28. Deuda... Saldada? 🔞


Sanemi apartó la mano de Kokushibo lejos de su camisa con un manotazo, para después comenzar a reír irónicamente mirándole a los ojos.

- Es en serio? Me ves cara de prostituta o alguna mierda así, Alfa descerebrado? Por solo manejar un par de cuadras hasta el hospital te crees tener el derecho de decirme una obscenidad estúpida como esa? Realmente eres patético.

Kokushibo arrugó las cejas y emitió un gruñido de molestia, observando con detenimiento todos los movimientos corporales del Alfa contrario mientras se reía.

- No fue simplemente manejar, Shinazugawa. También fue lidiar con tu carácter de mierda y perder tiempo de trabajo en salir de la escuela. Incluyendo también el hecho de que pagué la cuenta del hospital mientras estabas en la habitación con tu hermano menor

El Alfa mayor se arregló las mangas de sus prendas y miró a Sanemi con atención, alzando una ceja hacia él con una mueca desinteresada. La sonrisa desapareció del rostro de Sanemi al escuchar sus palabras, siendo reemplazada por una expresión de enojo que tiñó su cara de rojo.

- Qué!? Y cuándo te pedí que pagaras la cuenta de la atención médica de mi hermanito, idiota!? Es más, quién te da el derecho de meterte en lo que no te corresponde!?

Kokushibo suspiró con irritación y agarró de las muñecas a Sanemi, obligándole a quedarse quieto y en silencio.

- Yo me voy a meter en lo que quiera cuando yo quiera, perra... Tú no eres quién para darme órdenes, entiendes? Nisiquiera eres capaz de tener un poco de dignidad y agradecer que pagué esa mierda por tí? 

Sanemi gruñó e intentó safarse del agarre de Kokushibo, pero este apretó sus muñecas con más fuerza para evitar que este se fuera o escapara del contacto visual.

- No te hagas el generoso, Alfa pervertido... Lo único que has hecho desde que llegamos aquí es pedirme sexo a cambio de todos los "favores" que amablemente estuviste dispuesto a hacer! Todo era tu plan para tenerme en deuda contigo, no es así, pedazo de mierda!?

Kokushibo sonrió complacido al ver la actitud de chihuahua rabioso en Sanemi otra vez (le irritaba bastante, pero también le encantaba) a lo que le sujetó ambas muñecas con la fuerza de una sola mano, para después agarrarle el mentón con la otra para acariciarle los labios de forma sensual.

- Supongo que ahora estás usando el cerebro, Shinazugawa. Por qué te ayudaría si no quisiera algo de tí? No es como si valieras la pena como ser humano, por lo menos con lo poco que conozco de tu persona.

El Alfa apretó los dientes con enojo y apartó la mirada de Kokushibo por unos segundos, todavía sin ser capaz de escapar de su agarre. El maldito imbécil sí que tenía fuerza...

- Eres... Eres un aprovechado! Jamás voy a darte lo que quieres, idiota! Esperas que arrastre mi orgullo por el suelo solo para entregarte el culo como agradecimiento por un simple pago!? Sigue soñando! No voy a sucumbir ante algo tan antinatural!

Kokushibo calló a Sanemi apretando sus mejillas, para después mirar a su alrededor por unos segundos. Al asegurarse de que no había nadie cerca, el Alfa regresó su atención hacia Sanemi.

- Puedes bajar un poco el volumen, Shinazugawa? O es que acaso quieres que todos se enteren de la propuesta que te hice?

- Ugh! Por supuesto que no! Pero me tienes harto con tus palabras y acciones sucias! Si tanto crees que te debo, dime tu cuenta del banco y te daré cada maldito centavo que te deba para que dejes de molestar-

Para callar las quejas de Shinazugawa, Kokushibo pasó su lengua sobre los labios de Sanemi de forma delicada, dejando con una expresión de shock al otro Alfa.

Este siguió lamiendo la superficie suave y delgada de los labios húmedos de Shinazugawa hasta que este dejó de tensar la mandíbula y se permitió ser besado de verdad.

Kokushibo soltó las muñecas de Sanemi y clavó sus manos en las caderas del Alfa más bajo para unir su boca en un beso húmedo. Sus labios se movieron juntos en un ritmo inicialmente torpe e incómodo ya que Sanemi ponía algo de resistencia, tensando los labios de vez en cuando y apretando los dientes, pero después de una fuerte nalgada que le dio Kokushibo, Sanemi no tuvo más opción que abrir bien la boca para alojar la lengua traviesa de Kokushibo para que recorriera el interior de su boca húmeda.

Todo se sentía tan... raro...

Sanemi cerró los ojos para tratar de concentrarse y no perder la conciencia mientras era besado, pero Kokushibo le sujetó bien por las caderas y lo hizo retroceder hasta que ambos entraron al baño otra vez.

- Mierda... Kokushibo, ya detente...! Esto... esto no es gracioso...

