Capitulo 20

Los días pasaban con aburrimiento y lentitud, el viento se llevaba las palabras que se soltaban, la tierra se estremecía cada vez que pasaban, el mar se movía al tener contacto con sus pies y el sol y la luna se detenían a admirar el odio que transmitía en los aires.

Una cabellera lila dejaba que el viento jugara con la misma, sus ojos azules tristes miraban el campo lleno de flores. La joven se quedaba en silencio, algo en su mente no le dejaba en paz y se notaba.

???: señorita Atenea, me llamo?

Saori: si Aioros

Aioros: que necesita?

Saori: necesito que vallas a un lugar y busques a...

Aioros: que busque a Seiya?

Saori: si, saldrás dentro de unos días

Aioros: señorita Atenea, si me disculpa pero ya buscamos por todo el mundo, no hay rastro de el como puede estar se-

Saori: solo has caso, Aioros!!! no podemos parar hasta que lo hallemos

Aioros ^algo no anda bien; no quiero creer las palabras de Paula, pero....^ lo lamento, señorita Atenea, no quise molestarla

Saori: esta bien, Aioros; los detalles se te darán mas tarde *mira la nada* puedes retirarte

Aioros *se va* ^por ahora no puedo llamar la atención, este problema con Seiya ya me canso. Voy a averiguar donde se encuentra....tal vez Paula me puede ayudar otra vez^.....no, me pedirá algo a cambio....pero no tengo otra opción, ella es la única que puede saber donde puede estar ^que locura cometeré ahora?^

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Paula: así que es eso, eh? *juega con unos cristales*mmmhhhh, no se...

Aioros: te lo pido, Paula, eres la única que me puede ayudar

Paula:.....*suspira* tienes suerte que yo tengo la misma curiosidad sobre su paradero

Aioros:.....

Paula: haré una excepción contigo, solo por esta vez; no te pediré nada a cambio

Aioros: gracias, Paula

Paula: no cantes victoria, querido, esto lo hago por mi no por ti; puedo cambiar de opinión y pedirte un favor mas grande que el anterior

Aioros ^maldita sea, me lo debí imaginarlo^ lo vuelvo a decir, Kanon y tu son tal para cual

Paula *sonríe* me gusta recordarlo, no pude pedir mejor esposo que el *deja sus cristales sobre la mesa* espera aquí, buscare unas cosas

Tras salir de la vista del caballero, el mismo revisa el lugar; los objetos extraños de todo el mundo, amuletos, unas mascaras antiguas, todo tipos de cosas relacionadas con diferentes culturas y la magia.

Aioros ^después dice que no le llamemos bruja^

Tras un tiempo solo, la castaña vuelve con un largo rollo de papel y un frasco lleno de un líquido extraño, esto le llamo la atención.

Aioros: que locura vas a hacer?

Paula: encontrar a tu alumno, Aioros

Aioros: crees que lo lograras?

Paula: alguna vez he fallado?

Aioros: no, pero...

Paula: sin peros; esta es tu ultima alternativa, lo olvidas?

Aioros:..... ^odio que tenga razón^

Paula: tomare tu silencio como un si, ahora no me interrumpas *deja todo sobre la mesa*

La casataña abre el documento, una simple hoja en blanco, y se le queda mirando; esto desconcertó al santo de sagitario.

Aioros ^que quiere hacer esta mujer?^

La mencionada agarra uno de los cristales y moja una de las puntas en el extraño liquido; una vez esto, lo dejo en el centro de la hoja.

Aioros: Paula.....

Paula: shhhh.....

En eso, el cristal empieza a moverse por si mismo, marcando la hoja con el liquido.

Entre la sorpresa del castaño y la sonrisa de la gitana, el cristal dibujaba en la hoja un extraño camino con varios dibujos, el mas notorio siendo una especie de pueblo con un castillo en el medio.

Paula *agarra el cristal* nunca pensé que esto serviría

Aioros: que fue eso?

