8. Una Comida Exitosa


A las 6:29 de la tarde Sanemi estaba revisando los exámenes de matemáticas de primaria, los cuales estaban muy malos como siempre. 

Se había quedado hasta más tarde esperando a que Giyuu terminara de ordenar los materiales al interior del gimnasio, así que aprovechó de adelantar su trabajo en el computador. 

A las 6:30 Sanemi se asustó al sentir el peso de dos manos sobre sus hombros de forma repentina. 

- Ah! 

- Shinazugawa? 

Sanemi volteó levemente, para ver frente a él a Giyuu con un bolso negro sobre su hombro derecho. 

- Omega! Me asustaste! No te escuché llegar! 

- Pero te dije que iba a estar libre desde las 6:30... Debías estar atento, Shinazugawa. No quiero que te de un infarto. 

- Sí, lo recuerdo, pero no esperaba que fuera tan literal eso de que estabas libre a las 6:30! Uff... Por suerte eres tú. Si hubieras sido otra persona, realmente estaría molesto... 

Él se tocó la cabeza en un gesto de frustración, y Giyuu sonrió levemente ante esto. El Omega volvió a apoyar las manos sobre los hombros de Sanemi, y miró con curiosidad la pantalla de su computador encendido. 

- Shinazugawa, estás corrigiendo más exámenes? Pobres los niños, les haces pruebas todas las semanas. 

- Lo dices de esa manera porque tú evalúas a tus alumnos con actividades físicas, lo cual no deja más alternativa que demostrar resultados positivos... Pero para mí es distinto! Los alumnos me odian a mí y a las matemáticas. No logro conseguir que tengan buenos resultados... 

- Quizás deberías ser menos estricto, Shinazugawa... Deberías mostrar más afecto a los alumnos, como si fueran tus cachorros. 

- Ha, qué estupidez. Una voz gentil no hará que tengan mejor rendimiento en las clases, Giyuu. 

Sanemi gruñó y apagó el computador, para después recoger sus pertenencias y prepararse para salir de la escuela. 

- Listo para cenar, Giyuu? Espero que hayas guardado apetito. 

Él asintió y siguió a Sanemi hasta el estacionamiento de profesores de la escuela. Sanemi sacó las llaves de su camioneta del bolsillo, presionando el botón y abriendo el auto. 

Giyuu miró con impresión la bonita camioneta plateada con un brillito en los ojos. 

- Woah! Sanemi, qué bonito auto! 

- A que si? La compré hace poco. 

Él tocó suavemente el borde lateral del auto con una sonrisa orgullosa pegada en el rostro. 

- Es una Toyota rav4, bonita, uh? Ven acá Omega, sube. 

Él abrió la puerta del copiloto para que Giyuu se subiera, y Tomioka se sentó obedientemente. Se abrochó el cinturón mientras Sanemi se subía en el asiento del conductor a su lado izquierdo. 

- Shinazugawa, a qué lugar vamos a ir? 

- No te preocupes, Giyuu. El restaurante es bastante cerca y está muy bien calificado. Es de comida tradicional japonesa. Pensé en llevarte a un restaurante de comida Italiana porque era más romántico, pero esa idea está muy trillada, no lo crees? 

- Ajá, tienes razón. 

Giyuu sonrió sutilmente mirando hacia el frente. Tomioka estaba muy emocionado, porque era la primera vez que le invitaban a comer como si fuera... Una cita? 

Era raro. Sanemi había sido muy maleducado y vulgar con él en el pasado, pero estar en su presencia no le incomodaba nada. A diferencia del acoso que recibió de su estudiante Shinobu, el cual le desagradó mucho y le hizo sentir sumamente incómodo. 

Probablemente era porque con Sanemi tenían la misma edad, y no porque sus instintos de Omega le estaban invadiendo con la necesidad de entablar un vínculo con el Alfa más cercano que tuviera. 

Cuando llegaron al estacionamiento del restaurante, Sanemi se bajó a paso apresurado y corrió hacia la puerta de Giyuu. 

- Omega, no te bajes! Yo te abro la puerta. 

Él abrió la puerta para Giyuu y este rió sutilmente. El Omega se bajó del auto cuando Sanemi se apartó del camino, y este le dio unas palmaditas en el pecho en un gesto de burla. 

- Que caballero, Shinazugawa hahaha. Muchas gracias. 

