Capitulo 3

ANDREA DEL JUNCO

¡Madre Mía! Este dios griego está dándome mi primer beso. ¡Estoy soñando! Si estoy soñando no quiero despertar.

Su lengua acaricia la mía, yo solo me dejo llevar. Siento sensaciones que nunca había sentido. Pereciera que tuviese mariposas en mi panza.

—Disculpa.—dice separándose de mi

—¿Por que te disculpas?.

—Por besarte— responde. Me has dejado sin aliento, en beso fue mas de lo que alguna vez soñé o imagine

¡Wow! Pareciera que hubiera corrido un maratón, tengo el corazón desbocadi. Quisiera inclinarme sujetarme las rodullas, pero sería demasiado obvia y no quiero echar a perder esté hermoso momento.

—Me gusto— Susurro avergonzada — podrías hacerlo de nuevo.—Bésame nuevamente, quiero probar el sabor de tus labios una y otra vez.

El toma mi cara con sus manos y vuelve a besarm. El beso es más posesivo más apasionado.

¡Made mía, si que sabe besar! Siento como la sangre empieza arder en las venas.

Una de sus manos agarra mi cintura, y empieza subir su mano mas arriba hasta llegar a mis pechos. Sera mejor detenerlo, no estoy lista todavia y no me quiero meter en problemas.

Nos separamos por la falta de aire.

—Debo irme— murmuro con los labios inflamados por sus besos. Estoy nerviosa, tengo las piernas temblorosas.

—Si es mejor— tengo calor,—  Ven te llevo —Samuel me conduce dentro del coche.

Mi primer beso fue mejor de lo que pensé. Me abrazo a mi misma y sonrió.

—Gracias — digo cuando Samuel se sienta en el asiento del piloto.

—¿Por qué?— responde perplejo.

—Por darme mi primer beso— respondo entrelazando mis dedos.

—Fue un placer— sonríe complacido y yo le devuelvo la sonrisa.

—¿Donde te estás quedando? —Me pregunta.

—En un hotel—.

Samuel conduce por las calles de Saettle tranquilamente, a él no le ha afectado el beso tanto como yo. Obviamente no es su primer beso.

De repente siento como me invade la tristeza, lo observo. Es muy guapo pero no podré estar con él. Debo regresar a Montesano con mi padre.

Después de decirle la dirección del hotel donde me hospedo a Samuel.
El continua conduciendo su coche. Parece tranquilo, aunque pensativo ¿Que estará pensando? Espero que este pensando en los dos besos que me dio.

—¿Aqui es donde te hospedas?—Pregunta y me  saca de mis tontos pensamientos.

—Si— respondo con timidez. De repente se me acabado la valentía y me siento tímida nuevamente.

—¿Que harás mañana?— pregunta.

—Nada ¿por qué?—¿Será que quiere salir conmigo nuevamente?.

—Porque me gustaría que fuéramos a dar un paseo ¿Aceptas?—Dice mirándome a los ojos.

Acepto lo que sea si es contigo, solo quiero disfrutar de cada momento contigo.

—Por supuesto que acepto— digo abrazandome a mi misma. Estoy feliz por  su invitación. Me encanta estar con el.

—Entonces mañana a las diez de la mañana pasaré por ti.— El toma mis manos y besa mis nudillos.

Este hombre es irresistible, es demasiado guapo.

—Esta bien— le sonrió.

— Que linda te ves cuando sonríes Andrea — susurra.

Yo me sonrojo por su comentario . ¡Me ha dicho linda! él cree que soy linda.

—Ya me voy —le digo cohibida.

Samuel sale del coche, lo rodea. Me abre la puerta y me ayuda a salir.

—Andrea, ha sido una hermosa velada... Tardaré en olvidarlo— a todas debe decirle lo mismo.

—Seguramente le dice lo mismo a todas las chicas.

—Te equivocas... Eres la primera— no se si creerle... Aún así me hace feliz.

Él se acerca y sin que me percate vuelve a besarme. Yo inmediatamente le respondo. Nuestras lenguas  parecieran danzar. El tira de mi labio inferior.

—Eres... Muy hermosa... Andrea—susurra sobre mis labios y vuelve  invadir mi boca.

Nos separamos con la respiración entre cortada.

Me siento mareada y mojada en mi intimidad ¿Que es esto? Es la primera vez que siento está sensación. Quiero estar con él... Quiero hacerlo con él.

No, no no... Todavía no. ¿O si?.

— Hasta mañana— me dice y me da beso casto.

—Hasta... mañana—tartamudeo.

El me suelta y se dirige a su lujoso coche. Yo me quedo observándolo mientras siento como el corazón late frenéticamente en mi pecho y mis piernas parecieran haber flaqueado.

¿Que me está sucediendo?.

Samuel se marcha y yo me quedo mirando hasta perder de vista su coche, mientras  mi cabeza se llena de pensamientos, pero hay uno que perdomina. Me encanta Samuel y quisiera que fuese el primero y no sólo en los besos.

Cuando ya no logro ver el coche, entro al hotel.

Llego a mi habitación con una extraña sensación de felicidad. No  pensaré lo que pasará, si no en los besos que me dio. Es simplemente perfecto.

