🦋 01 de Agosto, 2022.

01 de Agosto, 2022.
Busan, Corea del Sur.

Nini soltó una pequeña risita y apretó suavemente mi mano.

—Yo te dije que mi plan iba a funcionar —mencionó, orgulloso de sí mismo—. Ahora estoy viviendo contigo, eso es superduper increíble.

Lo miré sin poder borrar la sonrisa de mi rostro y no pude evitar sentirme enternecido al ver su rostro manchado con helado. Detuve nuestro caminar y me agaché para limpiarlo.

—Nunca voy a dudar de lo inteligente que eres, mi pequeño —suspiré y con mi manga limpié su boca. El cachorro arrugó su nariz y por instinto alejó un poco su rostro.

Terminé de limpiarlo y él me regaló una hermosa sonrisa.

Nuestro bebé, nuestro cachorrito está cada vez más grande.

Jimin era el amor de mi vida, pero Nini no se quedaba atrás. Desde que lo tuve entre mis brazos por primera vez, no he podido dejar de dedicarle mi vida y amor. Él y su padre eran mi razón de ser y existir, eran mi motivación para seguir adelante y luchar por nuestra familia.

—Papi huele mucho a ti —contó, como si se tratara de un secreto—. Me gusta porque huele a casa. Tú hueles a casa, papá.

Papá.

Papá.

Sí, ese soy yo. Soy su papá. No existe otro más, soy yo.

Estiré mi mano y acaricié su cabello.

—Papi y tú siempre tendrán mi aroma, porque son mi manada —aseguré y él sin dudar me abrazó.

Unos cuantos segundos después, tomé su mano y continuamos nuestro camino a casa de mi mejor amigo. Taehyung por mensaje me había mencionado que deseaba hablar conmigo, así que no dudé en ir a su encuentro por esa charla.

Las cosas se tornaron un tanto extrañas entre nosotros luego del relato que le conté a Namjoon. Por días me pregunté cuál podía ser la causa de su molestia, pero no encontraba razones y eso me angustiaba mucho más.

Realmente esperaba que la charla que tuviéramos esa mañana, ayudará a calmar esa tensión extraña. Odiaba sentirme de esa forma y más cuando lo necesitaba más que nunca.

No tardamos nada en llegar a su hogar. Nini era quien más emocionado estaba de ir a visitar a Taehyung; después de todo, él adoraba a su tío y tenía alguna afición extraña de molestarlo con Hoseok. Me daba gracia, pero algo me advertía que yo no estaba enterado de algunos detalles y eso me hacía poner los pelos de punta.

Cuando golpeamos a su puerta, mi mejor amigo no tardó en recibirnos; a Nini con alegría, a mí con mala cara.

No me sentí afectado, era algo normal para mí.

—¿Recién te despiertas? —pregunté, sonriente.

Taehyung bajó a Nini y asintió con una mueca.

—Es mi día de descanso, debo aprovechar para dormir todo lo que pueda. —Miró a mis espaldas—. ¿Solo ustedes dos?

Asentí.

—Jimin tenía que trabajar —conté y continúe mi camino hasta el sofá. —Es por eso que también vengo con Nini, espero que no te moleste.

Soltó una pequeña risita y negó.

—Nini nunca va a molestar, tú sí.

Vaya, si que anda agresivo y más de lo normal.

—Que malo —contesté y observé como mi pequeño se ponía a jugar con el perrito de Taehyung—. Bueno, tengo muchas cosas que contarte.

El omega puso sus ojos en blanco y se dirigió a la cocina luego de soltar:

—No me lo esperaba en absoluto. ¿Algo de tomar?

Hice una mueca y me levanté para seguirlo.

—¿Estás bien? —pregunté—. Es decir, tú siempre me atacas, pero hoy andas más agresivo de lo normal y no sé si eso me agrada.

Elevó sus cejas y me miró como si le hubiese contado el mejor chiste que oyó en toda su vida.

—Solo cuéntame, quiero irme a dormir.

Dudé en si debía hablar, él realmente se veía de mal humor, pero para aliviar la situación decidí comenzar a contar todo lo que ocurrió el fin de semana.

Le conté sobre mi charla con Jimin y la propuesta de vivir juntos, también sobre la idea de cambiar a Nini de instituto y el plan de nuestras vacaciones. Incluso le comenté que ya había comprado nuestros pasajes, pero él se mantuvo tan neutral.

No hubo emoción.

No hubo comentarios.

Solo un semblante atento y frío.

¿Qué mierda le pasaba?

—¿Qué pasa? —solté un tanto molesto.

—¿Con qué?

—Con esa cara, Taehyung. Desde que llegué estás con un humor terrible, ¿para qué me invitas si no tienes ganas de estar conmigo?

