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29 de Julio, 2022.
Busan, Corea del Sur.

Estaba ahí, pero mi cabeza estaba en otro lado. No podía dejar de pensar en aquella caja y en lo que significaba que estuviera allí.

¿Jimin le iba a dar ese regalo a Seongjin? ¿Por qué no me dijo nada?

—¡Hey! ¡Préstame atención! —La voz de Seokjin me sacó de mis pensamientos—. Te estoy hablando, Jungkook.

Agité mi cabeza y solté un suspiro. No podía concentrarme, aquello me afectó más de lo normal.

—Lo siento. —Intenté sonreír—. ¿De qué me hablabas?

Mi hermano mayor hizo una mueca y luego puso los ojos en blanco. Desde que llegué me encontraba disperso y eso le preocupaba demasiado.

—¡Jimin llegó apestando a ti! ¿Puedes explicarme eso?

Sentí un extraño calor llegar a mis mejillas y luego esparcirse por todo mi cuerpo. Tosí y miré hacia atrás.

Jimin y Seongjin no estaban presentes en aquella sala; habían salido al patio junto a Yoongi, por ende lo que dijera no sería escuchado por ninguno de los dos.

—Tuvimos sexo —confesé rápidamente—. No fue algo muy romántico y quizás eso me angustia un poco, pero lo peor fue lo que pasó después de eso.

Seokjin me miró con sorpresa, su boca estaba levemente abierta y sus ojos de par en par. No le di tiempo a contestar, solo continué diciendo:

—Jaebeom, el papá de Nini, le envió un regalo y creo que Jimin planea dárselo.

Mi voz sonó más chillona de lo normal y mis manos comenzaron a temblar. Que ese tipo apareciera en nuestra vida estaba arruinando por completo mi psiquis. 

—¡¿Tuviste sexo con Jimin y no puedes dejar de pensar en ese alfa?! —preguntó, exaltado—.  Jungkook, creo que deberías organizar tus prioridades.

Abrí mis ojos de par en par. ¿Cómo se atrevía a cuestionar mis prioridades?

—¡Ellos son mi prioridad! —solté entre dientes,  furioso—. Que ese tipo llegué a nuestra vida sólo significa caos y descontrol. Me niego que así sea.

Mi hermano se acomodó en el sofá, había cierta incomodidad en él y desde mi llegada parecía querer decirme algo.

—De eso quería hablarte. —Su voz sonó insegura e incluso revisó que a nuestro alrededor no hubiese nadie.

—¿De eso? —Fruncí el ceño—. ¿A qué te refieres?

Seokjin hizo una pausa y se quedó pensativo por varios segundos. Parecía estar teniendo una batalla interna, claramente dudaba en qué tan correcto era decirme aquello.

—Sabes, hace mucho que estoy preocupado por tu relación con Seongjin y Jimin —confesó—. Honestamente, me sorprende demasiado que hayan concretado algo y me alegra mucho que por fin decidieran hacerlo. —Respiró profundamente—. Pensé que nunca lo harían y por eso me tomé el atrevimiento de investigar algo.

¿Uh? ¿Investigar algo?

Lo miré con atención.

Por la manera en la que hablaba mi hermano todo parecía muy serio. No sabía si debía asustarme o alterarme, pero decidí que lo mejor era escuchar.

—¿Sabes que puedes exigir y reclamar la paternidad de Nini?

Mi mundo simplemente se detuvo.

—¿Qué?

Mi voz apenas sonó y mi cuerpo se tensó completamente. ¿Reclamar la paternidad de Nini? Seokjin asintió.

—Puedes hacerlo. Nini en varias ocasiones ha declarado que te ve como su padre y ante la justicia la palabra del pequeño tiene mucho peso. —Mi cerebro apenas podía procesar toda la información que me estaban dando—. Hay una ley que ampara al padre que es escogido por el lobo y si tú inicias un proceso legal, muy posiblemente se te otorgue la paternidad de Nini.

¿Es eso posible?

¿Cómo no lo sabíamos?

¿Proceso legal? ¿Sería como pelear por su custodia?

¿Deberíamos hacerlo?

Pero Jimin…

Jimin.

Mierda.

Llevé las manos a mi cabeza y cerré mis ojos con fuerza. Me lo planteé, por mi cabeza pasó la idea de pelear por mi pequeño, pero cuando la imagen de Jimin apareció ante mis ojos, me di cuenta lo mala idea que era.

—Él me odiaría si me atreviera a hacer algo así. Jimin me deja cuidar a Nini y yo no puedo desafiaron de tal manera, seria como traicionarlo.

Seokjin tragó saliva e hizo una mueca.

—¿Acaso él no te traiciona a ti dándole la oportunidad a ese hombre? —Me quedé en silencio y él suspiró—. Escucha, yo sé que esto es difícil, pero debes ser inteligente. No quiero meterte ideas en la cabeza, pero tú no sabes que clase de hombre es ese alfa; debes estar preparado para todo y más cuando eso significa proteger a Nini.

Tenía sentido lo que decía, incluso era lo más lógico que podría llegar a hacer, pero atreverme a hacer eso, ¿no era demasiado? Mis manos comenzaron a sudar y mi mente comenzó a crear escenarios caóticos. Tantas cosas podían salir mal.

Tragué saliva y agité mi cabeza, necesitaba sacar esa idea de ella.

No lo haré.

¿No? ¿Sí?

Quizás no haya que descartar la idea.

¡No, mierda!

—Prefiero conservar la paz con Jimin —solté con seguridad, pero aun así mi voz tembló—, que el pequeño me vea como su padre y yo lo vea a él como mi hijo no me hace su padre biológico. —Las palabras salían de mi garganta con dolor, pero aún así las dije. Necesitaba darme ese golpe de realidad yo mismo—. No quiero pelear con Jimin y mucho menos volverme su enemigo.

—¿Entonces? ¿Qué planeas hacer?

—Seguir con mi plan original. Los llevaré de vacaciones y trataré de hacer que Jimin se dé cuenta de que no es bueno que Jaebeom se involucre con Nini. —Sonreí y asentí, solo quería autoconvencerme de que aquello iba a funcionar—. Serán quince días alejados de todo eso, yo sé que me escogerá.

Seokjin soltó un suspiro y colocó su mano en mi hombro.

—No creo que esto se trate de escoger a alguien. Jimin solo intenta hacer lo correcto para su hijo y quizás eso no te incluya a ti.

Nos quedamos mirando por varios seguros. Seokjin había plantado una idea en mi mente y el miedo de perder todo la hacía sonar como algo maravilloso.

Vamos, ¿qué podría salir mal?

Muchas cosas. 

Las risas de Yoongi y Jimin nos hicieron cerrar la boca. Mis sentidos se alertaron y pude sentir un aroma dulce acercarse a nosotros, me levanté y me volví hacia atrás.

Mi cuñado y Jimin estaban entrando a la casa, pero Nini estaba parado en la entrada de la sala. Nos miraba con ojos atentos, como si hubiese escuchado algo.

Le sonreí y él me imitó.

Respiré profundamente y lo único que pude pensar es que haría todo para defender a mi familia. Ese tipo no iba a llegar a arrebatarme todo.

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¡Gracias por leer!