19. El fin de la guerra

Pasa un largo rato. Y finalmente Ban para de llorar.

- Ban ... Oh Iris - dice Jerichó

Ban levanta la cabeza y sin mirarla se retira las lágrimas que no habían caído de sus ojos. Me mira y me sonríe, para seguidamente besarme en forma de agradecimiento.

- ¿Que ocurre Perico? - dice Ban mirándola después de besarme
- ¿Estás bien? - pregunta preocupada
- Si, todo bien. ¿Tu? - dice Ban mirando la de pies a cabeza a ver si tiene alguna herida.
- Perfectamente, solo algunos rasguños insignificantes - dice sonriendo le - ¿Y tú Iris? ¿Todo bien?
- Si. Tranquila Jerichó. - digo volviendo a mirar al horizonte.

Los dos se elijan de mi, supongo que interpretan que quiero estar sola.

El sol desde su máximo esplendor calienta mi cuerpo.

- Que estas haciendo aquí sola jovencita - dice la grabe voz de Escanor
- Pensar supongo - digo suspirando
- Pensar tanto puede hacer mucho daño - dice Escanor
- Lo se. - digo alzando la vista al cielo
- Va ven... Ban... Y todos se preocuparan si sigues así - dice Escanor cogiéndome como un saco de patatas

Golpeó su hombro y doy paradas gritando. Pero Escanor no me suelta. La situación, de alguna manera me hace sonreír.

- ¿¡Iris!? - dice Diane al verme llegar gritando y dado golpes a Escanor.
- ¡¡Diane!! ¡¡¡Ayúdame!!! - grito

Pero nadie hace nada. Oigo las risas de todos delante de la situación. Escanor, me ha convertido en un espectáculo.
Veo las sonrisas de todos, cubiertos de vendas manchando se de sangre de sus heridas.
Sonrió olvidándome de mis problemas al ver a Ban reír junto a Jerichó y Meliodas.

Escanor, me lanza en el aire. Y para mi sorpresa me coge Ban en el aire.
Pero cuando vuelve a pisar el suelo, corre hacia la taberna.

Ban me tumba en la cama, recuperado el aliento.

- Mi niña... - dice repentinamente subiéndose encima mio
- ¿Que pasa con el resto Ban? - digo
- Están acompañados - dice besándome el cuello - Y te necesito

Con las vendas cubriendo las heridas. Ban no deja de besarme... Enredando mis dedos entre su pelo azul acariciándole.
De repente Ban se para, se acabo de encima mío y cierra los ojos.

- Te quiero Iris - dice repentinamente

Abro los ojos como platos. No esperaba que dijera eso ahora. Sonrió.

Ban ni siquiera ha levantado la cabeza para verme. Le acarició la espalda con todo el tiempo del mundo.
Ahora es solo él y yo.

Varios siglos después

Después de más de 200 años desde el final de la guerra con los 10 mandamientos los siete pecados capitales fueron disueltos.

Hasta donde sabemos, Elizabeth y Meliodas bajaron al infierno. Meliodas con el poder del rey demonio, no podía quedarse mas tiempo en la superficie humana sin provocar el caos.  King y Diane su fueron al bosque de las hadas. Supongo que a comunicar la decisión de Ban respecto a Eline, y el rey hada, respecto a Diane. Escanor y Merlín, desaparecieron tal cual aparecieron, tan misteriosamente como solo ellos saben hacerlo. Y Gowther... Supongo que encontró el camino correcto por la vida.
En cuanto a Hawk, y su madre. Meliodas los libero de la taberna. Hawk y su madre siguieron viajando por el mundo.

Y en cuando a Ban y a mí, construimos una pequeña casa, con dos pisos, con ayuda de un árbol en las tierras de mi gente.
Las ramas del árbol, ayudan a aguantar los suelos y los tejados de la edificación. Decorada con nuestras fotos. De los siete pecados capitales, y de esos amigos que nos ayudaron a vencer a los diez mandamientos.
Por que quieras o no, después de más de 200 años, los humanos se mueren. Por que al fin y al cabo son la raza menos duradera.

Había alguna foto de Jericho, de Eline, de Gilthunder, de Howzer, de Dreyfus, Griamore, Guila, y incluso Arthur Pendragon rey de Camelot. Todos ellos estaban colgados en nuestras paredes, para nunca olvidarles.

Pero sin duda alguna la foto que más me gustaba es la que adorna el comedor. Una que fue tomada justo en el momento indicado por el rey de Liones, Bartra, padre de Elizabeth, Verónica, y Margaret.
Sale Ban, cogiéndome en brazos, un pelín sonrojado, y yo cayendo del cielo. Justo en el momento en que Escanor me lanzo al cielo.

- Mi amor, deja de admirar me que me tienes aquí en mejor calidad... - dice Ban rodeando me la cintura pegándome a su cuerpo.
- A ti no te miro, me miró a mí zorro codicioso - digo riéndome dejando mi cabeza en su pecho.
- Ya claro - dice pellizcando me el vientre cariñosamente

Nos quedamos en silencio mirando esa imagen de hace más de 200 años..

- Esa gente se les hecha de menos - suspiró
- Son unos capullos por morirse antes que nosotros - afirma Ban riéndose
- Ban, Nunca moriremos nosotros - recuerdo
- Por eso son unos capullos - dice besándome el cuello.
- ¿No había que ir hacia Liones ya? - digo mientras apartó a Ban de mi cuello y me doy la vuelta
- Que va, aún hay tiempo - dice Ban volviendo a atacar mi cuello
- Vale pues vamos con tiempo que siempre va bien para refrescar la memoria y los cambios de la ciudad. - digo

Ban suspira y se queja, optando su postura de manos en los bolsillos, chaqueta pequeña abierta, corvado... Exactamente igual que la primer vez que le vi.

- ¿De que te ríes niñita? - dice sonriéndome
- De ti mi codicioso - digo tocando su nariz con la mía con la más grande de mis sonrisas.

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