Órganos y Burocracia
Viernes -10:00 AM-
La mañana era tranquila, o al menos en lo que cabía debido al tráfico y a los insultos, tanto de conductores como de peatones. Una leve brisa transitaba entre los edificios, refrescando a sus residentes dentro de ellos. Prácticamente era un día, el cual no traería ningún inconveniente. Además de las correctas condiciones climáticas, hoy era un día muy especial, diferente a los anteriores. Después de todo, alguien volvía a integrarse al equipo de IMP.
Así es, Blitz volvía a estar en presencia del grupo en las oficinas. Aunque claro, permanecía con ciertas... restricciones. Siendo estas un yeso en su pierna izquierda, otro en el brazo derecho y teniendo que moverse gracias al apoyo de muletas.
Moxxie: Solo tómese su tiempo, señor. No es necesario apurarse. -indicó el subordinado-
Blitzo: Cierra la boca, Moxx. No soy un idiotAAHH!! -expresó adolorido al golpear su pie con la entrada a la oficina-
Loona: Te lo advirtió.
Blitzo: Sí que lo hizo... -contestó un poco molesto por el regaño de su hija-
Millie: Mírele el lado bueno, jefecito. Ahora esta devuelta con nosotros para alegrar el ambiente.
Blitzo: Aprecio ese optimismo, Millie. -comentó agradecido por el cumplido- Loona, déjame en mi oficina por favor. Ya veremos que hacemos durante el día.
Todo parecía volver a la normalidad, Moxxie y Millie preparaban sus respectivas armas limpiándolas y dándole mantenimiento. Loona se mantenía al tanto de la computadora y el teléfono mientras Mineta la ayudaba con el papeleo y con la limpieza de la oficina.
Como aún no había encargos, Moxxie y Mineta se reunieron para charlar, ambos tenían algo entre manos. Sus compañeras lo sabían debido a lo bajo que hablaban y la cantidad de papeles con información que tenían en frente de ellos. Aunque era algo intrigante el querer saber de lo que estaban hablando, tampoco era como si quisieran interrumpirlos o meterse en asuntos que no les inmiscuían.
Cuando la conversación había finalizado, ambos se levantaron de sus asientos dirigiéndose a la oficina de Blitz. Se tomaron unos segundos antes de llamar a la puerta, y cuando recibieron el permiso del jefe, entraron con confianza y con el pecho en alto... al menos por parte de Mineta.
Blitzo: Okay, chicos ¿De qué quieren hablar? Sean rápidos, que quiero volver a mis actividades. -mencionó apresurado- Y espero que no sea sobre un aumento porque no se los daré.
Mineta: Tranquilo jefazo, no estamos aquí por un aumento. -comentó el chico-
Blitzo: Uff, menos mal. -respondió aliviado- ¿Entonces?
Moxxie: Queremos hablar sobre algunas ideas que tenemos en mente para la compañía.
Mineta: Creemos que podrían ayudar a seguir expandiendo IMP.
Blitzo: Okay... -dijo haciendo una pausa- Tomen asiento, espero que esas ideas sean buenas. -contestó con molestia-
El diablillo se mostraba nervioso mientras evitaba no dejar caer los papeles que había preparado, siendo asistido por su "hijo",óquien tomo la mitad de estos para aliviar el trabajo de su "padre". Ambos tomaron asiento, listos para dar sus propuestas para mejor la llegada de más clientes a la empresa y por consiguiente más dinero para los bolsillos de todos.
Moxxie: Pues, la primera idea que se nos ocurrió fue expandir la publicidad de IMP.
Blitzo: ¿De qué forma? ¡¿Con un comercial cantado?! -preguntó lo último más animado-
Moxxie: Mmm... más o menos.
Mineta: Unos clientes nos dejaron esto la última vez que estuvieron aquí. -mencionó entregándole una tarjeta-
Blitzo: ... ¿El SIN?
Moxxie: Pues... sí.
Blitzo: Ahí solo van tipos con mucho tiempo libre a perder ese tiempo libre.
Mineta: Pero también es una buena oportunidad para dejar algún que otro cartel para aquellos que tengan ganas de despilfarrar su dinero en un buen asesinato ¿No?
Blitzo: Mmm... okay, me convenciste con esa. -comentó cruzándose de brazos mientras esbozaba una sonrisa- Así que no pierdas tiempo y ve allí ahora.
Mineta: Espere... ¿Ahora, AHORA?
Blitz: Ahora AHORA, Mineta! No es muy difícil de comprender esa orden. -respondio- ¡Vamos! ¡No pierdas el tiempo! ¡Haz algunos carteles y ve para allá!
Mineta: Sí, señor. -contestó sin demostrar su molestia- Asegúrate de mostrarle todas nuestras ideas, Moxx.
Moxxie: L-Lo haré. -dijo viendo como su "hijo" se retiraba de la oficina-
Ya afuera en la recepción/sala de espera, nuestro pervertido favorito decidió mantener la cabeza enfocada en el trabajo para no estallar del enojo. Había trabajado duro para dar sus argumentos e ideas para que Blitz las escuchara, pero este decidió ignorarlo y mandarlo a colocar folletos en el SIN.
Imprimió como pudo una buena cantidad de copias de la primera imagen que hizo para promocionar su trabajo en Impstagram, estaba orgulloso de la misma, así que seguiría usándola un poco más hasta que IMP fuera sumamente bien solicitado.
