ANDREA DEL JUNCO

Salgo apresurada del hospital.

-Apresúrate papá, no quiero que la niña coja el frio-le digo y además no quiero encontrarme con un supuesto familiar de Samuel Gallardo.

Tal vez sólo sea una coincidencia, pero no me siento preparada para dar explicaciones.

-Vamos Andy-dice Papá y apresura su paso.

Nos subimos al coche y yo puedo relajarme.

-Arranca papá-quiero salir de inmediato de éste hospital.

Mi padre enciende el coche y salimos del hospital. De a poco me siento más tranquila, por ahora no quiero que Samuel descubra la existencia de Zoe.

Tal vez estoy siendo egoista y estoy negándole su derecho de padre, pero me aterra que mi niña sea rechazada por su padre... Ese es mi peor miedo.

-¿Por qué te pusiste tan nerviosa en el hospital?-Pregunta mi padre muy curioso.

-Son imaginaciones tuyas.

-Te conozco Andy, y a ti algo te sucedió en el hospital.

-El pediatra me puso nerviosa, su forma de mirarme no me gustó.

-¿Cómo te miro?-Pregunta

Como siempre, la mejor táctica es la distracción.

- Prácticamente me desnudó con la mirada-aunque eso si sucedió y me senti incómoda

-Andrea ¿No crees que es tiempo que te des una oportunidad con alguien?-Papá y su afán de buscarme un novio.-Y no salgas con la excusa que sales con Rafael, porque ni tú misma te crees eso-añade mientras conduce.

-A mi no me gusta Rafael es malo y feo Zoe se integra a la conversación.

-Tienes razón nietecita, ese sujeto es horrible-murmura mi padre siguiéndole el juego a su nieta

-Rafael es sólo mi amigo-digo

-Pero él quiere ser mucho más que eso-mi padre no le gusta Rafael como mi pretendiente, él dice que Rafael sólo pretende conquistarme por interés al dinero.

-Mami, por favor no te cases con Rafael, él a mi no me gusta . Yo no quiero que sea mi papi-me reclama mi niña.

-Eso no pasará princesa, yo no voy a casarme con Rafael-la tranquilizo.

Papá solo niega con la cabeza y sigue conduciendo.

Yo le doy una mirada a mi niña: es una mini copia de su padre. Cada vez que la miro me acuerdo de Samuel, su misma sonrisa, la forma de expresarse, su temperamento. Afortunadamente Papá no se ha dado cuenta.

¿Cómo hubiera reaccionado él si yo lo hubiese buscado para decirle que estaba embarazada? Tal vez he sido una cobarde egoísta todos estos años... Quizás deba averiguarlo. No, todavía no estoy preparada para buscarlo y confesarle que mi primera vez juntos, trajo consecuencias.

-Hemos llegado -dice papá cuando llegamos a nuestra casa.

- Enhorabuena-le respondo.

Cuando estamos saliendo del coche, aparece un Porsche negro, aparca enfrente de la casa y del coche sale Rafael.

-Andrea, hermosa ¿Como estas?-dice acercándose a nosotros.

- Hola Rafael-no esperaba verlo hoy.

Le pedi tiempo para pensar su propuesta... Pensé que me entendía.

- ¿Cómo están?.

-Estamos bien-responde mi padre poniendo cara de disgusto, papá toma a mi niña en sus brazos y camina hacia la casa.

-Me pregunto si llegaré a caerle bien a tu padre-añade y besa mi mejilla.

Últimamente está tomándose demasiadas atribuciones conmigo, ¡Le dije que éramos amigos! por suerte mi hija no vió que me ha besado la mejilla, seguramente habría hecho un berrinche.

- No lo sé ¿Que haces aqui?-Le pregunto alejáandome de el.

- ¿Ya viste mi coche nuevo?-Fija su mirada en el Porsche.

- Está lindo-¿Enserio ha venido sólo para enseñarme su coche nuevo?.

