Clase de Baile Tanjiro x Tomioka
♡Dedicado a Cheetosdefrijol
♡Violación.
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Bajaron del escenarios exhaustos, aun oían los gritos eufóricos de sus fans, su grupo estaba en en la cima de su carrera pues hace poco se habían hecho con un gran éxito haciendo que sus próximos conciertos estuvieran a reventar.
—Un excelente concierto chicos, lo hicieron bien —les dijo su manager con una sonrisa. Los hombres tomaban su descanso.
La boyband 5llars estaba conformada por el lider Uzui, el visual Rengoku, su rapero Shinazuwaga, bailarín principal Obanai y su vocal Tomioka; eran un grupo sin mucho tiempo de haber debutado pero gracias a su último éxito se les catapulto hasta la cima de las listas, llamando la atención de muchos. Hasta ellos se sorprendieron del boom que tuvieron, sus carreras dieron un vuelco de 360°.
—Sí que somos extravagantes —mencionó el líder, causando pequeñas sonrisas en todos.
—El último concierto que dieron fue bueno pero ocupamos que sea mejor —explicaba su manager —No hay que desaprovechar la relevancia que tienen.
—¿Y cuál es tu idea? —preguntó Obanai.
—Necesitan mejorar en algunos aspectos, por eso, contratamos mejores tutores —Les pasó algunas carpetas donde venían los currículos —Todos ellos han trabajado con grupos como TwelMoon, B. B. G y varios más. Nos ayudaran mucho.
Todos se sorprendieron, los nombres que circulaban eran bien reconocidos en la industria, saber que los conocerían y sobre todo que trabajarían con ellos aumento sus ánimos hasta las nubes. Las clases se conformarían por una de idiomas, composición, habilidades vocales y danza; al revisar bien Tomioka notó que su maestro de baile sería igualmente su nuevo coreógrafo, se sintió emocionado al saber que compartirían sala con una gran personalidad dentro de la industria.
[•]
El primer día de sus clases se levantaron igual de temprano o más solo para prepararse y estar listos, se esforzaban al máximo en cada lección, tomaban nota de los comentarios que le daban, practicaban nueve o diez veces cada corrección para asegurarse de no olvidarlo; la última en el día era baile, personalmente Tomioka no era un gran bailarín, muchas veces luchaba para aprenderse las coreografías llegando a desesperar a algunos de sus compañeros.
La puerta de la sala de practica se abrió dejando ver a un hombre bien cuidado, de máximo unos treinta años, su cabello largo burdeo atado en una coleta, sus aretes tintineaban al caminar y con una sonrisa se presento.
Tanjiro Kamado era uno de los coreógrafos más grandes de la industria, venía de todo un linaje de bailarines, idols, hasta actores y dobles de riesgos. Se le atribuían una serie de movimientos que dieron vuelta a la forma de realizar cualquier danza.
Sus ojos se cruzaron con lo de él, tenían un brillo extraño pero no lo atribuyo a su imaginación, se formaron en una alineación común de su grupo: Tomioka en la esquina izquierda de atrás, Uzui a su lado, Sanemi en la derecha y al frente los dos restantes, debido a que eran quienes le daban un gran toque a los bailes.
—Muéstrenme sus habilidades antes de evaluarlos —Procedieron a realizar la coreografía más reciente frente al hombre —Okey, debo decir que tienen una gran energía pero algunos errores —Con una sonrisa se acercó a los miembros imitando la postura de cada uno y señalando áreas donde las posturas fallaban.
Sin un contacto tan directo.
Hasta su turno.
Saltó de sorpresa al sentir las manos sobre sus piernas, poniéndolo algo nervioso.
—Estas muy tenso, Tomioka —le dijo el mayor sin mirarlo directamente —Tus giros y cambios tardan mucho —De sus piernas viajaron a su torso donde le indico hacer la siguiente posición —¿Ves? Si te inclinas de esta manera tienes un mejor ángulo para regresar —Se separo para seguir con la lección, el azabache se sintió extraño ante el toque pero no sabía si de forma positiva o no.
Las siguientes clases eran iguales, el profesor impartía sus lecciones y se acercaba a cada uno corrigiendo sus posturas pero con él... Se acercaba tanto: en los ejercicios de estiramiento se posicionaba detrás suyo o encima para "hacer peso", sus manos se posaban en sus muslos, muñecas, espalda baja y le daba masajes que el no pedía pero decían "necesarios" —aunque fueran solo al azabache —. No le gustaba nada de lo que hacía, le incomodaba pero era su superior, no podía hacer nada.