Una llamada imprevista lo sacó de su concentración por unos segundos, había sido gracias a Loona que volvió a concentrarse en el sonido de la fotocopiadora y de las hojas que ésta sacaba de ella. No prestó mucha atención a la conversación entre el cliente y su compañera, estaba ensimismado en su enojo. Básicamente había vuelto a ser, en parte, un chico de los mandados y su "misión" actual era ir a ese lugar y dejar la mayor cantidad de publicidad posible.
Loona: Tenemos un nuevo encargo ¿Quién irá?
Millie: Moxx y yo estamos disponibles.
Mineta: Moxxie está hablando con Blitz sobre asuntos importantes.
Loona: Y... ¿Tú estás ocupado? -preguntó buscando que la acompañara-
Mineta: Me envió a pegar folletos en la ciudad y a que vaya a un lugar en especial. -respondió mostrando algo de su enojo hacia su jefe- ¿Por qué no van ustedes dos? Hasta podrían divertirse.
Millie: Uhh, buena idea! -comentó emocionada- Vamos Loona! Es hora de prepararse.
Loona: Como digas.
Las únicas mujeres de IMP se alistaron para la misión, equipándose con lo que creían que sería necesario para la misma. Querían ir ligero, por lo que no llevarían muchas armas. Loona se iría con una pistola Beretta 92FS con su respectiva munición, y en caso de tener que meterse en combate cercano, los enemigos conocerían a un par de puños americanos. Por parte de Millie, ella llevaría su hermosa hacha de guerra para el encuentro a corto y medio rango, mientras que se apoyaría de unos kunais para defenderse y atacar en lo posible a larga distancia.
Las chicas ya estaban listas para zambullirse en su misión, pero primero venia lo más importante... despedirse del resto del grupo. Cargaron su equipamiento y se dirigieron primeramente a la oficina de Blitz, pidiendo permiso para poder entrar y siendo aceptado por los de adentro.
Millie: Blitz, Moxx, solo pasé a decir que tenemos un cliente. Así que Loona y yo nos encargaremos del trabajo.
Blitzo: Me gusta esa iniciativa, Mills. -dijo contento- Mucha suerte en la misión, rómpanse una pierna ¡Y NO DEJES QUE LASTIMEN A MI HIJA! -exigió a los gritos-
Loona: No me voy a lastimar, papá. -contestó- Ni que los tipos a que nos vamos a enfrentar sean tan buenos. -mencionó retirándose-
Moxxie: Cuídense las dos, por favor. -mencionó preocupado-
Blitzo: No seas un bebé, Moxx. Ellas saben cómo cuidarse solas. -dijo para despejar la preocupación en su empleado- Ahora, continúa con tu idea.
Ya habiéndose despedido de su esposo y de su padre respectivamente, solo faltaba despedirse de Mineta, quien aún seguía imprimiendo folletos para su "misión" actual, y esto lo mantenía aún bastante enojado.
Millie: Nos vamos a nuestra misión, mi bebé. -dijo saltando a su cabeza para darle un beso de despedida- Nos vemos más tarde, cuídate mucho.
Loona: Te invito a unas frías al final del día. -comentó acariciándole la cabeza- Hasta pronto.
Mineta: Buena suerte a ambas. -se despidió sin prestar tanta atención al momento-
Finalmente, para suerte del chico, la impresora ya había terminado su trabajo, dejando una pila de carteles que dejaría durante su viaje al dichoso SIN. Así que, sin perder ni un minuto más de su tiempo, salió del edificio para entrar a su auto junto a los papeles e ir directo a su objetivo. Por su camino, dejaba clavado la publicidad en alguno de los postes de luz mediante cinta adhesiva o con grapas si la superficie lo permitía.
Después de unos treinta minutos, logró llegar al edificio. Este tenía una forma sencilla, era rectangular, con muy pocos detalles o profundidad en su fachada, la cual era de solo dos colores, gris y negro, ambos naturales del material. Había una entrada/salida y sin ventanas dando al exterior. Encima de la misma se encontraba escrita con letras doradas SIN, y debajo del mismo, de igual forma, su nombre completo: "Servicio de Investigación para Nuevos".
Al entrar, el chico se encontró con una escena tan común que no le llamaba la atención... si no fuera por la extensa cantidad de Pecadores haciendo fila para ser atendidos. Menos mal que para nuestro pervertido protagonista solo debía de dejar unos volantes y ya.
Mineta: ¡Disculpe!... ¿Puedo colocar estos carteles? -preguntó a uno de los guardias del lugar-
Guardia: Chico, soy un guardia de seguridad mal pagado. -dijo haciendo una pausa para tomar su café- Si quieres pedir permiso, ve a la fila de allá, y no estés chingando.
Mineta: Bien... -contestó molesto mientras iba a formarse en la fila- Espero le reduzcan el sueldo. -comentó por lo bajo-
El chico se paró detrás de la última persona en la fila, delante de él había quince individuos más, si sus cálculos no le fallaban. Posiblemente estaría allí de quince a veinticinco minutos antes de ser atendido, así que prosiguió con su plan. Este consistía en entretenerse con su celular mientras la fila avanzaba, así el tiempo correría más rápido hasta que le tocara su turno. Su plan había funcionado lo suficientemente bien como para que esos agobiantes veinticinco minutos de espera se convirtieran en solamente cinco.
