Capítulo Treinta
Capítulo Final:
Audrey:
—Audrey, Jude está aquí.—Me anuncia mamá desde la puerta.
—No quiero verlo.
—Cielo..
—Por favor, Audrey.—Lo escucho a el.
—Regresa, Jude, todavía no me recupero de mi vergüenza.
Juno ríe a mi lado y me da un golpe con su codo, escucho a Jude hablar con mamá y solo hacen falta unas cuantas palabras para que ella le abra la puerta por completo.
La atractiva presencia de Jude aparece en la sala de mamá y siento el calor por mis mejillas, recordando la noche anterior, después de haber soltado con imprudencias esas siete letras y haberme arrepentido cuando no obtuve más que silencio.
—¿Podemos hablar, cariño?
—No quiero hablar aun..
Juno se pone de pie y le da el espacio vació para que se siente, ella se coloca cerca de mamá y le doy una mirada de enojo a mi hermana traicionera.
Jude me toma la mano.—Audrey.
Muerta de vergüenza me atrevo a mirarle los ojos.—Jude, no quiero..
—No he dado mi respuesta.— Me interrumpe y mis ojos se abren.—¿No quieres escucharla?
Aprieto los labios.—No quisiste dármela.
Entrecierra los ojos.—Yo recuerdo las cosas muy diferente.
"—Casémonos, Jude.
Se ha quedado callado.
He metido la pata .. ¿No es así?
— Audrey..—Su voz a salido ¿Abrumada, negativa? Ya no se ni que oigo.
Tal vez Jude no quiere..
¿No quiere? Es eso ¿Verdad?
Antes de sentirme peor que rechazada, yo hablo.— Olvida lo que dije.
Sus ojos se abren mucho.— ¿Qué , Audrey..? ¿Por qué..
— Es tarde y quiero dormir.— Le digo mientras me acomodo dándole la espalda.— Buenas noches, Jude..
—Espera, Audrey...
— ¡Buena noches dije!"
Oh si, tiene razón.
Jude alza ambas cejas y me sonrojo.
—¿Aun quiere oírla?.— Me pregunta esperanzado.
Avergonzada asiento con la cabeza, los hoyuelos marcas sus mejillas y sus ojos comienzan a brillar al mirarme.
—Estoy enamorado de ti, Audrey Webber.
Excelente manera de comenzar, Jude, apenas hablas y mi corazón no puede más.
—Eres el amor de mi vida.
Y las hermosas palabras siguen.
—Tú también eres el mío, Jude.— Le prometo con un nudo en la garganta.
Su sonrisa se ensancha más y me da una última mirada antes que mis ojos sigan su mano mientras lo mete en el bolsillo de su pantalón.
Cuando la cajita sale, Mamá y Juno contienen el aliento y yo, yo no puedo hacer más que mirar el anillo dentro de esa cajita de terciopelo cuando la abre.
—Quería ser yo quien te lo propusiera.— Me hace saber.
—Jude..
—¿Quieres casarte conmigo, Audrey?
Y ahí están.
Las palabras que quise escuchar .
—Cielos, Jude.—Pronuncio viendo sus ojos.
—¿Se supone que debes decir algo?
Mi sonrisa crece y mis ojos se llenan de lágrimas, Jude asiente despacio provocando mi respuesta.
— ¿Si?
Asiento despacio y lo digo en un susurro.— Si..
La sonrisa de Jude nunca lucio tan hermosa.
— Si..— Vuelvo a pronunciar y el ríe.— Si.. Sii.. Si quiero.
Le rodeo el cuello con ambos brazos y presiono mi boca sobre la suya, repitiendo sin cesar ese hermoso "Si".
— Si.. si , si, Jude.. Quiero ser tu esposa.
(*)
—No puedo creer que sean tres falsas alarmas en un mes. —Me quejo colocando mi mano sobre mi barriga de ocho meses.
Hemos regresado del hospital luego de que sintiera dolores repentinos y parecidos o al menos así como me describió mi madre que era como se sentían las contracciones, sin embargo ya van tres veces este mes.
