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Desde pequeño fui un niño fácil de molestar, yo era el típico chico tímido con dificultades a la hora de interactuar con los demás, pero jamás fui infeliz.

Tenía a papá y mamá, ambos excelentes padres, el primero llegaba en la noche debido al trabajo, pero todos los domingos jugábamos juntos o paseábamos con mamá.

Hisashi Midoriya fue un gran hombre, él era respetable, amable, divertido, cariñoso, valiente, inteligente, fuerte y un buen padre y esposo.

El hombre que aspiro ser algún día.

Su familia siempre fue lo primero, por eso se esforzaba para darles de todo, pero tomándose un tiempo con ellos.

Él trabajaba demasiado, pero jamás sentí que nos había dejado de lado por el exceso del trabajo, estaba presente sin estarlo a nuestro antiguo hogar.

Papá tenía un buen trabajo, él ganaba bastante, no éramos ricos, pero tampoco nos faltaban cosas. Teníamos nuestras comodidades, por ejemplo, podíamos viajar en verano a otras ciudades sin problemas o comprar electrodomésticos nuevos.

Mamá es genial, dulce, amable, protectora, hogareña, inteligente y una de las mujeres más fuertes que he conocido. Ella se merece lo mejor e intento darle todas las comodidades posibles.

Es la mejor mamá del mundo.

Mi vida en casa era perfecta, pero en la escuela era todo un horrible desastre, al menos hasta que a los 8 años me cambiaron de escuela por el excesivo bullying que sufría.

En esa nueva escuela conocí a Kacchan, nos convertimos en los mejores amigos.

Seguía a Kacchan a todos lados, sus padres eran muy amables conmigo, incluso se convirtieron en buenos amigos de los míos.

Kacchan tenía una batería, él era genial tocándola, lo imité y aprendí fácilmente, se me daba tan bien y natural que a éste le molestaba.

No me permitió tocar nuevamente su batería, pero papá me regaló una cuando cumplí 10 años...

La casa era ahora más ruidosa.

Era muy bueno y a Kacchan no le gustaba que estuviese a su mismo nivel, por lo tanto, nuevamente el acoso volvió a mi vida.

El bullying era más cruel, ahora habían golpes de por medio, pero decidí ocultarlo. Ya me habían cambiado de escuela una vez por eso mismo, no quería molestarlos nuevamente...

En un par de años pasaría a preparatoria y listo, adiós a todos ellos.

Mi vida se transformó en estudios y la batería, papá me había comprado una mejor.

Él estaba orgulloso de mí, me amaba tanto y siempre le demostré que era recíproco, él fue el mejor papá que podía pedir.

Solo con ellos podía sobrellevar el bullying.

Amaba mi batería...

Cuando tenía 12 años le declararon cáncer a papá, estaba demasiado avanzado, los tratamientos que le dieron eran solamente para aliviar el dolor.

Fue horrible verlo de esa forma, pero lo atendía con una sonrisa, pasaba todos los días a su lado, jugábamos, le leía cuando perdió su vista.

Lo visité al hospital todos los días con mamá, hasta que a finales de diciembre por fin pudo descansar en paz.

Dolió, pero era lo mejor, él sufría demasiado en ese estado.

Su funeral estaba repleto de personas, me alegraba saber que papá fue querido en vida.

Mamá lloraba y gritaba mientras el féretro era cubierto por la tierra, dolía solo poder abrazarla.

Dolía no llorar para ser el fuerte.

Ya extrañaba a papá, me habría gustado que estuviese presente para ver lo lejos que he llegado.

La vida puede ser cruel y llevarse a las personas buenas de las peores formas.

Siempre lo extrañaré.

Yo no siento arrepentimientos con su muerte, durante sus últimos 5 meses fui un buen hijo y amigo con él, disfruté cada minuto con papá al máximo.

Hice todo lo que podía hacer y lo hice porque quería.

Algún día, cuando muera, lo volveré a ver y le contaré todas las experiencias que viví.

El problema era mamá y el bullying que continuaba...

Mamá estaba destrozada, solo salía de su dormitorio para ir al baño y a ducharse. No la culpo, pero...

Me sentía solo.

Al menos sabía cocinar gracias a ella y también lavar la ropa. Por un par de semanas fui yo quien se dedicaba a todo en la casa.

El problema eran las cuentas, un niño de 13 años no puede pagarlas aunque tenga el dinero.

Estaba desesperado, cansado, molesto con todos. Me importaba todo una mierda.

Seguía teniendo calificaciones perfectas solo por papá, me importaba poco reprobar, pero él me estaba mirando desde el cielo, no podía defraudarlo a pesar de que todo doliera.

