Parte 6: "Secuestro (1)"
~Narra Shinichi~
Una semana y 3 días desde aquel incidente en la casa de Haibara "Te amo" era lo único que se repetía en su cabeza, la voz del mago resonando en mis oídos poniéndome de una forma nervioso, no he podido decirle una palabra sobre ese momento ya que cada vez qué lo veo los nervios y mi ansiedad se apoderan de mí, huyendo del lugar sintiéndome impotente y completo cobarde. Cuando encontraba un lugar sin nadie cerca soltaba todo ese nerviosismo con gritos ahogados intentado con mis manos calmar el intenso rubor que se apoderaba de mi cara. "Esto es lo que yo quería...no?........ entonces.....¿por qué estás huyendo?" Me regañaba una y otra vez internamente.
En la cena Kaito se me acercaba con lentitud con solo saber que estaba a unos pasos mi corazón se aceleraba y las palabras en mi mente se volvían borrosas y se revolvían, antes de que el mago pudiera decir una palabra el teléfono del despacho de el tío Kogoro suena "mi oportunidad", me levanté a toda velocidad de la mesa—¡¡Yo contestó!! —no paso ni un segundo y yo ya había dejado la habitación evitando nuevamente a Kaito "¡¡maldición!!".
Llegando al despacho tomé el teléfono y conteste—bueno?... —.
—#hola Kudo-kun# —no era necesario preguntar quién hablaba, su forma rara de hablar y esa voz inconfundibles, era Hatori.
—¿Qué quieres Hatori? —cuestione pues el no era de lo que hablarán precisamente por pasar el rato.
—#vamos Kudo-kun no puedo hablarle a mi mejor amigo para pasar el rato#
—solo habla
Se escuchó un suspiro de parte del moreno—#bien me atraparte....escuché de alguien que has estado actuando extraño# —.
—extraño? —dije haciendo eco.
—#Kazuha me lo contó ya sabes lo bien que se llevan esas dos# —de refería a Ran y a Kazuha—#y bien Kudo-kun...¿Qué es lo que está pasando?# —.
Yo dude en responder no sabía que decir, mucho menos podía decir que era por culpa de cierto mago—no es nada —contesto para evitar el tema.
—#es Kaito.....verdad?# —contesto el moreno afirmando sus suposición, que claramente no estaba equivocada.
—que deducción más estúpida
—#vamos Kudo-kun no es como si no fuera evidente tu afecto por ese mago y tú tono de voz te delata# —maldecía el hecho de que el también fuera detective y que pudiera deducir mi estado con mi sola voz—#puedes confiar el mí Kudo-kun# —.
Las palabras de Hatori me parecieron bien, pues la propuesta de Kaito me mantenía en las nubes, no lograba concentrarme en ningún casó, necesitaba liberar todo lo que comprimía, necesitaba contárselo a alguien y sabía claramente que Hatori era la persona indicada ya que el me comprendía cómo detective y como mejor amigo.
El hablar con Hatori fue liberador además de contribuyente, pasamos más de 30 minutos hablando de aquello, al terminar de hablar con el sentía que ya podía encarar de nuevo a Kaito. Le agradecía al moreno por el simple hecho de hablar conmigo y de aconsejarme.
Pensé que ya era suficiente, podía sentir el teléfono pegado a la oreja—bien si ya no hay nada más que decir voy a colgar —.
—#¡¡No espera Kudo-kun!!...# —exclamo el moreno
—y ahora.....qué?
—#mañana Kazuha y yo iremos a Beika como visita sorpresa# —dijo para después soltar unas cuantas risas.
—¿¡Visita sorpresa!?.... —exclamé ante tal noticia--¿Cuándo decidiste eso?, Hatori --
—#a veeer~# —dijo manteniendo la palabra, parecía recordar, solo podía escuchar su voz en cuenta "uno...dos... tres...cuatro....."—#desde la semana pasada, el punto es que mañana estaremos en Beika como por las 8......¿Irán a recogernos?# —cuestiono el moreno, aunque más bien se escuchó como una petición.
Suspire—de acuerdo mañana nos vemos en la estación a las 8 —concluí sin pelear nada más, pues sabía muy bien que Hatori era una persona densa, y si quiere hacer algo lo hace.
—¿Que pasa Shinichi? —escuche la voz de Kaito poniendo mis nervios de punta
—#MIERDA!!....# —exclamo el moreno del otro lado del teléfono—#¿Mal momento para hablar?# —
—ttt...tranquilo solo es Kaito —dije algo tembloroso, acompañado de unos latidos ruidosos. La tranquilidad que pude haber sentido se había vuelto a disipar.
—#¿¡Kaito!?....pero si escuché la voz de un niño# —le había explicado todo a Hatori saltando la parte donde el se había vuelto un niño, no sabría cómo explicárselo
—aaaahhh... —"Hatori estará mañana en Beika así que lo entenderá mejor con solo verlo" decidí dejar en duda a el moreno contestando con una simple frase—lo entenderás cuando lo veas —.
Me despedí de Hatori y colgué, salí corriendo del lugar una vez más no creía poder encarar a Kaito todavía, pero a punto de salir de la habitación un sentimiento de culpa invadió mi mente "Kaito había dicho sinceramente sus sentimientos y yo solo estoy huyendo como un cobarde".
Entre nervios di una media vuelta no sería mucho pero sería un avance para mí—h..ha..hasta mañana —.
Cerré mis ojos con todas la fuerzas que tenía en el momento,no me dejaba respirar el hecho de pensar que Kaito me reclamará "¿está molestó?",—hasta mañana —escuché del mago dejándome respirar de nuevo.
