11. Un pasado en común

Me despierto por la mañana. El sol entra por la ventana, como si quisiera levantarme violentamente, y de repente siento el calor matutino. Abro los ojos lentamente y miro el techo, a diferencia de otros días me apetece mucho moverme, salir, correr, gritar eufórica. 

Doy un salto y me levanto de la cama. Llevo la ropa de ayer, cuando Ban y yo salimos del lago, abro el armario y me pongo un vestido negro y ajustado. Pero al verme en el espejo me cambio a unos pantalones largos y mallas y una camiseta de tirantes azul. 

Subo al margen de la ventana y salto. Me dejo caer hasta el suelo, sin intentar caer bien, en ello me rompo la mano, y segundos después la vuelvo a tener bien.  La madre de Hawk sigue andando, pego un salto y subo hasta su lomo. Suelto un suspiro, liberando toda mi tensión, y me estiro, mientras el sol sigue subiendo sin descanso. 

- Niñita... ¿Se puede saber que haces ahí? - dice Ban desde la ventana de mi habitación
- Estirar-me - respondo con una enorme sonrisa

Ban viene de la misma manera que yo, solo que teniendo mas cuidado hasta donde estoy, y me abraza por la espalda poniendo sus manos en mis caderas, y dejando su cabeza en mi hombro. 

- Estas muy feliz... ¿a que se debe? - dice besándome el cuello 
- No lo se - digo mientras subo los hombros para evitar que siga besándome el cuello mientras que el se ríe

Me muere la oreja y me la lame con todo el cariño del mundo. 

- Estas muy cariñoso hoy - digo dándome la vuelta y rodeando su cuello para besarle 

Ban no responde, se limita a cogerme en brazos y besarme. Rodeo mis piernas en su cadera y el me acaricia la espalda. Nos separamos y me empiezo a reír. 

- ¿Que te pasa? - dice empezando a reír 
- No lo se me ha hecho gracia - digo sin parar de reír 
- Bueno... ¿Vienes a desayunar? - dice 
- Claro - digo 

Ban me baja y cogidos de la mano volvemos a la taberna. Todos nos sentamos en la barra y en las mesas que tiene el local y antes de que Ban sirva la comida la madre de Hawk se establece en el suelo. 

- Ban dijo ayer que encontrasteis tu ciudad Iris - dice Merlín
- Si la encontramos bajo el agua del lago de aquí cerca - afirmó
- He estado esta noche preparando hechizos para poder bajar y respirar - dice Merlín - Pero solo pueden ir tres

Sin valorarlo mucho he mirado a Ban instantáneamente.

- Yo también voy - dice Meliodas rápidamente

Ban asiste en silencio.

- Está bien - digo - ¿Podremos hablar con eso?
- Si será como si estuvierais fuera del agua. - explica Merlín

Antes de darnos cuenta, los siete pecados capitales Hawk, Elizabeth y yo estábamos rodeando el lago.

- No sé cuánto rato tendréis, pero tener cuidado - dice Merlín

Los tres, con el traje de baño puesto, nos hundimos bajo el agua.

- Si es verdad que puedo respirar - digo sonriendo
- Va venga vamos - dice Ban cogiéndome la mano para arrastrarme hacia abajo.

Meliodas a mi derecha no dice nada, respira tranquilo y nos vamos sumergiendo poco a poco.
Visualizamos de nuevo la ciudad, y miro la reacción de Meliodas.
Se petrifica, deja de nadar y me obliga a pagarme preocupada.

- ¿Meliodas? - digo llamando la atención de Ban
- Capitán ¿Ocurre algo? - dice Ban subiendo hasta dónde está Meliodas

Meliodas niega con la cabeza, se frota los ojos y sigue alucinando.

- Estoy bien, solo me ha impresionado - dice con una sonrisa

Volvemos a retomar el ritmo y llegamos hasta las calles.
Las recorremos, sin decir palabra.

Meliodas actúa raro, y a Ban y a mí nos estresa.

- Esa es mi casa - digo señalándola

Ban y Meliodas me siguen de cerca y yo entro rápidamente en ella.
Las fotos que guardamos el otro día me traen recuerdos.

- No puede ser - dice Meliodas viendo una foto de mis padres
- ¿Que pasa capitán? - dice Ban

Meliodas no dice nada... Y los miro perpleja.
Ban y el salen de casa y yo sigo hundiendo me en mis recuerdos nostálgicos.

Cubiertos, pinturas, fotos, todo, todo me trae recuerdos.

- ¿Niñita, todo bien? - dice Ban asomando la cabeza dentro de la casa
- Sii - digo rápidamente mientras veo la puerta de mi habitación

Les oigo discutir, o hablar, pero las paredes de mi habitación me alejan de la realidad.
La ventana, las sábanas, las imágenes que voy guardado, la mesa, los libros. Todo lo pongo en bolsas para subirlo.

- Niñita ¿cómo vas? - dice Ban repentinamente detrás de mi
- Creo que podemos seguir buscando a alguien - digo con varias bolsas
- Dame eso, anda - dice Ban quitándome las bolsas
- Cuidado ¿he? - digo asustada
- Sisi - dice Ban

Meliodas no hace contacto visual conmigo... ¿Que está pasando?

PV Ban

Meliodas me saca de la casa de Iris. Mientras Iris sigue divagando en su casa con sus propios recuerdos y vivencias

- ¿Que pasa capitán? Me empiezas a asustar - digo
- Lo he hecho yo - dice repentinamente - Hundí está raza

Le miro entre sorprendido y sin acabar de creerme lo.

- ¿Niñita todo bien? - digo  asomando la cabeza dentro de la casa
- Sii - dice Iris desde el interior

- ¿Sabes que estuve en los diez mandamientos verdad? - dice
- Si lo sé, fuiste su líder y luego te cansaste y te convertiste en un pecado capital - digo
- Bueno, pues algo así. Mientras estuve con ellos, hundimos varias razas en la miseria, entre esas ... Esta - dice Meliodas
- Pero... - digo sorprendido
- He reconocido la ciudad antes de llegar, los 10 mandamientos exterminados a toda su gente por el puro placer de hacerlo iniciando así la guerra contra las diosas. - dice Meliodas - Esta raza era la más poderosa después de la de las diosas.

Alucino en colores sin parar.

- No puedo... No sé mirarla... Ban no puedo mirar a Iris a los ojos... Yo... Mate a sus padres con mis propias manos.... No puedo miraros - dice Meliodas mientras emocionalmente se va encogiendo.
- No me lo puedo creer - susurro

Meliodas no dice nada. No lo acabo de entender. 
Doy por finalizada la conversación y entro acompañado del profundo silencio dentro de la casa.

Iris está en su cuarto concentrada en sus recuerdos.

- Niñita ¿cómo vas? - digo repentinamente detrás de ella 
- Creo que podemos seguir buscando a alguien - dice esperanzada
- Dame eso, anda - digo quitando le las bolsas
- Cuidado ¿he? - dice con una cada de pánico
- Sisi - digo sonriendo le

Ella mira a Meliodas que nos evita.... Esto va a ser muy incómodo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top