•Especial De navidad•
Nota: todo sucedió antes de que Kaito se convirtiera en niño, o siquiera se convirtiera en amigo de Shinichi.
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Shinichi: ¿Cuando me di cuenta de mis sentimientos por Kaito?.... Fue hace un año, en la noche del 25 de diciembre; en navidad... Una noche que no olvidaré.
[Navidad del año pasado]
Era navidad, la alegría se sentía por toda partes incluyendo la casa de los Mouri, la amiga de Ran; Sonoko y los tres niños amigo de Conan hasta Haibara, también sus padres; Erika y Kogoro, todos en una fiesta para celebrar Navidad. Todos emocionados, excepto una persona, un pequeño niño de cabello negro y ojos azules; Kudo Shinichi/Edogawa Conan, no tenía un espíritu que apreciará la fecha en al que estaban, es más se le olvidaba que se celebraba ese día; 25 de diciembre.
Esa noche el joven pelinegro se encontraba encerrado en su cuarto leyendo su libro favorito de "Sherlock Holmes", mientras los demás preparaban todo en la parte de abajo. La noche era tranquila y la brisa fría por lo que el de menor estatura se encontraba en cama sentado, sus pequeños pies tapados con un edredón azul grisáceo y con un suéter de cuello de tortuga color rojo. Se sentía tan a gusto; en el calor de su cama, acompañando el momento con una taza de café caliente, la cual se tuvo que hacer a escondida de Ran.
El pelinegro cerro su libro momentáneamente para tomar su taza con café y darle un pequeño sorbo—Los niños no deberían tomar café —escuchó de forma inesperada, haciéndolo toser el pequeño sorbo de su café.—Lo siento por asustarte gran detective ¿Estás bien? —dijo el mago de guante blanco sentado en los bordes de ventana.
Cuando el de menor estatura se calmó un poco después de semejante susto, dejo la taza en un pequeño mueble que estaba de su lado derecho y limpió los restos de café que se había escurrido por sus labios, miró al joven de blanco—¿Que haces aquí Kid? —preguntó el de lentes.
El mago se levantó de la ventana para acercarse al pelinegro—Yo solo quería decirte "Feliz Navidad" —dijo el más alto tomando la mano izquierda del pequeño inclinándose para poder darle un dulce beso en el lugar menciona—Feliz Navidad Gran Detective —tal acción provocó sensaciones extrañas en el cuerpo del chico; el no entendía aún que es lo que sentía exactamente por el joven mago.
Shinichi trago saliva.
El pelinegro retiró su mano a una velocidad increíble sobresaltando al de blanco—S-si es todo lo que viniste a hacer, ya vete —dijo tallando su mano con pena y vergüenza, su rostro se ruborizó y su corazón latía fuertemente.
—Que cruel eres Gran Detective... No me vas a desear una "Feliz Navidad" —pidió el mago en un puchero.
—La Navidad no es especial para mí... Es un día más —explicó el de lentes, dejando al mago atónito.
—Entonces... —el mago se enderezó metiendo sus manos enguantada en su chaleco blanco en busca de algo, el menor lo miró dudoso de así movimientos. El mago después de comprobar tener todo lo que necesita saco sus manos del saco y le quitó las posibles arrugas tallando sus manos por encima. Miró a el de menor estatura y le dedico una dulce sonrisa—Me permites llevarte a tu primera Navidad especial —el mago le ofreció su mano.
Shinichi dudo en toma pero al final la curiosidad le ganó, o tal vez; algo más que su propia curiosidad; sus sentimientos por el joven, tomando su mano sin vacilar. Kid tomo al pequeño en sus brazos, se inclinó y salto por la venta por la que entró, Shinichi se asusto creía que se estrellaría; tomando con fuerza el cuello del mago y presionando su rostro contra su hombro contenido el grito que quería pegar.
"Este chico está loco" pensó.
—Esta bien Gran Detective, puedes abrir los ojos —dijo el mago, el pelinegro se encontraba tan asustado que no se percató en el momento que el de traje blanco abrió su ala-delta y empezaron a volar por el cielo nocturno. Shinichi abrió los ojos apreciando el paisaje nocturno que le proporcionaba la gran altura, disfrutando de la fresca brisa de invierno. Le encantaba.
Un rato después el mago aterrizó en el techo de un gran edificio, bajo de sus brazos al pequeño—¿Qué hacemos aquí? —preguntó Shinichi mirando de lado a lado buscando el por qué estaban ahí. No encontró nada.
Kaito metió sus manos a los bolsillos de su pantalón—¿Alguna vez has soñado en querer alcanzar las estrellas? —dijo mientras miraba el cielo lleno de puntos resplandecientes, dejando que sus ojos violetas brillarán con la luz de la luna.
—Amh... No lo sé, creo que no ya que de niño no era muy risueño —dijo el pelinegro.
