Sanemi sintió la humillación caerle como balde de agua fría al enterarse de que Gyomei había sido testigo de su corta pero incómoda interacción con Kokushibo.

Acaso ese Alfa venía ahora a burlarse de él por ser tan patético? Por supuesto que era eso... En su cabeza, sentía que todos en la Academia Kimetsu se burlarían de su situación si se enteraran de que él, un Alfa y profesor temido en toda la escuela estaba esperando recibir amor de otro Alfa, cosa que era incorrecta y para nada natural.

Todavía no era capaz de comprender como había caído tan bajo por simplemente recibir una caricia en su cabeza por parte de un idiota como Kokushibo, el cual además apenas había conocido unas cuantas horas antes al chocar en el pasillo, y con el cual había alcanzado a tener cierto nivel de intimidad a causa de un incidente con el embarazo de su hermano menor.

Lo peor de todo era ver a Gyomei comiéndose el Ohagi que era para Kokushibo, lo cual consideró como una manera más profunda de burlarse de él. En su cabeza sonaba como "Mira, Alfa patético, me como tus ridículos esfuerzos de sentirte amado por un Alfa mejor que tú. No te mereces nada".

Le dolía ser humillado de esa manera, pero era cierto para Sanemi sentir que no se merecía ser amado. Por qué lo haría? Se comportó como un completo idiota con todas las personas a su alrededor, e incluso llegó a la violencia sexual con su compañero de trabajo Omega, Tomioka. Y por qué? Solo por ser un completo imbécil que quería una familia que le estuviera esperando en casa, sin importar obtenerla a base de manipulación, violencia y acoso. 

Simplemente era una copia idéntica del miserable de su padre, y eso le causaba tantas náuseas que quería vomitar. No podía asemejarse a ese bastardo... No debía hacerlo! 

Violentar a un Omega para tener una familia no era el camino correcto, y en su cabeza eso estaba claro, pero realmente estaba desesperado. Le irritaba que todos sus cercanos formaran familias felices y fueran amados... Por un momento pensó, en forma superficial, que si formaba una familia con Giyuu a través de forzarse sobre él, llegaría el punto en que Tomioka no tuviera más opción que amarle y después de eso serían felices juntos.

Su cerebro era tan básico que no era capaz de pensar en otras posibilidades, como ser más paciente con Tomioka y apoyarlo con sus miedos.

Qué hubiera pasado si realmente escuchaba sus complejos y le ayudaba a superarlos? Habría llegado el día en que alguien realmente se preocupara por él?

No valía la pena pensar en posibilidades nulas y destinos imposibles... De todas formas ya había perdido todas sus posibilidades con Tomioka, y este había caído en los encantos de Uzui.

Sanemi suspiró irritado y rodó los ojos, para después recuperar su compostura y gruñir hacia Gyomei para ocultar su vergüenza.

- Vienes a burlarte de mí, Gyomei? Vienes a refregarme en la cara lo patético que soy por haberme relacionado tanto con un Alfa, que además es nuestro nuevo compañero de trabajo? Ahórrate tus humillaciones, tengo la cabeza demasiado ocupada como para-

Sanemi emitió un jadeo y se quedó paralizado al sentir la enorme y cálida mano de Gyomei sobre su cabeza, acariciándolo y jugueteando con las hebras de su cabello blanco. 

Se sintió... agradable. No pudo evitar emitir un suave ronroneo y bajar la guardia, calmando su exceso de energía agresiva.

- G-Gyomei...

Él suspiró más calmado y levantó un poco la cabeza para ver a Gyomei a la cara, esperando que este explicara su actuar o simplemente dijera algo.

- Pensé que ese Ohagi que compraste con cariño no debía desperdiciarse. Lamento si Kokushibo no reaccionó de la forma que querías a tu gesto y fue cruel, aunque debo admitir que me sorprendió escuchar lo que pasó con él y contigo...

Gyomei suspiró y Sanemi se puso rojo por la vergüenza, apartando la mano del Alfa mayor fuera de su cabello para no recibir más caricias.

- No tienes que recordarme lo tan bajo que caí y lo patético que me he vuelto últimamente... Yo... Tengo claro mis errores, y no necesito a otro Alfa que me lo refriegue  en la cara...

Sanemi gruñó con una mezcla de pena e incomodidad, pero tratando de simular enojo. Gyomei apretó levemente los ojos para después suspirar otra vez y sentarse al lado de Sanemi.