Sonrió.

—Te estoy escuchando, Jungkook. —Se encogió de hombros—. No sé de qué hablas.

—¡De que no hay emoción en ti! Generalmente festejas conmigo o me haces comentarios que me tiran la moral abajo. —No respondió nada y eso me hizo molestar—. ¡¿Qué te pasa?!

—¿A mí? Nada, Jungkook. —Su voz sonó molesta y tosca—. Nunca me pasa nada y creo que por esa misma razón tú entras a mi casa y ni siquiera preguntas cómo estoy.

¿Qué?

—Si te pregunté cómo estabas, siempre lo hago.

Él abrió su boca incrédulo y se levantó de su asiento molesto.

—No puedo creerlo. ¿En serio me lo dices? ¿En serio me preguntaste cómo estoy? —cuestionó, furioso—. Yo no puedo creerlo.

Lo hice, ¿verdad?

—¿Me estás haciendo una escena?

—¿Escena de qué, Jungkook? ¡Estoy cansado de ser solo yo el que aporta algo en esta amistad! —Se llevó las manos a su cabeza, exasperado.

Ni siquiera podía comprender que le pasaba y qué me estaba reclamando.

—¡No puede ser! Ni siquiera sabes de qué te hablo. —Se cubrió el rostro y rompió en lágrimas.

Me descoloqué por completo y no supe cómo reaccionar; sentía que me había perdido una parte de la historia.

—¿Taehyung? ¿Por qué lloras?

—¡Porque estoy harto de esto! —contestó, alterado—. Estoy harto de ser invisible para todos. Es agotador no tener a nadie a mi lado y que la única persona que pensé que tenía, solo me busque para que sea su psicólogo.

»Nunca te has preocupado genuinamente por mí. Ni siquiera te has dado cuenta que estuve en una relación por meses y que lo perdí, que perdí a Hoseok y tú…

—Espera —me levanté de la silla—, ¿dijiste Hoseok? ¿Relación por meses? ¿De qué estás hablando?

—¡Hablo de que eres un egoísta! Jungkook soy tu mejor amigo y no sabes nada de mí, ¿Y sabes por qué es eso? —No respondí, solo me quedé mirándolo—. ¡Porque yo soy tu amigo, pero tú no eres el mío!

—Eso es mentira. —Lo señalé—. No es mi culpa que tú nunca me cuentes nada.

—No me escuchas y no lo haces por más que lo intente, siempre hay algo más importante que yo y mis problemas.

Las lágrimas caían por sus mejillas de forma continúa. Taehyung se veía desesperado, roto y al parecer todo era mi culpa.

—Me he callado porque sé lo difícil que es amar a alguien y que esa persona no esté a tu lado, pero me cansé de ser el único que apoya y aconseja.  Está amistad ya no me sostiene, esta amistad no me brinda la paz que necesito.

Fruncí el ceño y abrí mi boca sin saber qué decir.

—¿Todo esto es porque no te pregunté cómo estabas? —Él puso los ojos en blanco de inmediato—. Tae, lo siento, no pensé que te podía afectar tanto algo así.

Me quise acercar, pero él se alejó de mí como si fuera una amenaza.

—Solo necesito que te vayas —soltó de golpe y limpió sus lágrimas de forma brusca—. Quiero estar solo.

—Tae...

—¡Solo vete! —Levantó la voz—. Ya no quiero escuchar esto.

Unos pasitos se escucharon en dirección a la cocina y Taehyung se dió vuelta para darle la espalda al pequeño que ingresaba a la cocina.

—¿Qué pasó? —preguntó con voz tímida—. Se escucharon gritos, ¿están bien?

Vi como mi mejor amigo se limpiaba los ojos y asentía rápidamente. Se volteó y miró a Nini.

—Si, amor. Solo hablaba con tu papá.

Las mejillas de Nini de tiñeron de color rojizo precioso, pero no pude concentrarme en él debido a lo que estaba pasando con mi mejor amigo.

Sus palabras resonaban en mi cabeza y mi lobo se encontraba tan confundido como yo.

¿Nuestra amistad no lo sostiene?

¿De qué habla?

¿Por qué mencionó a Hoseok?

Tío Tae, ¿por qué lloras? ¿Llamamos a tío Hobi? —Nini corrió desesperado hacía mí y me haló con fuerza del brazo—. Papá, llama a tío Hobi urgente. Tete lo necesita.

Miré a Taehyung y fue como si un balde de agua fría me cayera encima. El omega se tapó rápidamente el rostro y comenzó a sollozar, mientras mis ojos se abrían ampliamente.

Mierda, esto tiene que ser una puta broma.

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