🦋 28 de Julio, 2022.

28 de Julio, 2022.
Busan, Corea del Sur.

Un hermanito. Nini había pedido un hermanito para su cumpleaños.

Tragué saliva y reí.

¿Qué debía responder a eso? Era mi culpa, ¿no? A ver, yo esperaba que el pequeño pidiera un papá, no un hermanito. ¿Cómo le regalaba yo un hermanito?

Miré al omega que estaba frente a mí y sonreí.

—Vaya, sí que pidió un gran regalo para su cumpleaños —solté, nervioso.

Jimin me sonrió y asintió con gracia, él sabía que el culpable de aquella ocurrencia estaba frente a él.

—¿Te parece? —Sentí el sarcasmo en su voz y de golpe, me sentí un niño luego de realizar una gran travesura.

Pensé en qué responder, pero no sabía cómo defenderme, así que solo busqué una forma de huir.

—Voy a pedir algo para cenar.

Mi voz sonó dudosa y bastante temblorosa, no había que ser muy inteligente para darse cuenta que yo estaba detrás de todo eso.

Sin esperar una respuesta, salí de la sala y me dirigí a la cocina. Desde allí pude escuchar como el omega se reía de mi cobardía, me mordí el labio inferior con fuerza y traté de pensar en cómo debía proceder en ese momento. Nini me había metido en un gran aprieto.

O mejor dicho, yo solo me metí en ese problema.

Respiré profundamente e intenté mantener la compostura.

Nuestro niño fue claro. ¡Nini no pidió un papá, porque ya nos tiene a nosotros!

Pero pidió un hermanito.

¡Sí y nosotros podemos darle ese regalo!

Se me escapó un lloriqueo ante el pánico que sentí recorrer por mi cuerpo. Por supuesto que yo quería un bebé con Jimin, pero apenas podía confesarle mis sentimientos. ¿Cómo iba a llegar aún más lejos?

Solté un suspiro e intenté contener mi caos de emociones. Aquel rubio había venido a pasar la noche conmigo y no podía hacerlo esperar.

Llamé por teléfono y pedí algo para comer. En otra ocasión, me hubiese puesto a cocinar, pero en ese momento solo tenía ganas de llorar e implorar a la luna una ayuda para salir de aquel aprieto. Luego de pedir la comida, llegué a donde estaba el omega y lo observé jugar con Bam.

—¿Estás bien? —preguntó y yo asentí en respuesta.

Esa iba a ser una noche muy larga.

[ 🦋🦋🦋🦋 ]

Le pasé la copa con vino a Jimin y él respondió con un dulce gracias, mientras la tomaba con delicadeza.

—De nada —respondí y tomé un lugar a su lado.

Luego de haberme informado del pedido de Nini, decidimos tomarnos un pequeño descanso de aquella conversación para cenar. Por supuesto, durante esa hora completa, no pude dejar de pensar en qué carajos había pasado.

¿Nini le había pedido un hermanito? Pensé que solo iba a pedir un papá y de esa manera yo lograría obtener algo.

¿Cómo debía proceder? ¿Lo mejor era quedarme en silencio y no decir nada? Nini cambió, en cuestión de minutos, todo un plan perfectamente elaborado.

Jimin carraspeó y llamó mi atención. Le sonreí y él le dio un sorbo a su copa.

—La cena estuvo deliciosa.

—Me alegra que te gustara. Honestamente tenía planeado cocinar, pero para la próxima será —conté.

Él soltó una risa llena de ternura y se me quedó mirando por varios segundos. Había algo en su mirada que no podía descifrar.

¿Ternura? ¿Preocupación? ¿Cariño? ¿Curiosidad? ¿Angustia?

No.

Esperanza.

—¿En qué piensas? —pregunté, sonriente.

Jimin desvió su mirada a la copa en sus manos y soltó un suave suspiro. Lo miré atentamente y él preguntó:

—¿Alguna vez has pensado en por qué tu relación con Eunha no duró?

Fruncí el ceño confundido.

¿Qué?