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[En la estación]
Esperar era algo aburrido, maldecía al moreno mentalmente pues yo a estás horas de la mañana en un fin de semana estaría relajándome mientras vuelvo a leer mi libro favorito de Sherlock Holmes, pero es su lugar estoy esperando a un joven energético de Osaka.
Después de unos 20 minutos el metro se escuchó anunciando la llegada del moreno, al salir de aquel transporte Kazuha me saludo de paso para ir directo con Ran dejándome con Hatori.
Hablamos un poco sobre un caso recién que había tenido hasta que su mirada se desvío, parecía profundamente atraído por el misterio que le provocaba aquello que veía. No tardaría en preguntar.
—oyeee~.....Kudo-kun, ¿Quién es ese niño de haya?, parece observar te —menciono señalando levemente a el pequeño mago tras mío.
Suspire para así iniciar a dar la misma explicación que había estado repitiendo recientemente está semana, le conté tanto la verdad como la mentira del asunto sobre Kaito. El moreno se asombro al oírme decir la parte de "hermanos gemelos", tomando carrera a donde se encontraba el mago para después cargarlo bruscamente exaltando a el pequeño.
—¡¡Waaaahhh....son idénticos!! —exclamo el moreno mirando a todo detalle a el pequeño en brazos—si no te conociera Kudo-kun yo también caería en la mentira de que son gemelos —menciono entre pequeñas risas.
—oye.....¿podrías bajarme? —menciono Kaito al parecer algo incómodo.
—eehhh???...a cierto perdón —dijo Hatori dejándolo en el suelo.
Ran y Kazuha después de una pequeña plática se aproximaron para después anunciar que era hora de ir a casa a comer.
La hora de comer fue algo que no esperaba, me senté junto a Hatori para seguir hablando de casos recientes mientras que Kaito parecía aburrido jugando con la comida, sus cachetes inflados prácticamente haciendo pucheros "pfff...que lindo", era encantador verlo en ese estado además de divertido.
Cuando volví a dirigir mi mirada a Hatori pude notar que su expresión era de alguien molestó, tenía que ver con Kazuha ya que su mirada se dirigía a la de ojos verdes, pero "¿Qué lo molestaba tanto?", Volví a mirar a dónde se encontraban sus molestias para ver a Kaito regalando una rosa a Kazuha, "típico de el", ya entendía el porque de sus muecas, obviamente la escena también me provocó una sensación amarga.
Al terminar la cena Hatori estuvo persiguiendo al el mago de arriba a abajo por la casa, Kaito parecía divertirse burlarse del moreno. Ver su cara despistada mientras el lo sorprendía con diferentes trucos.
Fué una tarde de locos.
Al cabo de unos minutos los ruidos habían acabado; ya no se oía los gritos de Hatori y la risa de Kaito, algo había pasado, fuí al lugar donde los escuche por última vez, en mi recámara dónde se encontraba el moreno con una expresión preocuparte—¿Que sucede? —dije acercándome a el moreno.
Cuando me acerque más pude ver a Kaito recargado de las manos del moreno apunto de perder la conciencia—¡¡KAITO!! —corria sostener al mago a ver que andaba mal, al agarrarlo note que sus respiración era pesada y una poca de fiebre.
Verlo así me alteraba al punto de temblar, mi razonamiento no era el mismo y mis movimientos leves—t.ttu..tus pastillas.... —conteste intentado cargar a Kaito para llevarlo a tomarlas pero obtuve una respuesta que no esperaba del mago.
Kaito de un manotazo me alejó impidiendo que lo ayudase, no dijo nada mucho menos me miró—oye, Hatori verdad —dijo el pequeño mago agarrando a el mayor para acercar su cara a su oído, le susurró algo que no logre escuchar solo ví la expresión del mayor ascendiendo.
Hatori soltó a Kaito y me tomo del brazo—vámonos Kudo-kun —dijo entre pequeños tirones para sacarme de la habitación, me negaba al principio quería quedarme con Kaito pero fué inútil, termine cediendo.
El moreno me sentó en el sofá, fue a la cocina y trajo un vaso con agua el cual me dió, se sentó a mi lado sin decir una palabra con su mirada a la nada.
—ne~.....Hatori —dije llamando la atención del moreno quienes solo hizo un sonido con sus labios "mmmhh?" sin apartar su mirada de lo que sea que estuviera viendo—¿Qué te dijo Kaito? —.
El solo se quedó en silencio unos segundos—nada importante... Solo me dijo que te sacará de ahí ya que tú te alteras cuando lo ves así —soltó una pequeña carcajada—es sorprendente......no lo creés? —dijo dirigiendo su mirada a mí
—que cosa?
—Kaito que más... El está se encontraba casi colapsando pero aún así, se preocupó de que tú estuvieses bien...je~ ese mago te ama más de lo que puedes imaginar —el mayor acaricia con suavidad mi cabello—no crees que ya es hora de que lo dejes de evitar y lo enfrentes...es un idiota pero, hasta el se ha ganado una respuesta —.
Hatori tenía razón pero no sabía que decir o como actuar ante el, su presencia para mí era abrumadora y cuando lo veía mis palabras no salían. Viendo mi reflejo en el contenido de aquel vaso no podía evitar pensar "¿que le puedo decir?", cerré mis párpados con fuerza intentado buscar una solución y las palabras adecuadas.
Sentí el ligero moviendo del sofá que me saco de ese mar de pensamientos, abrí mis ojos para ver qué era: el moreno se había levantado del sofá.
