Capitulo 5
SAMUEL GALLARDO
Tras haber olvidado las extrañas sensaciones que la señorita del Junco, provoca en mi, he pasado un maravillo día con ella, me siento tan bien con ella. Sus risas, ese color rosa que aparece en su rostro cada vez que se sonroja, esa forma tan sensual al morderse el labio. Si, eso de morderse el labio me tiene loco.
-Samuel, gracias por regalarme un hermoso día -me dice con uba hermosa sonrisa arrancándome de mis cavilaciones.
-Fue todo un placer-realmente lo fue-¿Que harás mañana? -le pregunto, quiero estar con ella hasta el ultimo instante.
-Mañana es mi ultimo día en Seattle ¿Por que?- frunce el ceño.
-Porque quiero pasarlo contigo -respondo muy seguro de mis palabras.
-Yo pensaba quedarme en el hotel todo el día, pero ¿Tienes algo en mente? -¿Que si tengo algo en mente? Obviamente si.
-Que tal si te llevo al cine-sugiero. Di que si.
-¡Me encantaría!-Ella da saltitos de emoción.
¡Genial!
-Entonces mañana vamos al cine y después te acompaño al hotel-digo atrayendolas a mi.
-Perfecto-responde con la respiración entre cortadas.
No aguanto mas y vuelvo besarle.
Esta niña dulce me tiene loco.
-¿Que me estas haciendo Andrea del Junco?-Susurro contra sus labios -Eres... Tan... Tan dulce-añado y la beso nuevamente. Ella sabe tan bien.
Me corresponde el beso y yo encantado de besarla.
Esta niña me desarma por completo y mi pene está de acuerdo.
Suelta un gimido y yo me pongo duro de inmediato. Es el canto de una sirena que me tiene hipnotizado.
A regañadientes la suelto, no quiero que se dé cuenta lo duro que me he puesto.
Ella tiene las mejillas todas sonrojadas.
- Me gustan tus besos -Susurra tímidamente con tono apenas audible.
A mi también me encantan tus besos, pero debemos detenernos antes que cometa una locura.
-Será mejor regresar al hotel antes que cometa una locura-no quiero terminar follandola.
-¿Y por que no Cometes una locura?-Mierda esta desafíandame.
-Vamos al hotel -no pongas a prueba mi resistencia señorita del Junco, ya he resistido lo suficiente.
Tomo su mano y la conduzco hasta al coche.
De camino al hotel ella va muy callada. ¿Que estara pensando?.
-Un dolar por tus pensamientos-Le digo.
-Estos dos días han sido los mejores de mi vida gracias -y los míos también, tardaré en olvidarlos.
-Yo también lo he pasado muy bien contigo.
Realmente han sido los mejores días de mi vida, con ella me comporto como una persona normal. He salido a cenar, pasear por el parque, ella es lo mejor que me ha pasado pero es solo una ilusión, se marchará y yo seguiré sumido en mi mierda.
-¿Enserio?-pregunta incrédula.
Si nena.
-¿No me crees?-le digo.
-No es que no te crea, pero seguramente haz tenido mejores días con alguna chica-si supieras Andrea-sabes a lo que me refiero ¿Verdad?-Añade timidamente.
-Si, pero no es como lo imaginas -tu mente es demasiado inocente, seguramente no rienes idea de nada.
Ella suelta un suspiro.
-Hemos llegado -murmura mirando por la ventana -Entonces nos vemos mañana -añade cuando estaciono el coche y voltea la cabeza para mirarme.
-Por supuesto preciosa.
Ella se desabrocha el cinturón de seguridad, se acerca un poco a mi y sin que me percate Andrea me besa en mi boca, respondo inmediatamente a su desesperado beso.
-Hasta mañana-susurra cuando se aparta de mi, antes de responderle ella sale con una hermosa sonrisa de mi coche por su hazaña y yo me quedo embobado y sorprendido viéndola.
¡Me beso! Ella tomo la iniciativa y yo no la vi venir...Realmente me a dejado asombrado por su asadia.
Suelto un suspiro y me despido con la mano de ella mientras entra al hotel.
