El Festival de la Luna de la Cosecha - Parte 2
https://youtu.be/whWcx6hA8Ak
En el capítulo anterior...
Nuestros protagonistas llegaron al Círculo de la Ira después de ser invitados por Stolas al festival anual de la cosecha. Una vez allí, Mineta conoció a sus "abuelos" y "tíos", ganándose su cariño al instante. También conocieron a Striker, el empleado de la granja de éstos cuyo aporte a la trama hasta ahora ha sido antagonizar y hacer sentir mal a Moxxie matando a un cerdo infernal, cosa que evidentemente no le hizo nada de gracia a Mineta, el cual en respuesta decidió matar a otro cerdo con sus propias manos, dejándole en claro al vaquero al que por alguna razón una parte considerable del fandom le simpea bien fuerte, que es mejor que él.
Después de un día tan movido y de una animada cena familiar, todos se fueron a dormir dispuestos a celebrar el festival con todo el ánimo y entusiasmo posible.
¿Qué sorpresas le esperan a nuestro grupo de demonios asesinos favorito? Vamos a descubrirlo.
Una nueva mañana, un nuevo día, uno que era anunciado con la llegada del sol y el canto estridente del gallo de la granja y también... la presencia de una amenaza.
Roscoe, Clyde y Wiley estaban paralizados en sus camas, no podían mover un músculo, se podía sentir en el ambiente la presencia de algo peligroso.Roscoe susurró para Clyde y Wiley la forma de escapar de aquella situación, la habitación estaba a oscuras por lo que tenían la ventaja de la oscuridad. El plan era realmente simple, al momento en que sonara la llamada para el desayuno saldrían corriendo para escapar de lo que estuviera ahí con ellos.
El sonido del triángulo y la voz de su madre se escuchó desde el piso de abajo, el sonido de la salvación había llegado. Los tres se levantaron y salieron corriendo por la puerta, ni siquiera se habían atorado intentando escapar como había pasado ayer. Bajaron las escaleras de manera apresurada hasta que fueron interceptados por su madre.
Lin: Cálmense un poquito, por favor. -comentó viendo como sus hijos bajaban a desayunar-
Wiley: Lo siento mamá, es que...
Clyde: Teníamos hambre, mucha hambre.
Lin: Entonces siéntense y esperemos a nuestros invitados. -dijo pidiéndoles que buscaran su lugar en la mesa- ¿Y dónde está Percy?
Esa era la pregunta que preocupó a los hermanos, con el terror en su ser se olvidaron de su hermano menor dejándolo a merced del "infiltrado" en la habitación.
Lin: Oh, ahí está. -mencionó mientras veía como el pequeño bajaba las escaleras seguido de su nieto- Y también está mi nietecito.
Percy: ¡Buenos días Ma!
Mineta: Buenos días abuela. -saludó aún somnoliento- ¿Qué preparaste para desayunar?
Lin: Para esta ocasión... -dijo mientras traía la comida- Panqueques, y no olvides el jarabe de maple. -mencionó vertiendo un poco en el desayuno de su nieto-
Mineta: Qué rico, ya se me hace agua la boca. -respondió empezando a comer junto al resto-
Mientras todos desayunaban, el único quien no mantenía su mirada en su plato era Percy, el cual tenía mucha curiosidad respecto a su "sobrino". Este lo despertó de su sueño cuando escuchó a su madre llamándolo, él solo estiró su pantalón y Mineta se deslizó hasta tocar el suelo.
Aún le estaba dando vueltas al asunto en su cabeza ¿Cómo un demonio pasa de dormir en el piso a dormir sobre una pared de manera vertical a un metro del suelo?
Ya estaba todo planeado para el día: Joe y los muchachos se irían en el camión a vender unas calabazas mientras Millie, Moxxie, Sallie, Blitz, Loona y Striker se irían a la competencia.
En cuanto a Mineta y Percy, estos se tomarían un tiempo para ayudar a Lin... a hacer galletitas. Oh sí, un momento madre/hijo y abuela/nieto que era más que necesario una mañana de fin de semana.
Las galletas no tomarían mucho tiempo en hacerse, más aún si la ama de casa tenía la asistencia de un par de manos extra. Harina, leche, huevos y pasta de calabaza junto con un poco de azúcar para crear los famosos bizcochos de la señora Lin. Aquellos dulces aperitivos serían vendidos en el festival, pero una tanda se quedaría en la casa para ser disfrutados por la familia.
Este tipo de momentos eran los que Lin más apreciaba. Sabía por experiencia que su hijo más joven en algún momento crecería y no tendría el tiempo para pasarlo junto a ella, pero eso no era un problema ahora, más aún si tenía también a su reciente nieto, quien a pesar de su edad parecía estar más que encantado con esta actividad, después de todo, había intentado meterse una montaña de panqueques en su boca con tal de finalizar el desayuno lo antes posible para poder ayudarla.
Lin: Muy bien niños, las galletas están listas ¿Cómo están las suyas? -dijo dejando en una bandeja los comestibles crudos en forma de círculos-
Percy: La mía ya está... lista. -dijo haciendo una araña con la masa que le había dado su madre-
Lin: ¿Y qué hay de ti Mineta? -preguntó viéndolo-
Mineta: Admira mi obra maestra, abuela Lin. -mencionó orgulloso admirando a un muñeco de masa, el cual simplemente acabó estrellándose contra la mesa poco después por su propio peso- Ya está noqueado así que ya podemos meterlo al horno.
Lin: Ay, tú! -mencionó pellizcándole los cachetes por lo adorable y encantador que era-
La señora colocó las galletas en el ya precalentado horno, controlando que estas se cocinaran como debían hacerlo.
Lin: Muchachos, tómense un rato libre. Yo me encargo de esto. -comentó dándoles la libertad de hacer otra cosa-
Mineta y Percy salieron de la casa preparados para ir al festival, el cual tendría lugar dentro de unas horas. El resto de los "tíos" del chico se encontraban practicando "Escalar el muro", el cual era una de las pruebas del reto.
Esto no implicaba mucha lógica, simplemente el participante tenía que escalar un muro de troncos (como lo sugiere el nombre) y pasar al otro lado mientras seguía un recorrido lleno de obstáculos.
Wiley y Clyde eran a los que más tiempo le tomaban escalar la pared de madera y pasar al otro lado, a Roscoe le tomaba mucho menos y Striker simplemente saltaba para llegar a la cima y bajar del otro lado. Esta práctica era presenciada por Joe, Percy y Mineta siendo que cada uno tenía sus motivos para no competir en dicha competencia.
Joe era uno de los tantos en querer participar, pero debido a su trabajo en la venta de productos a base de calabazas este no podría concursar.
Percy era otro interesado en demostrar su fortaleza como diablillo ¿Cuál era su desventaja? Ser menor de edad. Como el pequeño no cumplía con la edad mínima como para inscribirse, estaba fuera de la competición.
En cuanto a Mineta pues...
Joe: Hey, Mineta! ¿Por qué no te inscribes a la competencia?
Mineta: Nahh, para qué?
