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Era un viernes por la noche, un viernes como otros; igual de solitario y silencioso, solo los grillos hacían una melodía que acompañaba a su solitario corazón.

Los grillos y un vaso de whisky eran los que sostenían su corazón deshecho. Las estrellas eran muy lejanas para hacerle compañía.

Al igual que ella, perdida en una estrella lejana mirándole desde lejos, demasiado alejada de él como para sostener su fría mano.

"¿Por qué?" Era lo que siempre se preguntaba cuando se encontraba en el mismo estado. Borracho y solo, buscando respuestas que nadie podría responder.

Las estrellas no hablaban, ni siquiera le escuchaban, pero ahí estaba él pidiendo una explicación a acciones ajenas a estas.

"¿Por qué tuvo que suceder?" Llevo la mano a su rostro y se frotó con fuerza. "Nunca lograré comprenderlo. Planeamos una vida entera y ahora ella ya no está, ¿qué hago con todas las promesas inconclusas? En años no supe qué hacer con ellas, necesito saber. Quiero dejar de sentirme así de miserable y perdedor."

Bebió de su whisky y se recostó en el barandal para ver las estrellas.

"Mi Naeun... me haces tanta falta." Volvió a beber. "A tu salud, amor mío."

Era una herida que no sanaria, así lo creía Jungkook.

(8/10)