- Por qué hablas así, Sanemi? No creas que todos a tu alrededor piensan que eres patético o que se quieren burlar de tí... No asumas que los demás piensan de la misma forma que tú. No dejes que tu mente arrastre tu autoestima por el suelo y te llene de odio por tí mismo...

Sanemi le miró a los ojos por unos segundos y después se rió de forma amarga, apretando los puños y apoyándolos en la mesa.

- Crees que soy yo el único que piensa así de mí? Gyomei, acaso no tienes idea de lo miserable que he sido con todos y todo desde que soy un niño? Siempre he sido un Alfa egocéntrico y cruel, incluso con mis alumnos y mi hermano menor. Por qué esperaría que la vida me premiara con algo bueno después de todo el dolor que le he provocado tanto a mi familia como a mis amigos? Yo...yo he menospreciado a otros Alfas, a los Betas y de peor forma a los Omegas. Es más... Al único Omega que me gustó, lo perseguí como un maldito acosador y casi abuso de él... soy una mierda!

Él elevó la voz para tratar de estar a la defensiva, pero su garganta se apretó dolorosamente por la angustia y su cuerpo tembló. 

- Yo... Por un momento creí que tener una familia a la fuerza llenaría el vacío que he sentido desde pequeño, pero ya es imposible saber si esos presentimientos son reales o no... y ahora, que pensé que mi destino no era estar con un Omega, sino quizás con un Alfa, me quedó claro que ninguna especie sería capaz de amarme...Soy tan irritante que nadie me soporta y eso... eso me duele mucho...

Su voz se quebró y cayó la primera lágrima, a lo que Gyomei le agarró del mentón de forma delicada y secó sus ojos con su pulgar. Los labios de Sanemi se estremecieron y su expresión se arrugó tratando de contener las lágrimas, pero dejó su orgullo de lado y siguió llorando. Debía dejar de ocultar sus sentimientos por más humillantes que fueran. Quedarse callado solo le generaba más dolor... 

- Sanemi, yo-

- G-Gyomei... yo juro que no habría hecho tantas cosas malas si no estuviera desesperado... 

Él sollozó con la voz ahogada en su garganta, a lo que Gyomei le miró con compasión y decidió quedarse callado para poder saber más de Sanemi.

- Tengo miedo de quedarme solo... de verdad quería amar a un Omega y tener cachorros, pero... tenía mucho miedo de no poder tenerlos pronto...! Siempre he.... siempre he envidiado a las familias felices... Siempre he odiado ver hogares cálidos y seguros, sin soledad... Tantas veces soñé abrir la puerta de mi hogar con la idea de alguien esperándome con ansias al otro lado, quizás llamándome amor, o papá... qué patético... no me merezco nada tan bueno como eso...

- Shinazugawa, entiendo tu punto de vista... Me alegra saber de cierta manera que te arrepientes de los actos negativos que has hecho, pero no es justo que seas tú mismo quien piense tan mal de tí... no es sano, y tampoco es cierto lo que dices...

Gyomei le sonrió y le acarició la mejilla, a lo que Sanemi ladeó la cabeza con confusión.

- A qué... te refieres?...

Él se secó las lágrimas con las manos y trató de recomponer su voz temblorosa mientras se acomodaba en el asiento.

- Te mereces ser feliz como cualquier otra persona... te mereces un hogar cálido con alguien que te quiera, y te mereces una nueva oportunidad de encontrar la felicidad... quizás no con un Omega, pero ojalá quien te haga feliz...

- G-Gyomei...

Esas palabras golpearon duro su corazón y le hicieron estremecerse, apretando ese sentimiento de culpa que alojaba en su cabeza. Sería cierto lo que decía Gyomei? Se merecía algo bueno después de ser una basura como persona incluso con sus sobrinos que todavía no habían nacido?

- Aunque lo que digas sea cierto, quién querría estar con un Alfa agresivo como yo...? Se me hace complicado expresar afecto... nunca tuve ese referente cuando era niño con mis padres, así que soy torpe en expresar amor romántico... soy un fracaso...

Gyomei sonrió y agarró del mentón a Sanemi nuevamente, acercándolo un poco más a su cara. Sanemi emitió un chillido de sorpresa y se paralizó, poniéndose rojo y completamente nervioso. El Alfa mayor se acercó a su oído y susurró con una voz profunda y grave, la cual le hizo sentir un cosquilleo estremecedor en toda la espalda.

