Un mal día

Jin se despertó con el sonido del timbre de su celular.

— Maldición... – se quejó, olvidó poner el celular en silencio... Finalmente tenía un tiempo libre y hubiera querido despertar a las dos de la tarde.

— ¿Hola? – contestó algo molesto.

— ¿Me puedes explicar estas fotos, SeokJin? – preguntó aquel hombre del otro lado del teléfono.

— ¿Qué fotos...? – siguió Jin confundida — Espera... ¿Ya salió la primera photoshoot? –

Ahora comprendía un poco, pero honestamente no estaba de humor para aguantar a su padre.

— ¿Cómo se te ocurre salir vestido así? – dijo su padre ahora más molesto.

— Sí sabes que yo no escojo la ropa, ¿cierto? – normalmente Jin no contestaría así pero estaba harta...

— Sí, pero es tu responsabilidad hacerles saber que eres hombre y no debes usar esas cosas – recalcó su padre.

Jin comenzó a reírse.

— Es solo ropa, cualquier persona puede usarla. Hombre, mujer, no binario, eso no importa. Es solo ropa – contestó Jin intentando no darle importancia a la queja de su padre y luego decidió añadir — Y ya te lo he dicho mil veces, en diferentes etapas de mi vida... NO SOY HOMBRE –

— SeokJin... ¿qué necesito hacer para que dejes de insistir en lo mismo? Pensé que ya habíamos pasado esa etapa – comenzó a decir su padre con algo de amargura.

— ¿Cuál etapa? ¿En la que me golpeaste para que dijera de decir que soy mujer? ¿O cuando me corriste de la casa? – preguntó Jin volviéndose a reír por la ironía — Ninguna de esas situaciones cambió el hecho de que no soy hombre, papá –

— Iré para allá – declaró aquel hombre.

— ¿Vendrás? ¿A qué? ¿A golpearme de nuevo?¿A "sacarme el hombre que soy"? ¡Maldición! Has celebrado mi victoria como idol pero no has comprendido nada de lo que hago... ¡No has entendido cuando Nam dice "no importa tu identidad de género, tu raza, tu país "! ¡No has comprendido nuestra campaña anti-violencia! ¡Nunca has tratado de comprenderme! – Jin no se había dado cuenta que tan fuerte estaba gritando y tampoco cuando había comenzado a llorar, solo sabía que ya no quería hablar con su padre — Y para que termines de enojarte, tengo novio. Busca en el próximo Run BTS quién es –

Nunca le había contestado a su padre, nunca lo había enfrentado... Estaba un poco sorprendida... Y con miedo...

Se dio cuenta que todos los chicos estaban ahí, viéndola. No quería a nadie ahí...

— Váyanse... – pidió primero en voz baja.

— Pero Jin... No puedo dejar... – comenzó a decir Namjoon pero su novia le estaba viendo con una mirada que desconocía.

— ¡Qué se vayan! – gritó Jin mientras lloraba y se dejó caer en el piso.

Yoongi hizo afán de acercarse pero Namjoon lo detuvo.

— Vendremos más tarde – le dijo dando a entender que Jin necesitaba un momento sola.

La mayor se quedó llorando un buen rato en el piso, se sentía terrible... Solo quería que su familia la aceptara tal y como era... Los chicos la aceptaban, probablemente un par de fans la aceptarían si supieran... ¿por qué era tan difícil que su familia la aceptara?

Su madre tampoco hacía nada para defenderla, solo veía los ataques de ira de su padre...

Poco después el cansancio llegó a Jin y se quedó dormida en el piso.

O eso recordaba porque cuando despertó estaba en su cama, despertó demasiado cansada y triste. No sabía por qué o tal vez sí pero no quería pensar al respecto...

La pequeña Jinnie se estiró, quería a su Daddy... Pero algo le decía que hizo algo malo y no podía simplemente hablarle...

Tenía que hacer un par de cosas sola y eso no le gustaba.

Se paró frente su clóset y comenzó a buscar entre su ropa, tal vez podría ponerse algo sin problemas. Tomó una falda y una blusa y se puso a cambiarse.

Tomó a Jangmi y su biberón, quería un poco de leche...

Salió del cuarto sin hacer ruido y comenzó a gatear a la cocina con la esperanza de no encontrar a nadie, seguros todos estaban enojados con ella.

Llegó a los pies del refrigerador victoriosa y abrió con cuidado aquel aparato para luego levantarse un poco y tomar la leche.

Se quedó sentada en el piso de la cocina intentando vaciar la leche en el biberón.

— Oh oh... – dijo una vez que vió el desastre que realmente estaba haciendo.

De inmediato se encontró con un par de ojos que la veían directamente.

— ¿Qué se supone que hace, señorita? – preguntó Namjoon.

— Lechita... – contestó Jin algo apenada.

Namjoon no pudo aguantar más reírse, no estaba enojado con ella.

— Ven aquí, corazón. Estás hecha un desastre, vamos a arreglarte – le dijo cargándola.

Y es que era verdad, Jin se había puesto blusa al revés y la falda estaba desabrochada, y ahora estaba llena de leche de fresa.

— ¿Por qué no me hablaste, mi amor? – le preguntó.

— Porque... todos están enojados conmigo... – contestó la pequeña.

— Oy, ¿de dónde sacaste que estamos enojados contigo? – preguntó ahora Taehyung quitándolsela a Namjoon.

Jin rió ante la expresión de Namjoon al apartarla de él y volteó a ver a Tae.

— ¿No están... Enojados? – le preguntó haciendo un puchero.

— Para nada, solo preocupados... – le respondió para luego darle un beso en la mejilla.

— Déjame cambiarla – intervino entonces Jungkook tomando ahora él a la pequeña, y corriendo a la habitación para tomar algo nuevo.

Jin estaba realmente disfrutando eso, no quería reírse, seguía triste pero los chicos siempre la hacían reír.

Cuando regresó a la sala los chicos ya estaban esperándola con su serie favorita, se sentó entre Jimin y Yoongi muy feliz.

Namjoon le dio su biberón y finalmente pudieron play a Monster High por milésima vez.

Si bien la tristeza seguía ahí los chicos lo hacían más tolerable, solo esperaba que algún día el hueco que sentía en su pecho se cerrara.

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