A pesar de que ya no le veía sentido a nada.

Estaba enojado con mamá, cada día la detestaba más, la comprendía, entendía su dolor, pero me sentía más un niño huérfano a que uno que solo perdió a su padre.

Solo, me sentía solo.

No me arrepiento de haber estado furioso y detestar a mamá, era un niño de 13 años que se sentía solo, pero la comprendo ahora que soy un adulto.

Me prometí que jamás sería como ella, que jamás dejaría a mis hijos solos.

Tomaré esa etapa dolorosa como una lección de lo que no deberé hacer en caso de que mi esposa muera.

La batería era lo único que me ayudaba a sacar todo el dolor que sentía, mi ira se iba cuando las baquetas golpeaban el tambor y los platillos.

Aquel instrumento musical me estaba salvando de convertirme en una masa de odio andante.

Mamá y papá eran el resguardo de todo el bullying que sufría en la escuela, sin ellos todo era malo.

No tenía nada bueno en casa.

No había felicidad.

Ya no me importaban las burlas y los golpes de parte de Kacchan y su grupito, ellos eran una mierda como personas.

Entonces esa chica de cabellos castaños y ojos color caramelo, apareció en el momento más indicado, cuando mi vida se iba en picada.

Cuando ya todo se volvía gris.

Un 2 de febrero en un callejón estaba Kacchan y su grupito insultándome como siempre; el silencio y el dolor me consumían.

Mamá estaba llorando en casa, tenía que comprar la comida para la cena, en mi mente solo pasaba...

"Apúrense, tengo que comprar la comida para la cena"

Entonces cuando estaban apunto de golpearme, llega ella con su mirada tan fría y seria.

"¡Déjenlo ahora cuarteto de idiotas!"

Esa fue la primera vez que una persona me defendió de quienes me lastimaban.

Muchos sentirían vergüenza, una chica un poco más baja me defiende de unos bravucones. Suena patético hasta cierto punto, pero yo la veía como una heroína sin capa.

No fue amor a primera vista, siempre fui lento con respecto a esos temas.

Yo la admiraba y quería ser su amigo, quería una amistad con una chica tan genial como ella.

Deseaba ser como ella.

Ellos se molestaron, no iban a golpearla porque era una chica, pero la insultaron y le dijeron que se fuera.

"Cierra la boca niño gritón, ahora deja de molestarlo o te daré tu merecido a ti y a tus amigos"

Tan valiente y genial.

Discutieron bastante, ella intimidaba solo con sus palabras, me sentía diminuto a su lado, era simplemente genial.

Quería ser como ella.

Terminaron yéndose del callejón, ella sonreía de oreja a oreja.

"Soy Uraraka Ochako, un gusto"

A quién engaño, fue amor a primera vista, pero lo disfracé a esa edad de forma inconsciente, como admiración y amistad.

Mis mejillas ardieron, me costaba interactuar con las chicas, no eran muy buenas conmigo que digamos.

Era bajito y no sobresalía, también un nerd a toda regla, amaba los cómics, las figuritas, las series y películas de ciencia ficción.

Repelía a las chicas.

"¡Mi-Midoriya Izuku! ¡Muchas gracias!"

Sentí y siento vergüenza de cómo fue mi presentación, Ochako dice que fue muy tierna.

Su sonrisa era hermosa, jamás había visto algo tan lindo y puro en mis 13 años de vida.

Me agarró de la mano y me llevó lejos de ese callejón sin salida, lejos de esa oscuridad que predominaba en ese lugar.

Ochako me tendió su mano y me salvó de la oscuridad.

Fuimos a un parque y hablamos tranquilamente, hace mucho que no hablaba tanto.

En casa el sonido que predominaba era la batería.

No hablaba con mamá, solo ingresaba a su dormitorio para darle su comida y ver si estaba sana.

Prefería no verla tanto, porque temía gritarle y decirle que dejara de llorar, que me sentía solo y la necesitaba.

"¿Desde cuándo te molestan esos brutos?"

"Desde que tengo 10 años, ahora tengo 13, por lo tanto, 3 años"

"¿Tanto tiempo? ¿Por qué no les dices a tus padres?"

Padres...

Le comenté que no quise decirle a nadie, porque ya me habían cambiado de escuela por eso mismo.

No quería molestarlos.

"Pues deberías decirles la verdad o todo empeorará, son tus padres y por lo que te he escuchado decir, ellos te aman, debes armarte de valor y decírselos, porque cuando sea demasiado tarde estarán muy tristes por no darse cuenta"

Ochako tenía razón, desearía haberla conocido con 10 años, antes de que todo escalara hasta ese punto sin retorno.