—bien Kudo-kun es hora de que regrese al hotel —mencionó el mayor.
Lo despedí junto con Kazuha en la puerta de entrada y después se marcharon, regresé a la habitación a ver cómo seguía Kaito; el mago ya se encontraba en cama descansado profundamente, me senté a su lado con suavidad para no despertarlo, quite de su frente esos mechones café obscuros que le cubrían parte de sus ojos violetas, toqué su frente: su fiebre era leve apenas se notaba, su mejilla: era regordeta, suave y muy cálida de un lindo color rosado por la fiebre.
Le besé la frente con suavidad y después lo arrope con cuidado "si tan solo pudiera actuar así de tranquilo cuando estás despierto". Me bañé y cepille mis dientes para si regresas a la habitación y acostarme junto a Kaito y así conciliar el sueño.
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[Al día siguiente]
Me despertó los pequeños rayos de sol que se filtraban por la cortina de la ventana, penetrando en mis párpados, rodé al lado contrario para abrazar al mago por atrás y así cubrirme de los rayos del sol con la espalda de Kaito.
De la puerta se oyen suaves toques—Conan-kun, Arthur-kun levántese —era la voz de Ran llamando nos desde el otro lado de la puerta, nunca había tenido problemas en levantarme a estás horas, pero por alguna razón me sentía más adormilado que otros días "no quiero levantarme", Kaito al parecer pensaba lo mismo ya que no veía movimiento de el, solo una pequeña reacción de queja ante el ruido.
Al no tener reacción la jóven decide entrar con una expresión de enfadó—en serio...¿¡no piensan parece!?....van a llegar tarde —.
Kaito se sienta en la cama cabeceando y tallando su ojo intentado dispersar el sueño—tarde...para qué?, Ran-nechan —preguntó Kaito entre bostezos.
La mayor colocó sus manos en la cintura poniendo todo su peso en la pierna derecha—are~... Creó que nos les dije, ayer Kazuha y yo quedamos en ir a la Torre de Tokio de paseó —la chica se acercó y levanto a Kaito sacándole de la comodidad de la cama, haciendo lo mismo conmigo—mejor prepárense y salgan de una a la sala —.
Ambos ascendimos con la cabeza acatando la orden de la mayor—bien, los espero en la sala —dijo con una gran sonrisa saliendo de la habitación, la mayor pauso sus movimientos en la entrada, —cierto —la mayor dió media vuelta para poner contacto con nosotros nuevamente—invité a sus amigos de la escuela —claramente se refería a los tres niños (Ayumi, Mitsuhiko, Genta y no podía faltar Haibara).
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Ya solo era cuestión de minutos antes de partir con dirección a la Torre de Tokio, ya todos estaban fuera de la casa de Ran esperando frente a una camioneta color negro, solo faltaba Kaito quién había salido corriendo del lugar de manera imprevista con una simple frase antes de irse "voy por algo que se me olvidó" no entendía que se le pudo olvidar, era extraño.
—¡Disculpen la espera! —"hablando del diablo" era Kaito quien gritó, apenas estaba de regreso de lo que sea que haya ido a hacer. No veía nada nuevo en el mago, su ropa eran las mismas: unos pantalones de mezclilla, playera blanca con una chaqueta abierta del cierre de color verde; perfecto para un día de paseó. Le pegaba mucho, bueno a mí parecer le quedaba mejor el estilo elegante; su traje de color blanco que combinaba perfectamente con su sombrero de copa y liston azul, la camisa azul debajo de las prendas blancas que hacía juego con su corbata color rojo y esos guantes del mismo color que aquella capa larga de seda; su traje de cuando actuaba como Kid. Me encantaba.
—Shi...¿Conan-nichan? —Kaito chasquéo dos veces sacándome de mis pensamientos, se encontraba a unos centímetros de mí—¿Estás bien? Conan-nichan —su voz se escuchaba más tierna de lo normal; era tan linda y melodiosa.
El rubor y los nervios fueron inevitables al tenerlo tan cerca de mí, los latidos comenzaron y mis pensamientos se esfumaron; no sabía que decir—yo...yo... Yo estoy bien —conteste a duras penas, apenas podía pensar y componer unas cuantas palabras; tener cerca a este mago dormía mis neuronas, o eso siento.
—¡¡Conan-kun!, Arthur-kun, vámonos!! —grito Ran apunto de subir a la camioneta; nosotros dos éramos los últimos que faltaban en subir para iniciar el viaje.
Llegando a nuestro destino los niños como era de esperarse salieron corriendo del auto emocionados por subir a la cima, Haibara caminando de tras junto con Ayumi, lo que era raro fue que Ayumi quien usualmente era la más alegre y energética de todos ellos; siempre al frente guiando a los demás con su energía. Lo que no era lo que hacía ahora, su cara tenía una mueca mientras mantenga la mirada agachada, sus ojos habían perdido su brillo, sus manos se encontraban entrelazadas mientras juguetea con sus dedos.
Al llegar a la cima los niños se mantenían jugando en el mirador junto con ellos se encontraba Kaito; parecía un niño más, no solo en apariencia si no en su forma tan infantil de ser. Ambas chicas charlando sentadas en una banca dónde se encontraba el tío Kogoro, yo con Hatori observando el borde de la torre mientras hablamos de casos pasados.
Mirando a mi alrededor pude notar que Ayumi seguía con poco ánimo: aunque los niños reían, Ayumi mantenía una cara sería y apenas sonreía forzosamente.
