Capítulo 21

SAMUEL

Joder, me siento muy fatigado y con dolor lumbar, el doctor Guerra dijo que era normal... Pero ya no sé.

Ayer me extrajeron la médula que finalmente prolongará la vida de la hija de Andrea. Todo ha sido tan repentino e impactante que todavía no me ha dado el tiempo de reflexionar: ¿Cómo es que de la noche a la mañana tengo una hija de un poco más de cinco años? Aún no se lo he dicho a nadie, ni siquiera a Beatriz, incluso la he evitado a toda costa, a ella y mi familia... Realmente no me siento preparado para dar explicaciones, al menos no hasta que Andrea y yo nos sentemos y tengamos una conversación, tengo preguntas que hacerle, quiero saber por qué no me buscó antes ¿Que hubiese sucedido si esa niña no enferma?¿Todo seguiría igual y yo sin enterarme que tengo una hija? Realmente Andrea me debe algunas explicaciones, por ahora no he querido abrumarla, ella está concentrada en su hija... Su hija, debería decir nuestra hija, pero no me siento del todo cómodo.

Fatigado y todo estoy de regreso al hospital.

— Buenos días—digo cuando me acerco a Andrea, ella está acompañada... No puede ser—¿Ignacio del Junco?

¿Que está haciendo el dueño de Z & A aquí?— De repente caigo en cuanta.

— Samuel Gallardo—dice Ignacio con tono impasible — ¿Él es...?— Mi padre—Andrea termina la frase por mi.

Wow, esto si que ha sido una sorpresa... No me lo esperaba.

Ignacio del Junco, es el padre de Andrea.

— De modo que usted no estaba de viaje como dijo su personal—le digo.

Él tiende su mano y yo la tomo.

— No, le pedí a mis empleados que den esa respuesta, mi hija y mi nieta no pertenecen a la vida pública, y no quiero que nadie las perturbe, y más en estos momentos tan difícil.

— Entiendo. — ¿Cómo te sientes?—Me pregunta Andrea.

— Fatigado, adolorido, pero nada que no pueda soportar, ¿Y la niña?.

— Está con la pediatra, no se nos ha permitido verla ésta mañana.

Me pica la curiosidad por algo. — ¿Cómo se llama la pediatra que está con Zoe?—Dime qué no es ella.

— La doctora Soledad, — mierda—ella estuvo ausente pero hoy regresó.

Necesito hablar con el doctor Guerra.

— ¿Y doctor Guerra?.

— En su consulta.

— Ya regreso.

Rápidamente me voy a la consulta del doctor Guerra, su asistente está con la mirada fija en el ordenador, no hay pacientes, lo cual es raro.

— Buenas tardes, el doctor Guerra—¿Está?

— Buenas tardes, el doctor está en su consulta pero está ocupado.

— ¿Está con algún paciente?

— No, está estudiando unos informes médico. Me dirijo a la puerta y le doy unos golpecitos. — Pase

— ¡Espere, usted no puede entrar!—la asistente trata de detenerme pero ya es tarde.

— Samuel—dice el doctor Guerra levantando la mirada. — Le dije que estaba ocupado—se disculpa la asistente. — Está bien, puedes retirarte.

La asistente obedece y tras salir cierra la puerta.

— Doctor Guerra, disculpe la interrupción—tiendo mi mano.

— Que tal Samuel— ¿Todo bien?—Dice al estrechar su mano con la mía. — ¿Tienes algún problema fisico?—Añade.

— Dolor lumbar, estoy fatigado... Incluso en la mañana he tenido dolor de cabeza.

— Eso es normal, ya lo sabes.—Señala la silla con su mano invitandome a sentarme

Me siento en la silla.

— Lo sé, usted me lo advirtió.

— ¿Puedo hacer algo por ti? — Por supuesto.

— Claro, por eso estoy aqui—le digo.

— Los dolores se irán de a poco...

— Estoy por otra cosa, doctor—lo interrumpo.

Usted es amigo de la familia, en especial de mis padres.

— Dime ¿En qué te puedo ayudar?.

— Necesito un favor de usted—el me mira —necesito que no le comente nada a mi madre de todo lo que ha pasado.

— ¿Qué?—Dice sorprendido.

— No quiero que mi madre se entere que tengo una hija — añado.

— ¿Por qué? —Soledad tiene derecho a saber que tiene una nieta, incluso la está supervisando—espeta.

— Mi madre sabrá de la existencia de Zoe, pero a su debido tiempo...le digo—mi familia se enterará por mi, la existencia de Zoe... De momento le pido que se quede callado... Estoy seguro que Andrea estará de acuerdo conmigo.

¿Está seguro de tu argumento Samuel?

— Vale, pero no te tardes tanto en decirles la verdad a tu familia... Ya sabes que entre el cielo y la tierra no hay nada oculto—si supieras que si.