—No creo —el mago se acercó al pequeño, se inclinó y tomo ambas manos de Shinichi—Tu viste que tener muchos sueños de niño... Uno de ellos podría ser cuando te subías a lo más alto que encontrabas, te ponías de puntitas —el más alto alzó los brazos del menor hasta que la punta de sus zapatos era lo único que tocaba el suelo—Levantabas tus manos he intentabas con todas tus fuerzas tocar una estrella —el chico de gafas redondas no podía apartar su mirada de quién lo sujetaba, su voz era tan dulce y ronca; voz que le hacía sentir cosas raras en su estómago.
Shinichi sentía esos extraños sentimientos crecer otra vez, se había enamorado perdidamente de ese hombre, pero ese chico obstinado y muy orgulloso aún no lo comprendía; por qué tenía que ser tan ciego.
—¿A que viene eso? Que tiene que ver lo infantil que eres con la razón de la que estemos aquí —dijo seriamente disimulando su ruborizado rostro y lo rápido que latía su corazón.
El chico de mayor tamaño rió un poco—Como siempre, tan serio —dijo con una gran sonrisa. Soltó las manos del pequeño dejando que sus pies tocaran tierra por completó.
—¿Hay algún problema que sea muy serio?.
—No ningún solo que, en esta ocasión no creó que esa seriedad dure mucho —mencionó de forma engreída.
—Eso veremos —el menor cruzo de brazos y lo miró de forma desafiante.
—Acepto el reto —Kaito arqueó una sonrisa—Esta noche serás testigo de como bajo las estrellas del cielo —extendió sus brazos a lo largo—Hasta tus pies —estiro su brazo al frente en un movimiento elegante. Se movió hasta estás atrás del pelinegro, tomo su alargada capa blanca con ambas manos y así cubrir al pequeño con ella. El mago inició cuenta regresiva:
Une... Deux... Trois
«¿Francés? ¿Kid sabe francés?» fue lo único que pensó Shinichi en la pequeña y momentánea obscuridad. La capa fue removida dejando ver el mágico he increíble truco de Kaito; un truco que lo dejó atónito sin podré creer lo que veían sus ojos.
Su alrededor resplandecía, producto de esos pequeños puntos brillantes que flotaban de un hermoso y resplandeciente color Blanco-Plateado; parecían estrellas, no, podía jurar que eran estrellas; Shinichi podía jurarlo, caminado entre aquellos destellos que parecían bailar en el aire, extendiendo su mano para alcanzarlas, mientras sus ojos brillaban de un azul intenso tanto como las estrellas. Eran bellísimo.
El pelinegro al estar rodeado de esas estrellas podía sentir una emoción única; la que recuerda que sentía a los 5 años, cuando se imaginaba cosas imposibles; Shinichi había olvidado este sentimiento; el ser una persona risueña, el había tenido que madurar más rápido que los de su edad, teniendo que dejar los cuentos de hadas y las fantasías en el pasado, poniendo en perspectiva el mundo real.
Kaito veía con satisfacción y con esos ojos lleno de cariño; ojos que decían a gritos "Te amo" dirigidos a Shinichi, ver al chico entre aquellas estrellas le bastaba y sobraba para sentirse infinitamente feliz—Veo que logré impresionarte —dijo para llamar la atención del pequeño.
—Debo de admitirlo... Ésto es increíble —dijo sin apartar la mirada de las estrellas. Shinichi miró al mago entre las luces; su silueta recta y elegante, con esa aura de confianza, algo que lo mantenía hipnotizado. Sonrió de forma risueña—Eres increíble Kid —.
El mago pudo sentir su corazón abandonar su pecho, era Shinichi quién le hacía un cumplido; algo que rara vez sucedía, haciéndole sentir esos sentimientos que resguardaba en su corazón, sacándolos a flote y dejándole una vez más en claro el gran amor que sentía por este Chico. Todo su ser no pude evitar estallar de felicidad.
—Este es mi regalo de Navidad de mi para ti —dijo el mago con voz melosa.
—Gracias Kid...
—Casi lo olvido —anunció el mago.
—¿Que olvidaste Kid?
—Tu deseo...
—«¿Mi deseo?» —el de menor tamaño vió como el mago tomaba una de esas estrellas cerrando la en su puño, se acercó y arrodilló hasta estar a la altura del pequeño.
—Cierra los ojos y piensa en lo que más anhelas tu corazón después sopla le a la estrella en mi mano —Shinichi ya no creía exactamente en deseos o siquiera en la magia, sin embargo; esa noche al estar con el, podía volver creer esas cosas que pudo considerar infantiles y sumamente estúpidas, cerro los ojos y pensó en lo que más deseaba su corazón.
«Lo que más desea mi corazón es...»entré esos pensamientos; en los que buscaba lo que más anhelaba, no pudo pensar nada que así recuerdos que tuvo junto a Kid; los momentos llenos de peligro y luchas en equipó y los más restaban en su corazón; los momentos de ayuda, de calma y de simples charlas, momentos en los que solo estaban ellos y solo ellos «¡Espera!... Lo que más anhelo es....», en esos momentos de reflexión y profundos pensamientos, Shinichi al fin entendió que lo que más anhelaba era Permanecer a su lado incluso si el deja de ser Kid. Comprendió que se había enamorado del ladrón.
