Mi Amante, Mi Amor.- Parte 2 Uzui×Tomioka
♡Dedicado a @amoatomioka y a genya_es_tierno
♡Contenido Sexual Leve.
♡Secuestros.
♡Demon Uzui.
━━━━━━ ◦ ❖ ◦ ━━━━━━ ━━━━━━ ◦ ❖ ◦ ━━━━━━
Los gemidos llenaban la habitación, al igual que el sonido de las pieles chocando entre ellas, su voz desistiría en cualquier momento de tanto que la usaba pero mientras pudiera seguiría pidiendo por más y nombrando a su amante, pronto llegaría al clímax y no podía esperar a ser llenado por Tengen.
—¡AHÍ... U-Uzui ... Ah Ah!... ¡UZUI! ¡¡M-más!!...—Justo el momento que había esperado, espléndido como siempre, ese hombre podía llevarlo al cielo.
—Te ves hermoso —dijo jadeando acordándose a su lado —Te amo Giyuu, jamás me arrepentiré de traerte a mi vida ¿Lo sabes no? —Beso el dorso de su mano.
—Lo sé Uzui, yo también te amo —Se acurruco en el pecho del demonio, no necesitaba preguntarle para saber que algo andaba mal. Desde hacía unos días su amado se veía más nervioso, apenas salía en las noches y siempre estaba alerta.
Quería preguntar pero conociendo al demonio no diría nada para no preocuparlo, así que armó un plan. Cuando sintió que su amante ya no estaba por la casa fue directo a su oficina, con uno de sus pasadores abrió el cajón secreto debajo del escritorio, vio entre los papeles uno que le llamó la atención.
—¿Su Testamento? ¿Para qué lo escribiría si los demonios no mueren...? O...—Escuchó la puerta cercana abrirse por lo que se apresuró a salir dejando todo donde estaba.
Esa noche pudo escuchar como el señor Muzan hablaba con Uzui sobre algunos cazadores por los alrededores y es cuando cae en cuenta de la situación; esas personas se encargaban asesinar demonios, había escuchado sobre lo sucedido con la Luna Inferior Rui, él mismo conoció su fuerza sin olvidar lo difícil que se la dejaron a Akaza esos dos pilares.
Si ellos rondaban por el área no era buena señal, nunca había visto al Rey de los Demonios tan nervioso cosa que le preocupaba más pues pronto le propondría matrimonio a su amor y no quería que algo le sucediese antes de una fecha tan importante, hasta su hermana le había ayudado a escoger los anillos para Uzui, Suma, Makio y Hinatsuru, cuando se refería a que quería formar parte de la familia Tengen hablaba de todos. Los vio salir de la oficina, a juzgar por sus expresiones era un tema serio.
—Antes de que se vaya déjeme darle esta comida, un regalo por honrarnos con su visita —Con una reverencia extendió la vasija envuelta, dentro había un tempura hecho con la carne de una mujer con un tipo raro de sangre, el demonio asintió con una pequeña sonrisa y tomó la ofrenda.
—Escogiste un buen humano Uzui, nunca me decepcionas —Tomioka era el único humano que le agradaba, era respetuoso y sentía una gran admiración hacía su persona, además de ya haber probado sus platillos. Una exquisitez el como preparaba la carne humana.
—Le deseamos buen viaje y que goce de una gran salud —dijo de forma educada despidiéndose del hombre en traje.
Al irse el peliplata se agachó a darle un beso en la mejilla satisfecho por las buenas acciones del humano cosa que le sacó una risilla.
[•]
—Dicen que esos pilares son fuertes, hay que estar muy atentos —La preocupación aumentaba con los días, así que Tomioka tomó una decisión alocada pero necesaria.
Investigo un poco sobre la organización, gracias a un viejo cuervo que rescató se entero de cosas que usaría a su favor, averiguo todo lo que pudo de ciertas personas y su ubicación.
En unas maletas guardo lo necesario: algunos cambios de ropa impregnados de perfume, sogas, cadenas, grandes baúles, dinero, comida, droga para dormir, y lo más importante, el uniforme que le regaló Uzui.
El demonio sabía del riesgo que conllevaba congeniarse con él así que le ofreció la oportunidad de enseñarle lo básico de su entrenamiento ninja para así poder defenderse. Obviamente aceptó, de hecho le pidió que avanzarán en las lecciones, aun recuerda la expresión de alegría y nostalgia en su rostro. ¿Quién diría que utilizaría sus nuevas habilidades para algo así?