—¿Qué clase de pregunta es esa? —solté, curioso y divertido. Jimin me miró con ojos bien abiertos. Tragué saliva y respondí—: Es obvio que no duró porque no funcionamos como una pareja. Además, ¿por qué pensaría en ello?

Aquella pregunta lo descolocó un poco porque frunció el ceño inmediatamente y se quedó pensativo por varios segundos.

—No lo sé, yo suelo pensar en ello —respondió—. ¿Por qué no lo harías tú?

Le sonreí.

—¿Piensas en tus relaciones fallidas o en las mías?

—En ambas, pero más en las tuyas. ¿Es extraño para ti que haga algo así?

¿Era extraño que lo hiciera? Yo también solía pensar en sus relaciones fallidas,  pero era claro que mis intenciones eran otras.

—No lo sé, no esperaba que mis relaciones fallidas estuvieran en tu cabeza. ¿Es algo que te sucede solo conmigo o también te preguntas sobre las relaciones de Hoseok?

Jimin me miró fijamente y elevó sus cejas con incredulidad y gracia.

—Bueno, Hoba solo ha tenido una pareja y él es bastante expresivo en cuánto a lo que le sucede. No tengo margen para hacerme ideas o preguntarme, porque él me cuenta.

Fruncí el ceño.

—¿Hoseok ha tenido pareja? —Mi voz sonó sorprendida ante aquella revelación—. ¿Acaso lo conozco?

El omega soltó una carcajada, pero yo no me reí. Se detuvo de inmediato y preguntó:

—¿Hablas en serio? ¿No sabías? ¿De verdad no lo conoces?

Me encogí de hombros. Claro que no sabía de aquello, incluso me sentía ofendido por enterarme de aquel dato de esa manera.

—No, no lo sabía. Bueno, tampoco creo que él me vaya a contar. Es tu mejor amigo, no el mio.

El rostro de Jimin reveló cierta confusión, pero luego su semblante se relajó y hubo algo muy distinto en él.

—Oh. Por supuesto, no lo conoces por lo que veo. —Decepción. Jimin sonrió con decepción—. Igual, no me cambies de tema. Hablábamos de tí, no de Hoseok.

—De acuerdo. —Suspiré y solté una risa.

No podía creer que me estuviera preguntando algo así. Él siempre ocupó casi el cien por ciento de mis pensamientos, nunca iba a poder pensar en otra persona.

—No —respondí—. Definitivamente no pienso en mis relaciones fallidas. Quizás porque fue solo una y no era del todo feliz en ella.

—¿No lo eras? Pensé que si. —Rió—. Te observé durante mucho tiempo y te veía muy radiante, me gustaba verte así de feliz.

¡Por la luna! Siempre te dije que actuar como si todo estuviera bien era perjudicial para nosotros.

Hice una mueca. No era feliz junto a Eunha, pero ¿cómo le explicaba que solo había estado con ella para que él fuese libre?

—No era feliz, Jimin. Me sentía incompleto, ella no era para mí y yo no era para ella.

El omega suspiró, se acercó a mí y apoyó su cabeza en mi hombro.

—Eso no es lindo. Ojalá me hubiese dado cuenta.

Sí, ojalá lo hubieras hecho.

—¿Y tú? —Se alejó un poco de mí y me miró curioso—. ¿Piensas en tu relaciones fallidas?

Jimin soltó una risa.

—Nunca hubo nada que pensar porque nunca tuve una relación, solo eran citas casuales. Nini nunca quiso a ninguno de los alfas con los que salí y no iba a exponer a mi hijo a pasar malos ratos.

Ups, nuestra culpa.

—Yo tampoco los quería. Eran todos idiotas. —Se rió—. Nini y yo hablábamos mal de todos ellos cuando no te dabas cuenta.

—¡Por supuesto que me daba cuenta! —Me dió un pequeño golpe en el brazo—. ¿Te crees que no sé que tu eras el espanta alfas? Nini los odiaba y no dudo que haya sido por tu influencia.