- La mejor solución para un Alfa como tú, es un Alfa...

- Qué...?

Gyomei se inclinó sobre Sanemi y lo acorraló sobre la mesa del escritorio. Sanemi se sentía diminuto e indefenso entre el enorme cuerpo de Gyomei y la mesa de profesores, siendo consumido por la vergüenza y la timidez.

- G-Gyomei!

- Shinazugawa... Pensé que jamás tendría oportunidad con un Alfa obsesionado con tener un Omega, pero ahora que sé lo que le hiciste a Kokushibo, no pienso rendirme contigo...

Sanemi iba a responder, pero su boca fue callada por los labios tibios y húmedos de Gyomei en un beso apasionado. Él emitió un quejido, pero decidió ceder y apoyar su mano en el pecho de Gyomei para tener soporte durante el beso. Se sentía bien... No era tan agresivo como era Kokushibo al besarle.

Gyomei era delicado y romántico con su boca, como si primero estuviera enfocándose en complacer a Sanemi antes de sí mismo,  sensación que le hizo sentir algo- bueno, muy caliente.

La lengua de Gyomei pidió acceso a su boca al lamer los labios de Sanemi un par de veces, a lo que el Alfa menor abrió los labios y lo dejó pasar para profundizar el beso. 

Tan bien se sentía besar con amor?  O solo era porque Gyomei era dominante al ser Alfa y a Sanemi le gustaba eso?

Bueno, fuera cual fuera la razón, se sentía maravilloso. Su piel ardía en euforia y pasión, por lo que Sanemi enrolló sus brazos sobre los hombros de Gyomei para no detenerse pronto. Solo rogaba que ningún otro profesor fuera a la oficina y les interrumpiera, porque quería seguir besando a Gyomei.

Además, necesitaban unos minutos para ventilar la oficina para deshacerse del olor de sus feromonas cuando terminaran la sesión de besos.

- G-Gyomei...

- Shinazugawa...

Ambos jadearon de placer para después unir sus bocas de nuevo, en un vaivén agresivo pero placentero que les hacía sentir excitados.

Sanemi se sentía muy caliente, tanto que se le estaba por formar una erección, pero decidió contenerse porque de cierta manera no le convenía. Por qué? Porque evidentemente si se ponían más calientes, iba a ser él a quien le iban a dar. Y ya no iban a ser consejos.

Además estaban en la escuela! No debían olvidarse que a sólo unos metros de distancia habían alumnos jugueteando en el patio!

- Gyomei, faltan... faltan 5 minutos para volver a clases...

El Alfa sonrió y le dio un último beso a Sanemi, para después asentir con aprobación.

- Está bien, lo entiendo... espero que te haya quedado claro lo que te dije hace un rato, si?

- S-sí... muchas gracias Gyomei... por... por todo...

Sanemi se puso tímido, a lo que Gyomei sonrió y le besó la frente. El Alfa menor sonrió cómodamente al sentir el afecto de Gyomei y emitió un ronroneo, atreviéndose a besarlo otra vez.

Debía aprovechar el afecto que le daban, ya que sentía que Gyomei se aburriría de él muy pronto. Sentirse amado era una sensación maravillosa, pero tenía claro que eso no duraría para siempre, por lo menos para un Alfa como él. 

Sanemi se despidió de Gyomei y ambos se dirigieron a sus respectivos salones para realizar sus clases correspondientes.

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Para la salida de clases, Uzui caminó junto a Giyuu hacia el salón de profesores para recoger sus pertenencias y volver a casa, porque en unos cuantos minutos deberían venir las esposas de Tengen a buscarles en el auto.

- Dime, Giyuu, como te fue en tus clases? Muy agotador enseñarles a los flojos?

Tengen sonrió de forma traviesa y Giyuu rió suavemente, apagándose un poco más al cuerpo de Uzui mientras caminaban para recibir más de su calidez corporal.

- No todos los niños son flojos, Tengen... hay alumnos como el joven Kamado que son muy motivados en mejorar... me alegra tener alumnos así, y realmente los quiero mucho...

Él ronroneó y sonrió en un gesto maternal, aún sintiendo el instinto de proteger a los hermanos Kamado porque los sentía como sus cachorros.

Uzui hizo una mueca de celos y le dio una palmadita en la cabeza a Tomioka, para después atraparlo en un abrazo y cambiar el tema. No le gustaba la atención que obtenía Tanjiro de su amado y tierno Omega.

