El ojo de Jinnie se había desinflamado por completo pero el moretón seguía ahí recordándole lo pasado y haciéndola sentir fea.

No quería ir al trabajo, aunque prácticamente la obligaban e incluso así prefería estar en su estudio acostada sin hacer nada.

Ni siquiera se podía tomar fotos tal y como le gusta hacer... Se sentía culpable por no haberse defendido.

Así que Namjoon tuvo una idea, tal vez funcionaría para hacer sentir mejor a Mi-Suk.

Habló con una de las vestuaristas que apenas había tomado las medidas de su novia y se las pidió, eran necesarias para su sorpresa.

En cuanto salió de la compañía se dirigió a aquella tienda.

Una tienda de vestidos.

- Disculpe... ¿Me podría mostrar el vestido más esponjoso que tengas en color rosa? Busco que parezca de princesa - explicó Namjoon en cuanto se acercó a la que atendía la tienda.

Aquella chica le mostró un vestido hermoso, esponjoso, color rosa con brillos en la falda y diamantes en el corset.

Era perfecto para Jinnie, así que no dudó en pedirlo preguntando si le quedaría a alguien con las medidas de su novia.

Aquella chica con gusto puso las medidas dichas en un maniquí de costura y le demostró cómo poner el vestido con detalle.

A Nam le convenció la forma cómo se veía, así que decidió comprarlo.

Su siguiente parada fue aquella joyería que tanto le gustaba a Mi-Suk, Swarovski, dónde compró una hermosa tiara de cristal que sabía aquella chica iba a amar.

Tenía una perfecta idea de cómo la iba a peinar y maquillar, aunque esto último tenía que ser con mucho cuidado para que no le doliera.

Cuando llegó a casa no se sorprendió de mi encontrar a Jinnie con todos en la sala, así que se dirigió de inmediato a la habitación de su novia.

Mi-Suk estaba acostada viendo su celular sin nada que ver en particular.

— Misi, ven. Tengo algo para ti, pero necesito que sea sorpresa... Así que... ¿Me harías el favor de vendarte los ojos? – le pidió lanzándole un pedazo de tela para hacerlo.

— Nam... No estoy de humor... – comenzó a quejarse pero fue interrumpida.

— Lo sé, por eso quiero hacer esto – explicó haciendo una cara tierna, cosa que normalmente el líder no hacía.

Aquello convenció a Mi-Suk de forma rápida, suspiró y se puso la venda un poco a regañadientes.

Después de aquello la ayudó a levantarse en un punto donde no fuera difícil cambiarla.

— De acuerdo... Debo... Eh... Cambiarte, no te preocupes lo haré como cuando eres Little – le explicó Nam, quién se había sonrojado un poco y agradeció que ella no lo viera en ese momento.

Ella solo asintió con la cabeza y levantó las manos automáticamente para ayudarlo a qué fuera más fácil.

Mi-Suk realmente podía ser muy tierna y muchas veces actuar como pequeña fuera de Little.

Le quitó la ropa que llevaba y comenzó por ponerle aquel pedazo de tela que haría que el vestido fuera esponjoso, luego siguió con la falda de color rosa y brillos. Lo más difícil fue poner el corset, pero continuamente le iba preguntando a Mi-Suk si no lastimaba.

Una vez lista con su vestido Namjoon la contempló un poco, realmente era hermosa.

— Oy... ¿Qué traigo puesto? – preguntó Jinnie con un puchero.

— Un vestido – contestó Namjoon sin dar más información.

— No, no sé siente como vestido... – siguió quejándose ella.

— Vamos, no hagas berrinche. Te ves hermosa – la regañó su novio.

— Es que ya quiero ver... – admitió después Mi-Suk.

— Bueno, aún no. Voy a quitar tu venda pero solo porque debo peinarte y maquillarte antes de que te enseñe como te ves. No puedes hacer trampa, ¿de acuerdo? –

Aquello estaba desesperando a Jinnie un poco y Namjoon se dio cuenta que debía de apurarse... Así como iba todo, aquella chica no tardaría en entrar en su Little Space.

Comenzó por el cabello, había encontrado un tutorial perfecto. Haría una coleta para después hacer con el mismo cabello un pequeño moño, lo bueno es que el largo de aquella chica quedaba bien para lograrlo.

Pero Jinnie se estaba desesperando tan rápido que lo único que pudo hacer fue ponerle un poco de labial y sombra para por último poner su tiara.

— Listo, abre los ojos – pidió Namjoon sonriendo.

La reacción de Mi-Suk valió cada centavo que había gastado.

— Soy... ¡Soy prwincesa! – gritó emocionada viéndose en el espejo de cuerpo completo que había en el cuarto.

Dio un par de vueltas para ver cómo el vestido parecía que cobraba vida.

— ¿Por qué no vas a enseñárselo a todos? – sugirió Nam orgulloso de poder haberle sacado una gran sonrisa a la pequeña.

Jinnie salió corriendo lo más que pudo debido a la esponjosidad del vestido.

— ¡MINNIEEEE! ¡YOONIEEE! ¡HOBIIII! ¡TAETAE! ¡KOOKIE! ¡YEONNIE! – gritó mientras iba hacia la sala — ¡JINNIE E PRWINCESA! – concluyó cuando llegó.

— Te ves muy hermosa, bebé – dijo Jimin inmediatamente.

— Da una vuelta para que puedas enseñarnos todo el atuendo – pidió Tae.

Ella hizo aquello que pidió con una gran sonrisa.

— Misi muy bonitaaaaaa, ¿verdad, Daddy? – dijo Hobi inmediatamente sonriendo.

— Si, muy bonita – concordó Yeonjun olvidando por completo que había ido a aprender algo en vez de cuidar a Hoseok, pero era inevitable. Si uno entraba en Little los otros dos le seguían automáticamente.

Al escuchar eso Jimin buscó instintivamente a Yoongi, pero el pequeño ya estaba en el piso metiendose a la boca un pedazo de tela del vestido de Jinnie.

— No, Yoonie... No se comeeee – dijo Mi-Suk agachándose para quitarle de la boca su vestido.

— Nuuuuu – se quejó el pequeño Yoongi cuando no tuvo que morder.

Jimin sabía que no tenía mucho tiempo pero para su suerte la mordedera de Yoongi estaba cerca y se la pudo dar casi de inmediato para después cargarlo.

Namjoon pudo sonreír y estar más tranquilo de poder darle un giro a los días malos de Jinnie.