Capítulo Veintitrés
Jude:
Creo que jamás podre contabilizar todas las emociones que sentí en el momento en que leí los resultados, me sentía como un saco de boxeo al que le había dejado con hoyos por donde escapaba la arena, me sentía pisoteado y tan traicionado.
El dolor era fatal, como si un virus mortal estuviera acabando poco a poco con mi cuerpo, sentí nervios, miedo y odio..
y por otro lado estaba ella.
Audrey.
Audrey estaba embarazada.
Audrey estaba esperando un hijo mío.
Y por más dicha que me causaba y mis ganas de celebrarlo con ella, había algo más que no podía esperar.
Yo necesitaba respuestas.
Necesitaba respuestas en ese momento.
—¿Qué demonios es eso?. — Me pregunta Katherine cuando le extiendo el papel con las pruebas que me hice con ella mucho tiempo atrás.
Lo toma entre sus manos.
Estoy conteniendo toda la ira y odio que se expande por mis venas.
—Son mis resultados.
Katherine levanta la mirada a mi rostro.—¿De qué..?
—Me los diste en el hospital
— ¿A qué viene eso ahora, Jude?
Meto la mano en mi bolsillo trasero de los vaqueros y le entrego el otro resultado, Katherine esta vez no lo toma.
—Estos son mis resultados actuales. — Hablo firme y su cuerpo se tensa. —Me los hice recién.
El pánico en sus ojos crece.
—Jude.. yo..
—Ahora mismo vas a explicarme que carajos has hecho, Katherine.
Sus ojos se llenan de lágrimas o eso parece, pero eso no funciona conmigo, no esta vez, cuando es ella quien me ha quitado mi mayor grande ilusión.
—¿Por qué mierda cambiaste mis resultados?
—Porque te amaba.
Mi cuerpo se tensa. —¿Qué?
—Estaba enamorada de ti, Jude y tú.. Tu querías una familia y yo no. Yo no quería tener hijos, pero te quería a ti. Te quería a mi lado y conmigo.
—¿Esperas que crea que lo hiciste por mí?. — Suelto con rabia. — ¿O qué pretendías? ¿Qué me olvidara de tener una familia al darme resultados falsos?
—Sí, eso esperaba. Quería que fuéramos tú y yo, solo nosotros dos.
Aprieto la mandíbula y bajo la mirada, por un momento lo mantengo en su vientre, entonces recuerdo todo, recuerdo que lo intentamos varias veces y aun así ella me aseguro que no podíamos, pero eso no es lo peor.
Recuerdo los vómitos y los mareos.
—¿Tú..?
El labio de Katherine tiembla. —Jude..
Niego con la cabeza y siento mis ojos arder.—Los mareos y los vómitos..
Sus ojos no dejan de mostrar miedo.
—Estuviste embarazada.
Y mantiene el silencio, esa es la respuesta que me da y entonces me lo confirma.
—Sí, Jude, aborte. —Fría, ha sonado completamente fría al decírmelo.
Siento un puñal atrayéndome el pecho, pierdo el equilibrio por unos segundos y siento un golpe directo en la cara.
Yo no esperaba esto, no puedo creer que hubiera tanta maldad en ella para no solo cambiar mis resultados, sino negarme el derecho de ser padre.
—No me mires de esa forma, es mi cuerpo, Jude. —Me interrumpe. —Yo decido que hacer con el...
Guardo silencio.
—Me ofrecieron una oportunidad, un bebé hubiera puesto fin a la carrera que intento construir. No hubiera funcionado. Tu y yo como padres hubiéramos sido una completa mierda.
—No hables..
—¿Por ti?. — Completa por mí. — ¿Y qué le hubieras ofrecido, Jude?
Mi cuerpo se tensa.
—Ni siquiera pudiste conservar al niño que adoptaste. Admítelo, una persona que viene de una familia disfuncional como la tuya no está hecho para ser padre, no tienes material para serlo y menos yo. Es por eso que lo hice. Tome una decisión por ambos. Una decisión que te costaba aceptar, fui valiente y lo hice por los dos.
—¿Llamas valiente el haber abortado a mi hijo?
Los ojos de Katherine tiemblan.
—Estás loca.
Sus cejas se juntan con enfado.—¿Cómo te..?
—Estás loca como para tomar lo que hiciste como algo heroico y valiente, tomaste una decisión que por derecho también me correspondía a mí.
— ¡Yo era quien iba a tenerlo nueve meses, Jude! ¡Es mi maldito cuerpo!
—¡Era mi hijo!. —Grito sobresaltándola. —Era mi hijo, Katherine, no solo tuyo, era de ambos y ..— Niego despacio. —No puedo ni mirarte.. Ni siquiera puedo..
Ella se tensa.
—No quiero volver a verte. —Finalizo.
Sus ojos me muestran furia.
—No quiero verte, Katherine, no quiero que vuelvas a aparecer en mi vida.
Ella no me responde y me giro para marcharme, su voz me detiene.—Solo recibí órdenes, Jude, me pusieron contra la espada y la pared, así que tomé la opción de escoger la mejor opción para mí.
Estoy tan cansado, que solo pregunto.—¿Ordenes de quién?
—¿De quién más,Jude ? De tu padre.
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