—¡¡It's show time!! —escuché gritar a Kaito, llamando no solo mi atención si no la de todos aquellos que se encontrará en el lugar, el moreno y yo nos quedamos observando: sabíamos que algo traía entre manos, ¿Cómo lo sabía?: Agitaba sus manos como si quisiera relajarla, eso era un habito antes de hacer un truco grande, lo había observado de el cuando empezaron a ser cercanos.
Kaito se acercó a Ayumi, se inclinó como si hiciera una reverencia extendiendo su mano a la menor; como un principe presentándose a su princesa —unos pajaritos me dijeron que es su cumpleaños... Por eso sí me permite darle su regalo digno de una princesa como tú — mencionó con una voz elegante y sutil que solía usar en sus atracos como Kid, la menor con un leve sonrojó en sus mejillas tomo la mano del mago, Kaito la guío con lentos pero elegantes pasos al centro del lugar: donde dejó a la menor.
Sacudió dos veces más sus manos antes de de sacar una larga manta de seda blanca, la expandió de un tirón mostrando como se ondeaba de lo ligera y delgada que era. Me acerque más para presenciar con mejor claridad su acto de magia:—con su permiso —mencionó Kaito mientras cubría a la menor por completo con aquella tela, iniciando una cuenta regresiva:
Three
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Two
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One
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En el número uno chasquéo los dedos al tiempo que daba un fuerte tirón de la tela descubriendo a la chica con una nueva apariencia: sus ropas fueron remplaza das por un hermoso vestido de un color rosa clarito que por delante llegaba hasta un poco arriba de las rodillas y por detrás hasta los tobillos, un decorado de flores rosas un poca más intenso y líneas blancas que asimilaban sus tallos en la parte del pecho, pequeñas mangas de escote y unos zapatos de meter de brillo plateado.
Un peinado que hacía juego con esa vestimenta: su corto cabello café obscuro antes liso ahora tenía pequeñas ondulaciones y la diadema que tenía fue reemplazada por un corona de flores blancas que combinaba perfectamente.
La menor observaba y giraba viendo cómo se mecía su vestido, tan sorprendida de su nueva apariencia; no lo terminaba de creer. El mago aún no terminaba su acto; tomo aquella gran tela blanca enrollandola hasta parecer una bola, convirtiéndola en una capa de humo dónde desapareció la tela y en su lugar salían unas cuantas palomas blancas y confeti de todos los colores al tiempo que el mago pronunciaba—¡Feliz cumpleaños Ayumi-chan! — devolviendo el brillo y alegría al rostro de la menor demostrándolo con una gran sonrisa de oreja a oreja.
Para cuándo el humo se dispersó Ayumi salto dando un gran abrazo a Kaito el cual no negó y correspondió—¡¡Gracias Arthur-kun!! —mencionó con gran alegría y cariño, y con ternura depositar un pequeño beso en sus labios. Provocando en mi estómago una gran presión y un amargó sabor en mi paladar, me sentía enfermó, aunque no debía; Kaito solo quería hacer feliz a los demás es para lo que el nació, comprendía el como no le gustaba ver a los demás como una cara larga. Pero aunque fuese así no me agradaba el ver cómo lo tratan tan cariñosamente por todo mundo; un abrazo lo toleraba, pero un beso era algo que me hervía la sangré. Tenía ganas de monopolizar al mago.
Soy un maldición desastre.
—Cálmate Kudo-kun...a este paso el humo va a salir por tus celos —bufó el moreno con una mirada llena de burla, provocando en mi los mismos nervios que me hacían avergonzar me; pintando de un rojo carmesí mi rostro, "¿Tan obvio soy?".
—¿Celoso? Ja~ Cállate de una vez y deja de decir estupideces —dije mirando a el moreno, quien me miró indiferente ante mi respuesta.
—Oh! Mira mira Kaito le devolvió el beso a la pequeña
Por reflejó mi cabeza giro en dirección al mago a una velocidad nada normal; solo para mirar y darme cuenta de que todo había sido un broma de mal gusto por parte del moreno, en cuanto me percate del engaño Hatori yacía riendo a carcajadas a un lado de mí; tanto que empezó a lagrimear de la risa. Lo quería matar.
El moreno se acercó a Kaito—vaya niño ¿Cómo hiciste eso? —preguntó inclinándose y poniendo su peso en sus rodillas, para así ver mejor al menor. Kaito solo meneó su mano apareciendo en ella una pequeña carta, la giro y mostró que era un As de Tréboles, volvió a ocultar la carta mostrando la parte trasera de la carta, tenía la atención completa del moreno quien observo su último movimiento; una última sacudida dónde desapareció aquella carta tomando por sorpresa al moreno.
El menor soltó una pequeña risa antes de hablar—revisa el bolso de tu chaqueta —, el moreno siguió la instrucción del menor y revisó su bolsa: encontrando la misma carta que antes Kaito traía, la giró y miro atentamente, parecía haber algo escrito; no sabía que.
El moreno frunció el seño mostrando molestia en ella—Hijo de tu... —dijo con los dientes cerrados y mirar con ferocidad a Kaito.
—Si eres un Detective deberías de ser capaz de ver a través de mis trucos... O acaso eres muy estúpido —dijo el mago burlonamente, el moreno dejó caer la carta y así salir corriendo tras el menor.