Ahora estoy solo en casa y nadie me ayudará. Estoy seguro de que si muero no se daría cuenta mi madre.

Esas cosas tan frías pasaban por mi mente de 13 años, no quería morir ni lastimarme, pero esa duda existía.

¿Si muero o me voy de casa mamá lo sabrá?

No lo sé y no quiero saberlo con mis 34 años.

Me da miedo la respuesta.

"Tienes razón, se los voy a decir"

Fue la primera y última mentira que le dije a Ochako.

¿Me arrepiento de mentirle?

Claro que no, era un chico tímido y no la conocía a tal punto de poder llorar.

Bueno, sí lloré y ella me abrazó.

"Debes ser fuerte, si te golpean, golpéalos, al final igual te lastimarán... al menos lo intentaste hasta el final y un par de rasguños obtendrán esos idiotas"

No sé si es un buen consejo, pero Ochako es de esa forma y tenía razón, igual me golpearían.

No cambiaba nada si lo hacía o no.

A mi hija Tsubasa le digo que me diga todo y yo mismo la rescataré, Ochako le dice que ella golpeará a los padres de esas personas, que puede estar tranquila.

Y le creo.

Aunque también le dijo "si te golpean un puñetazo en la cara, tu le das uno en el mismo lugar, si te golpean en la rodilla, tu también hazlo"

Ojo por ojo, diente por diente...

"Solo se golpea cuando te golpean, si te insultan nos los dices"

Eso le dije yo, puede que se lo tome muy explícito y golpee por cualquier cosa... criar a una hija en kínder es muy complicado.

Volviendo al tema inicial, estuve hablando toda la tarde con Ochako, era triste saber que asistíamos a escuelas bastante lejanas, no nos podríamos ver fácilmente.

En esos momentos para mi era un hola y adiós.

La primera persona especial en mi vida, pero no la última en mi vida.

Nos despedimos, pero antes ella me dijo.

"Si sigues aguantando estallarás, defiéndete aunque sea con palabras o terminarás mal"

Y tenía razón, yo era una bomba de tiempo y se demostró una semana después.

¿Me arrepiento de seguir ese consejo? Claro que no, lo volvería hacer.

Era febrero, estaba lloviendo, me parecía todo tan triste y apagado.

Mamá me cambió de escuela porque ya no soporté más, estaba cansado de sus burlas, de sus insultos, de sus malditas humillaciones.

Pero, ¿Cómo llegué hasta ese punto?

Golpeé a Kacchan en plena clase, me importaba una mierda mi futuro como estudiante ejemplar.

¿Qué dijo? Ni idea, estaba tan furioso con él, que hasta un pío de su parte me volvería loco.

Papá estaba muerto, mamá estaba llorando encerrada en su habitación, me importaba poco mi vida estudiantil y futuro.

Cuando te sientes solo ya no importa nada y Ochako tenía razón.

Lo golpeé varias veces, jamás pensé que yo tenía tanta fuerza y que disfrutaría darle puñetazos en su cara tan amada por las chicas.

Ambos nos golpeábamos con fuerza, era esa maldita pelea que necesitaba para pasar la página.

El maestro y algunos compañeros nos tuvieron que separar, no escuchábamos a nadie.

Kacchan me había insultado de las peores formas posibles y golpeado.

"Lánzate de la azotea"

Esa frase se guardó en mi mente, otro chico lo habría hecho, yo no, porque no importaba qué, no me mataría ni dañaría.

No les daría el gusto a nadie de lastimarme a mí mismo.

Dije tantas cosas que no logro recordar, algunas de ellas fueron "¿Por qué no mejor tu te lanzas de la azotea? ¿Te molesta que el puto de Deku te lo diga? ¡Jódete Bakugo, jódete tú y los subnormales de tu grupo! Ojalá tu te mueras maldito bastardo, gente como tu hace que otros terminen matándose ¡Te odio maldito infeliz!"

No me arrepiento de nada de lo que dije, no lo volvería hacer, pero mi yo de 13 años tenía que sacarlo de alguna forma.

No era la correcta, pero cuando un chico de esa edad soporta demasiado termina estallando de alguna forma.

Estaba en dirección con Kacchan, el director no podía creer lo que hice, yo era un excelente alumno, muy responsable y callado, tenía un +A de promedio en casi todo, desgraciadamente en deportes tenía una B.

Era inimaginable que un chico como yo hiciera algo malo.

Eso es lo que siempre creen y al final terminan haciendo cosas peores por el bullying.

Llamaron a mi casa, estaba seguro de que mamá ignoraría el teléfono y que no vendría.

