11.

Pensaba pedirle el favor a su mamá, las reuniones de padres en un sábado no se le hacía un buen pasatiempo para el fin de semana. Pero se miró al espejo y recordó las etiquetas que todo el mundo había puesto en su piel, así que decidió que tenía que tomar el papel de padre de familia y eso involucraba participar en esas reuniones tan aburridas.

Lo haría por su hija y por su difunta esposa, tenía que ser un buen padre por ellas y no solo para quitarse las etiquetas del mundo. Los demás podrían pensar lo que quieran, mientras que su hija esté bien con su redención él estaba bien.

Se colocó un suéter de lana y unos pantalones sutiles, se sentía como un abuelo, pero se veía bien. Lucia como todo un padre de familia. Peino su cabello con la ayuda de las manitas de Hayoung y ella le rocío con su perfume diciéndole que se veía muy guapo.

"Así traeras a una nueva mamá para mi." La inocencia de los niños, le dio ternura y amargura al mismo tiempo. En los ojos de Hayoung se encontraba un inmenso anhelo de tener lo que sus demás compañeros; una madre que le llenará de todo ese amor maternal.

Tenía una abuela que había logrado darle un amor maternal, pero Jungkook sabía, que no era suficiente. Porque su abuela no era su mamá.

"¿Una nueva mamá?" Rió por la inocentada. "Pero tienes a tu abuela."

"Ella es tu mamá." Le dijo apuntándole. "Yo quiero la mía."

"Tu tienes a tu mamá." Fue inevitable no decirlo con la voz entrecortada, le herida sangraba. "Ella siempre está contigo, aquí." Llevo su palma a su corazón y le sonrío.

"Quisiera verla..." Ladeó la cabeza tocando su corazón. "¿Cómo era?"

"Idéntica a ti." Sonrío. "Puedes verla en ti, ella tenía tus ojos, tu sonrisa y tus mejillas. Trataré de conseguir una foto suya cuando era una niña, verás que eres el retrato de ella."

"¿¡En serio!?" Salto de la emoción, llevo sus manitas a su rostro sintiendo todos los rasgos que le dijo su papá. "¡Entonces era muy bonita!"

Jungkook rió y la abrazo, la sostuvo entre sus brazos fuerte y seguro, trato de no romperse.

"Era hermosa." Dijo besando su frente y luego su mejilla.

Una mujer magnífica que dejó una huella imborrable en la vida de todos los que la conocieron y los que no pudieron.

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Después del momento agridulce se subió a un taxi y fue hacía el kinder de su hija, se percató de los autos estacionados y las luces de la institución prendidas. Arreglo su cabello y se adentro para pasar una hora sentado asintiendo a lo que se quedará.

Se sentía nervioso, primero porque era su primera reunión de padres y por último vería de nuevo al maestro de Hayoung. Y se sentía patético por estar nervioso por >eso<. Porque era una estupidez, un aroma no lo podía poner tan mal y nervioso, mucho menos el aroma que desprendía de las manos de un hombre.

Era una estupidez.

Se lo repitia una y otra vez, porque lo era. Él, estar nervioso, por un hombre. Pff. Era estúpido.

Actuaba como si no pasará, disimulo todo muy bien cuando fue recibido en la puerta por un 'buenas noches' de aquel maestro. Sintió, una vez más, la loción y la crema.

Se apartó rápidamente y busco un asiento en el fondo del salón, se sentó en una pequeña silla como todos los demás y espero a que la reunión comenzará.

Y comenzó, Jimin explicó lo que  se hablaría en el encuentro anotandolo todo en el pizarrón.

Muchas cosas llamaron la atención de Jungkook, por ejemplo, la sonrisa con la que hablo y la letras impecable con la que escribió. Naeun tenía una letra similar y también hablaba con una sonrisa.

¿Qué hago comparando a Naeun con un hombre? Pensó frunciendo el ceño.

Siguió atendiendo y anotando algunas cosas que creía importante en su celular, trataba lo más que podía no cruzar miradas con el maestro y se le estaba haciendo muy difícil.

Quería irse, se sentía muy incomodo experimentando una avalancha de recuerdos y sentimientos.

Fue salvado por la misma voz que lo volvía loco, la reunión había finalizado y les deseaba un buen fin de semana.

"Antes de irse, quisiera entregarles los dibujos que hicieron sus niños, el día de ayer dibujaron sobre sus familias, espero que los aprecien." Tomo los papeles que estaban encima de su escritorio y se puso en la puerta para despedir a los papás con el dibujo.

Los llamo uno por uno y Jungkook deseo que no fuera el último. ¿Cuando había sido escuchado? Nunca. Mientras veía pasando a todos los padres a recoger el dibujo para irse, él se desesperaba por la probabilidad de quedarse a solas con el maestro.

Y paso así, el último dibujo era de Hayoung. Con mucho nerviosismo y un falso coraje paso a recogerlo, no se dijeron nada, solo un asentimiento y su vista se posó en el dibujo.

El dibujo era sobre sus papás, él y Hayoung, su pequeña familia. Algo llamo su atención, una estrella dibujada al final de la fila familiar, su corazón se agitó al pensar que podía ser la representación de Naeun.

Y con la cabeza llena de ella, con el aroma familiar y muchos recuerdos atormentando su espalda. Miro a Jimin y dijo algo sin pensar:

"Que bien huele, buenas noches." Y salió del aula.

Dejando muchas interrogantes en el aire y un cierto palpitar en el pecho.

Dos palpitares que se agitaban en nerviosismo.




(9/10)

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