— Ya le he dicho, lo haré en su debido tiempo. Él suspira resignado.

Te morirías de ganas de decirle la verdad a mi madre ¿Verdad? Lo siento si he arruinado tus planes pero no tienes ningún derecho en revelar ese secreto, seré yo quien le diga a mi familia que tengo una niña, pero no por ahora.

— No te tardes demasiado, Soledad lo puede descubrir por otro lado... No te olvides que tu historial de donante de Zoe está registrado.

— Usted se encargará que mi madre no lo descubra todavía.

— Está bien Samuel, pero ¿Te puedo dar un consejo? No de doctor, si no como un amigo de tu familia—nunca escucho consejos doctor—no ocultes a esa niña, ella y su madre son motivos de orgullo, cualquier hombre en tu lugar se lo gritaría a los cuatro viento que tiene una preciosa niña.

— Tendré en cuenta su consejo—me pongo de pie—pero por ahora no quiero gritarle nada a los cuatro viento.

— Como tú digas, pero te digo una vez más: Soledad tiene derecho saber la verdad—que hombre tan insistente.

— De ésta semana no pasa.—Le digo para que no se siga metiendo en mis asuntos.

Sólo porque eres amigo de la familia no te mando a la mierda.

— Eso espero.

Tras mi conversación con Guerra, regreso a la sala de espera.

— ¿Todo bien?—Le pregunto a Andrea.

— Creo que no podremos ver aZoe el día de hoy, responde resignada y triste—el doctor me ha dicho que posiblemente ésta noche será transplantada.

— Esa es una buena noticia ¿No?.

— Si, pero no es nada seguro, van a comprobar si todos los anticuerpos fueron destruido para proceder al transplante, añade—me hubiera gustado ver a mi princesa.

— Estoy seguro que tendrás todo el tiempo del mundo para estar con ella—sus labios me regalan una linda sonrisa.

Que bonita sonrisa, una sonrisa que nunca había olvidado.

No sé por qué pero mi corazón frio y vacio empieza aumentar su ritmo cardíaco.

— Gracias—añade. Siento la mirada fría de Ignacio sobre mi.— Habías aceptado negociar ésta semana, pero a último minuto haz cancelado la cita ¿Acaso lo olvidaste o lo estás haciendo a propósito Ignacio del Junco?

— ¿Por qué?—Centro toda mi atención en Andrea nuevamente. Ya habrá tiempo para sentarme a negociar con Ignacio, prometió asociarse conmigo, sería de muy mal gusto que a último minuto desistiera.

— Por todo, por darme esperanzas cuando ya las había perdido, por regalarme esa hermosa mujercita que está allá dentro.

— No agradezcas Andrea, me haces sentir avergonzado cuando lo haces... Aún no puedo olvidar lo que sucedió en mi despacho... Debí creer en ti desde un principio, y no tratarte tan mal como lo hice—si nena, me arrepiento por como te traté.

— Olvidemonos de eso ¿Si?

— Sabes que tenemos una conversación pendiente ¿Verdad?—Ella suelta un suspiro resignada.

— Se que te debo algunas respuestas, pero hoy no.

— Ya habrá tiempo para esa conversación—le sonrío con dulzura.

¿Samuel sonriendo con dulzura? Eso sí que es raro.

Ella me devuelve la sonrisa y nuevamente mi oscuro corazón da un brinco.

Tal vez es la fatiga y el dolor lumbar ¿Por qué otra cosas mi ritmo cardíaco se aceleraria? 

DÍAS DESPUÉS

ANDREA.

Mi mi niña casi se muere, afortunadamente fueron destruidos todos los anticuerpos que tenía dañados.Ella ha estado aislada, sólo hemos entrado a verla Samuel, mi padre y yo con nuestros trajes para que mi niña no pueda contraer ninguna infección.

—Andrea

Ya sé de quién es esa voz, él ha estado muy al pendiente de todo, no sé si lo está haciendo por qué está preocupado o por obligación.

— Estabas aquí, estaba buscándote ¿Cómo estás?

— Preocupada, ya está todo listo para el transplante de Zoe digo

Me esperan unas horas con mucha ansiedad.

—Gracias a dios—responde ansioso.

Hace unos días atrás le sacaron células a Samuel y por fin mi niña será transplantada. Estoy muy nerviosa, desde ahora solo nos queda esperar. De reojo observo a Samuel el también está nervioso puedo notarlo.

— Todo estará bien Andrea, solo nos queda esperarañade.

—Lo sé.

Samuel y yo hemos pasados momentos muy dificiles, por un instante pensé que nos habiamos unido mucho. Pero ya no sé.

— Andy, tu té—mi padre fue por un café para él y un té para mí.