Striker: No intente convencerlo, jefe. Seguro sabe de antemano que no está a la altura.
Mineta: Perro, no opine si no sabes. Yo vengo de la Academia UA, ese muro no es más que un guijarro en mi camino. -respondió ofendido-
Striker: Entonces ¿Por qué no lo saltas? -cuestionó retándolo a hacer una demostración-
Ese tipo realmente sabia como hacer enfadar a Mineta, fue así que el muchacho decidió ponerse enfrente del obstáculo, no sin antes apartar al empleado de su abuelo con su hombro.
Aquel muro de gruesos tablones tenía al menos 3 metros y medio... a ojos de Mineta o de cualquier héroe de la escuela más prestigiosa de Japón era prácticamente un insulto.
El chico calculó su salto de manera perfecta, la distancia a la que tenía que estar del obstáculo, la velocidad a la que correr, la fuerza e impulso necesario para efectuarlo.
Inhaló una bocanada de aire para luego soltarla de manera lenta, y una vez calmado empezó a correr. Estando a unos 2 metros de la pared dio un salto que dejo atónito a sus familiares.Striker de un solo salto lograba llegar a la cima para después bajar de la pared, pero con Mineta fue completamente distinto. El chico no había llegado a la cima, sino que la había superado con amplio margen con al menos un metro más por encima del límite, permitiéndole flexionar sus piernas en el aire, sobrepasar el obstáculo y caer rodando ileso del otro lado.
Los aplausos por parte de la familia no se hicieron esperar, más aún cuando sus tíos se acercaban a alabarlo y a decirle lo genial que era.
Striker: Tch, presumido. -comentó por lo bajo mientras se colocaba una hebra de trigo en su boca-
Joe: Muchachos, preparen las cosas y súbanlas a la camioneta, nos iremos en un rato. -ordenó el patriarca a sus hijos y empleado-
Todos se dispusieron a acatar la orden, a excepción de Percy y Mineta. Este último, antes de entrar nuevamente a la cocina, pasó cerca de Striker.
Mineta: Mira quién habla. -susurró continuando su trayecto-
¿Acaso el vaquero había escuchado bien? ¿Aquel muchacho había respondido a su comentario? Eso era imposible, él había susurrado estando a unos cuantos metros de distancia ¿Cómo logró escucharlo?
Lin había terminado de cocinar las galletas, Joe y sus hijos finalizaron de cargar la camioneta mientras el equipo de IMP se preparaba para partir junto a ellos hacia el festival. Al llegar al pueblo se encontraron con las casas adornadas con guirnaldas y puestos de entretenimiento junto a otros para la venta de comidas.
Pero la atracción principal era evidentemente la competencia del diablillo más fuerte del Círculo de la Ira. Para este evento se preparó una plataforma enfrente de un árbol, dos parlantes a los laterales de la estructura con tribunas a ambos lados y una pancarta del festival en frente de una tienda, esta misma resguardaba al invitado regular de dicha festividad, quien se preparaba para inaugurar la competencia. No sin antes ser presentado por...
Wally: ¡Vengan, Vengan! ¡Sean bienvenidos al Festival de la Cosecha Lunar en el Círculo de la Ira! -comenzó hablando por un micrófono mientras movía su bastón de manera acrobática- Y para comenzar, tenemos al Gran Príncipe Stolas, quien dará comienzo a los Juegos del Dolor! -finalizó siéndole arrebatado de las manos el micrófono-
Stolas: Qué amable, Wackford. -halagó el príncipe haciéndose oír por los parlantes- Saludos, diablillos del Círculo de la Ira! Les doy la bienvenida a todos a un nuevo año, donde celebramos los frutos de su labor con la que los ciudadanos del Infierno se alimentan. -dicho comentario no parecía agradarle a varios demonios en el público- Me alegra mucho dar inicio a estos juegos en los que se enfrentaran los más fuertes para demostrar su dominio y destreza ¡Buena suerte a todos! -finalizó el príncipe- En especial a ese diablillo sexy de allá. -comentó señalando """disimuladamente""" a Blitzo- Yujuu, Blitzy!
Entre la multitud de demonios, tres eran los más destacados y estos eran Moxxie, Striker y Blitz.
Blitzo: Argg, mátenme. -se quejó el diablillo debido a cómo le había dicho el príncipe-
Todos los diablillos se prepararon para iniciar con la competencia, todos listos para salir corriendo cuando la señal de inicio se diera, la cual no tardó en ser escuchada. Un disparo al aire, esa era la forma de iniciar la competencia. Todos los concursantes se lanzaron hacia adelante. Blitzo y Striker eran los primeros seguidos detrás por Moxxie, quien por un descuido acabo cayéndose a los pocos segundos y siendo pisoteado y pasado por encima por el resto de concursantes.
Llegado el momento de saltar el muro, Striker fue el primero en llegar a la cima, seguido de Blitzo, quien aprovechó la presencia del vaquero usándolo para tomar ventaja. Moxxie fue el tercero en pasar la pared de madera, resbalándose por ésta e intentando de manera desesperada no caer al pozo lleno de agua al otro lado del obstáculo... fracasando y siendo castigado con pelear con un tiburón infernal en aquel pequeño pozo.
Luego siguió un combate con amarre, este consistía en subyugar al oponente y amarrarlo cual becerro. Blitzo se tuvo que enfrentar a Striker, perdiendo y siendo amarrado de brazos y cuernos mientras que Moxxie se enfrentaba a un oponente más grande y fuerte que él, así que todos sabemos el resultado.
Lo siguiente fue un clásico juego de "tirar la cuerda", dos equipos conformados por 3 competidores utilizaban su fuerza para tumbar al otro equipo, haciendo que estos sobrepasaran la mitad de su lado en una tabla de madera suspendida sobre un pozo lleno de agua. Moxxie esta vez tenía de equipo a su jefe y al empleado de sus suegros. La victoria se dio para el equipo de Moxx, siendo alabados por la multitud mientras el pobre pecoso caía al agua y era mordido por un tiburón infernal nuevamente.
La última parte de la competición era una lucha mano a mano, Blitzo y Striker estaban evidentemente igualados debido a que cuando uno era derribado, el derribado lograba sobreponerse ante esto y dar vueltas las tornas del combate.
En cuanto a Moxxie pues... debió enfrentarse en desventaja a 4 oponentes que lo taclearon y lo aplastaron con sus cuerpos, hundiéndolo en el lodo del ring. Sin siquiera poder recuperarse, alguien más quería finalizar el combate de forma espectacular. Su sombra sobre la cara de Moxxie hizo que éste se enfocara en él.
Ahí estaba, sobre una de las esquinas del ring golpeando con su aleta la otra, dando a entender que caería sobre el mientras ejecutaba un codazo en descenso, así es... era el tiburón de nuevo.
Moxxie: ¡HIJO DE PU...! -gritó asustado y ya viéndose incapaz de esquivar el ataque-
Mientras tanto en la taberna local...
"El Barranco del Francés", ese era el nombre del lugar donde los hombres y mujeres del pueblo iban a pasar un buen rato apostando, bebiendo y hasta fornicando. Mineta se había decidido a explorar el pueblo, y por lo que había escuchado, éste era el lugar de ocio más concurrido.
