espalda, sacándole un gemido, al voltear notó a Shinazugawa metiendo un dedo en su entrada; antes de poder hablar otro jadeo salió de su boca, permitiéndole a Uzui volver a meter su polla, todo gracias a que Rengoku tomó su miembro para masturbarlo.

Todo ese placer lo enloquecía, su cabeza daba vueltas al tratar de concentrarse en solo uno. Le encantaba la sensación de su garganta siendo golpeada hasta el fondo por el miembro del Pilar del Sonido; su entrada de repente se contrajo con algo, era húmedo. Sanemi ahora metía su lengua dándole un sentir asombroso. Por su lado, Rengoku no se quedaba detrás jugando con los pezones hinchados del azabache.

Los gemidos inundaban la habitación, Tomioka amaba la atención que le daban sus compañeros en ese momento; un gruñido sale del peliplata y es cuando en uno o dos golpes más se corre en su garganta llenándolo con el liquido espeso. Al sacarla algunas hilos blancos caen por la comisura de su boca, rápidamente traga todo, Uzui se agacha hasta su rostro y con su lengua limpiaba el rastro.

-Más vale que no te duermas, Tomioka, aun nos faltan más cosas -dijo con una sonrisa Uzui al cansado azabache.

-¿Cuándo la meten? -preguntó con la mirada perdida, sacándole una carcajada al hombre.

-Ya lo haremos -Se volteó hasta Sanemi -¿Ya esta preparado?

-Sí, ya esta listo -Le dio una nalgada con una sonrisa al escuchar el gemido del pelinegro.

-Entonces has los honores -¿Cómo dijo? De su boca sale un jadeo sorprendido por la repentina penetración. Su cuerpo reaccionaba buscando más contado, que el hombre llegará a su punto.

-Estás muy ansioso, Tomioka -El rubio se acercó para besarlo, deseaba probar más esas labios que tanto ansiaba. Entre que sus lenguas jugaban y sus bocas se comían el ojiazul bajó su mano hasta el pantalón del hombre para acariciar su miembro.

-Ah, Ah, Ah, Sanemi... ¡M-Más! -rogó con lágrimas el ojiazul. El nombrado no hizo más que iniciar las embestidas con más fuerza y rapidez. Las paredes de su interior lo apretaban, su calidez le hacia querer seguir así toda la noche.

Le encantó sentir como era penetrado al mismo tiempo que masturbaba el miembro del Pilar de la Flama, las manos del mayor de todos en sus pezones estimulándolos hasta que estuvieran tan hinchados como podrían, deseaba repetir eso cuantas veces pudiera; a Sanemi le gustaba mucho la idea de estar dentro de Tomioka todo el rato que pudiera.

-¡Lléname, Sanemi! -Sonrió socarronamente, sus deseos eran ordenes. Se encargó de dar varias estocadas más justo en su punto dulce, con una mirada a Uzui los dos entendieron la idea -¿Eh? ¡Ah! -gimió, al ver notó como el Pilar del Sonido evitaba que se corriera.

-No te hemos dado permiso de hacerlo, así que tendrás que esperar -De repente sus gemidos eran más intensos, necesitaba correrse pero era obvio que aun no era e momento -Esa expresión tuya es tan llamativa, me encanta.

-Ah, ah, ah ¡Uzui, déjame correrme, te lo ruego! Ah, ah -Las sensaciones se volvían más intensas, su cuerpo empezaba a sufrir espasmos y en su mente solo pensaba lo bien que se la pasaba con esos hombres.

-Umm, ya veré -Lamió su labio inferior con una sonrisa, a sus esposas le encantaría conocer al azabache.

-¡Ah! -Un gran gemido salió de su boca, seguido de la liberación de su miembro. Sanemi hizo su cabello hacía atrás, que sensualidad desprendía.

-¿Quieres más? -Asintió con la mirada perdida, rio y salió de su interior ganándose un puchero del ojiazul -Yo quiero probar una de esas mamadas tuyas, deben ser buenas.