Estaba solo.

Para mi sorpresa contesto y el director dijo "Buenas tardes Sra. Midoriya, su hijo está en mi oficina, discutió a golpes en plena clase con uno de sus compañeros, es necesario que venga ahora a la oficina para hablar sobre los hechos"

Reí en silencio, tan surrealista e imposible de creer, el gentil y nerd de Izuku se golpeó con un compañero en clases.

Pensé que mamá no vendría, pero al parecer ella iba a venir y de alguna forma sonreí.

Debía estar asustado, pero eso significaba que aún existía para ella.

¿Cómo llegará? ¿Con ropa holgada y el pelo descuidado?

Primero llegó la tía Mitsuki, se veía preocupada y molesta. Ella estaba hablando con el director, el maestro y Kacchan.

Luego llegó mamá, estaba vestida bien formal y el cabello bien arreglado, no lo vi venir.

Se veía seria, ella me miraba fijamente y yo la miraba también, ninguno hablaba.

Estaba molesta y yo también.

"¿Con quién te peleaste?"

"Con Kacchan"

"¿Por qué?"

"Porque se lo merecía y punto"

Esa fue mi respuesta, estaba molesto, me dolía mi labio y la mejilla, también el estómago por el fuerte golpe que me dio.

Mi madre soltó un suspiro y tocó mi hombro.

Cuando salió la tía con Kacchan me miraron, yo solo lo miré a él con odio.

Aún deseaba gritarle en esos momentos.

El director le hablaba a mi madre y ella dijo.

"Mi hijo es un niño ejemplar, tiene que haber un motivo razonable para su actuar, jamás se a comportado mal en casa y en estos años no le a faltado el respeto a nadie"

"Puede que la muerte de su marido le haya afectado, eso suele pasar"

La cara de mi madre se veía molesta con esa respuesta.

"Lo dudo, mi hijo jamás se volvería violento solo porque su padre falleció, así que no vuelva a hablar de él como una excusa para salvar al otro niño"

Me sorprendí al ver que ella no se decayó.

"No es por papá, Kacchan se lo merecía, sé que debería haberlo golpeado en recreo o después de clases"

"¿No te arrepientes de tu actitud?, le deseó la muerte a su compañero"

Esa pregunta la hizo mi maestro; la cara de mi madre estaba impactada, no era fácil de asimilar esas palabras.

Desear la muerte está mal, da lo mismo cómo sea la otra persona, porque al final te hace mal a ti mismo, pero un niño de 13 sufriendo bullying durante 3 años, no se puede esperar mucho.

"Kacchan me dijo que me lanzara de la azotea, ¿Qué hay de malo de que yo se lo diga a él o está mal que se lo diga al frente de ustedes?"

Mi madre me miró fijamente, sabía que ella me creía, de eso estaba seguro.

El maestro y el director me miraron, no sabían si creerme, no hay testigos.

"Me molestan desde hace 3 años con insultos y golpes, ¿Por qué yo no puedo lastimarlo?"

Y así fue larga la charla, mamá me defendía de ellos y discutían.

Luego ingresó la tía y Kacchan, se aumentó más la discusión.

Todo terminó con mi madre diciendo que me sacaría de la escuela, ¿Dónde me aceptarían a principios de segundo semestre?

Al final estábamos en la sala de estar, yo estaba sentado en el sofá grande, en cambio mamá estaba sentada en el de al frente.

"Gracias por ir a la escuela, pensé que no irías"

"Eres mi hijo, siempre iré a buscarte"

No lo soporté, fui cruel, lo sé, pero no me arrepiento de decir:

"¿Ahora soy tu hijo?, por favor, me has dejado solo por más de un mes, ¡Estoy igual de triste que tu! Él era mi papá, pero no me has visto encerrado en mi maldita habitación llorando desconsolado"

Mi mamá comenzó a llorar, mientras me pedía disculpas por abandonarme, ambos estábamos abrazándonos.

Por primera vez, desde la muerte de papá estábamos llorando juntos.

Le dije todo lo que he vivido en la escuela a mamá, todas las burlas y el dolor.

Ese día fue el comienzo de nuestra nueva vida sin papá.

Mamá me inscribió en una excelente escuela privada, yo no quería, el dinero y todo eso...

"No voy a permitir que una mente como la tuya se desperdicie en una mala escuela"

Gracias a mis calificaciones y conducta, obtuve una beca en la que solo tenía que pagar la mitad de la colegiatura.

Mi primer día de clases fue aterrador, no tardó mucho en armarse el rumor de que me expulsaron de mi anterior escuela por alguna broma o algo por el estilo.

Era absurda la idea, pero prefería que me temieran a que se rieran de mi.

