Asuntos Rasgados
Lunes -8:00 AM-
El sonido de la cafetera trabajando, el olor del café en el ambiente mezclado con un recién despertado Minoru que empezaba la mañana con una serie de ejercicios: Abdominales, flexiones de brazos y piernas, junto a sentadillas y lagartijas con una sola mano mientras la otra la tenía en la espalda, esta era su forma de despertarse, o al menos hasta que su café estuviera listo.
Cuando aquel oscuro líquido llenó por completo el recipiente de la máquina, el chico decidió finalizar sus ejercicios, se dio una ducha rápida de pocos minutos para luego salir con una toalla en mano para servirse una buena taza de café negro y empezar a prepararse algo para desayunar.
Nuestro protagonista colocó una sartén con un poco de aceite sobre la flama de la hornilla y se tronó los dedos de su mano, como una forma de prepararse para comenzar a cocinar su desayuno. Rompió dos huevos en la sartén y dejó que se cocieran con el aceite, mientras colocaba dos rebanadas de pan en la tostadora. Le dio un sorbo a su café mientras bañaba la clara y yema de los huevos con el aceite con una cuchara para cocinarlos debidamente.
Cuando los huevos estuvieron listos, los retiró y los colocó en un plato para luego colar el aceite que había usado en una botella.
Hachimaru: Guardar el aceite es muy importante.
Mineta: Ya lo sé ¿Sabes lo costoso que está ahora?
Hachimaru: No hay que desperdiciar ni una gota.
Platicaron entre ellos hasta que Mineta guardó todo el aceite en la botella. Rápidamente volvió a colocar la sartén en sobre el fuego y puso dos tiras de tocino para que se cocinaran. No les agregó nada de nada, estas mismas se cocerían con su propia grasa y no era necesario agregarles sal por su ya de por sí salada naturaleza. Cuando el tocino se puso oscuro, rígido y crocante, lo puso en el plato junto a los huevos y tiró la grasa sobrante por la cañería.
Desayunó tranquilo, percatándose del horario para no salir a las apuradas. Una vez terminada la comida más importante del día, dejó los trastes en el lavavajillas, se puso su bonito traje dado por Moxxie y se retiró, no sin antes llevar consigo a su maestro, la espada parlante. Condujo hasta el trabajo, siendo acompañado durante el camino por sus padres adoptivos, quienes estaban más que contentos de acompañar a su hijo al trabajo, y antes de siquiera llegar era un buen momento para tener una plática corta con el chico.
Moxxie: Hey, Mineta!
Mineta: Sí, Moxx?
Moxxie: Me olvidé de darte esto ayer. -dijo mostrándole un libro anaranjado- Con todo y lo cansado que estaba se me olvidó.
Mineta: Pues, puedes dármelo más tarde cuando lleguemos. -respondió mientras continuaba prestando atención a la calle-
Su madre, Millie, le dio un rápido vistazo al objeto, el cual reconoció rápidamente antes de que su esposo lo guardara.
Millie: Uhhhh!! ¿Queriendo aprender a dar masajes? Me pregunto a quién quieres dárselos...
Mineta: Hey! Solo busco aprender a hacer cosas nuevas, eso es todo ¿Qué te dio esa idea? -contestó nerviosamente avergonzado-
Millie: Bueno... Moxxie no da masajes por nada, y claro, cómo negarse con las maravillas que hace con ellos. -comentó mientras aumentaba su tono atrevido-
Mineta: Okay, ya entendí. -dijo deteniendo el comportamiento de su "madre"- Te pido por favor que no entres en detalles.
Después de unos minutos, finalmente llegaron a su destino. Se adentraron al edificio subiendo por el ascensor y encontrándose con Loona, la cual esperaba afuera de las oficinas mientras usaba su celular con su actitud regular.
Mineta: ¡Hola, Loona! -saludó a la chica mientras guardaba el libro de Moxxie en su mochila-
Loona: Hola, Mineta. -saludó a su amigo, logrando ver y memorizar el título del libro que este guardaba-
Millie: Emm... hola ¿Y nosotros qué?
Loona: Oh, cierto. Hola, a los dos. -saludó secamente devolviendo la mirada al teléfono, no como lo hizo con Mineta-
Moxxie: ¿Y Blitz? ¿Aún no está aquí?
Loona: No está, si lo estuviera ya estaríamos dentro de la oficina, gordito.
Mineta: Cálmate, Loona. -exigió el chico- Recién comienza el día.
Loona: Perdón, es que Blitz podrá ser muchas cosas, pero inpuntual no es una de ellas. Me es raro que no haya llegado todavía.
Millie: No pensé que diría esto, pero Loona tiene razón, Blitz siempre llega a tiempo. Lo que es más, a menudo llega un poco antes que nosotros para abrir todo.
Mineta: Bueno, ni modo, tocará esperar.
Los cuatro integrantes del equipo IMP esperaron por al menos otros cinco minutos, unos cinco largos minutos en los cuales Blitz no se presentó. La joven can estaba a punto de reclamar en voz alta. si no fuera porque una llamada desconocida en su celular apareció.
Loona: I.M.P ¿Qué se le ofrece? -preguntó desganada-
El resto de integrantes estaban más que confundidos con lo que acontecía, en especial con las caras de asombro y desconcierto que ponía la chica conforme el número desconocido seguía hablando.
Loona: Disculpe... ¿¡Cómo dice!?
???: Como escuchó señolita, si quiele al idiota lojo vivo, tlaiga un millón de dólales.
Loona: ¿¡Y cómo sé que no me están jodiendo!? -cuestionó la chica-
???: ¡HABLA PENDEJO! ¡HABLA O TE PEGO UN TILO!
Blitz: Oye! Deja de picarme con eso, harás que se dispare!
???: ¿Y bien? ¿Quedó convencida, señolita?
Loona: Oh por Satán... -pensó... ¿Fastidiada? ¿Preocupada?- Muy bien ¿A dónde llevamos el dinero? -preguntó intentando mantener la calma-
???: Llevalás el dinelo al matadelo Wang, al oeste de Ciudad Imp, y lo halás sola. O si no, ya sabes lo que le halemos a tu amigo.
La loba simplemente terminó la llamada y se frotó el entrecejo, ni siquiera había empezado la mañana y ya estaban metidos en otro problema gracias a su jefe y padre adoptivo.
Moxxie: Adivino, ¿Blitz se metió en problemas?
Loona: Qué listo eres ¿Te lo han dicho antes? -comentó con desgana-
Moxxie: La verdad, muchas veces.
Mineta: Esa pregunta era retórica, Moxx. -respondió revelándole lo ocurrido- Muy bien... ¿En qué lío se metió nuestro jefe ahora?
Loona: Al parecer hizo enojar a unos tipos, que por su acento y aparente nulo conocimiento del uso de la letra "r" asumo que son chinos.
