13. Una noche con Gowther
Dejamos al capitán en su respectiva habitación y sigo a Ban desconectado hasta la suya.
Entra y cierra la puerta antes de que entre.
- ¿Todo bien? - me pregunta Gowther después de estar más de 10 minutos parada frente la puerta
- Si - digo para abrir la puerta y entrar sin mirar en su interior
Oigo que se aleja y respiro soltando un suspiro.
- Niñita.. ¿Que haces aquí? ¿Que pasa? - dice Ban
- Esperaba encontrar al amor de mi vida, ahí, en mi ciudad, esperaba ver a alguien... Y no se ha dado el caso. - digo dándole la vuelta dejando mis manos detrás de mí pegadas a la puerta mientras que mi espada está apoyada en esta, mis piernas cruzadas aguantando el equilibrio. - Te dije que solo necesita a saber que él estaba vivo...
Ban se sienta en la cama, y me mira fijamente. No sabría decir si está sorprendido o ansioso.
Me alejo de la puerta y me acerco a el. Le besó con toda mi pasión y el me abraza por la cintura.
- Eso ya lo he comprobado. Ahora tengo, toda la eternidad, para ti Ban. Para mi, solo estas tú... Te quiero zorro. Te quiero mucho zorro de los siete pecados capitales Ban... ¿Quieres salir conmigo el resto de la eternidad? - digo pegada a el
- ¿No lo estábamos haciendo ya? - dice Ban sonriendo de lado
- ¡No me respondas con una pregunta! - digo haciendo ver que me he mosqueado
- Yo también te quiero pequeña gruñona - dice besándome la mandíbula - Claro que quiero salir contigo niñita
Su lengua recorre mi clavícula. Y esa sensación vuelve a nacer desde mi espalda baja.
Dejo que me bese, y me lama. No me importa nada.
Acarició su cabeza mientras juego con su pelo, mientras me besa con todo el amor del mundo.
Se estira para apagar la luz de la habitación, ya que la luz de la luna parece ser lo suficiente para vernos, y crear un ambiente romántico. Ban me sigue besando seguidamente.
- Ya no zorro hambriento - digo alejando su rostro de mi cuello
- Hacía mucho tiempo que no estaba tan feliz... - dice mientras me obliga a sentarme entre sus piernas mirándole. - No tengo que decírtelo. Pero he conocido otra faceta de mi mejor amigo. Y estoy un poco sorprendido de ello. Sé que eso es el pasado y no lo puedo cambiar, que soy su mejor amigo por lo que ha hecho en un pasado más cercano que tenemos en común y no debería preocuparme... Pero aún así... - confiesa Ban
- No sé que ha pasado, pero el capitán es el capitán, haya o haga lo que haga... Le seguirás queriendo y siempre será el mismo Meliodas que conociste. - digo acariciando su pecho
- Eso es verdad - dice Ban mientras sus manos bajan peligrosamente
Le dejó hacer, veo que mira mis reacciones esperando permisos o no. Y decide hacerlo. Me coge el culo como animal que es el buen zorro.
- Ai no aprietes tanto - digo dando un pequeño bote
Ban ríe y me lame la mejilla. Me manosea el culo mientras va juntando poco a poco nuestras caderas obligándome a notar su masculinidad. Cuando ambas intimidades empiezan a rozarse sobre la piel, no puedo evitar gruñir casi mordiendo su cuello. Finalmente deja mi culo para retirarme y mirarme a la cara.
Su mirada se perfora en la mía.
- Te quiero mucho Ban - digo sin miedo
- Yo también te quiero Iris - dice besándome
Sus manos se deslizan por mi espalda y casi repentinamente mi camiseta desaparece. Rompe el beso para quitármela y me mira sin miramientos.
Me tapo rápidamente a pesar de habernos visto desnudos ligeramente.
