Tan simple pero tan importante
Se hace el silencio, estamos por subir a las camionetas, en cuanto estas llegan nos acomodamos tantos como podemos, es muy cierto eso de que todo cabe sabiéndolo acomodar, después de poco más de quince minutos se me adormece la pierna trato de no darle mucha importancia, pero en ello pasamos un tope y el rebote hace que me golpee contra el techo. Masajeo mi frente para que el dolor pase, pero al hacerlo suelto la caja de materiales que venía cargando, contento un grito y maldigo para mis adentros, pero por suerte Liz la sujeta justo a tiempo evitando que caiga y todo su contenido se desparrame en el suelo, le sonrió y musito un "gracias"
El tiempo continúa transcurriendo y estoy impaciente... muero por llegar, desgraciadamente el trayecto es bastante largo, tanto que me parece una eternidad. Para tratar de que pase más rápido le hago plática a Kike, al inicio esto le toma por sorpresa pues no suelo hablar mucho con él, es un poco más grande que yo por lo que suele darme algo de miedo no tener nada en común para hablar con él, Pero, para mí sorpresa luego de la incomodidad inicial la conversación fluyo bastante bien, me contó que tiene una hermana maso menos de mi edad, que le gusta jugar fútbol y que estaba estudiando muy duro para poder estudiar medicina algún día, así antes de darme cuenta conversamos durante todo el camino, y más pronto que tarde los minutos se fueron volando y finalmente el auto se detuvo...
En cuanto mis amigos salen yo bajo de un brinco y estiro las piernas, se siente bien poder estirarlas después de tanto tiempo sentada, hacemos una fila y vamos pasando los materiales de mano en mano, cuando nos hemos asegurado de bajar todo nos dividimos en equipos, algunos fueron a poner las mesas, otros se encargaron de acomodar los dulces y las gelatinas yo por mi parte fui con kike y junto con mi amiga Paola colgamos las lonas alrededor del patio, en cuanto terminamos y como ya era habitual Pau se fue corriendo a por un megáfono para empezar a invitar a la gente. En ocasiones quisiera poder ser tan alegre y enérgica como ella, yo muy a duras penas era capaz de dirigirle la palabra a mis compañeros. Sin embargo, ahí estaba yo, la chica más retraída del mundo colgando globos y serpentinas para jugar con un montón de niños que ni conocía, vaya ironía.
Después de un rato comencé a observar como algunos niños comienzan a correr en nuestra dirección, algunos padres los miran a la distancia, pero se mantienen lejos, con reservas, Pero no los niños, ellos corren curiosos y empiezan a atacarnos con preguntas ¿Quiénes son? ¿A qué vienen? ¿Nos van a regalar algo? Cada vez son más y más hasta que juntamos un gran número de niños, entonces Pao grita—¿Alguien quiere jugar conmigo?.— todos corren hacia ella y ella sonríe pidiéndoles hacer un círculo, luego se cogen de las manos y juntos hacemos un círculo, comenzamos a jugar con ellos, siento que una alegría me invade y me divierto con los pequeños, entonces mi amiga comienza una canción y todos le siguen a coro
"Estaba la familia sapo
-Estaba la familia sapo
y estaba la hermana sapo
-y estaba la hermana sapo
Fingimos tener un móvil y hablar con el -sapo sapo sapo sapo sapo sapo.... sapo sapo sapo sapo sapo sa sa saaaaaaaaa.-los niños ríen con fuerza a la vez que repiten eufóricos la frase"
Luego de eso platicamos con las personas que se han acercado, algunos de mis compañeros imparten un pequeño taller sobre hábitos alimenticios, yo tengo la tarea de platicar con algunas personas para ver qué es lo que les gustaría, me acerco con una mujer de edad un tanto avanzada esta al verme sonríe comenzamos la plática, me pregunta sobre mi edad y lo que me gusta hacer, conforme la charla avanza me comenta un poco acerca de su familia ella vive en una pequeña casa de un piso con sus dos hijas y sus cinco nietos, ella no se queja del estilo de vida que lleva su familia trabaja del campo siempre ha sido así, quizá no tengan en abundancia pero tienen lo suficiente para vivir tienen un techo y comida ella me dice que no tiene nada más que pedir, insisto un poco más y esta vez duda... "Tal vez si hay algo que me gustaría poder tener" dice aquella amable mujer "Veras en casa, no tenemos más que un colchón para todos y aunque no me quejo me gustaría poder dormir en una cama sola" se detiene un segundo a pensar probablemente imagina como seria aquello, ríe y cambia de tema
Aquella mujer pone a su familia antes que todo, eso es algo realmente digno de admirar, muchas veces pasamos por alto lo que tenemos, no nos detenemos a valorar siempre pensamos en aquello que nos falta, en aquello que nos gustaría tener vemos hacia arriba buscando siempre más y no nos detenemos a pensar que hay otros que no tienen ni lo que nosotros, bien dicen que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde...tal vez nos hace falta perder lo que tenemos para realmente llegar a valorarlo
¿Cuánto puede costar un colchón? no es mucho realmente, pero para ella eso era un lujo que no se podía dar, un lujo del que gozamos, pero que menospreciamos...
#valoremosloquetenemos No demos lo que nos sobre, si vamos a dar que sea de corazón, demos lo mejor ... ¿Qué les pareció? comenten, espero les haya gustado
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