4. Cambiando De Opinión
Kyojuro se quedó impresionado al escuchar algo tan repentino como eso.
Acaso el Omega había perdido a su futuro compañero de vida? Eso sonaba tan doloroso...
- Oh... Realmente lo lamento...
Kyojuro le dio unas palmaditas en el hombro tratando de consolarlo de alguna manera, manteniendo una mirada gentil en sus ojos.
- Fue hace mucho tiempo? No quisiera incomodarte con mis preguntas ni tampoco forzarte a tenerme confianza... Pero está bien desahogarse a veces, entiendes?
- Si... Lo sé. Gracias por eso... Bueno... Cuando yo todavía estaba en secundaria, hice una promesa con este Alfa... La idea era de que cuando fuéramos adultos nos casaríamos y tendríamos a nuestro primer cachorro...
Él apretó los labios y cerró los ojos, recordando con vividez estos recuerdos que se le hacían tan cálidos pero tan dañinos para su corazón a la vez.
- Nos conocíamos desde niños, íbamos en la misma escuela y casualmente éramos vecinos, así que nos sentíamos inseparables... Incluso antes de saber que yo era un Omega y él un Alfa, queríamos estar juntos toda la vida. No nos habría importado nada romper la naturaleza y ser dos Omegas juntos, dos Alfas o dos Betas...
Kyojuro sonrió dulcemente y lo miró a los ojos.
- Puedo entenderte. Sentir un amor tan fuerte por alguien por el cual harías cualquier cosa... Eso es un verdadero lazo entre Alfa y Omega. Te aseguro que habrían sido muy felices, si te da consuelo saber eso...
- Muchas gracias...
Giyuu sonrió también, de manera casi imperceptible, mientras que sus ojos azules se cristalizan con frágiles lágrimas de melancolía.
- Pero podría darte un consejo, Giyuu? Con todo el respeto del mundo, claro.
Tomioka asintió suspirando. Él sabía que consejo iba a decirle Kyojuro. El clásico de dejar los malos recuerdos en el pasado y seguir adelante... Varios amigos se lo dijeron cuando perdió a Sabito, y para ser honesto eso no le había ayudado para nada.
Era como preguntar ¿Estás bien? A alguien que acababa de romperse la nariz. Inútil y doloroso.
- Sé lo que me vas a decir, pero yo-
- Deberías darte una oportunidad de conocer bien a Sanemi.
- Qué?
Esas palabras desconcertaron al Omega y lo dejaron confundido. Conocer mejor al Alfa? Por qué? Eso de que iba a ayudarle?
- Sé que es raro que te lo diga después de haberme disculpado en su lugar, pero aunque sea duro, vas a superar a aquel Alfa que perdiste conociendo a otro. Quizás el indicado no sea Sanemi, pero el indicado debe estar en algún lugar de este mundo, te lo aseguro.
Él le tocó el hombro de forma confortante.
- Incluso el tener cachorros podría hacerte más feliz, quien sabe! Tener que ocuparte de cuidar un bebé hará que la tristeza no tenga espacio en tu corazón, por experiencia puedo asegurarlo!
- Ya tienes cachorros?
- Si!
Rengoku sonrió orgulloso al hablar del tema. Él amaba con todo su corazón la familia que había formado con el Omega del que se había enamorado.
- Actualmente tengo dos hijos, pero mi tercer cachorro ya viene en camino! Estoy realmente emocionado de recibir a mi nuevo bebé!
Giyuu sonrió ante el entusiasmo de Kyojuro y suspiró más relajado. Le agradaba mucho hablar con este Alfa, incluso lo podría considerar un amigo.
- Si no es problema, puedo preguntarte sobre eso?... Es que tengo ciertas dudas y me siento inseguro...
- Por supuesto, Giyuu! Qué quieres saber? Sobre los cachorros o-
- A tu pareja no le daba miedo el embarazo?
- Eh?
Kyojuro sonrió y asintió levemente.
- Cuando él y yo nos enteramos de que íbamos a tener un cachorro por primera vez, ambos nos asustamos. Era algo totalmente nuevo para nosotros, y solo la idea de cuidar a un bebé nos aterraba. No nos sentíamos preparados... Pero al pasar los meses, y el ver como le crecía la pancita a mi Omega, nuestros instintos de padres se fueron desenvolviendo y lo logramos hacer bien. Fue duro para mi Omega tener los síntomas del embarazo, pero siempre estuve ahí para cuidarlo y apoyarlo tanto como estaba a mi alcance... Y cuando llegó el momento de dar a luz, estuve a su lado apretando su mano, ambos en la intimidad de nuestro hogar... Fue un momento muy bonito. Mi Omega dijo que cada segundo de dolor valió la pena cuando cargó por primera vez al bebé...