-Venía invitarte a salir en el-me dice

-No puedo, mi hija tiene gripe y debo estar pendiente de ella.

-Andy esa niña te manipula como ella quiere. Seguramente es mentira-me responde el idiota.

-Rafael, es mejor que te vayas, mi padre y mi hija no les gusta que tu vengas a visitarme, y a decir verdad yo tampoco.-Digo enojada.

-Andrea, disculpa, no fue mi intención decir que tu hija es manipuladora y mentirosa, pero tú sabes que esa niña me odia porque tú y yo somos novios-éste hombre está alucinando.

Rafael es guapo, es rubio tiene los ojos azules... A decir verdad no está nada mal fisicamente, pero creo que es un verdadero idiota.

- Tú y yo no somos novios, te pedí tiempo, pensé que me respetarias y no me presionarias - le contesto enojada.

El mentiroso y manipulador es él, no mi hija.

- Pero yo pensé que habia mucho más que una simple amistad entre nosotros dos -el idiota me toma por el brazo.

Todo esto es mi culpa, mi padre me lo advirtió, me dijo que no le de tanta confianza a Rafael, que él se haría ilusiones.

- El hecho que un día haya salido contigo en algunas ocasiones no nos hace novio-tiro mi brazo.

- Pero Andy, te pedí una oportunidad... Dijiste que lo pensarias-sé lo que dije y me arrepiento.

- Sé que te dije que lo pensaría y te pido disculpas por eso... No debí decirte algo así... Escucha, yo no estoy preparada para tener una relación con nadie. Lo siento-menuda explicación.

-¿Es por el padre de tu hija que no quieres ser mi novia? ¿Aún lo amas?-Añade con expresión de enojo.

-Eso no es de tu incumbencia y ahora vete... debo ir a ver mi hija.

- Vale, pero quiero que sepas que no me daré por vencido.

- Es mejor que no pierdas tú tiempo conmigo, a mi solo me interesa mi hija y su bienestar.

- Ya lo veremos-afirma como si fuese un desafio.

- Adiós. Camino hacia la entrada de mi casa.

-El idiota ya se marcha-papá está observando por la ventana.-¿Que le dijiste para que no siguiera insistiendo?

-papá y su curiosidad.

-La verdad. Que no estoy interesada en ningún hombre -respondo.

-Me alegro, no soporto a ese imbecil -dice mi padre burlón.

Le doy una sonrisa

-Iré a ver a mi hija, después preparo la cena-le doy un abrazo a mi padre.

- nieves ha dejado boeuf bourguignon en la nevera.

- Lo sé, pero quiero hacerle macarrones con queso a mi princesa.

- Como tú quieras, yo iré a mi despacho hacer una llamada, después de eso estaré disponible para mí nieta - el me besa mi pelo.

-Vale.

SAMUEL GALLARDO.

He decido venir a salón de belleza de Beatríz, quiero ver con mis propios ojos como va el negocio.

-Querido que sorpresa tan agradable-ella me besa ambas mejillas.

- Beatríz ¿Cómo estas?.

Ella está radiante como siempre. Está vestida en un ajustado vestido negro de satín que le llega hasta las rodillas.

- Bien ¿Y a ti que te trae por aqui?-Añade curiosa. - He venido a ver como funciona el negocio.

-El negocio funciona excelente, incluso estoy pensando abrir otro, la verdad es que tenemos muchos clientes, y él personal no es suficiente.

- Wow, eso es una gran noticia-murmuro admirando su gran escritorio.

-¿Te gusta?-Pregunta al percatarse que admiro la calidad de la madera.

- Si, es hermoso-deslizo mis dedos por el escritorio.

Es un elegante escritorio de perfil arquitectónico trabajado en madera de eucalipto y acabado en laca de alto brillo con detalles de acero cromado. Lápiz cajón completo extensible en la parte superior.