— Gracias—sé que no le hace gracia ver a Samuel aquí, incluso ya me ha reclamado, pero le he hecho entender que Samuel, debe conocer a su hija si es que quiere,

mi intención no es obligarlo. Aunque hace algunos meses atrás hubiera estado de acuerdo con mi padre, pero
la enfermedad de mi Zoe me ha hecho replantear muchas cosas, y una de ella es que si, Samuel, quiere estar en la vida de su hija no me opondré. Obviamente sí él quiere.

— Señor Gallardo, que sorpresa verlo aquí—dice mi padre con frialdad pero le tiende la mano si hubiese sabido que estaba aquí le hubiera traído un café

— añade educado.

— Que tal señor Ignacio, no se preocupe por mi—réplica Samuel con el mismo tono de voz que mi padre. Se estrechan la mano como dos caballeros.

Lo ves papá, Samuel no es malo, está aquí por nuestra hija.

— Le agradezco que esté aquí, y por donar su médula a mi nieta—añade mi padre, y su frialdad se rompe para darle paso a la emoción.

Samuel sólo asiente y sonrie. — Todo estará bien señor Ignacio, ya lo verá.

Ahora mi niña solo depende de la medúla de su padre, en éste mes he rezado mucho, y creo que estoy seca de tantas lágrimas que he derramado.

— Ojalá, todo depende de la dura lucha que está dando mi princesita.

— Si sacó el carácter de su madre, obviamente es muy tenaz—responde Samuel y me mira.

— Tienes razón—replica mi padre.

Yo solo puedo fingir una sonrisa. Estoy hecha un manojo de nervios.

***

Ya han pasado algunas horas y los doctores no han salido darnos alguna respuesta. Estoy demasiado ansiosa, ya no me quedan unas de tanto morderlas. Samuel por su parte está caminando como león enjaulado. Que todo salga bien, qué mi niña esté bien. Por favor, súplico para mis adentros.

—¡Andy!—Exclama alguien.

Me volteo y veo a Horacio el hijo del mejor amigo de mi padre.

—Horacio.

El se acerca, me abraza y besa mi mejilla a modo de saludo.

— Lamento no haber venido antes ¿Como estás?—Pregunta apartandose un poco de mi.

— Estoy muy ansiosa, los doctores aún no han salido a darnos noticias...

—Ten fé Andy, todo va estar bien—Horacio me da ánimos. — Gracias... ¿Tú cómo estás?Le digo.

— Bien...él se acerca a mi padre—Ignacio ¿Que tal? — Extiende su mano a mi padre.

De reojo observo a Samuel, tiene las manos en forma de puño.

Puedo darme cuenta que está ¿Molesto? ¿Que le sucede?.

— Horacio... Hacía mucho que no te veía—responde mi padre —¿Cómo haz estado?

— Muy bien.

Horacio fija su mirada en Samuel. Lo miro ceñudo, Seguramente está preguntándose quién es. Me aclaro la garganta para hacer las presentaciones.

—Samuel, él es Horacio... un amigo.

Samuel mira a Horacio de pies a cabeza, estudiandolo, analizandolo.

— Un gusto Samuel—añade Horacio incómodo y tendiendo su mano

— Samuel Gallardo, padre de Zoe—dice Samuel enojado.

Ya es evidente su enojo, y no entiendo por qué.

Horacio me mira con asombro y luego mira a Samuel mientras estrechan sus manos.

— Horacio Luján, amigo íntimo de Andrea—responde Horacio.

¿Que es ésto?¿Un concurso de quien orina mas lejos? 

— Mmm, que curioso Andrea no te ha mencionado en lo más mínimo—añade Samuel sarcástico.

— Andy, no anda contando sus intimidades señor Gallardo espeta Horacio.

Ambos se miran de manera desafiante.

Horacio se acerca a mi y rodea mi cintura con su brazo atrayendome hacia él, me siento incómoda de inmediato y no sé por qué pero siento la necesidad de darle explicaciones a Samuel.

Me aparto bruscamente de Horacio y lo fulmino con la mirada.

— Tal vez debería irme — dice Samuel sin quitarle su mirada Fría a Horacio.

— ¡No! Quiero decir, estás preocupado por Zoe ¿No? — Que idiota soy

— Si—se limita en decir. Me acerco a su lado.

— Disculpa si Horacio te incomodó—le digo—él es sólo un amigo de la familia—ay Andy, ¿Por qué le estás diciendo ésto, si no tiene interés en él?

— Eso no es lo que parece—le da una mirada a Horacio que está conversando con mi padre. — Me da la sensación que son muy íntimo — añade molesto... Bastante molesto.

Me sorprende que esté molesto. — No lo somos, ya te dicho... Solo es un amigo.

— Entonces déjale claro, por qué supongo que no querrás que yo le deje claro que solo lo ves como amigo ¿Verdad?¿Qué?¿Está celoso?.