Sera mejor irme porque si me quedo un momento mas. Estoy seguro que entraré corriendo como un loco y la secuestro.
Pensando en el beso que se atrevió a darme en la boca regreso a mi casa.
***
-Buenas tardes Samuel-dice Vero parada en la puerta.
-¿Que haces parada aquí?-
-Iba salir... ¿Donde estabas? Beatríz ha llamado en varias ocasiones preguntando por ti ¿Que te traes con la mejor amiga de mamá?-Añade poniendo énfasis en «amiga de mamá».
¡Mieda me olvide de Beatríz!.
-Beatríz puede irse a la mierda-respondo furioso y subo las escaleras.
Maldición esa mujer no descansará hasta saber por que no ido a las secciones. Ella va a querer matarme si descubre que le estado siendo infiel, aunque solo han sido uns besos con Andrea. Joder ¿A quien pretendo engañar? Ha sido mucho mas que eso.
-¿Que?-Respondo Vero ceñuda.
-Olvidalo.
-No.
Antes que mi hermana entrometida me siga jodiendo decido acostarme un rato en mi cama.
-¡Espera... No me puedes dejar hablando sola, es de mala educación!-Me grita mi hermana cuando subo la escalera.
Haciendo caso omiso entro a mi habitación y de inmediato me dejo caer en mi cama.
Estoy muy confundido, Andrea me ha confundido la vida. Ella es tan inocente y yo... Yo soy un sádico pervertido. Esto esta mal, lo que menos quiero es joderle la vida a ella.
(***)
Voy caminando por un hermoso jardín, de pronto escucho unas hermosas risas, me acerco donde proviene ese hermoso sonido.
Una niña de alrededor de quince años esta jugando con flores silvestres. La miro esta de espaldas, su largo cabello castaño.
-Hola ¿Quien eres?-pregunto.
Ella se voltea.
-¿Andrea que haces aquí?-pregunto sorprendido.
Ella solo me sonríe y sin decir nada sale corriendo de donde estaba.
-¡Espera ¿Adonde vas? Te necesito a mi lado... Por favor digo desesperado.
-Aun no -dice.
-¿Que quieres decir?- No entiendo.
-Todo a su debido tiempo- Añade y se va corriendo.
Por una extraña razón siento miedo y desesperación
-¡ANDREA NO TE VAYAS... REGRESA POR FAVO, TE NECESITO VEN!-grito pero ella simplemente se esfuma-¡Andrea!.
-Samuel despierta -me dice alguien-Samuel -es Vero wuien me esta llamando.
Siento que me sacuden por los hombros.
-Samuel.
Abrí mis ojos y me encuentro con los ojos vidriosos de mi hermana, ella me mira preocupada.
-¿Estás bien?- pregunta preocupada.
-Si solo fue una pesadilla-¿En que momento me quedé dormido?.
Me incorporo. Tengo el corazón desbocado.... Necesito tranquilidad.
-Samuel ¿Quien es Andrea?-Mierda.
-Nadie ¿por que?-Respondo molesto.
-No creo que no sea nadie, la llamabas desesperado mientras dormías.
Maldita sea. Esta locura debe terminar.
-¿Que hora es?- Desvío su atención.
-Son las diez de la noche -¡¿Qué?! ¡¿Como mierda es que logre conciliar el sueño por tanto tiempo?! ¿Acaso es efecto Andrea?.
-¿Que? Creo que dormí mucho-le digo con asombro ¿Cuando había dormido tanto tiempo? Nunca que yo recuerde.
-Ven estamos cenando, Beatríz esta abajo
Mierda ¿Que hago?
Miro por mi habitación buscando una iluminación, no quiero ver a Beatríz.
-Vero quiero pedirte un favor.
-El que quieras hermanito -me responde sonriente.
-Quiero que me traigas la cena aquí. Dile que estoy enfermo, di cualquier cosa, pero no le digas a nadie que yo llamaba en sueño a Andrea -le suplico a mi hermana.
-Esta bien, pero con una condición -joder ¿No puede hacer lo que simplemente le estoy pidiendo?
-¿Que condición?-
-Que me digas quien es Andrea-maldita sea.
-No-digo molesto y me levanto de la cama.