Administradora: ¡El siguiente! -dijo mientras leía una revista-
Mineta: Soy yo.
Administradora: ¿En qué puedo ayudarle? -preguntó mostrando nulo interés en él-
Mineta: Me dijeron que viera aquí a pedir permiso para colocar estos carteles.
Administradora: Para aceptar ese tipo de peticiones debe ir a la fila número 6 y esperar a ser atendido. -comentó señalando la susodicha fila con su pulgar-
Mineta se retiró en silencio, pero el mantenerse callado no significaba que no estaba molesto. Había perdido bastante tiempo para ser atendido, y ahora tenía que perder otro buen cacho más de su no-vida para poder hacer su trabajo. Así que simplemente se resignó poniéndose al final de la fila, la cual había por lo menos 40 pecadores esperando.
Mineta: Lucifer, dame fuerzas. -imploró esperando que esto acabara rápido-
Mientras tanto, con Loona y Millie...
Las dos féminas habían atravesado el portal, observando los alrededores desde su posición siendo este el techo plano de un edificio bajo. Su entorno era hostil, en más de una calle podían observar a varios vendedores de drogas, artistas de grafiti y pandilleros. Los sonidos de disparos y conmoción eran la música del ambiente, acompañado con la singular vista de policías siendo sobornados para hacer la vista gorda de los crímenes frente a ellos.
Loona: Así que... ¿Así luce Nueva Jersey?
Millie: Sí, así es.
Loona: Su apodo no le queda para nada.
Millie: La corrupción humana siempre lo jode todo. -comentó- ¿A dónde vamos?
Loona revisó la dirección otorgada para la misión, indicando con su dedo hacia dónde debían ir. Ambas bajaron del techo deslizándose por una tubería para luego escabullirse entre las calles, algo complicado teniendo en cuenta la luz del día que las dejaban bastante expuestas. Aun así, se aventuraron en las calles pasando desapercibidas por la gente, después de todo si no te metes, ellos no se meten.
Después de unos minutos, habían llegado a su destino. Era un edificio pequeño, lo único que lo diferenciaba del resto era su exterior. El nuevo acabado de pintura blanca y roja reflejaba un aspecto limpio, y sus inmediaciones cercanas afirmaban lo anterior. Además de eso, podía visualizarse el nombre del lugar mediante un gran cartel de letras rojas con el logo de un cerdito con gorro de chef... "Carnicería Hannibal"
Millie: ¿Una carnicería?
Loona: Así parece.
El pequeño cartel de la puerta que indicaba felizmente con un "¡ABIERTO!" las invitaba a pasar. Las chicas no perdieron el tiempo, ambas entraron al local por la entrada principal encontrándose con que no había personal atendiendo la caja.. o eso era lo que pensaban. El sonido de maquinaria junto a pláticas breves en la parte posterior del edificio habían llamado la atención de las asesinas, indicándoles dónde estaban sus objetivos. Estos eran varios y, al igual que ellas, no se contendrían en intentar matarlas.
Las dos decidieron prestar atención a la conversación que ocurría, ya que estaban más y más cerca a sus objetivos.
???: ¡Vamos, señores! ¡Más rápido! ¡Que el dinero no espera!
Esa parecía ser la voz del líder, y por su intensidad parecía estar bastante cerca, lo suficiente... como para empezar todo.
Loona: Cúbreme. -ordenó la chica-
Millie: Dalo por hecho. -respondió aferrándose a su espalda con cuchillo en boca-
Pasando a través de una cortina de tiras plásticas, apareció quien aparentaba ser el dueño del local. Si su nombre era Hannibal o no, eso no importaba, lo que sí era de su incumbencia era el hecho de que su estúpida cara aparecía en la información del trabajo que debían hacer. El tipo parecía estar bastante ajetreado por el trabajo, debido a que la sangre de la carne le había salpicado no solo el delantal blanco que tenía puesto, sino también parte de su camisa amarilla y cara, siendo en esta última que ni se había dignado a limpiar sus lentes de marco redondo hasta que llegó al mostrador y se percató de la presencia de clientela.
Dueño: Bienvenida a la Carnicería Hannibal ¿Cómo puedo ayudarle?
La loba disfrazada de humana no perdió el tiempo, sacó su pistola y apuntó directo a la cara del tipo, quien había quedado perplejo por el actuar de la joven.
Dueño: Si quieres el dinero, puedo dártelo. Está aquí debajo del...
*click*
Loona: Aléjate del mostrador. -ordenó lista para disparar-
El dueño apartó la mano del mostrador, al igual que su cuerpo, de forma lenta hasta pegarlo contra la pared detrás de él. Loona saltó por encima, apuntó hacia su objetivo mientras retiraba una pistola cargada que se encontraba debajo de la caja registradora. Una vez que la guardó, rodeó el cuello de su objetivo y en base a fuerza física lo arrastró más adentro de la tienda, logrando ver el trabajo de los empleados del local.
Un grupo consistente en tres individuos se estaban encargando de preparar los cortes de carnes para la venta en el local, mientras que otros tres restantes... se encargaban de descuartizar cuerpos humanos y guardar los órganos para su venta ilegal. Cuando estos se percataron de la presencia indeseada, simplemente detuvieron sus quehaceres para observar la escena.