—Voy a visitar a mi hermana, quiero ver como va con su embarazo —Le dijo en la cena.
—¿Quieres que te acompañé, Dulzura? —mencionó pícaro.
—Estoy bien, preferiría que te quedarás aquí, se que Muzan-sama te pidió algo importante y no quisiera que te desviarás por mí —dijo con una sonrisa despreocupada, entendía que en realidad Uzui no podía irse así nada más de su área.
—Siempre tan dulce, mi Riachuelo —Le concedió un beso suave, llenó de amor —Hoy podríamos divertirnos —le susurró coqueto al oído.
—Me encantaría, Amo —Le devolvió el susurro —Pero~ prefiero poder caminar para ver a mi hermana —Se levantó divertido, a veces le gustaba hacer eso, la cara que ponía era fascinante.
A la mañana siguiente partió a con dirección a casa de Tsutako pero solo eso, se cambio de ropa rápido cuando tomó el siguiente transporte para llegar a su destino. La aldea cercana a la Sede de Asesinos de Demonio.
Sabía que el perfume era fuerte por lo que cubriría su aroma a la perfección, se paseo por el lugar identificando a algunos de los cazadores pero sobre todo vigilando a sus objetivos.
No se tendría que preocupar por la mayoría pero lo mejor sería ponerse en acción ahora para tener la noche de su lado e ir por los más complicados.
—¡Por favor, ayúdame! Mi gato quedo atrapado en una madriguera y no se que animal hay ahí —dijo lleno de desesperación —Y... y... yo no lo puedo alcanzar ¡Te lo ruego! —Las lágrimas salían a mares por sus ojos.
—¡Eso es horrible! Claro que le ayudaré —Bingo.
En medio del frondoso bosque los dos se detuvieron. Al niño se le hacía extraña la situación, algo no le convencía.
—Señor, ¿Dónde está su gato? —De repente un pañuelo tapó su boca y nariz, el olor le mareaba hasta que quedo dormido.
[•]
—¿Esta bien señor? —dijo la jovencita de coletas.
—Sí, es solo... ¡Auch! —Masajeaba su pie hinchado —No se si podré caminar hasta mi casa.
—¿Esta lejos? —Negó —Apóyese en mí, lo llevaré a su hogar, puedo tratarlo ahí. —No era la gran cosa, solo una habitación de la posada.
—Tengo un poco de té, tómelo como agradecimiento por su ayuda —La joven asintió, al tomar un sorbo no notó nada extraño. No fue hasta un rato más tarde que su cabeza comenzó a dar vueltas y luego todo fue oscuridad.
[•]
Vestido de mujer cargaba con varias bolsas pesadas, vio al objetivo acercarse, todo iba según al plan.
—Aquí, déjame ayudarle señorita —Tomó varias de las cosas y siguió a la mujer.
--Gracias joven, es muy amable —Le dio una tierna sonrisa y lo guio a otro lugar —Es aquí, déjelas en la sala si me hace el favor —Apenas le dio la espalda le lanzó cuatro darnos tranquilizantes en la nuca, pensó en dar un quinto golpe pero supo que habían sido suficientes cuando cayó. Uno menos, Faltaban tres.
[•]
—¡¡Senjuro, Senjuro más vale que no te estés escondiendo!! —Habían pasado unas horas desde que su hijo había ido por las compras pero nunca llegó a casa. A veces se desviaba pero algo le dijo que esto no era normal —Enanas, ¿vieron a Senjuro? —Sabía que las niñas de la finca mariposa eran sus amigas, podrían saber algo.
—N-No, Señor --dijo asustada la de broches rosados. Se marchó a seguir buscando, escuchó algo que lo preocupó aun más —Ahora que lo pienso, Aoi tampoco ha vuelto del pueblo. 1Ay no, debía encontrar a Senjuro rápido.
[•]
Ya camuflado con la oscuridad de la noche se postro cerca de la gran Mansión, si no se equivocaba ahí descansaba el líder de todos. Subió la tela para cubrir su rostro se aventuró por los tejados, se deslizaba entre las sombras evitando a cada uno de los cazadores que pasaban por el área. Fue difícil, casi fue atrapado por un tipo llenó de cicatrices, las más notorias eran la del pecho y la cara, ¿Quién diría que se encontraría con el hermano de uno de sus objetivos tan pronto? Parecía enojado pero no tenía tiempo.
