🥀 Your fault

30 de Julio, 2022.
Jungkook’s house.
09.15 a.m.

Es tu culpa.

Sí, tu culpa.

Vas a arruinar su vida. Te odiara.

¿Y sí nos lastima? ¿Y si nos abandona?

Le romperá el corazón.

Nini te odiará.

Él no es su padre.

¡Si lo es!

Eres terrible, eres un mal padre.

¡BASTA, BASTA!

Tragué saliva y miré al alfa frente a mí. Jungkook extendió su teléfono y lo colocó a la altura de mis ojos.

—Mira —soltó, escandalizado—, ese tipo quiere seguirme en redes. Planea algo, estoy seguro.

¿Qué?

Tomé el teléfono entre mis manos con delicadeza. Miré la pantalla y confirmé sus palabras; Jaebeom quería seguirlo.

—Rechaza la solicitud y bloquealo —sugerí en voz baja.

No entendía que estaba buscando aquel alfa, ni siquiera comprendía qué pretendía con seguirnos a todos. Aquello era extraño y estaba comenzando a alterar mis nervios.

Jungkook tomó su teléfono y lo bloqueó, luego me miró y puso los ojos en blanco.

—Gguks, no dejes que ese tipo arruine nuestro día, ¿sí? —tomé su rostro entre mis manos y le sonreí—. No tiene sentido, vas a estar dándole el gusto.

Hizo un puchero y, seguido a eso, arrugó la nariz.

—No, tú le estás dando el gusto al darle una oportunidad. —No contesté, solo me quedé mirándolo con detenimiento—. Estoy seguro que ni siquiera está interesado en Nini, solo lo usa para acercarse a ti.

Hice una mueca.

Lo haces sentir inseguro.

Eres malvado. Solo piensas en ti.

—Yo no he dicho que vaya a darle una oportunidad, pensé que anoche había dejado en claro que estaba pensándolo. —Jungkook no respondió, solo suspiró.

—Tienes razón, lo siento. —Se acercó a mis labios y me dio un beso—. Me altera, él realmente saca lo peor de mí.

No respondí, solo le hice una caricia en la mejilla y sonreí. No sabía cómo transmitirle tranquilidad, después de todo, yo me sentía igual que él.

Él cerró sus ojos y suspiró ante mi toque.

—Voy a ir a buscar ropa para Nini —informé. Jungkook hizo una mueca—. Iré a casa y volveré, ya van dos noches que nos quedamos aquí y es necesario que el peque se tome una ducha, ¿no?

No quería que fuera, él sabía que mi madre estaría en casa y eso no le gustaba.

—¿Te puedo acompañar?

Negué.

—¿Quién se quedará con Nini? No lo quiero despertar. Será rápido, lo prometo.

[ 🥀🥀🥀🥀🥀 ]

Las voces de mi cabeza no se iban, permanecían ahí, torturando y haciendo cada segundo más difícil. Trataba de vivir con ellas y de soportar el dolor que me generaban, lo hacía por todos aquellos a los cuales amaba.

Pero había días donde dolían demasiado y me destruían poco a poco. Mi dolor estaba ahí, pero pocos lo veían. Nunca quise mostrarlo, nadie más que yo podría ayudarme.

Tenía que ser fuerte por mi hijo, aguantar e ignorar aquello que me hacía daño, pero ¿cómo lo hacía? ¿Cómo aguantaba aquello que me destruía poco a poco? Los miedos eran cada vez más grandes.

No quería sufrir.

No, no quería que ellos sufrieran.

Llego a un punto en mi vida donde ellos dos se convirtieron en mi prioridad; me dejé de lado y me dediqué a cuidar de sus corazones y mentes.

Nos destruía.

Nos lastimaba.

No me daba cuenta. Yo solo quería hacer lo mejor.

¿Pueden creerme?

Me enamoré de Jungkook desde la primera vez que lo vi y lo amé cuando sus brazos rodearon mi cuerpo, dándome ánimo y ayudándome a ser fuerte.

¿Qué haría sin él?

Nada.

¿Lo merezco?

A veces lo dudo.

Jungkook siempre fue demasiado para mí o eso me hacían creer.

Guardé la ropa de Nini en una mochila, también algunas cosas mías y cerré con llave la puerta de la habitación.

Ella estaba ahí, de brazos cruzados, esperándome.

—¿Te parece correcto dormir otra noche más en su casa? ¿Qué crees que dirá la gente de ti? —No contesté, solo me aseguré que la puerta estuviera bien bloqueada—. Jimin, no puedes seguir actuando desvergonzadamente, ese chico va a terminar en la boca de todos por tu culpa.

Escuchala.

¡No! No lo hagas.

—Jungkook no parece tener problemas con eso —respondí, intentando sonar seguro de mis palabras—. Ya no quiero comentarios al respecto, soy adulto, no necesito que me digas que hacer.

Ella soltó un bufido y puso los ojos en blanco.