Sanemi se estremeció con nerviosismo cuando Kokushibo cerró la puerta del baño con el seguro, para después sacarse la corbata con un movimiento veloz.

- Las manos adelante, ahora.

Kokushibo apretó la corbata entre sus manos esperando a que Sanemi obedeciera sus órdenes.

- Qué? Es en serio? Eso es demasiado cliché como para que-ah! Idiota!

Sanemi emitió un jadeo al ser nalgueado por segunda vez, por lo que no tuvo más opción que poner las manos enfrente para que Kokushibo las atara con su corbata.

Ser golpeado tan fuerte en el trasero se sentía demasiado incómodo, y debía decir que la vergüenza le estaba carcomiendo por dentro. Así se sentía ser usado por alguien más? Era patético y ridículo...

- Las perras deben obedecer de inmediato las órdenes de su Alfa, entendido? Si no obedecen merecen ser castigados...

Sanemi gruñó avergonzado y se quedó en silencio, a lo que Kokushibo lo obligó a arrodillarse en el suelo teniendo sus manos atadas.

- Responde, perra! 

Sanemi apretó los labios y su rostro se tiñó de un rosa a causa de la vergüenza.

- S-si...

Eso era demasiado humillante! Decir que estaba arrastrando su orgullo por el suelo era poco comparado a como se sentía estar de rodillas a la merced de un Alfa!

- Muy bien... Debo decir que eres una perra que aprende lento, así que debo entrenarte adecuadamente...

Kokushibo agarró el cierre de su pantalón y lo bajó lentamente hasta dejar a la vista un enorme bulto debajo de su bóxer. Sanemi se quedó paralizado, haciéndose una idea en la cabeza sobre lo que estaba planeando Kokushibo.

- H-hey... tú que estás... haciendo?...

Kokushibo sonrió de forma dominante y agarró por el cabello a Sanemi, acercando su rostro a la altura de su entrepierna.

- No hagas preguntas, solo obedece a mis órdenes ahora. Es lo que me debes...

Cuando Kokushibo expuso su largo y grueso miembro en frente del rostro de Sanemi, entendió que debía chuparle el pene. 

Jamás se había imaginado una situación así! Bueno, realmente si lo había hecho, pero se imaginaba a sí mismo recibiendo una mamada de su Omega! No haciendo una mamada él!

Le daba un poco... no, bueno, le daba un montón de asco pensar en meter el pene de un Alfa al interior de su boca... 

Él tragó saliva con nerviosismo y observó el enorme miembro palpitante de Kokushibo casi rozando la punta de su nariz.

- En qué estás pensando, perra? Abre la boca y chupa ahora, a menos que quieras que reemplace este castigo con una penetración?

Sanemi se tensó angustiado y dirigió sus labios hacia la punta del miembro de Kokushibo para dar una pequeña lamida.

Esa situación era terrible, pero una penetración? No arriesgaría su cuerpo a sufrir tal humillación. Eso le correspondía a los Omegas y al proceso de apareamiento.

Lentamente empezó a chupar la puntita, sintiendo la calidez del miembro frotándose contra sus labios y parte del interior de su boca. Era agobiante...

Kokushibo agarró la cabeza de Sanemi y le ayudó a mover la boca, haciéndole recibir más profundo parte de su pene al interior de su cavidad bucal para apresurar la mamada.

- Hmm... vas bien, sigue así... Qué tal sabe mi polla?

Él sonrió orgulloso al ver al Alfa de rodillas frente a él con un pene metido en la boca. La sensación de placer le pareció extrañamente complaciente, ya que esperaba algo más de agresividad por parte de Sanemi al chuparle el miembro.

Le sorprendió gratamente el solo sentir la suave lengua de Sanemi recorrer el tronco erecto de su pene, en vez de ser mordido o raspado con los dientes por accidente durante el proceso.

Le llamaba la atención que el único que fuera delicado al chuparle el pene fuera el Alfa que estaba ahí en contra de su voluntad, a diferencia de otros Alfas con los que había follado.

Kokushibo empezó a mover un poco su miembro para seguirle el ritmo a Sanemi y follar su boca, pero Sanemi gruñó molesto y Kokushibo decidió detenerse.

- Ya, ya, no voy a interrumpir tu mamada... Debo decir que eres muy talentoso con esa boca que tienes, Sanemi... Naciste en el cuerpo equivocado. Habrías sido un Omega muy exquisito de follar...

Sanemi pellizcó los muslos de Kokushibo para mostrar su enojo mientras seguía chupando, pero Kokushibo solo sonrió burlonamente hacia él. 

- No te enojes, Shinazugawa... Sigue con lo tuyo. Chupa hasta que te llenes la boca de semen...

Sanemi estuvo a punto de gruñir enojado al sentirse humillado, cuando sintió la mano de Kokushibo acariciarle la cabeza para alentarlo a seguir. Esa caricia... eso le gustó. 