Abrió con sigilo la ventana cambió el incienso a uno hecho de somnífero, espero cinco minutos para volver a entrar a las habitaciones. No fue tarea difícil, los llevaba atados en la espalda; escuchó unos gritos, probablemente la chica insecto se dio cuenta, era su señal de que tenía que partir.
—¡¡Baja de ahí y muéstrate, Bribón!! —Una chica de cabellos rosados iba tras de él, sin perder ni un minuto aceleró el paso, saltaba por los tejados, se metía a las casas pero no lograba perder a la fémina —¡¡Detente ahí!! —Trataba de no agitar tanto a los niños, lanzó algunas bombas de humo para despistarla y huir escondido en una de las carretas que por suerte iban pasando.
》¿Eh, a dónde se fue? —Pronto llegó Obanai con Mitsuri alertado, ese maldito no pudo haber escapado.
Con la respiración entre cortada corrió a la posada por la ventana, se apresuró a guardar sus cosas, alarmado reviso a loa tres niños. Suspiro aliviado al ver que no sufrieron daño alguno, sabía que no tardarían en hallar donde se hospedaba así que sin más puso a los chicos en los baúles. Se dirigió a la estación de trenes, sus sentidos estaban alertas, si podía entrar entonces se habría librado de los cazadores lo suficiente. Sentía el sudor bajar por su nuca, a simple vista parecía tranquilo.
La línea avanzaba muy lento para su gusto, necesitaba entrar en ese tren ya, de vez en cuando se fijaba en los grandes baúles, el espacio era suficiente al igual que el oxígeno así que eso descartaba algunas de sus preocupaciones. Alguien tocó su hombro sobresaltándolo aunque pasó desapercibido por la persona.
—Disculpe, necesito guardar sus maletas en otros vagones —Suspiro aliviado al ver que solo era un trabajador del tren. Asintió como respuesta —Con permiso —Al solo faltar una persona delante suyo para pasar notó de reojo una cabellera rubia flamante, los rasgos eran exactamente iguales a los del primer pequeño.
Los centímetros se volvían kilómetros y los segundos horas, su corazón palpitaba a un millón por minuto, el aire era denso, rezaba para que no notará su miedo el hombre. No estaba contento eso lo veía seguramente lo mataría si supiera que era él quien hizo todo. El sonido de su boleto siendo sellado lo trajo de nuevo a la realidad, soltó el aire contenido y pasó a abordar dando una última mirada al cazador de haori llameante antes de perderse entre la multitud.
El viaje fue tranquilo en lo que cabe, bajo una estación antes para esconderse en una cabaña, sacó los cambios de ropa perfumados y se los puso a los seis chicos, como precaución se encargó de quemar la otra que llevaban. Revisó las ataduras para volver a meterlos, tomó el último carruaje hasta el distrito rojo donde una gran casa lo esperaba; ese había sido el regalo de Uzui por su cumpleaños veintiuno. Al adentrarse puso en cada habitación a sus nuevos huéspedes, tardarían un poco en despertar y probablemente tendrían hambre así que se dispuso a cocinarles una buena cena, además de preparar un baño caliente.
Fue hasta la noche que los chicos salieron asustados de las habitaciones, en el pasillo se toparon cara a cara con los otros alegrándose y asustándose de ver a los demás ahí. Juntos se aferraron a los otros para investigar el lugar, a unos pasillos olieron algo delicioso, temerosos se iban acercando, los mayores tomaron unos palos para defenderse, frente a ellos en una extensa mesa con decenas de platos. El hombre de antes cocinaba tarareando una dulce melodía, en cualquier otra circunstancia sería una escena adorable pero ahora solo era... Temible.
—Oh, ya despertaron —les dijo con amabilidad, casi como si no los hubiese despertado —Deben tener hambre, siéntanse libres de comer lo que quieran —
—¿Quién es usted y qué quiere? —habló la chica seria.
—No pensé que preguntarían tan pronto —Se quitó el delantal, se sentó y se sirvió arroz en uno de los cuencos —Perdonen, no pude comer en todo el viaje —Sonrió algo apenado.
—Contesté la pregunta —dijo más firme.
