Uno
Las clases eran aburridas. Se supone que ya debería estar acostumbrada, ya que siempre son así.
Esta escuela tiene sus ventajas. Una de ellas es que no te prestan demasiada atención. Eso, combinado con que me siento en la última fila, me permite dormir de vez en cuando.
Soy la típica chica solitaria sin amigos, que se sienta a comer sola a la hora del almuerzo y que nunca participa en clase. Supongo eso es normal después de la muerte de mamá.
Íbamos de compras cuando un coche nos chocó. Nos llevaron al hospital pero sólo yo sobreviví. El doctor dijo que fue un milagro, pero yo prefiero llamarle mala suerte. Si hubiera sido un milagro, como dicen, mi madre no estaría muerta.
En fin, la clase por fin terminó y todos salimos del aula. Solo una clase más y sería libre por todo un fin de semana.
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— ¡Papá, ya llegue!— grité mientras entraba a mi casa.
— ¡Ya voy, cariño!— me respondió.
Mi padre era un hombre de rostro amable y bondadoso. Él me ayudó mucho cuando lo único que hacía era llorar por la pérdida de mi madre. Lo quería mucho, pero mi amor por él no se comparaba con el que sentía hacia mi mamá.
Mi padre me dio un fuerte abrazo y me hizo la misma pregunta de siempre:
— ¿Qué tal tus clases?
A lo que yo respondí como normalmente lo hacía: encogiéndome de hombros.
— ¿Se te antoja algo para comer?
— Lo que sea está bien.— Me encogí de hombros de nuevo.
— Christina, no puedes ir por la vida encogiéndote de hombros— dijo mientras ponía una mirada severa—. Está bien que te sientas deprimida pero tarde o temprano tendrás que superarlo. ¡Ya han pasado dos años!
Me ponía sensible cada vez que el tema de conversación era mi madre, por lo que preferí irme a mi habitación en lugar de seguir la charla.
— ¡Christina, no te vayas!— dijo mi padre alzando la voz. Le di la espalda
para dirigirme a las escaleras—. ¡No me dejes hablando solo! ¡Christina!
Cerré de un portazo y me senté en mi cama. Observé todos los pósters de Nueva York que había pegados en las paredes. Mi sueño era irme a vivir allá, donde nadie me conociera, y empezar una vida nueva.
Estaba cansada y tenía mucho sueño. Recosté mi cabeza en la almohada y me quedé profundamente dormida.
Hola!! Estoy publicando esta nueva historia y agradecería mucho su opinión, votos o comentarios!
Kamwe❤️
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