Capitulo 6

ANDREA DEL JUNCO

Salgo muy feliz del cine, Samuel, y yo hemos visto una pelicula romantica.

-¿Que hacelos ahora?-Le pregunto ansiosa.

-Te llevare de regresó al hotel donde te hospedas-responde cm voz dura provocando que me estremezca.

¿Que le sucede? ¿Por que se comporta así?.

-¿Hice algo malo?-le pregunto con tristeza.

-No... disculpa no fue mi intención hacer que te sintieras mal. Regresarme al hotel- el toma mi mano y me conduce hasta su coche.

-Pensé que iríamos a pasear o tomar un helado.

-No haremos tal cosa, Andrea.

Suelto un suspiro resignada y subo al asiento del copiloto del coche.

Seguramente se aburrió de una adolescente soñadora. De solo pensarlo, me cae el alma al suelo.

Tras incorporarse en el tráfico Samuel
va sumidos en sus pensamientos. Quisiera preguntarle: Por qué está siendo frío? Pero no me atrevo escucharlo decir «Adios» me duele
imaginar que me despido de él para siempre, aunque tal vez sea eso lo que él quiere. O tal vez tenga novia y está arrepentido de haber salido
conmigo.

-Ya no nos veremos más-le digo para que se tranquilice y tratando de disimular lo doloroso que resultan mis palabras.

El voltea la cabeza para mirarme una centésima de segundo, su expresión indescifrable no revela nada. El vuelve a fijar su mirada en el tráfico, suelta un suspiro.

-No repitas eso-dice finalmente con voz teñida de tristeza.

-Por qué?-Añado curiosa.

-Porque es lo que menos deseo-me responde.

Siento un brinco en el corazón.

Le importo?Espero que si, aunque duele y no quiero pensar lo destruida que quedaré después que me deje en el hotel.

-Samuel; Por que no quieres que me vaya? Necesito saber si te importo.

-Olvidalo Andrea, de todos modos no soy un homhre digno de ti-responde molesto.

El corazón se me detiene momentáneamente y no es precisamente por emoción, si no por el
dolor que siento.

-¿Es por qué soy una adolescente de quince años verdad?-Seguramente le gusta las mujeres mayores.

-Andrea, por favor no lo hagas más dificil ¿Quieres?-Aprieta su mano en forma de puño te dejaré ir Andrea es lo mejor-susurra y estaciona el auto en el hotel.

-¿Lo mejor para quien? ¿Para ti o para mí?-No quiero llorar delante de él, no quiero que vea cuánto me afecta, no quiero sentirme humillada.

-Para ti-me contesta y puedo ver que está triste. Él también está triste. Realmente le afecta nuestra inminente separación.

Cómo me gustaría quedarme a su lado, pero no puedo. Mi padre me obligará regresar con él a Montesano y para colmo soy menor de edad.

-Samuel quiero llevarme el mejor recuerdo de ti.. Quiero que seas el primer hombre en mi vida-susurro con determinación aunque avergonzada.

Quiero que él sea el primero, quiero recordarlo hasta que mi vida dure. Quiero recordar mi primer enamoramiento, mi primer beso y mi
primera vez. Quiero que ese recuerdo perdure para siempre y quiero que sea con él.

-¿Que?-Añade asombrado-¿Estas segura? ¿Es eso lo que quieres?-Me invade a preguntas.

-Si-respondo muy segura.

Quiero que él me haga el amor. Tal vez nunca más vuelva sentir lo que siento por él. Tal vez nunca más vuelva a verlo, pero quiero recordorlo siempre; como mi primer amor. El hombre que me hará mujer.

Andrea yo no soy de corazones y flores. No soy un romántico-me advierte.

No me importa... Yo quiero ser tuya- susurro entrelazandos mis dedos.

-¿Por que no apareciste antes en mi vida? Hubiera sido otra persona.-El coge mi mano y besa mis nudillos.

Solo soy capaz de regalarle una pequeña sonrisa. Estoy nerviosa... Ansiosa, no se ha negado pero tampoco ha aceptado.