Tomé aquella carta, tenía curiosidad que es lo que enojó a Hatori; al alzarla del suelo y leer lo que decía reí internamente por tal comentario:
"Averígualo tu mismo... Idiota"
Esa pequeña frase pintó una sonrisa en mi rostro—si que eres un crío —. El alboroto que armaron esos dos llegó a oídos de las chicas, para cuando volví a verlos: Kaito se encontraba en brazos de Kazuha escondiendo claramente su cara burlona, mientras que la mayor regañaba a Hatori por meterse con un niño de 8 años. Era algo cómico; como Kaito se aprovechaba de su apariencia para molestar al moreno.
En esos momentos cómicos algo raro empezó, todo se obscurecia; los cristales a nuestro alrededor se cubrían por una gruesa tela negra en cuestión de segundos, dejándonos sin visibilidad. Todos se alteraron empezando a gritar buscando a sus seres queridos y así mantenerse cerca, entre ellos Ran; lo poco que mi mirada se adaptó a la obscuridad pude ver a los niños cerca de las dos jóvenes junto con el moreno.
—¡¡Conan-nichan!!...¿¡Dónde estás!? —esa voz era de Kaito; me buscaba desesperadamente entre las mantas obscuras que nos impedían ver.
—¡¡Aquí estoy Ka~...Arthur!! —conteste para que me encontrará, apenas lograba ver su silueta buscándome.
De repente sentí unas grandes manos que me aprisionarón, presionando mis cachetes para abrir mi boca y así forzarme a tomar un extraño líquido—¡¡KAI!!.. —lo único que pude pronunciar entre atragantes del líquido; mi cuerpo se empezó a sentir pesado al igual que mis párpados y mis fuerzas disminuían. Me habían drogado.
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[???]
Mi cabeza dolía como el infierno, apenas podía enfocar mi mirar; no sabía que demonios paso o siquiera donde me encontraba—ya despertarte Pequeño —una voz desconocida retumbó en aquel lugar que yacía en silencio. Espere a que mis ojos se recuperarán y asi dirigir mi mirar a dónde provenía aquella voz; pude ver a dos hombre uno más alto que el otro. El más bajo tenía cabello castaño cubierto por una gorra negra, ojos obscuros, una camiseta negra y pantalón y zapatos del mismo color; el más alto era más frondoso, su calva cubierta por una gorra y vestimentas idénticas al más bajo.
Mi movilidad era "0"; me tenían atado a una silla, de lo apretadas que estaban las sogas me dolían las manos, sentía que mi sangre no circulaban. Miré alrededor; el lugar era un cuadrado pequeño con poca luminosidad y un inmenso olor a guardado.
El más grande de ellos se acercó a mi, me agarró del cabello y me dió un tirón para atrás, levantando mi mirada que antes se encontraba mirando al suelo—mira mocoso estamos buscando a Kid, y sabemos que tú has tenido contactó con el desde que desapareció —.
—KID!?....no sé nada de el desde su último atracó —dije con un tono algo engreído
—¡¡No mientas!! —gritó al par que daba un tirón más a mi cabello, asiendo me soltar un ligero grito ahogado por el dolor
El que parecía más joven de los tres metió mato haciendo que el más grande me soltará—vamos es solo un niño...puede que no sepa quién es Kid pero, si sabe quién es Kuroba Kaito...verdad? —me miró con unos ojos tan vacíos y amenazadores; haciéndome tragar secó.
"¿¡Quienes son ellos!?...y...¿¡Qué tiene que ver Kaito con todo esto!?
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~Narra Kaito~
—no puedo hacer eso Kuroba-kun...
—¿¡¡Por qué demonios no se puede!!?... ¡¡Es de la vida de Shinichi de la que estamos hablando!!
—El darte una píldora temporal para volver a la normalidad es riesgoso y más en tu condición.
—¡¡No me importa Haibara!!... ¡¡Ellos secuestraron a Shinichi por mi culpa!!... ¡¡Me buscan a mí!!... ¡¡Me quieren a mi y a Pandora!!
Haibara presionó su entrecejo signo de frustración—entiendo que estés preocupado por Kudo-kun no eres el único —refiriéndose a el moreno y a Agase-san; se encontraban sentados en el sofá mortificados del suceso—puede que sea más fácil recuperar a Kudo-kun como Kid pero no sabes cómo reaccionará tu cuerpo... Puede que está vez mueras al volver a reducir tu tamaño —.
—¡¡No me importa en lo más mínimo!!... ¡¡Si muero o no, no me importa lo único en lo que puedo pensar es el Shinichi y que está en peligro por mi culpa!!
El moreno tomó mi hombro tratando de calmar me, algo que no sirvió—necesito que te calmes Kuroba-kun, que estés tan exaltado no nos ayuda en nada
—¡¡Y como esperas que esté!!... ¡¡Que este tranquilo cuando Shinichi está no se dónde con unos tipos que me quieres matar y lo único que tenemos en su maldita nota, pero no puedo enfrentarlos en este estado!!
Mi nivel de humor no está tan controlado, no era la primera vez que no podía controlar mis gritos; "Shinichi" desde la primera vez que lo conocí mi vida había tomado un camino distinto, el a sido el único que ha destruido mi cara de póker; todo lo que tuviera que ver con el significaba perder el control de mis emociones. Como pudo terminar así.
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[Unas Horas Atrás]
Un sueño hermoso, es lo que tenía unos minutos antes de despertar me: Shinichi y yo habíamos vuelto a la normalidad; nuestros cuerpos grandes, yo entraba a la cocina y ahí estaba la escena más linda: Shinichi se entraba con una taza de café preparando algo de comer, en un Shorts azules sin camiseta y lo único que cubría su pecho desnudó era un hermoso delantal rosa pastel, se veía tan lindo. Lástima que solo fue un sueño.