-Sí que lo son, es bueno con la boca -mencionó pícaro Uzui -Tu turno, mi flameante amigo -Observo como el rubio se alejaba de su lado para tomar su cuerpo y ponerlo en cuatro, frente suyo se hallaba Sanemi y a uno de sus costados Uzui.

Apenas sintió la punta dentro suyo sus caderas se movieron hacía atrás en busca de más contacto, haciendo reír al rubio por su impaciencia pero si tanto lo deseaba selo daría, sujeto ambos lados de su cintura y lo jaló hacía él, introduciendo su miembro al interior; espero unos momentos antes de iniciar el movimiento. Escuchar las pieles chocar entre ellas era excitante, la mano que lo masturbaba, los susurros en su oído que lo prendían y la sensación de tener una polla en su garganta le hacía perder los estribos.

-Me gusta...¡Me encanta tu polla, Kyojuro! ¡Métela más por favor!

-Estas muy ansioso pero nos encargaremos de complacerte -Empezó la ronda donde las embestida se tornaron salvajes, calentando más a Tomioka quien ya gemía.

-¡Ahí! ¡Sí, me encanta, m-más! -Su boca fue llenada por el pene de Shinazuwaga, cuando Uzui dijo que era bueno en las mamadas no mentía. Esa noche se iría para largo.

[•]

Iguro regresaba de la misión donde acompañó al Pilar del Sonido, venía molesto porque de último momento decidió irse.

-Regresaré para hablar con Shinobu y ver que hacemos con Tomioka-

¡¿Quién se creía para dejarlo solo así nada más?! Aun faltaba presentar su reporte al Patrón y sí o sí ocupaba todo lo que investigó en el lugar Uzui. Lo buscó en la Finca de las Mariposas pero sorprendentemente no se hallaba ahí, debieron haber internado a Tomioka cuando supieron que fue atacado por un demonio, pero resulta que lo llevaron a casa porque "No se le permitía estar cerca de las personas" ¿Cómo lo iban a vigilar entonces?

Se paró frente a la puerta con una mirada de irritación por la idea de ver al azabache, tocó pero nadie abrió, espero otros minutos sin embargo el resultado no cambio. Suspiró buscando no maldecir a los cuatro vientos al Pilar del Sonido; la puerta se encontraba abierta y curioso decidió pasar.

Todo parecía abandonado de no ser por unos ruidos en el segundo piso, subió las escaleras y se acercó a la puerta.

-¡Oh, Dios. Sí! ¡Justo ahí! -¿Pero qué mierda? Se asomó por el espacio que había y se quedo helado. Se fijó una vez más pero algo había cambiado.

De repente la puerta se abrió de golpe casi mandándolo al suelo, frente a él se hallaba Sanemi con la parte inferior puesta como a la carrera, los hombres en la habitación lo miraban esperando algo.

-Les dije que escuché a alguien -dijo orgulloso Uzui.

-Tenías razón, no volveré a dudar de ti, mi amigo -respondió con ánimo.

Encima de Uzui se hallaba Tomioka montándolo sujetando el pene de Kyojuro y con saliva saliendo de la comisura de su boca. Al oírlos detuvo sus movimientos para fijar su mirada en su nuevo invitado.

-Oh, Iguro, es bueno verte -Verlo sonreírle era demasiado extraño para su gusto, se acostumbró al egocéntrico y frío Pilar del Agua, ¡¿Quién era ese?! -¿Te molesto?

-¿Pero qué carajos pasa aquí?

-Te dije que venía a ayudar a Tomioka -dijo con simpleza Uzui.

-¡Ayudarlo, no cogértelo! -gritó enojado.

-Para mi es igual -Se giro para ver al azabache sonriendo y viéndolo de una manera muy...Lujuriosa -¿No te unes? Me gustaría probar que tan buena es tu técnica con la espada -Relamió sus labios de solo pensar en como se movería ese hombre.

Las orejas de Iguro se pusieron rojas por el comentario del otro, estuvo listo para irse y solo decirle al Patrón lo poco que sabía, no se metería en los asuntos de esos tipos, de todos modos ¿Cómo Shinazuwaga acepto eso?