Él buscaba la experiencia completa de ser un vaquero del Viejo Oeste, y este lugar había llamado la atención de nuestro protagonista, quien no dudó en entrar por las puertas vaivén que daban acceso al amplio salón. El mismo estaba lleno de clientes, tanto en la planta baja como en el primer piso, no importaba a donde mirara. La barra, las mesas, las escaleras incluso los barandales superiores eran ocupados por la clientela.
El aspecto del lugar de por sí era prometedor, pero al dar solo unos pasos en el interior del local fue detenido en seco.
Cuidador: Espera muchacho. -comentó un diablillo anciano de cabello y barba blanca, portando un chaleco y pantalones grises con una camisa blanca debajo- Son las normas. -dijo llamándole la atención mientras le indicaba con su cabeza un cartel-
Aquel trozo de madera enmarcado dictaba la frase "Deje sus armas en la puerta". Mineta declinaría dicha demanda si no fuera porque aquel demonio anciano estaba rodeado de todo tipo de armas de fuego. Realmente esa regla se cumplía a rajatabla, si la gente del Círculo de la Ira lo hacía, entonces él también.
Mineta: Aquí tiene el revólver. -dijo quitándose la funda con el revólver dentro- Y querrá también mi pistola de bolsillo? -comentó sacando de una de sus botas a Rossy-
Cuidador: Todo, son las normas. -contestó tomando las armas y guardándolas-
Mineta: Me siento un poco desnudo, pero estando todos igual de desarmados hay poca probabilidad de acabar muerto. -mencionó para sí mismo mientras veía a un demonio retirarse de una partida de póker bastante frustrado-
Un grupo de diablillos se encontraba en esa mesa, 3 eran los que permanecían en ella. Uno de ellos vestía con un traje formal negro, al igual que su cabello y barba de chivo, (llamémoslo "El Caballero"). Otro era más descuidado y viejo, pantalones grises, camisa blanca pero llena de tierra debajo de un chaleco azul haciendo juego con un pañuelo (nos referiremos a él como "El Anciano"). El último de ellos era corpulento, sus pintas eran de vaquero debido a las prendas de cuero oscuro que portaba, sus ropas no eran muy visibles solo su pantalón negro al igual que su gabardina y sombrero azabache igual que el del viejo que tenía al lado (nombrémoslo como "El Rudo").
Mineta: Qué momento más oportuno ¿Les importa, caballeros, que ocupe su lugar? -preguntó con una sonrisa en su cara mientras tomaba asiento-
Anciano: Si juegas su mano, de acuerdo. -dijo a modo de condición-
Mineta simplemente tomo asiento y con seguridad alzó la mano del antiguo participante. Una jota, dos ochos y dos aces... "La Mano del Muerto" la peor mano que alguien podría conseguir jugando al póker.
Mineta: Preferiría no hacerlo. -comentó dejando las cartas reposar en la mesa-
Caballero: Ya es tarde, has levando las cartas. -dijo el demonio de traje formal-
Rudo: Si las ves, las juegas. -explicó el jugador de tapados oscuros enfrente del muchacho quien no apartaba la mirada de su mano-
Mineta: No he apostado. -respondió intentando disuadir a los jugadores-
Caballero: El otro hombre apostó. -contestó dando a entender que el chico usaría lo apostado por el anterior participante-
Rudo: Si las ves, las juegas. -exigió ya cansándose del chico-
Mineta: ¿Y si no lo hago?
"El Rudo" dejó su mano en la mesa y se levantó dejando ver que era alto, más alto que Mineta. Los otros dos jugadores miraron atentamente el actuar del tercero, quien había abierto su gabardina dejando expuestas las vestimentas que tenía debajo, pero eso no era lo importante, sino lo que llevaba en su cinturón... una funda de pistola, un revólver en ella y una buena cantidad de balas sujetas a dicho cinturón.
Mineta: No, nadie puede obligar a un hombre a elegir sus actividades de recreo. -explicó viéndolo a la cara sin una muestra de miedo- Y aún menos un hijo del diablo tan malhumorado como usted. Y en cuanto a apelativos, mi viejo se llama Moxxie y yo soy Mineta, Minoru Mineta.
Rudo: Minoru Mineta, el enclenque de Ciudad Pentagrama. -comentó levemente impresionado por su presencia- Y desarmado. -finalizó sacando su revólver y apuntando al pecho de Mineta-
El pianista detuvo su interpretación mientras giraba lentamente a observar la conmoción. Todos los presentes estaban paralizados por la escena que se desarrollaba, aunque algunos como "El Caballero" intentaban en vano mantener su nerviosismo mientras bebía una copa de alcohol con su temblorosa mano.
Mineta: Sí, estuve en Ciudad Pentagrama, más prefiero quedarme en Ciudad Imp cerca de mis viejos. Pero ahora mismo, le agradecería que dejara su arma en el mostrador junto a la entrada. Ya que ocultarlas en su persona es una infracción a las normas de este e s t a b l e c i m i e n t o y un delito penado por la ley local.
Muchos de los presentes estaban estupefactos ¿En serio este pendejo había dado todo ese monólogo para defenderse en contra de su atacante? Si habían escuchado bien, había mencionado el nombre de Moxxie. Y si así era, eso explicaría el grado de estupidez que parecía padecer el muchacho.
Rudo: ¿Y si no la dejo? -cuestionó tirando hacia atrás el martillo del revólver-
Mineta se le quedó viendo unos segundos, solo para rápidamente poner un pie sobre uno de los tablones que conformaban la mesa de madera, golpeando el brazo de su atacante y que este disparara cuando su revólver apuntaba al techo. La explosión del disparo llenó de pólvora la cara del Rudo, junto a un evidente daño en su cara, algo que no se detuvo hasta que Mineta repitiera el proceso otras dos veces más. Esta vez el daño de las explosiones habían sido las suficientes como para salpicar de sangre la cara del Caballero y dejando que el Rudo cayera tieso en el suelo de la taberna.
Los presentes solo lo vieron caer junto a la silla detrás de él, para luego dirigir sus miradas hacia aquel que lo había matado.
Mineta: No soy alguien retorcido por naturaleza. -explicó el chico alzando un poco sus manos, expresando que no buscaba más problemas- Pero si estás desarmado tus tácticas deben ser totalmente arquimédicas. -dijo palmeando a el Caballero calmándolo mientras este se limpiaba la sangre de la cara con una servilleta-
Este momento tenso tenía que ser aliviado de alguna forma, y Mineta sabía perfectamente qué hacer en un momento así. Moxxie muchas veces le había dicho cómo poder salir de una situación y esta sería la primera vez que pondría a prueba una de sus lecciones. Entonó las primeras palabras mientras animaba al pianista a que lo acompañara con la tonada.
https://youtu.be/gnmSYdHRjkQ
Mineta: Surly Joe, the gambler.
He will gamble nevermore.
His days of stud and hold 'em, they are done.
It was long about last April.
He stepped into this saloon.
But he never really took to anyone.