Dueño: Estás en graves problemas, dulzura.
Loona: ¡Cállate!
Todo estaba más que claro, en cualquier momento, un combate estallaría.
Mientras tanto con Blitzo y Moxxie...
El jefe de la empresa estaba escuchando atentamente a su empleado, el cual explicaba algunas de las nuevas ideas que tanto él como su "hijo" habían tenido para lograr que el negocio siguiera creciendo.
Moxxie: Primeramente, una de las propuestas, siendo esta por parte de Mineta, era ampliar el rango de objetivos. Su idea básicamente era permitir el tomar trabajos para eliminar objetivos aquí en el Infierno.
Blitzo: No, imposible, eso no ocurrirá ni en un millón de años. -declaró negando la iniciativa- ¿Entiendes que si nos encargan el asesinato de alguien importante, estaríamos "obligados" a cumplir con el encargo? Además, de ser así, estaríamos cometiendo un crimen penado por la ley infernal, y quiero evitarme el volver a la cárcel. -comentó fastidiado por recordarlo-
Moxxie: Entendido... -dijo tachando la idea para añadir un "arreglar propuesta" al lado- Bueno, si esa propuesta está fuera, podemos pasar a la siguiente.
Blitzo: La cual es...?
Moxxie: Restricciones. -declaró-
Blitzo: Restricciones?
Moxxie: Restricciones, fue idea de Mineta. -comentó- Básicamente, quiere que seamos un poco más selectivos con los objetivos a matar.
Blitzo: ¡Oh, por Satán! -respondió molesto- Si nos ponemos quisquillosos perderemos dinero, Moxx.
Moxxie: Pero siento que Mineta tiene buenos argumentos para su propuesta, señor. -exclamó-
Blitzo: Pues si los tiene me los dirá a la cara cuando vuelva. Siguiente idea.
El diablillo simplemente tachó la idea y agregó: "Que Mineta lo haga entrar en razón"
Moxxie: La siguiente propuesta es... contratar más empleados.
Blitz: Pues... no estaría mal tener más empleados. Tal vez alguien que limpie o sea la nueva secretaria o secretario. Pero necesitamos hacer que el dinero sea constante y no lo perdamos tan rápido.
Moxxie: Podríamos contratar un fiduciario.
Blitz: ... Un qué?
Moxxie: A alguien que administre el dinero de la empresa para que... ya sabe, no se gaste a lo loco.
Blitzo: Me parece bien, anótalo Moxx. Es más, anota todos los tipos de empleados que creas necesarios para IMP.
Moxxie: Entendido. -dijo marcando como positivo la tercera propuesta-
Blitzo: Qué más hay!? -preguntó emocionado-
Moxxie: Pues... ampliar las oficinas.
Blitzo: No creo que sea necesario. Nos manejamos bastante bien así. -comentó reclinándose en su silla, la cual no tardó en rechinar, evidenciando su mal estado-
Moxxie: Le recuerdo, señor, que la oficina de Mineta... es el armario de escobas. Además, si vamos a expandirnos con más personal, estaría bien que el lugar esté en condiciones y se vea más... profesional.
Blitzo: Mmm... bien, me convenciste con esa.
Moxxie: Entonces está anotado.
Blitzo: Sabes qué? Anota esto: "Hacer lista de progreso".
Moxxie: ¿Lista de progreso?
Blitzo: Sí, si alguno tiene alguna idea para mejorar IMP podemos anotarlo y luego discutirlo entre todos para ver qué tan beneficioso es.
Moxxie: Bueeeeno. -dijo no muy convencido- Ya está anotado.
Blitzo: Perfecto.
De vuelta con Mineta...
El joven pecador seguía en la fila, la cual había avanzado lo suficiente como para que faltaran solo un par de clientes antes de ser atendido. Realmente se estaba enojando por el hecho de perder el tiempo en una fila, pero debía mantener la compostura, después de todo...
Administrador 6: El siguiente! –anunció el demonio que atendía-
Mineta: Vengo por una petición para colocar estos volantes.
Administrador: Perfecto joven! -dijo entregándole un papel- Complete esta forma con los datos requeridos y luego diríjase a la fila número 8 para que lo sellen. Si su solicitud es aceptada, entréguela directamente en recepción. Si es denegada, deberá volver a hacer esta fila y le entregaré una nueva forma a completar.
Mineta: Bien... -respondió retirándose a hacer la fila-
El chico sentía que lo estaban jodiendo a propósito, era increíble que para dejar unos míseros carteles en un establecimiento estuviera haciendo un trámite de esta índole. Lo que le molestaba más era el papel a completar, lo normal era que pidiera datos relevantes como el nombre y apellido junto a la solicitud del solicitante y tal vez un número de contacto... pero también pedía tipo de sangre, su peso, número de cuenta bancaria y color de ojos, pelo y calzoncillos.
Era prácticamente un maldito chiste el cual Mineta debía de seguir para poder terminar su tarea. Afortunadamente para él, no le tomaría mucho el ser atendido, además de que algunos datos no eran necesarios el completarlos.
Administradora 8: El siguiente!
Mineta: ¡Aquí está mi forma! Para colocar mis anuncios, por favor. -mencionó levantando un poco su voz-
Administradora: Mmm... no completó los datos de su DHI.
Mineta: ¿Y eso es...?