Me reí y me dió paz ver que él lo hacía junto conmigo. Esas citas habían sido un martirio para mí y Nini lo notaba. No lo hacía apropósito, pero si era consciente que mis sentimientos negativos hacia esos alfas afectaban su relación con ellos.

No me arrepentía. No podía hacerlo.

—Agradece que Nini era muy chiquito para conocer a Eunha.

Arrugué la nariz y pensé en la idea de que mi nene se enterara de mi relación con aquella omega. Me dió un escalofrío de solo pensarlo.

Jimin interrumpió mis pensamientos de inmediato con una bomba de preguntas.

—¿Tienes algún proyecto para tu futuro? ¿Pareja? ¿Hijos? ¿Algo?

Fruncí el ceño y solté una carcajada.

—¿A qué van todas esas preguntas? Esto parece una entrevista.

Se encogió de hombros.

—Es curiosidad, rara vez hablamos de estos temas. Me interesa conocer que pasa por tu cabeza.

¿Qué pasaba por mi cabeza? Él, él y él.

—Bueno, si tengo esos planes a futuro. Me gustaría tener cachorros y por supuesto, para eso necesito pareja.

—¿Son planes a largo plazo? —preguntó.

—No lo sé. —Me encogí de hombros—. No es algo que quiera forzar. Soy creyente que las cosas llegan a su debido tiempo.

Una especie de gruñido y quejido se le escapó en ese instante.

—¿Tienes alguien en mente? —Lo miré fijamente y él se acomodó en su lugar—. Quiero decir, ¿hay algún omega que te guste para llevar a cabo todos esos planes o no existe nadie en tu vida?

No me gustaban esa clase de preguntas.

No quería mentir y decir que no había nadie, pero tampoco quería crear una confusión. Así que respondí:

—Jimin, yo estoy feliz. No necesito más, créeme.

Soltó un bufido. Estaba frustrado, lo podía sentir en su aroma y en la manera en la que se movía.

Pero ¿Qué lo tenía así?

Jungkook, confiesate. Es ahora.

¿Qué? ¡No!

—Tener una familia puede llegar a ser algo lindo —dijo, mientras sus mejillas se tornaban de un color rojizo—. Quizás es hora que empieces a proyectar algo para ti.

Jungkook, habla ahora.

—Pero no quiero hacerlo.

¡Claro que quieres! No mientas.

Jimin respiró profundamente y tomó mi mano.

—Es que… —Tragó saliva y me miró a los ojos, mientras yo arrugaba la nariz disconforme—. Olvídalo.

Soltó mi mano y se echó para atrás. Su espalda se topó con el sofá.

—¿Tú crees que el universo manda señales? —preguntó.

Me encogí de hombros.

—¿Tal vez? ¿Por qué preguntas?

Jimin tomó aire y comenzó a explicar:

—Cuando Nini me pidió un hermanito, sentí emoción y a la vez miedo. Es algo que, claramente, no puedo darle solo. —Hizo una pausa—. Antes de preguntarle qué era lo que deseaba para su cumpleaños, me puse muy mal al pensar que quizás pediría un juguete muy costoso.

Oh.

Me quedé en silencio y dejé que se expresará.

—Siempre tengo ese temor —continuó—. Gano lo mínimo y no le puedo dar todo lo que realmente quisiera darle. Cuando él me pidió ese regalo, me reí y pensé que es tan fácil darle un hermanito —me miró—, pero a la vez es difícil. Encontrar a la persona correcta es tan complicado.

—Solo debes tener paciencia, podemos encontrar otro regalo para el peque —animé—. Así que, tranquilo.

Jimin comenzó a negar.

—No es eso a lo que voy. —Hice una mueca—. Ese mismo día me la pasé afligido, luego perdimos la competencia y la palabra huérfano quedó grabada en mi cabeza. —Suspiró—. La gente ve así a mi hijo, creen que es huérfano solo por no tener presente en su vida a su padre alfa.

Tengo miedo, dile lo que sientes.

Era un niño, ellos a veces no saben lo que dicen.

Jimin negó.