Una mano lo sujeto por la muñeca para detenerlo, se volteo a donde ahora Tomioka lo tomaba con suavidad, nunca se dio el tiempo de verlo tan cerca; sus cabellos pegados a su frente por el sudor, la respiración agitada, el sonrojo en sus mejillas y los labios hinchados.

-¿Qué quieres? -dijo tratando de no sonar nervioso.

-Por favor Iguro, me gustaría tenerte también -susurro necesitado -Haré lo que sea -El calor en su cuerpo había bajado pero eso no significaba que no le siguiera controlando -A menos que no creas capas de -Fue interrumpido por el sonido de la puerta azotándose tras de si y el uniforme siendo abierto.

-Eres un maldito manipulador -Lo jala hasta una mesa algo alta, la mitad de su cuerpo inferior es recargada contra el mueble mientras que la superior colgaba, se posicionó entre las piernas y subió una sobre su hombro. Sanemi le pasó algo de lubricante, lo untó sobre su pene esparciéndolo bien.

Luego la metió con algo de dificultad pero al primer momento en tenerla por completo dentro supo como debía moverse.

Se sabe que la técnica de espada de Iguro es excepcional, bueno, digamos que en esos momentos estaba haciendo justicia a ese título. Desde la primera estocada pudo ubicar el punto dulce de Giyuu y se encargó de golpear la próstata de tal forma que ahora sí enloqueció.

-¡¡Dios, sí!! ¡¡Ah, ah, eres a-asom... Ah!! -Ni hablar podía por los gemidos que salían, verlo de cabeza y tan excitado prendió más a los otros.

-Me gustaría saber como se sienten tus mamadas, Tomioka -Apenas abrió la boca engulló el pene de Kyojuro, sus ojos se abrieron de sorpresa pero rápidamente se concentró en chupar la polla del rubio. Un jadeo salió de él al sentir que lo volvían a masturbar, obra de Sanemi. Sus manos buscaron algo de que sujetarse, lo que terminó por llevarle a poner su mano derecha al miembro grueso de Uzui, antes de que él le dijera lo que quería inició a mover su mano en toda su extensión.

-"¡Dios, se siente tan bien! Adoro como estos hombres me la meten, si no fuera Hashira...Creo que me gustaría trabajar en el Distrito Rojo para ellos" -Fue lo que pensó Tomioka, su mente daba vueltas y no sabía en que concentrarse ya.

Obanai lo voltea de costado y vuelve a penetrarlo sacando gemidos más intensos del pelinegro.

-Sí...!Ah, a-ahí! ¡Háganme suyo, se los ruego! -Por primera vez en mucho tiempo al Pilar de la Serpiente no le pareció molesta la voz del azabache, sino al contrario, quería oírla más -¡Es-Espera! ¡N-No sigas...Si lo haces voy a...agh! -Antes de siquiera acabar la frase sintió el espeso liquido en su interior. Sus paredes se contrajeron contra el miembro del otro y su expresión mostró total placer.

Sin notarlo las vendas cayeron de su lugar, dejando expuesta su cicatriz, apresurado trató de taparlo pero una mano suave la delineaba con cuidad en la lado derecho.

-Es...Una linda cicatriz -dijo entre suspiros, un suave tono rojo se puso en sus orejas, siempre pensó que era horrible pero ahí estaba Tomioka, diciendo todo lo contrario con una cara de satisfacción. Y hablando del pelinegro.

Su respiración era agitada y su cuerpo se hallaba cansado, sus ojos comenzaban a pesar ¿Debía seguir o simplemente dormir? Unos grandes brazos lo tomaron por la espalda y lo acostaron en el cálido Futon; su mirada se paseo por los presentes, todos acostados a su alrededor, se sentía con una seguridad tan inmensa que calló rendido contra la almohada.

[•]

-Oe, ¿A dónde vas? -preguntó Sanemi, era la primera hora del día y veía a Iguro ya irse.