Administradora: Ugh, su Documento de Habitante Infernal. -comentó molesta- Anótela ahora, así continuamos.
Mineta: Yo no tengo DHI.
Administradora: Entonces... -tomó la forma y la partió en mil pedazos- Vaya a formarse en administración y haga el trámite para conseguir su DHI.
Mineta: Me lleva la...
El joven demonio hizo lo único que podía hacer, tragarse su orgullo y hacer fila para ser atendido, el problema era... ¿Cuánta cordura le quedaba disponible antes de explotar? Solo Lucifer sabía la respuesta.
Debilitado por el constante atropello del ineficiente sistema burocrático, decidió seguir las ordenes, se acercó a la "fila" administrativa, siendo esta más bien un tumulto de gente en espera, ya que todos ellos, incluidos el chico, debían de esperar a ser llamados... por turno. Así es, la administradora anterior ni siquiera se había molestado en indicar que debía de tomar un número para ser atendido, afortunado era el pecador de haber sido advertido por uno de los que aguardaba en el lugar.
Mineta: Otra vez perdiendo mi valioso tiempo. -comentó molesto- Si aún me quedaran datos, podría hacer lo que me enseñó el maestro Grigori.
Grigori: Que tú qué!?
Mineta: ¡Maestro! -exclamó sorprendido-
Grigori: ¡Muchacho! -respondió alegre-
Mineta: ¿Qué hace usted aquí? -preguntó más animado por su presencia-
Grigori: Oh, eso es una historia genial. -comentó- Estaba en un bar pasándola bien con un par de nenas cuando el bartender me pidió mi DHI, como no lo tenía me echó de allí. Congelé el lugar y vine hasta aquí a conseguirme uno.
Mineta: ... Okey.
Grigori: ¿Y qué hay de ti?
Mineta: Por lo mismo, solo vine a repartir unos volantes y acabé en este trámite para un DHI.
Grigori: Bienvenido a la burocracia infernal, chico.
De regreso con Millie y Loona...
La risa estúpida del dueño ponía a Loona furiosa y nerviosa, pero aun así mantenía la cabeza fría con un solo pensamiento en mente... "Prepárate para lo inesperado".
Cuando el sonido de la persiana plástica moviéndose detrás de ella fue captado por sus orejas, su compañera ya se había lanzado a apuñalar efusivamente la cara de su contrincante. Esa había sido una distracción de solo unos segundos, los cuales sus enemigos aprovecharon. Uno de ellos se lanzó a atacarla usando un cuchillo de carnicero, desviando el cañón de la pistola lo suficientemente rápido como para que apuntara directo al pie de su rehén, haciéndolo gritar de dolor.
Su atacante esquivó el próximo disparo dirigido a él, mientras ella evitaba un corte horizontal por su parte. Cuando logró encontrar una apertura, Loona lanzó un izquierdazo directo a la cara para proseguir con un rodillazo al estómago para luego tomarlo del brazo y tirarlo al suelo mientras lo inmovilizaba con una llave al cuello.
Detuvo por un instante a sus enemigos, dándoles a entender con un gesto que todo se pondría peor si continuaban. Pero... evidentemente eso no sería así, uno de ellos se lanzó al combate, no dejándole más remedio a Loona que romperle el cuello a quien tenía inmóvil hace un rato y pelear con aquel que había tenido los huevos de hacerlo. El encuentro no duró mucho, cuando el valiente se lanzó con intención de apuñalarla, Loona simplemente lo tomó del brazo y se lo rompió, haciendo gritar. La joven peliblanca no perdió el tiempo, cargó contra él, alzándolo en el aire para utilizar uno de los tantos ganchos carniceros del establecimiento para dejarlo colgado cual puerco mientras este despedía sus últimos alaridos.
La pelea continuaba, pero esta vez con Millie, quien estaba perdiendo un poco su ventaja en el combate, siendo que había sido mandada a volar hasta que chocó con una de las carnes colgadas en el lugar. Su oponente tomó uno de los cuchillos clavados en uno de los cortes de carne para intentar cortarla, siendo que la diablilla lograba esquivar y protegerse saltando entre las carnes. Cuando el momento se dio, Millie aprovechó para darle dos buenos derechazos a su atacante el cual, aunque aturdido, la tomó del brazo, la tiró al suelo y luego se encargó de agarrarla del cuello y colocarla boca arriba sobre una mesa de metal.
Su oponente pidió la asistencia de uno de sus compañeros, quien tomó un cuchillo que estaba a la mano, listo para cortarla. Aunque la diablilla fuera pequeña, no era la primera y la última vez que lograría superar a sus contrincantes, antes de que la cuchilla bajara, Millie logró liberarse para luego poner contra la superficie de la mesa la cara de su antiguo captor, quien acabó recibiendo un corte en la mejilla en el proceso. Millie evitó con éxito las siguientes cuchilladas y de paso, aprovechó para deshacerse de su rehén haciendo que le cortaran la boca usándolo como escudo, sin embargo no sería dicho corte lo que acabaría matando al infeliz... una res que le cayó sobre la cabeza al tropezar con ella se encargaría de eso, desperdigando sus sesos por el suelo.