—en serio...¿¡no piensan parece!?....van a llegar tarde —escuche la voz llena de enfado sacándome de aquel sueño.
—tarde... ¿Para qué?... Ran-nechan —conteste con una voz perezosa.
—are~... Creó que nos les dije, ayer Kazuha y yo quedamos en ir a la Torre de Tokio de paseó —la mayor se acercó y me levanto tan fácil como levantar un trapo para después levantar a Shinichi—mejor prepárense y salgan de una a la sala —concluyó, ambos ascendimos con la cabeza—bien, los espero en la sala —la joven dió marcha a la salida.
—cierto!... —Frenó su caminar en la puerta y dió medía vuelta—invité a sus amigos de la escuela —.
Cómo dijo la mayor nos preparamos y salimos a esperar la llegada de todos: los primeros en llegar fueron la señorita Kazuha y Hatori, después Genta y Mitsuhiko, para continuar con Haibara y por último la pequeña Ayumi; todos venían emocionados a excepción de la pequeña Ayumi, su expresión era abatida y sus ojos sin brillo.
Me acerque a los dos niños para descubrir el por qué de su estado—Hey~... Genta Mitsuhiko ¿Por qué Ayumi-chan está tan triste? —ambos niños cambiaron de semblante ante la pregunta.
—veras Arthur-kun... Los padres de Ayumi han estado tan ocupados que se olvidaron que hoy era su cumpleaños, aunque la felicitamos y le dimos un regaló no sonrió —"ya entiendo".
No sé porque pero la pequeña me recordaba a Aoko en nuestra infancia; odiaba verla triste, tenía que hacer algo por su cumpleaños "¡Ya sé!".
Salí corriendo dejando en duda a ambos niños, me acerque a mi pequeño detective solo para decirle que saldré por algo que se me olvidó.
Mientras corría saque mi teléfono para hablarle a Ji-chan—#Joven maestro Kaito cuánto tiempo... No he hablado con usted desde que se convirtió en niño ¿Cómo se... # —
—Lamento interrumpirte Ji-chan pero no tengo mucho tiempo, después te marco y hablamos de lo que quieras pero ahora necesito tu ayuda...
—#¿Mi ayuda? Claro ¿Qué necesita Joven maestro?#
—Necesito que me consigas.... —le pedí lo que necesitaría para este truco de magia que celebraría el cumpleaños de la pequeña; un vestido elegante, unas zapatillas y una corona de flores. Perfecto para la ocasión.
Me entrego las cosas frente la casa de Shinichi, me despedí de Ji-chan y volví a casa de Ran gritando un "¡Disculpa por la espera!". Shinichi solo me miró con una cara indescifrable, me acerque hasta que mi cara se encontraba a unos centímetros de la suya—Shi... Conan-nichan ¿Estás bien? —Chasqueé dos veces parecía sumido en un gran pensamiento, sus ojos no miraban a nada pero brillaban tanto; como dos Zafiros bajo la luz de la luna. Son tan preciosos.—¿Estás bien?... Conan-nichan —repetí al ver que sus azulados ojos al fin se enfocaban en mí.
Sus labios se fruncieron y su carita tornaba un bello color carmesí—yo... yo... Yo estoy bien —Shinichi era tan conciente de mi presencia que era lindo, "quiero molestarlo un poco".
Antes de que pudiera hacer algo la mayor de cabello castaño grito—¡¡Conan-kun, Arthur-kun!!... ¡¡Vamos!! —ya era hora de partir así que molestarlo quedaría pendiente.
Al llegar a la Torre de Tokio tenía todo listo, el acto de magia saldría exitoso solo espere a llegar a la cima dónde iniciará este acto. Los niños y yo nos pasamos un rato en el mirador, la pequeña apenas podía fingir una sonrisa; supuse que era hora del show.
—¡¡it's show time!! —grite para así llamar la atención de los espectadores, me acerque a la pequeña para después hacer una reverencia ofreciendo mi mano a la menor—unos pajaritos me dijeron que es su cumpleaños... Por eso sí me permite darle su regalo digno de una princesa como tú —Ayumi con timidez accedió, la guíe con suaves pasos al centro dónde el acto se efectuaría. Cuando solté su mano sacudí dos veces las mías liberando cualquier posible calambre, cuando me sentí listo saqué una larga tela de seda color blanca y después la extendí de un tirón dejando que se mesciera con el viento.
Cubrí por completo a la menor con aquella tela dejándola como disfraz de fantasma, pose la palma de mi mano en la cabeza de la menor dónde daría el tirón para descubrirla. Inicié cuenta regresiva...Three...Two...One... Chasquéo los dedos al par que descubro a la pequeña dejándola a la vista con un nuevo atuendo, el mismo atuendo que había pedido a Ji-chan con anterioridad. La reacción de la menor fue gratificante, el ver sus ojos brillando de la emoción y de la duda sin poder creer lo que sucedió.
Cómo último acto enrollé aquella tela hasta hacerla bolita, de ahí desvanecer la entre el humo y convertirla en palomas blancas y confeti—¡¡Feliz cumpleaños Ayumi-chan!! —dije concluyendo el acto de magia.
La menor se abalanzó a mi dándome un fuerte abrazo que no pude negar—¡¡Gracias Arthur-kun!! —, antes de poder contestar con un "no fue nada" la pequeña acercó sus labios dando un inocente beso en los míos, dejándome perplejo; no le dí importancia a tal beso, pues solo es una niñaen ese momento agradecía mil veces por haber tenido mi primer beso con Shinichi.
