Audrey:

Me marcho al tercer día del departamento de Jude cuando él no aparece y al entender que el motivo de su ausencia soy yo y que solo está esperando que me vaya para volver.

El proceso de la mudanza es incómodo y me alegra no haber traído todas mis cosas de mi casa a su departamento, aunque ese no fue el mayor de mis problemas.

—Estas despedida.

Un nudo se atasca en mi garganta mientras observo a mi jefa.—Erika.

Sabía que era cuestión de tiempo de que Erika descubriera todo y lo supe desde que ese hombre apareció en mi puerta decidido a llevarse a Oliver, aunque en ese momento el que me despidieran ni siquiera me importaba.

—Lo lamento, Audrey...

Las lágrimas caen por mis mejillas y me las aparto.

—No solo involucraste sentimientos por el infante, hablaste con la madre cuando te explique que las opiniones o ideas que tenga uno no debían amenazar la decisión de los padres..

—Lo sé, Erika, pero..

—Sé que lo hiciste con las mejores intenciones , Audrey.. pero pienso que me equivoque al elegirte, el que fueras adoptada solo complico tu relación laboral.

Aprieto los labios.

Ella suspira.—Además.. Sabes que está prohibido mezclar lo sentimental con el trabajo.

Guardo silencio.

—Lo lamento, pero estas despedida.

(*)

—Nunca creí que lo que yo y tu padre te dimos no era suficiente para ti.— Habla mamá dolida. Tiene los ojos llenos de lágrimas y el dolor me aprieta el pecho.—Creí que aunque no teníamos mucho, nuestro amor era suficiente , era todo lo que necesitabas.

—No se trata de eso, mamá.— Me limpio las lágrimas con la palma de mi mano y niego.— Tú y papá son increíbles, es solo..

Bajo la mirada y la levanto enseguida, dejando caer mis hombros.

—Solo... buscaba una razón.— El dolor sube hasta mi garganta y siento la bilis subir.—Solo necesitaba saber porque no fui lo suficiente para que no me quisieran.

Mamá abre mucho los ojos.

—¿Qué hubo mal en mí? ¿Por qué ellos?

¿Por qué mis padres me abandonaron?

—No hay nada malo en ti, Audrey.—Me llama la atención.

Me muerdo los labios.

—Tú eres el ser más increíble que llegó a nuestras vidas.— Las lágrimas se caen por sus mejillas.—Tu hermana y tu son la luz que llego en un momento en el que yo y Edmund lo creímos todo perdido.

Sollozo.

—No hay nada malo en ti, no hay nada de malo en ninguna de los dos.

—Mamá..

—Los padres cometen errores y aveces los hijos sufren las consecuencias, pero no significa que son los culpables.— Mamá estira su mano hasta tocar mi rostro, me acaricia la car ay su tacto provoca que sienta más tristeza.—Y un bebé , una criatura que apenas toca la tierra es imposible que tenga la culpa de algo, mucho menos de los errores que hicieron los padres. No eres culpable de nada, Audrey. No te culpes por las decisiones que tomaron tus padres biológicos. No te culpes, mi amor.

La lágrimas se deslizan por mis mejillas y mamá me los limpia.

—Lo siento, mamá.— Sollozo.— Lo siento tanto.

La rodeo con los brazos y mamá me responde enseguida de la misma forma, tengo sus manos en mi cabello, dándome fortaleza y amor, como cada vez que tenía un problema o cuando me caía y sangraba y eran sus brazos en los que me refugiaba.

—Está bien, cielo, está bien.

—No quiere verme, mamá.—Mi voz se rompe.—Jude no quiere verme.

—Necesitaba tiempo, cariño.

—No contesta mis llamadas,.—Sus manos siguen acariciándome.—No quiere saber nada de mí, no quiere verme.— Tengo el rostro destrozado de Jude en mi mente.—Me odia, Jude me odia , mamá... y yo..

Me aparto y sus manos se colocan sobre mi rostro.

—Lo quiero tanto.

—Shh.. cielo..

—Cometí un error y por mi culpa perdimos a Oliver.— Sollozo, la vista se me nubla.— Él nunca va a perdonarme. Nunca lo hará.

—Te quiere, Audrey, lo he visto.