Surly Joe (Surly Joe!), Surly Joe (Surly Joe!)
Oh, wherever he's gambling now, I don't know (we don't know!)
He was slick, but I was slicker, he drew quick, but I was quicker.
And the table stopped his ticker.
Surly Joe, yee-haw!
Surly Joe (Surly Joe!), Surly Joe (Surly Joe!)
Won't be missed by anyone will.
Surly Joe (Surly Joe!)
Humankind he frowned upon, but not now, his face is gone.
Guess your frowning days are done oh, Surly Joe (yee-haw!)
Surly Joe (Surly Joe!), Surly Joe (Surly Joe!)
A cedilla on the C of Curly Joe (Surly Joe!)
He was mean in days of yore, now they're mopping up the floor.
One more sight to make him sore, oh, Surly Joe (yee-haw!)
Surly Joe (Surly Joe!), Surly Joe (Surly Joe!)
Where the rest of his face has got to, we don't know (we don't know!)
He was never any fun, now his grumpy race has run.
Kisser blown to kingdom come, oh, Surly Joe (yee-haw!)
Regresando a la competición...
Wally: ¡Venga, venga!¡Esta es la primera vez que tenemos un empate y dos ganadores de los Juegos del Dolor! -anunció siendo interrumpido abruptamente por Stolas-
Stolas: ¡Y aquí están! ¡Striker y mi querido Blitzy! -presentó el príncipe haciéndolos entrar en escena-
Blitzo: ¡Solo di mi nombre pinche pájaro idiota! -comentó terriblemente molesto por el apodo-
Mientras tanto cierta pareja observaba la premiación desde las gradas.
Moxxie: Muy bien, puede que él tenga la ventaja física. -mencionó el diablillo todo puteado- Pero soy mejor en otras cosas, como cantar.-
Striker: Me gustaría aprovechar el momento para cantar una canción que acabo de escribir sobre mi victoria. -dijo tocando ligeramente las cuerdas de su guitarra-
Moxxie: ¡¡¿¿PERO QUÉ MIERDA!!?? -gritó furioso, todo esto parecía el colmo de los colmos-
Striker preparó su garganta y la tonada de su canción mientras los reflectores detrás de él lo iluminaban y las jóvenes diablillas se acercaban al escenario para escucharlo, y si tenían suerte, tal vez tocarlo.
https://youtu.be/NsLbgqkX5yI
Los diablillos del lugar disfrutaban del espectáculo de Striker, oportunidad la cual Blitz aprovechó para salir del escenario y dirigirse a las gradas para estar con sus empleados... no sin antes comprar un aperitivo, que era una loncha de queso envuelta en un palo.
Blitzo: Qué buena onda ¿No? -dijo masticando su comida-
Moxxie: ¿S-Señor?
Blitzo: Será divertido trabajar con él. -comentó agregando algo de kétchup al queso.-
Moxxie: ¿Trabajar con él? -preguntó confundido, hasta que entendió a lo que se refería su jefe- ¡¿Qué?!
Blitzo: Sí, le dije que se uniera a I.M.P
Moxxie: ¿Unirse? pero...
Millie: Moxx, creo que es todo por hoy. Vayamos a casa, así descansas.
Las palabras de Millie no habían convencido a Moxxie, pero los insultos de Striker y su orgullo mancillado debido a las pruebas sufridas durante el día lo hicieron reconsiderar la propuesta de su esposa. Ella lo acompañó de regreso a la casa sosteniéndolo para que no se cayera durante el camino.
Ambos caminaron por el pueblo, el cual estaba más vivo que nunca debido al festival. Hombres, mujeres, niños y ancianos disfrutaban de las atracciones y algunos se divertían presenciando como Moxxie apenas se mantenía de pie. Pero las cosas no tardaron en ponerse extrañas cuando Millie vio entrar a "El Flaco" a la cantina local, conocía la reputación de éste, no era muy avispado o valiente, pero si él estaba aquí, habrían problemas por parte de su hermano mayor, "El Rudo", quien era fácil de hacer enojar.
Como pudo, ella y su esposo se acercaron a la cantina, no para entrar, sino para escuchar por qué el alboroto dentro de esta, junto a la más que alegre tonada que recorría su interior.
Flaco: Has matado a mi hermano, cobarde hijo de puta! -dijo señalando al asesino de su hermano- Lo has acribillado mientras este apenas te miraba!
Mineta: Mira, puedo dejar pasar todo eso porque estás afligido. Pero el hecho es que Minoru Mineta no dispara a nadie por la espalda, y ese lamentable saco de huesos estaba buscando suicidarse.
Flaco: ¿Eres Minoru Mineta? ¿El pardillo de Ciudad Pentagrama? -cuestionó el demonio sin pensar bien sus palabras-
Mineta: Quiero pensar que es al pájaro al que te refieres. -respondió algo irritado por como lo había llamado- Al pardillo de Ciudad Pentagrama con su canto tan bonito.
Flaco: Interprétalo como más te apetezca. Quiero verte afuera. -mencionó subiendo su tono de voz mientras se acercaba al cuidador y a la salida- ¡Y ARMADO!
Aquel intento de forajido salió del edificio topándose de frente con una canina infernal de prendas rojizas y negras que solo atinó a gruñirle por la brusca colisión. Aquella canina era nada menos que Loona, buscando un trago de los licores locales, los cuales bebería en otro momento cuando vio a su compañero salir de esta.
Loona: ¿Ahora en qué mierda te metiste? -preguntó algo irritada por el encuentro con aquel asqueroso demonio-
Mineta: Si quieres averiguarlo, busca cobertura y disfruta del show. -dijo caminando a la calle principal mientras abrochaba su funda a su cintura-
Los diablillos a las afueras habían escuchado las palabras de "El Flaco", ocultándose en los edificios más cercanos, pero preparados para presenciar el duelo.
Ese tipo "El Flaco", cuyo apodo parecía ser una enorme burla, era regordete y sudoroso, de pantalones, bombín y chaleco grisáceo, que en su interior tapaba una camisa amarillenta debido a la suciedad de sus prendas. Este ya se encontraba en posición esperando a que su contrincante estuviera listo.
Mineta: Al parecer ha habido una escalada de violencia en este lugar. -comentó para sí mismo- Con eso de que una cosa lleva a la otra, pero creo que puedo despachar a este ramificado hijo del diablo.
Flaco: ¡Mineta! ¡MINETA! ¡TE ESTOY LLAMANDO! -gritó para ser escuchado-
Mineta: Aguarda un momento socio, tengo que abrocharme el cinturón. -dijo poniéndose en posición- ¡¿Preparado?!
Flaco: ¡Sí!
Mineta: ¿Listo?
Flaco: ¡SÍ!
Mineta: ¿Necesitas contar?
Flaco: ¡Por supuesto que no! -contestó moviendo ligeramente su dedo índice-
¡BANG!
Un grito desgarrador se escuchó por parte de "El Flaco", quien alzó su mano derecha viendo como su dedo índice había sido arrancado por el disparo de su enemigo y dejándolo con increíble dolor.