Millie: ¿Y qué opciones tenemos?
Loona: Podemos pagarles un millón de dólares... o matarlos a todos.
Mineta: ...
Moxxie: ...
Millie: ...
Loona: ...
Todos: JAJAJAJAJA!!!!!
Mineta: Buen chiste, Loona! -halagó el chico- Okey gente, preparémonos para masacrar a esos pieles amarillas! -dijo tronando sus dedos-
https://youtu.be/wyz_2DEah4o
Todos y cada uno de ellos se armaron hasta los dientes, puede que esos tipos tuvieran buenos o malos motivos para secuestrar a Blitz, pero eso no les importaba a ellos, esos bastardos se habían metidos con el líder de IMP, y si se meten con el jefe, no esperen que sus empleados se queden con los brazos cruzados.
Mineta decidió ir armado con su confiable Rossie y un subfusil Skorpion vz. 61 como armas de mano y una escopeta AA-12 como arma principal, además de llevar a Hachimaru, por si acaso la situación se complicaba y tenía que recurrir al combate cuerpo a cuerpo. El joven andaba cargando munición en su escopeta hasta que Moxxie se le acercó con algo entre manos.
Moxxie: Oye Mineta...
Mineta: Qué pasó, Moxx?
Moxxie: Lleva esto. -dijo entregándole un cargador similar al que ya tenía su escopeta, aunque éste era de un llamativo color naranja- Munición FRAG-12, úsala si la cosa se complica.
Mineta: Vale... y qué tiene de especial?
Moxxie: Ya lo verás. -dijo sonriente-
Respecto al propio Moxxie, el tirador pecoso iría armado con sus fieles pistolas Colt M1911A1 personalizadas, un subfusil Heckler & Koch MP5 y...
Mineta: Espera... ¿¿Vas a llevarte el rifle de ese hijo de puta que casi te mata a ti y a Mills en la Ira??... ¿Cómo era que se llamaba?... ¿Stifler?... ¿Slifer?
Moxxie: Striker... -dijo con desprecio hacia el mencionado vaquero-
Mineta: Ese puto.
Millie: Agh, me hierve la sangre cada que recuerdo la humillación por la que nos hizo pasar ese bastardo!
Moxxie: Te entiendo amor, pero ahora debemos concentrarnos en rescatar a Blitz, si Satán quiere ya tendremos nuestra revancha contra Striker en otro momento.
Millie: -inhala y exhala lentamente- Tienes razón, salvemos a nuestro jefe! -dijo más calmada y alegre-
Moxxie: Esa es mi esposa. -dijo feliz- Retomando tu pregunta, Mineta. Sí, voy a llevarlo. Aunque lo ideal sería destruirlo, pero no tenemos los recursos para eso.
Mineta: ¿Y eso?
Moxxie: En resumidas cuentas, las armas angelicales como esta son capaces de acabar sin complicaciones con demonios de alto nivel como pueden serlo el príncipe Stolas y puede que hasta a la princesa Charlotte... bueno, ahora que lo pienso el rey Lucifer teóricamente es un ángel caído, así que tal vez a él no le afecten demasiado las armas angelicales y puede que su hija haya heredado esa cualidad... como sea, el caso es que es demasiado poder para tener.
Mineta: Ya veo... está jodida la cosa.
Moxxie: Sí... pero como te dije, no tenemos los recursos para destruir este rifle, las armas angelicales son tan difíciles de destruir como lo son de construir y de sobrevivir a un ataque con ellas, así que creo que de momento es mejor es no darnos mala vida, darle uso y darnos algo de ventaja... bastante más ventaja. -dijo esto último con cierta malicia mientras veía el rifle, completamente embelesado-
Mineta: Estoy de acuerdo... y tú, Mills ¿Qué llevarás para esta misión de rescate?
Millie: Oh bueno, creo que ya me conoces, cariño. Con mi hacha, un par de dagas y algunos cuchillos arrojadizos me basta.
Mineta: Cierto, creo que eres la única persona que conozco capaz de llevar sólo armas blancas ante un posible tiroteo y tener posibilidades REALES de ganar. -dijo con admiración-
Millie: Eso ni lo dudes. -dijo sonriente- Aunque por si acaso... nunca está de más salirse un poco de las costumbres. -dijo equipándose con un par de pistolas Desert Eagle- Y bueno, creo que la ocasión amerita sacar a pasear a estos chicos malos. -finalizó sacando un par de machetes delgados-
Aquellos machetes que Millie sacó parecían en apariencia un par de machetes normales, aunque tenían la particularidad de que el acero del que estaban hechos era completamente blanco y reluciente.
Mineta: Uuuuuh, se ven lindos!
Millie: Lo sé verdad? Fueron un regalo de una amiga mía y de Moxxie, deberíamos presentártela un día.
Mineta: Puedo verlos más de cerca?? -preguntó emocionado-
Millie: Emm, seguro. -dijo pasándole uno de los machetes- Yo tendría cuidado si fuera tú, Mineta. -dijo viendo como su "retoño" empezaba a hacer malabares con el arma- Es metal forjado en el Círculo de la Traición... el lugar más frío del Infierno. Son fríos al tacto y literalmente pueden congelar lo que cortan.
Mineta: ... -deja de jugar con el machete- Frío al tacto dices?
Millie: Oh sí.
Mineta: ...
Millie: ...
Mineta: ... -acerca el machete a su cara-
Millie: Mineta...
Mineta: ... -saca la punta de la lengua-
Millie: ¿¿Qué planeas??
Mineta: ... -saca el resto de la lengua-
Millie: Ni siquiera lo pienses, jovencito!!
Mineta: ... -le pega la lengua al machete por su parte más ancha-
Millie: -facepalm de decepción-
Nuestro protagonista intentó decir algo... pero no pudo ¿La razón? La lengua se le quedó pegada al metal congelado del machete.
Moxxie fue a buscar una espátula para despegar la lengua de su hijo/aprendiz/compañero de trabajo, y tras unos cinco minutos de forcejear y raspar, lo consiguió.
Mineta: Perdón, eda un mito que quedía dedmentir. -dijo con la lengua entumecida mientras le devolvía el machete a su "mami"-
Millie: Bueno, ya sabes para no volver a hacerlo.
Mineta: Lección aprendida. -dijo ya normal- ¿Qué hay de ti, Loona?
Loona: Ya casi estoy lista. -dijo mientras insertaba algunos cartuchos en una escopeta Mossberg 590-
Mineta vio más detenidamente el rincón en el que Loona se estaba preparando, aparentemente además de la escopeta, la loba también iría equipada con un par de subfusiles MAC-10, además de obviamente bastante munición para las tres armas de fuego. Sin embargo, al chico le llamó la atención cierto detalle en los cartuchos destinados para la escopeta, y era que los mismos tenían grabados/estampados el dibujo de una cabeza de dragón negra.