- No tengas vergüenza - dice Ban besándome los labios mientras sus manos van hasta mis muñecas con largas caricias. - No tienes que te tener vergüenza conmigo
- Pero... - digo a medias - Ah...
Las manos de Ban recorren mis brazos lentamente, Ban no para de besar y lamer el cuello, la clavícula. Mis brazos se pegan con fuerza a mi pecho. Y Ban se ríe.
- Va niñita - dice
- No puedo... No me atrevo - digo
- Tranquila... Podemos no hacerlo pero tienes que colaborar niñita - dice Ban
- Pero... - digo a medias
- Tengo una idea, pero tienes que colaborar - dice Ban acariciándome las caderas que se movían sin ritmo sobre la masculinidad de Ban
- No sé yo... - digo
- Si mira - dice besándome
Ban me besa ferozmente alzo los brazos para pegarlo a mi, y en un rápido movimiento sin dejar de besarme, me tumba en la cama, con el encima mio. Ban me acaricia el vientre, y gimo entre sus labios. Me coge las manos y entrelaza nuestros dedos y poco a poco va juntando mis muñecas. Antes de darme cuenta, mis manos están completamente atadas a la cabezalera de la cama.
- Ves... Ya está - dice pasando su lengua por sus labios carnosos
- ¡Ban! - digo mientras los colores se me suben e intento mover mis manos inútilmente
Ban se ríe. Y me besa el cuello, seguidamente sus manos suben hasta mi pecho. Me toca por encima del sujetador con tranquilidad, aprieto los ojos con fuerza y me muerdo la lengua para que no se me escapen los gemidos. Ban pone una pierna entre las mías que roza mi intimidad cada vez que intento escaparme de sus caricias.
- Ahh... - gimo intentando esconderme
Intento mover las piernas pero es completamente inútil, solo consigo que Ban llegue a más sitios.
Ban me levanta la espalda y me quita el sujetador con toda la calma del mundo. Ban me mira todo el cuerpo con todo el descaro del mundo, pasando su lengua por sus labios como si quisiera devorarme.
Augmento de colores y poco a poco un segundo corazón se acelera entre mis piernas.
- Eres lo más bonito que he visto en mi vida Iris - dice Ban besándome el pecho
- Baan... - gimo arqueando la espalda
Ban me coge del pecho sin miramientos, lo besa con toda la ternura del mundo y repentinamente se lleva uno de mis pezones a su boca. Un sonoro gemido se me escapa al notar su lengua rodear mi pezón, su mano izquierda no deja de desatender el otro y me pellizca el otro. Una vez se ha cansado de mi pecho izquierdo va al derecho y repite el proceso. Noto como todas sus caricias mandan ordenes a mi intimidad.
Me muerdo el labio para intentar no gemir más y despertar al resto.... Pero es prácticamente inútil.
- Baan... - digo
- Bueno... Pasemos al siguiente ¿no niñita? - dice sonriendo me
Antes de que pueda rechistar su mano cubre toda mi intimidad. Me sobre salto y me mira preocupado, pero al sonreír le se olvida de esa relación y mueve sus dedos. Noto sus dedos acariciarme encima del pantalón, y no puedo evitar morderme el labio intentando esconder mi placer.
- Ah... - se me escapa entre mis labios de la forma más sonora posible.
- Tssss niñita.... No queremos que los demás se enteren - dice Ban susurrándome en la oreja
Me muerde y cuando me doy cuenta estoy completamente desnuda e indefensa delante de Ban. ¿En que momento me ha quitado los pantalones y las bragas? Ban me mira esta vez completamente desnuda delante de él.
- Waw - dice volviendo a sacar su lengua para pasarla por sus labios
- No me mires así - suplico intentando cubrirme cómo puedo
- No te escondas Iris... No tienes nada que esconder... Conmigo no tienes que esconderte de nada. - dice Ban consolándome - Quiero que lo disfrutes, de verdad. ¿Confías en mí?