Mineta: Cuesta disparar con cuatro dedos, pero...
¡BANG! ¡BANG! ¡BANG!
El dedo medio, el anular y el meñique salieron volando también dejando una herida abierta.
¡BANG!
Mineta: Es mejor prevenir. -finalizó con una sonrisa-
Y ahora, el rival de nuestro protagonista también había perdido el pulgar con ese último disparo. Asustado y nervioso, "El Flaco" intentó tomar su pistola con su mano izquierda, algo difícil de lograr debido a su ancho estómago. Pero en caso de lograrlo ¿Podría disparar y matar al chico? Las posibilidades... eran mínimas.
Mineta: Oh! Cuando hicieron a este tipo no le incluyeron el darse por vencido. -comentó observando como su oponente se desesperaba por sacar el arma de su funda- Cinco dedos, a una bala cada uno... un último disparo, eso es lo que tengo. Y espero no fallar. -dijo para sí mismo pero confiado de su habilidad-
Mineta se dio la vuelta, dándole la espalda a su rival.
Loona: ¡¿Qué demonios hace?!
Moxxie: No pensará en hacer...
Fue ahí cuando lo vio, el chico sacó un espejo de mano que llevaba guardado en su camisa y lo puso en frente de su cara mientras hacía reposar su revólver en su hombro derecho.
Moxxie: Sí, planea hacerlo.
Millie: ¡¿PRETENDE DISPARAR DE ESPALDAS!?... ¡ESE ES MI BEBÉ!
Moxxie: Nuestro bebé Millie, después de todo, fui yo quien le estuve enseñando como hacer eso.
Retomando con Mineta...
Mineta: De acuerdo. -dijo para sí mismo- Su corazón está a la izquierda, pero en el espejo está a la derecha, teniendo en cuenta que estoy de espaldas a él y la pistola esta boca abajo... -comentó haciendo una pausa- Mejor no andarse con rodeos. -finalizó disparando una última vez, haciendo que su oponente cayera muerto.
El chico se acercó al cadáver, tan tranquilo y sereno como si estuviera dando un paseo. Se posicionó frente a este con las piernas separadas para poder contemplarlo. El disparo había dado en el pecho, en el lado derecho cercano al hombro. Su enemigo no se levantaría más, y si aquel disparo no lo mató, la pérdida de sangre lo haría.
Mineta: Esto es causa de reflexión. -mencionó- Me recuerda a una canción. -comentó para sí mismo preparándose para cantar-
Su cántico ni siquiera fue capaz de empezar debido a que algo o alguien lo había tacleado.
Millie: ¡ESE ES MI BEBÉ! -gritó enorgullecida aferrándose al pecho de su hijo en un gran abrazo-
Moxxie: Nuestro bebé. -dijo acercándose con dificultad-
Loona: Realmente sabes cómo llamar la atención ¿No es así? -cuestionó viéndolo fijamente, manteniendo su tono monótono-
Mineta: Tú lo has dicho. -respondió con dificultad- Millie, por favor, deja de abrazarme. Me estás matando. -se quejó el chico, a quien no le quedaba mucho aire en los pulmones-
Millie: Lo siento, me emociono fácilmente. -explicó aún dando saltitos por todo lo que había visto-
Mineta: Ya me di cuenta. -dijo recuperando algo de aire- ¿Qué hay de ti Moxx? ¿Qué te pasó? -preguntó viendo el estado en que se encontraba su "padre"-
Moxxie: No quiero hablar de eso. Solo quiero volver a la casa.
Mineta: Está bien, ve a casa. Realmente se te ve cansado. -comentó, no queriendo volver a tocar el tema para no molestar al pecas- Mientras tanto, yo y Loona nos quedaremos a disfrutar del festival. -finalizó acercándola a él-
Millie: Entendido, entonces, disfruten del festival! -saludó despidiéndose mientras se llevaba a Moxxie-
Loona: Okay... -mencionó apartándose un poco de su compañero- ¿Y ahora qué?
Mineta: Mmm...
Mientras tanto...
Estáticas eran las tierras desérticas de este Círculo, iluminado y calentado por los volcanes que elevaban esferas ardientes sobre sus chimeneas. La granja de la familia de Millie estaba tranquila en ese momento, Blitzo se encargaba de que el caballo de Striker comiera como debía mientras los dueños de la granja junto a sus hijos se encargaban de cargar más productos para vender en el festival.
Millie: Ve a tomar una siesta Moxx. Yo ayudaré a mi familia un rato. -dijo colocando su mano sobre su hombro-
Moxxie: Así lo haré nena. -contestó cabizbajo subiendo por las escaleras-
Millie salió afuera, fingiendo una sonrisa para su familia mientras los ayuda con los quehaceres. Mientras tanto, Moxxie subió a oscuras por las escaleras hacia el piso de arriba a dormir en la habitación que compartía con su esposa, pero su atención fue enfocada en la habitación de Striker.Jamás le cayó bien ese sujeto, dar una mirada dentro de su habitación no haría daño, más aún si tenía en cuenta que una luz blanquecina se escapaba por el pequeño espacio que había entre la puerta y el piso.
Moxxie: Eso es algo... curioso. -comentó para sí mismo extrañado por todo esto-
La habitación del empleado de sus suegros no era nada del otro mundo, a excepción del origen de aquella luz. Un maletín, un simple maletín rectangular que se encontraba abierto y emanando aquella luminosidad. El diablillo solo se acercó a ver su contenido y...
Moxxie: ¡Santos diablos! -dijo con sorpresa y un brillo de emoción en sus ojos- ¿Un rifle carmín único de punta bendecida genuino? -la impresión del demonio era evidente, esa era una pieza armamentística de alta calidad- ¿C-Cómo carajos es que consiguió uno?
Striker: ¿Por qué no me lo preguntas, hombrecito? -preguntó el vaquero, haciendo acto de presencia-
Moxxie: ¡Mierda! -comentó para sus adentros el diablillo- ¿Por qué la tienes? Seguro ya sabes que esta arma puede matar...
Striker: ¿Demonios de la realeza? -interrumpió el vaquero-
Moxxie: Sí... eso. -respondió poniéndose nervioso-
Striker: No me digas, esa es la idea. -dijo deshaciéndose de fibra de paja de su boca para cerrar la puerta detrás de él mientras la marcaba con sus garras-
Moxxie: Muy bien, si el hecho de que tengas esto ya me preocupa demasiado. -mencionó mientras Striker se acercaba a él de forma amenazante- Me alegra saber que mi instintivo desagrado hacia ti está justificado! -finalizó con una leve voz al final ya que Striker lo había tomado por el cuello con su cola-
Sin dudar ni un minuto, Striker alzó a Moxxie en el aire con su cola sin dificultades, para luego lanzarlo contra la pared, haciendo que éste chocara contra la misma y cayera encima de un escritorio para luego acabar en el suelo.Striker sin titubear se colocó encima de él y con sus manos rodeó el cuello del diablillo. Rasguñar, patalear, sacudirse, nada parecía funcionarle a Moxxie para sacarse a Striker de su posición actual. Pero había una salida sobre aquel escritorio, había algo que podría darle una posibilidad de escapar: Una lámpara, la cual caería si lograban mover un poco lo que la mantenía estable.