Mineta: Está chingón el diseño de los cartuchos. -dijo agarrando uno y viéndolo de cerca-
Loona: Gracias. -respondió arrebatándoselo- Lo mejor es que no son cartuchos normales, son cartuchos de fuego de dragón.
Mineta: Espera... ese tipo de munición es real!?
Loona: Oh sí, espero que a esos hijos de perra les gusten los fuegos artificiales. -dijo determinada-
Mineta: Pues debería: Ellos los inventaron.
Loona: Bueno... -hizo una pausa dramática para bombear su escopeta para tenerla lista para la acción- Vamos a darle.
Todos cargaron sus armas al baúl del auto de Mineta para que todos se subieran y partieran directo a la carnicería. Según lo que Moxxie sabía, la carnicería Wang era una fábrica procesadora de carnes bastante rica en capital... y repleta de transacciones ilícitas relacionada a la mafia china. Todos ellos se pusieron de acuerdo en cómo actuarían, Loona dejó en claro que la querían verla sola para hacer la "transacción"... eso no iba a ocurrir, o al menos no del todo.
Se estaban aproximando a su objetivo, solo faltaban un par de cuadras para llegar, así que detuvieron el auto para que Mineta, Millie y Moxxie se bajaran.
Loona: Recuerden, como acordamos.
Mineta/M&M: ¡Entendido!
Loona: Les deseo suerte.
Mineta: Y nosotros a ti, Loony.
Mientras tanto...
Blitzo se despertaba con su cara y cuerpo moreteados, este último solo se encontraba cubierto por su ropa interior y la remera que llevaba debajo de la parte superior de su traje. Además de eso, se encontraba boca abajo estando atado por los tobillos mediante una cadena de metal. A pesar de estar adolorido, no tenía tiempo de que quejarse, más aun teniendo a sus asquerosos captores frente a él.
???: Bien, ya despeltaste. -comentó con sus manos detrás de su espalda- Sabes, Blitzo? Todo esto se hubiela evitado si pagabas lo acoldado. -dijo permaneciendo en la sombra junto a sus lacayos-
Blitzo: Lo haré, lo juro!
???: MIENTES! A mí no me ven la cala de idiota! -reclamó furioso- Apostamos pol el caballo que sugeliste y peldimos mucho dinelo!
Blitzo: Yo... baso mis apuestas en que tan bonitos se ven.
???: ... ¿Siquiela piensas antes de hablal? Eso es lo más estúpido que he oído!! -declaró molesto por el comentario- Al menos podlías habelle pedido el dinelo a tu amante.
Blitzo: Él no es mi puto amante, puto idiota ojos rasgados!
???: No me solplende que tu hija tenga que venil a salvalte el culo.
Blitzo: Le tocas un pelo a mi niña... y juro que te mato. -amenazó sacudiéndose para intentar liberarse-
???: No si me encalgo de ella y de ti también. -exclamó mostrándose junto a sus ayudantes-Habello pensado antes... Oh espela! No puedes. -se burló-
Blitzo: Estás cometiendo un grave error, Wang.
Wang: No, Blitzo. El que cometió el ellol fuiste tú. -dijo saliendo de las sombras junto a sus secuaces- Gasté muchos leculsos en localizalte, coblé muchos favoles y de paso te llevaste en el ploceso a muchos buenos hombles. Así que adiós y buen día. -se despidió dando una orden con su mano-
El tal señor Wang era un pecador bien vestido, al igual que sus subordinados. Todos ellos compartían una particular característica... todos tenían el aspecto de un pato, pero Wang era el más destacado, siendo él un pato pekinés.
Blitzo: ¿Buen día? ¡Buen día de mierda para ti! -expresó antes de que le taparan la boca con cinta adhesiva-
Todos los lacayos de Wang se retiraron, no sin antes encender la línea de ganchos que mantenía suspendido a Blitzo, llevándolo lentamente... a una procesadora.
Mientras Wang se retiraba, fue informado por uno de sus empleados que la chica había llegado, no titubeó ni un minuto en ir a conocerla, después de todo tenían asuntos que atender.
Wang: Es un placer tenella aquí, señolita.
Loona: Supongo que no tengo otra opción. -contestó sin emoción alguna-
Wang: Sí que la tiene, pelo decidió venil igualmente. -expresó- ¿Tiene el dinelo?
La loba mostró la bolsa que llevaba consigo.
Wang: Bien... láncela hasta aquí.
La chica simplemente acató la orden sin siquiera moverse de su lugar.
Mafioso: Está todo aquí, jefe. -comentó revisando el contenido-
Wang: Vaya... no me espelaba esto de palte de la hija de ese idiota.
Loona: Cumplí mi parte, ahora cumple la tuya.
Wang: Segulo, quelida, ahí lo tienes. -respondió mostrando como detrás de él pasaba su padre colgado boca abajo-
Loona: Maldito... -dijo antes de amagar en arremeter contra él-
Todos los subordinados y el mismo Wang apuntaron con sus armas a la chica, quien alzó las manos a modo de rendición.
Wang: Lo sentimos, quelida. Pero tu viejo ha dejado en lidículo al grupo de los Yāzi*, y nadie deja mal palados a los Yāzi. -comentó molesto- Así que me disculpo pol tenel que atal cabos sueltos.
Todos los gángsters estaban listos para descargar sus armas sobre la loba, pero se vieron interrumpidos cuando los parlantes de la fábrica empezaron a emitir un sonido extraño, uno que sonaba más o menos así:
https://youtu.be/unYAWpvG6jo
Oh sí, esa canción convertida en meme, una oda a la burla asiática que logró su objetivo... distraerlos y bajar la guardia. Mineta hizo acto de presencia, caminando con confianza por detrás de sus enemigos disparando su escopeta, dándole en la espalda a los subordinados de Wang.
Este mismo no tardó en intentar disparar al chico, siendo interrumpido nuevamente, esta vez por Loona, quien lo usó de trampolín para alcanzar a su padre. Enojado por cómo le sacaban ventaja y humillaban, apuntó con su arma y...
*BANG*
Wang cayó al piso, falló el disparo y se agarró adolorido su pierna izquierda, la cual había sido atravesado por una bala, pero... esta herida dolía mucho, no se comparaba en nada con los disparos que había recibido estando vivo. Fue cuando levantó la vista que lo vio a él, a un diablillo con pecas portando un francotirador adornado de detalles blancos.
Wang: Nǐ hái zài děng shénme báichī! Qù ná tāmen! (¡¿QUÉ ESPERAN, IDIOTAS!? ¡Vayan por ellos!) -ordenó furioso el mafioso-
Los subordinados que pudieron escuchar el grito, se empeñaron a perseguir a Moxxie por un lado y a Mineta por otro, mientras otro grupo más se lanzaba en la búsqueda de la joven sabueso.