—¡Claramente necesitas que te diga que hacer! Durante tu adolescencia confíe ciegamente en ti y mira como terminaste. —Me señaló y sus palabras me atravesaron como miles de disparos directos al corazón—. Tienes un hijo, su padre los abandonó y no tienes otro remedio que condenar a un chico inocente.

Tiene razón, solo estás arruinando su vida.

No lo hacemos, él nos ama.

Pero ¿y si nos abandona? ¿Qué haremos si él no deja?

¡No lo hará, Jungkook sería incapaz de hacer algo así!

—No te metas, mamá.

Ella era la culpable de mis inseguridades y miedos. Ella me hacía dudar de mis decisiones y sentimientos, siempre lo hizo.

—¿Puedes pensar en tu hijo y dejar de lado el egoísmo? ¿Qué pasará si ese chico se cansa de ti? ¿Has pensando en el daño que le ocasionará a Nini? —Me detuve.

No, no, de nuevo no.

No la escuches, Jimin.

—¡Esa criatura necesita estabilidad!

Mis manos comenzaron a temblar; me sentí enfermo y molesto, pero ella no se daba por vencida tan fácilmente y por esa misma razón, continuó soltando ataques hacía mí. Cada una de sus palabras se grabaron en mi mente y en mi corazón. Me sentía agobiado de todo lo que sucedía a mi alrededor.

Claro que pensaba en todo lo que ella me decía. Nadie sabía lo que era estar en mi cabeza, nadie sabía las noches que pasaba sin dormir consumido por la ansiedad y la incertidumbre.

Nadie tiene idea.

—Le harás pasar a tu hijo, lo mismo que te hizo pasar tu padre a ti. ¿Crees que eso es justo? ¡No seas mal padre!

Esas fueron las últimas palabras que escuché antes de salir de la casa, me dolieron y sentí que era injusta la comparación. Yo no era igual que mi padre, estaba muy lejos de serlo y ella lo sabía. Lo único que buscaba era un hogar y una familia para mi hijo, ¿era malo desear eso?

Mi vida no era algo sencillo y nunca lo fue. Pasé la mayor parte de ella sufriendo por el abandono de mi padre y lidiando con el rencor que mi madre tenía con el mundo por culpa de él.

Mi padre se dio el lujo de abandonarme dos veces en esta vida: cuando era tan solo un bebé y luego cuando era un adolescente. La segunda fue por mi terquedad y mis deseos de tener una figura paterna, lo busqué y rogué su cariño, pero lo único que recibí fue el rechazo de él y su nueva familia.

Ese dolor generó en mí inseguridades y miedos, incluso hasta el día de hoy los tengo. No me podía dar el lujo de pensar en esas cosas ahora, no cuando mi relación con Jungkook ha comenzado y no cuando él me necesita más fuerte que nunca.

Caminé por las calles de Busan en dirección a la casa de Jungkook, mientras intentaba pensar qué decisión tomaría. En mi cabeza aún no había nada claro, Jaebeom podía traer soluciones, pero también podría traer muchos problemas.

Mi mente me decía que no podía negarle la posibilidad a mi hijo de estar con su padre y de tener una vida junto a él, pero mi corazón me pedía a gritos que ignorara esos pensamientos y que no lo dejara entrar a nuestra vida.

No podía tomar una decisión así a la ligera, pero sobrepensar las cosas me hacía confundir y  aún más cuando las palabras de mi madre resonaban en mi cabeza.

Me detuve en la puerta de aquella casa y puse mi mejor cara. Ellos no merecían verme angustiado, ellos no merecían verme derrotado.

Tragué saliva y entré. Jungkook cantaba y Nini se reía. Los pude escuchar desde la puerta, así que la cerré y me apoyé en ella.

Solo quería oírlos y olvidar el dolor de mi alma.

Cerré mis ojos e intenté apagar mi mente, pero todo seguía ahí. Sus palabras seguían ahí.

«Por tu culpa, él será infeliz».

«Eres un mal padre y un mal hijo».

«Yo no te crié así».

«Seongjin tendrá una vida miserable, le harás pasar lo mismo que tu padre te hizo pasar a ti».

Basta, por favor.

Basta.

Jungkook llegó a mi lado, lo supe por su aroma fuerte y protector. Estaba preocupado, yo lo había preocupado nuevamente.

Lo siento, lo siento. No te merezco.

Solo te hago daño.

Solo te preocupo.

—Basta —dijo con autoridad—. Lo que sea que esté pasando en tu cabeza, se acaba ahora.

Ni siquiera entendía cómo podía saberlo. ¿Era mi aroma? ¿Era mi expresión? ¿Era nuestra conexión? ¿Cómo podía saber que me pasaba?

No dije nada, solo me acerqué y apoyé mi frente en su pecho. Él me abrazó y la mochila cayó al piso. Me sentía agotado, quería dejar de pensar, quería que todo se fuera de mi cabeza... pero no sabía cómo hacerlo.

Perdón, perdón por no ser lo suficientemente bueno para ti, Jungkook.

[ 🥀🥀🥀🥀 ]

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