No. Supongo que Horacio le alteró algo, el no está celoso de mi.

SAMUEL

No sé por qué, pero la presencia de ese Imbécil de Horacio me tiene bastante alterado, el estúpido se da la libertad de llamar Andy, a Andrea y le a puesto la mano en la cintura ¿Quién se cree que es ese idiota?

Andrea me mira con asombro por mi advertencia.

— Estas bromeando ¿Verdad? Tú no serías capaz de decirle a Horacio que solo lo veo como amigo ¿Cierto?—No me provoques nena.

— ¿Quieres una demostración?—Camino hacia el imbécil — Horacio...

Él idiota me mira.

— ¡Samuel! Me haz dejado hablando sóla—dice nerviosa Andrea y me tira de la mano.

— ¿Que ocurre Andy? ¡Imbécil! Mirame a mí, no la mires a ella.

— Nada, estaba diciéndole algo acerca de Zoe a Samuel ¿Verdad?—añade Andrea nerviosa.

Ignacio nos mira a ambos y obviamente no le cree a su hija.

Me alejo del imbécil.

— ¿Enserio pensabas reclamarle? Me dice Andrea entre asombro e indignación.

— Si, es obvio que el imbécil quiere meterse en tus bragas—espero que no lo haya hecho.

¿Enserio Samuel?¿Te preocupa que un hombre se haya metido en sus bragas?¿Y que hay de tí? ¿En cuántas bragas haz metido las manos después de ella?

Andrea se sonroja inmediatamente y me lanza una mirada fulminante.

— Lo siento.No debí decirle eso — me ha caído mal ese tipo, y estoy nervioso.

No miento, realmente no puedo negar lo nervioso que estoy, esa niña por fin está siendo transplantada.

— Vale, pero solo por ésta vez te dejaré que te dirijas a mi en ese tono, para la próxima tendrás que pensarlo dos veces—joder, está enojada conmigo y todo por culpa del estúpido—a mi me respetas—añade con firmeza.

— Lo siento... Enserio—es asombroso que me esté disculpando con una chica.

No es cualquier chica imbécil, es la madre de tu hija.

— Ok.

— Admiro mucho tu fortaleza—le digo para que no esté molesta conmigo.

Andrea esboza una sonrisa. — Has luchado para mantenerse de pie.

Y yo aparento tranquilidad, pero por dentro he sentido mucho remordimiento al ver a esa niña tan debilitada.

— Zoe es una niña fantástica y es afortunada en tener una madre como tú.

— ¿Por qué me estás diciendo todo esto?—Me encara. — No sé, supongo que quiero que lo sepas.

Antes que ella me responde el imbecil se acerca nuevamente a ella. ¿Por qué no se marcha?¿No sé da cuenta que solo está estorbando?

— Tu padre me ha dicho todo lo que han tenido que pasar ¿Por qué no me buscaste? Con una llamada hubiese bastado para que yo venga corriendo.¿Está reclamandole?.

— No he tenido cabeza para nada Horacio—le dice ella.

— Lo sé, pero me hubiera gustado consolarte en tiempos difícil.

— Gracias. — Lo bueno es que Zoe se recuperará. Me aclaro la garganta para hacerme notar.

— Andrea, creo que deberíamos estar junto cuando salga el doctor a darnos noticias de Zoe.

— Estamos juntos ahora—me responde ella con sarcasmo y pone los ojos en blanco.

Tienes suerte de no ser mi sumisa.

— Me refiero a ésto.

Tomo su mano y de inmediato siento como si hubiese tocado un cable eléctrico. La suelto de inmediato ¿Que ha sido eso?

— Andrea del Junco— por fin aparece el doctor Guerra, él tiene una cara de preocupación.

Algo me dice que no nos trae buenas noticias.

Andrea y yo de inmediato nos acercamos, detrás de nosotros están Ignacio y el imbécil.

—Doctor Guerra ¿Como está mi niña?¿Ya le hicieron el transplante?¿Como está ella?—Andrea invade a preguntas al doctor.

De repente siento que el ritmo cardíaco ha aumentado, y la ansiedad empieza aumentar en mi pecho.

Pongo mis manos sudorosas sobre los hombros de Andrea.

— Andrea, Samuel, no les tengo buenas noticias—dice el doctor preocupado.

Andrea empieza a temblar de miedo, y a decir verdad yo tambien tengo mucho miedo por lo que nos pueda decir.

—¿Que...Que sucede doctor?—Pregunto con un hilo de voz — Zoe está bien ¿Verdad?.

Maratón (5/6)

Perdon pero había podido subir el capítuloya que mi Internet esta teniendo algunos problemas, espero poder mañana subir el capítulo que falta..

✻✻✻✻✻


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top