El grupo que intentó seguir al chico se encontró con la sorpresa de que, además de la escopeta, también llevaba consigo un subfusil con el cual logró despachar rápidamente a algunos de los miembros del grupo mientras se adentraba en la fábrica. Una vez allí, Mineta decidió usar a Rossie para acabar con los miembros restantes del grupo que lo seguía, matándolos a todos de un disparo en la cabeza o en el pecho... a todos menos a uno que se salvó porque Mineta se quedó sin balas antes de matarlo, así que el chico le lanzó la pistola a la cara y, aprovechando el aturdimiento de su enemigo, usó a Hachimaru para dejarlo empalado como un kebab*.
Mientras tanto, los que seguían a Moxxie consiguieron un destino similar, cayendo varios de ellos ante las pistolas Colt del pequeño diablillo. En determinado momento a Moxxie se le acabaron las balas de sus pistolas, así que para evitar perder tiempo recargándolas, decidió cambiar a su rifle de francotirador angelical, acabando de un tiro a la cabeza con unos cuatro mafiosos casi sin despegarse de una caja que usaba como cobertura.
El pecoso observó que sus enemigos restantes (unos tres demonios con forma de pato) se quedaron sin munición, así que el pecoso aprovechó ese pequeño espacio de tiempo en el que recargaban sus armas para liquidarlos saliendo de su cobertura de un salto, fusilando con su rifle las cabezas de los gángsters mientras giraba acrobáticamente como un trompo en el aire. Luego de esta asombrosa maniobra, un mafioso salió de la nada y arremetió contra el francotirador, afortunadamente Moxxie logró quitárselo de encima dándole un golpe con la culata de su rifle para después arrinconarlo contra una pared, sometiéndolo metiéndole el cañón del arma en la boca para finalmente cargar una bala en el rifle mientras seguía reteniendo a su atacante y volarle los sesos, viendo cómo la esencia demoníaca de su rival se desvanecía, producto de la magia angelical del rifle.
Por otro lado, Loona rápidamente tuvo que bajar y seguir el trayecto de la cadena mientras protegía a Blitzo con su escopeta, entregándole a su padre sus subfusiles para atacar y protegerse cuando ella lo cubría por otro lado.
Blitzo: Mi bebé vino por mí! -exclamó felizmente-
Loona: Celebremos más tarde ¿Quieres? Primero hay que salir de aquí con vida. -comentó cubriéndose de un disparo que no la alcanzó por los pelos-
Blitzo: Tú lo has dicho. Cúbreme mientras me quito esto. -dijo señalando las cadenas en sus piernas.
Loona: Dalo por hecho. -respondió cambiando la munición de su escopeta-
La chica se separó de su protección, acercándose con paso firme pero cuidadoso hacia sus enemigos disparando su escopeta con cartuchos de fuego de dragón, acribillando y quemando con pirotécnico estilo a cada enemigo que se le atravesara. Un chino armado con una botella rota tomó por sorpresa a la joven, quien afortunadamente reaccionó a tiempo para esquivar el golpe que iba a recibir para después arrancarle los intestinos al mafioso con sus propias garras.
Mientras tanto, Blitz disparó a un par de enemigos que provenían de su lado, protegiendo a su hija, cuando ninguno otro enemigo llegó, el diablillo apuntó a las cadenas y disparó, rompiéndolas y cayendo al piso por la gravedad.
La caída le lastimó un poco la espalda, pero era un dolor que podía soportar. Loona y Blitz se movilizaron por la fábrica, buscando la forma de salir para irse lo antes posible, ambos siguieron su camino mientras mataban a cada pato gigante que veían... hasta que sucedió.
Blitz: ¡Joder! ¡Me dieron! -exclamó adolorido-
Una bala le atravesó la pierna izquierda y otra más en la parte baja derecha del abdomen. Dolía mucho, por lo que cayó al suelo, pero antes de siquiera cubrirse mató al bastardo que lo dañó. La sangre brotaba de a poco de sus heridas, si seguía así, pronto caería rendido. Pero los gritos de su hija no le permitieron rendirse, uno de esos malnacidos la había tacleado y pensaba acabar con su niña clavándole un cuchillo en el corazón.
Apuntó y disparó de forma certera en la cabeza de ese pecador con aspecto de pato, como pudo corrió hacia su hija y la ayudó a levantarse. Los dos siguieron corriendo cuando escucharon un nuevo grupo de mafiosos empezando a disparar, como podían esquivaban las balas y mataban a sus perseguidores.
La adrenalina corría por el cuerpo de Blitz, dándole un segundo aire.
Blitzo: ¡Esto se siente jodidamente bien! -exclamó emocionado-
Loona: ¡Debes de estar bromeando! -respondió molesta y sacada de onda-
Blitzo: ... Ay no... -dijo colapsando al instante y cayendo de cara al suelo-
Loona frenó rápidamente y atacó a los mafiosos que los seguían, una vez sus enemigos habían muerto, cargó a su padre sobre sus hombros y contactó con su teléfono a Mineta.
Loona: Mineta, tengo a Blitz, nos vamos ahora!
Mineta: Entendido, Millie está conmigo, ahora le aviso a Moxx.
La llamada se terminó tan rápido como comenzó, permitiéndole a Mineta continuar con la matanza junto a su madre adoptiva, que se divertía al igual que su hijo desmembrando y lanzando a los mafiosos a las máquinas trituradoras. Los dos se dieron el tiempo de incluso intercambiar armas, siendo Mineta capaz de probar los cortes limpios y congelantes de los machetes mientras que Millie sentía el peso y calor de la katana. De cierto modo los machetes le permitían a Mineta acabar con sus enemigos más rápido que de costumbre, ya que si de casualidad no mataba a los mafiosos de un solo tajo, la magia de los machetes haría lo suyo y dejaría a sus adversarios como estatuas de hielo.
Por parte de Millie, en un inicio le costó dominar la katana (principalmente debido al espíritu gruñón atrapado en la misma), pero eventualmente logró adaptarse, sobrevivir y vencer (xd), moviéndose con la gracia de una bailarina de ballet mientras degollaba, decapitaba y apuñalaba a los mafiosos con la katana y con su par de dagas, a su vez que acababa con los enemigos a distancia lanzándole sus cuchillos arrojadizos en sus frentes, ojos, corazones y genitales mientras que a otros les abría la cabeza con su hacha como si de calabazas se tratasen, dándose el gusto también de acabar con algunos usando sus pistolas Desert Eagle.
Una vez con sus enemigos muertos, comenzaron a correr hacia donde habían dejado el auto, obviamente sin olvidar de avisar al tirador estrella de IMP, el cual apenas recibió el mensaje se dirigió al punto de encuentro, dejando un regadero de cadáveres con su MP5. Todos ellos ya estaban llegando, Loona colocó a Blitzo en el asiento del copiloto y ella se sentó en el del conductor, el siguiente en llegar fue Moxxie, matando con sus pistolas a quienes lo perseguían, y por último llegaron Mineta y Millie.