Prosiguió su ataque enfrentando a un carnicero armado con un cuchillo de cocina... con una pata de cerdo. Ambos intentaban golpearse con sus respectivas armas usando como plataforma a la mesa de metal. Entre el intercambio de golpes, Millie había sido capaz de tumbar a su oponente golpeándolo en la pierna derecha, una vez acostado lo lastimó atacando con la pezuña del animal cercenado en sus partes nobles, no sin antes desarmarlo para continuar, haciendo que su enemigo tuviera que agarrarse la entrepierna del dolor.
Otro compañero más decidió entrometerse en su conflicto, sujetándola del cuello para luego darle un golpe que la posicionó encima de su víctima, dándole la oportunidad para que este la sujetara del cuello con su brazo entero, dejándola a merced del otro carnicero. Este ya se había decidido a acabarla de una vez, había una sierra mecánica para cortar hueso cerca, así que no era necesario usar mucha lógica. El enemigo tomó la sierra en sus manos y se lanzó a cortarla, Millie no dejaría de pelear siendo que, tomando un hueso próximo a ella, lo utilizó para mantener a raya la sierra que atentaba con cortarle la cara.
Actuando rápidamente antes de que la máquina pudiera romper su única protección, envolvió con sus piernas el cuello de su atacante, tumbándolo y asegurándose con uno de sus brazos que el arma empezara a cortar el tobillo derecho del otro malnacido que se encontraba recostado en la mesa. Su antiguo salvador, el hueso, el cual ya había sido desgastado por el corte de la sierra cumpliría con una nueva función. La diablilla lo partió en dos, utilizando ambas partes para apuñalar a sus enemigos en el cuello y en el corazón respectivamente.
Loona se aproximó a su compañera, tendiéndole la mano para que pudiera sentarse sobre la mesa y recuperarse antes de seguir. Ya querían acabar con la misión de una buena vez, así podían volver a casa.
Loona: Creo que el bastardo se fue por aquí. -indicó dirigiéndose hacia la dirección señalada-
El dueño del local había escapado por un pasillo que separaba la habitación actual con otra cortina de tiras plásticas. Apenas intentó pasar por ella, fue atacada por otro empleado más, el último de ellos, al cual desarmó rápidamente para luego utilizar una de las tiras de plástico para romperle el cuello.
Utilizando su refinado olfato, Loona logró rastrear al objetivo hasta una habitación en la cual se encontraba guardando en un bolso varios fajos de billetes. Posiblemente este intentaría escapar del lugar, pero no lo haría si tenía los bolsillos vacíos. Apenas lo vio, Loona desenfundó su pistola y le disparó al desgraciado en el abdomen, sin embargo el jefe de los traficantes fue igual de rápido y sacó una pistola Tokarev TT-33 que estaba en la caja fuerte junto a los montones de dinero y le disparó a Loona, rozándole el hombro. Millie aprovechó la agonía del objetivo final y le lanzó su hacha a la cabeza, dejándola completamente destrozada.
Millie: Estás bien?? -preguntó preocupada por su compañera-
Loona: Sí, solo me rozó el hombro. -dijo algo molesta por el escozor de la herida- ¿Lo mataste?
Millie: No lo sé, tú dime.
La gótica peliblanca se asomó para ver el cadáver del jefe. Su cráneo destrozado y una enorme mancha de sangre en la pared fruto del impacto del hacha, decorada también con fragmentos de dientes, hueso y restos de materia cerebral y ojos eran evidencia suficiente para comprobar que el individuo, efectivamente, estaba muerto.
Loona: Bueno, misión cumplida.
Millie: Oh sí. Ahora vamos a curarte esa herida.
Loona: Puedo resistir a llegar a casa.
Millie: ¿Quieres soportar a Blitz regañándonos por ponerte en peligro?
Loona: ... ¿¿Has visto un botiquín o algo que nos pueda ayudar a parar el sangrado??
Millie: Creo que hay uno en el pasillo. Déjame revisar.
La diablilla sureña volvió al pasillo que conectaba el "refugio" del líder con el resto del establecimiento, y efectivamente había un botiquín, pequeño, pero seguro les serviría. Millie volvió hacia donde estaba Loona con el botiquín en sus manos, lo abrió y sacó unos rollos de vendas y una pequeña botella de alcohol. Le pidió a su compañera que se arremangara su vestimenta y acto seguido roció un poquito de alcohol sobre la herida para limpiarla para secarla luego de unos segundos. Finalmente envolvió el hombro de Loona ejerciendo leve presión mientras colocaba la tela.
Millie: Listo! Como nueva! -dijo orgullosa de su trabajo-
Loona: Emm, gracias Millie, de verdad.
Millie: Ni lo menciones, peleaste requetebien.
Hubo un pequeño silencio entre las dos mujeres, el cual se rompió cuando ambas vieron el bolso lleno de dinero.
Loona: ¿Quieres desperdiciar el dinero comprándonos cosas?
Millie: Awebo que quiero.
De regreso con Mineta...
El joven pecador ya estaba perdiendo la compostura, el cómo reconocer su estado mental era fácil debido al tic facial que le provocaba toda la situación. Ya estaban por ser las seis de la tarde y todavía no había sido atendido, al menos tenía la compañía de su sensei para mantener su mente ocupada.
Administrador: Número 30-12-16!
Grigori: Ese soy yo, nos vemos luego muchacho. Debemos encontrarnos algún día para tomar algo otra vez.