Es posible que después de esto no, debo ser su última persona favorita en el mundo.

—El entenderá, solo dale tiempo.

—¿Y luego qué? ¿Luego que haré?

—Luego ve a buscarlo, Audrey.

(*)

Seguí los consejos de mamá al pie de la letra, los siguientes días me ocupe en remodelar algunos lugares de la casa y aprovechando mi mudanza, a deshacerme de cosas que ya no tenían ningún valor para mí o como dice mamá "Desechar la mala vibra".

Decidí buscar a Jude a la segunda semana y hubiera deseado no hacerlo.

No llego ni al departamento cuando la encuentro, ni siquiera he tocado su puerta y sigo al pie del elevador.

—¿Qué estás haciendo aquí?

Katherine Lester.

Ella se encoje de hombros.

Encoje los hombros desnudos.—¿No te lo dijo? Volvimos.

Siento como si me hubieran golpeado contra un mármol.

—¿De verdad creíste que Jude te daría luto a ti y a su relación después de lo que hiciste? .— Me suelta con asco.

—Tienes las agallas para decirme eso cuando..

—Yo no lo ilusione.— Me interrumpe y mis ojos se abren.— Yo no lo ilusione, le di un "Hijo" y se lo quite.Creo que tú ya me superaste por mucho, Señorita Webber.

Trago saliva.

—Me fui cuando pude, pero lo que tú hiciste fue mucho peor.

No me dejo caer, no frente a ella.

—¿Donde esta Jude?.—Pregunto con el malestar expandiéndose por todo mi cuerpo.

—¿No me has oído? Jude y yo hemos vuelto, Audrey.— Tira de su camiseta sin importarle que alguien más la observe y de sorpresa paso a doble dolor cuando veo la marca de mordidas en su cuello.—¿Es suficiente para ti?

Subo la mirada a sus ojos y ella luce complacida.

—Debes tener poca dignidad para haber vuelto con el después de decirme según tú, todas esas "Verdaderas" sobre Jude.

La he ofendido, puedo verlo, aunque yo misma sé que fueron mentiras, Katherine Lester lucha por no contestarme y poner en evidencia algo que ya se.

Sin embargo...

—¿Qué puedo decir?.— Encoge los hombros. — Cuando hay amor verdadero todo se perdona.

Ella no lo admite.

Ese comentario ha ido directo a mí, mi pecho se aprieta.

—¡Oh!.— Finge estar sorprendida y su sonrisa crece.—Supongo. Que Jude y tú no tenían eso.

Clavo la mirada en la puerta de Jude.

—¿Vas a irte o quieres esperar a que Jude lo haga?

Trago saliva.

—¿Cuál es menos doloroso para ti?

Y lo hago, hago lo primero.

(*)

— ¿Qué estás haciendo aquí?. —Pregunto cuando llego a casa después de mi encuentro con Katherine Lester y veo a Jefferson parado en mi puerta.

Él se acerca a mí.

—Quería verte.

—¿Después de tanto..?.— pregunto y camino por su lado para buscar las llaves de mi casa.

—Voy a ser honesto contigo, Audrey.

—Eso es tan nuevo.— Hablo con sarcasmo mientras meto las llaves al cerrojo, abro la puerta y me giro hacia él.

—Me encontré a Nicole y Steicy la otra noche..

¿Debo suponer que está aquí por ellas?

—Escucha.—Me paso la mano por el cabello y coloco un mechón detrás de mi oreja.— No es un buen momento, Jeff. Ha sido un día de mierda y...

—Lo sé.

—¿Lo sabes?

El asiente con la cabeza.

—A Nicole se le escapo que terminaste con..

Quiero matarlas a ambas.

—No la culpes, estaba borracha y molesta porque declinaste su invitación.

Nicole y Steicy han tratado de animarme, pero no entienden que conocí a Jude en un lugar como esos, volver ahí en lugar de ayudarme, termina lastimándome con su recuerdo.

—¿Qué quieres, Jefferson?

El traga como si le pesara.— Quiero lo mismo que te pedí la última vez que nos vimos.

Mis ojos se abren.

—Intentémoslo una vez más, Audrey.

— Jeff..

—Volvamos a estar juntos, amor.