El primero de ellos utilizaba la munición FRAG-12 de su escopeta, que era ni más ni menos que un tipo de munición explosiva y de largo alcance, permitiéndole al joven reventar cabezas y extremidades como si estuviera a corta distancia, mientras que Mills había sacado algo de ventaja decapitando a un mafioso y pateando acrobáticamente su cabeza para que ésta chocara con otro. Cuando estuvieron todos dentro, Loona piso el acelerador a fondo, saliendo despedidos a máxima velocidad mientras eran seguidos de cerca por Wang y sus secuaces.
Millie: Carajo, esos chinos no se rinden!
Moxxie: Y peor aún, son los Yāzi ¿Por qué Blitz siempre tiene que meterse con la peor calaña?
Mineta: Millie, pásame mi espada! -ordenó el chico-
Millie: Aquí la tienes.
Mineta: Loona, mantén el auto estable.
Loona: ¿Qué planeas hacer?
Mineta: Acabar con esos bastardos de una buena vez! -exclamó abriendo la puerta izquierda trasera del auto-
El joven demonio tomó con firmeza su espada con una sola mano, esta misma cambió de forma frente a las miradas de sus padres adoptivos, tomando la siguiente apariencia:
https://i.pinimg.com/736x/04/72/6f/04726f9b48d867a174c25e5d52b1c5eb.jpg
Alzó la espada, colocándola detrás de su cuello con el brazo izquierdo y procedió a dar un tajo de forma horizontal provocando que de su hoja saliera una onda ardiente que cortó a la mitad los transportes y a quienes lo manejaban... o bueno, a todos menos a uno, a una camioneta Mercedes-Benz G63 negra que salió de entre los restos de los vehículos de sus camaradas (y de sus propios camaradas).
Millie: Emm, Mineta, te faltó uno...
*BANG*
Ese fue el sonido de un disparo proveniente ni más ni menos que del rifle angelical de Moxxie, quien disparó al conductor del vehículo enemigo, el cual acabó perdiendo el control y se estrelló contra un pequeño puesto de venta de coles chinas.
Moxxie: Le faltaba uno... -dijo guardando su rifle-
Blitzo: -quejidos de agonía.mp3-
Mineta: La puta madre, hay que llevar al jefe al hospital, ya!
Millie: Acelera, Loona! -ordenó desesperada-
Loona: A la orden! -respondió de igual manera mientras pisaba a fondo el acelerador-
La loba siguió manejando por unos 10 minutos, durante los cuales Mineta y M&M intentaban frenar el sangrado producido por los balazos que recibió el jefe durante el combate. Luego del frenético recorrido, el grupo finalmente llegó al IISS. Una vez allí, todos cargaron al jefe de la empresa y lo llevaron entre todos al interior del hospital.
Loona: Un médico, por favor!! -pidió histérica-
En ese momento un Hellhound de unos 45 años hizo acto de presencia, tenía el aspecto de un husky siberiano, usaba lentes y llevaba la vestimenta típica de un doctor, además de un carnet plastificado con su identifación colgando en su cuello.
Doctor: Por Satán! ¿Qué le pasó? -preguntó preocupado-
Millie: Le dieron una putiza y lo balearon, doc, no es obvio!?
Doctor: Hay que llevarlo a emergencias, traigan una camilla! -ordenó al personal del hospital-
Inmediatamente después de esta orden, tres enfermeras, entre las cuales se encontraba Gwen, la novia de Vortex y amiga de Loona, llegaron con una camilla sobre la cual acostaron al malherido Blitzo para luego llevarlo rápidamente a la sala de emergencias.
El doctor y dos de las enfermeras entraron a la sala de emergencias, Gwen decidió quedarse para hacerle unas preguntas a los chicos, en especial a Loona.
Gwen: Loona... qué fue lo que pasó??
Loona: Pues... nuestro jefe, mi...
Loona miró al resto de sus compañeros, quienes la miraron de vuelta, alentándola a seguir.
Loona: -suspira- Nuestro jefe... mi papá, fue secuestrado por unos tipos, lo apalizaron y recibió un par de disparos mientras intentábamos rescatarlo.
Mineta: Blitz va a estar bien, verdad Gwen??
Gwen: Bueno, seré honesta con ustedes... se veía mal, creo que si hubieran llegado más tarde no la contaba. Pero bueno, ya está a salvo, hay que esperar a que el doctor llegue con el diagnóstico.
Dicho y hecho, el doctor que se encargaría de atender a Blitzo salió de la sala listo para informar al grupo de la situación de su jefe.
Moxxie: Cómo está Blitz, doctor??
Doctor: Puesss... el paciente presenta hematomas en su cara y torso, recibió dos impactos de bala: Uno en su pierna izquierda y otro en su abdomen, afortunadamente no tocó ningún órgano vital, pero igualmente perdió un poco de sangre. Además, encontramos quemaduras de primer grado en sus brazos, torso y en las plantas de sus pies, posiblemente ocasionadas con choques eléctricos. También le sacaron un diente de su mandíbula superior y le rompieron cuatro dedos de su mano derecha con un objeto contundente. Y hay algo más...
Todos: TODAVÍA MÁS!!?? -preguntaron impactados, no podían creer que aparte de todas las atrocidades mencionadas anteriormente hubiera algo más-
Doctor: Sí. Verán, encontramos otro tipo de marcas en las plantas de los pies de Blitz además de las quemaduras.
Mineta: Qué tipo de marcas??
Doctor: Uno muy peculiar, eran similares a pequeños círculos que formaban patrones cuadrados y rectangulares, agrupados de a cuatro y de a seis círculos respectivamente. Además son un tipo de marcas que se consigue al ejercer mucha presión con cierto objeto sobre alguna parte del cuerpo... y solo conozco un objeto capaz de producir marcas así en esas condiciones.
Moxxie: Doctor, nos está diciendo que...???
Doctor: Así es, me temo que Blitz... fue obligado a caminar descalzo sobre bloques de LEGO! -dijo dramáticamente-
https://youtu.be/BghMpfOQTxE
Esta revelación hizo que todo el grupo de IMP, Gwen, e incluso pacientes, familiares de pacientes y personal médico que nada tenían que ver con el caso de Blitzo pero que pasaban por ahí esbozaran una mueca de dolor acompañada de exclamaciones y lamentos compadeciéndose del desdichado.
Doctor: Sí, sé que es difícil de digerir. -dijo quitándose sus lentes para limpiarlos y ponérselos nuevamente- Pero bueno, el lado positivo es que trajeron a Blitz aquí justo a tiempo, hay que proceder con el tratamiento cuanto antes.