-Por favor hermanito, yo no le digo a nadie, confía en mi ¿Quieres?-Ella hace puchero.
-No jodas.
-Por favor-insiste.
Suelto un suspiro.
-Tal vez- concedo sólo porque no quiero ver a Beatríz y estoy hambriento.
--Esta bien... No te forzare a nada-dice y se levanta de la cama -Quiero que sepas que conmigo tus secretos están a salvo -añade antes de salir de la habitación.
Espero que lo olvides Vero, porque Andrea no estara conmigo.
***
No tengo idea que invento Vero, pero ha dejado preocupada a Soledad, ella cree que tengo fiebre, espero que Beatríz haya creido que estaba enfermo, si no me llevaré una gran paliza, aunque me lo merezco.
Después de cenar decido acostarme. Mañana es el ultimo día que veré a mi ángel, y noo quieti que llegue ese momento.
¿Por que me duele saber que ya no la veré más? ¿Que me pasa? Es abrumador lo que estoy sintiendo y no me gusta. Beatríz mw enseñi como mantener el control y por culpa de una hermosa adolescente siento que estoy apunto de perder todo el control y no quiero.
Beatríz está tan enferma como tú.
Es estúpido lo que siento. Esta mal, no debo sentir esto.
Tras no poder conciliar el sueño, decido levantarme tocar el piano que está en la sala.
Ella se ira y no volverá jamás... Tal vez pudo ser la chica ideal para hombre normal, no para alguien como yo.
- ¿Es por ella que estás triste? ¿ Por Andrea?- interrumpe la dulce voz de mi hermana
-No quiero que se vaya -las palabras salen abruptamente de mi boca sin que pueda detenerlas.
Me arrepiento al instante de haber abierto la boca.
-¿Por qué tiene que irse? ¿Acaso es de otra ciudad?- Añade mi hermana curiosa.
-No lo se... No lo he preguntado, sólo sé que esta de visita en Seattle, creo que tiene tu misma edad-me confíes, por qué el sentimiento que se apoderado en mi pecho amenaxa con ahogarme.
-¡¿QUE?! -Gruta escandalizada.
-Callate, despertarás a los demás - la regaño, y me regaño a mi mismo mentalmente por estar diciendole esto.
-Perdon ¿Pero te das cuenta que es una niña?-Me reprocha-¿Quieres meterte en problemas?-Añade con reprobacion.
Ya sé qué está mal.
-Se que ella debe tener catorce a quince años-digo molesto.
-¿Que harás?-Pregunta -quiero decir, tú cumpliras veintiuno, y si ella tiene catorce o quince año podrias avisarte de pedófilo-¡Ya lo sé, no me necesitas recordarlo!
-No te preocupes- me levanto del banquillo dónde estaba sentado-mañana ya no la veré más -me digo a mi mismo.
-Y eso te tiene atormentado-añade mi hermana.
Por supuesto que lo tiene atormentado di no desea que ella se marche.
-Vete a dormir.
Me encamino hacia la escalera, ya le he dicho más de lo debido... Incluso me arrepiento de haber abierto mi bocota, pero Vero no es como Flavio, sé que ella no le dura nada a nadie, pero aún así decidi advertirle.
-Esta conversación nunca existió.
-No necesitas recordármelo, ya te lo he dicho antes; te secreto está a salvo conmigo-afirma cuando me alcanza en la escalera -solo quiero que estés bien -nunca estaré bien.
AL DIA SIGUIENTE
Me levanté muy temprano, dormí muy poco y ahora estoy parado en la entrada del hotel mas barato de Seattle esperando a la responsable de mis pensamientos en estos dos días.
-¡Samuel!-Grita de emoción al verme.
-Andrea- digo tratando de contener la misma emoción.
-Haz venido temprano-añade sonriente.
No pude dejar de pensar en ti... Sólo queria verte aunque sea por última vez.
-Estas hermosa -añado mirándola
Ella esta vestida con un bonito vestido blanco ceñido a su pequeño busto, y acampado desde la cintura hacia abajo.
-Gracias -responde con timidez.
No aguanto y pierdo mi autocontrol. Anhelaba sus labios.
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