Dudo durante un segundo, pero la cara de Ban me quita mis temores.
- Siempre - digo sonriendo le
Ban me besa, pero rápidamente me deja añorando sus labios y sus manos tocándome. Ban se aleja y me mira con su típica sonrisa de burlón. Lentamente se quita la chaqueta dejando su pecho, y sus pectorales tan marcados al aire. No se lo piensa mucho para proseguir con sus pantalones mientras hace unos extraños movimientos de caderas. No puedo evitar reír ante esta tontería. Y veo que Ban sonríe al verme tan cómoda.
Finalmente Ban se queda completamente desnudo delante de mi. Esta vez soy yo quien le mira de pies a cabeza.
Me muero el labio y en respuesta el se acaricia a mejilla con una enorme sonrisa.
Ban se pone encima mio, noto su masculinidad sobre mi obligo mientras me besa otra vez. Y de repente me va besando mientras baja hasta mi intimidad.
- No tienes por que hacerlo Ban enserio, no hace falta -digo rápidamente al ver sus intenciones.
Pero no obtengo respuesta, Ban abre cuidadosamente mis piernas y empieza a lamerme. Noto su lengua dar vueltas de arriba a abajo, y de repente, un sonoro gemido se me escapa cuando Ban empieza a penetrarme con la lengua mientras pellizca mi clítoris. Después de un rato gimiendo intentando esconderme, Ban decide que ha llegado el momento.
- ¿Preparada? - dice Ban mientras me abre las piernas y se coloca en medio - Abre las piernas
- Si - digo tragando mi saliva sonoramente
Sus labios se vuelven a posar sobre los míos, y lentamente noto como se abre espacio en mi interior.
Un dolor me arrebata todo lo que estaba sintiendo, y en mis ojos se acumulan pequeñas lágrimas que caen a las sabanas de la cama.
- No puedo hacerlo con más cuidado - dice Ban besándome los ojos - Lo siento, no quería ....
- Está bien... Sé que se pasará - digo cerrando los ojos
- Niñita, no dejes de mirarme - súplica besándome
Su mano sube hasta las mías y me las desata. y seguidamente la suya va donde nuestros cuerpos se juntan y me acaricia con toda la calma del mundo, esperando que pare de dolerme.
- Por mi... No te contengas, en algún momento pasará - digo mientras le cojo el cuello
- Pero quiero que lo disfrutes desde el principio - dice Ban lamiendo mi cuello
Ban sin moverse empieza a sustituir mi dolor por placer. Y cuando empiezo a gemir de nuevo el deja ese punto para empezar a hacer un vaivén demasiado placentero.
Automáticamente, clavo mis uñas en su piel... Y acelera el ritmo muy peligrosamente ....
- Más despacio ¡joder! - digo cómo puedo
- Tssss, esos gritos niñita.. - dice Ban poniendo una mano sobre mis labios. Empiezo a morderlos y lamer los con fuerza y Ban sonríe. - No puedes pedirme que vaya más despacio después de eso
Su ritmo vuelve a acelerar. Yo que ya lo creía imposible...
Empieza a nacer un espasmo desde la parte baja de mi espalda, Ban acelera el vaivén.
Mi mente queda en blanco y los labios de Ban presionan los míos como si quisiera devorarla.
Ban sale bruscamente de mi cuerpo sin dejar de besarme mientras ahogo entre sus labios el más grito de placer de toda la noche.
- Te amo - dice Ban separándose de mi
- Yo también - digo suspirando.
- Ves.. te he dicho que te gustaría - dice el con su tono engreído
- Nunca dije que no me gustaría Ban - digo mientras él se tumba en la cama a mi lado y yo me acurrucó entre su pecho
La sábana de la cama cubre nuestros cuerpos desnudos, y sudorosos.
Ban me besa la nuca, y antes de darme cuenta, me duermo terriblemente cansada entre sus brazos.
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