- Ya, ya, mucho Tanjiro por hoy, okay? Por qué no me das un poco de tu atención a mí?

- Aw, celoso de un alumno, Tengen?

- Eh!?

Tomioka sonrió y Uzui emitió un gruñido, abrazando más a Tomioka en forma sobreprotectora.

- Celoso yo? De un niño Beta? Ja! Tan bajo piensas de mí, amor? Prácticamente soy la extravagancia en persona! Por qué me atrevería siquiera a compararme con él? Por qué presumiría? Yo-

Giyuu le interrumpió y sujetó la cara de Tengen entre sus manos y le dio un tímido beso en los labios, el cual Uzui correspondió complacido, abrazando a Tomioka por las caderas.

Giyuu se había acostumbrado a este nivel de intimidad con Tengen y sus esposas, aunque tener la iniciativa para besar aún le ponía un poco tímido.

Por lo menos se sentía cómodo e incluido en la familia Uzui tanto por el Alfa como sus esposas, de quienes solo recibía montones y montones de amor. Era maravilloso sentirse tan querido... incluso los cachorros de Tengen eran tiernos con él!

Hasta a veces llegaba a pensar sobre tener sus propios cachorros también. Antes de estar con ellos, jamás esas ideas habrían llegado a su cabeza. Bueno, probablemente sí, pero en una perspectiva de repulsión y miedo.

Incluso se había imaginado un par de veces con pancita de embarazado! Esas imágenes en su cabeza se le hacían adorables, y ya no le daban tanto miedo... 

Por qué lo tendría? La familia Uzui solo le ha mostrado el amor, el apoyo y la confianza que necesitaba... era incapaz de sentir miedo cuando se trataba de expandir una familia tan maravillosa.

Los nervios ahora caían en el hecho de aparearse y dar a luz. Esas eran cosas que en sí no le daban tanto miedo, sino que le causaban una sensación de vergüenza. Y si Tengen no encontraba su cuerpo tan bueno como el cuerpo de sus esposas para aparearse? O si el apareamiento dolía? Pensaba hablar de esos temas con Tengen para tener más claridad, pero aún no hallaba el momento adecuado para preguntarle sobre algo tan íntimo a él y a sus esposas.

De todas formas las tres tuvieron que dar a luz a dos hijos de Uzui a la vez.

Vaya... que mujeres tan fuertes!

- Tengen-Samaaaa!!!!

Uzui y Tomioka se sobresaltaron al escuchar la voz de Suma detrás de ellos, por lo que se voltearon a ver hacia atrás. Ahí estaban Makio, Hinatsuru y Suma, acercándose con unas sonrisas de alegría y emoción.

- Ah! Mis amadas esposas! Que sorpresa verlas fuera de la escuela! Justo iba con Giyuu a buscar nuestras pertenencias para volver a casa!

- S-sí!

Giyuu sonrió feliz de verlas, recibiendo besos de las tres al igual que Tengen.

- Les tenemos una noticia increíble! Escuchen atentos, si?

Uzui y Giyuu asintieron confundidos hacia Makio, para después voltear hacia Hinatsuru cuando esta comenzó a hablar.

- Bueno, nosotras estábamos un poco insatisfechas de que ustedes pasaran más tiempo juntos durante el día... realmente deseábamos compartir más tiempo con Giyuu y con usted, Tengen-Sama, por lo que decidimos...

- POSTULAR A TRABAJAR EN LA CAFETERÍA DE LA ESCUELA, TENGEN-SAMA!! KYAAA!!!

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Hola hola! Cómo están? Me atrasé un día con el capítulo desde que lo anuncié, lo siento muchooo 😭😭

Qué les pareció? Espero que les haya gustado! Quise cerrar primero el tema de Kokushibo, Gyomei y Sanemi, para poder centrarme en el próximo capítulo únicamente en Giyuu, Tengen y sus esposas.

Opiniones?

Ideas para el futuro?

Todos los comentarios siempre serán bien recibidos y apreciados! ❤️

Muchas gracias por haber leído esta nueva actualización hasta el final y por apoyar mi historia! Siento mucha gratitud por todo el apoyo que le han brindado, realmente me siento muy feliz de saber que hay gente que le gusta lo que escribo💗😭❤️

Los amo muchísimo! Muchas gracias nuevamente, y espero verlos en la próxima actualización!!!

Bye bye, cuídense mucho!!