Me dediqué a mis estudios al completo, sacaba calificaciones perfectas y con sobreesfuerzo exagerado de mi parte llegué a tener +A en deportes.

Lo que estaba haciendo en esa época era poco sano, pero en mi mente de 13 años tenía que ser un alumno ejemplar para esa escuela, por la beca.

Antes me esforzaba, ahora me autoexigía más.

No me arrepiento de ese desgaste a mi cuerpo y mente, pero jamás permitiré que mi hija Tsubasa haga lo mismo.

Lo bueno es que conocí a Shoto, mi mejor amigo, en esa época era callado y frío, no mostraba expresión alguna en su perfecto rostro.

Shoto lo tenía todo en su vida; era millonario, inteligente, atractivo y además bueno en los deportes.

Aunque a Shoto le gustaba tocar el piano, pero era un secreto que su amor por ese instrumento iba más allá de prácticas, él quería ser músico.

Ese chico millonario amaba la música.

¿Cómo inició nuestra amistad?

A Shoto se le cayó su billetera, la recogí y corrí hacia él, pero era demasiado rápido.

Terminamos en el patio, estaba nervioso de hablar con él, en los 2 meses que llevaba en esa escuela nadie me dirigía la palabra, me temían exageradamente.

Shoto me miró extrañado, vio que sostenía su billetera.

"S-se t-te cayó tu billetera, está todo, no saqué nada..."

Sentía vergüenza al decir eso, pero todos pensaban que era un pandillero peligroso, cualquiera creería que le robé algo.

"Gracias"

Se la entregué con una sonrisa y dije "Hasta luego Todoroki"

Me marché con una sonrisa en el rostro, absurdo, pero estaba feliz de poder interactuar con un ser humano que no fuesen los maestros o mamá.

Sé que debe sonar mal, pero amaba mi nueva escuela, a pesar de que mis compañeros huían de mi, era mucho mejor que el bullying que sufría antes.

Ese mismo día el maestro de historia nos pidió hacer un trabajo en parejas, en ese momento caí en cuenta de lo problemática que era mi situación en esos momentos. Aunque antes tampoco tenía con quién trabajar.

Todos habían escogido sus parejas, fue un momento estresante, no sabía qué hacer.

Tenía miedo, hasta que nos unió a Shoto y a mi, no podía creer que una persona como él no tenía un compañero.

Él era popular, todas las chicas andaban detrás de él, los chicos querían ser sus amigos...

Entonces pensé en lo solitaria que era su vida escolar, en los dos meses que estuve en esa escuela, jamás lo vi con alguien en los recreos.

"Así que seremos compañeros..."

Él solo asintió.

Fue muy incómoda nuestra corta interacción...

Shoto era muy callado, hablaba lo justo y necesario.

Triste, porque yo era una persona que hablaba demasiado y desde que papá había muerto, yo no tenía demasiadas charlas.

Mamá no era como papá, con él hablaba de todo, teníamos los mismos intereses y nos gustaban los mismos videojuegos...

Papá era mi mejor amigo, o sea Shoto actualmente lo es, pero mi papá está en otro nivel.

Mi papá es mejor amigo/papá, es un nivel superior.

Aún lo extraño, sé que me ve desde el cielo, pero me gustaría que viera que soy feliz. Me habría encantado llevar a Shoto a casa y que supiese que tenía al fin un amigo de mi edad.

Me gustaría que tiempo después conociese a mis otros amigos, a la banda y a Ochako.

Hay tantas cosas que me habría gustado saber y que solo él me podría haber explicado.

¿Cómo enamoro a una chica?¿Qué debo hacer para ser un buen padre y esposo?

Tantas cosas y las he tenido que aprender solo.

Volviendo al tema principal, tuve que ir a la mansión de la familia Todoroki para realizar el trabajo.

Mamá me llevó, al menos quería conocer el lugar donde iba a estar por un par de horas.

Nos dejaron pasar, mi madre se presentó ante la Sra. Todoroki y luego se marchó.

Silencios incómodos, al principio con Shoto los teníamos bastante, pero fueron mejorando, ahora solo hay silencios cómodos.

Trabajamos rápido ese día, ambos éramos aplicados y sabíamos todos los temas.

Accidentalmente descubrí que Shoto también coleccionaba figuritas y cómics.

Es de las pocas veces que lo he visto sonrojado por la vergüenza a mi amigo.

"Yo también tengo esos cómics"

Hablaba como la típica fangirl.

Nerd, eso es lo que era, bueno, lo sigo siendo, pero oculto mis figuritas de esa pequeña traviesa.

