CAPITULO XXIV
Feliz cumpleaños
Marzo, el mes en que todos los árboles de sakura florecen, un hermoso espectáculo que todos en Konoha aman disfrutar; en especial la chica con el mismo nombre.
Ella, Sakura, caminaba por los corredores de la escuela, más bien corría por ellos. Parecía un leve rayo rosa que difícilmente se contemplaba ya que iba muy aprisa.
Se detuvo frente a una puerta y tomó algo de aire, puesto le faltaba ya que estaba muy agitada; se limpió algo de sudor y abrió la puerta para poder entrar.
Como esperaba, no había nadie ya que todos se habían ido al gimnasio para recibir la clase de educación física con Gai-sensei.
La única duda que llegó a la mente de la pelirosa es: ¿cómo llegó tarde a la última clase?
Tras vagar por sus memorias, recordó que se había quedado dormida en la Biblioteca mientras estudiaba algo de ninj... Biología, corrijo.
Retrocedió en sus paso y se detuvo cuando una figura apareció a su frente quedando demasiado cerca. A su parecer, se trataba de un chico.
—Muévete, quieres —dijo molesta.
—Sakura —llamó aquel chico con una voz difícil de confundir.
Lo miro con sus ojos jade quedando pérdida en su mirada y con algo de rubor en sus mejillas y, como no lo haria, si el chico a su frente era...
—S-sasuke-kun —dijo nerviosamente aún contemplandolo.
Tras un momento de miradas, ella bajo su vista e intento seguir su camino siendo detenida por dicho chico tomandola por el brazo.
—Tenemos que hablar —ella lo miro.
—¿Qué haces aquí? —se desvío del tema poniendo una pequeña sonrisa en sus labios—. ¿No deberías de-
—Esto es importante para ambos —la interrumpió y al momento la tomo por los hombros y acerco su rostro al de ella.
—Sasuke-kun... —ella aún contemplaba la cercanía entre ambos.
El la adentro más al aula y cerro la puerta de la misma quedando con más privacidad.
Quedaron en silenció, y el azabache, tras dar un suspiro, comenzó a hablar.
—Tu ti... —quedó mudo tras lo que dijo o trataba de decir, y volvió a recapitular sus palabras —. Yo no debía actuar así, fui un idiota y no espero que me perdones pe-
—No importa.
—¿Eh? —la observó con diversos sentimientos rodándolo provocando confusión y algo de nervios por lo que había dicho la chica a su frente.
—Me di cuenta que una simple discusión entre ambos no vale como para separarnos.
—Sakura...
—Asi que, ¿por qué no olvidamos todo? —sonrió ampliamente, solo para él. Una sonrisa llena de sentimientos solo para él.
Sasuke no podía emitir palabra alguna pero, había una cosa que si podía hacer, y esa era:
—¿S-sasuke-kun?
El se acerco a ella, sabía que una acción reflejaría más que unas simples palabras. La tomo por el mentón levantándole el rostro y, tras cerrar sus ojos, la beso.
Un beso lleno de sentimientos, diferente a todos los que le había dado con anterioridad. De primero fue lento y tierno pero, de a poco, se fue incrementando a uno apasionado, como solo el Uchiha sabe hacer.
...
Ambos, Sasuke y Sakura, caminaban hacia la salida unidos por las manos. Pasaron frente a una figura conocida que solo se limitó a sonreírles.
—¿Quieres ir a algún lado? —pregunto el Uchiha.
—¿Por qué lo preguntas cariño?
—P-por... —desvió la mirada de la de ella y con una mano jugueteo con los cabellos que caían por su frente —. Por tu cumpleaños.
—¿Mi cumpleaños? —pregunto confundida y ambos detuvieron su caminar y, Sasuke, se fijó a su frente.
—Si, tu cumpleaños, ¿no me digas qué se te olvido? —ella sonrió y luego saco la lengua haciendo una cara graciosa. Él golpeo su cabeza.
—¡Itai! —se quejó Sakura mientras sobaba el lugar del impacto con ambas manos.
—Y bien —llamó la atención el muchacho—. ¿Qué haremos?
—No es necesario que lo celebremos.
—Pero yo quiero hacerlo —dijo seguro y la miro de la misma forma.
—Sasuke-kun, yo-
—Por favor, no he sido el novio que siempre has deseado pero, por lo menos, dejame compensarte de alguna forma.
Sakura empezó a reír, no era por que se estuviera burlando de las palabras que su novio acababa de emitir, ella nunca haria algo parecido, solo que sintió las ganas de hacerlo.
—Nunca creí... —calmo su risa y prosiguió hablando—. Nunca creí posible que el gran Sasuke-kun insistiera.
—Pues vete acostumbrando —Sakura quedó impactada por lo que acababa de clamar el Uchiha al frente—. Por que es la nueva faceta que hare, pero eso sí, solo contigo.
—Osea que —hablaba lento ya que era una nueva actitud que apenas conocía—. ¿Eso me hace especial?
—Sakura, eres mi novia, claro que eres especial.
Bajo la vista, quería llorar, por la emoción y la felicidad que la invadían, pero no lo hizo. Volvió a alzar su mirada dejando que el azabache a su frente apreciará sus ojos envueltos en brillantes luces.
—Me gustaría ir a esa nueva heladería al centro de la ciudad.
—¿Una heladería?
—Si —dijo junto con un movimiento de cabeza—. Hina me la recomendó, además de que no he probado las nieves de ahí.
—Si es lo que deseas no tengo por que quejarme —tomo rumbo quedando por delante de la pelirosa.
Sakura quedó en su mismo sitio, observando a su joven amado caminar.
Un chico tan guapo como Sasuke era difícil de conseguir, cualquiera pensaría eso, incluso la misma Sakura. Por eso cuando él correspondió a sus sentimientos, no lo creyó, pensó que era un simple sueño.
Pero, ahora no era momento de dudar, ya que el chico a su frente, a pesar de que no sea un chico muy expresivo, es aquel el que quiere permanecer a su lado. El chico del que ella se enamoró.
—¡Sasuke-kun! —grito y el nombrado volteo al mismo tiempo en el que se detuvo—. ¡Te amo!
Sonrió nerviosamente. Sus ojos vagaron en sus alrededores comprobando que ambos estuvieran solos y, cuando lo confirmó, levantó ambas manos quedando a la altura de su boca. Tomo una gran bocanada de aire y con todas sus fuerzas grito:
—¡¡Te amo Sakura!!
Continuará...
~💙~
Publicado
26/Octubre/17
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