Como pudo, pateó el escritorio logrando que la lámpara cayera encima de Striker, quien se quejó del dolor. El incidente fue una excelente apertura para que Moxxie lograra zafarse del agarre del vaquero. Rápidamente tomó su oportunidad y se lanzó hacia la puerta abriéndola lo más rápido que pudo, pero cuando vio la libertad frente a él, fue jalado hacia atrás, al interior de la habitación.
Prontamente el diablillo más pequeño fue sometido por el más grande, con su brazo izquierdo alrededor de su cuello y su mano derecha sobre su boca para silenciarlo. Moxxie no podía competir con la fuerza de Striker, más aún cuando poco a poco perdía el conocimiento por la falta de circulación de sangre.
Striker: Hahaha... -rió lentamente con satisfacción- Patético.
El vaquero no tuvo tiempo de regocijarse en su "victoria" ya que lo atacaron por la espalda: Millie había llegado al rescate, se sujetó a la espalda de Striker y empezó a apuñalarlo repetidamente sin parar, con toda la ira posible mientras gruñía de cólera.
Aquella interrupción logró liberar a Moxxie, pero dejándolo muy débil como para pelear, la diablilla estaba dispuesta a terminar todo con un rápido y sencillo corte en el cuello... más no contó que su oponente reaccionara lo suficientemente rápido como para darle vuelta al combate, golpeándola contra la pared y haciéndola caer al suelo aturdida y con una fractura expuesta.
Moxxie: Mi... llie. -llamó débilmente a su esposa-
Striker ya se había hartado, por primera vez lo habían dañado y eso... no se quedaría así. Tomó a ambos demonios por los pelos, y los arrastró afuera de la casa. Los dueños del lugar ya no estaban allí, esto le había facilitado el continuar con sus actividades. Se dirigió a la entrada externa al sótano de la casa y allí arrojó a ambos, primero a Moxxie y luego a Millie, que para mala fortuna de ella, su pierna izquierda había caído sobre una trampa de oso, activándola y atrapando su pierna.
Striker: Podría matarlos, pero siento que puedo sacarle ventaja a ese payaso que llaman jefe si no lo hago. -comentó- Además no vale la pena ensuciarme por basuritas.
Moxxie trató de atacarlo, pero no fue lo suficientemente rápido y Striker los dejó encerrados en aquel lugar mientras el diablillo intentaba salir, en vano. Más sus intentos no duraron mucho al ver el estado de su esposa.
Moxxie: Millie, por Satán. -mencionó preocupado por la situación de su esposa-
Millie: Moxxie, estoy bien. La pasé peor cuando lanzaron las flores en el casamiento de mi hermano. -dijo intentando alivianar el momento- Pero al final las atrapé y valió cada puto segundo. Solo tienes que ir allá y destrozar a ese chupapitos narigón por mí.
Moxxie: Pero no puedo abrir esa puerta... no soy tan fuerte. -aclaró realmente desanimado-
Millie: No uses tus manos cariño, sino lo que sabes usar. -dijo tomándolo de la mejilla-
Moxxie: ¿No sé usar mis manos? -cuestionó confundido-
Millie solo atinó a dar una cara inexpresiva a modo de respuesta para que su esposo entendiera a qué se refería.
Moxxie: ¡Oh, claro! Sí, sí. -dijo entendiendo con incomodidad su malentendido-
El pecoso sacó una pistola de entre sus ropas, apuntó a las puertas del sótano y disparó para romper la madera, era hora de ajustar cuentas con Striker.
Moxxie: Yo... quizás debí haberlo usado hace un momento ¿Eh? Jeje. -comentó realmente avergonzado por olvidar que estaba armado-
Millie: Te amo querido... pero por Satán!
En el festival...
Stolas se acercaba al micrófono preparado para cumplir con su deber como príncipe frente a la multitud de demonios frente a él. Reviso que el dispositivo funcionara, aclaro su voz y comenzó.
Stolas: Mis queridos plebeyos del Círculo de la Ira. Yo, Stolas de Ars Goetia, procederé a maldecir la cosecha de este año con el brillo de la verdadera Luna de la Cosecha! -explicó el príncipe en su monólogo-
Con un simple movimiento de mano, el príncipe acercó su libro, movió ligeramente los dedos para abrirlo y hacer pasar las páginas. Llegado el momento indicado, el hechizo se manifestó correctamente, las nubes empezaron a arremolinarse mientras el rojizo cielo se oscurecía más y más.
En un instante, las nubes se conglomeraron en una sola, a la cual le recorrió una especie de electricidad y finalmente ocurrió, aquella condensación se abrió formando una circunferencia y dejando a la vista de los diablillos un estrellado cielo nocturno y en medio de este, la estrella del show, la Luna bañada en una tonalidad sangrienta.
Los demonios celebraban emocionados aquel espectáculo, y Stolas les devolvía a ellos una sonrisa sin ser consciente del peligro que corría en aquel momento. Estaba siendo observado en aquel momento por Striker, quien ya se encontraba posicionado en la ventana de una casa alejada del festival y preparado para disparar aquel rifle mientras miraba por su mirilla a su objetivo.
Striker simplemente rió por lo fácil que sería completar su trabajo, su objetivo estaba en frente de él y las más grandes molestias habían sido contenidas. Observó nuevamente por la mirilla de su rifle mientras colocaba un dedo sobre el gatillo, pero su actuar fue detenido cuando el sonido de una pistola lista para ser disparada detrás de él le quitó su concentración.
Blitzo: Eh, disculpa... ¡¿QUÉ MIERDA?! -cuestionó el demonio apuntando con su arma a la cabeza del vaquero-
Striker: Blitz! Pensé que seguías en la ceremonia. -respondió sonando encantado de verlo allí-
Blitzo: Creíste que me quedaría con un montón de campesinos que se emocionan por el maíz y con un búho calenturiento en el escenario?? -contestó sarcásticamente pero irritado por el comentario-
Striker: Siento que estás decepcionado de mi. -mencionó dejando el rifle a un lado y levantándose de la posición en la que estaba-
Blitzo: Sí, verás, a mí no me gusta que alguien a quien ofrecí trabajo esté a punto de matar al único que puede llevarme a la superficie a mis espaldas. -dijo manteniendo la pistola apuntada hacia su objetivo, el cual parecía demasiado relajado con la situación-
Striker: Blitz, vamos. Ya sabes que ambos somos superiores a la mayoría de los nuestros y puedes hacer mucho más que un ricachón y presuntuoso Goetia. Pero eliges rogar por migajas y trabajar para pecadores amargos a quienes realmente no les importas, cuando podrías estar derrocando Overlords. -comentaba mientras se aproximaba, dando su discurso caminando en círculos alrededor de él- ¿Por qué esforzarte por un negocio que siempre está en tu contra? Cuando podrías unirte a mí y matar lo inmortal. -dijo acorralando al demonio, cerrando sus vías de escape con los brazos colocados sobre la pared detrás de Blitz- Empezando... con el que te trata como un juguete. -finalizó con el cañón del arma de Blitz tocando su pecho-
Blitzo: Uuhh, eso me prende. -respondió con demasiada honestidad-
Striker: Podríamos ser los demonios más poderosos del infierno, Blitz.