Ahora ni escapatoria al aburrimiento tenia, lo único que le quedaba era aguardar a ser atendido mientras escuchaba las incesantes charlas entre los administradores y los clientes a su alrededor, que incluso para el horario en que estaban parecían no reducirse en número.
Mineta: Solo, tengo que aguantar, un rato más. -comentó para sí mismo ya cansado de todo-
Media hora más tarde...
Administrador en jefe: Número 12-10-21!
Mineta: Soy yo. -declaró con evidente cansancio-
Administrador en jefe: ¡Buenas tardes! Mi nombre es Hermes. -dijo con un marcado acento jamaicano señalando su tarjeta de empleado sobre su traje- ¿En qué puedo ayudarle?
Mineta: Vengo a hacer el trámite de DHI para poder colocar estos volantes. -comentó empezando a apretar los dientes del coraje-
Administrador en jefe: ¡Perfecto! Complete este formulario, le sacaremos una foto y en menos de cinco minutos su DHI debería estar listo.
Mineta: ¡Qué bien! -dijo un poco más contento-
Tal y como Hermes le había dicho al joven pecador, solo le tomó menos de cinco minutos en completar el trámite del DHI. Apenas terminó de entregarle sus datos, los cargó a la base de datos y acompañó a Mineta para que se sacara su foto carnet.
Apenas consiguió su documento, se aproximó a la fila número 6, saltándose completamente la espera, provocando una reacción negativa en aquellos que esperaban haciendo la fila. Muchos de ellos le recriminaban con justa razón, pero el fuerte rugir del joven junto a su pelo envuelto en llamas los silenció al instante. Así fue que pidió la forma del permiso a completar, para luego dirigirse a la fila número 8, provocando una situación similar a la anterior.Pero finalmente, después de tantas angustias, su papel finalmente había sido sellado. Fue así que se dirigió directo a la administración principal para que anotaran la petición, recibiendo el permiso completo.
Por cada una de las filas, dejó un puñado de volantes encima de los escritorios de los administradores para que los pecadores interesados pudieran agarrar uno. Ya con sus manos vacías, era momento de retirarse. Aunque la mente del joven estaba tal que así:
Administrador Hermes: ¡Que tenga un buen día! ¡Vuelva pronto! -despidió alegre el encargado en jefe-
Mineta: ¡Espero que no, señor Conrad! -respondió molesto con el apellido del administrador-
Así sin más, el joven pecador se metió a su auto y pisó el acelerador a fondo para regresar a su oficina en IMP.
Cuando el chico llegó a su lugar de trabajo, se encontró con Moxxie, Millie, Blitzo y Loona charlando entre ellos, al parecer estaba llegando justo a tiempo para la hora del cierre de las oficinas.
Blitzo: Vaya, hasta que llegas.
Millie: Cómo te fue? -preguntó recibiendo con un súper abrazo a su "bendición"-
Mineta: Como el orto, tuve que pasar por un chingo de trámites estúpidos y deficientes para poder pegar los pinche folletos.
Moxxie: Bienvenido al club.
Mineta: Entonces... ¿Pasó algo interesante mientras estaba ausente?
Blitzo: Oh sí! Moxxie y yo discutimos un poco más y surgieron otras propuestas para mejorar IMP.
Mineta: ¿Como cuáles?
Moxxie: Bueno, le propuse a Blitz... ofrecer otros servicios aparte del asesinato.
Mineta: ... ¿A?
Blitzo: Moxxie me planteó que en vista de que hemos tenido clientes algo necios que nos piden otras cosas aparte de matar a alguien, estaría interesante expandir un poco nuestros horizontes y dedicarnos a otros servicios, aunque eso involucraría contratar a gente especializada en esas cosas.
Mineta: Bien, me gusta... ¿Y qué otros servicios tienen en mente?
Moxxie: Pues... de momento sólo hemos pensado en "recuperación de bienes". Básicamente si el cliente tiene algún objeto de valor en el mundo de los humanos, nosotros se lo traemos de vuelta.
Mineta: Suena interesante ¿Alguna otra propuesta para la empresa?
Blitzo: Pues... no realmente, Moxxie y yo nos quedamos hablando de pendejadas hasta que Mills y Loony regresaron de su misión, se sumaron a la charla, nos trajeron regalitos y después llegaste tú.
Mineta: Uuuuh, regalitos! -comentó emocionado-
Millie: Sip, justo estaba esperando a que llegaras para repartirlos todos.
Fue así que la diablilla empezó a distribuir los presentes entre sus compañeros. A su esposo Moxxie le regaló un disco de música clásica, presente que recibió muy alegremente, llenando de besos a Millie. A Blitzo le regaló un cuadro de un caballo corriendo por una pradera, el jefe de la empresa recibió el regalo entre chillidos de felicidad. Finalmente a Mineta le regaló un conjunto de ropa re fachero consistente en una camisa de color azul marino con estampado de flores celestes junto a unos pantalones de mezclilla de color azul oscuro. Mineta pese a seguir un poco malhumorado por su reciente "aventura", recibió su regalo con mucha alegría. Aunque eso sí, las chicas aprovecharon bien su tiempo y también se compraron un conjunto para cada una, prendas que estaban dispuestas a probarse ahora.
Luego de unos minutos, las dos mujeres de la empresa volvieron con sus compañernos vistiendo sus nuevos atuendos. El de Millie consistía en un top y pantalones marrones rasgados, además de unos zapatos negros y una chaqueta roja con mangas blancas.