Jude aprieta mi mano y sonríe, me acerca a él y coloca la otra mano sobre la mía, acariciando mi vientre.
—Estas más ansiosa que nuestro bebé por conocer el mundo, además falta un par de semanas más.
Aprieto los labios. —Mi madre dijo que se podía adelantar, aunque.. —Bajo la mirada a mi barriga. —Creo que le gusta estar ahí. Es calientito y está protegido, no lo culpo.
Jude sonríe y besa mi nariz.
—No desesperes, pronto sabremos que es. —Aún no sabemos el sexo, escogimos que fuera sorpresa, aunque estoy segura que Jude quiere un niño.
Y tal vez sea por Oliver, el recuerdo de nuestro primer bebé sigue intacto y dios, es tan duro cada vez que lo recordamos.
Levanto las manos y me cuelgo de su cuello para besarlo, sin embargo es un pequeño roce de labios porque mi enorme barriga nos impide continuar, Jude desliza sus manos por mis amplias caderas y cuando acaricio su cara, el gira la cabeza y sus labios quedan justo sobre mi mano, cerca de mi anillo.
Sus ojos brillan emocionado al mirarlo.—No puedo esperar.
¿Ahora quien es desesperado, Jude?
Acordamos que nos casaríamos unos meses después de que nuestro bebé nazca, la vida de padre no es fácil y te reduce todo el tiempo al que te había proyectado, al menos los primeros meses y nosotros lo supimos cuando tuvimos a Oliver un mes, quiero ir más despacio esta vez y cuando tengamos más tiempo podremos finalmente dar ese paso.
Le sonrio y me inclino para besarlo de nuevo, mi vientre choca contra su pecho y el ríe en mis labios.
—Quiero un helado. —Pido separándome de él.
Jude alza una ceja. —¿Antojos a estas alturas?
—Tu hijo o hija te lo pide.
Él se ríe. —No puedo decirte que no.
—Eso es verdad.
El timbre suena y Jude se separa de mí para irse a abrir, voy por mi billetera, pero mis pasos se detienen en la escalera cuando una dulce voz de bebé llena mis oídos y no solo mi corazón lo reconoce, cuando Carly habla me lo confirma.
Bajo las gradas que subí y sostengo mi vientre con las manos, cada paso que doy hacia la puerta tengo el corazón más y más arriba de mi garganta, amenazando por salir, mis pies tiemblan y entonces noto la espalda tensada de Jude, me hago un lado y lo primero en lo que pongo los ojos es en él.
Oliver..
Mi bebé.
Nuestro bebé.
—Jude. — Aprieto su brazo, justo en los biceps.
Carly pasa la mirada de mi a Jude, Jessi la mantiene en mí mientras es ella quien carga a Oliver.
Con miedo pregunta.—¿Creen que podamos hablar?
(*)
—No esperábamos encontrarte embarazada, es una grata sorpresa. —Comenta Carly.
Intercambio una mirada con Jude.
—Pasaron muchas cosas. —Me limito a responder. —Pero ahora él y yo .. Vamos a tener un bebé.
Carly pone los ojos en Jude. —Me alegro por ti, Jude.
—Gracias.
Él no ha dejado de ver a Oliver desde que entraron y yo tampoco, como si Carly lo notara, dice algo que no esperaba escuchar.
—¿Quieres cargarlo?
Mis ojos se abren y Jude me da una mirada.
Con un nudo en la garganta pregunto. —¿puedo hacerlo?
Carly recibe mi pregunta dándome una sonrisa, se levanta de mi mueble y camina hacia mí, entonces extiende a Oliver a mis brazos y el pequeño roce de sentir su pequeño cuerpecito en mis brazos de nuevo provoca que broten lagrimas hasta que mis ojos no pueden sostenerlo, Jude llega a mi lado y le acaricia el cabello mientras lucho contra no verme tan derrotado aunque mis hormonas no lo faciliten.