—Tomioka —Salió de su ensoñación mirando a su compañero —, has estado muy raro, ¿Todo bien?
—Sí, Kyojuro —Deseaba decirle cuan mal le ponía el saber que habría clase con Kamado, fuera de las salas parecía amable pero dentro solo... No deseaba que lo tocaran.
—Tomioka, el señor Kamado te busca —dijo con algo de fastidio Obanai, en especial por la atención que le ponía al azabache pero lo entendía, era un pésimo bailarín.
[•]
—¿Me buscaba, señor? —Entro en la sala onde el hombre terminaba de guardar las cosas.
—Sí, necesito ayuda para guardar los tapetes en la bodega —Deseaba decir que no, irse del lugar, contarle a alguien lo que sucedía pero solo asintió, ¿Quién era él para negarse? Tanjiro solo lo ayudaba a mejorar, la carrera era muy importante para él, seguro solo era su imaginación o lo malinterpretaba.
Entraron a la oscura bodega, acomodaron los tapetes en silencio, buscó salir rápido pero su muñeca fue sostenida con fuerza obligándole a detenerse. Un cuerpo se pegó por detrás, tembló horrorizado por pensar en estar en esa posición, con un bulto restregándose en su pierna.
—Eres muy hermoso, Tomioka —Tomó uno de los mechones de ese cabello rebelde, lo beso con delicadeza. Ahora que estaban solos se sentía con más libertad de pasear sus manos por la figura del joven, desde los muslos hasta meterlas debajo de su camiseta —Tus pezones se ven tan... Comestibles —Acercó sus dedos para pellizcarlos, verlos hinchados, su nariz aspiraba el suave olor a colonia que tenía, a pesar de ser muy tenue lograba cautivarlo.
Cada que veía al joven sus ojos no se enfocaban en algo que no fuera sus movimientos, el como su ropa dejaba ver centímetros de su piel, piel que le rogaba ser marcada. Su mano izquierda viajó al pantalón deportivo y tocó sobre la tela el semi erecto miembro de su alumno.
—Paré... Por favor, paré... N-No quiero esto —Ignoró las suplicas e inició un camino de besos desde el cuello a los hombros.
—Se que te gusta —¿Gustarle? ¡Le asqueaba, quería empujarlo y gritarle, acusarlo con el manager... pero no se movía, las lagrimas en sus ojos se acumulaban, sin embargo su cuerpo no era capas de moverse.
Pronto sintió que buscaba ponerlo sobre varias colchonetas, es cuando su cuerpo al fin sale de su shock inicial y lucha contra el hombro, eso enoja a Tanjiro por lo que decide cargarlo por la cintura obligándolo a acostarse en la superficie.
—¿Por qué luchas, Tomioka? Se que quieres esto, me lo ruegas cada clase —Con una de sus manos sujeto el rostro del menor, plantándole un beso.
El azabache lloraba, asqueado al sentir como de repente la lengua pasó de estar en sus labios a ir por sus pezones, buscó empujarlo lejos pero sus manos fueron sujetadas sobre su cabeza, pataleo pero eso solo logró que le diera acceso libre entre ellas, ahora sentía ese bulto cerca de su entrada.
—¡Basta! Yo no quiero —Escuchó la tela descender, el frío le llegó en la parte inferior —¡Deténgase —Lo pateo en la cara, cosa que no tomó bien el hombre, se estaba arrepintiendo de hacerlo.
—Yo que pensaba ser gentil, Giyuu —Sintió unos escalofríos recorrer toda su columna, vio el pene afuera del pantalón.
Sin preparación alguna introdujo su miembro en el interior del azabache importándole poco el ardor que sentía en sus entrañas el ojiazul o el rojo carmín que salía de él. Sus movimientos eran firmes, rítmicos, dando en lugares necesarios. Amaba la forma en que era apretado por las paredes de Giyuu, sus gemidos, el blanquecino cuerpo estremeciéndose bajo suyo sin detenerse.
—¿Te gusta no, Giyuu? —No respondió solo porque se ahogaba entre sus propios llantos y jadeos, lo odiaba —Se que lo hace.