-Vamos a tu habitación. Arreglaremos tu situacióndice cuando aparca enfrente del hotel.

Él sale del del coche, lo rodea y me abre la puerta.

-Ven-me tiende su mano.

Yo la tomo sin dudarlo.

Subimos a mi habitación en completo silencio. Me tiemblan las piermas, estoy nerviosa... incluso siento miedo, pero tambien siento mucho deseos de sentir a Samuel en todo su esplendor.

Samuel me conduce hasta el ascensor.

-Aún puedes arreperntirte -murmura.

-Mi decisión esta tomada -le respondo con timidez.

Las puertas del ascesor se cierra y yo presiono el botón para marcar el piso donde está la habitación, quiero decirle a Samuel que es especial para mí, pero antes que abra la boca para emitir palabras, él se abalanza sobre mi-
sorprendiendome-pone mis manos arriba de mi cabeza y lo sostiene con una mano. Su otra mano la lleva debajo de mi vestido. Acaricia mi muslo mientras su lengua invade mi boca. Su mano alcanza mi sexo. Suelto un gemido involuntario.

Somos interrumpidos por el sonido del ascensor. Las puertas se abre y el coge mi mano. Tengo verguenza mirarlo.

-¿Cual es tu habitación?-Pregunta y yo señalo con el dedo.

Sin decir nada más llegamos a la habitación.

Andrea, quiero que estés segura de esto... No quiero que después te arrepientas-murmura.

-Estoy segura-muy segura aunque nerviosa.

Samuel me toma por la barbilla obligandome a verlo. Nos quedamos de frente mirandonos.

-Eres preciosa Andrea -susurra y tira de mi.

Pone su mano en mi cintura y lo desliza hacia arriba, rozándome los pechos.

-Me embrujaste Andrea del Junco, hasta tu nombre me hechizó-susurra y me besa.

Samuel tira de mi labio inferior suavememente con los dientes.

Me acaricia el hombro con una mano y con la otra baja la cremallera del vestido. Él deja de besar mis labios y empieza besarme el cuello.

-Estás temblando Realmente estás segura de ésto?-Añade separándose un poco de mi.

-Si... Estoy muy segura-sonríe y me mira con admiración.

-Vale.

Lleva una de sus manos en unos de mis
pequeños pecho.

-Eres muy bonita-susurra

Yo termino de sacar mi vestido quedando solo en ropa interior. Me siento avergonzada y bajo la mirada al suelo

-Eres realmente hermosa-murmura no te avergüences por favor -levanto la mirada para mirarlo pero él vuelve a besar el cuello. Me chupa el lóbulo de la oreja mientras desabrocha mi sujetador.- Son pequeños pero hermosos-añade y se mete uno de mis pezones a la boca y empieza a succionarlo.

Gimo por las sensaciones que estoy sintiendo. Todo esto es muy nuevo y desconocido para mi, aún así siento que estoy empapada en mi intimidad. Nunca me habia sentido asi.

El sigue chupando mi pezón mandando
descargas a mi entrepierna, con su mano empieza acariciar el otro pezón.

El camina llevandome con el hasta la orilla de la cama. Deja de chupar y me tumba en la cama.

-Todavía estás a tiempo de decir no.-Me dice.

-por favor hazme el amor-suplico

Samuel empieza sacarse la chaqueta, sus pantalones y sus calzoncillos quedando desnudo delante de mi.

Observo su enorme miembro. Es muy grande me hará daño.

-¿Aún lo desea? -Pregunta sosteniendo su miembro con las manos

Asiento con la cabeza.

El toma la iniciativa una vez más y empieza darme besos de las rodillas hacia arriba, hasta llegar a mis muslos.

Abre más mis piernas y mete su cabeza en mi sexo. Lo huele. No puedo evitar sentir vergüenza por ver lo que hace.

-Tu olor es embriagador-murmura y sin preambulos me saca las bragas dejándome desnuda.

Empieza darme besos en mi vientre. Baja dando besos hasta llegar a mi sexo, le da un beso a mi clítoris yo tiro de las sábanas gimiendo.