- Oh. Bueno... Por algo ya van por el tercer cachorro...
Giyuu rió suavemente. Kyojuro le siguió el gesto y sonrió de forma radiante.
- Hahaha, sí! Tienes toda la razón! Lo que quiero decir es que no hay que temer a lo desconocido! Aunque de todas formas es comprensible que haya gente que no quiera tener hijos!
- Escuchaste todo lo que hablé con Shinazugawa... Cierto?
Rengoku asintió calmadamente.
- No es que yo haya querido escuchar, por supuesto, y respeto completamente tu forma de pensar. Los Omegas son mucho más que maquinas para producir hijos! Mi Omega es una persona increíble y talentosa, y adoro presumir de aquello!
- Ajá... Pero quiero aclarar que no todo lo que le dije a Sanemi es cierto... No es que no quiera aparearme ni tener bebés, solo es que me da miedo... Me aterra que mi cuerpo se lastime o que sea algo humillante...
- Entiendo... Mi Omega también pensaba de forma similar, pero en su caso él no quería que hubiera más gente aparte de mí al momento que él diera a luz. No me parecía muy correcto, porque podía quizás haber alguna complicación durante el parto en la cual necesitáramos apoyo médico, pero dijo que si yo traía a una matrona, él me iba a arrancar el pelo y me iba a dejar pelón hahaha!
Giyuu se tapó la boca al momento de soltar unas risitas. La imagen mental de su compañero de trabajo Kyojuro, siendo pelón, le causó mucha risa.
- Y respecto al apareamiento, la primera vez es algo extraña para ambos. Perdón mi vocabulario, pero para mí se sintió raro sentir mi pene ser apretado, y para mi Omega fue extraño sentirme a mí dentro de su cuerpo. Los primeros minutos son de adaptación, pero al final de cuentas ambos lo pasamos bien. No debes sentir miedo de tener ese tipo de contacto con un Alfa. Es algo natural, de lo que no deberías sentirte avergonzado.
- Bueno, si lo dices de esa manera no suena tan... Aterrador? Gracias por aclarar todo eso para mí... Debo decir que la educación sexual que tuve en mi infancia no fue muy buena, y por decirlo de alguna manera, fue asquerosa... Solo nos enseñaron a los Omegas que los Alfas debían usar nuestros cuerpos para su propio placer y para producir hijos, y que nosotros no debíamos negarnos...
- Me enseñaron de la misma manera, y opino que es terrible! La labor de producir hijos no se debe considerar una obligación para los Omegas ni para los Alfas, ni tampoco verse como una tortura! Pero lamentablemente muchos Alfas y Betas se creen superiores con los Omegas, llegando al punto de causarles daño creyendo que es correcto... Me alegra mucho verte trabajando junto a mí. Eres el que puede demostrar en esta Academia que los Omegas como tú son personas increíblemente capaces, y que tienen un rol más importante en la sociedad.
- Lo aprecio mucho, en serio. Eres el primer Alfa aquí que me ve como a un igual...
Él se tocó el pecho con ambas manos en un gesto de gratitud. Rengoku le imitó el gesto y mantuvo su sonrisa.
- También agradezco la confianza para hablarme sobre esto, y espero que mis palabras te ayuden a sentirte más cómodo... Quizás aunque sea solo para poder intentar ser amigo de Sanemi.
- Lo tendré en consideración. Muchas gracias Kyojuro...
Kyojuro se despidió y se fue a la oficina de maestros, dejando solo a Giyuu en el pasillo. Este se quedó pensativo un momento, pero finalmente salió al patio buscando al Alfa.
Aún no tenía interés de aparearse con él ni tener hijos, ya que acababa de conseguir su trabajo en la academia y perderlo por un pre-natal sería ridículo. Pero aún así, lo que le dijo Kyojuro de intentar ser su amigo le sonaba bien.
Él nunca había sido alguien de muchos amigos, porque en su infancia era muy tímido y se le dificultaba comunicarse con los demás.
Por eso amaba tanto a Sabito. Y por eso fue tan doloroso perderlo.
Cuando vio a Sanemi sentado en una banca vigilando a los niños pequeños que jugaban a la pelota, se acercó de forma suave para no verse agresivo.
Él no lo notó de inmediato porque estaba comiendo un Ohagi, por lo que este se atragantó un poco al ver que Giyuu se sentaba en la misma banca que él, aunque un poco apartado.
- Omega? Q-qué haces aquí?...
- Shinazugawa...
Giyuu miró el suelo por unos segundos de forma tímida.
- Quieres ser mi amigo?
____________________________________
Nuevo capítulo ahhhh!
Espero que les haya gustado! :D
Muchas gracias por haber leído! Los amoooo!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top