—Primero que nada, sean bienvenidos Aoi, Genya, Senjuro, Kiriya, Kuina y Kanata, están en mi hogar como mis invitados —dijo tranquilo —Segundo, los traje aquí para hacer un intercambio. —Todos se quedaron consternados ¿Un intercambio?
—¿A qué se refiere? —preguntó Genya enojado.
—Verán, yo... Salgo con un demonio —dijo sonrojado, ganándose un "¿eh?" Por parte de los menores, algunos se preguntaban si lo había obligado o algo por el estilo, casi como si pudiera leer sus mentes rápidamente los corrigió —¡No es lo que piensan! —habló moviendo las manos en negación —Él me sacó de mi miserable vida, pensé que moriría en algún baldío pero cuando me rescató supe que ya nada sería igual y no viviría con más miedo —Bajo la mirada pensando en las sonrisas que siempre le daba su amante.
》Él... me dio todo, fue la primera persona que me trató como un ser humano, es muy lindo conmigo —Se miraron entre ellos pensando lo mismo "Si que le gusta".
—¿Qué tiene que ver con nosotros? —preguntó educadamente Kiriya.
—Últimamente han estado rondando muchos cazadores de demonios y se que buscan a Uzui-san... No puedo dejar que muera porqué... Voy a casarme con él —dijo con determinación.
—¡¿Casarte?! —gritaron al unísono.
—Bueno, no exactamente, aun no se lo pido —Avergonzado rasco su nuca. Aclaró su garganta para volver a llamar la atención del grupo —El punto es que quiero vivir mi vida junto a ese hombre y sus esposas —A juzgar por su expresión Senjuro supo que estaba locamente enamorado —Lo amo mucho, no soportaría perder lo único que tengo en este mundo --
—Es muy importante para ti —susurró Senjuro, nunca antes había visto a alguien con ese brillo en los ojos.
—Les prometo que no les haré daño, es solo que quiero negociar con ellos para que dejen en paz a Uzui —Kiriya pudo notar la honestidad en sus palabras, se acercó lentamente a sentarse frente al hombre.
—Mi padre entenderá, déjame escribirle una carta yo mismo... —Tomioka dudaba un poco, no del líder de la Sede, al contrario, era consciente de que él lo entendería pero ¿Qué había de los demás cazadores?
—Corro el riesgo de que sus hermanos me maten ¿saben? —dijo con ironía.
—Aniue escuchará, estoy seguro... Pero... —
—Nemi te matará, sin duda... ¡Auch! —Recibió un codazo de Aoi en protesta —¿Qué? Es verdad... Aunque... —Bajo la mirada algo triste —Ni siquiera se debió de dar cuenta que me fui... Puede que este feliz por ya no molestarlo—La mirada caló en el alma del pelinegro.
—Hey, no digas eso, ¿Sabes el infierno que pase con ese tipo? No dejó ni piedras sin levantar y estoy seguro que todo el pueblo oyó sus gritos —El chico alzó la mirada esperanzado, como un cachorro cuando ve a su dueño llegar a casa.
—Confiaremos en ti ¡PERO! Estaré atenta a todos tus movimientos, no bajaré la guardia ni un minuto —sentenció Aoi.
—Es un trato —Estrechó su mano con el pequeño Kiriya, él les dio una mirada a sus hermanas para acercarse a la mesas tímidas.
[•]
—¡Tomioka, ¿Éstas bien? —Entró asustado el demonio más alto encontrándose con la escena de los siete comiendo en la mesa y el pelinegro explicándole algunas de sus armas ninjas al joven Rengoku.
—Uzui, ¿Qué haces aquí? —dijo sorprendido.
—¿Qué qué hago aquí? ¿Tú qué crees? Sentí tu presencia pero no llegabas y temí que te pasará algo —Tomó entre sus manos el fino rostro besándolo, los Aoi, Genya y Kiriya se encargaron de taparle los ojos a los demás. Al separarse Tengen acarició el cabello negro y luego siguió —¡¿En qué estabas pensando?! ¡Secuestraste a los hijos de Oyakata-sama y a otros niños que no tengo idea de quien son! Esto nos puede meter en muchos problemas —habló alterado.
—Tengen Uzui... --miró a los niños los cuales asistieron en apoyo —Te amo, me has hecho el hombre más feliz de la tierra, no podría pensar en que sería mi vida sin ti así que aquí y ahora —Se arrodilló frente a él y sacó de su bolsillo una cajita de terciopelo con incrustaciones azules —¿Me permitirías ser parte de tu vida como tu esposo? —
El demonio se quedó estático un momento hasta que el silencio fue reemplazado por una risa que confundió a los presentes.