Pude sentir la mirada de Genta y Mitsuhiko clavándose en mi espina dorsal como pequeñas agujas, alejé a la pequeña disimuladamente. Al poco tiempo Shinichi se acercó junto con Hatori, el cual se agachó recargando se en sus rodillas para mirarme—vaya niño ¿Cómo hiciste eso? —preguntó asombrado.
Saqué una carta para mostrar cuál era y de que no había nada en ella, un meneó y la esfume de su vista para aparecer la en su bolsillo—revisa el bolso de tu chaqueta —dije señalando el lugar. El moreno tal y como dije metió la mano en su bolsillo sacando la carta.
La miró unos segundos y después frunció el seño—hijo de tu... —"Bingo" molestarlo era mi pasatiempo.
—Si eres un Detective deberías de ser capaz de ver a través de mis trucos... O acaso eres muy estúpido —dije burlándome del mayor. Mi comentario fue la gota que derramó el vaso haciendo que tirará la carta y emprendiera carrera a atraparme.
—¡Ven aquí intento de mago idiota! —era tan divertido ver su cara llena de irá, "Y si lo molesto un poco más", corrí en dirección a donde se encontraban Ran y Kazuha.
—¡¡Kazuha-nechan ayúdeme!! —la mayor dió un gran salto de dónde se encontraba sentada.
—¿Qué pasa Arthur-kun?
—¡¡Kazuha-nechan!! —me escondí detrás de las piernas de la mayor—Heiji-nichan me quiere lastimar —dije fingiendo unas cuantas lágrimas y haciendo puchero.
El moreno al alcanzamos—¡¡Ya te tengo pequeño demo...!!
—¡¡HEIJI!! —grito la mayor dejando perplejo al moreno, encogiendo los hombros con un rostro lleno de temor. Tan divertido; su cara era más de lo que esperaba, casi no podía contener la risa. La mayor me cargó en sus brazos, dándome la posibilidad de esconder mi rostro en el cuello de la mayor—¡¡Cómo se te ocurre meterte con un pequeño he inocente niño!!... ¡¡Mira esta temblando del miedo!! —temblaba de los intentos de no reír.
Después de un largo regaño por parte de Kazuha obtuve suficiente diversión por el día de hoy, el moreno tenía tantas cosas que decir pero no podía y, no debía terminando en una medía vuelta. La mayor me bajo y me secó las cuantas lágrimas que salieron de tanto reír—ya está todo bien Arthur-kun... Si Heiji te vuelve a molestar dime y yo lo vuelvo a regañar —solo ascendí con la mirada.
De repente, todo se tornaba negro, mire a las ventanas cuales se empezaban a cubrir con una tela negra; dejándonos sin ver nada. En lo que mis ojos se adaptaban al manto negro pude ver cómo los niños ya se encontraban cerca de el tío Kogoro, las chicas y Hatori pero, faltaba alguien "Mi pequeño detective... ¿Dónde está?", comencé a buscarlo como un loco—¡¡Conan-nichan!!...¿¡Dónde estás!?.
Unos segundos después escuché si voz—¡¡Aquí estoy Kai~... Arthur!! —empecé a seguir a dónde escuché su voz, no podía ver nada; apenas siluetas borrosas. Unos cuantos quejidos se escucharon de dónde escuché su voz "¿Shinichi?", —¡¡KAI!!... —se escuchó entre gritos ahogados.
—Uuuh~ —Al cabo de unos segundos se escuchó una voz extraña—asi que estás por aquí Kaito — "¿Quién es?"—el niño se quedará con nosotros mientras tú decides aparecer y que nos regreses lo que nos robaste — "¿Qué?... ¿Yo les robe algo?... Espera..." —nos vemos... — "Nononono todavía no tengo que saber quienes son".
La luz volvió y como era de esperarse Shinichi ya no estaba, lo único que había en el lugar era sus lentes y una nota tirada junto a ella.
Mis piernas no se movían y mi cerebro no procesaba lo sucedido, no podía pensar en nada—Shinichi... —susurré en un gran anhelo de que nada de eso sucediera, de que el estuviera aquí, mientras más pensaba más me llenaba de mortificación haciéndome caer de rodillas.
El moreno al verme caer se acercó tomando la nota y los lentes,leyó aquel papel con detenimiento. Me dió tremendo golpe en mi cabeza sacándome de aquel shock—hey~... Reacciona —parecía calmado a pesar de tratarse del secuestro de Shinichi.
—¿Cómo?...¿Cómo puedes estar tan tranquilo?
—Estoy igual de perplejo que tú... Y alterar me no me servirá de nada, tengo que empezar a investigar que sucedió
—Vamos a buscar a Shinichi no deben de estar lejos —dije dando un gran salto para empezar a correr
—mas despacio velocista —dijo agarrando mi suéter y así detener mi paso—aunque lo intentes buscar ellos ya no están en el área
—¿¡como estás tan seguro!?
—para poder armar un espectáculo tan grande tuvieron que armar con ello una ruta de escape del mismo nivel... Así que encontrarlos no es una opción en este momento... Lo mejor sería ver cada pista que dejaron
—y... ¿Qué es lo que tienes? —le pregunté al moreno
—Lo único que tengo es unas gotas de un líquido, sus lentes y está nota; lo único que dice es que quieren que vuelvas a aparecer y entregues algo llamado Pandora y tú cabeza —suspiró—y eso no nos dice mucho
—¿Pandora?... —todo comenzaba a tomar sentido en mi cabeza, ellos eran personas que se escaparon integrantes de aquella organización que mató a mi padre.—Esa joya ya no existe... Yo la destruí en sus ojos.