Que bien se siente.

Samuel pasa su lengua por mi sexo y yo grito, se detiene un momento y lo vuelve hacer provocándome gritos de placer. Empieza a lamer y dar pequeños mordisco. Me succiona el clítoris.

¡Madre mía!Que sensación más placentera. Gimo como una loca.

De repente siento que mi cuerpo estallará en mil pedazos ¿Que es esto que siento? El es implacable con su lengua. Siento que no aguanto más, tengo las piernas tensas, y algo
muy dentro de mi empieza a formarse hasta que finalmente estallo en algo muy placentero, llego a un orgasmo que me deja alucinada, antes de reaccionar Samuel está encima mío. Pone mis manos arriba de mi cabeza y lo sujeta con la suya.

-Seré siempre el primero-susurra y coloca su mimbro en mi vagina y antes de que yo pueda reaccionar me penetra haciéndome gritar de dolor.

¡Maldita sea! Mi respiración es agitada, él dolor continúa. El se queda quieto.

-¿Estas bien?-Pregunta preocupado.
Yo asiento con la cabeza, no quiero que se detenga por un poco de dolor que siento.

Empieza entrar y salir.. entrar y salir de mi. El dolor de a poco va desapareciendo y se va transformando en placer. Empiezo a gemir, soy
conciente que mis gemidos se escuchan por toda la habitación, pero no me importa. El tambien gime pero casi es inaudible.

Samuel sigue entrando y saliendo de mi y yo voy al encuentro de cada embestidas alzando las caderas y moviéndome. El placer es delicioso,
no quiero que termine pero mi cuerpo comienza tensarse otra vez, ya sé lo que significa, de nuevo siento esa sensación que mi cuerpo va a
romperse en mil pedazos.

-Correte para mi Andrea-me susurra
Samuel al oído y como si sus palabras fueran una orden vuelvo a estallar.

-¡Samuel!-grito cuando alcanzo a otro orgasmo.

El entra y sale de mi dos veces más y estalla dentro de mi desparramando un líquido caliente al interior de mi vagina.

Ambos estamos muy agitados, nuestras
respiraciones son entrecortadas.

Samuel pega su frente junto a la mía, me besa los labios.

-Prométeme que no me olvidarás-me dice con tono de súplica

-Lo prometo-susurro con la respiración entre cortada y con un nudo en la garganta.

Nos quedamos unos minutos así, hasta que él sale de mi y se levanta.

-Gracias, fuiste lindo conmigo.

El me sonrie con tristeza.

-¿Te irás?-Añado con un hilo de voz.

No te marches por favor.

-Si, Andrea, me iré-recoge su ropa y
empieza a vestirse.

Siento unas enormes ganas de llorar. Esto es muy abrumador. Acabo de perder mi virginidad con un hombre que ya no veré más. Un hombre
que en poco tiempo he llegado amar

Samuel termina de vestirse sin decir nada. Yo me cubro con la sábana, él se acerca y besa mis labios.

-Adios Andrea -dice con tristeza.

Observo sus hermosos ojos grises y puedo ver mi tristeza reflejada en ellos.

-Adiós Samuel-susurro tratando no llorar.

Me da un beso en mi cabeza.

-Estarás mejor sin mi. Hasta nunca-se despide y sale de la habitación llevándose mi corazón con el.

Observo la puerta cerrarse mientras Samuel desaparece.

Continúo algunos segundos mirando aquella puerta blanca, suplicando que él regrese, pero al ver que la puerta no se abre, me derrumbo y empiezo a llorar. Esto es mucho peor de lo que
pensé. Duele... Duele demasiado.

¿Por qué no pude evitar enamorarme de el? Lloro y lloro hasta perder la noción del tiempo.

Cuando estoy un poco más tranquila observo la sábana manchada de sangre, prueba de lo que perdi. Samuel Gallardo serás mi gran amor. Deseo con todo mi corazón volver a verte, no importa cuántos años pasen, sólo deseo volver a verte.

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