34.
Se despertó alrededor de las 7 de la mañana, el cielo aún era gris y el sol estaba escondido tras montañas, fue a la habitación de su hija para percatarse que estuviera bien y al confirmarlo le beso en la frente, después se dió una ducha de agua fría; tal vez así podría dejar de lado la nostalgia que parecía atormentarlo desde que tiene memoria.
Limpio el agua de su rostro y se miro al espejo empañado del baño, al observarse solo veía a un hombre cansado con ojeras llenas de nostalgia. Siempre extrañando a alguien, quedándose con el amor en sus manos. Ya sea por tragedias, o… malentendidos.
El agua fría no funcionó, mientras se observaba pensaba en Jimin y su ausencia, se preguntaba ¿por qué? ¿que paso? Todo parecía ir tan bien, pero no, no era la realidad. Desde que sus mensajes dejaron de llegar a su buzón se preguntaba, ¿por qué?
Qué pregunta más constante en su nostálgica vida, siempre queriendo saber el actuar de la vida y su destino. Aún no asimilaba que la vida podría ser dolorosa, Hayoung le hacía ver la vida fácil aunque no lo fuera.
Su pecho se sentía pesado, nostálgico, recordaba desde el momento en el que sus ojos se plantaron en los de Jimin y como es que desde esos primeros momentos no lo había podido sacar de sus pensamientos. Ahora dolía. Dolía mucho.
Lo quería, estaba muy seguro de eso, lo quería tanto que estaba por enloquecer al no tenerlo más en su vida. Sobre todo al no tener explicación alguna.
“Todo sería distinto si nunca te hubiera conocido.” Se halló pensando en alto, arrepintiendose de haber encontrado latidos en su corazón.
Pero se sentía mal, se sentía mal pensar en un pasado en el que no conoció a Jimin; porque fue feliz, volvió a sentir aquella ilusión de sentimientos floreciendo en el pecho. Era precioso.
Sus mañanas eran todas iguales, grises y nostálgicas, atormentado por el futuro incierto. Sus lágrimas pesadas por un presente sin romanticismo. Lamentos de un pasado lleno de ilusiones rotas.
“Te extraño tanto.” Susurro mirando a una específica foto entre sus manos.
Le susurro a Jimin, susurro a la foto que habían tomado en una de sus salidas al parque con Hayoung. Entre lágrimas le dijo que le extrañaba.
Demostrando a nadie que su corazón ahora le pertenecía a él y no a la madre de su hija. Su corazón y sus lágrimas, su alegría y su nostalgia, todas eran suyas.
¿Por qué no las quiere?
Tomó su celular y busco su contacto, le escribió una simple oración y esperó a que le contestara, al hacerlo suspiró aliviado.
Había accedido a verse.
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Se reunieron en una plaza por sugerencia de Jimin, hubiera querido llevarlo a un restaurante… pero aceptaba su querer. Así que allí estaba, nervioso y con frío, la nariz la tenía como Rodolfo por el viento que chocaba constantemente a su cara, pero podría soportarlo… por él.
Cuando lo vió llegar no pudo evitar sonreír, se sentía nervioso y ansioso, esperaba que las cosas salieran bien después de esta plática. Aunque el viento se reía en su cara.
“Buenas noches.” Saludo Jimin, sentándose a su lado.
“Hola…” Correspondió. “¿Cómo has estado?”
“Vayamos al punto…”
“Bien, bien.” Asintió suspirando. “¿Qué pasó? ¿Por qué todo cambió entre nosotros? ¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué…” Me dejaste de querer? Quiso decir, no pudo.
“No pasó nada.”
“No me mientas, tu y yo sabemos que este cambio tiene una razón.”
“¿Que cambio, Jungkook?” Frunció el ceño. “Solo hago mi vida y ya, no somos, ni fuimos nada, no entiendo porqué todo este cuestionar.”
“¿No fuimos nada?” Se preguntó a sí mismo, era cierto. “Entonces, ¿por qué no ser algo ahora?”
“¿Qué?” Frunció más el ceño, confundido por las palabras de Jungkook. “¿Qué te pasa? Ni siquiera nos hablamos hace semanas, no quieras tratar de burlarte de mi.”
“No lo hago, solo que… te quiero mucho, quiero estar a tu lado y lo que sea que haya pasado entre tu y yo para que te alejaras de mi podemos resolverlo, podemos hablarlo, Jimin, habla conmigo.”
“No hay nada de qué hablar.” Era caprichoso, quería seguir con la cabeza nublada por sus inseguridades y no ver bien, frente a él tenía a un hombre que dejaría todo por él y que lo quería verdaderamente.
“Si hay mucho de qué hablar, no seas caprichoso…” Frunció el ceño.
“¿Un joven mucho más joven que tú siendo un caprichoso inmaduro? ¡Qué sorpresa!”
“No te dije inmaduro, solo caprichoso, hablemos como dos adultos.”
“Tengo cosas que hacer, adiós.”
No podía dejar que le dejé con la palabra en la boca y mucho menos desperdiciar su charla, lo tomó de la mano e hizo que se detuviera.
“Jimin, ¿quieres ser mi novio?” Deteniendo el andar y el mundo del maestro.
No me hagas esto. Pensó Jimin. Era débil ante su corazón loco de querer por aquel hombre mayor. Era capaz de darse la vuelta y besarlo.
Eso hizo, se llenó de coraje y anhelo, lo abrazó y unió sus labios en un tibio beso. Un beso que no significaba mucho porque no tenía la respuesta que Jungkook quería oír, sólo un acto de nostalgia por los besos del pasado.
Se besaron en una noche en medio de muchos árboles y sin una estrella en el cielo, el viento desordenando sus cabellos y sus manos entrelazándose por debajo. Se querían, cualquiera con sentido común lo sabría.
Pero el sentido común de Jimin estaba lleno de inseguridades y preguntas sin contestar. Por eso se separó descansando su frente con la de Jungkook.
“¿Eso es un si?” Preguntó en un susurro.
“No es una respuesta.”
“¿Entonces?”
“Dame tiempo, déjame pensar en…”
“¿En qué?”
“En ti.” Lo miró a los ojos y soltó su mano, dio un paso retrocediendo para continuar con su camino. “Buenas noches, Jungkook.” Se detuvo a decir, está vez, sin mirarle a los ojos.
“Buenas noches.” Suspiro. “Amor.”
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ya acabó todo con la universidad 🗣️🗣️mi relación más tóxica, así que no se me duerman que hoy habrá actualizaciones yyyy el final!!!
las amo
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