-Toma -Le dio una bolsa con monedas a su amigo -Cómprale un medicamento.

-Sabes que te respeto Iguro pero eso parece como si pagarás por lo de anoche, y Tomioka no es alguien a quien puedas acostarte y luego irte -le dijo en un tono algo serio Kyojuro.

-¡No estoy pagando por él! No es una puta -mencionó enojado, tratando de no despertar al azabache -Debo presentar el informe de la misión al Patrón, cosa que no hizo Uzui, y atender una misión de reconocimiento urgente.

》Además...¡Lo cogimos cuatro personas! No va a caminar ni de chiste -En eso Sanemi estuvo de acuerdo, aun con todo el lubricante las cosas de ayer fueron algo extremas

-Ya veo, lamento malinterpretar tus acciones -Se disculpo el rubio.

-Me voy, avísenme si sucede algo más -Al salir de la Finca de Agua se empezó a recriminar a si mismo -"¿Llamarme? ¿Por qué rayos dije eso?" -Decidió irse rápido para despejar su mente.

[•]

-¿Qué paso? -Se talló los ojos agotado, su cuerpo se sentía como si un camión le hubiera pasado por encima, o cuatro. Intentó incorporarse pero un punzada de dolor lo detuvo.

-Lo mejor será que no te muevas aun, te pasaré los analgésicos -¿Qué hacía Uzui en su Finca?...Oh oh, ¿Acaso él volvió a...? Se tapó la cara avergonzado, una risa sonó por el cuarto.

-Después de lo de ayer no hay nada de que avergonzarte en un futuro -Se abochornó con las palabras, de repente una cosa se le pasa por la cabeza.

-Tus esposas... -sonaba preocupado, no se detuvo a pensar en las tres mujeres de Uzui.

-Lo saben -Lo miró sorprendido -Hasta me dieron unas... ideas -le susurró al oído -.Cuando quieras puedes venir.

-¡Que bien que despiertas, Tomioka! -Vio a Rengoku entrar, ¿Cómo tenía tanta energía? -Espero que te encuentres no muy adolorido -¿Bromeaba? Por su cara se veía que era como el infierno -¡Vamos a las aguas termales, tus heridas se curaran mejor! Te llevaré a comer luego.

-Eso suena a una cita -mencionó en broma el mayor de todos, al ver la expresión de su amigo notó que de broma no tenía nada.

-¿Crees que vas a ir solo? Ni lo intentes Kyojuro -Recargado sobre la puerta se veía a Sanemi con una expresión rara -Traje la pomada -Se encargó de distribuirla bien sobre las áreas del cuerpo más marcadas.

-No es mala idea, las aguas le ayudarán -Los cuatro se miraron y terminaron con el veredicto de que irían apenas el azabache se alistará; fuera de la puerta Uzui se acercó a Sanemi.

-¿Celoso, Shinazuwaga?

-Cállate -Chasqueo la lengua y desvió la mirada.

-Será un gran día, no puedo esperar a pasar el rato con Tomioka -En eso estaban de acuerdo los tres.

Ya no podían esperar a pasar más tiempo con Tomioka.

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Hola a todos! Siento mucho haber tardado tanto con este capítulo, la verdad tuve un bloqueo al tratar de escribirlo o seme iba la inspiración. Siento que quedo algo corto (en detalle y ¿calidad?) Comparado al otro pero espero que les haya gustado. Si me disculpan me voy a mimir, el sueño me mata.

Los quiere y les desea buenas noches, la autora. ¡Bye!

Mini Dato de la Era Taisho:

♧Después de esa noche Iguro estuvo dejando algunos regalos a Tomioka, cosas para ayudarlo en tareas cuando estaba adolorido o simplemente comida. En alguna vez vio a Giyuu sonreír y casi se cae del árbol en el que estaba. Sanemi no le reclamó solo porque lo dejó acompañarlo y presenciar la sonrisa del azabache.

♧Se supone que este capítulo saldría ayer pero de lo cansada que estaba le puse guardar en vez de publicar y pense que lo habían ignorado jajajaj no trabajen con sueño