Sanemi se sintió un poco avergonzado, pero siguió tratando de ser amable con el Omega para generar un ambiente de mayor confianza. Él abrió la puerta del restaurante para Giyuu e incluso movió la silla para el Omega para que este se sentara, por lo que Giyuu estaba muy contento al ser tratado tan bien. 

En su vida nunca le habían tratado con tanto respeto, sin contar a Sabito, por supuesto. 

- Bien, Giyuu, qué vas a pedir? Mira el menú con toda confianza. Yo pagaré todo lo que consumas hoy.

- Hmm... Déjame ver... 

Ambos abrieron un menú forrado en cuero, el cual tenía costuras doradas y un papel sumamente suave. Ya el menú olía a costoso. 

Sanemi se estremeció al ver los precios de la comida, los cuales eran muy elevados en comparación a un restaurante común de comida japonesa. 

20 dolares un Katsuretsu de atún!?

15 dolares unas pocas piezas de sushi!?

6 dolares cada pieza de nigiri!?!?

Acaso el pescado que usaban para la comida estaba hecho de oro o que mierda!? 

Su pobre billetera ya agonizaba con solo leer los precios de los que se supone son sencillos y baratos platillos! 

Mierda... Tenía que valer la pena si o si. Se sentiría muy humillado si no conseguía nada importante después de esta cena... 

- Shinazugawa, quiero comer un Daikon con salmón. 

Él sonrió animado y señaló el Daikon con salmón que estaba en el menú, el cual tenía un costo de 19 dólares. 

- Uh? El sashimi de Daikon con salmón, uh? 

Se debía decir que era un precio elevado para ser esa comida, pero bastante accesible refiriéndose a la cantidad servida en el plato. Era decente. Giyuu asintió y apuntó a otra cosa del menú. 

- También quiero una botella de Sake, Shinazugawa... Para acompañar mi salmón. 

- Bueno... Todo lo que quieras, Giyuu. 

Sanemi pidió las comidas de ambos llamando al mesero, el cual no se tardó más de 20 minutos en traerles su comida. 

- Espero que tu comida esté buena, Giyuu. Disfruta! 

- Muchas gracias, Shinazugawa. 

Ambos empezaron a comer en silencio, disfrutando de los deliciosos y delicados sabores de la comida. Al parecer el precio elevado se debía a su exquisito y refinado sabor, con el cual ambos se encontraban cautivados. 

- Esto es delicioso, Shinazugawa! 

- Sí... Esto está increíblemente maravilloso... Ah... Este ramen es el mejor ramen que he comido! 

Ambos se sonreían cada vez que cruzaban miradas al comer. Sanemi finalmente se inclinó levemente hacia adelante y agarró la mano de Giyuu. 

La mano del Omega era más pequeña y cálida. La acarició usando sus dedos y le volvió a sonreir. 

- Gracias por haber cenado conmigo esta noche, Giyuu... 

- Hmm... 

Él apretó la mano de Sanemi de vuelta. 

- No perdería la oportunidad de comer gratis, Shinazugawa... 

Giyuu emitió un ronroneo, y Sanemi hizo lo mismo. El cosquilleo en su estómago le hacía sentir muy enamorado. 

- Giyuu... 

- Shinazugawa?... 

Sanemi agarró la otra mano de Giyuu y las acarició entre las propias. Giyuu no se apartó en ningún momento. 

- Omega, te quiero mucho... 

Giyuu se sonrojó. Su corazón se alteró al escuchar esas palabras que no cruzaban sus oídos desde hace años, y se sintió algo melancólico. El deseo de poder tener a alguien para recibir afecto y ser amado era demasiado grande, y para ser honesto la soledad le estaba matando. 

- Aww, Shinazugawa... Y-yo... 

- Tranquilo, Omega. Ya no te forzaré a nada. Sé que me creí muy superior contigo en el pasado y te hice sentir muy mal... No te preocupes. 

Giyuu quería decir lo contrario. Habían pasado años desde que se había sentido cómodo con un Alfa, y ahora quería aceptarlo. Aun no quería aparearse ni tener hijos, pero quería amar a alguien y ser amado. 

-Shinazugawa... Yo también te quiero... 

- Qué? 

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Otro capítulo más AHHHH q rápido jajsjajs. Se me hace más fácil escribir esta historia q la otra XD 

Qué les pareció? 

Espero que les haya gustado este capítulo y les agradezco nuevamente por leer hasta aquí! 

Cuidense mucho! Espero actualizar pronto este y mi fic principal! <3



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