— Samuel,Samuel, Samuel —digo sonriendo como boba mientras me tumbo en la cama.

Es tan guapo, y sus labios son deliciosos... Me encantan sus besos.

Toco mis labios.

Mi primer beso. Samuel me ha besado y ha sido realmente perfecto.

—¿Donde estabas? —Mi padre aparece interrumpiendo mis pensamientos. Él se ve molesto.

Me incorporo de inmediato y siento arder mis mejillas.

—¿Estaba por aquí?— le dijo un poco asustada. No me di cuenta que estaba aquí.— Yo fui al cine —añado nerviosa.

Ojala crea mi pequeña mentirita. Nunca le he mentido, pero esta vez, sólo por esta le dire un pequeña mentirita. No creo que le guste saber que he salido con un "extraño" y peor aun; me dio mi primer beso.

—¿Fuite sola?—pregunta curioso.

—Si, yo estaba aburrida por eso decidí salir— le estoy mintiendo de forma descarada a mi padre—¿No estás molesto?.

—Espero que estés diciendo la verdad. No me gustaria nada descubrir que me estas mintiendo — me dice serio 

No puedo evitar sentir una punzada de culpa por mentirle a mi padre.

—Mañana saldré a dar una vuelta—murmuro y entrelazo mis dedos—hoy vi una heladería y no pude entrar ¿puedo ir mañana? —Soy una mala hija por mentirte papi. Pero creo que por Samuel vale la pena hacer este pequeño sacrificio.

—Andrea, no quiero que vayas a perderte. No conoces esta ciudad—me recrimina.

—No te preocupes papi... No me perderé.—le digo cohibida—¿Encontraste un lugar donde vender tus muebles?—Desvío su atención.

Estoy empenzando a sentirme mal por mentir. No estoy acostumbrada hacerlo.

—Si, pero no me convence. Mañana iré a ver otro sitio—responde bostezando.

—Estoy segura que encontraras el lugar perfecto para tus maravillosos muebles.

—Eso espero ...¿Cenaste?.

—Si—

—¿Has cenado en el hotel?.

—Eh... Sip—bajo la mirada para que no me descubra que le estoy diciendo una mentira tras otra.

—Bien me voy a dormir, estoy muy cansado, he tenido un día agotador. Buenas noches hija.—papá me besa mi frente.

—Descansa papi— le digo tiernamente.

—Igual tu...no te duermas tan tarde—contesta y se va a su cama.

—No lo haré — intentaré dormir, pero no creo que pueda lograrlo: te he mentido y me siento pésimo, pero he sido besada por primera vez por ek chico más guapo que he conocido.

Me tumbo en la cama y no puedo dejar pensar en Samuel. Me toco mis labios con los dedos.

¿Estará pensando en mi? Espero que si espero solar con él y con ese maravilloso beso.

Pensando en Samuel cierro los ojos.

Sueño con unos penetrantes ojos grises.

***
Me despierto desorientada. Miro el despertador son las siete de la mañana.

Es temprano todavía... Dormire otro poquito cierro mis ojos.

***

—Andy, despierta — escucho la voz de mi padre.

Abro mis ojos y ahí esta el señor Ignacio del Junco mirandome extraño.

¿Por qué me mira así?

—¿Quien es Samuel?—

Mierda... Mil veces mierda.

—¿Por que me preguntas algo así?— respondo preocupada.

—Porque lo llamabas en tus sueños.

¡Maldita sea! Me pregunto qué soñaba.

—Mmm... Es un compañero en la escuela con el que me llevo mal— le digo insegura.

No insistas en preguntar por favor, ya no quiero decirte mas mantiras.

—Ya veo.

—¿Vas a salir?—

Me doy cuenta que estas vestido impecablemente.

—Si— dice y yo puedo soltar el aire que retenia.

—Si—dice y yo puedo soltar el aire que retenia.

—¿Que hora es?— Le pregunto ansiosa.

—Las nueve cuarenta y cinco.

¡¿Tan tarde?!

—¡Mierda!— Exclamo y me levanto muy rápido.

—¿Que te suscede hija?—Me pregunta mi padre cuando salgo corriendo hacia el baño.

—Nada. Vete tranquilo... Te quiero mucho— respondo desde el baño.

—Yo también... Portate bien. Nos vemos más tarde— El se va y yo me quedo dando una ducha.

Mierda me he quedado dormida, Samuel debe estar por llegar y yo ni siquiera me he dado un baño.

Me doy una ducha rápida. Me pongo un lindo vestido azul cielo.

Y una sudadera azul oscuro

Salgo sin desayunar al vestíbulo del hotel.

Creo que  saldré esperarlo afuera.

Salgo a la calle, y no veo a Samuel por ninguna lado. Tal vez se le hizo tarde o tuvo algun inconveniente.

He pasado aproximadamente media hora esperando y Samuel no aparece.

No vendra. Me ha dejado plantada. Que estúpida he sido.

Me pican los ojos. No quiero llorar.

¿Por qué me ilusionaste Samuel? ¿Acaso te burlaste de mi?.

***

Espero les guste.....

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