Millie: Yyyyy, en cuánto sale el tratamiento, doc??
Doctor: Discutiremos el precio después, lo importante ahora es sanar a Blitz.
Loona: Se lo agradecemos, doctor...
La loba miró fija y detenidamente el carnet del médico en búsqueda de un nombre o un apellido por el cual llamar más respetuosamente a quien atendería a su padre adoptivo/jefe, y lo consiguió: Doctor Samuel Shipman.
Loona: Shipman. -finalizó después de ver el carnet del licenciado-
Mineta: Espere... Shipman?? Como...??
Doctor Samuel: Harold Shipman*? "El Doctor Muerte"? -dijo interrumpiendo a nuestro protagonista- Sí, pero no se preocupe, muchacho, no guardamos relación de ningún tipo.
Mineta: Phew! -exclamó aliviado- Menos mal, perdón si lo ofendí con mi suposición, doc.
Doctor Samuel: No hay ofensa, joven. No es la primera persona que me pregunta lo mismo. -dijo con una sonrisa- Ahora si me disculpan, tengo un paciente que atender. Por el momento les recomiendo descansar, se ven hechos polvo.
Moxxie: Bueno, no es exactamente como esperaba pasar el día, pero sí que nos vendría bien un café o algo así.
Millie: Estoy de acuerdo.
Doctor Samuel: ¿Puedo sugerirles una visita a la cafetería? Hacen un capuccino riquísimo y venden sándwiches, croissants, pasteles, galletas y otras cosas, muy bueno todo eso también.
Mineta: Me parece bien. Gracias otra vez, doctor Shipman. -dijo haciendo una pequeña reverencia en señal de respeto y gratitud-
Doctor Samuel: Por favor, llámenme Samuel, no hace falta ser tan formal. -pidió amablemente- Después de todo los amigos de mi hija son amigos míos también. Con su permiso. -dijo retirándose a la sala de emergencias-
Loona: ¿¿Hija?? -preguntó intrigada-
Gwen: Pues sí... -dijo con una pequeña sonrisa- es gracias a mi papá, el doctor Shipman, que me interesé por esta profesión. Además, mi mamá trabaja en la cafetería del hospital, supongo que ambas sabemos lo que es trabajar con la familia, Loona. En fin, el deber llama. -dijo poniéndose un cubrebocas y siguiéndole el paso a su padre-
Mineta: ... Qué bonita familia.
Moxxie: En efecto.
Millie: Es como la nuestra... más o menos.
Loona: Sí...
Mineta: ¿Y qué estamos esperando? Vamos a la cafetería, tengo ganas de un café y unas galletas.
Moxxie: Estoy de acuerdo.
Los cuatro se dirigieron a la cafetería, la cual era de tamaño medio con algunas mesas en donde poder disfrutar de las comidas. Todos ellos fueron recibidos por la alegre actitud de la cocinera del lugar, una Hellhound alta de unos 43 años cuya apariencia se asemejaba a una loba gris. Definitivamente esta era la madre de Gwen, Mineta lo supo al ver las manchas debajo de sus ojos al igual que... bueno, su buen estructurado cuerpo.
Su altura era tal que si el doctor Shipman estuviera presente, su cabeza llegaría a la parte baja del pecho de la señora. Ella los recibió amablemente, preguntándoles en qué podía servirles, todos ellos pidieron una taza de café y galletas. No era sorpresa de que la madre de Gwen fuera la cocinera, siendo que ya tenía los pedidos preparados como si los hubiera previsto, trayendo consigo una bandeja con las cuatro bebidas bien calientes al igual que un plato de galletas de chocolate recién hechas.
Mineta: Muchas gracias por el café y las galletas, señorita... Pauline. -dijo enfocando sus ojos para ver su carnet-
Pauline: Ay, querido! No es necesario que me llames señorita, por algo me casé ¿No?
Mineta: Pues... como usted guste, señora Pauline.
Pauline: Con señora Shipman está bien. -respondió- Si necesitan algo más, no duden en pedírmelo. Yo iré a continuar con mi trabajo.
Los cuatro se despidieron de ella, enfocándose en disfrutar de su pequeño descanso después de tan ajetreado rescate mientras se mantenían en silencio con sus pensamientos rondando por sus mentes.
Millie: Pero qué buen café. -pensó para sí misma-
Mineta: Pero qué buenas galletas. -dijo en su mente-
Moxxie: Nos merecemos un aumento después de esto. -comentó para sí mismo dándole un sorbo a su café-
Loona: La mamá de Gwen es muy bonita... -expresó en su mente- Tengo suerte de que no lo dije en voz alta.
Todos estuvieron ahí un rato descansando, por lo menos media hora, solo para que Loona decidiera levantarse y avisar a sus compañeros que iría a ver como estaba Blitz. El resto se quedó para relajarse un rato más, Mineta decidió que dormiría un rato, Moxxie se puso a leer una revista y Millie a ver los programas que pasaban por una televisión anclada a una esquina de la habitación.
Loona logró encontrarse con Gwen, quien la dirigió amablemente a la habitación de Blitz, quien había salido de cirugía hacia un tiempo. La chica tuvo que retirarse debido a sus labores, pero le hizo saber a su amiga que podía llamarla a ella o al resto de enfermeras si necesitaba algo. Fue así que Loona quedo sola con su jefe y padre adoptivo, solo ellos dos en esa habitación, pero solo uno estaba consciente, el otro estaba dormido gracias al somnífero inyectado en su sistema.
La chica se quedó a su lado viéndolo como respiraba lentamente y descansaba tranquilamente en su cama, con su bata de hospital celeste debajo de las sábanas blancas. Loona estaba pensando en qué debería decirle a Blitz al despertar... un "¿Qué demonios te pasa?" o tal vez un "¿Sabes en los problemas en que nos metiste?"
Tal vez... era demasiado todo eso. Mierda, el tipo estaba casi muerto cuando llegó al hospital ¿Y ella quería gritarle apenas despertara? Incluso para alguien como Loona sabía que no era momento para eso, en especial después de que Blitz le salvara la vida durante su propio rescate.
El silencio de la habitación se vio interrumpido por el quejido del diablillo, siendo que este empezaba a abrir los ojos.
Blitzo: Hey! -fue lo que dijo aún debilitado por la anestesia-
Loona: Hey! -respondió incómoda- Tenemos que hablar.
Blitzo: ¿De qué quieres hablar? -preguntó sin una pizca de estar ofendido por ello-
Loona: Bueno... quiero saber ¿Por qué la mafia china te quería muerto?
Blitzo: Los "estafé" cuando estábamos en un hipódromo.
Loona: ¿Y por qué lo hiciste?
Blitzo: Necesitaba el dinero... para tu regalo.
Loona: ... ¿Regalo?