—¡No! ¡Ya basta, se lo imploró —Es lo que alcanzó a decir antes de que otro grito propio lo interrumpiera. Al ver de nuevo hacía abajo pudo notar la sangre manchar la superficie como su misma piel. Vomitaría en cualquier instante.
》D-Deténgase... Por favor... —La fuerza de las piernas se le iba, de todo su cuerpo a decir verdad. Solo deseaba cerrar los ojos y pensar que era una pesadilla, una de la que pronto despertaría, entre sus sábanas y con la ruidosa alarma de su líder.
Pero eso no era ningún sueño, sino la cruel realidad.
A Tanjiro no le importaba las constantes suplicas del jovencito, en esos momentos se enfocaba en el placer que le generaba. Soñó tantas noches en tenerlo así que no pararía hasta estar satisfecho. Subió sobre sus hombros las piernas delgadas para más profundidad, por como se arqueo su espalda supo que encontró el punto indicado. No se detuvo en sus embestidas sino que al contrario, las volvió más fuertes.
—¡Ah, Ah, Ahg... Duele... Ya basta por favor! —Las lágrimas no paraban de caer por su cara, ya no podía ni verse porque sabría que no aguantaría las ganas de vomitar.
Su mente se nublo después de eso, dejó de ver o si quiera oír las cosas, disociaba la realidad, no supo que tanto tiempo paso o cuando su interior fue llenado por el semen del hombre. De repente una rara sensación lo saca de su aturdimiento, entre el paisaje borroso de la bodega vio al de cabellos burdeos separarse de él. Le acomodaba la ropa con paciencia, una luz se asoma y voltea algo espantado pero su expresión se relaja.
Unos cabellos amarillos y otros de mechas azules se asomaban por la sala, parecían estar discutiendo sobre algo el primero con Tanjiro pero el otro que reconoció como su profesor especializado en rap se acercó con una cara de pena.
—¡¿Cómo se te ocurre, Tanjiro?! ¡¿Qué pasa si dice algo, tienes alguna excusa para que no se mueva así?! —dijo Zenitsu asustado.
—¿Puedes bajar la voz? Todos te escucharán.
—¡¿Bajar la voz?! Estas en muchos problemas. No. Estamos en graves problemas —Su voz se oía nerviosa, en realidad todo él.
Sus ojos trataron de enfocar al hombre junto a él, lo miraba triste. Con una pena inmensa, como si recordará algo parecido.
—Dijiste que no lo volverías a hacer —habló serio.
—Inosuke... —Lo miro algo sorprendido el de aretes.
—...Ya no quiero seguir cubriéndote... —Su maestro de danza se acercó hasta el otro pero rechazó cualquier contacto con un manotazo —¡Fuiste muy lejos, T-a-n-j-i-r-o —El de cabellos azulados volvió junto a él, su cuerpo no paraba de temblar. Con cuidado lo bajo de las colchonetas sin dejar de mirar la mancha de sangre.
》¿Crees que no lo notarán? —preguntó serio Inosuke. En respuesta una sonrisa tranquila se dibujo en el rostro de Tanjiro, se agachó hasta quedar a su altura.
—No creo que lo haga —Sus ojos se clavaron en el idol, el terror se hizo presente en cada célula de su cuerpo —Después de todo... —Levantó su mentón obligándolo a conectar miradas —No quieres que su grupo caiga a la ruina cuando están en su mejor momento, ¿O sí?
Negó repetidas veces aguantando las ganas de llorar. El profesor le volvió a sonreír y se separó, casi al instante se levantó entre todo el dolor para salir del lugar. Presionó el botón del elevador para ir a la salida lo más rápido posible, al abrirse las puertas corrió al interior; justo antes de que se cerraran alguien entró, asustado pensó que podría ser su abusador.
—Soy yo, Topioca —Subió la mirada para ver al profesor Inosuke —Siento mucho lo que te paso —dijo en un tono suave, algo inusual en él.
—...No le voy a decir a nadie, lo prometo —habló con miedo de que fuera mandado para amenazarlo más.
—No vengo por eso —Se quedo callado unos momentos y luego suspiro —...Pase por algo similar...con Tanjiro —se sorprendió de oír esas palabras ¿acaso él? —, pero no fue a tanto...Solo toques.