—Estas tan grande, amigo. — Comenta Jude mientras le acaricia el cabello.
— Duh.
Sonrio entre lágrimas. — Y muy guapo , ¿No lo crees?
Presiono mis labios sobre su cabecita y observo a Carly y Jessie observarnos con una sonrisa, intercambian miradas y lucen conmovidos ante nuestra escena de reencuentro.
—Realmente te he echado de menos.
Mis piernas tiemblan y se lo doy a Jude cuando noto que no puede con tanta emoción, al igual que yo desea sentir su cuerpito en sus brazos y en el momento en el que le doy, no puedo encontrar una imagen más perfecta.
Le acaricio la cabecita a Oliver y me vuelvo hacia sus padres. —Gracias.
Carly esboza una sonrisa y cuando me pierdo en Oliver, ella habla.
—Quisiéramos pedirles algo.
¿Algo?
Se vuelve hacia Jessie, el coloca una mano sobre el hombro de Carly.
—¿De qué se trata?.
La mano de Carly cubre la de Jessie, observo como su actitud cambia al nerviosismo.
—Yo y Jessie quisiéramos hacer un testamento. — Comenta. —Pero no tenemos los parientes cercanos que quisiéramos.
No quiero preguntar más, aunque puedo entenderlo por su expediente, el que tuve en mis manos cuando aún estaba en medio de la adopción y en el que decía de donde venía Carly y que Jessie no cumplía los estándares requeridos por su familia.
Al parecer eso aún no se ha solucionado.
¿Cómo no podría hacerlo?
Oliver es maravilloso.
¿Cómo no podrían aceptarlo?
—No quisimos hacerlo sin consultarlos antes.
—¿Hacer qué?
—Ponerlos en el testamento.
Me quedo helada y Jude está igual de confundido.
—¿Qué?
—Queremos lo mejor para Oliver. — Responde ella y me mira. —Y quiero darle mi hijo a una persona que sé que lo va a amar como yo y Jessie lo hacemos... Ya me lo has demostrado Audrey.. y tú también ,Jude.. y en caso de que algo nos ocurriera..
Mis ojos se llenan de lágrimas. —Nada va a pasarles.
—Es una precaución. — Interviene Jessie. —Oliver no tiene a nadie más que a nosotros, solo queremos estar seguros de que en caso de que sucediera algo, el quedara en buenas manos.
Aprieto los labios y le doy una mirada a Jude.
Jessie encoje los hombros.—Seria como si Oliver tuviera cuatro padres en lugar de solo dos.
Observo a Oliver, quien tiene su atención en las burbujas que hace con su saliva, sonrio y las lágrimas caen por mis mejillas, me las aparto.
—¿Qué opinan..? Jude.. Audrey..
Busco respuestas en Jude. —Jude..
—¿Quieres serlo?
—Sabes que si... ¿Qué hay de ti?
Sigo llorando y tratando de limpiar mis lágrimas, Jude sonríe ante mi gesto y me vuelvo hacia ellos, quienes lucen ansioso por escucharme.
—Nos encantaría serlo.
Jessie y Carly sonríen, Jude presiono sus labios sobre la cabecita de Oliver y yo....
Yo siento algo que no esperaba en este momento.
—¿Audrey?. — Escucho llamarme a Carly.
—Uh da. — Opina Oliver.
—¿Qué sucede?. —Jude baja la mirada y me observa extrañado. —¿Estas tan emocionada que te hiciste pis, mi amor?
Mi mirada de pánico cambia su actitud.
—Audrey.. —Su tono se escucha asustado. —Por favor dime que te hiciste pis.
En lugar de eso, agrego.—Llévame al hospital, Jude.
Hola...
Jude y Audrey tendrán de cierta forma a Oliver en sus vidas y es más que suficiente para ellos.
Ultimo capitulo y nos queda el epilogo.
¿Listos para leer por ultima vez a Audrey y Jude?
Nos leemos prontito.
>> Yiemir.
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