Lo siento, pero con mis figuritas no, por eso compramos dos iguales, una mía y otra para ella.

Ochako solo ríe.

"¿También?"

La vergüenza de Shoto se esfumó y comenzamos a charlar sobre los cómic y películas que nos gustaban.

Por primera vez en mi vida pude hablar con alguien que no fuese papá sobre mis gustos de forma tan libre.

Shoto era genial, no podía creer que fuera tan solitario.

Yo quería ser su amigo.

Reíamos y vimos vídeos en internet.

Mi amistad con Shoto siempre será distinta al resto y sé que para él también, pasamos de ser personas solitarias por distintos motivos, a conocernos y ser mejores amigos.

Y bueno, somos igual de nerds...

"¿Por qué te cambiaron de escuela? Dudo que seas un pandillero, no te habrían dejado ingresar a la escuela"

Al fin alguien pensaba con lógica.

"Mamá se molestó con la escuela por unas cosas, entre ellas el director"

Él me miró extrañado y sin querer dije:

"Golpeé a un compañero en plena clase, él me dijo unas cosas y me molesté, mamá dijo que deberíamos ser los dos, pero todos querían a Kacchan... él es el típico capitán de fútbol con promedio +A en todo, pero es amado por los alumnos y maestros"

La cara de Shoto era todo un poema, en teoría nuestros compañeros no estaban tan alejados.

"Guau, cuenta más"

Shoto era un chismoso.

Le conté la clase de persona que era Kacchan y bueno, también el bullying.

¿Me arrepiento de decirle todo eso a Shoto? Nop, eso nos unió más.

Debería haber temido decirle eso, podían enterarse otros compañeros, pero no tenía nada que perder.

"Se lo merecía"

Conocer a Enji Todoroki fue aterrador, tuve que cenar con ellos, mamá estaba ocupada en unas cuántas cosas.

En la mesa estábamos comiendo, los Sres. Todoroki y los dos hermanos mayores de Shoto.

Fuyumi y Natsuo, la primera en ese entonces estaba en su último año de escuela y el segundo tenía 15 años.

Shoto tenía otro hermano, pero estaba en la universidad en ese entonces.

Enji me hizo muchas preguntas, el rostro de Natsuo era de molestia; Fuyumi se veía claramente nerviosa; la Sra. Todoroki... corrección Himura, siempre se me olvida que se divorciaron y volvió a su apellido de soltera, el punto es que se veía preocupada.

Shoto se veía más molesto que Natsuo.

"¿Midoriya Izuku? Jamás he escuchado de tu apellido"

No entendía a qué se refería, así que no tenía idea de qué decirle, él me daba miedo.

"¿Tus padres a qué se dedican?"

No supe qué decir, mamá era ama de casa en esa época y papá ya no estaba en nuestra vida.

La realidad cayó sobre mi por primera vez, cómo demonios pagaríamos las cosas, sentí pánico por el futuro, teníamos tantas deudas por los tratamientos médicos de papá, luego estaba la escuela...

"Mamá se dedica a la casa y papá era director del área de marketing de la empresa Rockbell"

En esos momentos rogué por dentro que parara con las preguntas.

"¿Era? ¿Lo despidieron o renunció?"

Descubrí que Enji era un hombre cruel y sin pelos en la lengua, no podía creer en esos momentos que ese tipo era el padre de Shoto.

Estaba molesto con él, sentía que estaba insultando la memoria de mi padre.

Quería insultarlo.

No me arrepiento de no haberlo hecho, aunque se lo mereciese más de una vez.

Todos me miraron un tanto nerviosos y un poco avergonzados.

Shoto miraba molesto a su padre.

Podía haberle mentido, pero dije la verdad.

"Murió hace poco, por eso es en pasado"

Lo último lo había dicho con un tono de voz más burlesco.

Sus expresiones pasaron a lástima, Shoto me miró nervioso.

"Eh, cambiando de tema, la comida está deliciosa"

Eso fue lo único que se me ocurrió para cambiar de tema.

La conversación cambió de rumbo, pero Enji seguía con sus malditas preguntas.

"¿Cuáles son tus calificaciones?"

"Hasta ahora solo tengo +A"

Al parecer eso le había gustado; me sentía como en esa situación del típico padre preguntándole cosas al novio de su hija.

La cara de Shoto era trágame tierra.

Natsuo parecía que se iba a reír en cualquier momento por la cara de Shoto, Fuyumi solo miraba su plato y la Sra. Himura bebía preocupada de su copa de vino.

"¿A qué planeas dedicarte?"

Yo también deseaba reírme, ya era cómico.

El bastardo me estaba evaluando si era una buena o mala influencia para su hijo.