Dios, en sus ojos pudo verlo revivir esos momentos, nunca imaginó que alguien como Inosuke pudo vivir una experiencia así, se veía tan seguro se si mismo, fuerte y siempre le daba frente a los retos que le ponían.
—Los Kamado tienen mucha relevancia en el medio...Pero si decides hablarlo te daré apoyo —Las puertas se abrieron, una auto lo esperaba ya. Los pies le dolían a cada paso que daba pero logró, sentarse fue un horror. En el camino se quedo pensando en las palabras del mayor.
—¿Puede hacer una parada al hospital? —Al conductor le extraño, cambió de ruta hasta el centro médico más cercano. Ahí tras unas horas de espera lo pasaron a hacerle unos exámenes.
Tras los resultados el preocupado médico le pregunto si quería llamar a seguridad, pero él les rogó que solo le dieran los exámenes y algo para el dolor antes de irse.
Al llegar al departamento no dijo nada, solo se metió al baño para ducharse; el agua transparente se mezclaba con el rojo y blanco que caía por toda la longitud de sus piernas. Al tallarse su mente reproducía cada momento que ese hombre se le acercó de esa forma, los lugares dónde alguna vez lo toco eran tallados con agresividad como si de esa forma logrará desvanecer el sentimiento de las manos sobre su piel.
—Auch —Pero eso solo lo hizo lastimarse más, en una esquina del baño se abrazó a si mismo. Ojalá nunca hubiera aceptado ese maestro. Unos golpes en la puerta llamaron su atención.
—Tomioka llevas mucho rato ahí, ¿todo esta en orden? —dijo Uzui desde el otro lado de la puerta. Por inercia cerró la llave y se secó lo mejor posible, tenía su pijama ahí así que se la puso rápido. Abrió la puerta tratando de evitar al de cabellos platinados.
—Voy a dormir —dijo casi entre balbuceos
—Bien —lo vio marcharse pero antes recordó algo —Por cierto, la clase de baile de mañana se cancela. Al parecer el maestro se lastimo —Con la sola mención del hombre su cuerpo se tensó, asintió y corrió a encerrase en la habitación que compartía con sus compañeros.
Escuchó murmuros en el otro lado de la puerta, luego el chirrido de a madera, trató de hacerse el dormido, sintió a alguien a su lado y al colchón hundirse. Por el tamaño supo que era Uzui, por su gran oído era obvio que notaría su mala actuación.
—¿Hay algo de lo que quieras hablar? —Sí, debía decirle sobre lo sucedido en la bodega, lo que sufre en cada clase con ese hombre-
—No —Se maldijo por lo cobarde que era...Por qué no ni siquiera estaba seguro de lo que sufrió. ¿Alguna vez lo provocó? ¿Fue su ropa? ¿Cómo debía sentirse? Nada importaba, solo deseaba dormir.
En su día libre apenas y tocó comida, no hablaba, se notaba ansioso. Al inició de su debut Tomioka siempre se mostró como alguien alegre, sentimental, muy expresivo; ahora era lo contrario, trató de disimularlo empero sus compañeros se dieron cuenta. Querían atribuirlo al cansancio de todos los ensayos, los pesados ejercicios de danza y de vocalización, ¿Qué más podría ser?
[•]
Cuando llegó el momento de entrar a la sala de ensayo su mano tembló, sus piernas se volvieron como gelatina, su respiración aumento; una mano lo trajo devuelta a la realidad, volteo a ver a Kyoujuro con una mirada preocupada.
—¿Seguro qué todo esta bien, Tomioka? —No, nada estaba bien, le dolía como los mil infiernos el cuerpo. De solo pensar en ver a Tanjiro una vez más se pondría a llorar. Abrió la boca para decir algo pero sintió una mirada penetrante, de reojo observo al maestro con una sonrisa.
—Sí, s-solo estoy cansado —Fingió una sonrisa que no convenció al rubio, aunque tampoco lo presionaría pues temía que de hacerlo solo empeorada a su amigo.
Las clases fueron igual que las anteriores, acercamientos de más, toques demasiados íntimos, susurros que le recordaban su actuación de hace dos días. Solo gritaba con la mirada por ayuda, ¡Que alguien lo saqué de ahí! Sin embargo, nadie lo notó, o eso piensa pues nadie detiene al profesor. Ve a Zenitsu-sensei pasar y le ruega que haga algo pero solo hace de la mirada gorda.