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Por parte de Loona, su nueva vestimenta estaba compuesta por una remera azul grisáscea, por encima de esta una chaqueta de cuero negro y completando con unos jeans azules y unos lentes de vidrios violetas.
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Todos en la oficina quedaron maravillados con los nuevos ropajes de las chicas, especialmente Moxxie y Mineta. Luego de unos minutos más de charla casual, el equipo de IMP empezó a cerrar sus oficinas. Después de cerrar todas las puertas y apagar las luces, Blitz pidió un taxi para dirigirse a su hogar, no sin antes despedirse de sus empleados. Mineta, M&M y Loona hicieron lo propio subiéndose al auto del primero. Después de un corto viaje, el joven dejó al matrimonio en el edificio de apartamentos en el que los tres vivían.
Mineta: Bueno chicos, se me cuidan. Nos vemos mañana. -dijo sonriente-
Millie: Igual mijo. No vuelvas tan tarde, eh. -advirtió-
Moxxie: Que tengas buenas noches, Mineta. -dijo con una sonrisa-
Mineta: Igualmente. Usen protección. -se despidió con tono burlón-
Dichas palabras hicieron que se ganara un jalón de mejilla por parte de su "progenitora", afortunadamente el tirador pecoso intervino para que el regaño no pasara a más, llevándose a su esposa al interior de la residencia.
Mineta: Auch... -se quejó sobándose el cachete-
Loona: Te lo buscaste.
Mineta: Buen punto ¿Te llevo a tu casa?
Loona: Oh no, tenemos asuntos pendientes.
Mineta: Eh?
Loona: Antes de irme te dije que te invitaría a unos tragos al final del día.
Mineta: Oh, cierto. Bueno vamos, todavía es temprano.
El chico manejó un rato más hasta llegar al bar más cercano. Los dos jóvenes se bajaron del vehículo y entraron al establecimiento, Loona pidió una botella de sangría*, mientras que Mineta pidió una botella de cerveza tipo Lager*. El dúo de asesinos chocaron sus bebidas y les dieron un trago antes de empzar a charlar.
Loona: Entonces... ¿Qué tal tu día?
Mineta: Horrible, Blitz me mandó a colocar unos folletos publicitarios en el SIN, para lo cual tuve que pedir permisos, hacer un chingo de filas más largas que pija de aborigen nigeriano, llenar fomularios que me pedían información que no venían al caso y sacarme un DHI para ponerlos.
Loona: Mierda... -dijo dándole un trago a su bebida-
Mineta: Seh... ¿Y a ti, qué tal te fue? Parece que te divertiste con Millie.
Loona: Nos encargamos de unos traficantes de órganos en Nueva Jersey. Los tipos dieron pelea, pero no era nada con lo que no pudiéramos lidiar. Me dispararon en el hombro, eso sí.
Mineta: Joder...
Loona: Nah, sólo me rozó, no fue nada serio. El jefe de la pandilla estaba guardando algo de dinero para huir con él, lo matamos y usamos ese dinero para comprar todo.
Mineta: Vaya, aprovecharon bien las circunstancias.
Loona: Sip.
Mineta: Bueno, al menos tú viste algo de acción, con algo de suerte mañana me tocará algo más genial que poner panfletos en un lugar con una burocracia nefasta.
Loona: Satán te oiga.
Los muchachos terminaron sus botellas, así que pidieron otras para animar su conversación.
Loona: Por cierto, Mineta...
Mineta: ¿Qué pasa?
Loona: ¿Tienes planes para el próximo sábado?
Mineta: Pues si todo sale bien, creo que no ¿Por qué?
Loona: No nada, es que Tex me invitó a una fiesta que va a hacer ese día, va a ser en una discoteca y todo el grupo va a estar ahí. Así que eso, quería preguntarte si querías ir.
Mineta: Ah sí, Tex me comentó algo de eso hace unos días cuando fui a una misión con Moxxie.
Loona: ¿Vas a ir entonces?
Mineta: Seguro!
Loona: Genial.
El par de chicos siguió bebiendo y hablando hasta que se hizo tarde, por lo que subieron al auto de Mineta y el muchacho se dirigió a la residencia de su compañera. Loona se despidió de Mineta, después de lo cual el joven se dirigió a su hogar, dispuesto a darse un buen baño y dormir después de un día tan ajetreado.
Continuará...
Glosario:
1. Sangría: Bebida alcohólica proveniente de España y Portugal. Se prepara mezclando vino tinto con trozos de fruta (por lo general naranja, durazno, manzana y pera, además de jugo de limón), algún licor (como por ejemplo vermut), gaseosa (casi siempre de sabor cítrico, como Sprite o Fanta) y azúcar.
2. Lager: Tipo de cerveza que se fermenta con levaduras especiales a bajas temperaturas. Se le llama también "cerveza rubia", debido al color amarillento claro que suele tener, aunque hay algunos tipos de Lager cuyo color puede ser más oscuro. Posee una graduación de alcohol de aproximadamente 4%.
Bonus: La masacre de Millie y Loona está basada en esta escena de la película "La Noche Nos Persigue":
https://youtu.be/VWNJOp-oJaQ
Bonus 2: El último administrador del SIN que atiende a Mineta para sacar su DHI es una referencia a Hermes Conrad, personaje secundario de la serie animada "Futurama".
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