Jamás podría hacerle eso a mi hija, en realidad solo me preocuparía por si es una buena o mala persona, pero más allá, ¿Quién soy yo para juzgarlos?

Con 13 años no tenía ni idea de qué quería hacer con mi vida, papá siempre me dijo "Sé lo que deseas, si quieres ser un baterista, quiero que lo seas, solo me importa tu felicidad"

¿Me arrepiento de ignorar ese consejo y pensar solamente en el dinero?

No, no me arrepiento por pensar en mi bolsillo.

Solo quería un trabajo estable y que me diese dinero para nosotros dos. En mi mente solo deseaba que mamá estuviese con las mismas comodidades, tener comida y la casa en buen estado.

Ya no estaba papá para salvarme por mis malas decisiones.

"Aún no lo sé, pero estoy entre medicina o ser abogado"

Con mis calificaciones y una beca podía lograrlo, solo tenía que esforzarme el triple.

Esas locuras pasaban por mi cabeza, no me arrepiento, pero no permitiré que mi hija quiera matarse la cabeza por excesos de estudios, para estudiar una carrera que en verdad no desea.

Por eso le tengo en una cuenta dinero para la universidad o cualquier cosa que desee hacer cuando salga de la escuela.

No la dejaré sin dinero si es que muero, no quiero que se exija como yo para obtener becas.

Ochako tiene su propia profesión, pero pensar en que tenga que hacer sobreesfuerzo, me da pánico.

En ese entonces a Enji le parecí un buen amigo para su hijo, aunque Shoto se veía muy avergonzado.

Me despedí cuando mamá llegó, Shoto me pidió disculpas por todo lo ocurrido, pero a mi no me importó.

Desde ese día fuimos inseparables, también nos sacamos un +A en el trabajo.

Si viajara al pasado volvería a golpear a Kacchan, porque si no jamás habría conocido a Shoto.

La dura realidad llegó cuando en la casa mamá dijo que nos mudaríamos.

Sentí tristeza por dejar la casa de mi infancia, pero era necesario y solo asentí soportando las lágrimas, solo era una casa, mientras estuviésemos juntos nada estaría mal.

Mamá se quedó con los electrodomésticos y muebles necesarios, el resto lo vendió.

Vendió casi todas sus joyas, solo se quedó con las heredadas y las que papá le regaló.

En otras palabras, se quedó con las que tenían un valor sentimental.

Donó gran parte de la ropa de papá, un par de prendas dejó como recuerdo, por ejemplo, sus corbatas y ropa favorita.

Me dejó el reloj de él como recuerdo.

Le dije que vendería mi batería, cómics y figuritas...

Lo negó inmediatamente y me dijo que la batería era un regalo de mi papá, que estaría mal venderla.

Vendí mis cómics y figuritas, no me arrepiento en absoluto de haberlo hecho, ya cuando tuve un trabajo estable, me daba el capricho de comprarme un par al mes.

Mamá lloró porque los vendí, pero eran objetos sin valor sentimental; ella me hizo jurar que jamás vendería la batería.

Lo juré y cumplí.

No quería que mamá llorara por venderla y al final de cuentas, era un regalo de papá.

Mamá pagó todas las deudas del hospital; logró comprar un departamento pequeño en un buen barrio; guardó dinero en caso de días lluviosos y otra parte para mi colegiatura al menos hasta que terminase la secundaria.

Luego mamá tuvo dos trabajos y solo la veía para la hora de la cena, yo me dedicaba a hacer la comida.

No podía permitir que se partiera la espalda trabajando y además seguir cocinando.

Nuevamente yo hacía las cosas de la casa, pero era distinto, ya no la detestaba por eso, ahora lo hacía para que ella pudiese descansar luego del trabajo.

No sé cómo explicarlo.

Mi vida era agotadora con los estudios, practicar deporte para sacar +A, también las tareas del hogar. Igual me daba mi tiempo para la batería, eso me aliviaba de todo lo que vivía a diario.

Agotador, pero no me arrepiento de eso, porque se sentía bien hacerlo, me daba gusto ayudarla.

Ahora todo estaba bien, iba de vez en cuando a casa de Shoto a hacer los trabajos o solo pasar la tarde como amigos.

Mamá me exigía que al menos una vez a la semana fuera a divertirme con Shoto.

No quería hacerlo, pero era necesario o terminaría estallando nuevamente, pero con un desmayo o me enfermaría.

La escuela era mi zona de descanso, en los recreos y almuerzos me devolvía a la realidad.

Yo era un simple adolescente.