—Buen ensayo el de hoy, ¡Me sorprende lo habilidosos que son! —Agradecen y toman sus cosas para marcharse —No te vayas aun, Tomioka. Debes quedarte un poco más, tus movimientos han empeorado y hay que trabajar en ellos —¿Empeorar? ¡¿Empeorar?! ¡Es por su culpa que no puede moverse bien, él lo violó sin piedad hace dos noches! ¡Y espera qué este bien?
—Okey —Se vuelve a callar, solo reza porque alguno de sus compañeros se quede pero el maestro se encarga de asegurarse estar solos.
Cierra la puerta con llave.
Se abre el pantalón.
Y todo se repite.
La sangre, el dolor, las suplicas porque parase, las palabras enfermizas a su oído sobre cuanto lo amaba, todo estaba ahí ¿Eso era amor? No le gustaba en lo absoluto. La misma conversación entre sus otros maestros pero él solo se queda en el suelo, pensando en como desearía morir, su cuerpo fue profanado y su alma rota porque ahora tiene que cargar con el sufrimiento que tanto placer le da a su profesor, no quiere arruinar las carreras de sus amigos, sabe cuan importantes son, es su sueño ser Idol... Pero no así, no con tener que vivir ese infierno cada que se quedará a solas con ese ser tan despreciable.
Quedarse a solas...
[•]
En una semana ocurrió el mismo incidente por lo menos tres veces más, demostrándole que ese hombre siempre conseguía lo que quiere; ni importa cuanto luche, cuanto patee o con quien este él siempre lo logra tener a su merced. Salió de ese maldito estudio, aun con las piernas ensangrentadas bajo su ropa, llorando a mares y odiando su cuerpo, aun cuando iba con ropa que le quedaba grande y lo tapaba por completo eso no le impedía ser tocado.
Esa noche decidió hacer algo, escuchar el consejo que le dio su maestro; al entrar al departamento vio la luz prendida del estudio del compositor de la banda, Uzui, le gustaba pasar sus ratos ver el proceso creativo del platinado junto a Kyojuro. En esa semana no piso para nada otro lugar que no fuera su habitación, ahora se aferraba a esa manija, dudado de si hacerlo o no.
Gracias al recuerdo de que mañana tendría que ir a ese infierno una vez más las fuerzas le vinieron, suspiro y abrió la puerta.
—Oh, Tomioka, no esperaba verte aquí —Se quitó los audífonos para ver a su compañero, cerró la puerta tras de si y lo vio acercarse hasta quedar frente a él —¿Qué sucede? —Desde la cercanía podía notar las ganas que tenía de llorar.
—...Tengen ...Tengo que contarte algo... —dijo en un susurro, como si temiera que las paredes lo escucharan
No quería volver a esa clase de baile.
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Hola gente bonita, ¿Qué les pareció este capítulo? Quería que fuera una temática nuevo en este libro y creo que queda bien con la idea inicial, les vengó avisando que si quisieran siguiente parte no acabaría bien. Aun así espero que hayan disfrutado esta lectura.
Su autora se despide con mucho amor, ¡Bye!
Ahora, unos Secretos de la Era Taisho:
♧En el caso de Inosuke sucedió cuando eran jóvenes, él venía de un pueblo muy retirado donde casi no había chicos de su edad y por su personalidad alejaba a los pocos amigos que tenía. Al mudarse a la ciudad conoció a Tanjiro en la secundaria; en una noche que lo invitó a su casa lo tocó, él le explicó que eso hacían los amigos y a pesar de su incomodidad no le discutió porque no quería perderlo. Años después se dio cuenta que no lo era.
♧Zenitsu esta casado con Nezuko por lo que siente que no debe hablar de lo que hace Tanjiro para mantener bien su matrimonio pues ama mucho a su esposa y sabe cuanto estima a su hermano.
♧TwelMoon es el grupo de las doce Lunas, cuenta con sus subunidades. B. B. G es un grupo femenino conformado por seis integrantes, antes siete pero Kanae se volvió solista, las siglas son para Bewitch Butterfly Girls pues se dice que tienen un aura que hechiza a todo quien las ve.
♧5llars hace referencia al número de miembros, el logo que manejan es el cinco sobre las dos "L" que simulan pilares. Esto en referencia a que la gran fama del grupo a mantenido a flote su empresa, por lo que se les considera pilares de ésta.
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