Paula: el cristal es como una brújula, con los químicos correctos y un poco de suerte puede encontrar a cualquiera, sin importar en donde se encuentre o que dios evite su encuentro, el cristal de Flamel podrá encontrar a la persona que tu quisieras *enrolla la hoja con cuidado* esto es un mapa hacía donde se encuentra Seiya

Aioros: no me convence del todo

Paula: es lo mejor que te puedo dar, que halla dioses muy poderosos metidos en este problema pueden ser un peligro que no quiero afrentar; o lo tomas o lo dejas

Aioros: no hay otra manera?

Paula: por ahora no, no arriesgare mi vida por esto ^porque a diferencia de te yo confió en Seiya y en sus desiciones^

Aioros:....*agarra el mapa* segura que esto funciona?

Paula: tiene su magia, querido, es lo mas cercano a su ubicación

Aioros: confió en ti, si esto no me sirve

Paula: tócame un pelo y te la veras con Kanon

Aioros: ya, adiós *se va*

Paula: espero que esto ayude *agarra el frasco* que bueno que Marin es mi amiga desde siempre, nunca hubiera encontrado un poco de la sangre de Seiya *recuerda algo* ese día se lastimo y yo lo cure *suspira aliviada* guarde su sangre cuando las cartas me mostraron su destino tan triste...... *se entristece* Seiya, como estarás ahora?

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En una gran cuidad, la querida pareja caminaba entre los pueblerinos. Entre la gente los dos resaltaban, el ambiente que los dos creaban era agradable y dulce, pero no evitaba que la amargura que los rodeaba se hiciera notoria. Todos podían ver la nostalgia e incomodidad que se tenían los dos, era evidente la tristeza que transmitía el mas bajo, su aflicción se asomaba en sus ojos.

Algo con ellos estaba fuera de lo normal.

Uno de esos días la amada pareja se encontraba cerca de las afueras del castillo; Ánthos hablaba con Pallas, la diosa que gobernaba el lugar, y a lo lejos podían a ver a Seiya mirar a la nada. Los ojos rojos del titán no parecían mostrar la misma alegría que tenía desde hace tiempo atrás, y claro la diosa lo nota con preocupación.

Pallas: Ánthos, que pasa? que tienes?

Ánthos: no me pasa nada

Pallas: Ánthos, tu no sabes mentir

Ánthos: estoy bien, Pallas, no te miento

Pallas *insistente* Ánthos......

Ánthos: mhhhh...me tengo que ir *se aleja*

Pallas: ÁNTHOS!!! VEN ACÁ!!!

Ya lejos de la rubia, el pelivioleta miraba la nada mientras calmaba su respiración y no paraba de temblar.

Ánthos ^por que tarda tanto en recordar? por que no sirve mis palabras? nada logra que el recuerde nuestro día^.....por que la vida es así conmigo? *suelta unas lagrimas* solo quiero volver a tenerlo a mi lado, es mucho pedir?

Entre sus llantos y lamentos, el cuerpo del de baja estatura caía al suelo sin parar de temblar.

Ánthos: es injusto!! todos tienen la oportunidad de ser felices, todos menos yo; que tengo contra el destino? por que no puedo ser feliz?

Siguió llorando hasta que las lagrimas dejaron de caer y su alrededor se encontrara muerto; arboles muertos, flores marchitas, el césped desapareció, todo su entorno estaba desolado, solo al tener el contacto con su cosmo tan triste y desesperado.

Ánthos: quiero volver al pasado, quiero estar con mi familia y con mi pegaso...






























































SOLO QUIERO SER FELIZ OTRA VEZ



























#Cuando, su alma estuvo triste,

inmersa en su dolor,

solo estuvo a su lado,

el Sauce llorón...

con sus infinitas almas,

y hojas de plata...

le dieron consuelo,

a su corazón.


«¿Por qué te miro así tan abatido,
pobre flor?
¿En dónde están las galas de tu vida
y el color?»


«Dime, ¿por qué tan triste te consumes,
dulce bien?»


«¿Quién?, ¡el delirio devorante y loco
de un amor,
que me fue consumiendo poco a poco
de dolor!»


«Porque amando con toda la ternura
de la fe,
a mí no quiso amarme la criatura
que yo amé.»


«Triste aquí, siempre llorando en mi dolor maldito»


«¡Habló la flor!...
Yo gemí... era igual a la memoria
de mi amor.»#

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