Finalmente Sanemi decidió tragarse su orgullo (junto a otra cosa) para complacer a Kokushibo. Su actuar era demasiado contraproducente, pero el recibir un poco de afecto le volvía loco. Deseaba que alguien le amara, y esa simple caricia le hizo sentirse apreciado de cierta manera.

Tras tragar el semen y limpiar su boca, Sanemi se puso de pie algo tímido y se sonrojó, bajando la cabeza para no mirar a los ojos a Kokushibo.

Kokushibo regresó su corbata a su cuello y se acomodó nuevamente la vestimenta para verse presentable, sin decirle nada a Sanemi en el proceso.

- Bueno, dejemos tu deuda saldada conmigo mientras tanto... Ya no necesito que seas mi perra, ya tuve lo que quería de tí. 

- Qué?

Eso era todo? Tanto rato le estuvo jodiendo Kokushibo para que tuvieran sexo, y nisiquiera llegaron a eso! Era como si le estuvieran tirando a la basura!

Osea, nunca le gustó la idea de ser el sumiso de otro Alfa, pero si van a empezar algo, debían terminarlo!

- Vete a la mierda...

Sanemi habló a secas y salió del baño enojado, a lo que Kokushibo alzó una ceja pero no le prestó atención. 

El Alfa se fue del hospital caminando irritado, aún sintiendo en su boca el mal sabor del semen de Kokushibo. Era tan asqueroso! No podía creer que se lo había tragado...

Caminando distraídamente por un par de minutos, terminó chocando de frente contra el pecho de... quién? Sanemi alzó la cabeza para empezar a gritarle a la otra persona por no fijarse en su camino, cuando según él vio a Kokushibo.

- Ugh! En serio me estás siguiendo!? Qué no dijiste que ya no había nada que querías de mí!?

Sanemi agarró del cuello del abrigo a "Kokushibo" para empezar a gritarle a la cara, sin pensar que Kokushibo había vestido formal en el hospital y con corbata. No con un patético abrigo marrón rojizo con una bufanda.

Tampoco se puso a ver que aquel hombre tenía el cabello más rojo que Kokushibo y las cicatrices eran diferentes.

El Alfa evidentemente se había quedado en blanco por los gritos del desconocido frente a él. 

- Uh?...

- Después de que me estuviste jodiendo por horas hablando de "eso" y después me dices que no quieres nada!? Crees que estoy para que juegues conmigo!?

Yoriichi parpadeó confundido y sin ser capaz de responder, mirando a su alrededor en busca de su esposa y cachorros. Sanemi al ver que no estaba recibiendo su atención, lo sacudió con brusquedad.

- Responde, idiota! O acaso solo piensas poner cara de imbécil y quedarte callado!? No me compro tu actuar patético!

Yoriichi no entendía por qué le gritaban, pero no hacía nada para detenerlo. Su expresión estática estaba sacando de quicio a Sanemi!

- Ah! Yoriichi! Aquí estás!

Uta se acercó corriendo cargando a su bebé en su espalda y llevando a su otro hijo de la mano, al darse cuenta de que su esposo estaba siendo... agredido?

Los ojos de Yoriichi se abrieron un poco más en un gesto imperceptible al verla acercarse, pero Uta sabía que Yoriichi estaba feliz de verla.

- Qué pasa, cariño!?...

Uta se puso al lado de Yoriichi, y el Alfa intentó agarrar la manito del bebé tras la espalda de Uta, pero como este se movió, él terminó acariciando las mejillas gorditas de su cachorro.

Cariño? Kokushibo tenía esposa e hijos? No... había escuchado que le decían Yoriichi... qué mierda? Tenían la misma cara!

- Eres... Yoriichi?...

Sanemi habló nervioso, retrocediendo un par de pasos para no invadir su espacio personal de nuevo. Yoriichi asintió y sus labios se apretaron un poco, a lo que Uta le acarició el brazo y le sonrió. Ella después miró a Sanemi con una mirada gentil de sus ojos color obsidiana.

- Confundiste a mi esposo con alguien más?

- S-si... lo siento... es que yo-

Kokushibo se acercó por detrás de Sanemi y le tocó el hombro, a lo que Yoriichi sonrió un poco a causa de la impresión de ver aparecer a su hermano después de mucho tiempo. A diferencia de él, Kokushibo le miró con desprecio.

- Aniue...!

- Yoriichi...

Eh!? Aniue!? Esos dos... eran hermanos!?

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Holaaa!! Cómo están? 

Espero que les haya gustado esta nueva actualización!

Opiniones o ideas? Recuerden que esta historia se desarrolla en base a lo que en general le gusta a los lectores! Todos los comentarios serán bien recibidos!! <3

Siguiendo la tradición de agregar una preguntita... Cuál es el ship más raro que conocen de sus franquicias favoritas??

Uno de los más turbios que he visto es el de Lady Dimitrescu futanari con... Leon Kennedy  y Joel Miller con Ellie 💀

Sin nada más que decir, muchas gracias por haber leído este nuevo capítulo! Cuídense mucho, los quieroooo!!

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