No sabía desde cuándo le había roba toda su atención no le importaba; le importaba el presente y de como enfrentaría a estos sentimientos o como actuaría en su presencia; no sabía cómo sobrellevar sus emociones y actuar consigo a ellas. El hecho de no saber casi nada de el lo mortificaba aún más; no sabía su nombre real, lo que le gusta o le disgusta, no sabía nada, pero, de alguna forma sabía que todo estaría bien siempre que el estuviera a su lado.
Sopló el puño del mago y pidió su deseó.
Al momento del soplido aquella estrella salió directo al cielo como un fuego artificial al igual que todas las estrellas al rededor, estallando en el cielo y llenarlo de muchos colores.
Ambos mirando el cielo en un silencio que no era incómodo en lo más mínimo, era placentero y agradable.
—Feliz Navidad Shinichi —dijo el mago dándole una sonrisa al pequeño que estaba a su lado.
A el de menor tamaño le brillaron los ojos; nunca le había tomado importancia a esas palabras, por primera vez, se había sentido tan emocionado por la Navidad, y por las siguientes.
—Feliz Navidad Kid —se había convertido en una Navidad inolvidable.
~¡¡Achu!!~Shinichi estornudó. El frío le había dañado.
—Lo lamento no pensé en lo tanto que bajaría la temperatura —el mago se acercó para cargar al niño—creo que es hora de irnos —dijo dispuesto a irse.
Shinichi no quería que la noche se terminará tan rápido así que se reuso en un puchero por no irse—No quiero irme aún —.
—Gran Detective si te quedas más tiempo te vas a enfermar —dijo el en un intento por atraparlo.—¡Bien! —se había rendido ante su terquedad—Por lo menos déjame cubrirte mejor —el de mayor tamaño se desabrochó su alargada capa blanca y se la dió Shinichi cubriendo su pequeño cuerpo—Así está mejor —sonrió
—G-gracias —dijo el pequeño Detective, Shinichi olió la leve fragancia que salía de la manta blanca; aroma que lo ponía somnoliento; el aroma de Kid.—Aammh... Kid —llamo al mago.
—¿Que pasa? —preguntó muestras veía los movimientos ansiosos del pequeño.
—¿Puedo pedirte un favor?.
—Claro ¿De que se trata?.
Frunció los labios—¿Podrías sentarte conmigo y ver el paisaje un rato? —susurró por la pena. Kaito lo miró desconcertado de su petición pero, no le negaría nada a su Detective.
—Lo que me pidas —tomó al pequeño en brazos.
—¡¿Qué haces Kid?!
—Vamos a sentarnos un rato y contemplar el paisaje nocturno —dijo sonriente, el pequeño se dejó llevar por los cálidos brazos que lo abrazaban.
El de traje blanco se sentó en el borde del edificio donde la brisa fresca pegaba mejor, Kaito colocó con suavidad al pequeño en su regazo enrrollando como un mini-taco, que para los ojos de Kaito se veía como la cosa más linda en el mundo entero.
Shinichi se tallo su ojo y bostezó; signo de cansancio y de sueño eminente, no tardaría en quedarse dormido—Gran Detective —
—mmmh? —contesto de forma perezosa. Estar enrollado en la capa del mago mientras, sentía sus fuertes brazos a su alrededor, lo relajaba tanto; hasta el punto de querer dormir.
—¿Cuál fue tu deseo? —se preguntaba desde que lo vio tan concentrado en pensar su deseó.
—No-no te puero dechi porque~ es vergon-zo-so —tan somnoliento se sentía que no se esforzaba en pronunciar bien las palabras.
—«Tan lindo»¿Es vergonzoso?... Vamos dime no diré nada.
—P-Perí pachar la siguieeente lach ... —el pequeño callo dormido antes de poder terminar de decir su deseo, dejando en duda al mago.
Kaito tuvo que soportar el quedarse con la duda, tenía suficiente con la tierna personita que tenía en brazos—Descansa Shinichi —el mago dió un diminuto beso en su mejilla regordeta color carmesí.
Que es lo que diría Kaito si supiera que el deseó de Shinichi:
"Deseo pasar la siguiente, no solo la siguiente; todas mis Navidades contigo"
Bueno, creó que se quedará en duda.
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Hola a todos ✧◝(⁰▿⁰)◜✧.
Este especial lo quise subir con eso de que es Navidad y sobre todo les quise dar un pequeño regalo por su apoyo.
Esperó y les haya gustado.
Les deseó de todo corazón una Feliz Navidad a todos, que se la pasen bonito con su seres queridos y se diviertan mucho. Que puedan cumplir todo lo que se propongan y sean siempre felices.
Hasta la próxima y por última vez Feliz Navidad ( ˘ ³˘)♥.
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