No sé lo que quiero...

Jin había despertado muy feliz, se sentía bastante descansado. Pero aquello solo duró poco.

Había dejado que los chicos lo vieran en su Little Space... No habían dicho nada malo al respecto, pero Namjoon...

Namjoon había sido el que más había estado con él, lo había cuidado. Se sonrojó al pensar que le había dicho "bebé" y "cariño".

¡No! Ese no era el problema, el problema era que le confesó que quería ser una princesa y había visto su mameluco...

Honestamente no quería salir de su cuarto en ese momento... No quería ver a los chicos, porque era obvio que Nam lo haría hablar de todo y no estaba listo.

No quería dejar salir todo ese sentimiento que había reprimido todos esos años, aunque de cierta forma el día anterior había sacado gran parte al llorar por la leche de fresa.

Suspiró y decidió que era mejor que aquello fuera rápido. El líder nunca dejaba pasar aquellas cosas por alto, no tenía sentido oponerse a él.

Se cambió y fue directo a la cocina, tomó una taza, se sirvió café y tomó unas galletas. Normalmente no haría eso, cuidaba bien lo que comía pero en ese instante necesitaba fuerzas y unas galletas no harían mal.

Se sentó en la mesa con los chicos, quienes lo veían discretamente de vez en cuando sin decir nada.

Suspiró una vez más, mordió su galleta, dio un trago al café y habló.

— De acuerdo, solo pregunten o digan lo que están pensando en vez de verme – dijo.

Aquello hizo que la incomodidad se fuera un poco y los chicos rieron.

— Así que... Regresión de edad, ¿cierto? – preguntó Nam.

— Espera, ¿cómo es que ya sabías eso? – dijo Hoseok acusandolo.

— De acuerdo, lo admito. Si sabía que era, lo intenté un par de veces por el estrés pero nunca pude. Al parecer me gusta más cuidar a un Little – confesó el líder dejando aún así a los chicos con dudas.

— La regresión de edad es... Bueno el cerebro regresa a la edad de un niño, no es que lo finja; en ese momento soy pequeño. Me cálculo unos... Seis o siete años, me gusta hablar como más pequeño pero realmente puedo hacer muchas cosas y me gusta imitar a la gente – explicó Jin.

— Y... ¿tienes cosas de bebé? – preguntó Jimin con curiosidad.

— Solo un mameluco, un chupete, un biberón y un muñeco que se llama Jangmi – contestó algo apenado.

— Oh, pensé que tendrías a tu RJ – admitió entonces Yoongi.

— También lo tengo pero sabes que prefiero cuidarlo bien... No confío en que no le haría nada estando en mi Little Space – siguió explicando Jin.

— A mí me pareció que eras adorable, hyung – comentó Taehyung.

— Sí a mí también pero tengo una duda... ¿Por qué comenzaste a hacerlo? – soltó Jungkook.

Ahí estaba... El menor había sacado el tema sin saber que era muy complicado y como había sido Jungkook sentía que debía contestar.

Pero no sabía cómo decirlo. Así que empezó a ponerse nervioso y a jugar con sus manos debajo de la mesa hasta que sintió que alguien tomaba una de sus manos.

Había sido Nam, quién hacía pequeñas caricias con su pulgar para animarlo a decir la verdad. Se sonrojó ligeramente, pero sí le había dado la fuerza para hablarlo.

— Yo... Bueno... He mentido mucho tiempo, la verdadera razón por la que no usé los contactos de mi padre para ser idol es porque me echó de casa por usar vestidos y falda y pintarme – comenzó a decir tratando de que su voz no se quebrara — Mi mamá sabía y... No hizo nada para defenderme de él... Am... Así que... Yo preferí esconderlo también de ustedes... Por miedo, quería ser alguien... Eh... Que admiraran y... Apreciaran... Y no sé... No quise decirlo – había fallado, su voz era un desastre al igual que las lágrimas que salían de sus ojos.

Jimin fue el primero que se levantó y abrazó a Jin de inmediato.

— Sabes que no me importa cómo te vistas, yo mismo uso muchas prendas que se suponen son de mujer, sigues siendo quien admiro y estoy seguro de que todos piensan lo mismo – le dijo aún abrazándolo.

Pronto se encontró en un enorme abrazo grupal, rió un poco entre el llanto.

— Sólo tengo una duda, ¿quieres que cambiemos tus pronombres? – soltó entonces Jungkook.

Aquello puso a Jin más nervioso... ¿Qué era lo que quería? ¿Debía decir que estaba... Nerviosa?

— No sé lo que quiero... Nunca... Lo he intentado... Nunca he pensado... Si estoy de acuerdo con mi género o no – admitió Jin.

— ¿Te gustaría intentarlo? Así podrías saber qué quieres – continuó Yoongi.

Jin solo asintió con la cabeza, era una tontería... Estaba explorando su género a los veintiocho ¿podía ser más patético? ¿Patética?

Aquel sentimiento de sentirse patética... Seguir rodeado de los chicos aunque ya no le estaban abrazando...

Entró en su Little Space casi sin darse cuenta.
Pero la pequeña Jin también era muy penosa... No sabía cómo decir que estaba ahí.

Tomó la mano de Namjoon, pues era con quién más había pasado tiempo antes y jaló hacia abajo despacio.

Llamó la atención de Nam de inmediato.

— Chicos – dijo para que dejaran de hablar de lo que fuera que estaban discutiendo ahora — Creo que nuestra princesa está aquí – les avisó

Ahora sí, era hora de saber lo que era cuidar a Jin por todo un día y no solo unos minutos.

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