- Es de Z & A-añade con tono ronco mientras acerca su mano a mis dedos.

Ya sé donde va esto,

—Beatríz—advierto

—¿No quieres probar el mueble?—Dice con tono seductor.

—No, y lo sabes—aparto mis dedos de sus dedos.

— Samuel ¿Ya no me deseas?—Ella intenta acercarse de nuevo a mi.

— Beatríz, hace muchos años que tú y yo somos amigos.—Respondo con tono cortante

—Si disculpa—ella se sienta en su silla detrás de su escritorio—pero no me puedes culpar por intentarlo—añade fingiendo una sonrisa.

Hago caso omiso a su último comentario.

— ¿Cómo van tus negocios?—Pregunta tratando de recomponerse.

Sé que le dolio mi rechazo, ella sabe que ya no la deseo... sólo la veo como una gran amiga.

— Mis negocios excelentes, quiero adquerir una editorial y asociarme a C.Chouse y Z & A  —respondo con orgullo.

—Ah, pero eso es excelente.Ella me sonrie y está su sonrisa es real.

—¿Como va tu relación con Patricia?.

— Bien, Patricia, es una buena sumisa—digo un poco molesto por su cambio drástico en la conversación.

—¿Ya te aburrió no es asi?—Me conoces Beatríz.

—Aún no—me limito en decirle.

—Tengo una duda Samuel—ahora se muestra curiosa mientras toma un boligrafo y empieza rayar un papel en blanco.

—Dime ¿Que quieres saber?.

—¿Por que no te gustan las mujeres de ojos azules?—Pregunta.

Mierda, se había tardado bastante en no preguntar por qué nunca he aceptado una sumisa de ojos azules.

—Porque el color de esos ojos me recuerdan al ser más inocente—irritado.

Ya es hora que sepas mis razones.

—¿A quién?—Pregunta demasiado interesada para mí gusto.

—A la niña con la que te fui infiel —soy sincero con ella.

Querías la verdad Beatríz, ahi la tienes.

Eres un imbécil Samuel, ¿Por qué haz manchado su recuerdo, diciéndole a Beatríz acerca de ella? ¿No sé suponía que era tu secreto? Él único secreto inocente de tu miserable vida.

Beatríz se lleva las manos en la boca ahogando un gemido.

—¿Quien fué la maldita?—Ahora está furiosa

—No te diré, creo que ha sido un error mencionarlo, ahora rindeme cuentas de los negocios —desvío su atención.

— ¡¿Quien fué?!—Grita enfurecida y me arrepiento de haber mencionado la razón por la que no quiero una sumisa con los ojos azules.

—No grites, eso ya fue—respondo tratando de no gritarle.

— ¡ME ENGAÑASTE ¿COMO FUISTE CAPAZ DE HACERME ALGO ASÍ?! —Pareciera que le duele

—¿Por qué te molesta? Eso está en el pasadole digo enojado.

—Samuel, tú eras mi sumiso, si hubiese sabido te hubiera dado una paliza que te hubiera mandado al hospital — añade con odio.

—Pero no lo supiste y ahora no tienes ningún derecho sobre mi—la desafío.

—Aún así no debiste traicionarme

— Olvídalo.

— Si me hubiera dado cuenta... ¿Cómo fui tan ciega para no darme cuenta?—Inclina su cabeza hacia el respaldo de su sillón y lleva sus manos a su cabeza. Es obvio que  está indignada.

— Ya te dije; olvidalo y hablemos de los negocios—añado para zanjar la conversación.

Después de pedirle el informe mensual del Infinity me dirijo al escala.

Si Beatríz, descubre el nombre de la niña con la que le fui infiel, no sé lo que ella le haría.

Suelto un suspiro. Beatríz jamás sabrá su nombre, el hecho de haberla mencionado algo me hace sentir culpable. No estuvo bien que le dijera la razón por las cuales mis sumisas no deben tener los ojos azules.

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