Blitz: Pues sí, se acerca tu aniversario de adopción, Loony. -dijo cabizbajo- Quería comprarte algo bonito.
Loona: Pero... ¿Por qué arriesgarte a tanto? Podrías, no sé, intentar ahorrar o pedirle un préstamo a Stolas, creo que estaría más que dispuesto a prestarte dinero incluso sin preocuparte porque se lo tengas que devolver.
Blitzo: Porque eres mi hija, Loona. -declaró adormilado- Y yo soy tu papá. Eso es básicamente todo, querida.
Loona se tomó de la cabeza a modo de forzarse a reflexionar de forma intensa después de esta corta conversación con él.
Loona: Él... es el tipo más raro que he conocido. Me trata como si fuera de su carne y sangre sin siquiera cuestionárselo a pesar de todo. Ha sido así desde hace un par de años... ugh, para qué seguir evitándolo, él... sí es mi papá. -se dijo para sí misma en su mente-
Blitzo: ¿Estás bien?
Loona: Sí, es solo que... -comentó tomándose un tiempo antes de continuar- Lo siento... por ser una mala hija.
Blitzo: Espera... ¿Acabas de-?
Loona: Sí. -contestó a secas- La verdad es que... tengo problemas con esto de las figuras paternas.
Blitzo: Awwww, Loony. -expresó más que encantado- Supongo que yo también te debo una disculpa, no soy el mejor padre que podrías tener.
Loona: Aun así haces lo mejor que puedes. -declaró con una sonrisa- ¿Qué te parece si empezamos de nuevo? Desde cero... papá.
Blitz: Me encantaría, princesa.
Ambos se abrazaron, ya habían dicho todo lo que tenían que decir. De hoy en adelante, ambos caminarían un nuevo camino juntos, el de padre e hija.
Blitzo: ¿Podrías hacerme un favor?
Loona: Lo que tú quieras.
Blitzo: ¿Podrías llamar a los chicos? Tengo algo que decirles.
Loona: De inmediato.
La chica salió corriendo para informar a sus compañeros de trabajo que su padre estaba despierto y los quería a todos presentes para dar unas declaraciones.
Blitzo: Muy bien, banda, seré rápido porque tengo sueño. Estaré aquí un buen par de días y alguien debe encargarse de IMP mientras no estoy.
Moxxie: Adivino, será Loona ¿No?
Blitzo: No, Moxx... tú lo harás. Así que diviértete siendo jefe temporal mientras esto dure. -dijo lanzándole las llaves de las oficinas al pecoso-
Fue tal el asombro del diablillo que las llaves golpearon su cara y aun así ni se inmuto, incluso si su esposa lo abrazaba y lo elevaba en el aire mediante saltos.
Blitzo: Bueno, eso es todo supongo. Pueden irse si quieren.
Millie: Descuida Blitz, volveremos mañana para visitarte. -dijo empezando a sacar a su todavía impresionado esposo por la puerta-
Mineta: Y no se preocupe, que yo le cuido a la hija. -comentó abrazando a su compañera por la cintura-
Ante esto, Blitz simplemente puso cara de pocos amigos.
Mineta: ¡Oh, vamos! No se amargue, jefe, no lo dije con dobles intenciones. -declaró- ¿Te quedas a cuidarlo el resto de la noche? -le preguntó a la loba-
Loona: Ese es el plan.
Mineta: Bueno, cuídense mucho. Nos vemos mañana.
Los dos se despidieron del pecador para empezar a conversar, Loona pidió un pase que la habilitaba el estar en el hospital aun fuera del horario de visita, ya que ella se registró como familiar del diablillo y como uno de los primeros contactos a llamar en caso de emergencia.Fue así que ambos pasaron la tarde viendo la televisión hasta llegada la noche, donde Loona se tomó un momento para ocuparse de sus asuntos, dejando por algunos minutos solo a Blitz
Minutos los cuales... ciertas personas no iban a desaprovechar.
La puerta de la habitación se abría lentamente, dando paso a dos demonios patos, sobrevivientes del atentado contra la mafia china. Ambos estaban más que decididos a terminar el trabajo y a vengar el honor de sus compañeros caídos en combate, y empezarían por el dormido diablillo en aquella cama. Los dos sacaron dagas listas para matar a Blitzo, uno de ellos tomó la iniciativa mientras su aliado lo cubría. Cuando estuvo lo suficientemente cerca del demonio, se detuvo en seco, habría continuado si no fuera porque alguien que salió debajo de la cama le puso una cuchilla en el cuello.
Mafioso: Pero qué...!?
Tan rápido como salieron esas palabras de su boca, quien lo detuvo se lanzó encima de él, colgándose a su espalda para poder apuñalarlo en el pecho hasta matarlo. Con uno de los mafiosos muerto, el siguiente ni oportunidad tuvo de defenderse al ser rápidamente apuñalado en el ojo y cayendo al piso sin vida.Quien había protegido a Blitz había sido nadie más ni nadie menos ni nadie más que Loona, la cual decidió ocultarse debajo de la cama para atacar a quien decidiera hacerle daño a su papá. Tal vez había sido su instinto o alguna especie de intuición, pero fuera lo que fuera que la impulsó a tomar esa decisión... había salvado la vida de su padre.
Loona: Yo te protegeré, papá. -dijo tomando su mano suavemente- No te preocupes. Tómate tu tiempo y mejórate.
Esas simples palabras, aunque no fueran captadas por el diablillo, el mero tacto de sus manos con las de su hija lo hizo sonreír mientras dormía. Aunque claro, la escena se vio interrumpida cuando el doctor Shipman entro sin previo aviso a la habitación encontrándose con dos cadáveres en el piso.
Doctor Samuel: Emmm, Loona? Qué ha pasado?
Mente de Loona:
https://youtu.be/281Tq4psLBc
Loona: Oh... puedo explicarlo.
Doctor Samuel: Llamaré al personal de limpieza. -declaró antes de dejar a la loba sola nuevamente con su padre-
Continuará...
https://youtu.be/n2XQb4xXBwk
Escena post-créditos:
Un auto de alta gama se detenía en el estacionamiento de un edificio, las paredes de concreto y el pitido contante de las luces de tubo eran el único acompañamiento para aquel demonio que salía de su auto. Este mismo tomó un maletín y junto con este se dirigió con paso tranquilo hacia la puerta al fondo del estacionamiento. Saludó rápida pero respetuosamente al guardia de turno y atravesó el umbral para empezar a subir las escaleras hasta la planta baja. Una vez allí, pasó caminando alrededor de un montón de oficinistas de traje rojo hasta llegar a la entrada de un ascensor, el cual llamó para poder llegar a su destino.
