29.
Después de la alegría que le significó celebrar el cumpleaños de su hija, llegaba el día nostálgico en el que una vez más recordaba a la madre de su pequeña, está vez siendo distinto a los años pasados. En el pasado, en el mismo día, recuerda primero ir solo al cementerio para llorar de rodillas la gran pérdida de su vida, arañaba el piso de tierra, con la cabeza pesada por el agotamiento que le causaba destrozar su corazón con recuerdos se recostaba al lado de la tumba de su esposa. Ahora era distinto.
Llevaba en sus brazos a su hija con un ramo de orquídeas, las favoritas de Naeun, entre risas y pequeñas anécdotas que Jungkook compartía sobre su esposa se acercaron a la tumba, saludaron al ángel que los veía desde el cielo y agradecieron que ella haya pasado por sus vidas. Jungkook le agradeció por haberse enamorado de él, le agradeció por haber hecho que conozca que era el amor y lo más importante, le agradeció por haberle dado una hermosa hija; la cual poseía sus ojos y el amor que vivieron por años.
Hayoung llevó las masitas que sobraron de su fiesta de cumpleaños y pidió compartir entre los tres, dejó un cupcake encima de la lápida y se sentaron en una media luna para compartir. Una pequeña tarde entre la pequeña familia, la niña tenía mucho que contarle a su mamá, entre su reporte estaba su maestro, a quien describió como un ángel que Naeun había enviado a ellos; Jungkook no pudo evitar soltar lágrimas.
Porque si lo pensaba de esa forma, era hermoso, solo Naeun podría mandarle una persona tan maravillosa como Jimin a su vida.
Aunque, bien, no era así.
La vida continúa, Jungkook lo entendió, no podía anclarse a un pasado que estaba perdido entre sus lágrimas, ahora le tocaba sonreír por lo que vivió; porque pasó. Naeun se fue de su vida pero antes era parte de ella, una parte bastante importante. Ahora podía volver a amar con intensidad, porque sanó sus heridas y perdonó lo que sucedió.
Entre la calma de su tormenta creía haber encontrado un rayo de sol.
;;
Los días anteriores habían sido extraños, se sentía tan bien que solo amanecía con una sonrisa sobre sus labios. Estaba feliz, muy feliz. Le encantaba este efímero capítulo en su vida. Agradeciendo cada segundo estando vivo, al lado de su hija, de sus padres y…de Jimin.
Este sería un día suyo, su mejor amigo había llegado a Busan para vacacionar sus dos semanas libres, así que Jungkook y Minho se reunirían para ponerse al tanto sobre su vida, los mensajes no eran suficientes.
Se citaron en un restaurante, pidieron camarones y dos botellas de vino, al terminar sus platillos comenzaron a beber mientras compartían sus anécdotas.
“Creo que es momento de ponerme serio con mi vida.” Dijo su amigo. “Así como tú, quiero encontrar a mi persona especial.”
“¿Así como yo?” Sonrío de lado sirviendo más vino a sus copas.
“Vamos.” Sonrío golpeándole el brazo. “No seas presumido. Ya me tienes cansado y celoso de tus mensajes hablando de ese rubio.”
“Pff, tampoco es para tanto, no hablo mucho sobre él.”
“¿¡Ah, si!?” Río sacando su celular, la borrachera hacía que todo sea más lento, se tardó en desbloquearlo. “Pondré Jimin en el buscador y verás los miles de mensajes que me mandas sobre él, me disgustas así enamorado.”
Jungkook rió y bebió de su copa.
“Pero me alegra, ¿sabes?” Continuo Minho. “Es bonito verte así enamorado, tus ojos brillan y te ves radiante, tengo que conocer al rubio que causó todo esto en ti.”
“Te lo presentaré cuando él y yo hablemos sobre nuestra relación.”
“¿Cómo?”
“Es algo… ¿complicado? No lo sé, somos cariñosos y todo, nos besamos, salimos, pero aún no decimos lo que queremos el uno del otro. Es decir, no decimos que somos.”
“Oh, hermano.” Río Minho. “Ya estás viejo para tener ese tipo de relaciones.”
“No me molestes.” Río de vuelta. “Por él… me estancaría en ese tipo de relación.”
“Estás hasta los pies, ¿ah?”
“¿Qué puedo decir?” Sonrió bebiendo lo poco que quedaba en su copa. “Solo pienso en él y en los momentos que pasamos juntos.”
“Me siento mal.” Dijo. “Me presumes tu amor y yo solo, vámonos ya que la hora de dormir ya pasó, estamos viejos y no podemos darnos el lujo de desvelarnos.”
“Te llevo a tu casa.” Dijo Jungkook tomando su abrigo y colocandoselo, pidió la cuenta para salir acompañado de Minho y así tomar un taxi.