Blitzo: Wow, eso sí es un discurso convincente.
Striker: Lo estuve practicando. -dijo apartando el arma que tenía sobre su pecho-
Blitzo: ¿Sabes qué? A la mierda, acepto. -afirmó con malicia en su mirada-
Striker sonrió de satisfacción por ya tener en la palma de su mano a Blitz, con esto conseguido solo debía continuar con su trabajo. Pero el sonido de un arma siendo recargada lo devolvió a la realidad.Detrás de él, se encontraba aquel debilucho demonio que creía haber encerrado en el sótano de sus "jefes", sosteniendo con sus manos su rifle y apuntando directo a él.
Blitzo: Te estabas tardando Moxx, jaja! Wow, debiste ver esa cara de estúpido que pusiste! -respondió con enorme felicidad, hasta que sintió algo puntiagudo tocando su espalda... una daga que era sostenida por la mano izquierda de Striker- Oh, okay, qué truco tan viejo.
Rápidamente Striker tomó la mano con la que Blitz empuñaba su arma, la apuntó hacia Moxxie y disparó. Para suerte del pequeño diablillo, este estaba más que atento, así que cuando la bala estaba por alcanzarlo logró cubrirse con el rifle haciendo que la bala rebotara y se atascara en el techo.
Blitzo: ¡OH, MALDITO BASTARDO! -gritó furioso el demonio, quien atinó a morder el brazo derecho de su oponente y sacándole un quejido de dolor-
Blitz procedió a darle un codazo para apartarlo y darle espacio para comenzar con la pelea. El demonio de cuernos largos intentó darle un golpe descendente con pistola en mano, pero Striker había sido lo suficientemente rápido como para bloquearlo y luego contrarrestarlo haciendo que este soltara el arma. Una vez que había atrapado el brazo de Blitz, Striker siguió con una tacleada que lo empujó lo suficiente como para que este cayera sobre Moxxie haciendo que este soltara el rifle y Striker volviera a recuperarlo.
Striker: Son tan inútiles que ya perdieron la ventaja. -comentó apuntándolos con su arma-
Blitzo: JA! Creo que olvidaste un detalle idiota. -dijo antes de silbar con los dedos en su boca-
5 minutos antes en otro lugar...
Seis disparos se escucharon junto al vitoreo de jóvenes diablillas quienes alababan la precisión, carisma y el bien parecido del pistolero que se ganaba un lugar en sus corazones cada vez que ganaba el desafío que tenía en frente. Derribar 6 objetivos en movimiento para ganar un premio, era simple, y más aún cuando aquel que disparaba aquel revólver era Mineta, quien otorgaba aquellos premios a las señoritas que se lo pedían... ni yo mismo me creo que esté narrando esto xd.
Mineta: Muy bien ¿A quién le falta un regalo? -preguntó volviendo a cargar su revólver-
Diablilla: ¡A mí! ¡A mí! -respondió saltando mientras alzaba la mano para ser vista-
Mineta: Okay, dime lindura ¿Cuál premio quieres?
Diablilla: ¿Está bien si pido el oso de peluche? -cuestionó avergonzada por la petición-
Mineta: Si la señorita quiere el oso, entonces tendrá su oso. -dijo pagando por la ronda de disparos-
El dependiente simplemente aceptó aburrido el dinero, ya hacía un buen tiempo que el muchacho estaba llevándose todo para impresionar a las señoritas. Pero tampoco se quejaba mucho de la situación, después de todo, aquel demonio pagaba por jugar y aunque perdiera los premios podría recomponerlos fácilmente con todo lo que pagaba el chico.
Mineta se paró detrás de una línea lejos del local como estipulaban las reglas, se preparó para desenfundar y cuando la alarma del juego dio inicio a este, repitió en su mente aquella frase que estuvo diciendo en su interior para poder dar en el blanco, casi como si fuera su ritual para no perder en aquel juego.
Mineta: It's High Noon*
Seis disparos, seis blancos caídos y un oso de peluche como premio. La diablilla saltaba de alegría cuando recibió el premio por parte de Mineta, todas ellas estaban más que encantadas con él. La única que no compartía esa actitud era Loona, que solo veía a la distancia como Mineta se lucía frente a ellas, poco a poco su sangre empezaba a hervir así que decidió mejor revisar su celular para calmarse antes de hacer una escena.
Las risillas de las demonios empezaban a debilitarse, indicio de que éstas y Mineta se dirigían a otro lugar. Loona solo atino a dar un pequeño gruñido mientras continuaba viendo su celular, no quería saber nada de Mineta, más no esperaba que alguien le colocara algo en la cabeza: Un sombrero, cuando lo levantó para darle una mirada de advertencia vio a Mineta frente a él.
Mineta: Sabía yo que a ese conjunto tuyo le faltaba algo. -dijo con una gran sonrisa- Estás para una fotografía. -comentó mientras que con sus dedos armaba un marco-
Loona: C-Cállate idiota. -mencionó ruborizada, algo que afortunadamente, el chico no notó-
Mineta: No te pongas así, sabes que tengo razón.
Loona quería continuar con aquella conversación, pero el sonido de un silbido llegando a sus orejas llamó su atención.
Loona: Argg, Blitz me llama ¿Qué querrá ahora? -comentó fastidiada por la interrupción-
Mineta: Conociéndolo, posiblemente para algo nada importante. -dijo restándole importancia- Iré a comprar algo para comer ¿Quieres que te traiga algo?
Loona: No gracias, iré a ver qué quiere ese idiota. Compra lo que quieras para ti.
Mineta: Vale, nos vemos luego.
Regresando con Blitzo y Moxxie...
Blitz: Agh, maldita sea Loona. -mencionó molesto, viendo que su hija no venía en su ayuda-
Striker: Pero qué lastima, Blitz. -inició con su rifle en mano- Podríamos haber formado un gran equipo... en fin.-finalizó apuntándole directamente con su arma-
Blitzo: En tus sueños húmedos pedazo de mierda!! -contestó pateándole una pierna, haciendo que retrocediera-
Otra nueva oportunidad se presentó, rápidamente Blitz se levantó para darle otra patada a Striker, quien retrocedió aún más y de paso el golpe había provocado que este soltara su rifle. Moxxie aprovechó para tomar el arma mientras Blitz se encargaba de destrozarle una lámpara en la cara al malnacido y luego darle un golpe con su cola.
Blitz decidió continuar con un derechazo que solo dejó un hueco en la pared cuando Striker lo esquivó. Le siguió un izquierdazo que logró conectar junto a un contrataque por parte del vaquero, un cabezazo fue lo que recibió Striker después de haber conectado aquel golpe, el cual lo había dejado bastante jodido. El vaquero ya estaba sangrando por la nariz y la boca, ni tiempo le dió en limpiarse su sangre cuando fue tomado por la cintura y lanzado contra la pared cercana a la puerta.