—Mi Riachuelo, si tan solo hubieras esperado unos días --En eso el demonio se inclinó sobre su rodilla derecha y sacó una cajita negra que contenía un gran anillo de oro azul con diamantes blancos y grabados de olas —Pensaba que ya era tiempo de cambiar tu apellido a Uzui... —Giyuu estaba impresionado pero de inmediato las lágrimas se acumularon en sus ojos.
—¡¡SÍ, DIOS ACEPTÓ UZUI!! —Se lanzó a esos labios que lo enamoraban cada día y noche, que recorrían su cuerpo y lo llevaban al cielo.
—No quiero interrumpir pero tengo algo que decir... —Ambos voltearon hacía el joven de cabellos negros —Como siguiente líder de cabeza de los Ubuyashiki quisiera darles mi bendición para casarse en paz —Las niñas sonrieron, querían ver al pelinegro vestido de novio.
—Gracias... —Suspiro, era el momento —Uzui te quiero pedir una cosa... —Buscó las palabras adecuadas, esperaba no espantarlo con esto —Quiero tener bebés.
—¿Cómo? —
—Eso, pasar estas diez días con los chicos me hicieron ver que una familia contigo es mi gran anhelo, aun si no tenemos riquezas o algo por el estilo —Tengen no sabía como responder, un niño... una familia... Una familia con Tomioka. La imagen se le cruzó por la mente... No era tan malo.
—Si es contigo estaré más que agradecido —Juntaron sus frentes, algo que solían hacer en momentos especiales —Aunque hay que devolver a estos niños —
—Le he avisado a mi padre y dice que no irán tras los Tengen si nos dejan volver sanos y salvos —
—Perfecto, eso hare... ¿Por qué pones esa cara, Riachuelo? —Los ojos de cachorro, una técnica poco usada pero mortal para el demonio.
—¿No podemos quedarnos con alguno? —Eso consternó a todos en la sala, ¿habían oído bien?
—¿Quieres quedarte con ellos? —dijo aun sin creer lo que oyó.
—Es que... ¡¡El padre de Senjuro es una MIERDA TOTAL, Nemi NO le da el amor que Genya necesita, la pobre Aoi es muy buena para ellos y no hablar de los Ubutashiki!! Son bueno y todo ¡Pero sus hijos lo son más! —Hizo un puchero tratando de convencer a su prometido, CASI cae pero tenía que ser fuerte.
—Lo siento Giyuu, ellos ya tienen sus familias —Se acercó a su oído y con su tono especial le habló —Pero puedo hacerte uno si quieres —Los chicos vieron los colores subirle a Tomioka en instante.
—B-Bien... ¡Pero solo porque tienen una familia! —Amaba esa carita pero le gustaba más la que ponía cuando gemía.
—¡Prepárate para el viaje, mi amor. De regreso nos vamos a divertir juntos —Se rio al imaginar la cara estaría poniendo su amante y futuro esposo —Niño, dale esto a tu padre. Como un regalo por dejarnos vivir —Kiriya lo abrió y se encontró un diagrama de un cuerpo que tenía señalados en circulos siete corazones y cinco cerebros.
》Lo necesitarán, ahora, debo ir con mi Amorcito. Se merece un castigo —Senjuro y él se sonrojaron con la frase, sabían que mañana Tomioka no caminaba.
━━━━━━ ◦ ❖ ◦ ━━━━━━ ━━━━━━ ◦ ❖ ◦ ━━━━━━
¡¡AQUÍ ESTA LA SEGUNDA PARTE!! La verdad iba a hacer que Tomioka obligará a algunos de los pilares para negociar por la vida de los niños... PEROOOOO, ¿A quién no le gusta ver a Tomioka dándole amor a huercos que no son suyos?
Ahora unos secretos de la Era Taisho
◇ En su primer encuentro con Tomioka Muzan los atrapo en medio del acto, ahí fue cuando Tengen le presentó oficialmente a su pareja.
◇ Rengoku si se subió al tren pero estuvo unos asientos más atrás de Tomioka, es por eso que no comió en todo el viaje.
Espero que les haya gustado y nos vemos en otro capítulo. Su escritora se va.
Byeee
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top