Llevó a su amigo hasta su hotel y se aseguró que entrara a su habitación para descansar. Aún con la cabeza dando vueltas por el alcohol, decidió hacer algo precipitado. Sin pensarlo dos veces ya se encontraba dentro de un taxi dando la dirección del departamento de Jimin.
Quería verlo, necesitaba verlo. Así que iría a verlo. No demoró más de diez minutos, ya estaban frente al edificio y subiendo en el ascensor hasta su piso. Se lo pensó tres veces, pero al final soltó un suspiro y tocó el timbre, esperó y cuando lo vió sintió que fue recibido en el paraíso, hasta creyó escuchar las arpas que los ángeles tocaban, estaba dichoso de verlo. Y estaba borracho, por eso había pensado que escuchaba arpas.
“Hola, ¿qué pasa? ¿Qué haces tan tarde aquí?” Pregunto Jimin, dando un paso al lado para que Jungkook entre.
“¿No estás contento de verme?” Fingió un puchero dándose paso en el departamento de Jimin. “Te extrañaba, por eso vine.”
“Que lindo.” Sonrío Jimin guiando a Jungkook a su sala. “No esperaba visitas así que… disculpa el desorden.”
“Tranquilo, corazón, nunca te juzgaré.” Dijo riendo y caminando al lado de Jimin, se sentó en el sofá y soltó un gran suspiro. “Tu casa huele muy bien.”
“Gracias, me gusta usar inciensos.” Sonrío. “¿Cómo estás?”
“Con algo de sueño, ¿tu?”
“Igual.” Sonrío. “¿Bebiste?”
“Solo un poco.” Sonrío de lado. “Mi mejor amigo vino a visitarme, estuvimos tomando vino y bueno… le hable de ti, quiere conocerte.”
Las mejillas de Jimin se enrojecieron, se sentía querido con las palabras arrastradas de Jungkook, siempre que hablaba con él se sentía de esa forma. Tomó su mano mientras le escuchaba hablar sobre su amigo, ahora quería conocerlo, así podría saber más del caótico mundo de su… ¿amigo? ¿novio? ¿ligue?
Esa misma pregunta, le había atormentado los últimos días. Él y Jungkook, ¿que eran? ¿Dos adultos que pasaban tiempo juntos y expresaban su cariño con besos? ¿Qué acaso Jungkook no quería hablar del elefante en la habitación?
“¿Pasa algo?” Preguntó su acompañante.
“No, no, ¿por qué?”
“Parecidas ido.” Sonrío. “Sea lo que sea, puedes hablarlo conmigo.”
“No pasa nada.”
La cuestión era eso, nadie hablaba de lo que pasaba. Ni Jungkook, ni Jimin. Parecía que no el uno o el otro hablaría sobre el tipo de relación que tenían. Era mejor ignorarlo.
Hasta que todo explote.
Entre su conversación y risas, en el buen momento sus cuerpos sintieron el calor de estar juntos, sus labios extrañaban el sabor de su amante, así que, como siempre, terminaron besándose apasionadamente.
Está vez, subiendo de nivel, Jimin se encontraba sobre Jungkook juntando sus labios en un vaivén que se habían memorizado desde el primer beso. Sus manos encontraban los sitios en su cuerpo que los hacían suspirar.
El hombre mayor se sentía dichoso compartiendo el momento íntimo con su amante, lo quería tanto, se derretía por cada caricia depositada en su cuerpo y cada vaivén en su cadera. Podría morir feliz ahora mismo.
Abandonó los labios de Jimin para besar sus mejillas, su nariz y su cuello, olfateó su colonia y sonrío. La loción que usaba Jimin se fundía perfectamente con su loción y su olor corporal, olía tan bien.
Ya no era la loción de Naeun, era la loción de Jimin, loción que se fundía en sus poros y en sus suspiros, completamente suya.
“Hueles tan bien.” Susurro abrazándolo mientras besaba sus clavículas.
Y aquello debería lograr otro sentimiento en Jimin, ternura y excitación debió generar. Pero no, le hizo miserable. Muy miserable.
Recordó lo que Hayoung le había dicho y su cabeza comenzó a hacer un cuento trágico en el que Jungkook solo lo había buscado porque su aroma le recordaba a su difunta esposa.
Y bien, si algo así había sucedido, el aroma para Jungkook provenía de Jimin y no de sus recuerdos.
¿Pero, quién le diría eso a Jimin? ¿Quien le explicaría que solo pensaba en él al sentir esa loción? Nadie.
Sintió que era usado, se sintió como un impostor en la vida de Jungkook. Por primera vez desde que comenzó su extraña relación con el hombre mayor, sintió que su corazón se rajó por la desilusión.
Aquí les presento al arco angustiante
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top