Striker quedó en cuclillas y al intentar levantarse fue recibido por un disparo que pasó muy cerca de su cabeza. Sus enemigos lo habían rodeado, no tenía por donde escapar, se encontraba acorralado en aquel rincón de la habitación mientras sus atacantes se acercaban a él. Tanto Blitz como Moxxie apuntaron sus armas hacia él.
Striker: Aún pienso que das vergüenza. -comentó en la oscuridad siendo su diente dorado lo único que resaltaba- Desperdicias mucho potencial trabajando para un deb...
*BANG*
Moxxie: ¿Piensas terminar esa puta frase... compadre? -preguntó de manera sarcástica-
Striker: Parásito. -continuó retándolo-
Moxxie: ¿¡Quién es el debilucho, perr...!?
De manera estrepitosa, la puerta de la habitación se abrió repentinamente, golpeando en la cara a Moxxie. Quien la había abierto fue Loona, que conservando su característica actitud estoica, colocó sus manos en sus caderas y habló.
Loona: Bueno, aquí estoy. -anunció observando el lugar-
Otra nueva oportunidad se abrió para Striker, que aprovechó el momento de confusión para quitarle el arma de la mano a Blitz con una patada para luego apartarlo, así logrando llegar a la ventana, su único medio de escape.
Striker: Quizás la próxima me atrapes... Blitzy. -comentó burlonamente mientras se escapaba-
Blitzo intentó seguir el encuentro tomando su arma y apuntando por fuera de la ventana, pero ya era demasiado tarde, el enemigo se había escapado y fundido entre la multitud. Pero algo quedaba claro, esto era solo el comienzo de la enemistad con Striker.
Mineta: Ya llegué ¿De qué me perdí? -preguntó el chico mientras se mostraba en el marco de la puerta mientras comía algo-
Blitzo: ¿Y tú en dónde demonios estabas?
Mineta: Fui a comprar unos frijoles dulces. -respondió masticando- ¿Quieres?
TIMESKIP AL DOMINGO POR LA MAÑANA...
Lin: No puedo creer que te dejaras atrapar Millie ¿No te criamos bien? -cuestionó la señora, regañando a su hija mientras la vendaba-
Millie: Tuve un ataque de furia, ma. Él se me resbaló.
Lin: Excusas, eres mejor que eso Mildred.
Era más que evidente el descontento de sus padres, quienes la reprendían por haber dejado a escapar a ese sinvergüenza que los utilizó para hacer otro trabajo y de paso permitirse ser atacada... más no se esperaban una respuesta por parte de su yerno.
Moxxie: ¿Saben? Ella me protegió. -comenzó, ya un poco harto de que estuvieran regañando a su esposa- Y puede que no sea un gran y fuerte "machote" pero Millie es suficientemente fuerte por los dos ¿Acaso la están regañando porque la lastimó un psicópata que USTEDES contrataron? Vergüenza digo yo! -explicó el demonio a sus suegros-
Blitzo: Oh, Moxxie! Qué orgullo, ya hablas como todo un adulto, es tan responsable! -mencionaba en un tono de niñería a modo de burla-
Joe se acercó a su yerno y sin mediar palabra asintió ante él para luego retirarse junto a su esposa dentro de la casa.
Millie: Wow, asintió! Es la primera vez que te presta atención. -comentó siendo ayudada a levantarse por su esposo e "hijo"-
Mineta: Ese es mi pa. -mencionó con orgullo mientras cargaba entre sus brazos a su "madre"-
Moxxie: Entonces... ¿Estamos progresando?
Mineta: Así parece Moxx. -respondió, dejando a su madre en el asiento de la camioneta-
Millie: Sabes que puedo caminar perfectamente con estas muletas ¿No?
Mineta: Para algo tienes a tu hijo aquí presente, ma. -contestó colocándole el cinturón de seguridad-
Blitzo: Muy bien, todos a bordo! -gritó el jefe para que todos subieran a la van- Loona, Mineta son los últimos que faltan.
Mineta: No te preocupes Blitz, yo vuelvo por mi cuenta. -anunció el chico-
Blitzo: Deja de decir babosadas y súbete. -ordenó el demonio-
Mineta: Blitz... si voy a irme de este lugar, voy a hacerlo con estilo. -dijo con una sonrisa en su rostro-
Mineta se paró firme para luego meter dos dedos en su boca y con toda la fuerza que sus pulmones le permitían silbar para llamar a alguien.
Mineta: ¡SILVER! ¡VEN AQUÍ NENA! -gritó con emoción-
El sonido del galope de un animal se escuchaba en la distancia pero que con el tiempo se incrementaba, seguido de un fulgor azulado en el ambiente. Detrás de la casa de la familia de Millie apareció un animal majestuoso, trotando hasta estar enfrente de Mineta.
Aquel animal era una yegua infernal, pero no una común, sino una variante muy rara, de cuero blanco y rajas oscuras junto a fuego azulado que fungía como pelaje y unos largos cuernos negros. Mineta se acercó a la yegua para acariciarle la cabeza y luego subirse a su lomo, el cual ya tenía integrado una silla de montar.
Mineta: Familia, les presento a Silver Stream. -dijo mientras la yegua se ponía al lado de la van-
Loona: Oye, Mineta ¿Te molesta si me llevas? -preguntó de brazos cruzados-
Mineta: Para nada, sube de una vez. -le indicó el chico- Tranquila, es una amiga. –Le dijo a su montura mientras la calmaba con caricias-
Ahora sí, toda la familia de IMP partió rumbo de regreso a su hogar en la gran ciudad como debe ser, con una puesta del sol mientras una canción acompañaba a los protagonistas.
Y es aquí lectores, donde ustedes deciden cual será la música con la que finaliza este capítulo:
https://youtu.be/U4xPahDjY6k
https://youtu.be/qHer-rGfTco
Escena post-créditos:
Esa misma noche...
Muy alejado en un área desconocida, se encontraba un motel de mala muerte, cuyo nombre era "Motel Escondrijo" el cual llevaba un estúpido cartel debajo que decía (literalmente): "El tipo que intento matarte definitivamente no está aquí".
Al parecer este establecimiento no permitía más vacantes y lucía en uso debido a la luz de uno de los cuartos, el cual estaba siendo usado por un inquilino que estaba de paso.
Striker: No, no pude matar al objetivo en el festival. Pero no se preocupe, no volverá a pasar. -respondió a su contacto mientras sostenía un revólver con un estampado luminoso en toda su estructura-
???: Más te vale! Quiero a ese maldito infeliz muerto. No me importa quién se interponga ¡¡¡¡HAS QUE PASE!!!!
Striker: Entendido. -contestó antes de cortar la llamada- La próxima no se escapan. -finalizó riendo malvadamente en la oscuridad-
Continuará...
Glosario:
1. "It's High Noon": Frase del personaje McCree (el cual, para los que han vivido bajo una piedra durante los últimos 6 años, es un vaquero cyborg bien mamalón) del videojuego Overwatch al ejecutar su habilidad especial "Deadeye"
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