Ya había pasado bastante tiempo desde que había ingresado a esa escuela, aún nadie se me acercaba, porque era un supuesto bravucón y segundo, era el mejor amigo de Shoto, por lo tanto, tenía un letrero de aléjate.

Igual me importaba poco, con Shoto bastaba y sobraba; él sabía todo de mí y yo de él, éramos inseparables.

Shoto era callado y me escuchaba hablar hasta por los codos de cualquier cosa y cuando él hablaba yo lo escuchaba atento. Él no me callaba y yo no lo obligaba hablar, amigos perfectos.

Detestaba a Enji y cómo hacía lo que quería con todos sus hijos, en especial a Shoto por ser el más "perfecto".

Shoto era un genio que no se tenía que esforzar en nada y no tenía ninguna aspiración o eso creía Enji.

Intentaba influenciar positivamente a Shoto, sin exagerar, pero quería que siguiera o al menos tuviera un poco más de tiempo con la música.

Yo no era quién para decirle que fuese músico, mis planes de vida en esa época eran estudiar algo que no me interesaba solo por dinero.

Quería que él disfrutara del piano como yo con la batería.

Cuando Shoto iba a mi casa, yo tocaba la batería, quería mostrarle que la música ayudaba para despejarse de todo lo malo que sucedía o quitar el estrés.

Sabía que él tenía talento, ya lo había escuchado y podía ver su sonrisa con el piano.

No entiendo cómo sucedió, pero Shoto se compró un teclado por diversión y comenzó a llevarlo a mi casa.

Con el poco espacio que tenía en mi habitación comenzamos a tocar juntos, era divertida esa época, él con el teclado y yo con la batería tocando cualquier canción porque nos gustaba la música.

Escribimos varias canciones por diversión (están guardadas bajo llave, porque son terribles), pero ambos cantábamos horrible y actualmente con prácticas de canto continuamos igual de mal.

Hay gente que no nace con el don del canto.

Entonces al fin llegaron los últimos días de abril del año 2023 y con eso el día de los exámenes de ingreso para UA.

Ese día de primavera estaba tan nervioso que quería vomitar todo mi desayuno.

Shoto y yo caminábamos juntos, él no estaba nervioso, pero yo tenía que lograr sacar una beca completa sí o sí, por lo tanto, tenía que sacar +A en todo (Exageraba con eso, pero estaba tan asustado que no estaría contento si fallaba).

Estábamos a poco de llegar, pero desgraciadamente me tropecé con mis propios pies; iba a doler caer en el cemento, pero alguien me sostuvo, pensé inmediatamente que fue Shoto...

"¿Estás bien?"

Esa voz la reconocí al instante, me di la vuelta y la vi, Ochako estaba más alta y de alguna forma más bonita.

Ahora los dos teníamos 15 años.

Mi corazón en esos momentos palpitaba como loco.

"Tropezarse sería un mal augurio"

Recuerdo el ardor en mis mejillas y entonces la expresión de Ochako cambió, ahora se veía alegre.

"Izuku, ¡Tanto tiempo! No pensé que nos volveríamos a topar"

No sabía qué demonios decirle, estaba procesando verla nuevamente.

"¡Estoy muy nerviosa por el examen, de seguro tu también!"

"¡En fin, buena suerte! ¡Nos vemos!"

Todo eso lo dijo ella mientras yo estaba en estado de mute...

"Izuku, ¿Quién es ella?"

Sentí vergüenza de que Shoto viese todo lo ocurrido.

"Te cuento luego de los exámenes"

Cada examen era difícil, pero no imposible, siendo franco, las personas que no venían preparadas, fácilmente habrían reprobado.

Respondí todo, en el examen de deportes también hice todo lo que me pidieron, debo admitir que me sobreesforcé físicamente para nada.

A quienes les hacían pruebas físicas más complicadas eran a las personas que buscaban becas deportivas.

Una semana después me dieron los resultados, casi me desmayo al ver +A en todo.

Ese día mamá lloró de felicidad; me preparó un delicioso katsudon para celebrar, podía al fin dormir tranquilo.

Iba a tener una beca completa, de eso estaba seguro...

Shoto y yo sacamos +A como era de esperar, sería extraño que a él le fuese mal en una pregunta.

En verano íbamos a ser oficialmente estudiantes de UA.

Continuará...

Nota

Espero que les haya gustado, nos vemos mañana 🦄💖

No quise hacer a Hisashi como un padre que se fue a por tabaco, lo pensé, pero preferí hacerlo como un buen papá con un triste destino.

Inko mamá luchona 🩷🩷🩷

Grande Ochako 💖🩷💖

Izuku golpeando a Kacchan es lo mejor.

Publicado: 18/04/2023

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