El moreno me miró; sabía lo que pensaba lo que había armado en su cabeza ya no encajaba del todo ante mi comentario, puso su mano en la barbilla pensado de nuevo.—Por ahora hay que buscar pistas o algo que nos guíe a Shinichi —concluyó dejándole de dar vueltas en su cabeza. El moreno sobó mi cabeza y se dió vuelta sacando su teléfono y llamar así a la policía.
Ran se acerca a mi sin entender que ocurrió—¡¡Hatori!!... ¿¡Dónde está Conan-kun!? —preguntó llena de preocupación.
El moreno colgó la llamada para prestar atención a la pregunta de Ran, dió un gran suspiro para poder dar respuesta a su cuestión—Mira Ran... —la explicación tardó unos segundos, ver la cara de la castaña al escuchar cada palabra que salía; al borde del colapso, callendo de rodillas.
El tío Kogoro y Kazuha se sostuvieron a Ran levantarla, Ran al igual que los niños estaban en shock—Tío Kogoro... —lo llamé—sera mejor que llevas a casa a Ran y a los niños... —.
Kazuha y el tío empezaron a caminar, la de ojos verdes giro para ver qué yo no iría con ellos, anticipando su pregunta—no te preocupes Kazuha-nechan yo me quedaré con Heiji-nichan a ayudar a encontrar a mi hermano —la chica no parecía convencida pero solo ascedío y siguió su camino.
Antes de que todos abandonaran el lugar me acerque a Haibara para después poder susurrarle—Mas tardé iré a verte a la casa de Agase-san... Tengo algo que pedirte.
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[Volviendo al presente]
El moreno posó su mano en su barbilla —Ellos buscan una tal joya llamada Pandora.
—Yo destruí a Pandora en mi último atracó, y lo hice frente a ellos... Es imposible que les devuelva algo que ya no tengo
—¿Seguro que ya no tienes a Pandora? —preguntó el moreno mirándome con sospecha.
—¿que insinúa? —pregunte algo irritado
—no insinuó nada solo pienso que esa noche tu no rompiste nada más que una copia de la joya.
Una atmósfera pesada domino el lugar, "mantén tu PókerFace",—¿Por qué piensas eso?.... Destruí a Pandora al igual que aquella organización, claro Shinichi me ayudó a meterlos a la cárcel pero, esos son detalles aquí el punto es que Pandora ya no existe y punto.
—si eso fuera verdad ¿por qué ellos afirman con tanta determinación que tú tienes a Pandora?... Digo no tomarían una molestia tan grande como secuestrar a un niño por una simple sospecha.
Giré para mirar a Haibara ignorando las sospechas del moreno, si el seguía indagando más terminaría soltando toda la sopa—Haibara yo tomaré toda la responsabilidad de lo que le suceda a mi cuerpo pero dame la píldora temporal —.
—Responde Kuroba-kun... ¿Dónde está Pandora? —seguía insistiendo.
—Dame la píldora
El moreno dió un gran suspiro antes de agarrarme de la camioneta y alzarme hasta la altura de sus ojos—mira idiota si quieres arriesgarte a morir, no me importa... Pero necesito saber toda la verdad y así ayudar a Kudo-kun —pronunció con algo de enfadado.
—en que me ayudara que un Detective metiche sepa la verdad
—Kaitou Kid no se puede arriesgar a ser visto por las autoridades, ya que se supone que el se retiró aproximadamente un mes y sigue en busca... Lo entiendes?... Yo me haré cargó de la policía y de que arresten a los culpables tu único trabajo será recuperar sanó y salvo a Kudo-kun
Hatori tenía razón no podía arriesgarme a ser visto, podía ser más fácil si el se hacía cargo de esos molestos polizontes—bien te diré todo pero primero bájame —
Nos calmamos y sentamos en el sofá para así yo contar toda la verdad—cuando encontré a Pandora estaba decidido en destruirla... Pero creo que no pude. Al estar a unos minutos del acto final mostré la verdadera Pandora reflejada contra la luz de la luna, en un momento de distracción la cambié por una copia identifica y la destruí en sus narices. Tenía planeado guardar a Pandora hasta que todos se olvidarán su existencia.
—Shinichi... ¿Lo sabe?
—no... El no sabe nada, solo le dije que era Pandora y por qué la buscaba.
—¿Dónde está esa Joya?
—En un pequeño cofre escondido en mi casa.
Después de un rato ya todo estaba comprendido y entendido. Ahora solo teníamos un solo problema es encontrar a Shinichi, lo único que teníamos era esa nota que no nos decía nada y sus lentes... "Espera!... ¡¡Sus lentes!!" Si mi idea era real eso significa que Shinichi pensó en esa posibilidad, las tomé y presioné afirmando mi teoría. Pronto te encontraré Shinichi.
"Ya veo... ¿Hay algo en lo que no pienses mi gran detective?"
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Hola de nuevo ✧◝(⁰▿⁰)◜✧
Este capítulo me ha salido más largó de lo que lo suelo hacer, fue el doble de lo que suelo hacer, me emocioné y no sabía dónde cortar el capítulo.
Discúlpenme por posibles faltas ortográficas y de redacción, a veces se me van uno que otro error que no veo en su momento. Seguiré mejorando para tener menos errores cada vez ಡ ͜ ʖ ಡ.
Pero bueno ya lo termine y ya empecé con el siguiente para traerlo ante ustedes lo antes posible.
Espero y les haya gustado, hasta la próxima (◍•ᴗ•◍)
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