—Los niños reflejan a sus padres y lo que ese niño piensa es lo piensan los adultos que lo rodean. Jungkook, a Nini le cuesta demasiado hacer amigos y eso no es normal.

—Es un niño introvertido, Jimin. Muchos éramos así de niños y no está mal.

—¿Y si él necesita a su papá?

—¿Qué? ¡No! Seongjin no necesita a ese idiota en su vida.

El rubio se lamió los labios con temor.

—Hoy hablé con él.

—¿Con Nini?

—No, Jungkook. Hoy me encontré con Jaebeom.

¿Qué?

No.

No.

No.

Me levanté de golpe del sofá y mi respiración comenzó a acelerarse.

—¿Qué? ¿Cómo es eso? —pregunté, nervioso.

Jimin hizo una mueca y se abrazó las piernas con delicadeza.

—No alcanzamos a hablar demasiado, pero me dijo que quiere conocer a Nini.

Solté una carcajada. Sobre mí cadáver iba a acercarse a ellos. Tomé asiento y busqué la mirada del omega.

—Dime que es broma —El rubio no pronunció ni una sola palabra, solo se me quedó mirando—. Jimin, no te quedes en silencio, por favor. Sólo dime que ni siquiera lo no estás considerando.

Soltó un quejido, a él le dolía tanto como a mí.

—A veces creo que si él estuviera presente en la vida de Nini todo sería más fácil.

No, no lo sería. No sería fácil.

—¿Fácil? No te entiendo, ¿Acaso te he es difícil algo? —Tomé sus manos con temor—. ¿Necesitas dinero? ¿Qué es lo que te falta? Podemos arreglarlo, pero no metas a ese hombre en sus vidas.

—Dinero —repitió él con un hilo de voz. Negó y se mordió el labio inferior con enojo—. Es que si tan solo él se hiciera responsable de Nini, nosotros no seríamos una carga para…

Se quedó callado y me miró con pena.

—¿Para quien? —Apreté sus manos—. Jimin, si esto es por tu madre yo no creo que para ella ustedes sean una carga.

Él no dijo nada y comencé a desesperarme ante su silencio.

No me podía estar pasando eso, justo en ese momento no. ¿Qué se supone que debía hacer? Les entregué mi vida entera y de la nada llegaba él a arrebatarme todo.

No. No me podía estar pasando eso.

Con desesperación lo miré y dije:

—Necesito que me respondas algo. —Él me miró. Mis manos temblaban y Jimin había comenzado a notarlo—. ¿Tú... tú estas enamorado de Jaebeom?

Los ojos del omega se abrieron ampliamente y soltó mis manos ofendido.

—¿Qué? —Su voz sonó sorprendida y a la vez molesta—. ¡No! ¡Mierda, Jungkook! Claro que no, nunca sentí algo por él.

—Entonces ¡¿Por qué te emociona que el aparezca nuevamente?! —reclamé—. No entiendo, Jimin. Ni tú, ni Nini lo necesitan. ¿Estás seguro que no sientes nada por él? —Insistí—. Quizás quieres una familia y esta bien si eso es así…

El omega me interrumpió.

—Jungkook, detente.

—¡No! —solté, exaltado—. Entiende que quiero encontrar la lógica a esto porque no entiendo por qué...

Sus manos agarron mi rostro.

—¡¿En serio no te das cuenta?! Por la luna, no puedes ser tan ciego.

Las lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos.

—¿Qué?

—Mierda, Jungkook, date cuenta que estoy enamorado de ti y no quiero que seamos una carga. —Las lágrimas comenzaron a caer. Su voz sonaba rota y llena de dolor—. No quiero que nadie me trate de interesado o arrastrado, que me diga que te uso o que te veo la cara de tonto. Solo quiero ser feliz a tu lado y sé que la única manera de lograrlo es si ese idiota está presente en la vida de su hijo.

Nini no es su hijo.

Nini no es su hijo.

Nini no es su hijo.

Es mio.

Es mi cachorro.

—Pero…

Y Jimin me besó.

[ 🦋🦋🦋🦋]

¡Muchas gracias por leer!

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