Cuando las puertas de su transporte se abrieron, salieron cuatro trabajadores de él, y como pudo se introdujo dentro del mismo para luego subir hasta el piso deseado. El silencio incómodo del ascensor era "eliminado" mediante una melodía monótona la cual solo se detuvo cuando este frenaba para dejar a uno de sus pasajeros. Cuando el momento llegó, este demonio se bajó de su transporte y se dirigió a un escritorio donde estaba sentada una secretaria. Platicó con ella, notificándole que tenía una cita con su superior, un vistazo rápido confirmó la declaración. Fue así que la secretaria le pidió a que esperara en una pequeña sala de espera, consistente en una mesa rectangular un sofá y dos sillones junto a una pequeña mesita con algunas revistas para leer.
El demonio esperaba pacientemente, sujetando con fuerza el maletín, haciéndolo reposar sobre sus piernas. Su mirada estoica solo se enfocaba en dos cosas: En las ventanas panorámicas frente a él, cuyas vistas eran del rojizo cielo y los oscuros edificios de la ciudad, y el reloj de pared que movía constante y rítmicamente el segundero.
Los minutos pasaron hasta que la secretaria informó de que podía pasar a la oficina, el demonio asintió en agradecimiento y se dirigió hacia las puertas de la oficina. Antes de siquiera pasar, tocó la puerta a modo de confirmar y tener el permiso de su superior para entrar, cuando consiguió una respuesta afirmativa, simplemente entró.Cerró las puertas detrás de él para luego dirigirse recto hacia la máxima autoridad del lugar, caminó con postura recta y mirada fija en el respaldar de la silla, cuando estuvo a cierta distancia de su superior, simplemente se arrodilló y llamó su atención.
???: Aquí estoy, mi señor. -comentó con la cabeza inclinada en dirección al suelo-
???: Lo sé, Wallace. Por algo tengo una secretaria. -declaró con tranquilidad- ¿Tienes lo que te pedí?
Wallace: Sí, señor. Aquí esta. -dijo levantándose-
???: Acércate. -ordenó con un ademán-
Con maletín en mano, Wallace se acercó a su superior, quien se dio la vuelta para revelarse frente a su empleado. Portaba un traje rojo similar al del resto de oficinistas del edificio, solo que este tenía un tono más oscuro, similar al de su piel. De pelo largo atado en una cola de caballo mediante una banda de tela naranja, en ambos lóbulos de sus orejas lucía dos anillos de metal azulado y adornando su cara lucía una barba candado de patrón extraño junto a dos ojos de color gris.
Wallace se mantuvo sereno mientras le entregaba el maletín, debía de estarlo, porque si no los ocho guardias que se encontraban en la habitación seguramente lo atacarían. Pero no tenía nada de que temer, ya había revisado el contenido del maletín más de una vez antes de salir para corroborar de que estuviera allí.Su jefe introdujo el código para abrir el maletín: 666, ese era el código. Ahí estaba lo que tanto anhelaba, de regreso a él. Cerró el maletín y miró fijamente a su empleado.
???: Bien, cumpliste con el trabajo. -dijo encendiendo un cigarrillo- Ahora vete, disfruta de lo que te queda de tu día libre. -comentó echándole una calada al mismo- Porque te quiero aquí el siguiente día laboral,o sea mañana.
Wallace: Sí, señor Julius. -respondió haciendo una reverencia-
Finalizada su visita, Wallace se retiró de la oficina, dejando a su jefe Julius y a sus secuaces a solas.
Julius: Señores, tómense un descanso de 15 minutos. Tengo asuntos de suma importancia que atender. -declaró el jefe-
Sus guardias simplemente hicieron un saludo militar, mientras se retiraban de la sala en orden y haciendo una fila india. Ya completamente solo, sacó su celular que se encontraba oculto en su traje. Tecleó rápidamente en él para revelar la entrada a un compartimiento oculto detrás de una gran pecera que se encontraba detrás de él, adornando la habitación.Aquel compartimiento mostraba un panel táctil en su superficie.
Sistema: Por favor, confirme mapa de huellas dactilares. -pidió como requisito para ser abierta-
Julius colocó su mano izquierda en este, siendo escaneada a en segundos.
Sistema: Mapa de huellas dactilares, confirmado. -comentó antes de desplegar lo que parecía otro escáner más- Por favor, confirmar mapa de retina. -pidió nuevamente con su voz programada-
Julius acató el pedido colocando su ojo derecho cerca del escáner para que la máquina hiciera lo suyo.
Sistema: Mapa de retina, confirmado. -declaró desplegando una máquina extraña frente a Julius- Por favor, confirmar código genético. Se necesita una muestra de sangre.
Julius atinó a expresar su molestia por lo tardado que era todo el proceso, pero aun así continuó con este, extendiendo su brazo izquierdo e insertándolo en el dispositivo para sentir un piquete rápido en su muñeca.
Sistema: Analizando muestra de código genético... muestra de código genético, confirmada.
El demonio sonrió debido a que este era simplemente el penúltimo paso a completar.
Sistema: Por favor, ingrese código de seguridad.
Julius hizo caso a la petición con una gran sonrisa en la cara. Le tomó un buen par de minutos el teclear todos los dígitos, los cuales no eran ningún problema para él. Los recordaba a cada uno, cada uno de ellos y el orden en que tenía que ingresarlos... a todos y cada uno de los 59 dígitos del código de seguridad.
Sistema: Código de seguridad, confirmado. -finalizó la máquina-
Una vez concluido el proceso, el compartimiento reveló una cavidad mediante puertas que empezaban a abrirse de forma lateral, aquel lugar no sería notado debido a que las mismas puertas parecían encajar perfectamente una con otra al estar cerradas. Julius extrajo el objeto que estaba en el maletín y lo colocó dentro del compartimiento junto al resto.
Julius: Mírense. -dijo contemplando su colección- Se ven hermosas. -comentó hablando para sí mismo- Las mantendré aquí para cuando las necesite, porque estoy más que seguro... de que todo se irá a la mierda muy pronto.
Con esa última frase, su colección fue nuevamente protegida por su sistema de seguridad de alto nivel, retenidas para ser utilizadas cuando el momento lo amerite.
Continuará...
Glosario:
1. "Yāzi": "Patos" en chino... xd
2. Kebab: Comida típica de la gastronomía de Medio Oriente consistente en un palillo de metal o madera con pequeños bloques de carne (por lo general de ternera, oveja, pollo o incluso pescado) y a veces vegetales (siendo la berenjena, el tomate y pimientos los más usados) que se asa a la parrilla.
3. Harold Shipman (1946-2004): Fue un infame asesino serial británico que, bajo la fachada de un médico, primero trabajando en hospitales y después en su propio consultorio independiente, fue acusado de matar a más de 200 de sus pacientes (aunque se estima que el número puede ser mayor), que en su mayoría eran personas mayores a las cuales les suministraba dosis extremas de morfina, un potente fármaco usado frecuentemente en medicina como analgésico.
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